domingo, 31 de agosto de 2014

120. La realidad no es siempre como pensamos

Akane esperaba a Sasuke en su clase. Había juntado dos mesas para poder estar más cómodos, sacó su tartera y la miró con desgana, no le apetecía comer nada. Sasuke había salido a coger un par de refrescos y mientras esperaba su regreso, Akane comenzó a pensar en la mejor forma de abordar aquel tema, tenía que mostrarse tranquila, segura y firme mientras jugueteaba con la figurita de madera que le había dado Shikamaru.
La puerta se abrió y entró Sasuke. Se sentó enfrente de Akane con gesto grave.
- ¿Estás enfadada conmigo?
- No, enfadada no, más bien molesta. Ejem, a ver Sasuke es que quiero que comprendas algo y no se como decírtelo de forma delicada.
- Me imagino que...
- No me has dejado embarazada - le cortó de golpe, parece ser que la idea de decirlo de forma delicada no la había convencido del todo- No quería ser tan brusca pero estas cosas es mejor decirlas cuanto antes. Tu no tienes porqué cargar con un error que no ha sido tuyo.
- ¿Estás segura?
- Estoy muy segura. Es bastante improbable físicamente.
- Pero no imposible.
- A ver como te lo digo... Antes de "aquello" yo ya estaba embarazada. Mira Sasuke, no se que te ha llevado a hablar con mi madre, no se porqué has podido pensar que podía estar embarazada de ti pero te aseguro que no es así y tenemos que aclarar el malentendido con mi madre.
- Pues tu madre, cuando le dije que yo era el padre pareció reaccionar como si lo supiera.
- ¿Ah si? ¿Que dijo? ¿Que ya sabía que yo era una guarra que me voy acostando con cualquiera?
- No, no dijo eso.
- No claro que no. Delante de ti se portaría muy bien, seguro que hasta habló bien de mí y dijo algo como "mi pobre hijita".
- Lo que yo le dije no fue tan descabellado.
- A ver Sasuke, es que me gustaría que lo entendieras. Estoy embarazada de Shikamaru.
- ¿Quien lo asegura? A veces los embarazos suceden de la forma más rara.
- No si ya rara ha sido pero no. Te lo aseguro yo y una ecografía que me hicieron. El embrión medía lo que debía medir un embrión que fue concebido... dos semanas antes de lo nuestro.
- Eso es muy relativo, puede ser que vaya a ser un niño grande, no puede haber tanta diferencia.
- La suficiente. Si hubiera estado embarazada de ti, o de Shino, eso hubiese sido demasiado pequeño para medirlo - Akane resopló - No te entiendo Sasuke, no te entiendo, cualquier chico en tu lugar se alegraría de saber que no es el padre pero tu no y no puedo comprenderte.
- Akane - Sasuke clavó sus negros ojos en ella - ¿Por qué no me lo dijiste?
- ¿Qué te iba a decir? No te dije nada porque no hay nada que decirte.
- Pero a Shikamaru si se lo dijiste.
- ¡No te fastidia! El es el padre.
- ¿Y yo?
- A ver Sasuke, tú no eres el padre.
- ¿Y si lo soy? ¿Quien me garantiza que no lo soy?
- ¿Cómo que quien? ¿Y quien te garantiza lo contrario?
- Sabes lo que pasó aquella vez.
- Si, se lo que pasó, que tu, Shino y yo nos enrollamos. Lo que no recuerdo es si yo llegué a más con alguno de vosotros o no pero mira, ya que sacas el tema, casi mejor que no hurgues en él porque si me tocas mucho las narices lo mismo te denuncio por violación.
- No quieras liarme diciendo tonterías.
- No, no digo tonterías. Yo no quería hacer nada contigo, no te ofendas, eres muy guapo pero no soy de las que se enrollan por enrollarse, deberías acordarte, no doy ni besos y si te aprovechaste de mí porque estaba... borracha pues... me molesta Sasuke, me molesta bastante. No me gusta pensar que usaste mi cuerpo sin yo saberlo, es lo mismo que a ti ¿no? A ti te molesta pensar que Shino te violó.
- Eso no pasó.
- ¿Y cómo estás tu tan seguro?
- Porque es imposible.
- Pues también es imposible que yo tuviese sexo contigo. Bueno a lo mejor si tuvimos algún tipo de relación sexual, no pongo la mano en el fuego porque yo estaba muy calentona pero te aseguro que no llegamos a mantener una relación sexual completa que incluyera un coito.
- ¿Estás segura? Yo no recuerdo eso. Te recuerdo encima de mi y como te movías.
- Vale, lo que tu digas - miró avergonzada hacia la ventana - Pero yo no me metí nada tuyo dentro... Me da miedo Sasuke, me daba miedo, no pude hacerlo.
- ¿Tenías miedo de mi y de Shikamaru no?
- Es porque Shikamaru no estaba borracho, tú estabas hecho un burro. Me cogiste las muñecas y me hiciste daño, me clavaste los dedos en el muslo, recuerdo tener marcas de dedos.
- Ese no fui yo, sería Shino.
- No, Shino nunca me haría daño, nunca. Shino te hizo daño a ti ¿No te acuerdas? Porque yo si recuerdo como lloriqueabas.
- Eso te lo estás inventando.
La verdad era que si, se lo estaba inventando todo pero le encantaba como el rostro de Sasuke iba cogiendo aquel rictus de terror.
Guardaron unos minutos de silencio mientras comían lentamente y sin mirarse.
- Puede que hiciéramos algo Sasuke - habló lentamente, intentando controlar su respiración y no parecer alterada - No lo voy a negar, ni a hacerme la santita. Estaba ebria y seguramente drogada y excitada, me desperté vestida solo con unos calzoncillos así que no voy a ser inocente y pensar que no pasó nada pero yo se que Shino no dejaría que me hicieras nada aunque él también estuviera ebrio y excitado... está bien Sasuke, no lo se, no se lo que pasó y tengo que ponerme en lo peor y aunque me ponga en lo peor y piense que entre nosotros tres hicimos una especie de mini orgía o un trío pues... no estoy embarazada ni de ti, ni de Shino y mira, esa es una razón más para creer que no llegamos al final, porque ya estaba embarazada y las relaciones sexuales me hacen daño y por muy borracha que estuviera si me hicisteis daño seguramente me negaría. Te todas formas esta es una anécdota que debemos olvidar.
- No es tan fácil de olvidar.
- Si lo es. Es solo una anécdota en nuestra vida, tampoco es tan importante, fue una juerga que se nos fue de las manos y ya está.
- ¿Y las consecuencias?
- No hay ninguna consecuencia. Mira, tienes suerte, puedes seguir tu vida tranquilamente, si tu crees recordar que tuvimos un revolcón pues mira, mejor para ti, ponme en la lista que chicas a las que te has tirado y ya está.
- No hables así, me haces daño.
- Has tenido suerte Sasuke, este problema no es tuyo, olvídalo.
- ¿Y si no quiero olvidarlo? ¿Y si es que estoy... sintiendo algo por ti?
- No Sasuke, no me digas eso.
- ¿Por qué no puedo decírtelo? A lo mejor lo que me pasa es que siento algo por ti, algo que nunca he sentido y quiero formar parte de tu vida.
- No sigas por ese camino.
- ¿No puedo sentir algo por ti?
- Claro que si, somos amigos.
- No, no es amistad, es otra cosa. Akane no seas tonta y aprovéchate. Yo te ofrezco algo bueno. Ni tu, ni tu hijo pasareis hambre, seréis unos Uchiha ¿Sabes lo que eso significa?
- No, no se lo que significa ser una Uchiha pero si se que este niño no es un Uchiha ¿Y que será de él, eh?
- Tendrás muchas comodidades, ya no tendrás que trabajar más y podrás estudiar lo que te de la gana. Apuesto a que con los Nara o los Aburame no podrás hacer eso y tendrás que dejar de estudiar y tu madre me dijo que querías estudiar y ella también lo desea.
- Eso es cierto pero lo de mi madre no, a ella que yo estudiase o no le trae sin cuidado, será hipócrita - gruñó en voz baja.
- Pues si me aceptas a mi no tendrás que renunciar a nada.
