domingo, 13 de noviembre de 2011

38. Jornada de entrenamiento

Según iban terminando el desayuno, cada grupo fue llevado a distintos lugares. Todos los grupos tenían que realizar unos circuitos de ejercicios, para todos eran los mismos, aunque para que no se juntaran hacían recorridos distintos. Tablas de ejercicios es tierra, pesas, bicicleta y cintas, carreras, escalada, saltos, circuitos americanos...
- ¡No puedo más! - se quejaba Ryuko - Te juro que no puedo más.
- ¡Venga, no te rindas! - decía Lee - Yo te llevaré en mi espalda.
- No, déjalo, ya lo intento yo.
- Venga Ryu-chan, con espíritu ¡que no hay nada que no puedas conseguir si te lo propones!
- No estaría yo tan segura.
Kimimaro, con una mano apoyada en una pared, tosía y parecía respirar con dificultad.
- ¿Te encuentras bien? - se interesó Naruto - Si quieres les decimos que necesitas descansar.
- ¿Crees que necesito tu pena?
- No lo decía por eso, es solo que...
- Déjalo Naruto - intervino Neji - No quiere nuestra ayuda.
Las miradas de Neji y Kimimaro se cruzaron altivas y desafiantes, por supuesto que Kimimaro no necesitaba ayuda, era lo que menos necesitaba, ni tampoco pena y menos aún compasión... haría lo que los demás aunque sintiese sus pulmones aprisionados.
- ¡Voy a morir! - decía Ino tumbándose en el suelo - Di que donen mis órganos.
- Si descansas luego te costará más - le contestaba Kankuro.
- Me duelen partes de mi cuerpo que te juro que no sabía que tenía.
- Esto es muy tentador - habló burlón Sakon - Tu sigue así y serás una víctima estupenda.
- En estos momentos ni tú me das miedo.
- No creas, todavía puedo hacerte descubrir dolores inimaginables.
- ¡Cállate ya, sádico! - gruñó Fatora.
- ¿Los quieres conocer tú?
- Tú estas enfermo, pero muy enfermo.
- ¡No sabes tú hasta que punto!
- Princesa - Zaku se dirigió a Hinata - ¿Te llevo en brazos?
- Cre... creo que... mejor te callas y me olvidas.
- No puedo, preciosa, estamos en el mismo equipo.
- ¡Te ha dicho que la ignores, imbécil! - Kankuro se acercaba a él con gesto violento pero Ebisu le sujetó agarrándole el brazo.
- Estás muy tenso - le dijo - ¿Es que ni el cansancio puede relajarte?
- No, no puedo, están tratando a mis compañeras de manera humillante ¿por qué tenemos que estar soportando esto?
- Es lo que te ha tocado.
- A nosotros tampoco nos gustas tú - le respondió Sakon.
- Déjalos Kankuro - se oyó hablar a Ino - Por mucho que hablen no van a conseguir nada.
- No provoques rubita - sonrió malicioso Sakon.
- Vale Sakon, Zaku, dejad a las chicas en paz - advirtió Ebisu.
- ¡Esto es humillante! - lloriqueaba Stella - Yo no me merezco un castigo así y tú, medianía, dí algo ¿no?
- Hace tiempo que mi espíritu ha abandonado mi cuerpo - se quejó Shikamaru.
- ¿Que quieren? - agregó Karin - ¿Matarnos de cansancio?
- Dicen que esto tonifica el espíritu - comentó Chouji.
- Pues a mi espíritu le pueden dar por saco - añadió Pain.
- ¡Kakashi! - gritó Stella.
- ¿Que os pasa? - se acercó Kakashi hasta ellos - ¿Ya estáis cansados?
- Tengo que ir al baño.
- ¿No puedes esperar?
- No, no puedo esperar. Exijo ir al baño, soy una señorita. No me obligues a dejar de serlo y ponerme caprichosa.
- Está bien, puedes ir, están en el barracón principal, no te olvides de tu pareja.
- ¿Tiene que venir él?
- Pues claro.
- Pero los baños ¿no serán mixtos?
- Si, si lo son, pero hay puertas.
Stella hizo un gesto de desaprobación.
- Venga chusma, acompáñame.
- ¡Dios, que pesadez!
- ¿Ya estás cansado, pequeño? - se burlaba Tayuya mientras miraba a Kiba.
- Tu no eres humana - respondía el chico - Tu eres un Cyborg.
- Yo si esto cansada - añadía Sumire - Muy cansada, pero me lo estoy pasando bien.
- Deberíamos haber dejado que aflojaran nuestros ejercicios por ser chicas, como nos propusieron - habló Jisei.
- ¡Ni hablar! - protestó Kin - Nosotras podemos hacer lo mismo que un chico.
- Bueno pues yo no diría tanto - contestaba Jisei.
- Eso sería hacer trampas, Jisei - intervenía Sumire.
- Me empiezan a encantar las trampas.
- Además si tenemos un chico en el grupo - agregó Temari golpeándole la espalda a Kiba - Todo un machote.
- En este grupo hay algunas mas hombres que yo... y no os ofendáis.
- ¿Que te pasa Kiba? - se acercó al grupo la profesora Kurenai - ¿De que te quejas?
- De que mi hombría está siendo humillada.
- Eso es para que vayas y vuelvas a hablar del sexo débil - parecía amenazarle Tayuya.
- ¿Que sexo débil? Me río yo del sexo débil, pero... no me derrotareis, vale, ya estoy listo para seguir.
- Mírale, pobrecillo - rió Jisei - y se lo cree y todo.
- Pues a mi me vence, seguro - decía Sumire.
- Venga chicas - animaba Temari - Vamos a demostrar de lo que somos capaces las mujeres.
Así pasaron toda la mañana hasta la hora de la comida, que fue bastante tarde. En la comida no hubo incidentes, estaban lo suficientemente cansados como para no discutir, de hecho hablaban más bien poco.
Los profesores estaban todos sentados en la misma mesa.
- ¿Cómo ha ido todo? - preguntó la directora.
- Después de esto se pensarán el volver a atacarse - respondió Ebisu.
- ¿Que tan vuestros equipos? Vamos a hacer un repaso. A ver Gai, empieza tú.
- Son unos chicos estupendos, no tengo quejas de ellos. Hay tres de cada clase, Sakura y Sasori evitan hablarse, es lo más tirante que hay pero por lo demás trabajan bien, no como grupo, me refiero a nivel individual; Sakura, Sai y Ten-Ten se apoyan entre ellos, luego Misaki se integra muy bien con ellos y Sasori y Juugo van un poco por libre.
- Bueno, no está muy mal. ¿El tuyo, Anko?
- También es bueno, están el loco de Naruto y el impulsivo de Lee que son los que animan y arrastran a los demás a participar, se encargan de levantar el ánimo y es un gran trabajo. Luego está Ryuko, es la más débil de todos pero estos dos están apoyándola continuamente. Neji, Kimimaro y Konan ponen el toque madura al grupo. No trabajan mal como equipo aunque por supuesto, nunca lo reconocerán.
- Son uno de los equipos a tener en cuenta. A ver tus niños Iruka.
- Mis hombretones, que son todos unos machos. Pues echamos de menos alguna presencia femenina que dulcifique el ambiente, la verdad. Hay mucha tensión, sobretodo entre Gaara y Deidara, en cuanto se miran se puede ver el odio en sus caras. Es bastante violento. Luego está Shino, el único compañero de Gaara, pero no habla mucho, se limita a observarlos, es algo desconcertante. Suigetsu arma mucho revuelo, es bastante competitivo y Kidomaro y Dosu fanfarronean mucho, creo que las narices de los demás están empezando a hincharse. No somos un buen equipo, no trabajan juntos, ni se relacionan.
- ¡Vaya por Dios! A ver, tú turno Ebisu.
- Tampoco estoy contento, sobretodo porque no considero apropiado tener a Hinata Hyuuga de pareja con Sakon. Ese chico es bastante desagradable, deberíamos pensar en cambiar a esa chica, lo está pasando realmente mal.
- Si, creo que tienes razón, es la pareja más desafortunada de todas. Ahora lo examinaré, continúa.
- Luego tenemos a Zaku, él y Sakon se han aliado para meterse con las chicas y hacen la convivencia muy difícil. Kankuro, el único chico de 3-2, se lo toma todo bastante mal, está muy nervioso y da lugar a muchas reacciones violentas. Las chicas bueno, más lo menos lo llevan, se sienten algo cohibidas, sobretodo Hinata. No es un equipo nada equilibrado. Parece que la joven Ino se sienta alagada de atraer la atención de los chicos y a veces se comporta de forma algo... cizañera.
- ¿Crees que está malmetiendo al grupo? - se interesó Jiraiya.
- Seguramente no lo hace aposta - intervino Asuma - Yamanaka no tiene mala intención, solo le gusta llamar la atención.
- Si, será eso - continuaba Ebisu - Lo que ocurre es que Sakon y Zaku son de gatillo fácil y luego está Fatora que ha decidido no relacionarse con nadie, creo que odia a todos sus compañeros. En resumen, no estoy muy contento.
- Bien, veré luego que podemos hacer ¿Y tú Kurenai?
- Bien, mi equipo bien, muy divertido. Solo tenemos un chico, Kiba, al que vamos a volver loco. El pobre es el blanco directo de todas las burlas, de esta terminará directo en el psicólogo. Temari se lleva fatal con Tayuya y Kin, no paran de lanzarse indirectas, creo que van a terminar por sacarse los ojos, pero bueno están Jisei y Sumire para limar asperezas. De 3-1 solo están Tayuya y Kin pero creerme que no hacen falta más. No me quejo, la competitividad entre chicas las motiva a trabajar más.
- Si tú lo dices... A ver el tuyo, Asuma, es el de los Uchiha ¿no?
- Si. Bueno, no es un equipo malo. Kikyo protesta muchísimo, todo le parece una tortura; Jirobo habla poco, más que nada mira mal; Ukon está como su hermano... desquiciado; Tobi pone el toque de humor y relaja el ambiente, es más listo de lo que parece y en cuanto al otro Uchiha ¡que os voy a decir! Parece molestarle trabajar en equipo pero demuestra un inusual interés por su compañera de clase, que es la única, está muy pendiente de ella, no deja que Ukon se le acerque... es como muy protector.
- ¿Es Aozora, no? ¿Que tal se porta?
- Bien, la verdad es que intenta integrar a todo el grupo y organizarlos. En conjunto no hacen mal equipo.
- Bueno, y por último el de Kakashi.
- ¿El mío? No se que decirte, debería estar contento, tengo a tres de los mas inteligentes pero no me motivan mucho; uno se pasa el día quejándose y no hace nada con ganas, otro pasa de todo y hace lo que le da la gana y el tercero parece más interesado en observar a los otros grupos.
- ¿Quienes son?
- Por orden, Shikamaru, Pain y Kabuto. Luego tengo a Stella, os podéis imaginar, no para de quejarse, según ella todo es vulgar y barriobajero y amenaza con quejarse a su padre. Chouji y Karin parecen mantenerse al margen de todo. No forman un equipo muy unido.
- Entonces - habló Jiraiya - ¿Por quien apostáis?
- El que más posibilidades parece tener es el equipo de Asuma - contestó Iruka - No olvidéis que tiene a los dos Uchiha.
- Si - añadió Kakashi - Deberíamos haber tenido en cuenta esa eventualidad, ahora Asuma tienes dos ases en su manga.
- ¿Pero creéis que trabajaran bien juntos? - se interesó Shizune.
- Lo que yo se y estoy seguro - dijo Gai - Es que esos dos serán capaces de olvidarse de sus prejuicios con tal de ganar.
- No creas - negó Asuma - Anko tiene un equipo muy bueno. El Hyuuga y el Kaguya juntos pueden ser tremendos...
- ¡Pues no creáis que el mío os lo va a poner fácil! - rió Gai.
- Todos tienen posibilidades - medió Shizune.
