sábado, 1 de noviembre de 2014

208. Soy tuyo

Jisei tenía una teoría.
Bueno, Jisei tenía muchas teorías. Jisei tenía teorías para cualquier cosa y de cualquier tipo.
Una de sus teorías era que en cualquier grupo social existe un "centro de gravedad", un punto clave para su estabilidad, "algo" que lo equilibra y era lo que intentaba explicarle a Ryuko mientras caminaban rumbo a casa de Sumire para ver lo guapa que se había puesto para la fiesta de compromiso de Itachi y Ayesa.
- Es como en el universo, Ryuko – insistía en explicárselo – Todo necesita un equilibrio ¿No ves el sistema solar? Hay planetas y satélites y cada uno va a su ritmo pero todos son atraídos por el Sol, entonces el Sol es el que pone orden.
- Pero a ver, el Sol no es más que una estrella que a su vez…
- Ya lo sé, ya lo sé, ay si es solo una forma para explicártelo, no seas tan literal. Quiero decir que en la vida, en nuestra vida tenemos un centro de gravedad, bueno, varios, los centros de gravedad, como yo los llamo, son los que equilibran nuestro pequeño universo y si ese centro de gravedad desaparece nuestro pequeño universo se resiente. Es como en mi familia, mi abuela era el centro de todo, mantenía a mi familia unida, a sus hijos, todos íbamos a su casa a comer el día de su cumpleaños y el día de la madre, yo veía a mis tíos y a mis primos pero mi abuela falleció y todo se desmoronó, la familia ya no nos juntamos como antes, hay primos a los que no he visto desde hace un montón, mi familia ya no está tan unida… en este caso mi abuela era nuestro centro de gravedad ¿Lo entiendes? Pues lo mismo pasa con nuestro grupo de amigos, con nuestros compañeros, que tenemos un centro de gravedad y es el que nos mantiene unidos.
- ¿Naruto? – dijo Ryuko tras meditar un poco las palabras de su amiga.
- Bueeeeeeno, Naruto es el centro de gravedad de un gran grupo de nuestros amigos, no hay duda y además es increíble y consigue que le sigamos y creamos en él, pero es que hay otro.
- ¿Akane?
- ¿Akane? ¿Por qué piensas en Akane? Akane no es el centro de gravedad de nada, bueno, si acaso de Shikamaru que se vuelve tonto cuando ella no está a su lado, pero creo que eso es algo de ellos, del yin y el yang.
- Pues en su casa ahora no está y todo es un desastre.
- Pero eso se debe a que estaban demasiado acostumbrados a que ella lo hiciera casi todo y no saben ni sonarse los mocos si ella no está. No, ella no es el centro de gravedad de nuestro grupo, de nuestros amigos; no porque mira, ahora no está y nuestra vida no ha empezado a ser caótica, la echamos de menos pero nada más.
- Pues yo lo hecho mucho de menos.
- Bueno, a lo mejor para ti si es un centro de gravedad, pero yo digo en general ¿No sabes cuál es una de las piezas clave?
- Pues si no es Naruto, ni Akane, no se me ocurre… ¿Sasuke?
- ¡Anda ya!
- ¿Tu?
- Sí, claro. Va, te lo voy a decir porque ni te lo imaginas – Ryuko miró expectante a Jisei, seguro que era Sakura, si no eran ni Naruto, ni Sasuke pues tendría que ser Sakura – Es… Sumire.
- ¿Sumire? – casi gritó al repetir el nombre - ¿Tú estás segura de lo que dices?
- Segurísima. Todo cuadra a la perfección, es Sumire. Claro, ya se lo que te pasa, tú estás en pensando en alguien con una relevancia más popular, pero es que eso no tiene nada que ver y si te paras a analizarlo todo encaja perfectamente.
- Dime la verdad ¿No habrás estado haciendo alguno de tus brebajes esos extraños que para mí que son drogas sintéticas?
- A ver, tú piénsalo, Sumire es amiga de todo el mundo.
