miércoles, 8 de febrero de 2012

39. Conversaciones nocturas (1ª parte)


Después de unas cuantas preguntas más les dieron una nueva mochilas, algo más pequeñas y las pistolas y cargadores que debían utilizar, así como unos brazaletes de su color para los tenientes y sargentos. Volvieron a sus parcelas y allí se reunieron los grupos para planificar sus objetivos.

Shikamaru, de pie, con las manos en los bolsillos observaba al resto de los grupos con gesto serio.

- La estrategia es fácil - decía Zaku - Se trata de arremeter contra todo lo que veamos moverse, no hay más.

- No seas bruto - contestaba Fatora - No podemos atacar a los que se han rendido, ni a los heridos o "muertos" que vayan hacia los puntos de control.

- A parte de que si no llevan pañuelos sería una pérdida de municiones - añadió Suigetsu.

- Mirad a Shikamaru - habló Ino - En estos momentos nos está analizando a todos.

- ¿Tu crees? - rió Sakon - Ese tipo no vale mucho, deberían haber puesto de líder a Kabuto o Pain.

- Eso es lo que tu te crees - replicaba Ino - Seguro que ya ha descubierto cuales son nuestros puntos débiles, tu no le conoces, es muy listo.

- Esto es la guerra rubita - continuaba Zaku - Aquí vencerá el que primero ataque y punto.

Temari había reunido a su equipo en círculo.

- Nosotras - decía - Tenemos una ventaja en cuanto a los otros equipos, somos muchas chicas y las chicas somos retorcidas ¿que creéis que significa eso?

- Deberíamos recurrir a la emboscadas - contestó Kiba - Pillar por sorpresa a todos nuestros enemigos.

- Eres un chico muy espabilado - añadía Jisei - Pero además deberíamos intentar engañarles.

- ¿Que quieres decir? - preguntó Sumire.

- Van a intentar utilizarnos - respondió Temari - Lo veo en sus caras, creen que porque la mayoría somos chicas seremos más débiles, tenemos que conseguir dar la vuelta a esa situación.

- ¿Y como haremos eso? - volvió a preguntar Sumire.

- Ay chica, pareces tonta - se quejó Kin - Ya sabes, somos chicas, podemos liarlos un poco...

- Vamos Sumire - habló Kiba - que tenéis "razones" que pueden distraer mucho.

Jisei golpeó a Kiba en la cabeza.

- No digas tonterías ¿es que siempre pensáis en lo mismo?

- A nuestra edad es lo más básico.

- Kiba - intervino Temari - Lo que quiero que utilicemos es nuestra inteligencia... las mujeres podemos ser muy inteligentes.

- Ya... pero no sabéis leer un mapa, lisa.

- Para eso te tenemos a ti, inútil - gritó Tayuya - Me revienta hacer lo que la coletitas dice pero tiene razón. Habla.

- Total - decía Ukon - Nosotros estamos en manos de los Uchiha... a ver que se os ha ocurrido.

- El objetivo está claro - hablaba Sasuke - Se trata de conseguir todas las banderas que podamos. No sabemos donde nos van a dejar, pero lo más lógico será dirigirnos hacia el barracón, no hace falta que busquemos a los demás equipos, tarde o temprano ellos irán allí.

- Y allí les esperamos - interrumpía Ukon - Me gusta la idea, es retorcida y asquerosa.

- Eso no quiere decir que no tengamos que enfrentarnos a nadie - añadió Tobi - Ellos nos buscarán.

- Estaremos preparados - agregó Jirobo.

- No os fiéis de nadie - continuó Sasuke - Sobretodo del equipo magenta. Si nos encontramos con ese equipo procurar mantener los ojos bien abiertos. Tienen a Pain, Shikamaru y Kabuto... mala combinación. Lo mejor será evitar ese equipo hasta les podamos hacer caer en una buena trampa, algo que no se esperen y que no puedan reaccionar, la rapidez de nuestros movimientos es la clave. Nuestra bandera la llevará Akane, es quien menos se imaginan que la lleva. Shikamaru pensará que yo no pondría a Akane en ese riesgo, además, siendo yo el teniente, supondrá que no podré protegerla bien porque soy vanidoso y prepotente.

Eso era lo que Sasuke pensaba.

Shikamaru se acercó a Pain y le ofreció el brazalete que le identificaba como sargento.