- Uy que no. Para empezar tú eres muy orgulloso y eso no lo puedes evitar.
- ¿Y eso que tiene de malo?
- Que terminarás odiándome. Piénsalo, quedan siete meses de embarazo, siete, octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril... son muchos meses, muchos, muchos días en los que a veces te asaltará la duda ¿Será un Uchiha o no? Y recordarás lo que te he dicho y recordarás que te dije que Shikamaru era el padre y pensarás que Shikamaru y yo tuvimos relaciones sexuales y te preguntarás cuantas y entonces comenzarás a dudar de que este hijo sea tuyo porque te darás cuenta de las pocas posibilidades que tienes.
- Es algo a lo que tengo que arriesgarme.
- Ya, claro ¿Y tus padres? ¿Lo van a aceptar ellos? ¿Va tu padre a aceptar a una chica embarazada de alguien que quizás no es su hijo? ¿Y cuando nazca y os deis cuenta de que no es un Uchiha? ¿Qué va a pasar entonces? A ver dime ¿Va a ser aceptado en tu ilustre familia mi pequeño bastardo? Mira Sasuke, si yo hubiese tenido una mínima duda de que tu podías ser el padre hubiese acudido a ti, seguro ¿Sabes para qué? No para acoplarme a tu rica familia y sacarte dinero, que es lo que pensarían los Uchiha de mí por cierto, no, habría acudido a pedirte dinero para abortar porque yo no quería tener ningún hijo y tu familia hubiese solucionado mi problema.
- No. Estás muy equivocada. Mi padre no acepta el aborto.
- Vaya ¿Entonces que solución me daría? ¿Comprarme al niño?
- ¿Qué clase de persona crees que es mi padre?
- Perdona, no he utilizado las palabras adecuadas. Quiero decir que ¿Se quedaría tu familia con el niño? Si, es eso ¿No? Y seguramente a mi me daría un dinero suficiente para salir adelante o algo así y que no pasara apuros.
- Mis padres te aceptarían a ti como Uchiha.
- Ya... El problema es que, como te he dicho, este niño no es un Uchiha y dudo mucho que tu padre quiera como heredero de su imperio a un impostor.
- Tú no conoces a mi madre, ella me apoyaría.
- Vale, si, tu madre te apoya... hasta que tu mires a los ojos del niño y no veas los ojos de un Uchiha, hasta que todo el mundo vea que no es un Uchiha y lo peor hasta que tu comiences a odiarme y también a sospechar de mi. Hasta que alguien te dijese que soy una aprovechada y esa idea comenzase a anidar en tu cabecita. No Sasuke, lo nuestro no iba a funcionar de ninguna de las maneras ¿Sobretodo sabes por qué? Porque no estás enamorado de mi, porque no ibas a luchar por mi.
Sasuke no sabía que contestar. Akane tenía toda la razón en todo lo que decía. El era orgulloso, los Uchiha eran orgullosos y la vida es muy larga, demasiado como para asegurar que no iba a dudar de Akane ¿Y si ese niño no era un Uchiha? ¿Cómo se lo tomaría su padre? Incluso él mismo. Solo tenía 17 años ¿Estaba preparado para aceptar una paternidad que pudiera no ser la suya? Ahora se daba cuenta de lo absurdo de su idea. Se había dejado llevar por el pánico, si, pánico a tener que aceptar las decisiones de su padre y se le había nublado la razón.
- ¿Y tu que sabes?
- Se que no me quieres y con eso es suficiente. No puedo atarme a una persona que no me quiere ¿Te imaginas que nos casamos o algo así? Porque claro, si los Uchiha me aceptasen tendríamos que casarnos, no íbamos a estar rejuntados que eso da muy mala imagen... ¿Te imaginas casado con una persona a la que no quieres?
Sasuke sonrió burlonamente, claro que se lo imaginaba, no sabía Akane como de real se lo imaginaba.
- Y encima con un hijo que no es tuyo y que no quieres, porque tú no quieres a mi hijo, eso está claro - continuaba Akane - ¿Te imaginas no que puedes llegar a odiarme?
- ¿Y quien te dice que no siento algo por ti?
- Tu mismo. Hablas de que sientes algo por mi pero no te he oído hablar aún de amor. No te he oído decir que me amas y que lo único que deseas es hacerme la mujer más feliz del mundo, a mí y a mi hijo, por ejemplo.
- Hay cosas que no hace falta decir.
- No. Hay cosas que si hace falta decir. A mi me hace falta que me lo digan. En mi vida nunca nadie me lo ha dicho, no he recibido demasiadas muestras de afecto así que necesito que me digan que me quieren para reconocer el cariño porque sino no se distinguir entre cariño o compasión.
- ¿Crees que tengo compasión contigo?
- No. Creo que estás muy confundido. Si creo que sientes algo distinto por mí y eso se llama amistad. Creo que soy la primera amiga que tienes en tu vida, creo que hasta ahora las chicas solo se han acercado a ti para pedirte algo, que las hagas caso, que las mires, que salgas con ellas, que te enamores... yo te ofrecí mi amistad, no mi amor y creo que tu te has confundido.
- ¿Y si estoy enamorado de ti de verdad?
- Mírame a los ojos y dime que me quieres., pero dímelo de verdad, con el corazón.
Sasuke la miró fijamente a los ojos ¿Qué estaba haciendo? ¿Huía de un compromiso que le imponía su padre atándose a otro? ¿Estaba enamorado realmente? Esa chica le gustaba mucho, a veces soñaba con ella, le gustaba estar a su lado y sentir esa calidez que parecía emanar de ella... era igual que Naruto y desde luego no estaba enamorado de Naruto.
- Me gustas mucho, Akane - dijo titubeando.
- Ah, gracias, pero no es lo que te pedí ¿No estás seguro? No, claro que no lo estás. Me he pasado una semana fuera y no creo que me echases de menos.
- ¿Tu que sabes? Si te eché de menos.
- ¿Si? ¿Cuanto? A las chicas nos gusta que nos digan esas cosas.
- Me preocupé por ti, llamé varias veces a tu casa y me dijeron que no vivías ya allí y luego le pregunté a tus amigos por ti. Jisei me dijo que no te encontrabas bien y que vivías con tu padre.
- Y no se te ocurrió preguntar donde estaba la casa de mi padre y pasar a verme ¿A que no? Ya que estabas preocupado y sabías que no me encontraba bien podías haber pasado a animarme o algo.
- Te llamé varias veces al móvil.
- Y luego supiste que estaba embarazada ¿A que si? Sin embargo te debió dar igual, estabas más preocupado en el beso que Sakura le dio a Shikamaru y en que ella te rehuyera que en como me encontraba yo.
- ¿Tú que sabes si no me preocupé por ti?
- Si, claro, te preocupaste por mi, por eso saliste con una chica que se parecía a mi, que lo se, que te vieron. No, no lo hiciste, solo te preocupaste de ti. Si me quisieses me hubieras encontrado Sasuke, aunque estuviese en el pueblo de Shikamaru, tu me habrías encontrado y si realmente estuvieses enamorado de mi hubieses ido a reclamar a tu supuesto hijo. No dejarías que Shikamaru te quitase el puesto de padre... tu no estás enamorado de mi.
- ¿Shikamaru si hubiese hecho eso? - se burló.
- Por supuesto. Shikamaru no dudó en aceptar su responsabilidad a pesar de que para él era muy problemático. El no tiene una familia como la tuya y una vida tan llena de comodidades, en su casa no hay sirvientas que le ordenen la habitación, no va a poder pagar una niñera, como harías tú así que le toca trabajar, renunciar a sus sueños y aceptar un montón de responsabilidades que esperaba posponer varios años.
- Ya, o sea valoras a las personas por su grado de "sacrificio".
- No, lo que valoro es que Shikamaru me quiere.
- Creía que no creías en el amor.
- Y sigo sin creer, por lo menos no creo en el enamoramiento pero Shikamaru y yo... es distinto. Nosotros ya nos hicimos daño y...
- ¿Tu quieres a Shikamaru?
Akane miró la pequeña figurita de madera.
