sábado, 15 de noviembre de 2014

210. Vuelta al pasado

- ¡Ahggggg! – exclamaba Sumire masajeando sus mejillas mientras casi parecía que iba a caérsele la babilla por la comisura de los labios.
- ¿Qué te pasa? – se alarmó Neji.
- Que bueno está esto. Mis mejillas se alegran…. ¿Qué es? ¡No me lo digáis! Esto es carne de ángel, Itachi y Ayesa han pedido que maten un ángel y hagan filetes.
- Estás bien loca, Sumi-chan – rio Stella.
Todos rieron y comentaron la ocurrencia de Sumire. Habían servido vino en las mesas. Kankuro levantó su copa.
- ¿Brindamos?
- Brindemos por Itachi y Ayesa – levantó su copa Stella – Porque todo les vaya bien.
- Y también por nosotros – propuso Sumire – Porque sigamos siendo amigos.
- Buen brindis – comentó Neji – Por nosotros.
- Si – Stella miró y sonrió a Neji – Por nosotros, porque no volvamos a discutir como hacíamos en el pasado.
- El pasado ya quedó atrás – comentó Neji.
- Ahora ya somos amigos y hay buen rollo – añadió Sumire – Bueno, no todos, pero si somos amigos la mayoría ¡Por nosotros! Humh… - dio un pequeño trago - ¡Qué bueno está esto! ¿Por qué está tan bueno? ¡No debería estar bueno! ¡El alcohol no debería estar bueno, no!
- Y tú no deberías beber mucho – sugirió Gaara.
- Jo, es que está bueno – dio otro traguito – Oye ¿Es que discutíais mucho el año pasado?
- Un montón – contestó Kankuro.
- Nos pasábamos el día discutiendo – confirmó Stella – Por lo menos en mi clase, éramos… ¿Cómo decía Shikamaru?
- Problemática – concluyó Neji.
- Si, eso, problemática, muy problemática.
- ¿Estabais en la misma clase? – se extrañó Sumire.
- No, todos no – contestó Neji – El año pasado estábamos mezclados.
- ¿Mezclados?
- Claro – intervino Kankuro - ¿Creías que el año pasado estábamos como este año?
- Pues sí, bueno a lo mejor no, cuando yo me fui no estábamos todos juntos… el curso anterior, me refiero, pero yo pensé que al comenzar el Bachillerato a lo mejor sí, creía que en bachillerato pasaban los grupos enteros.
- Pues estábamos mezclados y por eso nuestra rivalidad daba muchos problemas – añadió Gaara.
- Mezclarnos con los de la academia de Orochimaru no fue buena idea – comentó Neji.
- Pero ahora estamos mezclados y no estamos taaaaaan mal – aseguró Sumire – Bueno, a veces tenemos nuestras cosas, eso sí.
- Pero hace dos años – habló Hinata – Cuando a mitad de curso, llegaron los alumnos de Orochimaru fue cuando Sasuke… ya sabes – dijo en voz baja casi con miedo a que Sasuke la oyese a pesar de la distancia y del ruido en el ambiente – Estaba todo muy reciente y Naruto es muy nervioso.
- Y los de Orochimaru lo mismo – continuó Neji – Acababa de ser trasladados a nuestro instituto y estaban como recelosos, enseguida se ponían a la defensiva.
- Vamos, que no necesitaban mucho para saltar – concluyó Stella.
- Si lo piensas era algo normal, la academia de Orochimaru cerró y se sentían atacados – opinó Neji – Y tenían razones para pensarlo porque nosotros ayudamos de alguna forma a que la cerraran.
- Pero era por ayudar a Naruto-kun – parecía excusarse Hinata.
- Y luego, el año pasado, se incorporaron a Bachillerato Deidara, Sasori y los demás y tampoco es que se integrasen muy bien.
- Supongo que era el ambiente – intervino Kankuro – Por alguna razón, entre unas cosas y otras el ambiente se crispó. Por ejemplo yo estaba en la misma clase que Sasori y Ukon y no nos llevábamos demasiado bien y Kiba, que estaba en otra clase con el otro gemelo diabólico pues lo mismo.
- Kiba y Sakon estaban todo el día a la gresca – confirmó Hinata – Lo mismo que Deidara y Gaara ¿verdad, Gaara?
- No era culpa mía – puntualizó Gaara – Deidara se empeñaba en… da igual, son cosas que parece que ya han pasado.
- Entre unos y otros discutíamos bastante – añadió Neji – Yo, por ejemplo, discutía a todas horas con Kidomaro y Naruto discutía con todo el mundo, siempre terminaba metido en todas las discusiones, no sé cómo se las apañaba.
- Porque Naruto es una de esas personas que no soporta las injusticias – aclaró Hinata.
- Pero nuestra clase era la peor – dijo Stella – Vamos, yo creo que era la peor de todas.
- Por lo menos tenía fama de ser la peor – afirmó Kankuro – Era de la que más se quejaban los profesores.
- ¿Y eso por qué? – se interesó Sumire - ¿Era donde estaba Sasuke?