- ¿Y eso que tiene que ver? Naruto también es amigo de todo el mundo, es más, Naruto tiene el don de hacer a la gente cambiar. Y si me vas a decir que Sumire está relacionada con todo el mundo pues tu misma dijiste que Shikamaru era…
- Ya se lo que dije, ya se lo que dije. Pero ahora no se trata de lo relacionado que está Shikamaru de alguna manera con muchas cosas que han sucedido, se trata de que… a ver cómo te lo explico… ¿Tú has visto que Sumire no sea amiga de alguien? Bueno, de Jirobo no es amiga, cierto, pero vamos a ver, tu piensa ¿Has visto alguna vez a Sumire discutir con alguien? ¿Has oído a alguien decir que no la aguanta? ¿Sumire le cae mal a alguien? – Ryuko volvió a mirarla de esa forma que parecía decir que no llegaba a pillar lo que quería decir del todo - ¡A nadie le cae mal Sumire! ¡Todo el mundo quiere a Sumire!
- A alguien le caerá mal, es imposible caerle bien a todo el mundo.
- Supongo que sí pero yo no lo conozco. Sumire nos ha unido a todos sin darse cuenta, sin que nadie nos diéramos cuenta, pero lo ha hecho. Mira, tú piensa ¿Cuándo empezaron a pasar todas esas cosas que nos desquiciaron?
- ¿Qué cosas nos desquiciaron?
- Todo lo que ha pasado últimamente y que culminó con la escenita que montamos durante la exposición de ciencias del año pasado.
- Cuando pasó aquello no estaba Sumire con nosotros.
- Por eso mismo. ¿Cuándo se fue Sumire a España? Hace dos cursos ¿sí? Cuando empezamos el último curso de Secundaria que coincidió su marcha con la llegada al instituto de todos los nuevos alumnos, Gaara, sus hermanos y los pupilos de Orochimaru.
- Esos vinieron porque la academia de Orochimaru cerró y fueron traspasados a nuestro instituto, no porque se fuera Sumire.
- Pero coincidió su llegada con la partida de Sumire y para colmo, al año siguiente llegaron el grupo de Deidara.
- Concéntrate Jisei, eso fue porque empezaban el Bachillerato y porque nuestro instituto es muy bueno y tiene una fama y un prestigio importante, dicen que los alumnos que se preparan el Bachillerato en nuestro instituto salen muy preparados.
- Pues eso es lo que te digo, coincidencias, todo empezó a cambiar cuando Sumire se marchó ¿Y cuándo ha empezado a ir todo arreglándose? Pues cuando Sumire ha regresado.
- Venga – suspiró – Ya me has intrigado, suelta tu teoría porque veo que estás deseando hablar de tu teoría.
- Jeje, como me conoces. Pues mira, yo he estado pensándolo mucho y encajando todas las piezas. Sumire siempre ha sido amiga de Ten-Ten.
- Porque son vecinas, viven una al lado de la otra prácticamente.
- Claro. Estamos en que Sumire era amiga de Ten-Ten y Ten-Ten era amiguita de Neji y Lee desde pequeños.
- Porque iban a la misma guardería.
- Y Sumire se hizo amiga de Neji y Lee. Por otra parte ella, Sumire, se hizo amiga también de Sakura e Ino ¿Y Sakura de quien era muy amiga? De Naruto y Sasuke, y entonces Sumire se hizo amiga de Naruto y también se hizo amiga de Hinata, la prima de Neji y gracias a eso Hinata conoció a Naruto, es más, gracias a eso Lee conoció a Sakura y se enamoró de ella, empezando así esa rivalidad-amistad con Naruto ¿Me vas siguiendo?
- Por ahora sí pero sigo sin entender por qué Sumire es el centro de gravedad.