- He decidido queseas tu. Esta decisión la he tomado basándome en que dos de los líderes son Sasori y Deidara, se que ellos te respetan y en cierta manera te sobrestiman, por esa razón pensarán que lo vas a tener todo controlado y nos evitarán hasta el último momento.

- Shikamaru - dijo Chouji - No olvides que Temari, Kankuro y Sasuke van a evitarte a ti.

- Ah! ¡mendokusei! Lo que pasa es que somos pocos y nos conocemos mucho. Bueno, el plan es el siguiente: lo primero protegernos de todos y no tener ninguna baja y luego conseguir la bandera de cada equipo, si conseguimos la bandera sus componentes quedarán eliminados como grupo, eso les desmoralizará, así que nos centraremos en la bandera lo primero.

- ¿Y como vamos a saber quien llevala bandera? - preguntó Stella.

- Es fácil, solo hay que pararse a analizarlos. Del equipo naranja la llevará Akane, Sasuke pensará que yo pienso que él no la va a poner en ese riesgo... es un poco engreído y supone demasiadas cosas. De ese equipo vigilar a Ukon, está muy desquiciado y nunca se sabe como reaccionará.

- Perdona teniente - habló Kabuto - Pero en nuestras filas tenemos un traidor potencial - miró a Karin.

- ¿Crees que voy a traicionaros? - gritó la chica.

- Venderías tu alma a Sasuke si pudieras - respondió sonriendo Kabuto.

- No lo va a hacer - afirmó Shikamaru antes de que Karin pudiera contestar - Y no lo hará porque quiere demostrarle a Sasuke de lo que es capaz ¿verdad? Por eso ella va a proteger nuestra bandera.

- No estoy de acuerdo con eso - dijo Pain - Este tiene razón, nos traicionará en cuanto pueda.

- No lo hará porque a Sasuke no le gustan esas cosas ¿me equivoco Karin?

Karin apretó la mandíbula, no era que no hubiera pensado en hacerlo y así ayudar a la victoria de Sasuke, pero ese condenado chico tenia razón, si lo hacía, Sasuke la consideraría una traidora en la que no se puede confiar.

- Karin va a demostrarle a Sasuke que sabe adaptarse a las circunstancias y sobrevivir ¿a que si?

- Si tu confías en ella - dijo Chouji - Yo también lo haré.

- Bueno - suspiró Stella - Si nos traiciona siempre podremos echarle a ella la culpa de todo ¿Y el resto de las banderas?

- En el equipo amarillo la llevará Kiba, es el mejor para protegerla porque ella se van a arriesgar a intentar engañarnos, nos mujeres, no lo pueden evitar, mejor que no las subestimemos. En el verde Ino, aprovecharán que Zaku la puede proteger, en este equipo ojito con Sakon... Chouji y Karin, no perdáis el contacto visual con ninguno de los gemelos diabólicos, del resto nos encargaremos nosotros. Los que mas me desconciertan son el equipo marino y el violeta... en el equipo añil la llevará Konan ¿no crees Pain?

- Si, tienes razón, ella sabe defenderse muy bien sola, además pensarán que ni Sasori, Deidara o yo la atacaremos directamente.

- En ese equipo tanto Naruto como Lee atacan directamente de frente, así que tener cuidado con Kimimaro y Neji, aprovecharán la confusión que causen estos dos. Para mi el peor equipo es el de Deidara, tendremos que vigilarlos a todos, solo tienen a Hinata como punto débil y la estará protegiendo Gaara.

- ¿Los has analizado a todos en tan poco tiempo? - preguntó incrédula Stella.

- Solo por encima, pero de aquí a mañana creo que lo tendré todo bajo control.

- ¿Cual es nuestro peor enemigo? - preguntada Kimimaro.

- El equipo de Sasuke - respondió Naruto.

- No, es el de Gaara - desestimó Lee.

- Sasuke es más peligroso, él es frío y calculador.

- ¡Como si Gaara no!

- Pues no olvidéis a Deidara y Sasori - añadió Konan.

- Es el de Shikamaru - dijo Neji - En estos momentos debe haber planeado ya su estrategia y sabrá como vamos a reaccionar, siempre va un paso por delante de los demás.

- Pero no es mas bueno que Sasuke.

- No le subestimes - habló Ryuko - es el fallo de todo el mundo.

- Además en ese equipo está Kabuto - añadió Kimimaro - Kabuto no se anda con tonterías.

- Y Pain - volvió a hablar Konan - No te olvides de Pain.