- Vale, pues vamos a solucionar el problema de Hinata Hyuuga. Podíamos cambiarla por Kiba, así tu equipo sería solo de chicas ¿que te parece Kurenai?
- Mejor mándala a mi grupo - se apresuró a hablar Iruka - Que somos una panda de burros, al menos una chica nos dará algo de humanidad.
- Mi equipo está bien - explicó Kurenai - Kiba en el fondo se divierte, por él no lo hagas.
Tsunade abrió una carpeta y estuvo mirando detenidamente las listas.
- ¿Quieres que te quite a Pain o Kabuto?
- Bueno, como quieras - replicó Kakashi.
- El equipo de Gai y de Anko son bastante equilibrados - parecía reflexionar la directora en voz alta - Preferiría no tocarlos.
- Hinata es una chica dulce a la que le cuesta sacar lo mejor de si misma - decía Kurenai - Pero es muy fuerte y decidida y no se rinde fácilmente ante las adversidades. Si la cambias por Pain se sentiría cómoda con Shikamaru y Chouji y Ebisu tendría un líder claro.
- Pero rompería el equilibrio de mi grupo - respondió este - Es escaso pero lo hay. Pain no se lleva bien con Kankuro, ni con Sakon, ni con Zaku. Creo que los tres lo verían como una amenaza.
- La otra idea que se me ocurre es cambiarlo por Suigetsu ¿Que te parece, Iruka?
- ¿Suigetsu? Sería mejor separar a Deidara y Gaara pero... bueno, no me desequilibra demasiado el grupo.
- Se sentiría protegida con Gaara y Shino - añadió Asuma - Pero no olvides que en ese grupo está Deidara y lo que pasó les relaciona directamente.
- ¿Cómo se han llevado Gaara y Suigetsu? - preguntó la directora a Iruka.
- Se han ignorado el uno al otro.
- ¿Y Pain y Kabuto? - interrogó ahora a Kakashi.
- Bueno, ya sabes, no se aguantan, ambos son los cabecillas de sus grupos. Si lo que pretendes con esta convivencia es que trabajen juntos no deberías separarlos.
- Eso es cierto... Shizune ve y pide un par de pulseras marino y verde, anda.
- Mírala - gruñía Karin - Que manía la estoy cogiendo ¿por qué tiene que estar al lado de mi querido Sasuke?
- Quizás porque le ha tocado de pareja - respondió Shikamaru.
- ¡Maldita cabeza de calabaza!
- No te metas con ella - intervino Chouji - No la conoces, no sabes nada.
- Es como todas, una buscona pegada a Sasuke.
- Ella no se pega a Sasuke. Más bien parece que sea él quien se pega a ella - comentó Stella - Que desagradable...
- ¿Crees que a mi Sasuke le puede interesar algo tan... poco especial?
- ¿Crees que eres más especial que ella? - la interrogó Shikamaru mirándola fijamente - Todas las que os pegáis a un chico sois iguales, pensáis que sois las únicas especiales... y tu no eres más especial que esa chica.
- ¿A ti te gusta mucho Sasuke? - se interesó Pain.
- ¿Y a ti que te importa?
- Si te gusta - habló muy serio Pain - Deberías averiguar que es lo que él considera "especial".
- Vamos a ver - habló en voz alta la directora poniéndose en pie - Atendedme. Después de estar observándoos toda la mañana y viendo vuestro rendimiento...
- ¡Nos vas a dar el día libre! - exclamó eufórico Naruto.
- No, y no interrumpáis. Nos hemos dado cuenta e que uno e los grupos tiene un fallo, así que vamos a hacer un cambio.
- ¿Que fallo? - preguntó Kiba - ¿El mío?
- Eso a vosotros no os importa. Veamos, verde1a y verde1b y también marino2a y marino2b, que vengan aquí.
Hinata, Sakon, Gaara y Suigetsu se acercaron perplejos. Iruka, con una especie de tijeras especiales cortó las pulseras de los cuatro, mientras Ebisu activaba las nuevas que había traído Shizune.
- ¿Cómo estas Hinata? - le preguntó la directora mientras Iruka le colocaba la nueva pulsera azul marina - Cambia tu chapa y tu pañuelo con los de Suigetsu, ahora vas a ser marino2a.
Hinata miró con evidente alegría a Tsunade, a Iruka y a Gaara.
- Bienvenida la grupo - sonrió Iruka - Se agradece tener una chica entre nosotros.
- Gra... gracias, profesor.
- Bueno Gaara, ahora tienes una compañera, cuídala.
Mientras Iruka le ponía la nueva pulsera, Ebisu hacía lo propio con Suigetsu y Sakon.
- Pues vaya ¿Ahora este es mi pareja? - se quejó Sakon - ¡Menuda mierda!
- Bueno, al menos estaré en un grupo con chicas - dijo Suigetsu mirando a Ino - He salido ganando con el cambio, estaba un poco harto de tanto tío.
Suigetsu y Hinata se cambiaron las chapas y los pañuelos.
- Volved a las mesas, si no habéis terminado de comer, cambiaos los platos - ordenó Tsunade.
Gaara no podía negar que le encantaba que le hubiesen cambiado la pareja por Hinata, lo único que no lo gustaba era la sonrisa estúpida que Deidara tenía en su cara. Shino los miraba a los dos, le gustaba que hubiesen separado a Hinata del psicópata de Sakon pero... ella, Gaara y Deidara juntos... eso no presagiaba nada bueno, estaba claro que los profesores no sabían la "preferencia" que Gaara sentía por Hinata y teniendo en cuenta el acoso que Deidara mostraba hacia ella seguramente ahora Gaara iba a mostrarse mas alerta y suspicaz.
La misma sensación y los mismos pensamientos eran los que tenía Neji.
- ¡Que bien por Hinata, vaya que si! - decía alegrándose Naruto.
- No me fío de Deidara, va detrás de ella - hablaba en voz baja Neji - Lo sé-
- Pero Gaara y Shino la protegerán, ya lo verás.
- Come un poco mas Ryuko - le decía Lee - Tienes que recuperar lo que has gastado.
- Si come, tiene razón el cejotas - añadía Naruto - Además no sabemos lo que nos espera esta tarde, come para tener fuerzas.
- Hola preciosas - decía Suigetsu sentándose en el sitio que hacía un rato era de Hinata.
- Que pena que nos hayan quitado a la princesa - comentó Zaku - Ahora a ti te toca más rubia.
- ¡Déjame en paz, subnormal! - le gritó Ino.
Después de comer, los separaron por grupos y tuvieron una sesión de "auto conocimiento". Reunidos con su capitán, cada uno fue hablando de algo que consideraba importante y de lo que creían podían aportar a su grupo. La mayoría de ellas transcurrieron con relativa tranquilidad aunque los chicos de ambas clases se mostraban tensos y reacios a comunicarse.
Terminada esa sesión pasaron de nuevo a los ejercicios, en esta ocasión los profesores los denominaros "prácticas de campo" bajo la supervisión de monitores del campamento quienes les hicieron practicar tiro, les enseñaron a camuflarse, algunas técnicas de defensa personal y como inmovilizar a un enemigo, en resumen, parecían estar preparándoles para la guerra.
Una vez terminadas estas prácticas, les dijeron que podían ducharse y cambiarse de ropa. Las duchas no eran mixtas pero si contiguas, de forma que no se separaban demasiado de sus "parejas". Este hecho dio lugar a algunos comentarios sobre quien estaría completamente desnudo al otro lado de la pared, sin duda el más desafortunado fue el de Deidara sobre lo solita que debía encontrarse Hinata y de como se ducharía. Fue la situación más violenta que se creó, en la que Shino tuvo que poner toda su persuasión para detener a Gaara y no por ganas de ser el mismo quien le partiese la cara al rubio.
Una vez duchados y de nuevo con su chándal, cogieron sus mochilas y fueron hasta una zona de acampada. Estaba dividida por parcelas, cada parcela tenía clavada una bandera de un color.
- ¿Os lo imagináis, no? - dijo Jiraiya - Buscad vuestro color y empezar a montar vuestras tiendas. Cada pareja lleva una. Dormiréis por parejas.
- ¿Cómo por parejas? - se interesó Sakura.
- Cada uno con la suya.
- ¿Quieres decir que tengo que dormir con este? - preguntó algo histérica Stella.
- Si, los dos juntitos en la misma tienda.
- Pero... ¿Por qué no duermo con ella? - señaló a Karin.
- Porque no es tu pareja.
- Pero podemos poner las tiendas juntas y...
Había cierto rumor entre los alumnos.
- ¡Silencio! - gritó Tsunade - Dormiréis con vuestra pareja y punto. Cuando terminéis de montar las tiendas hay que preparar la cena, así que espabilaros.
- ¿También tenemos que preparar la cena? - gritó Kikyo - ¿Pero esto que es?
- Es lo que es... vamos, en las mochilas tenéis todo lo que necesitáis, venga ¿a que esperáis?
Entre protestas y quejas comenzaron a montar las tiendas.
- Mira Stella - decía Shikamaru en tono aburrido frente a la chica sentada con gesto enfadado en el suelo - Yo soy un vago, esto es muy problemático, si tú no me ayudas dormiremos al aire libre ¿vale? A mi me da igual.
- ¿Pero como quieres que monte yo una tienda?
- Pues yo no lo voy a hacer solo.
- ¿Tu has visto mis uñas? ¿Sabes lo que cuestan? ¿No ves que me las puedo romper?
- ¿Y tú sabes el frío que puede hacer al aire libre?
- No puede estar pasando esto... Pain ¿tú le oyes?
- Stella - contestó el aludido - Se que esto es duro para ti, pero tía mira Konan, ella lo hace ¿no vas a poder tu?
- Yo te ayudaré - habló molesta Karin - Cuando termine con la mía te ayudo, pero tu también tienes que hacer algo.
- Gracias Karin, no esperaba de ti que me comprendieras.
- Lo que pasa es que no soporto oír más tus quejas.
- Así que... - Kabuto sonreía mientas se subía sus gafas - Sasuke va a dormir con Akane... vaya, vaya, los hay con suerte ¿no, Nara?
- Si no te importa procura mantener tu boca cerrada - le contestó Chouji.
- Quizás hoy pases a hacer honor a tu nombre - se burló Kabuto - Y consigas una cornamenta, ciervo.
La parcela del equipo magenta lindaba a su izquierda con la del equipo naranja, esta a su vez lo hacía también con la del equipo amarillo y esta con la del verde.
El equipo marino estaba situado enfrente de la parcela del equipo magenta, a su lado, enfrente del naranja, el equipo añil y a su lado, enfrente del equipo amarillo, el violeta. La parcela enfrente del equipo verde estaba libre y parecían ser algunos profesores los que montaban una tienda.
- ¡Eh, Sasuke Uchiha! - gritó Kabuto - Procura no hacer gritar mucho a Akane esta noche, que algunos nos podemos morir de envidia.
Sasuke soltó la piqueta que tenía en las manos lanzándola contra el suelo a la vez que dedicaba una mirada asesina a su interlocutor. No sabía si ir hacia allí y hacerle tragar el puño o ignorarle.
- Pasa de él - le susurró Akane.
- Tu y yo si que nos lo vamos a pasar bien ¿eh, Kikyo? - se rió Ukon.
- Ni se te ocurra acercarte a mi, asqueroso.
- Ten cuidado gatita, a mi me gusta morder.
- Tobi piensa que Ukon debería callarse.
- ¿Tienes algo que decir, payaso?
- Tobi es un buen chico y no le gusta pelearse pero Tobi sabe hacerlo - Se acercó a él e inesperadamente y antes de que reaccionase, Ukon se encontró inmovilizado contra un árbol - Tobi tiene mas de un secreto escondido - dijo en un tono de voz casi siniestro - Pásate un poco y lo lamentarás... ¡Oh! ¿Tobi te ha hecho daño? Tobi lo siente, a veces no sabe lo que hace.
Le soltó bruscamente. Ukon le miró despectivamente.