- Mira esto. Es algo que no es valioso, ni tampoco es que sea muy bonito, es pequeño y se ve que está tallado por alguien que no era muy experto, se supone que es un ciervo pero mas bien parece un perro. Me lo ha dado Shikamaru para que me trajese suerte lo cual es un poco absurdo porque no creo que un objeto vaya a atraerla pero seguramente Shikamaru buscó algo para dármelo y que me acordase de él, algo suyo, algo personal y seguro que estuvo buscándolo o no, quizás lo encontró al abrir un cajón, da igual, lo que quiero decir es que lo vio y pensó en dármelo… ah, no se lo que estoy diciendo.
- Estás diciendo que estás enamorada de él y que yo he perdido.
- Esto nunca ha sido una competición. Yo nunca pretendí gustarte, bueno si, como persona si, pero... lo siento Sasuke, siento si algo de lo que hice te dio a entender que quería algo contigo, siento si te di expectativas, si de alguna forma te insinué que quería... supongo que no fui clara contigo, me gustaba como me tratabas, me gustaba que me regalases bombones y fueses amable conmigo, eres el Uchiha y... siento haberte tratado como si fueses un objeto, lo siento mucho, siento que te hicieras ilusiones y no poder cumplirlas.
Sasuke volvió a mirarla confundido, desde luego que Akane no se parecía para nada a ninguna de las chicas que conocía, por eso le gustaba tanto estar a su lado. Akane se quitó las gafas y las dejó encima de la mesa, se secó con la yema de los dedos unas pequeñas lágrimas que escapaban de sus ojos y por primera vez Sasuke sintió otro nuevo sentimiento: la compasión.
A su mente vino la conversación que tuvo el día anterior con Shino.
"...
- ¿Que te pasa Aburame? - le había dicho - ¿Que tu también quieres tu parte de Akane?
- ¿Sabes cual es tu problema, Uchiha? Que no sabes lo que es ser un amigo porque en tu vida has querido tener uno. Naruto te dio su amistad y tu la has tirado al suelo, la has pisoteado y te has meado encima. No sabes lo que es la compasión, ni el cariño, solo quieres tener amigos que vayan detrás de ti y que hagan lo que tu les pidas, solo quieres un séquito que te idolatre. Pues entérate de que Akane no va ser tan dócil como te crees, no va a correr a tirarse a tus brazos diciendo que eres su héroe.
- Solo lo dices porque tú no puedes ofrecerle nada.
- Yo le ofrezco más que tu. Es mi amiga.
- Más bien, por como te comportas parece que estuvieses enamorado de ella.
- Lo estuve y no me arrepiento de haberlo estado, aprendí muchas cosas y conseguí una buena amiga ¿Tu que consigues con lo que haces?
..."
...
Neji terminaba de comer en solitario, sentado en una mesa de la cafetería miraba a través de la ventana con gesto abstraído.
- ¡Hola! - saludó enérgicamente Lee - ¿Podemos sentarnos aquí para comer?
Neji le miró y después miró a la chica de gafas que estaba a su lado.
- Hola - le saludó Shiho.
- Hola ¿Ahora vais a comer?
- Si, es que hemos estado haciendo una cosa para el periódico y se nos ha ido el tiempo - contestó Lee.
- El tiempo pasa rápido cuando haces algo que te gusta - añadió Shiho.
- O estás en buena compañía - dijo Lee sonriendo claramente a la chica - He ido a apuntar al equipo de béisbol ¿Tu te vas a apuntar, Neji?
- Creo que no.
- ¿Por qué no? Tú eres buen deportista.
- No me apetece hacer más actividades.
- ¿Sabes que va a haber chicas en el equipo?
- Eso he oído.
- Ten-Ten y Sumire han ido a apuntarse también.
- Típico de Ten-Ten.
- ¿Y sabes quien ha sido la que ha logrado que el equipo sea mixto? ¿Eh? ¿Eh?
- ¿Tu?
- No, que va. Ha sido Shiho, ella es muy convincente ¿No es increíble? ¡Es que tiene todo el poder de la juventud en ella!
- No tanto - dijo la chica algo avergonzada - Solo propuse que ya que estamos en el siglo XXI deberíamos ir dejando atrás clichés desfasados. Hoy en día la mujer está integrada en casi todo, es un retraso discriminarla de un deporte solo por ser mujer.
- ¿No crees que podría estar en desventaja en un equipo de hombres? - se interesó Neji.
- Evidentemente hay casos y casos pero es un equipo de béisbol, no de lucha libre.
- Ten-Ten es muy buena deportista - añadió Lee - Ya la conoces.
- Si, seguro que Ten-Ten no tendrá ningún problema.
- ¿No es una chica increíble? - dijo entusiasmado Lee.
- ¿Ten-Ten?
- Ten-Ten también es increíble pero me refiero a ella - señaló a Shiho.
- Por favor Lee - volvió a avergonzarse Shiho.
- Shiho pertenece al consejo de estudiantes.
- Hola Shiho - interrumpió Ayame - Por fin te encuentro. Ah, perdonad, no quería ser maleducada.
- No te preocupes - habló Lee - Estamos entre amigos. Siéntate con nosotros. Neji ¿Conoces a Ayame? Es compañera de Shiho.
- Claro que la conozco, es la hija de Teuchi, todo el mundo conoce a su hija, se encarga de recordarnos mil veces que no debemos intentar ligar con ella.
- Por favor que vergüenza - dijo Ayame - Lo siento mucho es que mi padre es...
- Es un padre - terminó la frase Shiho - Todos los padres son iguales con sus niñas.
- Ya pero gracias a él ningún chico se atreve a acercarse a menos de un metro de mí.
- ¿Para que me buscabas?
- Quería saber si te apetecía apuntarte a animadora conmigo.
- Uy no, soy nula para esas cosas y además ¿Tú crees que a mi me aceptarían?
- ¿Por qué no? - habló Lee - Seguro que podrías hacerlo si quisieses.
- ¿Y te has apuntado? - preguntaba Shiho.
- Es que me da un poco de vergüenza.
- ¿Quieres que te acompañemos todos? - se entusiasmó Lee - En cuanto comamos vamos los tres contigo ¿A que si, Neji?
Neji no contestó, era inútil hacerlo con Lee y mas sencillo seguirle el juego si no empezaría a ponerse pesado, total, tampoco tenía otra cosa que hacer.
...
- ¿Te preocupa algo, Shikamaru? - le había preguntado Temari.
- Ah, mendokusei - se quejó el chico.
- Eso significa que si ¿Por qué la has dejado a solas con Sasuke?
- Porque confío en ella y tengo que demostrárselo. Ella quiere solucionarlo sola y yo tengo que apoyarla.
- Eres impresionante Shikamaru. Me preguntó porqué no pude enamorarme de ti.
- ¿Por que era un crío?
- Eras un verdadero niñato pero ahora eres impresionante.
Estaban ellos dos solos. Habían comido con Chouji y Ryuko pero estos se habían ido a dar un paseo; cosas de "ennoviados".
- ¿Y tú qué? - preguntó ahora Shikamaru a la chica.
- ¿Qué de qué?
- ¿Algún problema con Neji?
- No ¿Por qué lo dices?
- Bueno, siempre habéis estado juntos, os sentáis más o menos juntos, pasáis los cambios de clase juntos y ahora estás... aquí.
- Tú también eres mi amigo.
- Si pero él es otro tipo de amigo.
- No se a lo que te refieres. Simplemente me he sentado aquí, el primer sitio que vi.
- Estás poniendo espacio entre vosotros ¿Por qué? ¿Acaso el Uchiha grande te gusta más?
- No, no es eso... no es eso.
- Ah, si a mi no me parecería mal. Quiero decir que me gustaría saber que ya te has decidido por alguno ¿Lo has hecho?
Temari suspiró profundamente.
- Creo que ese suspiro significa que no.
- Es que no se lo que me pasa. No puedo decidir y se que les estoy haciendo daño a los dos.
- Pues parece que Neji está haciendo nuevas amigas, últimamente Stella como que le hace ojitos ¿No te has dado cuenta?
- Si, ya lo se, ya lo se y...
- ¿Te da celos? Venga, se sincera.
- Me ha dado rabia.
- ¿Mas rabia que si vieras a Itachi con otra chica?
- Pues no lo se.
- Pues es lo que deberías plantearte. Piensa que te dolería más y tendrás la respuesta.
