viernes, 15 de octubre de 2010

09. Las mujeres son muy problemáticas

Shino caminaba con parsimonia hacia el lugar donde había quedado, no parecía demasiado entusiasmado, claro que, Shino siempre tenía el mismo gesto: ninguno. Alzó la mirada y vio a Shikamaru sentado frente a una pequeña mesa, bueno, más bien recostado, fumaba monótonamente y su mirada parecía perderse siguiendo el humo. Se acercó a él.

- Has llegado pronto - le dijo.

Shikamaru alzó la vista.

- No tenía otra cosa que hacer.

Shino movió una de las sillas y se sentó. Un camarero se le acercó y pidió un refresco.

- Hemos quedado en un sitio muy extraño - volvió a decir.

- Lo extraño es que hayamos quedado.

- Desde aquí se ve perfectamente la entrada a la exposición, que casualidad ¿no?

Shikamaru chasqueó la lengua.

- No me seas pejiguero, fuiste tú quien lo dijo.

- Ya. Pensé que querrías ver como salían... me refiero a Chouji y Ryuko, sé que estás intrigado.

- ¿Sabes otra cosa? Para ser un chico tan silencioso a veces eres muy mordaz.

- Verás, es que como no hablo, tengo tiempo de pensar.

- ¿Y has pensado que somos dos chicos jóvenes que están pasado la tarde de un domingo solos en una terraza, aburridos y tratando de curiosear la vida de los demás?

- Dicho así suena fatal.

- Somos unos perdedores, chaval.

- Supuse que estarías solo por eso te lo propuse, al fin y al cabo no eres mala compañía.

- Yo podía haberme ido con Ino, ella me lo propuso.

- ¿Y por qué no lo has hecho?

- Francamente, ahora no lo sé, ella es más atractiva que tú. Creo que Akane tiene razón y soy un pusilánime después de todo.

- Por eso estás perdiendo puntos en la competición.

Shikamaru arqueó una ceja, este Shino y su manía de hablar con acertijos le intrigaba.

- Te recuerdo - añadió Shino - que no hay premio para el segundo.

Shikamaru se incorporó y apoyó los codos en la mesa, le peor de Shino es que no se le podía mirar a los ojos, en fin, diría lo primero que pensó al oír eso, a lo mejor así se enteraba de lo que hablaba.

- Ya perdí una vez el primer premio ¿recuerdas? Me lo quitaste tú.

- Eso fue porque quizás te interesaban más los premios "de consolación".

- Creo que mejor será no seguir por ese camino. Y dime ¿Por qué hemos quedado precisamente aquí? ¿Te pone ver a Akane con otro chico?

- Lo que pasa es que las chicas van a venir por aquí.

- ¿Qué chicas?

- Jisei, Xu-Xu y Sumire, deben estar a punto de llegar ¿No se te ha ocurrido pensar que no van a poder con la curiosidad de venir a echar un vistazo?

- Y digo yo ¿Por qué no has quedado con ellas desde el principio?

- ¡Qué poco conoces a las chicas! A ellas les gusta hacer sus trapicheos a solas.

- ¡Ahg! - Volvió a recostarse - ¿Y por qué me has llamado? ¿Para no quedarte a solas con ellas?

- No, eso me da igual es por... mira, precisamente ahí vienen.

Shino se levantó, las chicas le vieron sin problemas y se dirigieron a su lado.

- ¿Pero qué hacéis aquí, chicos? - habló muy alegre Sumire.

- Uy, uy, uy, Shino y Shikamaru los dos solitos tomando unas copas - dijo maliciosa Xu-Xu - ¿Hay que pensar mal?

- Que casualidad encontrarnos ¿no? - Comentó Sumire sentándose pesadamente y soltando las muletas - Malditas muletas, creí que no llegábamos ¿No habrán salido ya, no?

- No es casualidad - dijo Jisei - es que son tan cotillas como nosotros, solo que no lo reconocen.

- ¿Fueron puntuales los galanes? - preguntó Shino mientras hacía un gesto al camarero para que atendiese a las chicas.

- Muy puntuales - respondió Xu-Xu - Sasuke llegó prontísimo y estaba guapo, guapo, como un queso.

- Claro que Akane también iba muy aparente - añadió Sumire - Y Ryuko y Chouji no se quedaban atrás.

- Tenías que haberla visto, Shika - dijo Xu-Xu con cierto soniquete.

Shikamaru se limitó a mirar las chicas con su cara de aburrimiento, esto pasaba por la gracia de Chouji, ya sabía él que traería cola.

Después de pedir lo que quería tomar, Sumire se acercó bastante a Shikamaru y le miró fijamente a los ojos, parecía como querer leer los pensamientos del chico a través de ellos.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? - preguntó el chico algo alarmado.

- Umh, no le veo nada raro.

- ¿Pero qué le pasa? ¿Se ha vuelto loca?

Sumire se separó un poco de él.

- Oye Shika, he oído decir que tú has salido con muchas chicas.

- Mejor no hagas caso de todo lo que oigas.

- Y dime ¿Qué se hace en la primera cita?

- ¿Qué?

- ¿Eres tonto o te lo haces? Qué nos cuentes que se hace en la primera cita.

- ¿Y por qué no se lo preguntas a Akane?

- ¡Pero qué dices! - Exclamó burlona Xu-Xu - nosotras somos muy discretas ¿Cómo le vamos a preguntar esas cosas?

- Estáis locas ¿lo sabíais?

- Cuenta - continuó Sumire - ¿Te enrollas con ellas en la primera cita o esperas a la segunda? ¿Intentas besarla? ¿Qué haces para besarla, te lanzas o se lo insinúas? A lo mejor no haces nada hasta que ella te lo propone o...

- Si quieres salimos un día y lo ves con tu ojos - propuso el chico sin demasiado entusiasmo.

- ¡No! - Cortó tajante Jisei - ¡No vas a salir con éste! ¡Ni lo pienses!

- ¿Tanto miedo doy?

- No te ofendas, pero no eres el chico apropiado para ella.

- ¿Creéis que Sasuke intentará besar a Akane? - preguntó curiosa Sumire

- Pues le va a ir mal - intervino Shino - A Akane no le gustan los besos.

- ¡Anda si es verdad! - Habló nerviosa Sumire - ¡Sí tú saliste con Akane! ¿Intentaste besarla?

- Sumire, por favor - intervino Jisei - eso no se pregunta.

- ¿Qué pasa? Que ya somos mayorcitos, que no tenemos 12 años para escandalizarlos por unos besitos.

- Un caballero nunca habla de sus citas con una dama - repuso Shikamaru.

- Tranquilo que no voy a hablar.

- ¡Qué bonito! - Exclamó Sumire - Seguro que Akane guarda sus besos para cuando esté enamorada de verdad ¡Solo se los dará a su verdadero amor!

- Lo que pasa - dijo Shikamaru - es que es una escrupulosa y le dan asco.

Todas las miradas se dirigieron a él.

- ¿Y tú como lo sabes? - preguntó Jisei con cierto aire de picardía.

- Porque lo ha dicho montones de veces, sus besos son pequeños y suaves de otra forma le dan asco... ¡qué poca memoria tenéis!

La mirada de Jisei se clavó literalmente en el chico, éste sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. Shino se cruzó de brazos mientras le observaba "A ver como sales de ésta, genio" pensó.

- ¡Esto es una tragedia! - La exclamación de Sumire rompió aquel momento - Estaba pensando ¿Seré la única que no he besado a nadie? ¿Vosotras habéis besado a alguien?

- ¿Por qué no dejamos este tema? - propuso Jisei.

- Jo, pues es que me gustaría saber tantas cosas...

Sumire volvió a mirar a Shikamaru que encendía otro cigarro.

- ¿No estás fumando mucho hoy? - preguntó sarcástica Jisei

- Mira - Shikamaru le enseñó el cenicero con una solitaria colilla en él.

- ¿Por qué fumas, Shika? - preguntó Sumire

- Es un mal vicio que tengo.

- ¡Ah! - Gritó Sumire acercándose a él - ¡Ya lo sé! ¡Ya lo sé! ¡Jisei, ya lo sé!

- ¡Dios! - Se quejó Shikamaru - ¿Pero qué te pasa hoy?

- Ya se lo del sueño, ya sé lo que significa.

- ¿Qué sueño? - preguntó Shino.

- Uno que tuvo Jisei con Shikamaru.

- Déjalo Sumire - suspiró Jisei

- ¿Jisei ha soñado conmigo?

- No te hagas ilusiones, solo salías en uno de mis sueños.

- Era un sueño premonitorio, seguro ¿vosotros sabíais que Jisei tiene sueños premonitorios?

- Cómo no lo vamos a saber siendo una bruja - declaró medio aburrido Shikamaru.

- Pues yo sé lo que significa. Ya sé lo que Shikamaru tiene por dentro que le quema, Akane dice que es mala conciencia pero no lo es, es humo - declaró triunfante.

Xu-Xu y Jisei rieron, Shino y Shikamaru las miraban asombrados.

- ¿A que es humo? ¿Qué no? Míralo, el humo está matándole por dentro.