- ¿Que pasa aquí? - Kakashi había llegado corriendo al ver aquella situación.
- No pasa nada, Tobi explicaba a Ukon como comportarse debidamente con una señorita.
- Malditos Uchiha - murmuró por lo bajo - Esta me la paga.
Naruto se sentaba enfurruñado delante del intento de tienda que estaban montando.
- ¿Ahora que te pasa? - le dijo Neji.
- ¡No es justo, dattebayo! ¿Por que con tantas chicas a mi me ha tocado contigo? ¡Todos van a dormir con chicas menos yo!
- Y yo, que voy a dormir contigo.
- ¡No es justo! ¡No es justo! ¡No es justo!
- Levanta el trasero y ponte a trabajar ¿quien te ha dicho que la vida sea justa?
- Yo quiero dormir con Sakura-chan ¿por qué tiene que dormir con ese tío enorme?
- ¿Y por qué tengo que dormir yo contigo y aguantar tus quejas?
- Eres muy trabajadora y pones mucho empeño en lo que haces - decía Sasori a Ten-Ten.
- No me gusta hacerlo pero si hay que hacerlo se tiene que intentar hacerlo bien.
- ¿Que te pasa a ti? - dijo de pronto el chico al ver que Sakura estaba mirándole fijamente.
- No me gusta como la miras.
- ¿Tienes algún problema conmigo?
- Bastantes ¿quieres que te los enumere todos?
- Sakura tranquila - medio Ten-Ten - No me está molestando.
- Si esta noche intenta hacerte algo grita bien fuerte ¿vale? y no bebas nada que te de.
- ¿Sabes que eres como insoportable, niñata?
- ¿Podemos dejar de discutir? - Sai se colocó en medio de los dos sonriendo - No se lo que pretenden los senseis pero creo que quieren que trabajemos en equipo.
Ambos se miraron amenazadoramente y se giraron ignorándose.
Entre gruñidos de unos, indirectas que se lanzaban y algunas directas, fueron terminando de montar las tiendas. Después prepararon sus cenas.
- Cuando terminéis - indicaba Jiraiya - Id yendo al barrancón principal que os tenemos que dar las órdenes para mañana.
Así lo fueron haciendo. Les llevaron a una sala llena de sillas y ellos fueron ocupándolas.
- ¿Cómo nos vais a torturar mañana? - preguntó Zaku.
- Hoy habéis estado haciendo ejercicios, entrenando, se podría decir - habló Tsunade - Y mañana vais a efectuar maniobras de guerrilla.
Se extendió un rumor por toda la sala.
- ¡Silencio! - gritó Anko - Mañana vais a actuar por equipos, seréis un equipo, trabajareis en equipo y pensareis en equipo. Nosotros no os ayudaremos, lo tendréis que hacer todo vosotros solos.
- ¿Pero que es lo que tenemos que hacer exactamente? - interrogó Kidomaro.
- La guerra - respondió Jiraiya - Vais a declararos la guerra. Cada equipo estará en guerra con los demás.
- Se trata de un ejercicio de supervivencia - dijo Gai muy emocionado - Solo sobrevivirá el equipo mejor preparado y que mejor sepa actuar como si fuera uno solo.
- Mañana demostrareis como trabajáis en equipo y si sois capaces de sobrevivir - continuó Kakashi - Se os van a dar armas como estas - sacó una especie de metralleta y una caja con unas bolas de colores - Esto son cartuchos de pintura, explotan al contacto con un cuerpo, como os imagináis se trata de manchar a los demás equipos con vuestro color.
- ¿Cómo pistolas de agua? - se interesó Naruto.
- Algo así. Cada equipo será llevado a un punto distinto del recinto. Se os proporcionará un mapa, una brújula, agua y algunas provisiones de comida. Vuestro objetivo es llegar aquí, al barracón principal vivos y sin heridas. Las heridas, evidentemente, serán las manchas de pintura de otros equipos. Tenéis que conseguir llegar el equipo al completo y no solo eso, deberéis traer al menos tres banderas de equipos contrarios y todos los pañuelos que podáis arrebatar. Cuando venzáis a uno de otro equipo deberéis recoger su pañuelo, si no, no sirve.
- Voy a repetirlo yo a ver si lo entendéis - dijo Asuma - Sois 7 equipos, todos rivales, aquí no hay amigos, esto es la guerra. Cada equipo tendrá una bandera, si os la arrebatan vuestro equipo queda eliminado automáticamente. Ahora bien, puede que no consigan vuestra bandera pero sufrir bajas, en este caso no ganareis pero a los sobrevivientes os quedará el honor de haber sobrevivido. Para que lo entendáis: manchas de pintura en brazos y piernas son heridas, podéis seguir en el juego, manchas en el pecho o espalda significa que estáis muertos, se acabó. Vuestro, llamémosle "ejecutor" se quedará vuestro pañuelo en recompensa, el que pierda su pañuelo, ya sea porque esté muerto o simplemente herido, se dirigirá a un punto de control, están señalizados en los mapas.
- O sea - habló Neji - No es imprescindible "matar" para conseguir el pañuelo ¿no?
- No, no hace falta, además podéis rendiros, si os rendís entregáis vuestro pañuelo y está prohibido "matar" a alguien que se ha rendido. También podéis hacer prisioneros, en ese caso los maniatáis y los lleváis al punto de control más cercano o los lleváis con vosotros. Tener prisioneros es como un bono para ese equipo, claro que tiene el inconveniente de que pueden intentar rescatarlos, ya descubriréis que los prisioneros pueden dar mucho juego.
- Perdona Asuma - dijo Shikamaru - ¿Que pasa con las pulseras? Si matamos a uno y no a su pareja ¿que ocurre?
- Tanto si matáis como si cojeéis prisioneros, al conseguir su pañuelo deberéis romper su pulsera, llevareis material necesario para eso y dejareis la pulsera allí para que su pareja la puede recoger... si con eso hacéis una trampa para la pareja eso es cosa vuestra.
- En resumen - siguió hablando Anko - Ganan los equipos que, estando completos tengan al menos 3 banderas, en caso de empate se contarán los pañuelos y los prisioneros. Los integrantes de un equipo derrotado que aún pueda y quieran luchar podrán hacerlo, se tendrá en cuenta sus pañuelos como méritos personales.
- Una cosa importante - añadió Iruka - Si conseguís el pañuelo de alguien ser listos y que os de también los pañuelos que tenga en ese momento en su poder.
- ¿Os habéis enterado bien de todo?
- No, yo no - dijo Naruto.
- Vale, luego vuestros capitanes os lo repetirán despacio y con palabras fáciles ¿alguna pregunta?
Shikamaru levantó la mano.
- Di, Nara.
- Según he entendido esto es una guerra ¿no? Tenemos que conseguir las banderas y proteger la nuestra ¿vale todo como en la guerra de verdad?
- ¿A que te refieres?
- A aliados, traiciones, espías, trampas, o sea que si vale cualquier cosa con tal de conseguir el objetivo.
- Vale todo, es la guerra.
- Entonces se pueden hacer trampas ¿verdad?
- ¿A que te refieres?
- Si yo consiguiese información digamos "privilegiada" ¿puedo usarla en mi favor?
- Si, si es que eso existiese. Cualquier cosa o acción que os ayude es válida aunque sea trampa. Las alianzas también si es que os fiáis del otro, cambio de prisioneros... todo vale.
- Ahora vamos a nombrar a los lideres de cada equipo - habló Tsunade - ¿Cómo los podríamos llamar? A ver, algo a que suenen a que son los que mandan.
- ¿Macho alfa? - habló Kiba.
- Si bueno... mejor no, suena a jauría de animales.
- Les llamaremos "Tenientes" y "Sargentos" - propuso Jiraiya - Cada profesor va a nombrar ahora al "Teniente" de vuestro equipo. Lo ha hecho basándose en vuestro rendimiento en el día de hoy entre otras cosas. El o ella será el encargado y responsable de todo, organizará al grupo, nombrará a quien debe llevar la bandera, realizará la estrategia a seguir, si es que la hay; decidirá quien protege a quien y quienes serán mas agresivos... bueno, lo que hace un líder ante una misión. También habrá un "Sargento", un segundo al mando, digamos un hombre de confianza, alguien que le ayude... Bueno, pasemos a conocer a los elegidos.
- Bien - Kakashi dio un paso al frente - Por mi equipo, el magenta, creo que la mayoría ya lo tenéis claro. Shikamaru, se que es muy problemático pero te ha tocado, acércate... y tu pareja que venga que no queremos que pite.
Con bastante desgana, Shikamaru se acercó junto con Stella a Kakashi, este le dio una bandera de color magenta.
- Tu bandera. El sargento no lo he podido elegir, mis dos candidatos son Pain y Kabuto pero como tu eres muy listo te dejo el honor de que lo escojas tu.
- ¿Tengo que hacerlo?
- Si, pero puedes pensarlo un poco.
- ¡Mendokusei! Pero que morro tienes, sensei.
Ahora se adelantó Asuma.
- Por mi equipo, el naranja, en principio el teniente será Sasuke Uchiha y el sargento Tobi, aunque si queréis podéis cambiar el orden. Sasuke ven a por tu bandera.
Mientras Sasuke, seguido por Akane iba a por su bandera, Kurenai se preparó para hablar.
- Por el equipo amarillo, el teniente será Temari y el sargento Tayuya.
- ¡Chicas al poder! - exclamó Akane.
- Jo, yo quería ser el macho alfa - gruñía Kiba.
- Hombre el macho ya lo eres - rió Jisei.
- Por el equipo verde - habló Ebisu - El teniente será Kankuro y el sargento Suigetsu, venid alguno a por la bandera.
- ¿Y si no estamos de acuerdo? El mierda ese llegó el último - se quejó Sakon.
- Os aguantáis. La decisión de los profesores es irreversible.
- Por el equipo marino - dijo Iruka - El teniente será Deidara y el sargento Gaara.
Hubo muchos comentarios.
- Es nuestra decisión y no se discute nada - habló con voz firme Tsunade - Seguid.
- Por el equipo añil - dijo Anko - El teniente será Kimimaro y el sargento Neji.
- ¡Esto si que es una injusticia, dattebayo!
- Y por último - habló Gai - Pero no por ello el peor, por el equipo violeta, el teniente será Sasori y el sargento Sai. Aquí tenéis la bandera.

37. Equipos y parejas

Eran las 6 de la mañana. La directora Tsunade, en la puerta del gimnasio veía como los alumnos de 2-1 y 2-2 se iban agrupando mientras pensaba por qué demonios tenía que estar un sábado a las 6 de la mañana allí.
- Animo Tsunade - le dijo Shizune que estaba a su lado - Si esto va a ser divertido.
- ¿Están ya todos? Anko, Ebisu, pasad lista, yo voy dentro.
Tsunade se metió en el gimnasio, Anko, la tutora de 2-2 y Ebisu, tutor de 2-1, separaron a las dos clases y pasaron lista. No faltaba nadie.
- Id entrando en el gimnasio - dijo Ebisu - Y no arméis jaleo.
- Vamos pequeños cerebros de pez - decía Anko - Vosotros también y demostrar vuestra educación.
Desde luego se notaba que los profesores no estaban de muy buen humor.
Dentro del gimnasio les esperaban, aparte de la directora, Anko, Ebisu y la enfermera y secretaria Shizune; Jiraiya, uno de los profesores mas antiguos del instituto, maduro de cabellos grisáceos y sonrisa burlona; el sexy profesor Kakashi; Kurenai, dulce y encantadora; Asuma, enamorado de Kurenai; Gai, el profesor de educación física, siempre enérgico y por último Iruka. En un lateral había un montón de mochilas de distintos colores. Tsunade estaba situada detrás de una mesa, en ella había lo que parecían pañuelos de distintos colores, pulseras, chapas y unos sobres.
- Os preguntareis que hacéis aquí ¿no? Yo también me lo pregunto - habló con voz grave - En fin, ahora vosotros y nosotros, muy a nuestro pesar, vamos a pasar un bonito fin de semana de convivencia, no creo que ayude a que os comprendáis pero seguramente sirva para descargar adrenalina.