- Espera que hay más. Se hizo amiga de Hinata porque Sumire, no sé si te has dado cuenta, se hace amiga de todo el mundo, o todo el mundo se hace amigo de ella. Es una chica amigable, que te hace sentir bien, es de esas personas que cuando empiezas a hablar con ella no la notas extraña, aunque acabes de conocerla, ella te da confianza, te trata de forma cariñosa… mira, yo no sé bien lo que tiene Sumire pero es fácil hacerse amiga de ella y si no mira a Tayuya ¿Por qué ahora es amiga nuestra? Pues yo diría que por Sumire, si no estuviera Sumire no la habríamos aceptado tan fácilmente, ni a ella, ni a Stella y no te digo nada a Tobi y ahí lo tienes.
- Eso sí es cierto, con ella es fácil hacer amigos.
- Sumire es una persona muy especial, es una de esas personas con un aura única y cálida que es capaz de envolver a los demás. Pero a lo que iba, se hizo amiga de Hinata ¿Y de quien era amiga Hinata? De Kiba y Shino ¿Y Shino de quien era muy, pero muy amigo? De Akane… ¿Tú ves por dónde voy?
- Más o menos pero no creas que te capto del todo.
- Sumire, sin saberlo, nos unió a todos. Siempre hemos creído que fue Naruto pero no, Naruto es un chico muy especial pero lo que nos unió fue la amistad con Sumire. Ella era amiga de todos aunque entre nosotros no lo fuéramos y en algún momento ella nos unió.
- Pero no a todos, a mí me gustaba Chouji y no recuerdo que Sumire tuviera nada que ver.
- Es porque Sumire no es el centro del universo, solo un centro de gravedad, en nuestra vida tenemos más y uno de los tuyos es Chouji. Lo que yo digo es que Sumire es el centro de gravedad de nuestro grupo y si no piénsalo, cuando Sumire se marchó fue cuando todo empezó a ir cada vez peor, todo se desequilibró y cuando ha vuelto todo empezó a reconstruirse.
- ¿Y si no hubiese vuelto, que? ¿Se iba a acabar el mundo?
- No pero todo hubiera seguido yendo mal, seguro.
- No le veo yo mucha lógica a tu teoría.
- Es igual, tu solo quédate con el dato.
- ¿Y no será toda casualidad? Eso de que todo empezó a desmadrarse justo cuando ella se fue y ahora que ha vuelto parece que vamos arreglándonos. Recuerda que todo empezó cuando Sasuke se fue a la academia esa de Orochimaru y Naruto se empecinó en sacarle de allí.
- Pero Naruto no tiene culpa de todo lo que pasó, él no provocó los hechos posteriores, por ejemplo que ingresaran en nuestro instituto Deidara y sus amigos.
- ¿Y Sumire, si?
- No digo que sea culpa de Sumire, digo, que no me escuchas, que Sumire es como… como un amuleto para todos y cuando se fue la mala suerte se los echó encima.
- Mira, eso sí lo entiendo.
- Claro, tu solo entiendes lo que quieres. Si hablo de cosas metafísicas no lo comprendes pero si hablo de gafes, mala suerte y maldiciones, si… como todos los demás – gruñó.
- Es que eso es más fácil de entender que lo de la metafísica y los centros de gravedad.
Jisei resopló… nadie la entendía, claro que tampoco es que ella supiese explicarse muy bien… sería eso.
- ¡Mira, mira! – exclamó Ryuko cogiéndola del brazo.
Justo al doblar la esquina antes de llegar a la casa de Sumire, una enorme y blanca limusina aparecía y aparcaba delante de la puerta atrayendo la atención de la gente que había por allí. Pero lo que más sorprendió a Ryuko y Jisei, que se habían quedado paradas mirando, fue ver bajar de allí a un elegante Kankuro vestido con esmoquin y entrar en el portal de Sumire.
- ¿Ese era Kankuro? – preguntaba Jisei volviendo a caminar y esta vez a paso ligero hacia la limusina.
- ¡Hola! – una de las ventanillas tintada de negro de la limusina se deslizaba suavemente hacia abajo dejando ver el interior y a una sonriente Stella.
- ¿Stella, eres tú? – se asombró Jisei – Quiero decir que si, que eres tu ¿Qué haces aquí? – Jisei asomó su cabeza al interior de la limusina - ¿Gaara?
- Hola Jisei – saludó este.
