- Nuestro problema – hablaba Shikamaru - es que, como siempre, no nos centramos en
lo que tenemos que centrarnos.
- ¿Y en qué tenemos que centrarnos? – inquirió Sakura.
- En el musical.
- ¿Podemos decirle a Temari que entre? – interrumpió Akane
mientras se tocaba la mancha que tenía encima de la barriga – Es que me da cosa
que esté sola ahí fuera y lo mismo esto se alarga… que mancha más fea, espero
que salga.
- O puedo irme yo – sugirió Konan – Así la hago compañía y
vosotros habláis de vuestras cosas de directores.
- Creo que lo mejor sería que viéramos antes lo que ofrece
Temari ¿no? – opinó Neji – Ella ha venido para su casting, no vamos a ser tan
maleducados como para hacerle perder su tiempo.
- Yo soy la que me tengo que ir – habló Konan – Por favor,
tener en cuenta lo que os he dicho ¿vale? Ya le digo a Temari que entre. Mañana
nos vemos.
Konan se marchó y entró Temari.
- Hola, Temari –
habló Sasori – Cuéntanos que sabes hacer.
- ¿Yo? Nada.
- Bien, empezamos bien – refunfuñó Shikamaru - ¿Es que no
hay nadie que tenga un poco de entusiasmo?
- Si – contestó Sakura – Tenemos a Lee, a Sumire, a Naruto y
a Tobi.
- Tenéis que entendernos – se explicó Temari – Ya estábamos
concienciados con la obra de teatro y supongo que los del recital con lo suyo y
ahora nos lo cambian todo y tenemos poco tiempo y como que no hay ganas.
- No te creas que nosotros tenemos tampoco muchas ganas –
resopló Sasori – Pero hay que hacerlo y hay que hacerlo lo mejor posible,
tenemos que demostrar que somos capaces de hacerlo y que nos salga algo
grandioso, como… como una obra de arte.
- Uh que bonito te ha quedado, Sasori - se sorprendió Akane.
- En realidad no sé lo que digo. Creo que he bebido
demasiado café. A ver, Temari, algo habrá que sepas hacer.
- Pues cantar no sé, así que no me ofrezcáis canciones.
- No mientas – la contradijo Shikamaru – No cantas tan mal y
además sabes actuar.
- Si, algo sé, pero solo lo que he estado ensayando, que
tampoco era tanto.
- Pero sí que sabes bailar – afirmó Sasori - ¿A que si?
- Hace mucho tiempo que no bailo – contestó completamente
perpleja Temari.
- Recuerdo que de pequeña ibas a baile, tú y otras niñas
y al final del curso hacíais unos bailes
para todo el colegio.
- Vaya de lo que te acuerdas – se quejó Temari – Pero de eso
hace mucho.
- Eso es interesante, Shikamaru – intervino Neji –
Necesitaríamos unos coreógrafos para los bailes.
- Cierto – confirmó Sakura – El musical no es solo de
cantar, también hay bailes, lo pusimos en la nota que os dimos, que se
necesitaba de todo, actores, cantantes, bailarines, coreógrafos, maquilladores…
¿Es que nadie leyó la nota?
- Me temo que no, Sakura – se resignó Neji – Que nadie le
hizo ni caso.
- ¿Tu sabe hacer coreografías, Temari? – preguntó directa
Sakura.
- ¿Cómo?
- Como han dicho Neji y Sakura – explicó Sasori – No solo
necesitamos actores y cantantes, también bailarines y alguien que nos ayude
creando unos pasos de baile que no sean algo caótico y sin sentido. Hasta el
momento nadie se ha ofrecido para ayudar con la coreografía.
- Bueno… - dudó Temari. – Hace mucho que no bailo.
- Y algunos no han bailado en su vida – añadió Akane – Pero
tampoco se necesitan bailarines profesionales, piensa que algunos de los bailes
son… así como que están bastante “fumados”.
- ¿Quieres ser la coreógrafa? – propuso Shikamaru.
- ¿Yo?
- Mendokusei, alguien tiene que serlo y yo no conozco a
nadie más que baile, bueno, si, Ino, pero ella ya es nuestra maquilladora y se
encarga del vestuario.
- Pero lo mismo puede ayudar en algo – sugirió Sakura.