- ¿Nos vais a llevar de acampada? - se oyó preguntar a alguien.
- Si por mí fuera hacía experimentos genéticos con vosotros - gruñó Anko - Vamos a ir al infierno pequeños, y no contéis con regresar ilesos. Después de este fin de semana la palabra sufrimiento tendrá otro significado en vuestro limitado vocabulario.
- Desde ahora ya no vais a ser personas con nombre - continuó hablando Jiraiya - Desde ahora vais a ser un color, un número y una letra. Vamos a formar 7 grupos de seis personas, cada grupo tendrá asignado a un profesor que será "el capitán" y un color. Os relacionareis solamente con los miembros de vuestro equipo, no quiero decir que no podáis hablar con el resto pero tampoco es que vayáis a tener muchas oportunidades.
- Pero aquí no acaba la cosa - siguió la directora - Cada grupo, de seis personas estará a su vez dividido de dos en dos, es lo que vamos a llamar "parejas". Cada pareja, y aquí viene lo mas divertido, vais a estar unidos, muy unidos, no os podréis separar el uno del otro más de 3 metros, si lo hacéis, estas pulseritas tan monas que os vamos a poner os dará una descarga eléctrica a parte de avisarnos con un molesto sonido.
- ¿No estallarán, verdad? - preguntó Kiba.
- No - rió Jiraiya - No estallan pero son muy desagradables. Lo que vamos a hacer el fin de semana lo iréis viendo sobre la marcha, de momento, vamos a empezar haciendo los grupos y las parejas.
- Los grupos ya están hechos - dijo Shizune - Han sido hechos al azar y también las parejas. Os aseguro que ha sido algo totalmente aleatorio y no se ha tenido en cuenta nada, ni a favor, ni en contra. Los nombres están en esos sobres y nadie, salvo la directora y yo, saben lo que hay dentro. Os encontrareis con grupos formados por mayoría de una clase, mayoría de chicos... en fin, no se ha seguido ninguna lógica, así que no protestéis porque os haya tocado con alguien a quien odiéis y a otro con su mejor amigo ¿de acuerdo?
- ¿Podemos protestar? - dijo Naruto.
- No - respondió secamente Tsunade.
- ¡Pues entonces!
- Vamos a empezar que no podemos perder tiempo - continuó la directora - Veréis que pronto comprenderéis todo ¿Quien es el capitán del equipo magenta?
Shizune abrió un sobre del mismo color.
- Kakashi... Toma - le pasó el sobre - Nombra a tus chicos.
- Bueno vamos allá... Esto es tan intrigante para mi como para vosotros, yo tampoco se los nombres que hay aquí adentro así que... espero que no me deis mucha lata - Kakashi sacó una hoja y le echó un vistazo, se acercó a Tsunade - Esto... ¿esto está bien?
- Ha sido el destino - respondió Shizune.
- ¿El ponerlos juntos se debe a algo?
- El destino así lo ha querido - repitió la secretaria.
- Vale. En fin, pareja número 1, con la letra A está... Pain... ven, acércate y con la letra B... Kabuto.
- Bien - interrumpió la directora - Pues ya tenemos a la primera pareja, desde ahora Pain será Magenta1A y Kabuto Magenta1B ¿entendido? Kakashi, ponles las pulseras.
Kakashi cogió un par de pulseras de color magenta y con un pequeño destornillador tocó algo, una pequeña luz parpadeó en las dos pulseras a la vez durante unos segundos. Colocó las pulseras en las muñecas de los chicos, ajustándolas y cerrándolas con algo que parecían bridas.
- Estas pulseras nos se pueden quitar hasta que nosotros lo hagamos - comentó - como veis, solo se pueden quitar rompiéndolas, es inútil que lo intentéis de otra forma.
- ¿No os estáis flipando mucho? - dijo sarcástico Pain.
- Si, mucho y desde ahora Kabuto va a ser tu sombra y tu la suya. Vosotros no os lleváis del todo bien ¿no? Anda un poco para allá Kabuto, aléjate - Kabuto anduvo unos pasos - Vamos, un poco más, hasta que esto pite, así comprobaremos como funcionan.
El chico siguió andando hasta de que, sorprendiendo a todos, un agudo pitido comenzó a sonar preveniente de las dos pulseras.
- Si te alejas un paso más os dará una descarga - aseguró Jiraiya.
- ¿Seguro? - retó Pain - ¿No lo diréis solo para meternos canguelo?
- Da un paso hacia atrás - le dijo Kakashi.
Pain así lo hizo, tanto él como Kabuto dieron un salto al sentir aquella descarga. Lo que salió por boca de ambos no fue precisamente bonito.
- Lo siento chico - habló Tsunade - os ha tocado por ser los primeros.
- Tomad - Kakashi les dio una chapas de color magenta marcadas como 1A y 1B - Para que todos sepan quienes sois - y un pañuelo del mismo color - Ponéoslo dónde queráis pero que sea en un lugar visible. Coged cada uno una mochila de vuestro color, si os dais cuenta las hay de dos tipos, unas tienen una banderita y otras no, coged una de cada tipo, son vuestra tienda y sacos de dormir entre otras cosas.
- ¿Vamos a acampar como los boy-scouts? - preguntó Lee.
- Y sin protestar - siguió hablando Kakashi - Id a la puerta del instituto, hay un autobús, Jiraiya os acompañará, esperadme que ahora cuando esté el grupo me uniré a vosotros.
- ¿Podemos esperar aquí? - propuso Kabuto - Para conocer al resto del equipo.
- Si, vale.
- ¿Cuantas posibilidades hay de que me toque con Sasuke? - murmuraba Ino.
- Una entre 41 - contestó aburrido Shikamaru - Eso es más o menos el 2,5%... algo menos.
- Eso para ser pareja - agregó Akane - Para estar en el mismo grupo algo más.
- Siguiente pareja - hablaba Kakashi - Con la letra A: Shikamaru y con la letra B: Stella.
- ¡Ala, Bambi, te ha tocado con una Barbie! - se burló Akane.
- ¡Que suerte tío! - exclamó Kiba - al menos está buena.
- ¡Menuda gracia! - se quejaba Shikamaru.
- ¿Tengo que estar con esta vulgaridad? - se quejaba Stella.
- Si Stella, es lo que hay - respondió Shizune.
- ¡Por dios! Espero que no me pegue nada.
Miraba a Shikamaru realmente con asco, a este no le preocupaba demasiado ella, la idea de estar en el mismo grupo que Kabuto era lo que le tenía algo mosqueado.
- Que casualidades tiene la vida - murmuraba Shino.
- Vale, ahora la pareja 3, a ver, letra A: Chouji, B: Karin.
- ¡Que suerte Chouji estará con Shikamaru! - exclamó Sumire - Al menos estarán juntos.
- Si, porque son los únicos de nuestra clase en ese grupo - recalcó Ryuko.
Después de que les pusieran las pulseras y cogieran las mochilas, los seis, junto con Kakashi salieron. De camilo al autobús, Stella no dejaba de quejarse.
- ¡Como pesa esta mochila! ¡Ya podías llevarla tú que eres mi pareja! Desde luego, que mis padres van a tener noticia de esto ¡que vergüenza! Si alguien llegase a verme... con esta chusma de acampada… ¡por favor!
- Meter las mochilas en el maletero, subid al autobús y ocupad los primeros asientos - ordenó Kakashi.
- Estas muy callado ¿no, Nara? - habló burlón Kabuto - ¿Te han separado de alguien importante?
- Estamos juntos en esto - habló de improviso Karin con bastante mal humor - Intentemos llevarnos bien.
- ¡Callaos ya! - gruñó Pain - Tenemos que soportarnos ¿no? Pues hablemos lo menos posible.
Chouji miraba por la ventanilla preguntándose con quien le tocaría a Ryuko.
- Ya vienen los de otro equipo - dijo.
- Parece que es el de Asuma - habló Kabuto - El equipo naranja... ¡y mira que cosa tan curiosa!
- Si, es curiosa - añadió Chouji - Ven Shika, asómate y mira.
El equipo de Asuma estaba compuesto por Tobi y Jirobo, Kikyo y Ukon y, aquí es donde estaba lo curioso, Sasuke y Akane.
- 1 posibilidad entre 41 y va y le toca - dijo Shikamaru volviendo a su sitio - Ya es casualidad.
- Ya sabes lo que dicen - rió Chouji - Todos los tontos tienen suerte.
- ¡Mira que irle a tocar con esa cabeza de calabaza! - se quejó Karin, vale, si, le molestaba pero peor hubiera sido que le hubiese tocado la cabeza de chicle.
Shikamaru se sentó recostándose en su asiento y cerró los ojos, había cosas que era mejor no ver. Subieron Tobi, alegre y emocionado, Jirobo, que dirigió una mirada asesina a Chouji, Kikyo que corrió a lamentarse junto con Stella, Ukon, Akane y Sasuke.
- Hola Akane - dijo Kabuto - ¿Estás muy triste? ¿Te hubiera gustado estar conmigo?
Akane no contestó, de hecho, evitó mirarle.
- No sufras - continuó con media sonrisa Kabuto - Seguro que el Uchiha está dispuesto a consolarte.
Sasuke agarró a Kabuto de la sudadera.
- ¡Sasuke! - gritó Kakashi que se estaba imaginando lo que pasaría y subía al autobús - ¡Vale, no empecemos!
Karin miró fijamente a Sasuke ¡ya podía haberle tocado a ella! Era horrible tener que estar aguantando aquello y más cuando ella no había echo nada… pero lo soportaría, le demostraría a Sasuke que era capaz de aguantar muchas cosas.
- ¡Ya viene otro equipo! - gritó Tobi - ¡Si son todo chicas!
Era el equipo amarillo de Kurenai, pero no eran todos chicas, exactamente.
- ¡Que bueno! - se rió Akane - ¡Pobre Kiba!
El equipo estaba compuesto por Jisei y Kin, Kiba y Tayuya y Sumire y Temari.
- ¡Se lo van a comer! - también reía Chouji.
- Shika, ahí vienen 3 de tus novias, juntitas - continuaba riendo Akane - En ese grupo lo mismo hay víctimas.
El siguiente grupo, el verde, que lideraba Ebisu, estaba compuesto por Sakon y Hinata, Kankuro y Fatora y Zaku e Ino.
- Pobre princesa - se lamentó Jisei - Mira que tocarle con el diabólico de Sakon... que incómoda está la pobre.
- Y a Ino con Zaku, esto va a estar movido - apostilló Temari.
- Kankuro con Fatora... pues estará contento ¿no? - añadía Sumire.
- El hubiera preferido con otra pero vamos a falta de pan buenas son tortas - decía Jisei, al ver la cara de asombro de Sumire rió - Déjalo, a mi me hace gracia.
El grupo de Iruka era el marino. Lo componían Dosu y Kidomaro, un chico de piel muy morena y bastante amigo de Jirobo, Sakon y Ukon, Suigetsu y Gaara y Deidara y Shino.
- ¡Tócate los huevos! - se quejó Kankuro - Gaara y Deidara en el mismo grupo, aquí va a arder Troya.
Ahora llagaba el equipo añil de Anko con Neji y Naruto, Ryuko y Lee y Konan y Kimimaro. Por último llegó el profesor Gai con su equipo violeta compuesto por Sakura y Juugo, Sasori y Ten-Ten y para finalizar Sai y Misaki.
Misaki era un chico delgado de apariencia andrógina, melena castaña y algo larga y ojos grandes de color miel. Era un chico en apariencia callado y tímido aunque cuando se le conocía bien era muy alegre y espontáneo, pero claro, había que conocerle. El no estaba la clase 2-1 por haber participado en los incidentes del curso anterior, él no pertenecía ni sentía afinidad por el grupo de Kabuto o por el de Pain, él estaba allí porque no sabían dónde ponerle y curiosamente esa clase parecía la mejor para un chico como él. Durante dos años Misaki había mantenido una relación secreta y tortuosa con uno de los profesores hasta que el año pasado aquella relación salió a la luz. El profesor fue expulsado y Misaki también dejó las clases, no soportaba enfrentarse a los cuchicheos y comentarios del resto de los alumnos, ni a sus miradas o sus desprecios. Pero este año había decidido terminar sus estudios y reuniendo todo el valor que pudo se presentó frente a Tsunade.