- Vale Sumire... será el humo.

Un pitido les sobresaltó. Era un mensaje recibido en el móvil de Jisei.

- Es Ryuko, ya van a salir ¡Y van con ellos!

- ¡Ah! - Gritó Sumire - Vamos a acercarnos un poco más

- Desde aquí les veremos bien - dijo Jisei.

- Si, pero anda, vamos a acercarnos, a lo mejor podemos hablar con Ryuko, anda, porfa...

- Bueno, bueno, vamos Jisei.

Las tres chicas se levantaron.

- Ahora volvemos.

Shino las observó mientras se marchaban.

- Están muy emocionadas, son un encanto.

- Son unas escandalosas.

Shino se incorporó en su silla y la acercó un poco a Shikamaru.

- Así que a Akane le dan asco los besos ¿Los suyos son pequeños y suaves?

- ¿Qué? ¿Me vas a decir que no lo sabías?

- Si, me lo dijo ella.

- ¿Y? Ya te dije que lo había oído.

Shino sonrió, a Shikamaru esa sonrisa casi le daba miedo.

- Akane nunca ha dicho eso en público, lo del asco sí, pero eso de explicar cómo son sus besos...

- ¿A no? ¿Estás seguro? ¿Entonces por qué lo sé?

- Dímelo tú.

Shikamaru miró hacia la salida de la exposición.

- Mira, allí salen.

Shino dirigió allí su mirada, efectivamente, desde ese lugar se les podía ver muy bien, veía a Sasuke al lado de Akane hablando con ella y detrás Chouji y Ryuko y también a Xu-Xu acercándose, parecía llamar a Ryuko, y un poco alejadas Sumire y Jisei. Shikamaru desvió la vista hacia el lado contrario.

- ¡La leche! - se le escapó mientras se levantaba.

- ¿Qué? ¡Mierda!

- ¡Eh! - Gritó Ino a pocos metros de ellos, al lado de Sakura - ¡Shika, cielo, que bien que te encuentro!

- Hola Shino - saludó Sakura al acercarse - ¿Qué tal Shikamaru?

- Hola - dijo Shino levantándose para bloquear la vista a las chicas a la vez que miraba disimuladamente hacia donde todavía se veía a Sasuke y Akane, además, ahora estaban solos, seguramente las otras habrían conseguido separar a Ryuko y Chouji para curiosear un poco.

- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Shikamaru

- ¿Nosotras? Pues hijo viendo cosas, paseando, tomar algo... pareces tonto - le recriminó Ino - ¿Y vosotros, estáis solos?

- No, estamos con las chicas. Han ido al servicio, ya sabes que como sois, vais siempre en manada.

Sakura echó un vistazo a la mesa donde estaban los vasos, así era Sakura, nunca se le pasaba un detalle.

- ¿Y Chouji?

- Está con Ryuko - aclaró Ino - Luego te lo cuento ¿Y tú? ¿Has terminado el trabajo con Akane?

- ¡Ahg! Mas o menos...

- Si es que eres un desastre, bueno, nos vamos.

Ino avanzó un paso precisamente hacia dónde estaba Sasuke.

- ¿Dónde vas? - Shikamaru se puso delante de ella.

- A seguir con lo nuestro, quita.

- Tomaos algo.

- No gracias, vamos Ino.

En una fracción de segundo Shino miró, sí, allí seguían, Shikamaru miró a Shino que torció los labios, luego miró a Sakura que giraba la vista también hacia ese lugar, tenía que conseguir llamar su atención...

- Ino, espera.

Y sin más se acercó a Ino cogiéndola de la cintura y antes de que ésta pudiera reaccionar tapó los labios de la chica con los suyos en lo que parecía un efusivo beso. La chica, sorprendida dejó caer su bolso. Sakura, paralizada miraba el espectáculo entre incrédula y asqueada, Ino puso sus manos en los hombros de su amigo y trató de zafarse del beso pero este parecía apretar el abrazo cada vez más. Sakura dejó su bolso en una silla justo en el momento en el que la falta de aire hizo que Shikamaru soltase a Ino, ésta estaba roja de indignación.

- ¡Maldito cerdo! - gritó casi sin respiración y levantó la mano sin duda para golpearle, esto parecía esperarlo Shikamaru porque esquivó el guantazo, lo que no esquivó fue un tremendo directo de Sakura que se estrelló en u boca.

- ¡Pervertido asqueroso! - gritaba mientras su puño impactaba en su objetivo - ¿Te has vuelto loco?

El golpe hizo que Shikamaru perdiese el equilibrio, dio un paso hacia atrás, tropezó con la pata de una silla y terminó sentado en el suelo, tirando la silla y de paso la mesa llena de vasos.

- Desde luego, si era lo que querías - continuaba gritando Ino - ¿Por qué no saliste cuando te lo pedí?

- ¡Todos los chicos sois unos salidos! ¡Vámonos Ino!

Shikamaru miró a Shino, éste ya no tenía gesto ninguno, eso quería decir que ya no había peligro. Las dos chicas recogieron sus bolsos y bastante furiosas se marcharon por donde habían venido. Shino se inclinó ofreciéndole su mano al dolorido Shikamaru, este se incorporó agarrándose a él.

- ¿Qué tipo de estrategia es ésta, genio?

- La de aquí te pillo, aquí me matan.

Shikamaru sentía algo húmedo en sus labios, se llevó un par de dedos, le escocía, se los miró, sí, eso era sangre.

Un camarero acudió a levantar la mesa y recoger el destrozo que se había formado. La gente alrededor miraba con curiosidad.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó Xu-Xu muy alarmada al ver aquel alboroto.

- El huracán Sakura - contestó Shino.

- ¡Dios mío, si tienes sangre! - gritó Sumire.

- Y el orgullo por los suelos - respondió Shikamaru.

- ¿Pero qué habéis hecho? - decía Jisei.

- Trae - Sumire sacó un pañuelo de papel y presionó en la herida - ¿Te duele?

- Pero vamos a ver - decía Xu-Xu - ¿Le has pegado tú, Shino?

- No.

- Mira que sois desastre ¿Por qué os habéis peleado? - insistía Xu-Xu - Os dejamos unos minutos y mira la que armáis.

- No nos hemos peleado - contestaba Shino - Ha sido cosa del genio.

- A ver - habló Jisei - ¿Qué ha pasado?

- Que han aparecido Ino y Sakura - explicó Shino.

- ¿Las dos? ¿Qué hacían aquí? - inquirió Jisei.

- Pasando la tarde, esto es un centro comercial - dijo Shikamaru con desgana - Y tuvieron que aparecer en el momento menos oportuno, justo cuando estaban a las puertas la parejita.

- ¿Y? - dijo Sumire - Estate quieto Shika que te limpie.

- El genio ha hecho una maniobra de distracción a lo loco.

- Ha sido todo tan rápido que ni lo he pensado ¡Ay! - se quejó cuando Sumire le restregó el pañuelo contra el labio.

- Pues eso es raro en ti - añadió Jisei - ¿Qué hiciste?

- Tenía que distraerlas para que no miraran ¡Ay! Déjalo ya, te lo agradezco pero déjame a mí... No pensé lo que hacía, fue como un reflejo... ¡yo que sé!

- Le dio un morreo a Ino.

- ¿Qué? - gritó Xu-Xu.

- ¿Besaste a Ino así por qué sí? - también gritó Jisei.

- O eso, o quería saber cuánto aguantaba la respiración - añadió Shino.

- ¿Te has vuelto loco? - volvía a gritar Xu-Xu.

- ¿Pero como hiciste algo tan tonto? - Interrogaba Jisei - Perdona Shikamaru pero eso no es propio de ti. Siendo como eres ¿No pensaste que te iba a pegar?

- Si lo pensé y evité su golpe, el que no evité fue el de Sakura.

- ¿Te pegó Sakura? - esta vez gritó Sumire.

- ¡Y no sabes cómo pega!

- Desde luego Shika - añadió Jisei - Estás perdiendo facultades.

- Claro - dijo Sumire - Tanto hablar de besos los tenía metidos dentro de su mente.

- Pero conseguí distraerlas.

- A ellas y a los que están alrededor.

- Jo - se quejó Sumire - ¡Y yo me lo he perdido!

- Podías haberle dicho que tenía la ropa sucia o que se le había corrido el maquillaje, habría salido corriendo a buscar un espejo - explicó Xu-Xu.

- Vale ya, dejarme.

- ¿Y ha sido un beso bonito? - Insistía Sumire - Jo, me hubiera gustado verlo.

- Hombre - reflexionó Shino como siempre sin inmutarse - Yo diría que más que besarla lo que quería era extraerle las anginas.

- ¡Qué asco, Shika por dios! - Jisei hizo un gesto de repulsa.

- Sí, tú arréglalo. Bueno mira, yo me voy, supongo que ahora os traerán otra ronda, yo pago la anterior.

- ¿Te vas? - dijo sonriendo Jisei - ¿No te interesa saber lo que ha dicho Ryuko?

- Ha dicho que Sasuke está muy amable - contestó Sumire sin dejarle decir una palabra.

- Y le ha comprado bombones a Akane - añadió con bastante malicia Jisei.