- Sumire también baila – habló Akane – Es muy buena, muy
flexible y ágil, pero no creo que sirviese como coreógrafa, ya la conocéis, es
un poco despistada.
- Pues ya está – sentenció Sasori -El próximo día que
tengamos ensayo proponemos a Temari como coreógrafa y si alguien piensa que
puede ser mejor que Temari que lo diga.
- ¿Te parece bien, Temari? – cuestionó Shikamaru.
- Pe… pero…
- A ver si para el próximo día puedes llevar algunos pasitos
preparados ¿Conoces alguna canción del musical? – casi parecía ordenar Sasori.
- Si, pero…
- Pues eso, lleva algunos pasos que puedan bailar todos y
eliges a los que tengan más potencial.
Temari se quedó perpleja y sin saber qué hacer, si hablar,
irse o cualquier otra cosa ¡Pero si es que no la habían dejado ni opinar!
- ¿No te parece buena opción? – se interesó Neji – Yo creo
que sí. Tú no quieres ni cantar, ni actuar pero algo tienes que hacer.
Temari miró a Neji, después a Shikamaru que parecía
ignorarla mientras miraba sus papeles y se encogió de hombros.
- De acuerdo. Lo puedo intentar, a ver si me gusta.
Si Neji y Shikamaru confiaban en que ella iba a ser capaz de
hacerlo era porque seguramente era capaz de hacerlo. Le daría una oportunidad a
eso de ser coreógrafa.
- ¿Ya hemos terminado? – preguntó Akane.
- Hoy ya no tenemos a nadie más.
- Que bien ¿Entonces podemos ver otra vez el video de
Deidara?
- Akane… - refunfuñó Shikamaru.
- ¿Qué? Konan se ha olvidado de sacarlo del video y Temari
no lo ha visto. Tienes que verlo Temari, es alucinante, es… ¿Verdad que tú
también quieres volver a verlo, Sakura?
- No vamos a ver el video – resopló Shikamaru – Vamos a
hablar de nuestro problema.
- ¿Me marcho entonces? – preguntó Temari.
- No. Quédate si quieres. Cuantas más opiniones tengamos
mejor – dijo Shikamaru levantándose y acercándose a la pizarra que había en el
aula – Nuestro problema ha sido que hemos sido muy flojos y no hemos querido
trabajar, o hemos decidido trabajar lo menos posible.
- Mira quien lo va a decir – sonrió Temari – El que no es
flojo ni nada.
- Lo que nos ha pasado – la ignoró Shikamaru – Es que hemos
pensado que lo más sencillo era guiarnos por la película y hacer algo parecido
y no, eso es lo que nos está dificultando todo. Lo que tenemos que hacer es… -
agarró una tiza e hizo una raya vertical en el medio de la pizarra, después
escribió en un lado “canciones” y en el otro “actores” – Lo que tenemos que
hacer es olvidarnos de la película y desglosar las canciones y los personajes y
no relacionar unas con los otros.
- ¿Qué quieres decir? – apuntó Sakura.
- Quiero decir que las canciones son las que son
independientemente de quien las cante. Hay algunas que sí, que tienen que cantar
ciertos personajes, pero la mayoría no.
- ¿Y eso que nos soluciona? – volvió a preguntar Sakura.
- Ya lo entiendo – reflexionó Sasori – Creo que tienes
razón. Lo que quiere decir – miró a Sakura – es que los personajes principales
no tienen por qué cantar todas las canciones. Eso, por ejemplo, solucionaría el
problema que tenemos con el personaje de “Sheila”, ella solo canta una canción
y si no encontramos a una actriz que quiera o sepa cantar o a una que cante
bien y que quiera actuar pues podemos hacer que en lugar de "Sheila", esa canción
la cante otra chica.
- Así de sencillo – concluyó Shikamaru – En la película el
grupo de hippies son cuatro, pero eso no quiere decir que nosotros no podemos
hacer un grupo un poco mayor. El caso es que las canciones se canten, no tienen
que ser necesariamente los personajes estipulados, tenemos libertad y podemos
adaptar la obra como queramos, eso se nos dijo ¿no?
- Visto así es una gran idea – intervino Temari.