- No creas que es tan fácil.
- Lo que tú digas.
- Solo quiero mantenerme un poco alejada de ellos para poder pensar
- Como veas - dijo levantándose y estirándose - De todas formas si necesitas hablar con alguien ya sabes donde estoy, ahora voy a un sitio. Nos vemos luego.
Temari se quedó sola pero no lo estuvo durante mucho tiempo. Kankuro la vio y se sentó a su lado.
- ¿Que haces tan sola?
- Pues nada ¿Y tú? ¿Dónde has dejado a Sumire? Últimamente se te ve mucho con ella.
- Es una chica muy simpática.
- Y te aguanta, eso debe ser porque es muy buena persona y tiene mucha paciencia.
- Hola, hola, hola - dijo Omoi sentándose a su lado - ¿Te ha dejado sola tu novio?
- Shikamaru no es mi novio.
- ¿Y tu quien eres? - le interrogó Kankuro.
- Un imbécil al que le gusta tocar las pelotas - gruñó Karui dándole un capón a Omoi.
- ¡Ah! - se quejó el chico.
- Uh, eso duele - dijo sonriendo Kankuro - Yo soy Kankuro, el hermano de Temari.
- Este imbécil se llama Omoi, yo soy Karui. Saluda al menos ¿No, idiota?
- Yo solo quería acompañar a Temari, no hacía falta que me pegases.
- En este instituto las chicas tienen tendencia a pegar demasiado - se quejó Kankuro.
- Ya te digo - aseveró Omoi.
- Son los nuevos compañeros de Shikamaru - explicó Temari.
...
Sora y Naruto salían del gimnasio y lo hacían discutiendo. Sora no era un desconocido para Naruto, la verdad es que Naruto conocía a casi todo el mundo y es que siempre se hacía notar. A Sora le conocía del aula de castigos. El año anterior Naruto había visitado ese aula con demasiada frecuencia, ya fuera por discutir en los pasillos con Kabuto, Deidara, Sakon, Ukon, el propio Sasuke... Naruto era bien conocido por su impulsividad y por no contenerse nunca.
Sora era igual que él salvo que él discutía con cualquiera sobretodo si le miraban mal y por supuesto discutía con Naruto frecuentemente. Lo curioso es que luego eran muy amigos, lo suyo era lo que Gai-sensei solía llamar "peleas de camaradas".
- Tu eres un patoso, Naruto, contigo en el equipo de béisbol daremos pena.
- ¡Pues anda que contigo! ¡Si tu eres un manta, dattebayo!
- ¿Que yo soy qué?
El chico chocó bruscamente con alguien.
- ¿Tu, capullo, es que no ves por donde caminas? - le gritó una chica.
- ¿No serás tu la que no miraba? - le respondió a la chica de pelo rojizo.
- ¿Quien es este gili? - gritó Tayuya a Naruto.
- ¿Qué me has llamado, canija? - gritó también Sora.
- Eh, chicos... - comenzó a decir Naruto.
- ¡Tu cállate! - gritaron los dos a la vez.
- ¿Que pasa aquí? - intervino de pronto Jirobo.
- ¿Por qué te metes en esto, gordo apestoso? - gruñó Tayuya.
- Vamos Tayuya, si no te das prisa no podrás apuntarte al equipo de béisbol - contestó Jirobo.
- Porque tengo prisa que si no te ibas a enterar, payaso - dijo con desprecio Tayuya a Sora.
- ¿Quien es esa loca? - preguntó Sora a Naruto.
- Es Tayuya. No te preocupes habla muy mal y tiene mal genio pero se le va todo por la boca.
- ¿Acaso crees que yo tengo miedo de una chica? No soy tan cobarde como tu.
- ¿Que yo soy cobarde?
- Si tu, que tienes miedo de una nena.
- ¿A que no te atreves a repetírmelo, dattebayo?
- Yo no peleo con nenas.
...
Shikamaru regresó hasta el pasillo donde estaban las aulas. No podía dejar de pensar que pasaría tras una de esas puertas. Estaba intranquilo ¿Qué le estaría diciendo Sasuke a Akane? ¿Qué le diría Akane a Sasuke? ¿Cómo se lo tomaría?... Mendokusei, vaya si era todo problemático. Si pudiera se encendería un cigarro... escogió mal momento para dejar de fumar.
Anduvo lentamente hacia las aulas de 2-2 y 2-1. El aula de 2-2 estaba abierta y se podía ver que no había nadie dentro, así que siguió hasta situarse frente a la puerta de 2-1... bien, allí estaban.
Dio un paso hacia atrás y se sentó en el suelo apoyándose en la pared. No sabía porqué pero algo le decía que tenía que estar allí.
Cerró los ojos o más bien el ojo que no tenía el parche y comenzó a pensar que debería haber cogido un libro y aprovechar el tiempo un poco. Luego sus pensamientos se dirigieron a Ino, esa chica si que tenía un problema y bien grave.
Oyó la puerta abrirse y él inmediatamente también abrió el ojo de golpe mientras se ponía de pie.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Akane.
- Esperarte.
- ¿Llevas mucho tiempo?
- No. Estaba preocupado por ti.
- ¿Por qué?
- Por si me necesitabas y no estaba a tu lado.
Akane se tiró prácticamente a abrazarse a él.
- ¿Qué ha pasado? - se asustó ante aquello.
- Nada, no te preocupes.
- Sabía que no tenía que dejarte hablar con él ¿Que te ha dicho?
- No, si no pasa nada, yo creo que me ha comprendido es que... Acabo de darme cuenta de que te necesito y eso me pone de mal humor.
- Condenada cabezota - sonrió.
- Ciervo del demonio... Hazme un favor y no me dejes nunca.
- Nunca.
- Bueno nunca se puede decir nunca, digamos por ahora.
- Ya estropeaste el momento, con lo bien que estaba quedando yo... problemática.
Dentro del aula Sasuke repasaba mentalmente todo lo que habían hablado. Tenía que reconocer que había perdido y era algo a lo que no estaba acostumbrado. Pensó que estaba enamorado de Akane, que lo que sentía por ella era amor pero cuando la oyó hablar comenzó a dudar de nuevo porque ¿Que estaba dispuesto a hacer por ella? ¿No estaba poniéndola de excusa para revelarse ante su padre? ¿Y que pasaba con Sakura? Es que Akane no estuvo durante una semana y él tenía que reconocer que estaba más preocupado de él mismo y su orgullo herido sobretodo cuando vio a Sakura con Sasori que de que Akane estuviese lejos, seguramente con Shikamaru.
De pronto se sintió solo. No tenía amigos, no tenía a nadie. Shino tenía razón, él no sabía tratar a las personas, solo las utilizaba y lo peor es que aun no sabía si sentirse mal o no, lo que si sabía es que algo sentía por Akane, que le gustaba estar con ella, se sentía cómodo, podía comportarse como él mismo ¿Si no era amor sería eso amistad? Sentía que cuando estaba con ella conseguían conectar... eso solo le había pasado alguna vez con Naruto.
Sus compañeros comenzaron a entrar en el aula, en cuanto vio a Naruto se levantó de su asiento y se acercó a él.
- ¿A si que como os va, dattebayo? - interrogaba Naruto a Gaara.
- Bien. Estamos empezando - contestaba el chico - Si ya nos va mal pues no tenemos mucho futuro.
- No sabes como me alegro, es que Hinata se merece a alguien como tu ¡Tenemos que hacer una fiesta para celebrarlo, dattebayo!
- Naruto - llamó Sasuke su atención - ¿Te puedo decir una cosa?
- Claro ¿Te pasa algo? Tienes una cara muy seria, mas de lo habitual.
- ¿Te importaría que te acompañara al terminar las clases?
- ¿A mi?
- Si, me gustaría... hablar contigo... Necesito... - había palabras que costaba decir más que otras - Necesito hablar con alguien.

119. Una pérdida de peso alarmante

Los primeros en llegar al instituto habían sido Suigetsu y Karin. Suigetsu pertenecía al club de natación y era muy bueno. Nadar era lo suyo, casi se podía decir que el agua parecía su medio natural.