- Ese equipo es mejor ignorarlo.

- ¿Cómo lo vamos a ignorar? - gritó Lee.

- Vamos a lo práctico, solo necesitamos tres banderas, nos centraremos en eso. Lo mejor será dirigirnos al barracón y si nos encontramos a alguien por el camino atacarles.

- ¡Si! - gritó ahora entusiasmado Naruto - Tenemos que ir sin piedad, todos son enemigos y solo puede quedar uno ¡vaya que si!

- Naruto - habló Neji - Tranquilizate. Es solo un juego.

- Vale Gaara - hablaba Deidara - A pesar de la antipatía que nos tenemos más nos vale trabajar en equipo.

- Conformate con que no me interponga en tu camino - respondió éste.

- Gaara-kun - habló tímidamente Hinata - Tenemos que colaborar.

- Colaboraremos y punto, no esperes que confraternice con él.

- Esto nos convierte en el peor equipo - comentó Kidomaro - A ver, Deidara ¿cual es el plan?

- Lo primero librarnos del equipo eso, el de Kankuro, y del de las chicas, no parecen muy temibles pero pueden resultar muy molestas...

- Justo el de tus dos hermanos, Gaara - rió Dosu - Que casualidad.

- Si crees que mis hermanos no van a ser peligrosos te vas a llevar un chasco.

- A mi solo me preocupan los Uchiha. Tobi parece tonto pero sabe bien lo que hace y por poco que Sasuke se le parezca nos lo va a poner difícil. Tampoco me olvido de Pain y por supuesto de Sasori.

- Eso, tu solo ten en cuenta a tus amigos - gruñó Kidomaro.

- Tu déjame a mi, me han nombrado teniente a mi, por algo será.

Sasori miraba a sus compañeros sin decir nada.

- ¿Se puede saber por qué no hablas? - gritó Sakura algo nerviosa.

- Estoy pensando. Tu deberías llevar la bandera, eres la mejor opción pero no me fío de ti pelirrosa, no me fío ni un pelo.

- Que crees? ¿Que voy a ir corriendo a dársela a Sasuke?

- Si... le darías cualquier cosas que te pidiera.

- ¡Serás estúpido!

- Sakura cálmate - dijo Sai - No vas a conseguir nada poniéndote nerviosa.

- ¡Tu calla también! No soporto que me prejuzguéis tan rápidamente.

- Pelirrosa - habló Sasori - Eres como un libro abierto... es fácil saber que piensas.

- ¿A si? ¿Eso es lo que crees de mi?

- ¿Por que no os calláis de una vez?- la voz de Juugo sonó de forma grave e imponente.

Todos guardaron unos segundos de silencio.

- La llevarás tú - rompió el silencio Sasori mirando a Misaki - Creo que Sai puede protegerte bien. Nosotros esperaremos, seguramente el equipo de Deidara consiga dos banderas sin problemas, les vigilaremos y en el momento oportuno se las quitaremos.

- ¿Vamos a dejar que otros hagan el trabajo por nosotros? - protestó Sakura.

- Por supuesto ¿Para que pensar en emboscadas, trampas, luchas sin cuarte con un montón de gente cuando podemos hacerlo solo con un equipo?

Sakura no estaba muy conforme con ese plan. En el fondo, ella deseaba que Sasuke diese su merecido a Sasori.

- Es la ley del mínimo esfuerzo - dijo Sai - Conseguir el mejor resultado de la manera mas cómoda.

- ¿Lo entendéis, no? Debemos pasar inadvertidos, ser invisibles, hasta que llegue nuestro turno nos limitaremos a observar a los demás, así encontraremos sus puntos débiles.

Estuvieron un rato charlando hasta que Kakashi, Gai e Iruka que eran los que iban a dormir también en una tienda comunicaron que ya era hora de retirarse. Ellos dormirían allí por si había algún problema, los demás profesores se marcharon a unas habitaciones "normales".

Kakashi fue a la tienda ocupada por Ino y Zaku.

- Ino, cualquier cosa, lo que sea, grita.

- ¿Es que no te fías de mi, profesor? - apuntilló Zaku.

- No Zaku, no nos fiamos de ti, de hecho ahora mismo eres uno de los que menos nos fiamos.

También acudió a la tienda de Ukon y Kikyo.

- ¿Crees que soy tan tonto como para dejara gritar? - comentó burlón Ukon.