- ¿Bombones? - preguntó alarmado Shikamaru.

- Una gran bolsa. Y ya sabéis como se pone Akane con el chocolate.

Shino y Shikamaru se miraron y se sonrieron.

- Espero que esa loca sepa controlarse - comentó Shikamaru - Yo me voy, me voy a meter en la cama hasta mañana.

- ¿Vas a soñar con Ino? - preguntó mirándole curiosa Sumire.

- Mas bien con el puño de Sakura. ¡Hasta mañana!

- Espera un momento - le paró Shino - Solo una pequeña pregunta ¿Lo has hecho por Ino, por Sakura, para evitarles el palo, por ayudar a Sasuke o porque no odiaran a Akane?

- Por imbécil, lo he hecho por imbécil.

- Para no importarte te tomas muchas molestias.

- Vale ¡Hasta mañana Kamizuru!

- ¡Qué bonito! - suspiró Sumire viendo alejarse a su compañero - ¿Por qué lo habrá hecho? Es igual, es bonito.

- E impropio de él - añadió Xu-Xu - Más bien parece típico de Nowaki, o de Genki.

- El corazón tiene razones que el cerebro no entiende - comentó Jisei.

- ¡Oh, qué bonito! ¿Qué quieres decir Jisei?

- Bueno, yo también me voy - dijo Shino levantándose - Os dejo solas para que cotilleéis a gusto.

- Espera y tómate algo, mira si te lo traen - propuso Xu-Xu - Anda, siéntate, tampoco tengas tanta prisa.

- Oye Shino ¿Por qué estabais aquí? - inquirió Jisei.

- Curiosidad.

- ¿Por Sasuke?

- No, solo curiosidad.

Shikamaru salía del los servicios, había estado lavándose un poco la cara. La herida no era muy grande, ni profunda pero sí bastante molesta, notaba el labio hinchado y sentía como tiraba de la piel cuando movía la boca.

- Tsick, menudo rollo - decía tocándose el labio.

Esto le recordaba a Ino lo cual le llevaba a recordar la conversación que había tenido sobre las pastillas. Aquello sí que era problemático ¿Qué hacía? Había dejado muy claro que no le conseguiría esas pastillas, era lo que tenía que hacer, no podía ser cómplice en ese atentado contra su propia persona pero... no podía dejar de darles vueltas... si no se las daba él, seguramente Ino las intentaría conseguir por otro sitio y eso le preocupaba porque ¿Qué porquería le venderían? Ino era muy inconsciente, nunca pensaba lo que hacía, siempre actuaba a lo loco, dejándose llevar por sus impulsos. Si él le conseguía las pastillas al menos podía estar seguro de darle unas lo más inocuas posible, quizás así la chica se quedaría contenta porque si no... lo mismo le daba otra vez por no comer... ¡Dios, que complicado era todo! ¿Accedía a su chantaje? ¿Pero qué garantías tenía de que se conformase con lo que él le diese? ¿No le pediría cada vez más? ¿Y si no lo hacía y luego se enteraba que había comprado otras vete tú a saber dónde? ¿Y si, por tener esas pastillas decidía dejar de comer o provocarse el vómito? No sería la primera vez. Nadie mejor que Shikamaru sabía las locuras que Ino podría llegar a hacer cuando le entraba la manía de adelgazar.

Aquello le estaba empezando a producir un gran dolor de cabeza. Salió por la parte de atrás. Allí había poca gente, más bien era una zona de aparcamiento. Se abrieron las puertas de un coche y dos personas bajaron de él, Shikamaru caminaba lentamente, iba a pasar al lado de una de esas personas cuando se paró de golpe sin creer lo que veía.

- Temari - dijo a pocos metros de ella, mirándola asombrado.

Temari le devolvió la misma mirada asombrada y algo apurada.

- ¿Shikamaru? Esto...

Shikamaru miró a su acompañante, aquello era lo que le sorprendía. Cerrando la puerta un hombre joven y atractivo sonreía socarronamente. No le extrañaba que Temari estuviera con un hombre, lo que le extrañaba era quien era éste.

- Itachi Uchiha - murmuró.

- Verás Shikamaru, deja que te explique.

- No tienes nada que explicarle - habló Itachi - A no ser que este crio sea algo importante para ti y tengas que darle explicaciones de tu vida.

- El es mi amigo y quiero explicárselo.

- No... - balbuceó Shikamaru - Tiene razón. No tienes que explicarme nada.

- Anda vamos, nos estarán esperando - Itachi habló mirando a Shikamaru.

- Esto, Shikamaru, mañana hablamos ¿vale?

- Ten cuidado - susurró cuando Temari pasó a su lado.

Shikamaru se había quedado congelado. Sabía que algo raro había en Temari y esa persona con la que mantenía una especie de relación, lo que no imaginaba es que esa persona fuera Itachi Uchiha, el hermano de Sasuke, del que nadie contaba nada bueno, del que decían que pertenecía a una organización poderosa con secretas actividades pero que se sospechaba tenía mucha influencia en las altas esferas. Sea por lo que fuera, Itachi no era muy bien recibido, quizás estaban muy influenciados por Sasuke y su tema personal, o por Nowaki o Sakura que, ya se sabía, si Sasuke odiaba a su hermano ellos también... Sea por lo que fuese, Itachi no daba ninguna confianza a Shikamaru y ahora comprendía por qué Temari lo mantenía tanto en secreto.

Miró como se caminaban, Itachi rodeó la cintura de Temari, ésta se giró y le dirigió una última mirada acompañada con una sonrisa. Shikamaru suspiró... desde luego que hoy no era su día, pero ya no podía pasarle más cosas desastrosas... o quizás sí, lo mejor sería irse para casa, darse un buen baño, relajarse y tratar de mantener la mente en blanco... Eso iba a ser difícil.

Estaba claro que Jisei tenía razón, el universo estaba regido por un gran bromista, "el bromista cósmico" lo llama ella, "algo" que se divierte riéndose de nosotros, gastándonos pesadas bromas, poniendo obstáculos en nuestra vida y dedicándose a destrozar nuestros sueños... Y el bromista cósmico ahora se entretenía amargando la vida de Shikamaru. No tenía bastante con preocuparse por Ino y su anorexia, ahora veía a Temari con Itachi... las mujeres eran todas difíciles y complicadas y que no venga nadie a decirle que no.

Le molestaba pensar en Ino y en su anorexia, Ino era amiga suya de toda la vida, se habían criado prácticamente juntos, incluso su madre estaba empeñada en que algún día sería la esposa ideal para él, le tenía cariño, era como de la familia... Le molestaba pensar en Temari saliendo con aquel arrogante Uchiha, ella era una gran mujer, fuerte, orgullosa, segura de sí misma, le había enseñado a enfrentarse a sus sentimientos, le había estado a su lado cuando tuvo el corazón destrozado, era su amiga, una mujer fuerte y orgullosa ¿Cómo podía perder el control ante Itachi?... Pero lo que más le molestaba sin lugar a dudas era pensar en Akane, era algo que le hacía sentirse mal consigo mismo, eran unos pensamientos que no se alejaban de su mente... ¿por qué la idea de los ojos de Sasuke mirándola mientras comía chocolate le producía tal incomodidad? Oh, si... las mujeres eran problemáticas... muy problemáticas.

08. Cenicienta

En la ventana de la casa de Jisei, ésta y sus tres amigas suspiraron.

- Por fin... ahí van - comentó Ten-Ten

- ¡Pero qué guapo estaba Sasuke! - casi gritaba de emocionada que estaba Sumire.

- ¡Ya te digo! - Exclamaba Ten-Ten - Soy yo Akane y me da algo.

- Tenía un aura encantadora.

- Ya estamos con las auras - se quejó Ten-Ten - ¿cómo puede ser una aura encantadora? ¿Qué color es ese?

- No es el color es... bah, no lo vais a entender.

- Yo solo espero que Akane no se encandile - añadió preocupada Ryuko.

- Akane sabe controlar la situación - dijo Ten-Ten - no se pone nerviosa, siempre tiene los pies en la tierra, no se va a dejar encandilar por ese bombón.

- Ya, eso creemos pero es una chica al fin y al cabo - continuaba Ryuko - Y tampoco espero que él se encandile.

- No seas así y dale una oportunidad al chico - intervino Jisei - a lo mejor es una gran persona, no le conocemos.

- ¿Es que Akane ha salido con muchos chicos? - preguntó Sumire.

- Pues no - contestó Jisei - pero vamos, es la que más ha salido de nosotras... la única diría yo

- ¡Eh! - gritó Ten-Ten - que yo una vez salí con Neji

- ¡Ya ves tú! Un día y cuando tenías 12 años, el día de su cumpleaños, que te invitó al cine... toda una hazaña - repuso Jisei

- Yo tampoco he salido con chicos... ¿soy rara? - comentó Sumire

- Seremos raras todas - añadió Jisei - el grupo de las raritas.

- ¿Con cuántos ha salido Akane? - volvió a preguntar Sumire.