Muchas mañanas él acudía a primera hora para practicar en solitario en la piscina cubierta que tenía el instituto y no le molestaba, si por él fuera se pasaría horas dentro de la piscina. Pero hoy no estaba solo, había pedido a Karin que le acompañara, necesitaba a alguien que le cronometrase los tiempos.
Así que Karin, en el borde de la piscina y cronómetro en mano era lo que hacía no con mucho entusiasmo. En realidad se preguntaba porqué había accedido a ir a ayudar a ese maldito pescado, es más, se preguntaba porqué ese maldito pescado le había pedido a ella que le ayudase ¿Por qué no se lo pidió a Juugo? Era lo que siempre hacía.
- ¿Cuanto? - preguntaba Suigetsu ansioso desde el agua.
Karin le miró divertida, la verdad es que con ese horrible gorro y esas horribles gafas tenía un aspecto de lo más cómico.
- ¿Cuanto tiempo he hecho? - gritó el chico.
- 1 minuto 15 segundos.
- ¿Qué? - gritó aún más.
- 1 minuto 15.
- Eso está mal, fijo ¿Estás segura de que le has dado bien al botón?
- ¿Me estás llamando inútil?
- Te estoy llamando alelada.
- Mira imbécil, me has hecho madrugar y he venido a hacerte un favor, cosa que no se porqué he hecho, no me vengas encima haciéndote el chulito porque no tengo el humor para aguantarte.
- Te digo que eso está mal ¡No puedo haber hecho ese tiempo!
- ¡Pues lo has hecho!
- ¡No se para que te he pedido a ti que me ayudases! ¡Eres una inútil!
- ¿Que soy una inútil? ¿Y si yo soy una inútil que eres tú?
- No sirves ni para cronometrar.
- ¿A que te tragas el cronómetro?
- Claro, si no está tu Sasuke no sirves para nada.
- ¿Quieres que te demuestre como te meto el cronómetro por el culo?
Suigetsu puso las manos en el borde de la piscina y se impulsó para salir. Karin le miró, si no fuera por ese gorro y esas gafas diría que el chico estaba de muy bien ver, la verdad es que tenía anchas espaldas, brazos y piernas bien firmes y un abdomen... vaya... quien lo diría... como se notaba que era deportista.
- ¿Qué me miras tanto?
- Lo ridículo que estás.
- Ah, estoy ridículo - dijo quitándose las gafas - Claro es que yo no soy tan cool como tu Sasuke.
- ¿Quieres dejar de recordarme a Sasuke? - le gritó - Y toma - le tiró la toalla - Sécate que te pondrás enfermo.
- ¿Y no quieres que me ponga enfermo?
- Lo único que me faltaba, aguantarte enfermo.
- ¿Es que tú me ibas a cuidar?
- ¿Yo? Ni en tus sueños.
Suigetsu se quitó el gorro y un polvo blanquecino se vio flotando en el aire. Se sacudió el pelo. Karin seguía mirándole y Suigetsu se dio cuenta de la curiosidad que parecía despertar en su compañera.
- ¿Que te pasa? Ya no tengo esa pinta tan rara ¿No?
- No pero deberías raparte el pelo... así dicen que se recorta tiempo.
Karin se quedó de pronto tiesa como un palo al notar como Suigetsu se acercaba a ella... demasiado cerca.
- ¿Quieres que te diga una cosa?
- ¿Que cosa?
- ¿Sabes porqué te he pedido que me ayudases hoy?
¿Pero que le pasaba ahora a este estúpido? ¿Por qué se arrimaba tanto?
Suigetsu levantó la mano lentamente, parecía que iba a llevarla hasta su mejilla y Karin empezó a pensar si debía golpearle en ese momento o esperar a ver que es lo que ese maldito y estúpido pescado pretendía.
Y de pronto Suigetsu llevó su mano a la cabeza de la chica y le dio un restregón despeinándola.
- Eres buena chica, buena chica.
- ¿Qué soy qué? - gritó enfurecida Karin mientras le empujaba de nuevo al agua con toalla incluido - ¡Eres lo más tonto que hay sobre la tierra... y en el agua! ¡Anda y quédate a ver si te salen agallas o te conviertes en sapo!... ¡Subnormal! - dijo mientras se marchaba.
- ¡Eh! ¿Te has enfadado? ¿Pero por qué te has enfadado?
- ¡Olvídame!
- ¡Pero tráeme otra toalla que esta se ha mojado!
- ¡Anda y vete a la mierda que creo que han puesto un columpio!
Si se paraba a pensarlo Suigetsu no sabía porqué se comportaba así con la chica, no era mala chica después de todo pero es que no lo podía evitar, era verla y venirle a la mente todas las veces que la había visto detrás de Sasuke y... le entraba como una rabia que no sabía controlar.
...
Shino, Shikamaru, Chouji y Ryuko subían las escaleras que les llevaban hasta la planta donde estaban sus aulas.
- ¿Y que ha dicho Akane de lo del cambio de clases? - preguntaba Ryuko.
- Pues nada, que me porte bien en la nueva clase y no vaguee demasiado - contestaba Shikamaru mientras sacaba algo como un pequeño trozo de madera de uno de sus bolsillos y lo lanzaba al aire para recogerlo al caer - ¿Qué va a decir? Es lo que nos toca.
- Parece que ya se lo está tomando todo muy bien - comentó Chouji.
- Es que no hay otra y Akane es lista, sabe que en la vida tenemos que adaptarnos a los cambios - añadió Shino.
- Aún así hoy mira como te ha puesto el ojo - rió Chouji - ¿Estás seguro que ha sido un botón?
- Deberías ir a que te lo vieran, lo tienes muy rojo - sugirió Ryuko.
- Espero que se me pase pronto.
- ¿Que es eso? - preguntó Chouji refiriéndose al pequeño trozo de madera que Shikamaru volvía a lanzar para recogerlo en el aire.
- Esto - lo mostró - Lo tallé yo hace años, se supone que es un ciervo.
- Es cierto, lo parece - afirmó Ryuko - No sabía yo que tú hacías estas cosas.
- Se lo voy a dar a Akane.
Chouji se quedó mirando la pequeña figura y luego miró a Shikamaru.
- ¿Esto le vas a dar?
- Si. Es por si al Uchiha se le ocurre llegar con algo para ella, es muy capullo.
- ¿Y tú vas a contrarrestar su regalo con...?
- Con algo que he hecho yo con mis manos, a Akane le gustará, ya lo verás. No es un regalo, es un amuleto, ya que no estamos juntos quiero que me sienta a su lado.
- Ay Shikamaru - sonrió Ryuko - Ya tiene algo tuyo para recordarte, no lo olvides.
- De momento eso solo le causa angustia. Bueno Shino ¿Listo para la charla de Akane?
- No hay problema.
Al terminar de subir las escaleras se despidieron y cada uno se dirigió a sus respectivas aulas.
Shikamaru a penas había entrado en la suya cuando fue abordado por Karui.
- ¿Cómo lo llevas? - le interrogó - ¿Te vas poniendo al día?
- Mendokusei... déjame al menos llegar a mi sitio. Mirad que sois agobiantes las mujeres.
- Te necesitamos al 100% para el proyecto de ciencias. Samui no va a permitir que por tu culpa nuestras posibilidades de hacer un buen proyecto disminuyan.
- No, ni tu tampoco, por lo que veo. Ahhhh... no me agobiéis, soy vago pero no un inútil.
- Tío, lo tienes muy mal - comentó riendo a su lado Omoi - Estas lobas te van a comer.
- ¡Tu cállate, que solo sabes decir tonterías! - le gruñó Karui.
- Oye - la ignoró Omoi - ¿Te dijo algo tu amiga de mí?
- ¿Qué amiga?
- Esa, la guapa, la de las coletas rubias.
- ¿Temari?
- Si, esa, espero que no haya puesto sus ojos en mi porque me dolería romperle el corazón.
Shikamaru la miró entornando los ojos ¿Pero ese chico estaba bien de la cabeza?
- Hablando de ojos, tío - continuó Omoi - ¿Qué ha sido eso?
- Un accidente aéreo. Un objeto que volaba y mi ojo que se interpuso en su trayectoria.
- ¿No te habrá hecho eso Sasuke? - llegó alarmada hasta él Shiho.
- ¿Sasuke? ¡No!