- Ukon, a ver si entiendes esto: si vas a hacerle algo más vale que la mates para que no hable y aún así la cagarás ¿entendido?

- Vale, vale... pues si que somos susceptibles...

Naruto seguía protestando.

- No es justo, tengo que dormir contigo... espero que no ronques y además no soy ni teniente, ni sargento, ni nada ¿por qué? ¿por qué el destino está contra mi?

- Vamos Naruto, cállate de una vez y ponte el pijama - le respondía Neji.

- Yo no duermo con pijama.

- ¡Pues métete en el saco y duerme!

- ¿Crees que Sakura estará bien?

- Seguro, estará mas a salvo que contigo.

- ¿Y Sasuke?

- ¡Y a mi que me importa! ¿Crees que Akane va a atacarle o algo así? En todo caso yo creo que ella sería la que estuviera en peligro. Espero que no le de por... morderla.

- ¿Por qué la iba a morder?

- No se ¿nunca has notado que Sasuke podría tener instintos algo salvajes? - Neji habló en un susurro aún mas bajo de lo habitual - Ya lo hizo una vez.

- ¿El que?

- No nada, a lo mejor tienes razón, si le hace algo a Akane lo mismo esta es la que le muerde.

Algunas chicas como Stella, Kikyo, Ino, echaron fuera de la tienda a sus parejas hasta que hubieron puesto sus pijamas y metido en sus sacos.

- No se te ocurra acercarte a mi - advertía Stella.

- No voy a acercarme a ti - decía Shikamaru - Además, aunque lo hiciera, estas embutida en tu saco ¿que iba a tocar?

- Y ni se te ocurra pensar cosas obscenas.

- ¡Bah, que pesada eres! - Shikamaru se metió en su saco con el chándal puesto y le dio la espalda.

Sasori, en su saco, observaba a Ten-Ten a la luz de la linterna, esta, sentada con las piernas cruzadas se había deshecho sus moñitos y cepillaba su cabello. Tenía el pelo no demasiado largo y ondulado debido sobretodo a que siempre llevaba sus moños y al deshacerlo le quedaba formando ondas.

- ¿Te han dicho alguna vez que pareces una muñeca?

Ten-Ten le miró asombrada y algo ruborizada, no había que olvidar que Sasori seria lo que fuese pero era muy guapo.

- ¿A que viene eso?

- No me había fijado nunca en ti pero eres bastante guapa.

- Pues... gracias.

- ¿Tienes novio?

- No... pero me gusta un chico.

- Si me dejases haría de ti la chica perfecta.

- ¿Qué dices?

- Creo que con mis consejos serías la chica perfecta, eres mucho mas guapa que Stella.

- ¿Y por qué harías algo así? - Ten-Ten recogía su pelo en un par de trenzas intentando no mirar a Sasori.

- Es un reto - Se incorporó y cogió a Ten-Ten de la barbilla girándole el rostro hacia él, estaba muy cerca de ella - Me gustaría...

La mano de Ten-Ten se estrelló de forma violenta contra la cara e Sasori.

- Buenas noches - dijo la chica de forma brusca metiéndose en su saco y tumbándose - Procura mantener las distancias, me pongo nerviosa enseguida.

- Buenas noches, gatita, creo que te voy a poner en mi lista.

Ten-Ten cerró los ojos y trató de actuar como si no hubiese escuchado nada, no sabia a lo que se refería Sasori pero no le gustaba.

Tobi miraba fijamente a Jirobo.

- ¿Tobi puede dormir tranquilo?

- ¿Crees que te voy a meter mano?

- ¿No quieres meter mano a Tobi?

- Lo que puedo hacer es meterte un guantazo ¿te vale?

- ¡Oh! Tobi entiende... pero lo que Tobi quiere saber es si Jirobo ronca, porque tienes pinta de roncar.

- Si no te callas nunca lo averiguarás.

Fatora le daba la espalda a Kankuro.

- Como ronques te hecho fuera de la tienda - decía la chica.

- ¿Por qué eres tan antipática? Eres una chica maja ¿Por qué tienes tan mal carácter?

Fatora se giró.

- ¿Te parezco maja?

- Me parece que a ti te estropean esas dos amigas tuyas. Tú no eres como ellas.

- ¿Que te hace pensar así?

- Vistes como ellas, hablas como ellas, actuás como ellas pero no eres como ellas. Todo el día, cada vez que las he visto estaban quejándose pero algo, sin embargo tu te has adaptado bastante bien. Creo que no eres tan pija-repelente como ellas, eres pija, pero no tan repelente.