- Pues la verdad, no muchos, lo que pasa es que como nosotras no hemos salido nos parece una barbaridad - explicó Ryuko

- Pues mira - continuó Jisei - Que sepamos, primero, como hace dos veranos, salió con Shino... duraron... todo el verano, se pasaron el verano juntitos, iban juntos a todas partes, se cogían de la mano... algo muy tierno... pero lo dejaron, parece ser que les faltaba "chispa" vamos, que solo eran amigos. Luego, el año pasado, volvieron a salir juntos... otra vez... esta vez parecían más enserio... pero duraron menos... que no, que lo suyo no es amor... Entre Shino y Shino, salió con mi hermano

- ¿Con tu hermano? - Gritó Sumire alarmada - ¿El que hemos visto antes? ¡Pero si es muy mayor para ella!

- Mi hermano es un asalta cunas... no, no te asustes, es una exageración mía, solo salieron una semana y no era por amor ni nada de eso, es que estaban solos los dos, ella es muy amiga de mi familia... pero si salió con alguien que no debes recordarle nunca.

- Pero nunca, nunca - recalcó Ten-Ten.

- Si es un secreto, quizás no deberíais contármelo.

- No es un secreto, pero a ella no se lo menciones nunca, ni aunque te mueras de ganas - añadió Ten-Ten

- ¿Por qué?

- Porque salió con Kabuto - respondió Ten-Ten.

- ¡Kabuto! ¿Te refieres a ese chico tan mono de gafas y coletita? A mí me caía genial

- Si - habló de nuevo Jisei - al principio a todas los parecía mono y era educado y nos ayudaba y... nos la pegó pero bien.

- Perro lameculos le llama Akane - añadió Ryuko

- Es un traidor rastrero... lo peor que te puedes encontrar... manipulador... mira, mejor no hablamos más de él - decía Ten-Ten.

- ¿Y salió mucho con él?

- No, pero lo suficiente como para que no quiera ni acordarse - respondió Ryuko

- Lo peor - dijo bastante seria Jisei - es con quien no ha llegado a salir.

Algo se encendió en el cerebro de Ryuko.

- ¿Te refieres a Shikamaru? - preguntó con un hilo de voz.

Jisei miró hacia el suelo.

- ¿Shikamaru no quiso salir con Akane? - Interrogó Sumire - ¿A Akane le gustaba Shikamaru? Claro, por eso le odia tanto.

- En realidad - intervino Ten-Ten - yo tengo mala memoria pero creo recordar que dijo que él se lo había pedido, pero algo pasó y al final no salieron, supongo que se lo pensaría mejor.

- Fue todo muy complicado - habló Jisei suspirando.

- Yo también me he estado preguntando que pasó, recuerdo todo como muy confuso - dijo Ryuko.

- Pero a ver ¿se gustaban o no?

- No llegaron a salir digamos "oficialmente" - explicó Jisei - pero durante un tiempo tuvieron... ¿Cómo lo diría? Como un preludio, unos ensayos, unos preliminares... algo muy intenso. Es una pena que a veces las cosas no salgan bien.

- ¿Tú sabes qué pasó? - preguntó intrigada Ryuko

- No. Lo saben ellos. Yo se parte del asunto, puedo suponer cosas, pero aún así me falta la versión de Shikamaru, que supongo tendrá su versión, lo cual me limita mucho.

- ¡Qué bien hablas Jisei! - Exclamó Sumire - Pero no me entero de nada ¿Por qué no haces un resumen para torpes?

- Si por favor - rogó Ryuko - dinos lo que sepas

- Puff... a ver Sumire ¿Qué crees que tienen en común Shino, Kabuto, Shikamaru y Sasuke?

- No sé... ¿que no hablan mucho?

- Pues no del todo, es su cerebro, son bastante inteligentes, si hay algo que le gusta a Akane son los chicos listos y de entre todos, Shikamaru la tenía tontita, ella lo decía, tú no te acuerdas Ryuko pero solía decir que le encantaba esa mente analítica. No me preguntéis como fue pero bastantes días antes de que nos dijera aquello de "Shikamaru me ha pedido salir"... ¿Lo recuerdas Ryuko?

- Vaya, me quedé el shock, nunca había pensado que Shikamaru hiciera una cosa así.

- Nadie nos lo esperábamos - recalcó Ten-Ten.

- Yo sí, sabía que algo pasaba entre ellos, debieron mantenerlo en secreto, supongo que hasta que consideraron oportuno, no sé por qué, habría que preguntárselo a Akane, pero yo sé que había algo, es que recuerdo que cuando se acercaban en uno al otro sus auras parecían chisporrotear... Bueno, el caso es que dijeron que iban a salir, era un lunes y la cita iba a ser el sábado... pues del lunes al sábado pasaron muchas cosas.

- Si - interrumpió Ryuko - El día antes, el viernes, Akane dijo que al final no salían, de eso me acuerdo, pero ella parecía normal.

- Ya, del lunes al viernes el aura de Akane fue oscureciéndose poco a poco, pero Shikamaru parecía seguir igual. Yo me quedé muy preocupada, así que el sábado la llamé, pero no me contestaba, tuve un mal presentimiento, ya sabéis como soy, llamé a Shino y le pedí que me ayudara a encontrarla.

- ¿Por qué a Shino? - Preguntó Ryuko - ¿Por qué no a mí?

- Pues porque cuando Akane nos había ocultado la verdad sería por no algo, eso pensé y... bueno, tú dile a un chico que cree estar enamorado de una chica que la busque, que ésta está en apuros y necesita un amigo y ya verás como la busca hasta debajo de las piedras y la encuentra.

- ¿Shino estaba enamorado de Akane? - interrumpió Sumire

- Eso creía él, pero vamos, esa es otra historia que os contaré otro día, en fin, al grano: Shino me llamó dos veces, la primera para decirme que la había encontrado y que no me preocupara y la segunda para que sí me preocupara y fuera con ellos.

- ¿Y qué pasaba? - Ten-Ten no podía más de la intriga.

- No sé lo que pasó pero cuando llegué encontré a Akane... llorando, hacía mucho que no veía llorar a Akane, así que me impresioné... estaba tan desconsolada y a la vez tan rabiosa...

- ¿Pero por qué no me dijo nada? - Ryuko no podía creer lo que oía.

- Son cosas suyas. Estaba muy dolida con Shikamaru ¿Por qué? Pues no lo sé, pero estaba fatal, llena de rabia y de rencor, recuerdo que decía "si ha sido culpa mía, tonta, tonta, no se puede ser más tonta, imbécil, alelada" Y en esto, llegó Shikamaru... fue una situación muy tensa, la verdad es que ni hablaron - Jisei hizo una pausa como reviviendo en su mente todo lo sucedido - Shino agarró a Akane y se la llevó de allí, pero Shikamaru dijo - Jisei tomó aire, parecía que aquel recuerdo le afectaba - "por favor, no impliques a Ryuko, ni ella, ni Chouji tienen culpa de nada, ellos no tienen nada que ver", Akane se paró, le miró y respondió "en lo que a mí concierne, esto no ha pasado nunca, tú y yo nunca hemos tenido nada"

- No entiendo ¿Por qué dijo eso Shikamaru?

- Supongo que sabía que tú te pondrías del lado de Akane y Chouji del suyo y me imagino que pensó que no teníais por qué sufrir los "daños colaterales" y Akane... ya sabes lo cabezota que es, si dijo que para ella no había pasado nada es que no iba a hablar nunca del tema... como si no hubiese pasado de verdad. Pero tampoco es un secreto, no es que ella quisiera ocultarlo, solo que es algunas heridas es mejor dejarlas cicatrizar antes de recordarlas. No le gusta hablar del tema, no le gusta recordarlo, no os esforcéis en interrogarla porque es muy cabezota y no contará mucho, ya sabéis es que "no pasó".

- ¿Y se lo ha guardado dentro todo este tiempo? - dijo Ten-Ten

- No creo, estoy segura de que Shino sabe muchas cosas, además, bueno, ya sabéis la tirria que le tiene a Shikamaru ¿no? Es muy rencorosa, no olvida nada, no perdona, creo que es capaz de estar resentida toda la vida, aunque no lo lleva mal del todo, ha conseguido odiarle pero seguir siendo amigos

- Vaya, vaya - comentó Ten-Ten - ¿No será por eso que no se fía de ningún chico y dice que no se va a enamorar hasta que no sea madura?

- Pues va a ser que sí. Pero no os equivoquéis, esta historia, como todas, tiene dos versiones, no conocemos la de Shikamaru pero Akane no fue la única en pasarlo mal, pasase lo que pasase, Shikamaru estaba tan desilusionado y dolido como ella y estuvo mucho tiempo bastante confuso y aunque es un chico que esconde muy bien sus sentimientos a mí no me engañó, se volvió cínico y mezquino.

- ¿Mezquino Shikamaru? - Se extrañó Sumire - Pero si es amable y considerado.

- Sumire, él es amable. Tú le recuerdas amable y ahora le has vuelto a ver amable. Es que Ten-Ten estaba en otra clase y no le trataba demasiado y Ryuko solo tenía ojos para Chouji, pero Shikamaru se volvió muy mezquino... por suerte es inteligente, se dio cuenta y recapacitó, y volvió a ser el chico desmotivado y monótono de siempre y, esto es importante, empezó a fumar, supongo que es su forma de superar su frustración, ella grita y lanza cosas, él, fuma.