- ¿Te has pegado con el imbécil del Uchiha? - intervino de pronto Karui.
- ¡No!
- ¿Y cómo te has dejado hacer eso? - gritó ahora Sora.
- ¿Pero que...? - empezó a decir Shikamaru - No me he pegado con el Uchiha. Ha sido un accidente. Que problemático que es todo esto.
- ¿Has traído mis apuntes? - habló ahora muy seria Samui, cosa que agradeció Shikamaru, a ver si así esa absurda conversación se acababa.
Shino vio entrar a Akane y Sakura en el aula. Mientras Sakura se acercó a Sasori para saludarle, Akane cruzó una rápida mirada con él, dejó la cartera en su asiento y volvió a salir por la puerta rápidamente. Shino concluyó que iba a hablar con Sasuke así que, mientras esperaba su regreso se fijó en ese hecho insólito que había visto y que pareció ignorar por centrar su atención en Akane, Sakura saludando y además sonriendo a Sasori... si que era curioso, pensaba que Sakura no le soportaba pero quizás después del trabajo de debate que tuvieron que hacer las cosas hayan cambiado entre ellos; se preguntaba como reaccionarían Naruto y algún otro ante ese "acercamiento".
Igual de rápida que salió de su aula Akane entró en la de 2-1. Echó un rápido vistazo para localizar su objetivo y cuando lo vio se dirigió directa a él. Sasuke estaba y cuando se dio cuenta Akane ya estaba frente a él y antes de que la saludase la chica pegó su frente a la suya durante unos segundos tras los cuales se separó.
- Pues no parece que tengas fiebre - comentó Akane poniéndose en jarras - ¿Te duele la tripa? ¿Has ido bien al baño?
- ¿Qué es lo que te pasa a ti?
- Compruebo que tipo de enfermedad tienes, porque tú estas enfermo, fijo.
- ¿Crees que estoy enfermo?
- O tienes un retraso mental que has sabido ocultar hasta ahora ¿Pero en qué estás pensando?
- Supongo que te refieres a la conversación que tuve con tu madre.
- Vaya, aún te funciona el cerebro, una buena noticia ¿Y ahora me quieres decir porqué le has dicho a mi madre que me has dejado embarazada?
- No te pongas nerviosa que no te conviene. Me dijo tu madre que estabas delicada.
- Ah, mira que considerada. Y supongo que estaría de lo más amable contigo ¿Verdad? - dio un golpe seco en la mesa - Hoy comemos juntos ¿Entendido? No me mires así, no va a ser una comida de futuros padres, mas bien quiero comprobar si tu enfermedad mental tiene arreglo.
Se giró y se marchó tan rápido como había venido.
- Menudo carácter tiene la pecosilla - comentó Tobi burlón al lado de Sasuke.
- Cállate y no te metas donde no te importa.
- Tobi cree que el embarazo le sienta muy bien.
- No me interesa tu opinión.
- Pero no parecía muy contenta contigo.
- Te he dicho que te calles.
- Vale, vale, Tobi se calla, Tobi no hablará más pero Tobi siempre tiene razón.
Akane entró en su aula y fue derecha hacia la mesa de Shino. Se apoyó en la pared y le miró cruzándose de brazos.
- ¿Qué? - dijo mirando a su amigo.
- ¿Ya has hablado con el Uchiha? - habló Shino en un susurro, como era habitual en él.
- No, ese chico necesita una charla un poco más extensa ¿Tú que te cuentas?
- He de suponer que estas enfadada.
- No, estoy muy contenta. Que de pronto me salgan tres candidatos a padre de lo que sea que tenga me hace una ilusión tremenda, así puedo elegir entre uno tonto, uno muy tonto y otro tontísimo.
- Gracias por lo que me toca.
- ¿Se puede saber porqué le has dicho a mi padre que...
- No, yo no hablé con tu padre. Yo hablé con Takato y le expuse mis temores a que biológicamente no sea el padre Shikamaru y algunos inconvenientes que puede tener ignorar algunas consideraciones.
- Claro... y le dejaste con la boca abierta con tus deducciones, como a mi. Vamos Shino, después de decirle eso seguro que se puso a llorar.
- Pues si.
- ¿Y eso lo hiciste para reírte un poco?
- No. Verás, vi al Uchiha entrar en casa de tu madre y supuse que iría a preguntar por ti y que seguramente le diría algo como que él era el padre.
- Supusiste bien ¿Pero por qué no te limitaste a decir que estaba loco o algo así?
- Por fastidiarle. Mira, me sienta muy mal que me ignoren, tú no sabes y ese presuntuoso me ha ignorado. Ayer hablé con él, no discutimos, tranquila, ni nos pegamos, hablamos más bien poco, dos o tres frases, las suficientes como para darme cuenta de que en cree que tiene un 50% de posibilidades de ser el padre.
- ¿Y?
- Que a mi no me tiene en cuenta. No me está teniendo en cuenta y no me gusta que me ignoren. Que yo sepa fuimos tres los que nos despertamos en esa habitación, sobre la misma cama y los tres semidesnudos. No es que despertarais vosotros dos juntitos en la cama y yo tirado en el suelo y vestido, no, allí éramos tres y tan comprometedora era su situación como la mía. No olvides tampoco que tú llevabas puestos mis calzoncillos, lo que implica que en algún momento tuve que quitármelos.
- A ver Shino ¿Entonces todo esto solo ha venido por una... rabieta?
- No. Se como son tus padres y se que basta que tu madre diga una cosa para que tu padre le lleve la contraria. Pensé que tu madre enseguida empezaría a soñar con emparentar con los Uchiha y que a tu padre eso le sentaría como una patada.
- Eso es cierto. Estoy muy harta Shiho, muy cansada, harta de que mis padres piensen por mí, harta de intentar hacer las cosas bien, ya me he cansado. Siempre he hecho lo que mis padres me pedían, tú lo sabes. No he hecho otra cosa que hacer lo que me han dicho y nunca... - soltó el cuaderno y miró hacia la pizarra intentando que esas lágrimas que amenazaban con salir no lo hicieran.
- ¿Eso que parece son lágrimas?
- No, que va... es que estoy muy sensible.
- Si no veo mal que llores.
- No voy a llorar es que... a veces pienso que nunca nadie me ha querido. A lo mejor cuando nací si, supongo que me querrían pero luego... ¿Qué pasó? ¿Por qué nunca me lo demostraron? ¿Por qué mi madre es así? ¿Es que no le importo? Soy su hija, debería importarle mi felicidad pero parece que lo único que le importa es la suya. Todo lo hago mal, me esfuerzo, me esfuerzo y nunca hago nada bien... te juro que estos días en casa de las abuelas de Shikamaru he recibido más muestras de confianza a pesar de que no me conocían que en toda mi vida por parte de mi madre. Y ahora viene Sasuke diciendo que él me ha dejado embarazada y de pronto, después de decir que no volviera a su casa, mi madre me llama y... ¿Qué pasa? ¿Ahora no le parece tan horrible que me haya quedado embarazada? ¿Ahora se me puede perdonar? Y mi padre igual, aunque mira a mi padre le reprocho menos porque al fin y al cabo él se pasa el día trabajando para sacar adelante a su familia y luego pasarle a mi madre la manutención de otros tres hijos, porque no te creas que mi madre le perdona una y no tiene tiempo de ocuparse de nada pero no entiendo porqué le parece bien que tu seas el padre y Shikamaru no.
- Es solo porque a mi me conoce y conoce a mi familia. Eso solo eso, se siente más tranquilo, dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer. Tu padre te quiere Akane y se preocupa por ti.
- Si, seguro.
- Ya verás que en cuanto conozca a Shikamaru se le pasará esa tontería, a fin y al cabo Shikamaru te quiere y eso se nota.
- Pues con mi madre lo tengo más chungo. A este Sasuke se le ha ido la pinza pero bien.
- Yo además estoy muy molesto. Me molesta que a mi no se me tenga en cuenta. Ese niñato tiene que darse cuenta de que si él se cree con derecho a decir que el niño es suyo, yo tengo el mismo derecho, el mismo.
- Desde luego Shino, mira que eres siniestro ¡Madre mía que calor que hace! - cogió uno de los cuadernos que tenía Shino sobre la mesa e intentó abanicarse con él.