- Carai que guapos estáis. Mira Ryu, mira que elegancia.
- ¿Quereis pasar y sentaros un rato? – habló Stella – Estamos esperando a Kankuro y Sumire.
- No, gracias. Precisamente íbamos a casa de Sumire.
- Sí que estáis guapos – habló también Ryuko – Cuanta elegancia.
- Mi padre se ha empeñado en que vaya en limusina – añadió Stella – Yo no quería pero insistió. Creo que es su forma de agradecer a los Hyuuga que me lleven.
- ¿Tú también vas a la fiesta de Itachi? – se interesó Ryuko.
- Sí. Invitaron a mi padre pero él no puede ir y me manda a mí. Después de recoger a Sumire vamos a ir por Neji y Hinata.
- ¿Vas con Neji? – preguntó Jisei.
- No. No voy con él, no como pareja y sé que todo el mundo lo va a pensar, incluso Neji… que rabia que me da, va a pensar que voy detrás de él y que he organizado todo esto. Es que mi padre… bah, da igual.
- El padre de Stella ha sido muy amable alquilando esta limusina – habló Gaara – Así podemos ir todos juntos.
- Cuanto lujo – comentó Jisei – Bueno, vamos a ver a Sumire antes de que os marchéis. Que os lo paséis muy bien.
- Y haced fotos que las queremos ver – sugirió Ryuko.
- Vale – respondió Stella – Y vosotras haced fotos de lo de Kiba y Ten-Ten, que me da rabia perdérmelo al final.
- Y decirle a mi hermano que se dé prisa, que los Hyuuga nos esperan – añadió Gaara.
Stella se despidió con la mano de las dos chicas y las miró entrar en el portal, eran unas chicas simpáticas y agradables, hace unos meses no las soportaba, pensaba que la juzgaban continuamente por ser ella una gaijin, influida en parte por la opinión de Kikyo, era ella quien le decía esas cosas y sobre todo le hablaba mal de Jisei, pero muy mal; para Kikyo, Jisei era prácticamente una bruja que hacía pócimas y potingues y lanzaba mal de ojo a las personas.
A veces, por no conocer a las personas y creerse las cosas que dicen los demás, resulta que sacas conclusiones que son falsas, juzgas equivocadamente y te pierdes el conocer a gente muy interesante.
Al volver la mirada adentro del vehículo se encontró con que Gaara se miraba meditabundo los zapatos.
- ¿Estás nervioso?
- ¿Qué? No ¿Por qué iba a estar nervioso?
- No sé, me parecía. A lo mejor es que estás incómodo por ir en esta limusina.
- Francamente, un poco sí.
- Pues si tan incómodo te resulta puedes bajarte, no me voy a ofender. Yo no quiero incomodarte, es solo que mi padre alquiló este trasto y…
- No, si no es por ti, o por tu padre. Entiendo que tu padre quisiera que… fueses en este vehículo. Es que me siento incómodo por ir a recoger a Hinata y no por mí, sino por ella.
- No te entiendo. Creo que fue su padre el que sugirió que re recogiera para que Hinata y tú fueseis también en la limusina.
- Pues por eso. Es por Hinata. Creo que no le hizo gracia la "sugerencia" de su padre. Creo que piensa que su padre dirige demasiado nuestra relación.
- Humh…. – Stella hizo una mueca torciendo la boca – Quizás tengas razón. Por lo general los padres son algo controladores con sus hijas; a ver si es que se ha dado cuenta de que eres un buen partido y quiere casaros.
- Lo que me preocupa es que Hinata piense que yo soy como su padre. A veces me da la impresión de que piensa que salgo con ella por no ofender a su familia.
- Menuda tontería. Hinata sabe que sales con ella por ella.
- ¿Y tú como lo sabes?
- Porque se te nota en la cara. Los chicos enamorados tenéis una cosa especial y es la forma en la que miráis a la chica que os gusta, es algo que no sabéis disimular, se os nota mucho.
- Que curioso – sonrió levemente de medio lado - ¿Y tú crees que tu padre quiere casarte con Neji?