- Viendo la actuación de Deidara lo he tenido más que claro
– continuaba Shikamaru – Deidara es un gran cantante pero no sabemos cómo se le
da actuar, podíamos darle el papel de "Berger", claro que sí, pero ya hemos dicho
que es muy problemático, sin embargo puede cantar algunas canciones de "Berger" sin ser él, por ejemplo “Danna”.
- Y por otro lado en nuestro grupo tenemos muy buenos
interpretando – opinó Neji – Creo que tienes razón y podemos combinar lo que se
nos da bien a cada grupo.
- Yo tengo al “Berger” perfecto – declaró Shikamaru – Es un
gran actor, carismático, con una gran presencia y sabe transmitir, aunque ya
nos dijo que prefiere no cantar, que no se siente cómodo. Lo único que tenemos
que hacer es reducir sus canciones a los trozos imprescindibles y de paso dar
el resto a otros que pueden lucirse cantando.
- ¿En quién estás pensando? – se interesó Sakura.
- En Kankuro.
- ¿Mi hermano? – se escuchó a Temari.
- Kankuro es muy buen actor – replicó Shikamaru – Vamos
Temari, no me digas que no te has dado cuenta, además le gusta el teatro y lo
disfruta.
- Si… eso es cierto.
- Kankuro será un “Berger” perfecto. Yo propongo que le
hagamos otra prueba.
- Y yo tengo a una “Sheila” perfecta – habló de pronto Akane
– Vamos ¿Qué nadie se ha dado cuenta? Es una chica tímida, no se le da bien eso
de cantar, casi ni se la ve pero es muy buena actriz, sabe meterse en el papel
que sea, solo necesita un poco de confianza. Vosotros la habéis visto en los
ensayos y además, se de buena tinta, que quiere un papel.
- ¿De quién hablas? – se interesó Neji.
- De Ryuko – contestó tajante – Vamos ¿De veras me vais a
decir que no la habéis visto en los ensayos? Quizás no porque en la obra de
teatro tenía un papel ínfimo ¿Pero y en las improvisaciones?
- ¡Ryuko! – exclamó Temari - ¡Claro, Ryuko! Yo si recuerdo
sus improvisaciones, lo hacía muy bien.
- Es cierto – añadió Sakura - ¿Crees que podría hacer de
“Sheila”?
- Si no tiene que cantar, sí. Solo tenéis que probar a
pedírselo. Seguro que no lo habéis hecho, claro, ella no es súper mona y
glamurosa, seguro que se lo habéis ofrecido a Ino, a Stella, a Hinata, a Konan…
¿A que si? Y solo porque os habéis dejado llevar por la imagen estereotipada.
- Tranquiliza tus hormonas – habló Shikamaru – Nadie ha
querido hacer de menos a Ryuko, es solo que ella tampoco se ha ofrecido.
- Pero para eso están los directores, para ver el talento de
los candidatos.
- Yo no he visto actuar a Ryuko – se excusó Sasori – Pero
ahora tengo curiosidad.
…
Estaban contentos y satisfechos. En unos minutos habían
conseguido más que en todos esos días que llevaban cavilando y haciendo miles
de combinaciones y suposiciones. Salieron del instituto por primera vez con la
satisfacción de haber logrado un avance.
- Ya que está Shikamaru aquí – se dirigió Temari a
Akane – y ya no estás solita, voy a
aprovechar para ir a la biblioteca a recoger unos libros.
- Bueno pero mañana vienes a verme y volvemos a dar un
paseo.
- Eso seguro.
- Entonces, si no te molesta, yo te acompaño, Temari – dijo
Neji – A mí la biblioteca me pilla de camino.
- Ah no, no me importa. ¡Hasta mañana, chicos! – se despidió
de los demás.
- Espera, si nosotros también vamos para allá – se apresuró
a hablar Sakura - ¿Verdad, Sasori?
Sasori se quedó sin saber que contestar, que él supiera no
tenían que ir por ese camino, ni a la biblioteca, pero la mirada que le estaba
lanzando Sakura le decía que debía seguirle la corriente.
- Ah, claro… sí.
Shikamaru y Akane tomaron un camino distinto y ellos cuatro
comenzaron a andar en silencio, un poco incómodos.
- ¿Y qué tal tu viaje a China? - pregunto Temari deseosa de
romper el hielo.
- Bien, muy bien - contesto Neji - La verdad es que fue un
viaje de lo más interesante.