Ryuko no podía creer lo que oía ¿Cómo podía conocer tan poco a su amiga?

- Pobre Akane - se lamentaba - Debió pasarlo mal y yo no me di cuenta de nada ¿Por qué nunca me entero de nada?

- Piensa en lo que siempre dice "lo que no me mata, me hace más fuerte" Venga... ¡Ahhh!

- ¿Qué pasa?

- ¡Ay por dios! - Jisei corrió a la ventana - ¡Ahí está Chouji! Venga, vamos, no le hagas esperar más.

- ¡Madre mía! ¡Madre mía! - Gritaba Sumire - Corre Ryuko y ya sabes... ¡suerte!

- ¡Suerte Ryuko! - gritó también Ten-Ten

Ryuko llegó corriendo donde estaba Chouji esperándola.

- Chouji ¿Llego muy tarde?

- Ryuko... no, llegas a tiempo

- Lo siento - la chica trató de tomar aliento - Me entretuve más de la cuenta y no me fijé en la hora.

- Bueno, la espera ha merecido la pena... estás preciosa.

Ryuko se sonrojó levemente.

- Tú también estás muy bien.

- Tendrás que darle las gracias a Ino, ella me aconsejó - no sabía porqué pero tenía la sensación de haber metido la pata - Es que es muy cotilla y se mete en todas partes.

- Ya, bueno, vamos andando o no les pillaremos.

- Claro ¿Vino no? Me alegro... no es que me alegre de alégrame es que si no hubiese venido pues tú y yo... quiero decir que no tendríamos a quien espirar y a lo mejor pues cambiabas de planes y... creo que estoy quedando en ridículo.

- Eres muy gracioso.

- Perdona pero ¿Te pasa algo? Te noto algo apenada ¿No será por ir conmigo?

- No. No - Ryuko se mordió el labio pensando si debería contárselo a su amigo - Es que he estado hablando con Jisei y... ¿Te acuerdas lo que hablamos cuando nos quedamos solos? Lo de Akane y Shikamaru...

- Ajá ¿Pasó algo, verdad? Yo le pregunté el otro día, reconozco que últimamente le pico demasiado, fui yo el que le dijo a Kiba que le gustaba Akane, no sé cómo no me partió la boca... bueno, que el otro día le pregunté qué había pasado entre ellos y por qué no llegaron a salir.

- ¿Y?

- No me contestó, simplemente me miró fijamente y luego sacó un cigarro, lo encendió y se puso a mirar las nubes. Pero dijo algo entre dientes, muy bajito y no pude oírle pero era algo de "no sé qué es un asco". Le dije que qué había dicho, que no le oí y dijo "las mujeres son muy problemáticas" pero te juro que no fue eso lo que dijo al principio.

- O sea que tampoco te ha contado nada.

- Eso no me extraña, él habla poco de sus cosas ¿Jisei sabe lo que pasó?

- No del todo, creo que, como es tan intuitiva, sabe bastante del asunto, pero tampoco quiere hablar más de la cuenta, lo que me da rabia es lo torpe que soy y no haberme dado cuenta de nada ¡pero si lo tenía delante de los ojos! Que mala amiga soy, torpe y egoísta, solo sé pensar en mí y en mis tonterías.

- No digas eso, yo no creo que seas una mala amiga. Venga, olvida esa tontería ¿qué te ha dicho Jisei?

Ryuko fue relatando todo lo que Jisei le había contado.

- Yo creo - sentenciaba Chouji - Que esos dos tienen un asunto pendiente, algo que no han hablado, porque si hubieran hablado seguramente lo habrían aclarado todo. No puede ser que Shikamaru hiciese daño adrede a Akane, no me lo puedo creer, eso es un malentendido, fijo.

- Sobre todo porque Jisei asegura que hubo algo entre ellos. Oye ¿Tú recuerdas cuando empezó a fumar Shikamaru? Porque Jisei sostiene la teoría de que empezó a fumar entonces, porque estaba frustrado.

- Pues puede ser, porque solo fuma cuando está intranquilo o algo le preocupa. Ahora que lo dices, el día que le vi fumar por primera vez pensé que estaba volviéndose tonto, él siempre se ha metido con Asuma-sensei por fumar... mira que ahora todo tiene sentido... él estaba en nuestro banco de siempre, en el parque y yo me reí porque tosía bastante, recuerdo que le dije "¡que te vas a morir! ¿Qué quieres demostrar?" El no me miraba, entonces me fijé en él y vi que tenía los ojos enrojecidos, se dio cuenta, me miró de reojo y dijo "maldito tabaco, el humo se mete en los ojos, lo odio" y yo seguí burlándome de él por lo patético que parecía ¿Sabes? Ahora pienso que quizás no era por el humo después de todo...

Ryuko guardó silencio ¿realmente había algo entre esos dos? Sabía de sobra que Akane no creía en enamoramientos, siempre decía que enamorarse era una reacción química temporal que se producía en el cerebro, que te gustase tanto un chico como para volverte idiota no tenía nada que ver con el amor de verdad y menos a su edad, pero entonces, si no estaba enamorada ¿Qué lo dolió tanto? ¿Qué es lo que niega que pasase?

Tan absorta iba en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que Chouji la había cogido de la mano. Lo más curioso es que éste tampoco era consciente de ese hecho, había sido un acto reflejo, intentando quizás darle ánimos o demostrarle su apoyo.

***

Akane miraba todo con gran atención, Sasuke la miraba a ella, le hacía gracia ver el interés que demostraba.

- Sabía que te interesaba esto el periódico - comentó - pero no imaginaba que tanto.

- Me fascina, yo quiero ser periodista ¿sabes? Y viajar por el mundo allí donde esté pasando algo importante y poder contarlo. Acertaste de lleno con la idea de venir aquí.

- Como perteneces al periódico del instituto se me ocurrió que quizás te gustaría. De todas formas te he estado observando. En la sala de proyecciones ponen un pequeño documental, es muy corto ¿Pasamos?

- Vale... ¿Me has estado observando?

- Claro ¿Por qué crees que antes he comprado esto? - Sasuke levantó una bolsita repleta de bombones y chocolatinas que, por cierto, Akane no paraba de mirar de reojo desde que la había comprado y se preguntaba para qué lo habría hecho si no la abría y además no tenía pinta de gustarle los dulces - Toma, son para ti, quería saber si aguantarías sin preguntarme, se que te encanta el chocolate.

- Pues mira, no te voy a decir que no.

Akane abrió la bolsa y sacó una chocolatina, le quitó el papel que la cubría y se la llevó a la boca, al paladearla hizo un gesto que evidenciaba lo mucho que le gustaba.

- Hummm... es una delicia ¿Quieres? Esto es una maravilla.

Sasuke la miraba detenidamente.

- ¿Siempre disfrutas tanto cuando comes algo que te gusta?

- Claro, cuando algo te gusta hay que disfrutarlo ¿no? No sabes lo que has hecho Sasuke Uchiha, darme chocolate es mi perdición, me vuelvo loca.

- ¿Te vuelves loca? - decía consternado mientras veía como lentamente desenvolvía un bombón, lo llevaba a sus labios y le daba pequeños lametazos antes de introducirlo en su boca y paladearlo inclinando la cabeza hacia tras cerrando los ojos... realmente esa chica era todo un espectáculo comiendo bombones.

***

Chouji estaba tan enfrascado en sus pensamientos como Ryuko. No le extrañaba que Shikamaru no le contase nada, él era perezoso para todo, hasta para hablar de su vida y sus problemas y menos aún alardeaba de sus relaciones con las chicas, era un chico tranquilo que dejaba pasar la vida relajadamente. Así, en silencio llegaron al lugar donde sabían habían ido Akane y Sasuke. Fue entonces cuando Chouji al ver tan pensativa a su amiga, apretó ligeramente su mano en un nuevo gesto de transmitir tranquilidad, Ryuko sintió la presión en su mano y el corazón se le sobresaltó ¿Cuándo le había cogido la mano? Miró al chico que sonreía tiernamente "Ryuko, tranquilízate, a ver, que solo estáis cogidos de la mano, que no tiene la menor importancia... pero ¿Por qué yo también se la tengo cogida? ¿Habré sido yo la que se la ha cogido sin darme cuenta? Dios mío ¿Y si no soy dueña de mis actos? A ver... deja ya de fliparte, sea lo que sea, ahora necesitas tu mano, tú con naturalidad, suelta la tuya y seguro que... ¡Ah! ¡No me suelta! ¿Qué hago? ¡Por favor, que situación tan ridícula!"

- Bueno... se supone que están aquí ¿No? ¿Entramos?

Por suerte Chouji pareció leer en la mente de Ryuko y rápidamente soltó su mano.

- Lo siento, no sé lo que me ha pasado, por favor, no pienses mal de mí.

"Vaya por dios" pensó la chica "Debemos ser la pareja más pava en kilómetros"

***

Sasuke y Akane salían de ver la proyección. Akane se disponía a comer otro bombón.