- No, porque mi padre no es japonés y no cree en esas costumbres, al contrario, yo creo que no quiere que me case nunca. Aunque puede que Neji si lo piense, digo, que quiero salir con él y eso es lo que me molesta.
- Yo pensé que te gustaba Neji.
- Y me gusta, me gusta mucho, pero no quiero que piense que voy detrás de él y que he montado todo esto para impresionarle o yo que sé. Me da coraje que piense que soy capaz de convencer a mi padre para ir yo a la fiesta en su lugar y que hablase con su tío para decirle que me acompañase o que le dije que alquilase la limusina… yo no he hecho nada de eso, te lo juro, pero creo que teniendo en cuenta que he sido un poco acosadora de Neji pues… lo va a pensar, claro.
- Lo mismo sí. Reconozco que yo he pensado que todo esto lo habías organizado tú para ir con Neji.
- ¿Lo ves? Si es que me he ganado una fama que ahora no hay forma de quitarme de encima. Pues no, yo no he tenido nada que ver con esto, ha sido mi padre, él lo ha organizado todo. Lo que pasa es que siempre he sido una niña muy caprichosa que he tenido todo lo que ha querido, para mi padre soy su "princesita", lo reconozco, he sido una mimada insoportable ¿Por qué crees que me dejó hacer la fiesta de Ino en casa? Porque no me niega nada.
- Y eso ahora a ti ya no te interesa.
- No es que no me interese es que de pronto me ha dado cuenta de que… en realidad no tenía nada, o sea, sí, tengo todo lo que quiero pero…
- Pobre niña rica. Te has dado cuenta de que a Neji no lo puedes conseguir con dinero.
- Ni con dinero, ni con apariencias, ni a la fuerza. Es más, te voy a decir una cosa, o sea, es que ahora no quiero salir con Neji y no es que no tenga ganas.
- Eso es una contradicción, o tienes ganas o no quieres.
- Es que claro que sí que quiero, por supuesto, pero no quiero parecer una desesperada, y menos aún una pesada, también tengo mi orgullo ¿Por qué me miras así?
- ¿Cómo? Esta es mi expresión de siempre, por si no te había dado cuenta soy bastante serio.
- Es que parece que me estás juzgando por lo que he dicho.
- No, no te juzgo ¿Quién soy yo para juzgarte? En realidad te entiendo, quieres salir con Neji pero porque Neji quiera.
- Y yo le guste. Lo que quiero es gustarle a Neji.
Gaara volvió a sonreír levemente de medio lado.
- ¿Te hago gracia? Supongo que sí, la súper confiada Stella ahora parece una niña tonta intentando que el chico guapo se fije en ella.
- No me rio de ti, lo que me hace gracia es que estemos aquí, hablando como dos amigos y apenas hace medio año no nos soportábamos.
- Cuantas vueltas da la vida ¿Verdad? ¿Te acuerdas de las discusiones que tenías con Sasori y Deidara? Nunca entendí por qué os llevabais tan mal.
- Yo entendía que Sasori y yo discutiésemos, él vivía con su abuela y ella trabaja para mi padre y pasaba mucho tiempo en casa. Mis hermanos y yo, sobre todo mis hermanos, la querían como si fuese nuestra abuela y creo que Sasori pensaba que queríamos quitársele. Lo que no se es que le hice a Deidara para que me cogiese tanta ojeriza.
- Yo creo que era por culpa de toda esa mierda que tomaba, esas cosas no hacen bien a la cabeza ¿Y te acuerdas del incidente en la exposición de ciencias?
- ¡Cómo no me voy a acordar! Eso es memorable.
Stella no pudo evitar reírse y vio, por tercera vez, sonreír a Gaara. Las voces de varias personas en la calle les hicieron mirar.
- ¡Hombre! – exclamó Stella al ver a Kankuro, Jisei, Ryuko y más personas rodeado a Sumire - ¡Ya era hora!
Tras unos minutos de despedida, muchos abrazos a Sumire y también muchas fotos, por fin Sumire y Kankuro subieron a la limusina y esta arrancó emprendiendo el camino a casa de los Hyuuga.