- Ibas a visitar a tu familia, no, Neji? - se interesó
Sakura - Me lo dijo Lee.
- Sí. Fui a visitar a la familia de mi madre, a la que no conocía.
- Y Lee, como es un metomentodo se fue contigo - se quejó
Sakura - Mira que le dije que eso no era apropiado pero él es muy cabezón.
- Pero hizo bien en venir. Fue un viaje muy interesante que no
lo hubiese sido tanto si Lee no hubiese venido. He aprendido mucho en ese viaje
y también de Lee.
- Tengo entendido que fue toda una aventura - comento
Sasori.
- Lee no quiso hacer un viaje normal, no, Lee tiene que
hacer siempre las cosas de la forma más difícil. Yo quería ir solo, necesitaba
pensar, pero Lee dijo que eso no me serviría de nada, que lo que necesitaba era
un viaje que me ayudase a encontrarme interiormente.
- Lee tiene teorías muy extrañas todas influidas por
Gai-sensei - suspiro Sakura.
- Pero no dejan de ser útiles - explico Neji - Lee tenia razón.
Yo solo no hubiese solucionado nada, seguro que hubiese vuelto igual de confuso
que me fui.
- Los viajes de conocimiento personal siempre son útiles -
opino Sasori.
- Pero es que Lee me enseñó a ver las cosas desde otra
perspectiva. Entre lo que aprendí en el viaje con Lee y lo que me enseñó mi
familia puedo decir que he aprendido a ver las cosas de otra forma y a dar
importancia a cosas que antes no valoraba.
- Tu otra familia es muy distinta a los Hyuuga? - pregunto
Temari.
- Son completamente opuestos. Son pescadores y muy humildes.
- ¿Te vas a mudar a China?
- No, no puedo hacer eso. Si me fuese allí no podría
estudiar, no solo porque para ellos supondría un gasto extra muy importante,
porque seguramente mi tío Hiashi podría ayudarlos, sino porque no hay ninguna
universidad cerca de su pueblo. No. Ellos comprenden que yo quiero estudiar y
saben que aquí tengo más oportunidades.
- Pues me alegro de que te fuera bien el viaje - comento
Temari.
- No me arrepiento de haber ido.
- ¿Y qué te enseñó Lee? - cuestiono Sasori.
- Pues muchas cosas. Por decirte alguna pues me enseñó a que
cuando pones el corazón en lo que haces y defiendes lo que crees nunca eres un
perdedor.
- Pero a veces se pierde - intervino Sakura - Lee ha perdido
a veces.
- Eso depende de tu punto de vista. Yo creo que Lee no ha
perdido nunca y si te refieres a que te perdió a ti, la persona de la que
estaba enamorado pues te diré que no, el no perdió, se retiró de una lucha que sabía
que no le beneficiaba porque nunca estuvo entre tus preferencias, verdad
Sakura? Nunca tuvo oportunidad contigo, nunca se la diste, ni pensabas hacerlo.
- Bueno... es que...
- No tienes que justificarte. A veces nos enamoramos de
quien no debemos. Él quizás no debió fijarse en ti pero no se arrepiente de
haberlo hecho porque aprendió muchas cosas, entre ellas, aprendió a retirarse a
tiempo.
- Eso que dices - empezó a hablar Temari - Es... muy
curioso.
- No te sientas tú tampoco mal. A veces hay sentimientos que
no podemos controlar. Ni Sakura era para Lee, ni tú eras para mí.
- Yo nunca quise hacerte daño Neji y me lamento mucho por
haberlo hecho.
- No fue culpa tuya Temari. Las cosas son como son y no hay
que buscar culpables. No eras mi destino o más bien yo no era el tuyo. Lo que
pasa es que los desengaños duelen y a mí me costó comprenderlo. Yo quería
seguir siendo tu amigo pero ya nada era igual, nosotros habíamos sido más que
amigos y no era tan fácil volver atrás.
- Es cierto. Yo también quería que siguiésemos siendo amigos
pero ya no era lo mismo.,
- Es lo que pasa cuando se involucran sentimientos en las
relaciones.