Que tu orientación sexual sea distinta a los demás no es fácil y menos a ciertas edades, enfrentarse a ello menos aún, tener una relación con un profesor da mucho que hablar pero si se junta todo puede ser una experiencia realmente estresante. Curiosamente en esa clase Misaki podía pasar desapercibido, porque la mayoría de ellos simplemente le ignoraban, no le consideraban importante o tenían el interés en sus cosas y para él era mejor que la clase 2-2 porque seguro que Naruto y el resto intentarían ser sus amigos e integrarle y él no quería ser integrado en nada.
Podía no haber ido a esa convivencia, lo que sucedía no iba con él, Tsunade se lo propuso, pero él quiso ir, lo único que le faltaba era que cualquiera pensara que tenía "privilegios"
Una vez que todos estuvieron acomodados emprendieron el viaje. Este duró un par de horas en las que algunos, como Shikamaru, aprovecharon para dormir, otros, como Kankuro intentaban mantener una conversación con su compañero.
- Eres muy seri Fatora - la decía - Mejorarías algo si sonrieses más.
- Yo sonrío, soy muy simpática, con quien me da la gana, tú no te mereces mi sonrisa.
- Pues soy el hermano de Gaara.
- ¿Ves? El si se merecería mi sonrisa.
- Pues nos parecemos muchos.
- Si, sois iguales, como un huevo a una castaña, por favor no te humilles más.
- ¿No estás emocionada? - decía Lee bastante excitado.
- Un poco si - contestaba Ryuko - Pero me da miedo pensar lo que nos tendrán preparados.
- Es emocionante, yo estoy deseando llegar, sea lo que sea lo afrontaré con entusiasmo.
- Si estás cansada - decía Sasuke a Akane - Aprovecha para dormir.
- Estoy demasiado nerviosa para dormir - Además estoy de pareja con el Uchiha, no puedo desaprovechar esta oportunidad durmiendo.
- Siempre te burlas de mi, soy yo el que no puedo desaprovechar la oportunidad... el azar está de mi lado.
- No lo creo... Sakura no está aquí, estoy yo.
- Justo quien yo quería.
- ¿Que vas a hacer esta noche? ¿Te atreverás a dormir conmigo?
- ¿Crees que dormiremos juntos?
- Tiene toda la pinta, llevamos una tienda cada pareja y no nos podemos separar ¿Di? ¿No tienes miedo de que te ataque o algo así?
- Dormiré con un ojo abierto para no perdérmelo.
- ¿Sabes que estoy un poco preocupada?
- ¿Crees que te meteré mano?
- No, tú eres muy formal para eso y yo no despierto esas pasiones. Son algunas de las chicas, por ejemplo Sakura ¿estará bien con Juugo?
- Créeme con Juugo es con quien menos peligro puede correr. Puede que sea algo violento pero solo cuando se le provoca, por lo general odia la violencia.
- ¿Y Hinata? A ella le ha tocado con Sakon y ese chico si que da miedo.
- No se atreverá a tocarla, ya lo verás.
De Hinata precisamente también hablaban Neji y Naruto.
- Hinata es mas fuerte de lo que parece, no se va a asustar de ese - decía Neji - No, después de lo que ha pasado.
- Pues yo espero que los profesores sepan lo que hacen porque no me fio de él, menos mal que en su grupo está Kankuro.
- ¿Estás preocupado por ella?
- ¿Cómo no voy a estarlo? Ella es mi amiga y...
- Vale Naruto no te alteres tanto. Simplemente creí que nunca te fijabas en ella.
- ¿Cómo que no me fijo en ella?
- Es tan tímida que pensé que ni sabías que existía.
- ¿Pero que dices? Es mi amiga ¿Cómo no voy a saber que existe?
- Déjalo Naruto, déjalo, son cosas mías.
De momento Sakon la ignoraba, parecía más interesado en meterse con Ino.
- ¡Eh, rubia, no te lo tengas tan creído! Anda y mírame no seas vergonzosa mujer, yo muerdo pero te gustará.
- Déjala en paz - dijo medio riendo Zaku. No me la pongas nerviosa, a ver si se nos va a querer ir.
- Esta no se pone nerviosa - recalcaba Sakon - Al contrario, a esta le va la marcha ¿a que si rubia? Pues no tienes tu pinta de...
- ¡Métete la lengua por el culo! - gritó de repente Ino.
- ¿Lo ves Zaku? Esta es de las nuestras, es todavía más ordinaria que Tayuya.
- ¡Que me dejéis en paz! - agregaba Ino con toda su rabia.
- Al final la haréis llorar, vale ya ¿no? - intervino Kankuro.
- ¿Quieres que nos apostemos a ver quien...? - empezó a burlarse Zaku.
- ¿Que tienes que decir, payaso? - gritó muy alterado Kankuro.
- ¡Basta ya! - dijo Ebisu levantándose y acercándose a ellos - ¿Puede que seáis los peores de todos? ¡No voy a tolerar ni una amenaza más! ¿Entendido?
Por fin llegaron a su destino, lo que parecía un campamento militar.
- Ahora vamos a bajar por grupos - habló Jiraiya - Cogéis vuestras mochilas y esperáis guardando orden y silencio. Primero los últimos en subir, el equipo violeta, vamos, id bajando.
Al cabo de unos minutos ya estaban todos fuera listos para lo desconocido.
- Bien - dijo la directora - Ahora vais a entrar en ese barracón por grupos, hay un mostrador, allí os van a dar unos pantalones y una camiseta, entrareis en una sala que os indicarán y allí dejareis las mochilas y os cambiareis de ropa.
- ¿Nos vamos a cambiar todos juntos? - preguntó Lee.
- Si, pero solo por grupos.
- Pero ¿chicas y chicos juntos? - se interesó Stella.
- Si, sea como sea el grupo lo haréis ¿o es que no sabéis como no mirar?
Un gran rumor se extendió entre los chicos.
- Si no se quiere no se ve nada - agregaba la directora - Vamos es la primera prueba de que confiáis en vuestro equipo. Cuando terminéis iréis al comedor a desayunar, necesitareis energía.
Más de un chico sonreía maliciosamente... más de una chica también.
El equipo magenta fue el primero en entrar a cambiarse.
- Bien - dijo Kakashi - Las chicas mirad para allá y los chicos miraremos hacia este otro lado, si nos mantenemos así no habrá problemas.
- ¿Tu también te vas a cambiar? - quiso saber Stella.
- Si, yo también.
- Venga, dejaros de tonterías - dijo Karin quitándose la sudadera de su chándal, todos parecían un poco cortados - Vamos ¿me vais a decir que no es igual que un bañador?
- Bueno si - dijo Kakashi girándose - Pero los hombres tenemos una mente muy sucia.
- Sois unos retrasados pero en fin... - Karin se dio la vuelta - Ya no os miro.
- No olvidéis doblar vuestra ropa y colocarla en esas estanterías - explicó Kakashi.
No tardaron en salir vestidos ahora con una camiseta blanca y unos pantalones de camuflaje. Entró el grupo naranja de Asuma.
- No miréis a Tobi ¿vale? - decía éste.
- ¿Quien quiere verte a ti? - gruñó Ukon.
- Tobi siente vergüenza - añadía el primero.
- ¿Tienes algo que ocultar? - preguntó Akane mirándole de arriba a abajo.
- Lo mismo tiene los gayumbos sucios - habló Ukon.
- ¡Tobi no tiene los calzoncillos sucios!
- Será que tú estás lleno de palominos - dijo Kikyo señalando a Ukon.
- ¿Que has dicho, niñata?
- ¡Eh, eh! - intervino rápidamente Asuma - Vale, venga a lo nuestro.
Jirobo ya estaba cambiándose.
- Podías ser más discreto que no eres precisamente un Apolo - se quejó Kikyo.
- Al que no le guste, que no mire - contestó éste.
- Es mas interesante mirar a otros - dijo Ukon viendo como Akane se bajaba los pantalones aunque la sudadera no dejaba que se viera nada.
- ¿quieres que te haga daño? - le amenazó Sasuke.
- Ya vale Sasuke - dijo Asuma - Y tú Ukon, no hagas comentarios obscenos y no mires.
- Déjele que mire - dijo Akane - Es lo único que va a conseguir.
- ¿A Akane no le da vergüenza? - añadió Tobi.
- De momento no se me ha visto nada ¿a que no? ¿Qué pasa Tobi? ¿Te pongo nervioso?
- Tobi se pone muy nervioso.
- Pues no mires, tonto. Mira tu primo, date la vuelta como él.
- Pero verás el trasero de Tobi.
- ¡Tobi, que te des la vuelta de una vez! - gritó Kikyo - Hay que ver y parece tonto...
- Está bien, está bien, Tobi se gira pero no miréis ¿eh?
Pero sin duda el que peor lo pasó fue Kiba, en su equipo amarillo, sobretodo teniendo en cuenta que era el único chico, incluso su capitán era la profesora Kurenai.
- Kiba tu vete a ese rincón y olvídanos - le dijo Kurenai.
- Sensei, no puedo olvidarme.
Temari ya empezaba a quitarse el chándal.
- ¡Me va a dar un algo!
- Tú, payaso pervertido - dijo Tayuya cogiéndole del cuello de la sudadera. Por tus ojos en mi y será lo último que veas ¿entiendes?
- Déjale Tayuya - intervino Kin - Yo voy a mirarle a él, no me importa que mire.
- ¿Vas a mirar a Kiba? - exclamó Sumire.
- ¡Hombre! ¿Crees que me voy a perder el culito de este bombón?
- Me parece que aquí el acosado eres tú, Kiba - dijo Jisei.
- Estoy empezando a tener miedo - comentó el chico.
- Venga no le asustéis, vamos, giraos y no le miréis - habló la profesora.
- ¿Por qué de pronto me siento como un trozo de carne? - se quejaba el chico.
- Eres el lobo al que acosan los corderitos - rió Temari - No te fíes de los corderitos Kiba.
El equipo verde de Ebisu fue el que más problemas causó. Sakon y Zaku no eran precisamente un ejemplo de caballeros. Sakon fue el primero en quitarse el chándal y lo hizo delante de Hinata, asegurándose de que ésta le veía. Hinata, roja a más no poder, no sabía dónde mirar.
. ¿Te crees muy hombre por lo que haces? - le gritó Kankuro apartándole.
- Eh, eh, no me toques ¿Qué pasa contigo?
- Kankuro, no toleraré la violencia - habló severamente Ebisu.
- ¡Pues que no avergüence a Hinata!
- ¿Por qué iba a avergonzarse? Si en el fondo le gusta mirar ¿a que si? Venga, ahora te toca a ti, preciosa.
- ¡Sakon ya vale! - le recriminó Ebisu - Apártate de ella y tú, Kankuro, también.
- A lo mejor debería dejar que me mirase la rubita.
- ¡No pienso mirarte, asqueroso! - gruñó Ino.
Sakon la cogió del cuello.
- Ya cambiarás de idea, muñeca.
- ¡Sakon, ya basta! - ordenó Ebisu - Si sigues así tendré que sancionarte.
- ¡No las asustes hombre! - habló Zaku - Se atraen más moscas con miel.
- ¿Estás bien? - se interesaba Kankuro por Ino.
- Si, no es nada.
- Vamos, las chicas a ese lado y los chicos allí - hablaba Ebisu - Y el que se gire lo pagará muy caro ¿entendido?