- ¡Madre mía! – exclamaba Sumire con los ojos abiertos como platos - ¡Cuando lujo! ¡En mi vida había estado en una limusina! ¡Es colosal, magnífico! ¡Es…! ¡Ay que no tengo palabras para decirlo!
- Ya relájate – le dijo Kankuro – Te va a dar algo de la emoción.
- ¡Es que es todo tan…! ¡Ahhhhhhh…. soy una princesa! ¡Soy una princesa de cuento!
- Estás muy guapa, Sumire – comentó Stella – Y muy elegante, te pareces a Audrey Hepburn.
- ¡Anda ya! ¿Te gusta cómo me ha quedado el pelo? Mi madre me lo ha peinado con un montón de gomina para que no se me quedase alborotado y me ha puesto esta especie de casquete tan mono con este lacito que me ha hecho mi hermana.
- Es monísimo y va con tu personalidad, te queda muy bien.
- Y mira, mi hermana también me ha hecho estos lazos para los zapatos. Es que mi madre dice que no se puede ir a una fiesta con unos zapatos nuevos, que es mejor llevar unos viejos porque si no luego duelen los pies una barbaridad y mira, les mandó poner tapas nuevas y están brillantes y parecen nuevos.
- Y los lazos hacen juego con el del casquete. Estás divina de la muerte.
- ¡Tu sí que estás guapa! ¡Que elegancia! ¡Y que moño tan maravilloso! Pareces mayor, no vieja, solo más madura e interesante ¿A que está muy elegante, Kankuro? Yo también quería hacerme un recogido pero claro, mi pelo es demasiado corto.
- Podías haberte puesto un postizo.
- Pero no es lo mismo ¿Y cómo se llama ese moño? Porque ¿Sabes, Kankuro? Los moños tienen nombre, no todos son iguales.
- Es un moño italiano – sonrió Stella al ver el aturdimiento de Kankuro – Kankuro y Gaara también están muy guapos.
- Ellos sí que están divinos de la muerte ¡Ah! ¡Tenemos que hacernos una foto los cuatro juntos!
- ¿Dónde está tu familia? – preguntaba Ryuko en casa de Ten-Ten, sentada junto a ella en un sofá y viendo a Jisei en uno de los sillones frente a ella que acababa de recibir un mensaje en su móvil.
- Mis padres han ido al cine con mi hermano y mi hermana está por ahí con su nuevo novio.
- Mirad – sonreía Jisei mostrando el móvil – Sumire nos manda una foto de ella, Kankuro, Gaara y Stella en la limusina.
- A ver… ¡Que guapos que están todos!
- Sumire estaba preciosa – opinaba Ryuko.
- Y nerviosísima – añadía Jisei.
- Yo también lo estaría si de pronto me dicen que tengo que ir a una fiesta tan lujosa, me daría un ataque de histeria, seguro, aunque no me lo perdería.
- Que pena que no esté aquí Sumire, ni tampoco Akane – se lamentaba Ryuko – Hubieran disfrutado muchísimo.
- Mejor que no estén – opinó Jisei – Son muy escandalosas las dos.
- ¿De qué habláis? – preguntó intrigada Ten-Ten - ¿Qué pasa con Sumire y Akane?
- Nada, nada – contestó con premura Jisei dándose cuenta de que aquello se trataba de una sorpresa para Ten-Ten y esta no sabía nada, un poco más y sin darse cuenta ella y Ryuko lo estropeaban todo – Es que es Nochebuena y ya sabes cómo es Sumire de entusiasta con todas estas cosas, seguro que se pondría nerviosísima pensando que vas a salir con Kiba, que él te va a dar una respuesta y que luego vais a comprar el cake para comerlo juntos.
- Sin contar con que esta es la primera Nochebuena de Akane y Shikamaru – continuó Ryuko.
- Y seguro que Sumire estaría nerviosísima pensando en comprar el cake para comerlo con Kankuro – añadió Sakura entrando en el salón desde la terraza que daba a la calle.