- Se te picarán los dientes.

- Y la culpa será tuya por comprar tantos bombones. Vas a tener que pagarme el dentista. Lo siento pero cuando empiezo a comer chocolate cada vez necesito más y más, no lo puedo evitar, es superior a mí... Mira allí... ¡son Chouji y Ryuko! - dijo con sorpresa como si un supiese que se los iba a encontrar.

- Es verdad ¿Están saliendo?

- No, que va, lo que pasa es que se han quedado solos, todo el mundo tenía cosas que hacer... no, si esto ya lo suponía yo.

- ¿Qué iban a venir precisamente aquí? ¿Tú les has dicho que veníamos?

- Hombre Sasuke piensa que Chouji está colado por Ryuko, el pobre habrá pensado... ¡Yo que sé!... ¿Qué hago justificando sus actos?

- Ya

- No seas así, piensa que tú eres Sasuke Uchiha, todo un personaje en el instituto.

- Solo soy un chico normal.

- Si, ya, normal. Vamos no te hagas el modesto, eres súper popular, vas con el grupo de los "guapos"

- ¿Los guapos?

- Si, la gente guapa, ya sabes, los populares... Además eres inteligente, aplicado, sacas buenas notas, eres bueno en deportes, en artes, eres el capitán del equipo de futbol y no solo eso, también el de tenis, tienes un club de fans y tu familia en distinguida, eres guapo y con un aire "cool" e interesante que te hace muy sexy... tio eres un asco, eres perfecto.

- Tal y como lo dices parezco un bicho de laboratorio.

- Y yo pertenezco al grupo de los mediocres... no somos populares, somos... normales. Mira, yo ahora me siento como la Cenicienta en el baile del príncipe, es normal que mis amigas también se alteren un poco, es que eres el Uchiha. Bueno, lo siento, me estoy pasando, siento si te he ofendido, no quería tratarte como a un trofeo, lo siento.

- Tranquila, si no me ofendo, estoy acostumbrado a que la gente espere eso de mí, que sea perfecto

- ¿Y eres feliz? Perdona, perdona, es que ha salido mi parte cotilla, perdona.

Sasuke sonrió levemente.

- Llámalos.

Akane le miró desconfiada.

- Diles que nos acompañen, son tus amigos, es tu baile Cenicienta.

Akane le seguía mirando detenidamente.

- Yo quiero estar contigo - continuó el chico - Quiero conocerte, me da igual que haya más gente o no, son tus amigos y por tanto, parte de ti, diles que se acerquen, bueno, si te apetece.

- Les voy a llamar, pero solo para avergonzarles... es muy divertido, seguro que no se lo esperan - rió de forma maliciosa mientras levantaba una mano segura de que la verían.

- Espera, quiero decirte otra cosa: tú no eres para nada mediocre y me encantaría formar parte de tu grupo "no popular" de amigos.

Akane le sonrió abiertamente.

- Ahora vengo.

La observó acercarse a sus amigos, esto parecían sorprendidos y, tal y como había dicho, avergonzados. Les vio mirarle y les hizo un gesto con la mano. Después de un rato, por fin, estos siguieron a Akane hasta donde estaba.

- Ya les traigo, no querían venir.

- Hombre, no queremos molestar - dijo Chouji

- Que tontería, ¿Qué tal Chouji? - Sasuke le ofreció su mano y Chouji algo confuso se la estrechó.

- Bien, es que nos hemos quedado solos y... fíjate qué casualidad

- Ya veo. Ryuko te ves radiante, estás muy guapa, deberías ir así al instituto.

- Gracias - dijo extrañada ante el halago.

- ¿Queréis un bombón? - ofreció Akane mostrando su botín de chocolate

- Hombre, eso ni se pregunta - dijo Chouji

- Akane ¿Qué es eso? - preguntó algo secamente Ryuko

- ¿No lo ves? Chocolate

- Akane ¿Qué hemos hablado del chocolate?

- No se seas quisquillosa - Akane se comió otra chocolatina paladeándola lentamente - ¡Pero qué bueno está!

- Akane por favor - gruñía entre dientes Ryuko - ¡Compórtate!

Al ver que Akane se llevaba los dedos a la boca le dio un manotazo.

- ¡No te chupes los dedos! ¡Ni se te ocurra!

Akane miró de reojo a Sasuke que la observaba entre curioso y asombrado.

- Dame un pañuelo, anda Ryu.

- Toma... esto ha sido una mala idea, lo sabía, anda, dame un bombón... ¡A tomar viento la dieta!

- Akane - dijo Chouji - creo que será mejor que Ryuko te guarde los bombones y te de algunos de vez en cuando, ya sabes cómo de descontrolas cuando comes muchos.

- No, ya los guardo yo... prometo no comer más hasta... más tarde... de verdad. Ya te he dicho - miró a Sasuke - que me vuelvo loca.

07. Y llegó el domingo y con él la cita

No se podía decir cual de las chicas estaba más emocionada. Aprovechando que los padres de Jisei se habían marchado ese fin de semana, Ten-Ten, Akane, Sumire, Ryuko y Jisei decidieron comer juntas el domingo en casa de ésta última. Al verlas llegar y el alboroto que organizaban en la cocina, el hermano de Jisei decidió que lo mejor era desaparecer de allí.

Lo tenían todo planeado, primero comerían hablando de chicos y luego ayudarían a Akane y a Ryuko a arreglarse. Estaban muy alteradas, quizás la única que parecía mantener la calma era Akane. Las más escandalosas eran Ten-Ten y Sumire, Ryuko casi no hablaba, los nervios parecían haberse juntado todos en su intestino, produciéndole unos tremendos retortijones, menos mal que por lo menos Akane no parecía haberse molestado por lo de "espiarla", al contrario, se había reído muchísimo.

- Entonces ¿Has estado chateando con Sasuke? - preguntaba Ten-Ten.

- Un poco.

- ¿Pero ese chico se comunica con los demás? - inquirió Jisei.

- Hombre, algo se comunica, no es que se extienda mucho en sus respuestas...

- Si el año pasado - continuaba Ten-Ten - me dicen que una de nosotras iba a quedar con el Uchiha no me lo hubiera creído, bueno, que todavía no me lo creo.

- Tía, el Uchiha ¡que fuerte! - decía Sumire - yo pensaba que ese chico estaba por encima del mundo.

- Es un chico normal y corriente - intervino Akane - algo separatista, pero normal.

- No, normal no es, es el Uchiha - aclaró Sumire - el más popular del instituto.

- El más popular desde la guardería - enfatizó Ten-Ten..

- Es como una telenovela - habló entusiasmada Sumire - él el chico guapo y rico y tú la chica pobre pero honrada.

- ¡Madre mía! - exclamó Akane - Ahora si que me estás poniendo mala.

- Tranquila - dijo Jisei - son los típicos nervios previos a la cita. Es normal que estés nerviosa piensa que eres la representante de todas las chicas normales que hay en el mundo, en tí se hace realidad el sueño de todas: salir con el más guapo y popular.

- ¡La madre que os parió! Que exageradas sois. Sasuke es guapo pero personalmente creo que hay otros que no le desmerecen nada, como Gaara, Neji, Sasori... Kiba... hay muchos ¿Y tú Ryuko no dices nada?

- No puedo ni hablar, estoy aterrada.

- Pues no creas que nos hemos olvidado de ti - repuso Ten-Ten.

- ¿Por qué? ¿Estáis planeando algo malo? Lo mío no es nada comparado con la cita de Akane de la que parece depender el futuro de la humanidad.

- ¡Uy, que no! - dijo Jisei - lo que pasa es que no queremos ponerte nerviosa.

- ¡Pero si no es una cita de verdad!

- Si, si, ya no sabemos - habló de nuevo Jisei - pero también sabemos que "si" es un cita.

- Una cita es una cita lo mires por donde lo mires - puntualizó Ten-Ten - Has quedado con un chico, eso es una cita.

- Mira Ryuko - Akane la miró fíjamente - Tú se tú misma, como siempre, no te esfuerces en parecer super simpática, ni ingeniosa, ni esas cosas que hacemos para gustar más a un chico. Tu mejor baza es que le gustas como eres, así que se natural, habla cuando quieras decir algo y rie cuando tengas ganas, tienes que actuar como cuando salimos en grupo, igual.

- Ya, pero cuando estoy con él a solas me pongo muy nerviosa ¿Y si piensa que soy una paranoica o algo peor?

- ¿Por qué iba a pensar eso? - dijo extrañada Sumire

- Por lo de espiar a Akane.

- Bueno, en todo caso quizás piense que eres una cotilla - respondió Jisei.

- ¿Pero no fue él quien te lo propuso? - agregó Ten-Ten.

- Si.

- Pues entonces. Será que le gustan las cotillas... o que le da igual - comentó Akane - Sea como sea hoy es un dia importante ¿que te vas a poner?

- Pues he traído mi vestido blanco.

- Muy apropiado, ideal para tí - continuó Akane - tiene un aire romántico, a tí te queda bien, a mi algo así me quedaría como una patada pero a tí te pega.