En cambio el equipo marino de Iruka no tuvo ningún problema, ya que al ser solo chicos no tuvieron ningún tipo de situación especialmente violenta, solo la que se había producido por estar mezclados, sobretodo porque Gaara y Deidara se llevaban bastante mal. Entraron, se cambiaron y salieron rápidamente.
Tampoco hubo problemas en el equipo añil de Anko.
- No te preocupes Ryuko - decía Lee - Nadie os mirará.
- No - habló secamente Kimimaro - Nadie lo hará.
- ¿Nosotras tampoco podemos mirar? - decía maliciosa Konan mirando a Neji - ¡Pues que pena!
Por último, el equipo violeta de Gai también hizo un cambio bastante suave.
- No miréis - advirtió Sakura - Ni se os ocurra u os arrancaré las pelotas.
- Eres muy basta, niña - habló Sasori - Nadie va a mirarte, no caemos tan bajo como para espiar a unas crías, comportaros vosotras como una damas y no organicéis un espectáculo.
- No es correcto mirar a nadie mientras se desviste - añadió Sai.
- Eso, tampoco me mires a mi - advirtió Juugo a Misaki - No me fío de ti, todos sabemos lo que te gusta a ti.
- ¿Crees que le tienen que gustar todos los hombres? - sonrió Sai - A mi no me gustan todas las mujeres.
- Sai o como te llames - dijo Sasori - Cállate de una vez, es por tu bien.
- Yo no quiero poner nervioso a nadie - Sai sonrió - No me gusta la violencia.
- Pues tu cara me pone nervioso - añadió Juugo.
- Entonces no dejare que me mires ¿vale?
- ¡Stop! ¡Stop! - el profesor Gai empezó a hacer aspavientos - Vamos mis chicos, nosotros tenemos que demostrar que somos los mejores, ¡seremos el equipo mas guay!
- ¿Mas guay? - dijo Sakura en voz baja a Ten-Ten - ¿Que forma de hablar es esa?
- La suya Sakura - respondió Ten-Ten - Gai-sensei es... el Gai-sensei.

Resumo los equipos y parejas:
Equipo Magenta (Kakashi): Pain y Kabuto, Shikamaru y Stella, Chouji y Karin.
Equipo Naranja (Asuma): Tobi y Jirobo, Ukon y Kikyo, Sasuke y Akane.
Equipo Amarillo (Kurenai): Jisei y Kin, Tayuya y Kiba, Temari y Sumire.
Equipo Verde (Ebisu): Sakon y Hinata, Kankuro y Fatora, Ino y Zaku.
Equipo Marino (Iruka): Kidomaro y Dosu, Suigetsu y Gaara, Deidara y Shino.
Equipo Añil (Anko): Neji y Naruto, Ryuko y Rock Lee, Konan y Kimimaro.
Equipo Violeta (Gai): Sakura y Juugo, Sasori y Ten-Ten, Sai y Misaki.

36. Corazones heridos y corazones confusos

Shikamaru acababa de sentarse frente a su mesa cuando Ino apareció y se sentó encima de la misma cruzándose de piernas.
- ¿Que quieres Ino? - Shikamaru no tenía ganas de preguntar y no le interesaba lo que hiciera pero si le molestaba que ocupase su mesa.
- ¿Sabes lo que vamos a hacer?
¡Que irritante era aquella chica! Nunca decía las cosas claramente, le encantaba crear expectación hasta para lo más tonto.
- ¿No lo sabes? - sonrió Ino maliciosa.
- ¿Vas a bajarte de mi mesa?
- Vas a ser mi profesor particular - Ino pasó el dedo índice por la frente de Shikamaru hasta llegar a su nariz, bajó y lo detuvo en la punta. Shikamaru frunció el ceño e hizo un ademán con la cabeza para apartar aquel dedo - ¿No te lo ha dicho tu madre?
- ¡Ahg! ¿Qué me tenía que decir?
- Que me vas a dar clases particulares para subir la nota.
- ¿Quien? ¿Yo? No digas tonterías ¿haría yo algo tan pesado?
- Pues mis padres dicen que está todo resuelto. Lo han hablado con tus padres.
- A mi nadie me ha dicho nada.
- Pues tu madre dijo que estabas encantado. Me darás clases por las tardes, vamos a pasar mucho tiempo juntos.
- Lo siento Ino pero yo por las tardes estoy muy ocupado.
- ¿En que mejor que yo?
- Pues entre otras cosas en vivir. Además tenemos una obra pendiente ¿recuerdas? Soy uno de los directores.
- Bah, bah, bah, eso son tonterías - Ino se acercó a su oído - ¿Prefieres pasar la tarde con una chica malhumorada o conmigo?
Shikamaru sintió los ojos de Akane clavados en su nuca. Lo había oído, seguro, Ino no se había ni molestado en bajar el tono de voz.
Akane tiró el bolígrafo que sostenía contra la mesa violentamente, se levantó, cerró los puños y se dispuso a abandonar la clase. Shikamaru la vio pasar a su lado con paso firme y rápido.
- ¡Eh rubia! - Temari se acercaba a ellos - Ya te estás pasando de nuevo.
- ¿Por qué te metes en los que no te importa, coletitas? - gruñó Ino.
- Porque me sale de donde te cuento ¿Algún problema? - y cogió a Shikamaru del brazo obligándole a levantarse - Y tu espabila y haz algo ¿no?
¿Por qué las mujeres tenían que ser tan problemáticas? Shikamaru intuyó en la mirada de Temari que aquello era una orden y seguramente estaba en lo cierto, algo tenía que hacer. Resopló y salió del aula.
- ¿A ti no te gustaba Sasuke, mona? - seguí oyendo a Temari - ¿Por qué no dejas a Shikamaru en paz?
- Porque no quiero que caiga en tus zarpas, listilla.
Akane estaba apoyada en la pared del pasillo, Shikamaru, con las manos en los bolsillos, se puso a su lado.
- ¿Qué te pasa? - preguntó con el tono de voz más pausado que pudo.
- ¿Tiene que pasarme algo? ¿A ti que te pasa? ¿Que haces aquí fuera?
- Ino me da dolor de cabeza.
- ¿Ah, si? Que extraño. Anda y vuelve con tu rubia de cabellos dorados y ojos celestes como el cielo y deja a esta chica malhumorada en paz.
Shikamaru se movió y regresó al aula. Shikamaru se quedó muy confundido mirando hacia la puerta.
- ¿Mi rubia de cabellos dorados y ojos celestes como el cielo?... Será tonta.
Regresó al aula, Ino ahora estaba entretenida hablando con Sai, Temari charlaba con Chouji, al verle torció la boca.
- No me lo digas - le dijo - No has hecho nada ¿Y por qué dejas que Ino te trate así?
- Me da mucha pereza discutir con ella, grita mucho y me aburre.
- No siempre voy a estar aquí para ayudarte a librarte de sus zarpas.
- No te he pedido ayuda.
- Ya lo sé, tontainas, pero me da rabia que te trate como si fueras de su propiedad.
- Los chicos no deberían ser ayudados por la chicas, eso es antinatural.
- ¡Tú si que eres antinatural y absurdo! A ver cuando pones esa mente tuya al día, se de alguien que no te va a aguantar esas cosas.
- Temari ¿qué es lo que pretendes hacer?
Temari se acercó a él con los brazos cruzados.
- Arreglar lo que por mi culpa se estropeó - murmuró.
- Por tu culpa no se estropeó nada, no intentes remendar mis errores del pasado.
- Te conozco Shikamaru, no olvides que vi como lloraste por ella y no me gusta ver como sigues lamentando lo que pasó.
- ¿No crees que a lo mejor lo que deberías hacer es poner tu vida en orden?
- ¿A que te refieres?
- Sabes a lo que me refiero.
Shikamaru se sentó justo cuando entraba el profesor. Las mujeres eran más que complicadas y él estaba rodeado de todas las más difíciles e insoportables de tratar
Al terminar las clases, Akane tuvo que pasar por el periódico para solucionar un pequeño problema. En la puerta del instituto, Shino, Kiba, Ten-Ten, Chouji, Shikamaru y Ryuko la esperaban para irse, algo alejando estaba Sasuke.
- ¿Qué esperará? - preguntó Kiba mirándole.
- ¿Qué va a esperar? - respondió irónico Shikamaru.
Kiba miró a sus compañeros.
- ¿Espera a Akane? - dijo después de dudarlo mucho.
- ¿Te has dado cuenta tu solito? - volvió a ser irónico Shikamaru.
- No, Naruto me dijo a Sasuke le gusta Akane.
- Vaya, al final terminará sabiéndolo toda la clase - refunfuñó Ten-Ten.
- ¿Está esperando a Akane? - repitió molesto Kiba - ¿Por qué? Shika haz algo que te la está pisando.
Shikamaru le miró arqueando una ceja.
- Eso vengo yo diciéndole desde hace mucho - se quejó Chouji.
- ¡Pero que pesados sois!
- Shikamaru tienes que hacer algo - insistía Kiba - ¿No ves lo popular que es? No te ofendas pero las chicas se vuelven locas por él.
- ¡Eh, Sasuke! - gritó Shikamaru - Ven con nosotros, esperamos a la misma persona ¿no?
- ¿Pero que haces? gruñó Kiba - ¡No invites al enemigo!
Sasuke se acercó.
- Esperas a Akane ¿no?
Sasuke pensó si contestar, normalmente hubiera dicho algo como ¿os importa? pero aquellos chicos eran amigos de Akane y él también quería ser su amigo, así que, por lógica, debería relacionarse con ellos.
- Quiero decirle una cosa.
- ¿Por qué? - inquirió Kiba.
- Cachorro loco, no le atosigues - habló Shino - Sasuke tendrá sus razones.
- Bueno - dijo Shikamaru - Yo creo que me voy a ir - En realidad Shikamaru estaba distraído siguiendo los pasos de Temari.
- ¡No, tu no te vas! - Kiba casi gritó de forma alterada.
- Me voy, aquí ya estamos demasiados.
- Te acompaño - dijo Shino.
- Yo también ve voy, venga Kiba, acompáñame.
- Pe... pero... Akane... y Sasuke - balbuceó Kiba, Shino le agarró del brazo y tiró de él llevándoselo tras de si.
- No te preocupes que yo me quedo con Ryuko - reía Chouji.
- Pero ¿Estáis locos? - refunfuñaba Kiba - Habéis dejado al lobo solo con el corderito.
- ¿El corderito? - sonrió Shikamaru - ¿Crees que Akane es un corderito? Te tiene que dar pena Sasuke, él es el que se está metiendo en la boca del lobo.
Ten-Ten y Kiba se separaron e Shino y Shikamaru que, con gesto serio observaba como Temari se metía en el coche de Itachi.
- ¿Te dedicas ahora a espiar a Temari? - preguntó Shino.
- Me pregunto si sabe lo que hace.
- Y yo me pregunto si sabes tú lo que haces.
En el coche de Itachi, Tamari analizaba como comenzar "esa" conversación.
- ¿Qué te sucede Temari?
- Tenemos que hablar Itachi, nosotros... lo nuestro no puede seguir así.
- Tienes razón. Este fin de semana tenéis esa convivencia pero te prometo que el fin de semana que viene estaremos los dos solos.
- Pero es que yo quería que hablásemos.
- Tranquila, hablaremos, hablaremos todo lo que tú quieras.
- No lo entiendes, es que no podemos seguir así.
- De acuerdo - contestó de forma seria - Si lo que quieres es que todos se enteren yo no tengo inconveniente.
Temari le miró muy sorprendida.
- Haré cualquier cosa que me pidas. Pero creo que la más perjudicada serás tú.
Itachi frenó el coche bruscamente.
- Se acabaron las citas a escondidas, se acabaron estos disimulos si es lo que quieres.
- No es eso es...
- Temari, se que has estado con otro hombre, no soy tonto y creo que eso me da derecho a decir algo.
Temari le miró sin saber que contestar.
- No me importa lo que hayas hecho, se que te sientes mal pero si me molesta que me utilices. Yo también creo que tenemos que ordenar esta relación.