- O lo mismo estaría dudando si comprarlo o no – volvió a comentar Jisei.
- Supongo que si – afirmó Ten-Ten – Sumire es así, se emociona enseguida y Akane… seguro que Akane estaría diciéndome lo que tengo que hacer para no resultar ansiosa… pero Akane no está y yo estoy muy ansiosa ¿Y si me dice que no?
- ¡Cómo te va a decir que no! – exclamó Sakura sentándose al lado de Ryuko.
- Es de Kiba de quien hablamos – habló Jisei – Le gustas desde hace mucho, no va a decir que no y arriesgarse a que salgas con otro y ponerse celoso de nuevo.
- ¿De verdad creéis que va a decir que si? Es que no entiendo por qué no me lo dijo cuándo se lo pregunté y porqué tiene que ser hoy precisamente.
- Pues precisamente porque es hoy – sonrió Jisei – Hoy es el día más romántico del año, para nosotros es el día de los enamorados, tonta y que mejor que un día tan romántico para declararse a una chica.
- ¿De verdad?
- ¡Ay que sí! – se quejó Sakura – Si quería decirte que no te lo hubiese dicho en ese momento ¿Para qué iba a esperar a hoy?
- Ay no sé, yo creo que sí pero…
Sakura se levantó y volvió a salir a la terraza.
- ¿Queréis ver la bufanda que le he tejido a Kiba? La verdad es que no me ha quedado muy bien.
- Si ya la tienes envuelta mejor no – contestó Jisei – Ya se la veremos a Kiba puesta.
- ¿Y tú no vas a salir con Chouji? – preguntó Ten-Ten intentando distraerse y no pensar tanto en su inminente cita.
- Ya te he dicho que sí, que va a venir a buscarme aquí. He quedado con él, aquí.
- ¿Y por qué has quedado con él aquí, en mi casa?
- Porque queríamos hacerte compañía – contestó Jisei – Ten-Ten, relájate que te estás poniendo muy nerviosa.
Sakura volvía a entrar en el salón y dirigía una mirada llena de complicidad a Jisei.
- ¿Qué te pasa que entras y sales tanto, Sakura? – la interrogó Ten-Ten.
- Que estoy esperando a Sasori – contestó apurada Sakura – Eso es todo.
- ¿Es que has vuelto a salir con él?
- Es que tengo algo que hablar, eso es todo.
- Hasta donde yo sé Sakura y Sasori no lo habían dejado – comentó Jisei.
- ¿Qué es todo ese ruido que se oye en la calle? – interrumpió Ten-Ten, llevaba ya un rato escuchándolo.
- No es nada – contestó Sakura – Es un grupo de chiquillos que están eufóricos, será porque es Nochebuena y eso. Voy a ver otra vez.
- Sakura me estás poniendo muy nerviosa, es que no paras quieta ¿Es qué no la puede llamar Sasori cuando esté abajo?
- Estará nerviosa como tú – opinó Jisei levantándose - Voy a hablar con ella.
- Sakura actúa muy raro – comentó Ten-Ten a Ryuko en voz baja – Yo creo que ella y Sasori deberían hablar con tranquilidad de todo lo que ha pasado ¡Ah! ¡Quizás por eso está nerviosa!
- Será por eso.
- Pues con tanto entrar y salir estoy cogiendo frio ¿Tu no?
- Ya te digo, es que yo soy muy friolera.
- ¡Ten-Ten! – gritó Jisei entrando en el salón - ¡Ven! ¡Ven! ¡Tienes que ver esto!
- ¿El qué?
- ¡Ven! ¡Ven! ¡No! Mejor cierra los ojos y no los abras hasta que yo te diga.
- ¿Pero qué pasa?
- Confía en mi ¡Cierra los ojos! Que quiero que sea una sorpresa.
- ¿Qué sorpresa?
- Espera – la detuvo Ryuko y sin más le colocó su gorro de lana calándoselo hasta que le cubrió la mitad de la cara – Así ya no ves. Vamos.