- Y verás - añadió Ten-Ten - lo guapa que te voy a poner.

- ¿No irás a maquillarme, no?

- Mujer, solo un poco... un toque de luz en tu mirada y brillo en los labios, te lo prometo. Y te voy a peinar... un peinado natural no te asustes, como tú eres.

- ¡Ah! Yo tengo otra cosa - Jisei se levantó y salió.

- ¿Y tú Akane?

- Me arreglaré un poco para no desentonar con el guaperas, claro que donde no hay tampoco se pueden hacer milagros.

- ¿Llevarás las gafas?

- Hombre claro, si me las quito no le veré bien.

- Ya estoy aquí - dijo Jisei regresando, llevaba una caja de madera, la abrió, estaba llena de botecitos pequeños, bolsas que parecían tener pétalos de flores, cajitas y palitos de incienso.

- ¿Qué es éste? - preguntó Sumire - ¿Tus instrumentos de bruja?

- Algo así. Verás - rebuscó enre los botecitos y sacó uno redondo con un tapón rosa - Este es.

- Me da miedo preguntar - dijo Akane.

- ¿Es veneno? - interrogó Sumire

- ¿Una pócima? - añadía Ten-Ten.

- Es un perfume. Un perfume muy especial. Unas gotitas y Chouji se quedará embobado contigo.

- ¡Toma ya! ¡Una pócima de amor! - exclamó Sumire.

- A saber que has echado aquí, a ver trae - dijo Akane quitándoselo de las manos y abriéndolo - ¿Se puede oler?

- Claro, no es una pócima, es un perfume... un perfume que estimula.

- Huele a jazmín - comentaba Akane - ¿Es afrodisíaco? ¿Tu lo has probado?

- Tiene esencia de jazmín entre otras cosas, y no, no lo he probado, no he tenido esa oportunidad ¡Pero que haces, loca! - gritó arrebatándole el frasco.

- Solo me he echado unas gotitas, hija perdona, es que me gusta el jazmín.

- Dios, Akane ¿qué has hecho?

- ¿Es muy caro? - preguntó Sumire.

- No es eso pero... ¿qué va a pasar ahora? ¿y si Sasuke...?

Ten-Ten se acercó al cuello de Akane y olisqueó.

- Huele bien, pero no siento nada.

- ¡Porque tú eres una chica! De verdad, luego no me vengas con responsabilidades ¿eh? Yo no quiero saber nada.

- ¡Que tontería! ¡Cómo si fuera a pasar algo! Anda Ryuko, échate.

- No, déjate, mejor no, mejor algo relajante ¿no tienes?

- Si pero... toma, mejor ponte este... es sándalo, te pega con tu personalidad, además da fortaleza de espíritu... Y tú, desastre, ¡Procura que Sasuke no te huela!

- Claro... como si fuera a ser como en las película ¡Anda ya!

- Pobre Shikamaru - suspiró Ten-Ten.

- ¿A que viene ahora ese? - gritó Akane.

- ¿Es que no te da penilla?

- Ya te dije que la parida esa que te contó Kiba de que yo le gustaba era mentira... mentira... lo dijo para que se callase y dejase de pensar que iba detrás de él... ¿Y pensar que yo misma le dije que le dijera que le gustaba una chica? ¡Ah, que rabia!

- ¿Pero por qué dijo tu nombre - inquirió Sumire - habiendo tantas chicas?

- Porque es subnormal... lo haría para fastidiarme.

- O a lo mejor - intervino Ryuko - le traicionó su subconsciente.

- ¡Le traicionó el loco de tu novio!

- No es mi novio, además, podía haberlo negado, pero no lo hizo y cuando Chouji lo dijo por algo sería, que ellos son muy amigos y se conocen.

- Si, porque es raro y retorcido como tú... Vamos a dejar este tema de una vez.

- Quien se pica... - comenzó a decir Jisei divertida.

- ¿Sabeis lo que os digo? Que sois unas pesadas y que si por una remota, remota casualidad yo le gustase, que se aguante y trague aceite de ricino.

- ¡Qué mala eres!

- Y más que puedo serlo... Ala ¡Se acabó el tema!

Shikamaru estornudó. Chouji le miraba sentado en una silla mientras Ino le peinaba.

- Por ahí se acuerdan de tí - dijo Chouji.

- Me alegra de que os hayais acordado de mí - decía Ino - Ya verás Chouji, con mis consejos vas a estar irresistible, lástima que no puedas perder unos kilos de sopetón porque tú eres un chico guapo...¡Lástima de kilos!

- Déjalo ya, Ino, por favor - se quejó Shikamaru.

- ¿Y a quien se le ha ocurrido la idea?

- Yo solo quería que me asesorases un poco, no hacía falta que vinieras - respondió Chouji.

- Vamos Chouji, no seas tonto... ¿Cómo no iba a venir?

- En realidad todo es culpa de Shikamaru, él me dijo que te preguntara.

- Normal... tienes que dar una buena imagen, es un día importante.

- Claro - añadió Shikamaru - la primera cita es importante, aunque ella esté harta de verte.

- Que no es una cita, no es un cita.

- Da igual, da igual-

- Ya está... un pelo perfecto. Ahora a ver que tienes de ropa ¿Qué te vas a poner?

- Pues no se.

- ¡Ay, los hombres, pero que sosos sois! A ver, venga, saca tus mejores pantalones y camisas que te los convino, de verdad, si no fuera por chicas como yo el mundo sería un desastre.

Chouji hizo lo que Ino le había dicho, sacó varios pantalones, camisas y camisetas, Ino lo escudriñó todo con minuciosidad.

- Toma, pruébate ésto.

Mientras Chouji se iba para cambiarse de ropa y probarse el conjunto escogido por la chica, Shikamaru se levantó, se acercó a la ventana y léntamente encendió un cigarro.

- ¿Qué te pasa? - le pregunto Ino - Estás como muy pensativo.

- No... nada.

- Ha sido un detalle muy bonito el que habéis tenido.

- ¿Qué detalle?

- El de hacer que Chouji y Ryuko queden a solas.

Lo malo de improvisar mentiras es que a veces se te olvida lo que has dicho. Shikamaru tuvo que poner sus pensamientos en orden, como no podía decir a Ino que Chouji y Ryuko habían quedado para ir a espiar a Akane y Sasuke, lo había justificado diciendo que entre él y Akane se las había arreglado para liarles y que fueran a hacer unos recados importantes para la obra, por suerte Ino no estaba muy interesada en saber que clase de recados.

- Si, bueno - habló pensado en lo que iba a decir para que fuese convincente . Fue idea de Akane.

-Típico de esa chica, si es que es una lianta, ya decía yo que tardaba demasiado en hacer de celestina.

Shikamaru sonrió "mira" pensó "cuando Akane se entera ya tendrá una razón más para odiarme" porque la chica podría ser muy lianta pero no llegaba a celestina.

Ino se acercó a su amigo.

- ¿Y tú que vas a hacer?

- Nada importante.

- ¿Por qué no sales conmigo? Podríamos jugar a seguirlos.

Shikamaru sintió que el humo del cigarro se le atragantaba y comenzó a toser. Ino a la vez que le palmeaba la espalda, le quitó el cigarro de la mano y lo tiró por la ventana.

- Deja ya el tabaco, hombre ¿No ves que no te hace nada bueno?

Shikamaru seguí tosiendo, pues si, lo que faltaba, Ino y él siguiendo a Chouji y Ryuko que la vez seguían a Akane y Sasuke, esto estaba empezando a resultar absurdo.

- Vale, vale, no me pegues mas ¿No habías quedado con Sakura?

- Pero la aviso y ya está - se agarró melosa al brazo del chico - Venga, ya verás como nos lo pasamos bien.

- Eso no está bien Ino, si has quedado con ella, has quedado con ella.

- Bueno pues vamos los tres. Tú con dos chicas guapas ¡Anda que no ibas a presumir!

- ¿Qué pretendes Ino?

- ¿Es que tienes algo más interesante que hacer que salir con una chica como yo?

- Se lo que pretendes, por muy mimosa que te pongas no vas a conseguir nada.

- ¿Estás seguro? ¿No tengo yo nada que te apetezca a tí?

Shikamaru consiguió zafarse de ella y se sentó de nuevo.

- No empieces Ino, no me vas a liar.

Ino se colocó delante de él y sonriendo se sentó a horcajadas sobre sus rodillas.

- ¿Qué, Shika? ¿Te decides?

- Haz el favor de levantarte.

Ino clavó sus azules ojos en los de su amigo, por un instante el chico estuvo tentado de aceptar la propuesta, al fin y al cabo Ino era algo gritona pero divertida. Sin embargo un par de cosas dentro de él se lo impedía, quizás solo era apatía y pereza después de todo.

- ¡Qué problemática eres!

Ino seguía mirándole fíjamente, sabía de sobra que era algo capaz de poner nervioso a cualquiera.

- Mira Ino, no insistas, sé muy bien tu juego, no voy a conseguirte esas pastillas me ofrezcas lo que me ofrezcas a cambio.

- Pero si son inofensivas, si son de hierbas, si no hacen nada malo.