Y volvió a arrancar el coche. El resto del camino lo pasaron en silencio, Temari quería decirle muchas cosas pero Itachi parecía tan triste, tan apenado que prefirió guardar silencio.
Akane se extrañó al ver solo a Chouji y Ryuko esperándola, creía que estaría alguien más, tal vez Jisei, pero no, en cambio estaba Sasuke.
- ¿Y los demás?
- Parece que tenían cosas que hacer - contestó Chouji.
- Akane ¿puedo hablar contigo? - se dirigió a ella Sasuke.
- Si, claro, dime.
- Quiero acompañarte un poco del camino. Di Akane ¿te molesto?
- No... el camino es de todos, ve por donde quieras.
Caminaron en silencio. Chouji y Ryuko se quedaron unos pasos por detrás, de alguna forma imperceptible Sasuke parecía haber acaparado a Akane, esta miraba a Sasuke intrigada, preguntándose cuanto tiempo tardaría en hablar.
- ¿Me quieres preguntar algo? - dijo al fin incómoda ante tanto silencio.
- ¿Crees que quiero preguntarte algo?
- No se, supongo, algo tienes que querer porque tu casa está hacia el lado contrario.
- Yo nunca te haría algo así - musitó con voz baja.
- ¿Perdón? Es que no te he entendido.
- Si quedo contigo no quedaría con nadie más.
- ¿Eso a que viene ahora?
- Es por lo que dijiste el otro día en clase sobre el amor y lo que te pasó, he estado pensando en ello.
- ¡Ah! ¿Ahora te acuerdas de eso? No tienes que hacerme mucho caso, a veces hablo sin pensar y además, nunca debes decir que no harás algo.
- ¿Ese tío era imbécil? ¿Cómo te hizo algo así?
- Hombre, imbécil era, como cualquiera a su edad. Tu no sabes quien era la chica pero si alguien como ella te pide una cita lo normal es que tus hormonas organicen un golpe de estado a tu cerebro.
- ¿Le justificas?
- En cierta forma. Ella es alta, guapa, con buen cuerpo, interesante, sexy y yo... una caquilla con gafas y pelo naranja y encima me las voy dando de lista por la vida. Además es mayor que yo, a su lado parezco una cría... en fin, ya pasó.
- ¿Crees que te pasó aquello porque te consideras menos que ella? - la interrogó Sasuke.
- Seamos realistas ¿Qué chico va a negarse a intentar enrollarse con una chica así?
- Cuando estás enamorado no ves a nadie más.
- Evidentemente él no lo estaba de mí, duele reconocerlo, fue lo que más me dolió pero bueno...gracias a eso aprendí muchas cosas. Por cierto ¿tú has estado enamorado alguna vez?
- No, pero me imagino que...
- ¿Has hablado ya con Sakura?
- No me cambies de tema, estamos hablando de ti.
- ¿Que quieres? ¿Sabes quien fue el imbécil en cuestión?
- ¿Fue Kabuto?
- ¿Kabuto? ¿Qué sabes tu de mi y ese?
- Yo se muchas cosas de ti.
- ¿A si? Pues vaya...
- ¿Me dejarás curar tu corazón?
Todos se pararon en seco. Akane miró fijamente a Sasuke ¿que decía este chico? Drogado no parecía, ni borracho.
- Creo que me he pasado - habló Sasuke - ¿Te he asustado?
- Hombre ha sonado algo... trágico.
- Quiero decirte que no todos somos iguales, no es que quiera que... que... esto es muy violento.
- ¿Que os pasa? - dijo Chouji dando un par de pasos al frente.
- El Uchiha ha hablado sin pensar y ahora no sabe como decirme que no le haga caso. Es igual Sasuke, no tengo corazón ¿recuerdas? Lo dijo Shikamaru, él lo sabe bien.
- ¿Que quieres decir? - se extrañó Sasuke.
- La chica que traicionó a Shikamaru fui yo... el chico con quien me vio fue Shino ¿que te parece?
Sasuke miró confuso a Chouji y Ryuko, estos le hicieron un gesto encogiéndose de hombros como si no supieran de que hablaba y sonrieron.
- ¿Si? - Sasuke la miró incrédulo - ¿Por qué hiciste eso?
- Porque soy una chica mala - volvió a andar, Sasuke la sujetó el brazo obligándola a detenerse.
- ¿Por qué actúas así?
- Porque odio a los hombres, o mas concretamente a los jóvenes, no soporto que os pavoneéis de cuantas chicas os ligáis, no soporto que hagáis mas caso a vuestras caderas que a vuestro corazón y no soportaba ver a Shikamaru todo el día con Temari y con Ino detrás de él, y Tayuya y Kin y la pobre Shiho al que él ni mira ¿que pasa? Me convertí en vengadora de corazones rotos.
- No te creo - sonrió Sasuke - Eso no coincide con lo que Shikamaru contó, él no fue victima de una loca vengadora.
- ¿Y tú que sabes? Yo puedo ser muy mala.
- ¿Quieres que piense que estas loca o algo así? Pues no, yo se que no eres así. Lo primero, si fueses como dices dudo mucho que Shikamaru fuese tan amigo tuyo como es ¿Que quieres? ¿Espantarme? Lo único que estás logrando es provocar que quiera conocerte cada vez más. Además, si de veras eres tan mala eres todo un reto, no has hecho más que provocarme, niña mala.
- Ahora me estás dando miedo.
- Si quieres jugar a que eres mala, jugaremos hasta el final.
Sasuke la miraba de una forma intensa y profunda mientras sonreía de medio lado.
- Ejem - carraspeó Ryuko muy molesta, no ocultaba que Sasuke no le agradaba y menos que tuviese esas confianzas con Akane - ¿Podemos seguir andando? A este paso llegaremos muy tarde.
Shikamaru entró en su casa sin saludar, se descalzó y fue directamente hacia su habitación.
- Shikamaru - oyó a su madre mientras subía, se detuvo - ¿Qué pasa? ¿Ya no se saluda?
- Hola mamá.
Siguió subiendo. Entró en la habitación, soltó la cartera y se tumbó en la cama cerrando los ojos.
- ¿Que te pasa? - dijo su madre entrando.
- Déjame, no estoy de humor.
- ¿Crees que esa son maneras de hablarme?
- Lo siento - dijo sentándose en la cama - Oye ¿le has dicho tú a los padres de Ino que le daría clases a su hija?
- Pues claro, estaban preocupados las notas de Ino están bajando.
- Ino no necesita clases, lo que necesita es atención psicológica y pensar menos en chicos.
- ¿Estás celoso?
- Dile a sus padres que no puedo darle clases.
- ¿Pero que dices? ¿Cómo que no le vas a dar clases?
- Tenías que haberme consultado a mí antes de comprometerte. No voy a darle clases.
- ¿Serás capaz de avergonzar así a tu madre?
Ya se lo he prometido, además es una oportunidad para reanudar tu relación con Ino.
- Mamá, a ver si lo entiendes, no me interesa Ino, ni tener relaciones con ella de ningún tipo.
- Shikamaru, los Yamanaka son amigos nuestros desde hace mucho tiempo, si su hija tiene problemas nosotros tenemos que ayudarles.
- Uff... Mira, le daré clases, un día a la semana, los lunes.
- Pero hijo...
- Los lunes, es el único día que puedo, no voy a renunciar a otras cosas por ella, es lo que hay, que lo tomen o lo dejen y... tengo mis condiciones.
- ¿Condiciones?
- Le daré clases aquí, en nuestra casa, no pienso ir a la suya, como mucho a la biblioteca pública. Y no le daré clases en mi habitación, ni en ninguna estancia privada, lo haré en el comedor o en la cocina, en un sitio donde se nos pueda ver bien-
- ¿A que tienes miedo?
- Es lo que hay, no me fío de Ino, tiene ideas muy raras ¡ah! y otra cosa: el mes que vienes es el Tanabata, quiero prestarle a Akane tu kimono, el azul de las estrellas.
- ¿Le quieres regalar mi kimono?
- Podía ser, tú ya no te lo pones ¿que más te da?
- Pero lo guardo para tu esposa.
- Quiero que Akane lleve ese kimono el día del Tanabata y la voy a llevar a ver las estrellas, le debo una cita y se la voy a pagar, así que no hagas planes con los Yamanaka como haces siempre.
Yoshino vio a su hijo tan decidido, tan extrañamente distinto a como era siempre que no se atrevió a contradecirle.
Jisei no era una chica como las demás, eso es lo que siempre le habían dicho. Quizás era una persona demasiado empática, la mayoría de las personas que la conocían no creían que viera las auras pero lo que estaba claro es que "sentía" los sentimientos de los demás, los percibía y eso era un hecho innegable. Nadie como ella era capaz de darse cuenta de la alegría y el sufrimiento de quienes le rodeaban y eso sería por algo, quizás su capacidad de empatizar con los demás fuera muy superior a la de cualquier otra persona, fuera como fuese, Jisei tenía un "don" y ese don había que aprovecharlo, algo tenía que hacer con él, era egoísta no compartirlo. Desde hacía ya años, una vez a la semana, Jisei acudía al tempo Tsukishiro, un templo sintoísta a las afueras de Konoha, allí los monjes la ayudaban a canalizar ese don y a saber utilizarlo para ayudar a los demás y eso era algo que a Jisei le llenaba de satisfacción porque se sentía útil ayudando a otras personas.
Era ya tarde cuando regresaba a su casa, sus padres no estaban, en esos días había sido sus bodas de plata, 25 años de casados y eso no es algo que se cumpla todos los días, así que se habían regalado el viaje de novios que al casarse no pudieron tener. Jisei tenía que darse prisa, precisamente hoy le tocaba hacer la cena a ella, seguro que Kisuke, su hermano estaría tocándose la barriga y se metería con ella.
Como se había ido al templo nada más salir de clases, aun llevaba puesto el uniforme y cargaba con la cartera. Buscó las llaves de su casa, como siempre estarían al fondo de todo. Mejor llamaría y que le abriera su hermano.
Nada. No abría. Volvió a llamar... y una tercera vez... estaba claro que Kisuke no estaba en casa. Se sentó en el cuelo y vació la cartera... las llaves no estaban, ahora recordaba que el día anterior las llevaba en el bolso y no las sacó... estupendo, estarían aún en el bolso, dentro de casa.
Cogió el móvil para llamar a Kisuke ¿dónde estaría a esas horas? Una nueva desilusión: su hermano no respondía a las llamadas, no se extrañaba, algo le decía que todo se le había torcido ¿y ahora que hacía? Llamaría al trabajo de Kisuke, seguramente no estaría allí, hacía horas que había terminado su jornada pero bueno, a lo mejor le había surgido algún problema.
Efectivamente le comunicaron que de allí ya se había marchado. Volvió a intentar llamarle... era inútil ¿que estaría haciendo?
Bien, pues lo intentaría con Iruka, a lo mejor estaba con él.
- ¿Iruka? - habló cuando éste contestó a su llamada, por lo menos él contestaba - Soy Jisei.
- ¿Jisei? ¿Sucede algo?
- ¿Está Kisuke contigo?
- ¿Por qué? ¿Aún no ha llegado a casa?
- Pues no y me he olvidado las llaves dentro ¿Tú sabes dónde está?
- Ah... si, si se dónde está
- ¿Y le puedes decir que venga? Es que lo estoy llamando pero no me lo coge.
- No me extraña. Esto... Jisei, espérame en el restaurante que hay enfrente de tu casa, voy enseguida.
- ¿Que vas a venir? ¿Por qué?
- No creo que pueda convencer a tu hermano.
- ¿Por qué? ¿Dónde está?
- Está... ocupado. Esta tarde ha visto a una antigua amiga muy querida por él y estarán charlando.
- ¿Qué se ha ido de ligue con una tía? - gritó Jisei.
- Tranquilízate.
- No si me da igual, ya es muy mayorcito pero podía coger el teléfono ¿Tú no puedes hacer que al menos te de las llaves de mi casa? Por mi puede pasar la noche donde quiera pero yo tengo que entrar.