- ¿Pero que os pasa? ¿Os habéis vuelto locas?
- Es que es Nochebuena y es una sorpresa. Venga, yo te guio.
Seguro que aquello tenía algo que ver con Kiba; Ten-Ten estaba casi segura. Lo mismo es que Kiba estaba abajo con un ramo de flores o eso es lo que a ella le gustaría y deseando en su interior que así fuera se dejó guiar por sus amigas.
Ahora todo estaba en silencio, bueno todo lo silenciosa que podía ser una calle, pero ya no se oía el jaleo de hacía unos minutos. Ten-Ten sintió el frío y como Ryuko, que la tenía cogida de un brazo, tiritaba.
- Un… dos… un… dos… probando – se escuchó alto y claro.
¿Qué era eso? ¿Un megáfono? ¿Un micrófono?
- ¿Lee? – preguntó extrañada y curiosa.
- ¡Ten-Ten! – la voz ce Lee sonó muy alta, estaba claro que hablaba por un micrófono, seguro - Aquí hay una persona que quiere decirte algo. Escúchale porque le ha costado mucho, se ha esforzado como nunca, te va a hablar con el corazón y con todo el fuego de su juventud.
Ten-Ten sonrió, no pudo evitar que le hiciera gracia, esta Lee siempre con sus tonterías y se preparó a escuchar, creía que oiría voces pero lo que empezó a sonar fueron los acordes de una guitarra.
Alguien le quitó el gorro, ella que esperaba ver a Kiba con un ramo de flores lo que vio hizo que se le acelerase el corazón. Ya había anochecido pero la calle estaba llena de luces de colores, adornada con guirnaldas, varios de sus amigos en el centro con instrumentos musicales, altavoces, gente que se paraba curiosa para ver que era aquello y Kiba delante de un micrófono y una guitarra, acordes que sonaban suavemente y la voz de Kiba, nerviosa al principio pero que enseguida cogió seguridad… y que bonito sonaba.

Well, you done done me and you bet I felt it
I tried to be chill but you're so hot that I melted
I fell right through the cracks, and I'm trying to get back
Before the cool done run out I'll be giving it my best test
And nothing's gonna stop me but divine intervention
I reckon it's again my turn to win some or learn some


I won't hesitate no more,
No more, it cannot wait I'm yours


Well open up your mind and see like me
Open up your plans and damn you're free
Look into your heart and you'll find love love love love


Listen to the music of the moment people dance and sing
We are just one big family
It's your god forsaken right to be loved, loved, loved, loved


So, I won't hesitate no more,
No more, it cannot wait I'm sure
There's no need to complicate our time is short
This is our fate, I'm yours


-d-do do you but do you, d-d-do but you want to come one
Scooch one over closer dear and I will nibble your ear
Bap bap bap woooooo ho ho ooooh


I've been spending' way too long checking' my tongue in the mirror
And bending' over backwards just to try to see it clearer
My breath fogged up the glass
And so I drew a new face and laughed
I guess what I'm a saying's there isn't no better reason
To rid yourself of vanity and just go with the seasons
It's what we aim to do
Our name is our virtue


I won't hesitate no more,
No more, it cannot wait I'm yoursWell open up your mind and see like me
Open up your plans and damn you're free
Look into your heart and you'll find, that the sky is yours


No por favor, no por favor, por favor no,
no hay necesidad de complicarse
porque nuestro tiempo es corto
esto es nuestro destino, soy tuyo

..............................................................................................................
Disclaimer: La canción "I'm yours" no es mía, es de Jason Mraz y los derechos le pertenecen a él y a su casa discográfica, yo solo la he usado para ayudarme en la historia.

Notas: Para quien no lo sepa: "Gaijin" es el término que se usa en Japón para nombrar a los extranjeros.
En Japón el día de Nochebuena es considerado en día de los enamorados. Es un día muy romántico, por la tarde los enamorados salen a pasear juntos y las chicas suelen comprar el "cake" un pastel especial que hay que comprar, no hacer para comerlo en compañía de sus parejas.