- No, que va – respondió Stella – En nuestra clase estábamos, entre otros, Temari, Ino, Tayuya, Kin, yo…
- Chouji y Jirobo – apuntó Kankuro – Chouji y Jirobo se llevaban fatal, Jirobo no había más que insultar a Chouji y meterse con Ryuko, claro, sabía que eso Chouji no lo soportaba.
- Que ruin – frunció el ceño Sumire.
- Tayuya y yo discutíamos también bastante – reconoció Stella – Yo no la soportaba y ella a mi menos. Eramos muy distintas y tampoco intentábamos llevarnos bien, al final terminamos por ignorarnos por nuestro propio bien. También discutían mucho Tayuya y Temari.
- Y todo por Shikamaru – rio Kankuro – Tayuya y Shikamaru tuvieron una especie de royete, no es que salieran pero todo el mundo pensaba que se había enrollado y como también estuvo saliendo con Temari pues todo el mundo supuso que entre las dos había una rivalidad.
- ¿Y la había?
- La había, la había – sonrió Kankuro – Pero no por los motivos que todos pensaban. Simplemente, al igual que Stella y Tayuya, no se soportaban.
- Vaya con Tayuya.
- Así que – intervino Neji - entre Stella, Tayuya, Temari, Kin, que también solía opinar y bastante, Chouji, Jirobo, Kidomaro, yo… esa clase era un auténtico caos.
- Y estaban también Shikamaru y Akane – continuó Hinata – No te olvides de ellos.
- ¡Acabáramos! – exclamó Sumire – Apuesto a que no paraban de discutir.
- Pero ni te lo imaginas, ellos sí que eran lo peor – corroboró Stella – Es que no pararon en todo el curso.
- Pues como al principio de este curso.
- Ni comparación – discrepó Neji – El caso es que no empezaron mal pero, de repente, aquello fue como una guerra declarada, no había ni una frase que dijera Shikamaru a la que Akane no hiciera un comentario sarcástico.
- Si Shikamaru decía que estaba lloviendo – continuaba Stella – Akane decía que lucía un sol brillante aunque estuvieran cayendo chuzos de punta. Yo no sabía lo que pasaba pero siempre me ponía de parte de Akane, en parte porque era una chica y las chicas tenemos que apoyarnos entre nosotras, en parte porque Shikamaru no me caía bien ¿De qué iba? Se rumoreaba por el instituto que había salido con un montón de chicas, con Kin, Tayuya, Ino, Temari y más, yo no le soportaba.
- Ay, pobre Shika, con lo bueno y sosainas que es.
- Yo, hubo algún momento – continuó Neji – En que realmente pensé que Akane estaba, como siempre decía Shikamaru, realmente loca.
- Pero bueno ¿Todo esto a ti no te lo había contado Ten-Ten? – curioseó Kankuro – Creí que estabas al tanto de todo.
- Si, si Ten-Ten me contaba muchas cosas, pero ya sabéis como soy yo, tengo memoria a corto plazo, soy muy despistada y se me olvidan.
- ¿Recordáis la que se lió en la exposición de ciencias? – recordó sonriendo Kankuro.
- Precisamente Gaara y yo también hemos hablado de eso antes – afirmó Stella - ¿Verdad, Gaara?
- Como para no acordarse – respondió el aludido – Por culpa de eso tenemos que hacer la representación.
- ¡Es verdad! ¡Ya me acuerdo! – volvió a exclamar Sumire – Ten-Ten me contó que había pasado algo durante la exposición de ciencias. ¿Es cierto que quemasteis el gimnasio?
- Hombre, yo no diría tanto como quemarlo – apuntó Kankuro.
- En realidad solo fue un pequeño conato de fuego que se controló enseguida – ratificó Hinata.
- Llamarlo incendio es demasiado – añadió Neji.
- ¿Pero no hubo un incendio? A mi Ten-Ten me había dicho que hubo un incendio ¿O es que me lo he imaginado?
- Hubo un pequeño incendio pero no fue nada – explicó Kankuro – No se descontroló, ni nada, solo se prendieron fuego unos proyectos. Lo que pasa es que creo que fue la gota que colmó la paciencia de los profesores.
- ¿Y cómo se provocó el incendio ese?
- Creo que un experimento de Deidara explotó – respondió Hinata.
- Lo haría explotar Deidara – añadió Gaara – A ese le encantaba hacer explotar cosas.
- No, que va, no fue eso – negó rotunda Stella – Todo el mundo le echa la culpa a Deidara.
- Eso fue lo que se comentó – opinó Neji – Es lo que se dice.
- Pues muy mal dicho. Siempre le echan la culpa a Deidara pero él no tuvo nada que ver. Lo que explotó fue algo que él hizo pero no lo hizo explotar él.
- Siempre se ha dicho que fue culpa de Deidara – afirmó Gaara.
- Supongo que es normal que se comentase porque Deidara ya se había ganado la fama de bombardero él solito ¿pero de verdad no os acordáis de quien provocó el incendio?
- Yo me imagino quienes fueron directamente los responsables – aseguró Neji – Por las posteriores consecuencias creo Tsunade-sama y los profesores lo averiguaron.