- Ve a la farmacia y cómpralas tú

- Sabes que tu padre no me las va a vender.

- ¿Y me las va a vender a mi?

- Tu puedes conseguirlas sin comprarlas... por favor... las necesito.

- ¿Para qué? ¿Para qué demonios necesitas esas pastillas? Estás muy bien, no necesitas adelgazar mas.

- ¡Está claro que nunca me entenderás! - Ino se levantó bastante molesta.

- ¡Claro que no te endenderé! Nunca entenderé esa obsesión tuya con adelagazar, te estás haciéndo daño, primero no comes apenas nada y ahora quieres que te consiga esas malditas pastillas ¿Para qué? ¿Qué va a ser lo siguiente que hagas? ¿Dejar de comer definitivamente?

- ¡No soy tonta! ¡Sé muy bien lo que hago! Lo tengo todo controlado, solo son unas pastillias de nada para eliminar líquidos.

- ¿Que líquidos vas a elimirar si no comes? Ino, estas cosas no son buenas, se te van a ir de las manos - Shikamaru se acercó a ella y le acarició la mejilla - Estás bien así, por favor, déjalo ya.

No podía entenderla, nunca podría entenderla, esa obsesión de Ino por ser la chica perfecta iba a terminar por causarle graves problemas ¿Pero cómo se lo haría entender? Desde luego que las mujeres eran todas muy complicadas y lo que más le preocupaba era que estaba allí, dispuesta a ofrecerle algo que era mejor no imaginar solo porque le consiguiera unas pastillas para... hacer pis ¿A que extremo podría llegar? ¿No se daba cuenta de que todo se le estaba llendo de las manos? Todo era más que problemático, entre ella y su irresponsabilidad y Temari y su relación con vete tú a saber quien, que a saber quien sería para que anduviese con tanto misterio, para no querer que sus hermanos se enterasen y se negaba a presentárselo... la verdad, no podía comprender a que venía tantas dudas que tenía por salir con un chico ¿Que era mayor que ella? Eso era normal, vamos, de toda la vida... ¡Mujeres! ¡Y luego se extrañaban de que se quejase! Entre unas y otras le iban a volver loco.

- He engordado... si sigo así me voy a poner como una vaca... así nunca le gustaré a ningún chico... tu no lo entiendes, quiero tener la imagen perfecta para...

Chouji entró en la habitación.

- ¡Chouji estás divino! - exclamó Ino entusiasmada - Fanástico, fantástico... soy una artista, ¡Ay! ¡Que talento tengo, que talento!

- ¿Estoy más o menos decente?

- Estas genial... Ahora solo queda convencer a éste de que salga conmigo.

- No puedo - se apresuró a decir Chouji - Es que ¿No te acuerdas que todavía tienes que hacer el informe de la obra con Akane?

- Pues... - Shikamaru ordenó rápidamente su cerebro, seguramente Chouji decía eso para ayudarle - Se me había olvidado... ¡mierda!

- ¿Mira que eres desastre! - gruñó Ino - Seguro que lo que querías era escaquearte, pero con Akane no te vale eso, ya sabes como se las gasta.

- Eres muy despistado, Shika

- Lo que es es un vago.

- ¡Eh, chicas! - gritó Sumire asomada a una ventana - ¡Sasuke ya ha llegado!

- ¿Ya? ¡Pero si es muy temprano aún! - exclamó nerviosa Ten-Ten

- Míralo, allí, en la esquina, donde habíais quedado ¿no?

- ¡Que emoción! - decía alterada Ten-Ten - ¡Ha venido! Venga Akane, no le hagas esperar.

- ¡No! - casi gritó Sumire - Tiene que hacerle esperar, las chicas siempre llegan tarde.

- Claro, para que se canse y se vaya ¿no? Ni hablar.

- ¡No me agobieis! Esperaremos a que sea la hora, puede pensar que estoy ansiosa.

- ¡Que guapo está! - exclamaba Sumire - ¡A mi me va a dar algo de los nervios!

- Ni que fueras tú la que sale - comentó Jisei.

- Acuérdate de contarnoslo todo, sobretodo si intenta besarte.

- No creo que se le ocurra, no le gusto tanto. Le pica la curiosidad pero de ahí a...

- Bueno - interumpió Sumire - Tú nos lo cuentas todo.

- Y procura no ser muy encantadora - añadió Jisei . No queremos que se enamore.

- Tranquila, eso no pasará, ni soy Sakura, ni me parezco a ella.

- ¡Y que no te huela!

- ¿Dónde vais a ir al final? - preguntó Sumire.

- Ay, Sumire, no te enteras de nada - contestó Ten-Ten - Primero van a ver una exposición que hay en el centro comercial sobre la historia del periódico... el chico se quiere hacer el interesante y se ha informado de sus aficiones, luego... es una sorpresa.

- Sobretodo no dejes que te huela.

- ¡Pero que pesada que eres! no creo que quiera olerme... En fin ¿Cómo dices que hay que hacer, Jisei? Inspirar y expirar expulsando lo que me turba ¿No?

Sasuke había llegado pronto. Reconocía estar algo intranquilo, no mucho, pero si sentía cierto hormigue en el estómago, quizás porque no podía evitar la sensación de estar engañando a Sakura.

"Es absurdo" pensaba "Si yo no estoy saliendo con ella, ni somos novios, ni estamos comprometidos, ni es nada mío, solo es una amiga... esto es absurdo ¿no puedo salir con otras personas? ¿no puedo tener más amigos?"

Unos pasos acercándose en la soledad de la calle le devolvieron a la realidad. Miró en la dirección en la que se oían los pasos y una nueva sensación desconocida comenzó a invadirle desde la punta de sus pies; era algo intenso que relegaba en el olvido la intranquilidad anterior ¿Quien era esa chica? Era Akane, sin duda pero ¿Por qué la veía como a una persona distinta? ¿Quizás por que no llevaba el uniforme? No, ya la había visto antes con ropa de calle. Quizás era que él la miraba de forma diferente, quizás porque ahora no la veía como a cualquier compañera de clase, si no como a una persona. Durante años, Sasuke se había habituado a no ver a las personas que le rodeaban como a tal, salvo muy pocas excepciones, para él nadie tenía importancia, solo importaba él mismo y su sufrimiento; procuraba relacionarse con el menor de número de personas posible y menos aún se implicaba en sus vidas. Ultimamente había empezado a abrirse un poco a los demás, había descubierto que acciones suyas podían repercutir en los demás, que a veces dañaba a personas como Naruto, que solo pretendía ayudarle.

El mundo era muy complejo y lo que más le confundía era descubrir que existían personas como Sakura, era increible como a pesar del desprecio que le mostró, Sakura nunca le abandonó segura de que lo suyo era algo temporal. Fue entonces cuando Sasuke decidió mirar al mundo de otra forma y descubrió a Akane, que cuando, en bromas, le dijo que si salía con ella, él no pudo evitar contestar afirmativamente, aquella chica le resultaba curiosa y quería conocerla mejor. Y ahora estaba allí y por primera vez tenía que intentar ser agradable.

- ¡Hola! ¡Eh, hola! - dijo Akane sacándole de sus cabilaciones

- ¡Hola! Estás... estás... - Sasuke se acercó a ella, no sabía que debía hacer, tampoco que decirle que no sonara falso y preparado, inspiró y un profundo y dulzón olor le embargó - ...fantástica.

- Me he arreglado un poco, quería estar a tono contigo. Ya sé que no soy tan guapa como Sakura pero también pito.

- ¿Qué?

- Que... bah, déjalo ¿Te encuentras bien?

- Hueles... muy bien.

- ¡Anda, el perfume de Jisei! ¿Lo hueles? ¿Tanto huele? ¿Es muy fuerte?

Sasuke no sabía si era por ese olor agrio y dulce a la vez que parecía apoderarse de sus sentidos pero sentía que un gran sofoto iba creciendo en su rostro.

. Esta Jisei tiene potingues muy raros - continuaba hablando Akane, preocupada por si resultaba apestosa.

Sasuke seguía sin hablar. Akane torció los labios "a ver si va a ser verdad y este perfume tiene efectos secundarios, a lo mejor espanta a los chicos"

- Nunca me había dado cuenta de lo atractiva que eres.

- Vaya... no se si tomármelo como un cumplido, la verdad.

- No quiero decir que antes no te viera atractiva, siempre he pesando que... pero hoy estás...

- Es por el escote ¿A que sí? Siempre me pasa, ya estoy acostumbrada.

- No, no, no creas que antes no me había dado cuenta... - no pudo evitar que se le escapara una sonrisa, se estaba comportando como un tonto, era la primera vez que le pasaba.

- Vale, vale, déjalo, no te esfuerces más.

- Bueno pues... vamos andando ¿no?

- Si, claro.

¿Qué se suponía que tenía que hacer? Sasuke estaba acostumbrado a tener chicas enganchadas de su brazo pero ¿Qué esperaba Akane de él? Akane le sonrió y decidió que lo mejor era relajarse, ella ya sabía como era, no finjiría ser de otra forma, disfrutaría del paseo que iniciaban, seguro que iba a ser agradable.