- ¿Por qué no te quitas ese chaleco?
- No puedo, tengo la camisa rota, me falta un botón estratégicamente colocado para que no pase desapercibido.
- ¿Sabes que las embarazadas tenéis la temperatura corporal mas elevada de lo habitual? Por eso el calor lo lleváis fatal o al menos eso decía mi madre.
- Así estoy yo últimamente con unos calores y con una cosa que no te cuento. Solo te digo que ayer, viniendo en coche le cogí gusto a los baches - Shino sonrió - No te rías, a punto estuve de decirle a Shikato que se metiera por una carretera lo peor posible.
...
Ino entraba en clase acompañada por Stella y Kikyo, nada más entrar miró a Naruto que parecía vigilar la puerta esperando a alguien. Al ver a Ino retiró su mirada rápidamente y la bajó clavándola en su mesa. Stella y Kikyo dejaron salir una risita traviesa y Naruto comenzó a sentir como le ardían las orejas.
- ¿Naruto? - llamó su atención Hinata - ¿Te... te pasa algo?
- ¡Ah, Hinata! No, no me pasa nada.
- Si, si te pasa algo - intervino Gaara - Que te conocemos Naruto, no lo puedes ocultar.
- ¡Ah bueno! Es que he roto con Ten-Ten, ttebayo.
- ¿Ya no sales con Ten-Ten? - se interesó Hinata.
- No - se rascó tontamente la cabeza - Creo que soy un poco crío para ella.
- Pues que tonta.
- No digas eso. Ten-Ten es una chica estupenda... y pega unas bofetadas tremendas, me recuerda a Sakura - dijo tocándose la mejilla - La verdad es que podía haberse ahorrado el guantazo, dattebayo.
- ¿No será que solo salías con ella para olvidarte de Sakura, verdad? - le interrogó Gaara.
- No, no que va.
Naruto dirigió su mirada hacia Ino y Hinata miró también hacia allá.
- ¿Te pasa algo, Naruto? - volvió a preguntar Hinata.
- Que te digo que no, que estoy bien - ahora rodó su mirada hacia Sasuke. Lo único que Naruto necesitaba ahora era un plan para acercarse a Ino sin asustarla o que se sintiese acosada... ojala el fuera tan listo como Shikamaru.
Ino miraba a intervalos a Naruto ¿Sería cierto eso que había dicho Ten-Ten? Porque a lo mejor no era cierto, a lo mejor Ten-Ten había dicho aquello para vengarse; como ella había dicho que dejaba a Kiba porque le gustaba Ten-Ten y la chica pareció sentirse molesta por utilizarla como excusa a lo mejor quería pagarle con la misma moneda... quien sabe o a lo mejor solo era una excusa barata para estar libre porque ¿Qué razón tendría para no querer a Naruto como novio? Si Naruto era una gran persona, se preocupaba por todo el mundo, siempre dispuesto a ayudar a quien fuera y además que con los años se está poniendo cada vez más guapo, a este paso terminará siendo igual que su padre y su padre, a pesar de sus edad, es guapo hasta decir basta. Además Naruto es divertido, un poco payaso, algo simplón a veces pero eso está bien... desde luego mira que también Sakura es tonta, vaya oportunidad que ha perdido... Espera ¿Y si Naruto lo que quiere es acercarse a Sakura a través de ella? No, que tontería, Naruto no tiene una mente tan retorcida... pero ¿Y si aún se acuerda de Sakura? A lo mejor Ten-Ten está equivocada y lo que le pasa es que no ha dejado de estar enamorado de Sakura.
- ¡Atención a todos los alumnos! - se oyó de pronto la voz de Shizune hablando y retumbando por todo el aula de forma metálica.
- ¿Qué ha sido eso? - preguntó más de uno sobresaltado.
- Os va a hablar la directora. Hacía tiempo que teníamos este sistema de megafonía y nunca lo utilizábamos. Atendedme que la directora os quiere comunicar algo.
- Buenos días - escucharon ahora a Tsunade - Como sabéis hace unos años que este instituto prescindió de tener equipo de béisbol debido al nulo rendimiento de sus componentes.
- Vamos, que no ganábamos ni un partido - se oyó comentar a alguien.
- Seguro que más de uno estáis pensando que somos unos perdedores pero eso era en el pasado. El consejo escolar ha decidido que de nuevo se va a incluir a nuestro instituto en la liguilla local. Esperamos que ahora el nivel de los integrantes sea más competitivo. Los interesados en formar parte del equipo pueden pasar a inscribirse en el departamento de deportes. Os esperamos a todos, chicos y chicas, ya que también se ha decidido, por primera vez y siguiendo la política de igualdad entre sexos que desde este instituto intentamos promulgar, que el equipo será formado de forma mixta.
Tsunade esperó unos calculados minutos para que los alumnos comentasen aquella noticia. Entre ellos Ten-Ten que cogía entusiasmada a Sumire de las manos.
- ¡Genial! Por fin nos dejan a las chicas competir en igualdad. Vamos Sumi, nosotras tenemos que apuntarnos.
- ¡Claro que si! ¡Con lo que me gusta a mí el béisbol!
- A la hora de la comida nos apuntamos ¿Vale? Va a ser estupendo.
- ¿Ya lo habéis comentado bastante? - se escuchó de nuevo a Tsunade - Pues atendedme que traigo otra noticia. A parte del equipo de béisbol también se abre la inscripción para formar un equipo de animadoras, si es que alguien está dispuesto a hacerse cargo de él y llevar un seguimiento serio y formal. Y ahora ya podéis empezar con vuestras actividades escolares. Que tengáis buen día.
Ahora eran Stella y Kikyo las emocionadas.
- ¡Un equipo de animadoras! ¡Esto es lo más! - exclamaba Stella.
- Y por lo visto no hay nadie encargado ¡Stella tu podrías ser la jefa de animadoras!
- ¿Yo? ¿Tú crees?
- ¡Pues claro! Tú tienes experiencia de tu país. Será perfecto.
- Además si contamos con la ayuda de Ino - la miró.
- ¿La mía?
- Por supuesto. Tengo entendido que tú montaste aquel grupillo de animadoras para el partido de futbol.
- Ah no, no fui yo, fue Kumoyuki, pero yo ayudé bastante, la verdad. El diseño del uniforme si fue mío.
- ¡Y fue lo máximo! Te lo aseguro - decía muy aparatosamente Stella - Chica con mi experiencia y tu talento vamos a ser las mejores.
- Espero ¿No querrá ser también esa chica jefa de animadoras, verdad? - inquirió Kikyo.
- No que va, imposible, no va a poder, os lo aseguro.
- Entonces, decidido - decía Kikyo - Luego vamos a proponerlo. Tenemos que darnos prisa, antes de que alguien se nos adelante.
...
Los primeros en pasar la revisión médica fueron los de 3º. Los separaron en dos grupos, las chicas pasaban su revisión en la enfermería y los chicos fueron llevados al gimnasio. Allí, sentados en los bancos, esperaban mientras veían como sus compañeros eran pesados y medidos.
- Menos mal que este año nos han traído a un enfermero - comentaba Sora.
- Siempre nos traen un enfermero para los chicos - replicaba Haku.
- No, no siempre. Yo recuerdo un año en el que nos atendió una enfermera. Fue muy humillante.
- Bueno yo por si acaso me he puesto mis boxer nuevos - decía Omoi.
- Hay datos que si nos los supiésemos no nos afectaría demasiado - hablaba como quejándose Yagura.
- El siguiente - dijo con voz alta Ibiki que ayudaba con los reconocimientos.
Shikamaru se levantó y se acercó hasta la zona donde estaban Ibiki y el enfermero donde Utakata se vestía de nuevo.
- Hola - le saludó el enfermero - Dime tu nombre.
- Shikamaru Nara.
- A ver... no te tengo en la lista.
- Es que acaba de incorporarse a este grupo - indicaba Ibiki - Tienes que buscarle en el grupo de 2-1.
- Veamos... si, aquí estás ¿Has traído tu cartilla?
- Si, aquí está.
- Bueno - le echó un vistazo - Las vacunas están en orden. Ve desnudándote, quédate solo en ropa interior y mientras dime ¿Cómo es tu estado general? ¿Te encuentras bien? ¿Algún malestar?