- Supongo - interrumpió Sasori ese momento de extrañas
miradas entre Neji y Temari - Que en todas las relaciones que se rompen hay alguien
que sufre o al menos alguien a quien le cuesta más superarlo. La gente suele
creer que son las mujeres las que más sufren, siempre se habla de sus
sentimientos y de que lloran por quien no merece sus lágrimas y todo eso que se
ve por internet y da la impresión de que los hombres somos seres sin
sentimientos y sin corazón a los que nada les daña.
- Todas las rupturas son difíciles – continuó Neji – Siempre
queda la sensación de que has fallado, de que algo has hecho mal… pero de
errores se aprende.
- ¿Y tú que has aprendido, Neji? – preguntó Sakura.
- He aprendido a que cuando quieres a alguien tienes que
asegurarte de que ese alguien lo sepa.
- Ya has dicho eso antes – habló Sakura - ¿Qué es lo que
quieres decir?
- Pues que tienes que decir lo que sientes o si no puede ser
que llegue el momento en el que te arrepientas de no haberlo hecho. Hay
personas a las que nos cuesta más decir nuestros sentimientos, creemos que eso
nos hace vulnerables y que nos van a dañar más si por ejemplo, una relación no
funciona; lo cual es una tontería porque el daño va a ser el mismo digas tus
sentimientos o no y a veces a la otra persona le hace falta saber lo que tu
sientes… no se si no estoy siendo muy claro.
- Sí que eres claro – afirmó Temari – Has cambiado mucho Neji.
No quiero decir que antes fueras…
- No hace falta que te justifiques – la interrumpió Neji –
Sigo siendo el mismo solo que ahora me he dado cuenta de otras cosas. He
aprendido mucho de Naruto y de Lee.
A Neji le era difícil explicar lo que había cambiado dentro
de él y lo que había influido su amistad con Naruto y Lee. Romper, o más bien,
cambiar la relación que tenía con Temari le había afectado más de lo que
pensaba que le iba a afectar pero un día se dio cuenta de que ya no le dolía
tanto, le había llevado tiempo, varios
meses y quizás no estuviese “curado” del todo pero ahora ya no le dolía tanto.
Para Neji era como tener un cubo en el que había piedras, esas piedras eran
recuerdos de su relación con Temari y él intentaba hacerlas desaparecer sin sacarlas
del cubo, tenían que quedarse allí, así que intentaba ignorarlas o echarles
algo encima que las cubriese pero no lo conseguía las piedras siempre se veían,
hasta que un día vio que poco a poco iba cayendo tierra en el cubo y esa tierra
había tapado las piedras, ya no las veía, estaban allí, lo sabía y si escarbaba
un poco las podía volver a ver… el tiempo
había conseguido que el recuerdo no estuviese siempre presente y no
doliese tanto.
- Sakura – dijo mirándola gravemente – Sé que estabas
preocupada por si le tengo rencor a Temari y no querías que se quedase a solas
conmigo.
- No, no es eso – habló apurada Sakura.
- Me ha costado ver a Temari de nuevo como una amiga pero
creo que lo vamos consiguiendo y además no nos queda otro remedio, parece que
Gaara y Hinata van en serio y no vamos a estar toda la vida ignorándonos.
- Somos amigos – afirmó Temari – No hemos dejado de serlo,
solo ha sido más difícil comunicarnos pero con el tiempo todo volverá a ser
como era o incluso puede que sea mejor.
- Quien sabe – opinó Sasori – Puede pasar, quizás erais
amigos y solo amigos pero confundisteis la amistad… a veces sucede, a mí me
sucedió.
- Vamos a dejar de hablar de nosotros – sugirió Temari –
Estoy empezando a sentirme incómoda. Lo que si me he dado cuenta es que yo creo
que estás empezando a sentir algo por Stella.
- Todos queréis emparejarme con alguien como si teniendo
pareja fuera a ser más feliz o se acabasen mis problemas – pareció quejarse
Neji.
- Es la manía que tienen algunos humanos – habló Sasori – Es
una verdadera manía ¿Y no te fue bien con la hija del puesto de ramen?
- Ayame, se llama Ayame – puntualizó Sakura – Es verdad,
recuerdo que Lee y Shiho querían que salieses con ella, pero ella no era muy
receptiva.
- Ayame es una gran chica y me encantaba hablar con ella
pero era imposible cualquier relación entre nosotros que no fuese amistad.
-