- Anda, espérame donde te he dicho, voy a intentar pasar por dónde está Kisuke a ver si me da las llaves ¿De acuerdo?
- Bueno, venga, te espero... que remedio.
Jisei hizo lo que Iruka le había pedido. No esperó demasiado, Iruka llegó antes de lo previsto.
- Hola Jisei.
- Hola Iruka, siento haberte hecho venir hasta aquí.
- No hay problema ¿Has tomado algo?
- Solo un batido.
- Bien, lo pago y nos vamos.
- ¿Te ha dado las llaves?
- No. No he podido hablar con él.
- ¿Dónde está? No... mejor no me lo digas.
- No te enfades con él, es un hombre joven y saludable y tiene...
- Ya, ya, si lo entiendo, lo entiendo. Lo único que quiero es entrar en casa.
- Pues no vas a poder. Venga, vente a la mía.
- ¿Qué? - gritó Jisei al tiempo que su corazón parecía saltar dentro de su pecho.
- Esta noche la pasarás en mi casa. No te preocupes, yo dormiré en el comedor.
- ¿Pero que dices? ¿Cómo voy a pasar la noche en tu casa?
- ¿Dónde la vas a pasar si no? Bueno, claro, puedes ir a casa de alguna compañera.
Jisei suspiró resignada.
- Pues a casa de Akane no puedo ir, a penas si cabe ella... y los padres de Ryuko son muy estrictos y no les agradará la idea... si no te importa ¿podías llevarme a casa de Ten-Ten?
- Bueno, claro.
Jisei parecía dudar.
- O mejor llévame a un hotel. Mañana te devuelvo el dinero, te lo prometo, es que no quiero molestar.
- ¿Estás tonta?
- Es que es muy tarde y...
- Te vienes a mi casa.
- ¡No puedo ir a tu casa!
- ¿Por qué no? Yo me he quedado a dormir en la tuya algunas veces.
- Ya, pero no es lo mismo ¿que pensaría la gente si me ve entrando en tu casa? Piensa en tu reputación.
- Pensarán que me he ligado a una chica joven y guapa.
- ¿Pero y si saben que soy tu alumna? No, Iruka, no puedes arriesgarte.
- Pues si me ven entrando en un hotel contigo va a ser peor.
- ¿Por qué?
- ¿Crees que voy a dejar que pases la noche sola en un hotel? Anda, vamos a mi casa. Esperaremos a ver si Kisuke coge el teléfono, hablaré con él e iré a por las llaves ¿de acuerdo?
Jisei le miraba mordiéndose el labio, la verdad es que pasar la noche en casa de Iruka era algo que la llenaba de hormigas el estómago. En realidad, había una parte de ella que lo estaba deseando.
- Venga, cuanto más tarde se haga peor pensarán de mí.
- Me da mucha vergüenza.
- ¿Acaso no hay confianza entre nosotros?
Iruka pagó el batido y entraron en el coche tomando rumbo hacia la casa del profesor. Iruka la miraba de reojo, el aspecto de Jisei era realmente como el de un perrillo abandonado en busca de un sitio donde cobijarse, con su carita asustada y vergonzosa, pero la encontraba preciosa, quizás fuera porque la veía desamparada y entraban ganas de abrazarla y reconfortarla,... ¿Pero que estaba pensando? ¡Por dios! que era una de sus alumnas y además la hermana de su mejor amigo, la hija de los que le consideran casi como de la familia... ¿cómo podía estar pensando esas cosas? Sin embargo no podía evitarlo, Jisei era muy atractiva y ya no era ninguna niña, había cumplido los 17 años, pocos meses le quedaban para los 18... no, ya no era la pequeñaza alumna a la que no le gustaba la biología, había crecido y ahora era una mujer, la naturaleza no suele quedarse parada, sigue su curso y la prueba estaba allí. Iruka sentía verdadero aprecio por ella, o al menos eso se decía a sí mismo cuando se descubría mirándola sin darse cuenta; le gustaba su compañía, no solo era su alumna, era la hermana de alguien a quien consideraba uno de sus mejores amigos, la hija de una matrimonio encantador, unos padres para él. El nunca se había fijado en ninguna de sus alumnas, nunca, pero ella era distinta, cuando estaba con ella, con su familia, él podía dejar atrás su rol de profesor y ser un amigo, uno más de la familia y ella también dejaba atrás el papel de alumna, era una chica, una chica corriente, la hermana de su amigo y también amiga suya, por eso él la miraba de forma diferente, porque ya no era su alumna y descubrió que además la miraba como a una mujer, al fin y al cabo él no era tan mayor, era un hombre joven, solo tenía 26 años y ella ya era muy atractiva y la naturaleza tampoco se para en esos temas, que las necesidades biológicas son muy fuertes, que no podía evitar fijarse en ella como en una mujer, que aunque quisiese mantener su mente distraída ciertas partes de su cuerpo no pensaban igual.
Hablando de bastantes cosas superficiales llegaron a su apartamento. A juicio de Jisei era un sitio perfecto, pequeño pero muy acogedor e Iruka lo mantenía siempre limpio y ordenado. Tenía una sala que era a la vez el comedor y la cocina, luego un cuarto de baño y otra habitación, la de Iruka.
- ¿Quieres que te traiga un chándal o algo para que estés más cómoda?
- No, no, no hace falta, gracias. Si no te importa, aún me quedan cosas por hacer.
- Claro, tu misma. Yo voy a intentar llamar otra vez a tu hermano.
Mientras Jisei intentaba terminar sus tareas pendientes, Iruka se dedicó a llamar repetidamente al teléfono de Kisuke, sin ningún éxito. Estaban en un silencio incómodo que ninguno de los dos se atrevía a romper.
- ¿Quieres algo de cena?
- No, no te molestes.
- Si no es molestia, tengo que hacerla de todas formas.
- Pero es que ¿y Kisuke?
- Mira, creo que vamos a tener que olvidarnos de Kisuke. Voy a sacar un futón que tengo y lo pondré en el comedor, tú puedes dormir en mi cama.
- No, de eso nada, yo dormiré en el futón.
Iruka sonrió nervioso ¿por qué se ponía nervioso? Era la hermana de Kisuke, era su amiga ¿tanto le perturbaba la idea de que durmiese en su casa? ¿que clase de pervertido era? por favor, que aquella chica era la hija de los Nagashiyama, que le habían abierto las puertas de su casa y tratado con tanto cariño... Pero no podía evitarlo, en esos momentos ya no era su alumna, ni la hermana de su amigo, no era la niña a la que llevaba años dando clases, en esos momentos pensaba en ella como... Se sentía avergonzado de sí mismo y de esos pensamientos que se empeñaban en venir a su mente, sería porque estaba en su casa, porque estaban a solas, porque se había dado cuenta de que ya no era una niña, y el darse cuenta había producido tal cortocircuito en su mente que ya no sabía como mirarla.
Jisei miraba de vez en cuando a Iruka, estaba muy nerviosa, cada vez muy nerviosa, eso parecía una tontería, ella tenía confianza con Iruka pero no lo podía evitar, estaba en su casa, estaban a solas y como siempre sentía ese maldito tio vivo dentro de ella al estar cerca de él ¿Qué hacía? ¿Qué decía? Realmente la situación era muy incómoda, lo mejor sería decirle que la acompañara a casa de Ten-Ten, pero ya era tarde y...
- Ven, vamos a cenar - Iruka la sacó de sus pensamientos - ¿Has terminado ya, no?
- Ah, si, si.
- Espero que te guste, no es mucho.
Cenaron rodeados por aquel ambiente tenso e incómodo.
- Siéntate en el sofá - dijo Iruka al terminar -He preparado un chocolate calentito para que te ayude a dormir.
Jisei sonrió, "chocolate calentito, que Iruka este, nunca cambiará" pensó.
- ¿Te he ofendido? ¿Quizás es algo infantil para ti?
- No, chocolate está bien, me apetece.
Jisei se sentó en el sofá. No tardó Iruka en acompañarla con dos tazas humeantes de chocolate.
- A mi me ayuda a conciliar el sueño.
- Es perfecto. Solamente pensaba que es una pena no ser adicta al chocolate, así podría poner esa excusa, aprovecharme y lanzarme a besarte alegando que tenías chocolate en los labios o que se me había ido la...
Iruka la miraba con los ojos muy abiertos. Jisei se sonrojó, no podía creer lo que acababa de decir.
- Perdona, he hablado sin pensar es que tú...me gustas.
Iruka realmente se encontraba bastante apurado.
- Lo siento Iruka, no te pongas tan serio, que no te voy a besar ni nada, somos amigos, solo era una pequeña...
Jisei no pudo terminar su frase, Iruka, dejándose llevar por un impulso inconsciente le había acercado a ella y la callaba poniendo en sus labios un pequeño beso. La miró temiendo su reacción.
- Perdona...tu también me gustas... esto... Vamos a ver que hay en la tele - dijo algo nervioso Iruka.
Guardaron silencio. Ambos se sentían incómodos y miraban la televisión sin ver nada. Iruka pensaba que era ridículo, estaba comportándose como un adolescente ¿por qué no se comportaba como un hombre? Por una parte algo en su cerebro no dejaba de repetirle que aquella era su alumna y la hermana de su amigo y por otra su cuerpo entero se sentía atraída hacia ella, quería tocarla, sentirla...
Jisei se sentía confusa y acalorada, llevaba mucho tiempo sintiendo aquello por su profesor ¿qué era? ¿sería amor? no lo sabía pero si sabía que ya no podía más, había estado guardándoselo durante mucho tiempo, era algo que la confundía, necesitaba saber que era lo que sentía, necesitaba quitarse ese nudo de la garganta, necesitaba decirle de una vez lo que pensaba, aunque la rechazase, pero no podía más con ese secreto.
- Iruka, yo...no quiero molestarte pero quiero que sepas que hace ya algún tiempo no puedo verte como a mi profesor, solo puedo verte como a...un hombre. Espero que me disculpes, solo quería que lo supieses, pero no te apures, soy consciente de que para ti soy aún una cría, una alumna, yo...solo necesitaba decírtelo, es un peso que me he quitado de encima, ahora puedo enfrentarme a ello y olvidarlo.
Iruka la miraba realmente asombrado, no sabía que le asombraba más, si la sinceridad de la chica o la madurez que parecía demostrar. De nuevo aquel impulso volvió a dominarle, cogió la nuca de Jisei con una de sus manos y la atrajo hacia sí, volviendo a juntar sus labios, esta vez con un beso más intenso y también quizás algo más violento.
De improviso Iruka rompió aquel beso y se apartó bruscamente.
- Lo siento, lo siento, perdóname, no se que me ha pasado... lo siento.
- Ha sido culpa mía. He hablado sin pensar. No me hagas caso Iruka. No te preocupes, no te molestaré nunca más.
- No es eso Jisei, no es eso... es que tu... eres la hija de los Nagashiyama... la hermana de Kisuke... mi alumna... yo... yo...
- No te preocupes Iruka, si lo entiendo, solo soy una jovencita con sueños absurdos y románticos en su cabeza. Siento haberme dejado llevar. No quiero que te sientas incómodo...
- No me siento incómodo contigo, me siento incómodo conmigo mismo, no se que me pasa y porqué he reaccionado así, me he comportado como un asqueroso. Por favor Jisei, vamos a olvidar todo lo que ha pasado, será lo mejor.
- Si, será lo mejor. Creo que me he sentido furiosa con Kisuke y por eso...
- Si... creo que a mi me ha pasado algo así.
Ninguno de los dos sabía muy bien lo que estaba diciendo pero si sabían que no querían estropear el lazo que les unía.
- Es que salí con tu hermano y creo que he bebido demasiado y aún tengo alcohol en mis venas.
- Si y yo me sentía desamparada y tú me has ayudado... a veces el agradecimiento se confunde con...
- Si... eso debe haber sido. Bueno, yo duermo en el comedor y ya no se habla más.