- No, quiero decir que me encuentro bien.
- ¿Usas gafas?
- No.
- ¿Te duele la cabeza con frecuencia?
- Eso si. Padezco de crisis de migrañas.
- Espera, acércate ¿Qué es eso que tienes en el ojo?
- ¿Esto? Esta mañana me ha entrado un objeto extraño de forma algo violenta.
- ¿Y que ha sido lo que te ha entrado?
- Un botón.
- ¿Un botón?
- Si, un botón, un pequeño botón de camisa.
- ¿Y cómo ha ido a golpearte?
- Casualidades de la vida.
- Déjame que te vea ¿Estás seguro de que ha sido un botón?
- Bastante seguro.
- ¿Te duele?
- Un poco pero más que nada me molesta, es como si tuviese algo dentro.
- Lo que tienes es una herida. Tenías que haber ido a que te lo curasen, esto parece una tontería pero esas heriditas se pueden ulcerar.
- En cuanto termines aquí - intervino Ibiki - Te pasas por la enfermería y le pides a Shizune que te haga alguna cura.
Cuando Shikamaru terminó con su reconocimiento se dirigió con un papel escrito por Ibiki en la mano hacia la enfermería. La verdad es que ese ojo le estaba resultando cada vez más problemático.
Al llegar a la enfermería se encontró en el pasillo a las chicas de 2-1 esperando su turno para entrar. Allí estaban Stella, Kikyo e Ino hablando entre ellas. Jisei con Ryuko y Temari, Tayuya mirando a todas con cara de perdonarles la vida y Konan.
- ¡Eh! - gritó Tayuya al verle - ¿Que cojones haces tu por aquí?
- Tengo que ver a Shizune - levantó el papel que llevaba - Tengo un pequeño percance que hay que tratar.
- ¿Es por tu ojo, a que si? - indicó Jisei - No tiene buena pinta.
- ¿Quien te ha hecho eso, pardillo? - rió Tayuya.
- ¿Qué te pasa, Ryuko? - la ignoró Shikamaru - Estás muy seria.
- Estará preocupada por si ha cogido algún kilo - rió Kikyo - Cosa que no sería de extrañar.
- Pues tú, pija de mierda - habló Tayuya - Si has perdido algún kilo será porque tu cerebro está menguando porque tu culo está tomando proporciones colosales.
- ¡No empecéis a discutir, por favor! - intervino Temari - No tengo ganas de más discusiones absurdas.
La puerta se abrió lo que atrajo la atención de las chicas y Hinata salió.
- Ya puede entrar otra - habló.
- Perdona Hinata - interrumpió Shikamaru.
- Ho... hola Shikamaru ¿Qué haces aquí?
- ¿Queda alguna chica en paños menores ahí dentro?
- No... solo Shizune y la enfermera que ha venido.
- ¿Entonces me dejáis pasar, chicas?
- Si, anda, pasa - contestó Konan.
Shikamaru entró y Shizune le miró completamente perpleja.
- ¿No te has equivocado de sitio?
- Perdona la interrupción pero me manda Ibiki-sensei. Por lo visto mi ojo necesita atención.
- Anda pasa - dijo cogiendo el papel que le enseñaba Shikamaru y lo leía - Siéntate en esa banqueta.
- Mientras podría pasar alguna chica y adelantamos con las preguntas - propuso la enfermera.
- Me parece bien.
La enfermera se levantó y se acercó a la puerta. Todas las chicas la miraron expectantes al verla aparecer.
- Puede entrar la siguiente. No se va a desnudar hasta que el chico se vaya, no os preocupéis.
Sin embargo, por alguna razón aquello no resultaba convincente del todo. Fue Ino la que se acercó decidida, total, era Shikamaru, era como su hermano, ya le había visto bastante en paños menores... aunque fueran más pequeños.
Mientras Shizune atendía a Shikamaru y le echaba unas gotas, este comenzó a prestar atención a las preguntas que le hacían a Ino y sobretodo a las respuestas de esta.
- Voy a ponerte un parche - le decía Shizune - Y no te lo quites ¿Entendido? Mañana tienes que ir al médico ¿Me estás escuchando?
- Parche, no quitar, mañana médico... entendido.
- Y te voy a apuntar las gotas que tienes que echarte cada ocho horas. Como tu padre tiene una farmacia no tendrás problemas... ¿Me escuchas?
- Gotas cada ocho horas - repitió.
Shikamaru se marchó y Shizune le pidió a Ino que se fuera desvistiendo. Ahora venía una parte importante. Se suponía que su pérdida de peso debía ser lo suficientemente alarmarte para que el equipo de atención del instituto llamara a sus padres, eso era lo que Tsunade había hablado con Kushina Uzumaki.
La miró desvestirse, realmente se la veía bastante delgada... demasiado. Por un momento comenzó a pensar que era lo que llevaba a esas chicas a hacerse a si mismas esas cosas ¿Cómo podía ser que llegaran a ver lo delgadas que se quedaban? Tan delgadas que ya era una imagen patética la que trasmitían... pero ya lo sabía de sobra, no era el primer caso de anorexia o bulimia que tenían en el instituto, por desgracia.
Primero procedió a medirla... 1,63... no había a penas crecido ya desde el año anterior.
- Sube a la báscula - le dijo.
Ino se subió temblorosa y con los ojos cerrados a la báscula. Shizune cogió la cartilla de Ino y vio el peso que tenía el año anterior: 46,200 kilos, que tampoco es que fuera mucho, la verdad. Shizune comenzó a mover aquellas cosas, esos contrapesos que Ino nunca comprendía como funcionaba.
"37,100... ha perdido casi 10 kilos en un año... que pena" pensó.
- ¿He engordado? - preguntó Ino con miedo.
- No hija, no has engordado.
- ¿Pero peso más de 40 kilos?
- No, tampoco - contestó Shizune mientras lo apuntaba en su cartilla - ¿Estás segura que comes bien?
- Si, claro que si.
- Está bien, toma.
Ino cogió la carilla y miró. Puso un poco cara de decepción, había adelgazado, si, y no llegaba a los 40 kilos pero no según eso no había adelgazado nada en el última semana... y eso que había ido sin desayunar.
...
A la hora de la comida, en la puerta de su aula, Akane se despedía de sus amigos, estaba dispuesta a hablar con Sasuke y muy seriamente. Jisei le volvía a preguntar si estaba segura de lo que iba a hacer y ella respondía completamente convencida que si, eso no podía seguir así, tenía que hablar con Sasuke y aclararlo todo y cuanto antes mejor.
Esperaba a que Sasuke saliese de su aula para preguntarle donde quería comer. Tenía que ser en un sitio solitario, el tema a tratar no era para que otros lo oyeran.
Pero el que se acercó a ella primero fue Shikamaru.
- ¿Te han puesto un parche en el ojo?
- Por lo visto me has hecho una herida, calabacita.
- Deberías pintarte una calavera.
- Eres como la décima que me dice eso ¿Qué? ¿Esperando a Sasuke?
- Pues si, aquí estoy, esperando al Uchiha.
- A lo mejor se arrepiente o se asusta.
- No, no lo creo.
- ¿Necesitas mi ayuda?
- No. No te preocupes, lo tengo todo controlado.
- ¿Estás segura?
- Segurísima.
- Bueno, pues te quiero dar algo - sacó el pequeño ciervo tallado en madera - Es un amuleto, lo hice yo, no está muy bien pero... es para que te traiga suerte. Jisei dice que las cosas hechas por uno mismo estás impregnadas de fuerzas positivas o yo que se.
- ¡Que bonito que es! ¿Y lo has hecho tú? ¡Es un ciervo!
- Vaya, lo has reconocido, pensé que parecía un ratón con cuernos.
- Que va, que va, si se ve que es un ciervo, gracias Shikamaru, seguro que me va a traer suerte - se acercó a él y le dio un breve beso en la mejilla.
- ¿Solo me merezco eso? - según sus cálculos Sasuke no podía tardar en salir… habría que aprovechar para volver a marcar el territorio.
Sasuke, al salir del aula lo que vio fue a Shikamaru y Akane besándose... estaba bien... que disfrutase de lo poco que le quedaba.