- Vaya... pues... tu tampoco eres como me imaginaba.

- ¿Y cómo me imaginabas?

- Pensé que eras un sucio mono pervertido y salido... y pervertido eres pero aún así has estado pendiente de tus compañeras y hasta de mi y de que Sakon no nos hiciera nada.

- Pero sigo siendo un pervertido - sonrió abiertamente - Lo que pasa es que somos un equipo y tenemos que ayudarnos entre nosotros, sobretodo mañana, algo me dice que algunos piensan que somos débiles.. bueno, vamos a descansar, lo necesitamos.

- Que sepas que cuando esto termine dejaré de pensar que eres agradable y volveré a tratarte como a un sucio mono pervertido.

- Vale, y yo a ti como a una pija-repelente.

Ryuko se ponía la sudadera encima de su pijama.

- ¿Tienes frío Ryu-chan? - preguntaba Lee.

- Mucho.

- Los sacos son de cremallera, se pueden unir, si quieres los juntamos.

- ¿Pero que dices?
- Así te llegaría mi calor, lo digo por eso, no vayas a pensar que yo... yo nunca... pero nunca...

-Ya, ya lo se, estás muy enamorado de tu Sakura.

- ¡Y soy fiel hasta la muerte!

- Creo que eres el chico mas apasionado que he conocido nunca... ay, ya tengo menos frío.

- Yo pongo todo mi corazón en lo que hago.

- ¿Y no te pone celoso que Sakura esté como medio enamorada de Sasuke?

- No. Bueno, a veces si. Pero se que algún día se dará cuenta de quien la quiere de verdad y me dará una oportunidad.

- Eso es muy bonito, Lee.

- Yo nunca pierdo la esperanza, porque se que si me esfuerzo puedo conseguirlo.

Ryuko era una chica muy friolera. No soportaba el frío, se le metía dentro, lo sentía en su interior. Por poco que hiciese ella siempre se quejaba, enseguida empezaba a tiritar, además, cuando el frío se había metido dentro de ella por mucha ropa que se pusiese no conseguía entrar en calor.

Totalmente opuesta a ella era Akane. Cuando Akane decía que hacía frío es que hacía pero que mucho frío. Era algo en lo que nunca estarían de acuerdo, en invierno Ryuko vivía encogida, a penas si se movía, siempre iba buscando una fuente de calor y en verano Akane se agobiaba.

Sasuke la miaba recogerle el pelo en un par de coletas.

- ¿No tienes frío? - Akane se había puesto un pijama demasiado veraniego a juicio de Sasuke. Consistía en una camiseta de tirantes blanca con un gracioso dibujo de "Hello Kitty" y un pantaloncito corto con el mismo dibujillo.

- No ¿Debería tenerlo?

- Por la noche refresca.

- Ya lo se, no es la primera acampada que hago. Los sacos son aislantes, en cuanto entre en calor seguro que sudo y odio sudar - Sasuke rozó el brazo de Akane y ella le miró perpleja.

- Quería comprobar si era cierto. Comprobaba que tu carne no era de gallina, a veces las chicas os hacéis las fuertes para impresionarnos.

- ¿Y qué? ¿cómo es mi piel?

- Es.. suave y cálida.

- Yo siempre estoy... quiero decir que... a ver como lo digo que no suene mal... soy bastante calurosa ¿ves? - cogió la mano de Sasuke entre las suyas - Yo siempre tengo las manos calentitas. Bueno, vamos a dormir, apaga la linterna, por favor.

Sasuke así lo hizo y se acomodó en su saco.

- Jo - dijo Akane - Me imagino lo que me deben envidiar algunas en estos momentos.

- Seguro que a mi también me envidia alguno ¿De veras no tienes frío?

- Sasuke, tu estás en tu saco, yo en el mio, no se me ve nada ¿por qué iba a querer presumir delante de ti?

-No lo digo por eso.

- Y no tengas miedo, me duele todo el cuerpo, aunque quisiese no podría meterte mano.

Sasuke se incorporó apoyándose sobre uno de sus codos y acarició la mejilla de su compañera. Aquella situación era bastante incómoda para Akane, le molestaba aquel contacto físico, le era algo muy molesto.

- ¿Podemos salir otro día? - casi susurró Sasuke

- ¿Otro día?

- Si, me gustó salir contigo y tengo que compensarte por estropearlo todo.

- No hay nada que compensar, todo está bien.

- ¿Pero puedo volver a llamarte?

Akane abrió la boca, ese era su problema, sería muy decidida a veces pero otras no sabía como negarse sin ofender.

- Pues ¿Y Sakura?

- No pienses en Sakura, siempre estás pensando en ella, no es mi novia ¿lo sabías?

- Ya, pero...

- Quiero volver a salir contigo, me gustó mucho ¿Puedo llamarte un día de estos?

- Bueno si, llamarme puedes, ya veremos que pasa.

- Entonces ¿Puedo?

- Si hombre, si, lo puedes intentar.

- Tú me lo has dicho, has dicho que puedo.

- Que si, que si - Akane continuaba molesta, cada vez más molesta.

Sin que Akane se lo esperase, mientras desviaba la mirada y comenzaba a girarse para darle la espala, sin apenas tener tiempo para reaccionar, vio la cara de Sasuke acercándose a la suya, por un instante pensó que la iba a besar y lo hizo pero para alivio suyo yo en los labios, tampoco en la mejilla, lo hizo brevemente en la comisura de su boca.

- Buenas noches Cenicienta.

- Sasuke, me gustaría que no volvieras a tomarte esas libertades conmigo.

- ¿Te has enfadado conmigo? - casi parecía burlarse el chico.

- Tu y yo no somos novios, no estamos saliendo como pareja y no nos conocemos tanto como para que tengamos tanta confianza.

- Tampoco es para que te pongas así. Tengo 16 años es normal que mi cuerpo piense por si mismo cuando estoy cerca de alguien que me interesa.

Akane iba a contestarle pero se quedó a medio camino con la boca abierta.

- ¿Yo te intereso? - dijo de pronto.

- Creo que te lo he dejado muy claro.

Akane arqueó las cejas.

- ¿Y Sakura?

- ¿Ya estamos con Sakura otra vez? ¿Qué obsesión tienes tú con Sakura?

- No quiero ser el segundo plato de nadie.

- ¿Por qué piensas que eres un segundo plato para mi?

- ¿Y que quieres que piense? ¡Eres el Uchiha! Tienes hasta un club de fans en el instituto ¿de verdad vas a estar interesado en mi? Sakura es guapa y popular y es tu amiga ¿Y desde cuando me conoces a mí? Hace a penas un mes ni me hablabas y hace dos ni sabías que existía.

- Hace dos meses no sabía ni que existías y ahora me muero por besarte ¿Qué es lo que me has dado?. Se que crees que soy un crío malcriado y caprichoso que ahora se ha encaprichado contigo.

- Lo que no entiendo es porqué yo.

- Pues no lo se y eso es lo que me gustaría saber ¿Qué tienes tu de especial?

- No se... ¿pecas?

Aquella respuesta tan absurda dicha a una pregunta retórica de una forma tan seria, consiguió que Sasuke esbozase una sonrisa. Sería eso, serían las pecas.

- No se si te lo he dicho antes Sasuke, pero es que a mi no me gustan los besos.

- ¿Algún tipo de trauma?

- Más bien que soy muy escrupulosa, me da como repugnancia el intercambio de fluidos vitales.

Sasuke se recostó en su saco. Realmente esa chica era muy peculiar.

- Anda, duerme Cenicienta.

- Si, será mejor... buenas noches, príncipe.

Karin miraba como Chouji terminaba con su "aperitivo antes de dormir".

- ¿Eso te hará bien? - le dijo al fin.

- Realmente lo necesito, si no mis niveles de azúcar bajarán durante la noche y no es muy divertido.

- ¿O sea que lo tuyo es de verdad una necesidad?

- Si y me gustaría que alguien se la tomara en serio.

- La gente se mete mucho contigo ¿no? Te entiendo, se suele criticar sin conocer a la otra persona.

- La sociedad suele ser así de cruel.

- Creo que eres un buen chico, no me caes mal, no sueles meterte con nadie.

- Intento ser una buena persona.

- Pues no deberías. El mundo no está hecho para las buenas personas.

- Todo el mundo me dice lo mismo pero yo soy como soy.

- ¿Estás muy acomplejado?

- ¿Por qué? ¿Por mi físico?

- Si, por ejemplo.

- Lo que no tengo es mucha seguridad en mis propias capacidades.

- Eso te hace inseguro y pareces débil, por eso se meten contigo.

- Pues no te digo que no ¿Sabes que tú eres muy distinta a como te imaginaba?

- ¿Y cómo me imaginabas? No, deja, ya lo sé, como una chica hueca y vacía que solo sabe pensar en Sasuke.

- ¿Te gusta mucho?

- Mucho... no se porqué pero me atrae de una forma que no puedo controlar... tampoco se porqué te cuento estas cosas.

- ¿Y se lo has dicho a él?

- El lo sabe de sobra.

- Pero ¿se lo has dicho? - Karin le miró aturdida, era consciente de que Sasuke sabía lo que sentía, se lo había insinuado muchas veces, era algo que todos sabían pero en realidad nunca se le había dicho abiertamente - Quizás deberías decírselo, no se si sabes que Sasuke está interesado por una chica.

- Por tu amiga, la del pelo naranja, lo se de sobra, él lo ha dicho.

- Y que no sabe lo que siente realmente por Sakura.

- Si, también lo sé.

- Así que ha comenzado una especie de "juego" para averiguar que es lo que siente por cada una de ellas... creo que deberías hacerle saber que hay otra persona en ese juego.

Karin le miraba llena de incredulidad, ese chico, al que a penas conocía, acababa de darle uno de los mejores consejos que había oído ¿Cómo iba a saber Sasuke que ella también estaba dispuesta a luchar por él si no se lo decía claramente?

Sai doblaba de forma meticulosa su ropa y ordenaba todas sus pertenencias. Misaki le observaba algo divertido.

- ¿Siempre haces todo con tanto cuidado, Sai?

- Si las cosas están ordenadas cuando las busques las encontrarás con facilidad.

- Si que eres meticuloso, seguro que tus armarios están perfectamente ordenados.

- ¿Los tuyos no?

- Los míos son un caos, a veces cuando saco una prenda, las demás caen al suelo, supongo que los tengo como casi la mayoría de los adolescentes.

- ¿Y no te gustaría tenerlo todo en orden y que no te pasase eso?

- Bueno también es divertido el desorden.

- ¿También eres desordenado en tu vida? - preguntó Sai lleno de curiosidad.

- ¿Qué te pasa? ¿Quieres saber si esta noche te voy a meter mano?

- No - respondió con toda naturalidad - Ni siquiera me lo había planteado.

- Ya... como que no sé lo que estás pensando.

- ¿Lo sabes? Creo que es imposible que lo sepas.

- Estas pensando que te ha tenido que tocar con el maricón del grupo y que tus amigos se ríen de ti.

- Eso me resulta curioso ¿Por qué crees que pienso algo así?

- Porque todos lo hacen, es lo que se dice de mi ¿no? que soy un asqueroso marica que se lo hace con cualquiera.

- Nunca he pensado en ti de esa forma ¿eso es lo que debo hacer?

Misaki se rió.

- Tranquilizate y no estés tan tenso, no voy metiendo mano a nadie, no es mi estilo.

Sai estaba muy confundido.

- No lo comprendo ¿por qué debería pensar que vas a meterme mano? ¿por tu orientación sexual?

Misaki no contestó, se limitó a sonreír amargamente y mirar hacia otro lado.

- Me da igual que te gusten las mujeres o los hombres, eso no va a cambiar la opinión que tengo de ti ¿o debería hacerlo? Me gustaría saber si debo pensar de ti de distinta forma y como debería tratarte.

- ¿Me estás tomando el pelo?

- No, hablo en serio ¿es que no se nota?

- Eres un chico muy raro.

- Bueno, también dicen de ti que eres raro - Sai sonrió con su enigmática sonrisa.

- ¿Quieres saber una cosa de mi?

- Claro, si tu quieres contármela.

Misaki dobló sus rodillas y las rodeó con sus brazos, apoyando la frente en ellas.

- Yo odiaba a aquel profesor, odiaba como me manipulaba y lo que me hacía... todo el mundo me ha juzgado como un pervertido pero nadie se ha preocupado por saber que era lo que yo sentía... odio al mundo y su hipocresía.

- Yo también se lo que es que te miren como a un bicho raro y que te juzguen sin ni siquiera conocerte - Sai volvió a sonreír.

Misaki giró la cabeza y le miró, era extraño pero allí, junto a ese chico de sonrisa intrigante se sentía tranquilo y relajado, quizás se dijese de Sai que parecía no tener sentimientos pero él podía sentir la calidez que emanaba.