14 de Febrero de ese mismo año, hace unos meses.
Lugar: Gimnasio del Instituto de Educación Secundaria y Bachillerato de Konoha.
Exposición de los trabajos de ciencias, laboratorio y psicología de los alumnos de primero de bachillerato.
A Temari le había tocado hacer equipo con Neji, el año anterior, el primero en el instituto, le tocó con Shikamaru y a pesar de que al principio no le caía nada bien por lo vago y flojo que parecía para hacer un trabajo y también porque la había vencido en un juego de estrategia, resultó que cuando se ponía en serio era realmente inteligente y le resultó hasta interesante.
A partir de ese momento comenzó un sentimiento ambivalente dentro de ella, no sabía si le gustaba como chico o solo le había impresionado y no lo decidió hasta que no le pidió una cita. Su problema se resolvió rápidamente, en cuanto se dio cuenta de que el chico estaba interesado por otra de sus compañeras.
Temari hubiese querido que las cosas sucediesen de otra forma, hubiese querido darse cuenta de que a Akane también le gustaba Shikamaru, entonces todo hubiese sido más simple y nadie hubiese sufrido con las consecuencias que su idea de pedirle una cita a Shikamaru tuvo.
Ahora, meses después de aquello, Temari aún se sentía culpable cuando veía a Shikamaru y Akane discutir.
Que Shikamaru y Akane se llevaban mal era algo que todo el mundo sabía; solían discutir con frecuencia y por las cosas más absurdas, o eso era lo que la mayoría pensaba, quizás solo Temari sabía lo que había detrás de tanta discusión.
Se había hecho muy amiga de Shikamaru, algo bueno tendría que salir de todo aquello y fue ganar un buen amigo, un amigo que la escuchaba y la aconsejaba y al que escuchar y aconsejar. Un amigo con el que solo le unía una gran amistad a pesar de que hubiese quien pensase que había algo más. Un amigo al que contar su secreto, que tenía una especie de "aventura" con un hombre un poco mayor que ella y que no quería decir quién era. Un amigo al que confesarle que ahora Neji Hyuuga empezaba también a interesarle.
Temari estaba convencida de tener algún problema con los chicos inteligentes porque le atraían de una forma muy peligrosa. Por lo que se veía era ponerla a trabajar con uno de ellos y surgir la atracción. Aunque con Neji todo parecía distinto que con Shikamaru, era otra sensación y además ya se había informado bien y no le interesaba ninguna otra chica.
- Neji, si no te importa yo tendría que salir un momento. Es que tengo que hacer algo que no puede esperar.
- Claro, claro, no te preocupes, ve.
- ¿No te importa quedarte solo con el proyecto?
- No, los profesores ya han pasado y lo han valorado y no falta mucho para que terminen las clases. Ya solo pasan por aquí los alumnos que menos les interesa o que lo han dejado para última hora.
- Entonces salgo un momento. No tardaré en volver.
De camino a la salida del gimnasio pasó por delante del proyecto que este año les había tocado presentar conjuntamente a Shikamaru y Ryuko.
- ¿Qué tal va ese campo gravitatorio? – les dijo.
- ¿No ves que bien? – contestó desde el stand de al lado Akane, aunque para ella no fuera el comentario – Este año el bambi ha conseguido que el centro de gravedad no recaiga enteramente sobre el Uchiha.
- Mendokusei – se quejó Shikamaru mirándola de reojo.
Temari sonrió, estaba claro que Akane no estaba de muy buen humor, quizás se debiera a que le había tocado presentar su proyecto con Stella, la cual, en esos momentos, parecía más interesada en coquetear con Deidara que en la presentación del trabajo.
- Voy fuera, que te sea leve – guiñó un ojo a Shikamaru.
Este suspiró y bostezó mirando a Akane que, cruzada de brazos le miraba fijamente. En realidad Shikamaru y Akane eran más amigos de lo que nadie suponía, a pesar de todo eran capaces de dejar aparcadas sus diferencias y lo hacían porque el mejor amigo de Shikamaru era Chouji, al que le gustaba Ryuko y Ryuko era amiga de Akane y le gustaba Chouji, así que, por el bien de sus amigos y para no perjudicarles, había surgido entre ellos esa extraña relación.
- ¿Sabes que hoy es San Valentín? – habló sonriendo de medio lado a la chica.
- ¿Cómo no lo voy a saber? Llevan todo el día regalándote chocolates tus "admiradoras".
- ¿Celosa, calabacita?
- Huy si, mira tú, me muero de celos.
- Claro, porque yo tengo chocolate y tú no.
- Eso se llama envidia, bambi, no celos, envidia pura y dura.
- Tú no me has regalado chocolate este año.
- ¿Tenía que regalártelo?
- Pues se supone que somos amigos y a Chouji bien que le has regalado.
- Será que Chouji se los merece.
- Pues si no me regalas no puedo compartirlos contigo. El año pasado si me regalaste.
- El año pasado era el año pasado y me dabas pena, este año ya tienes demasiadas chicas que te regalan.
- Y tú te mueres porque los comparta contigo – dijo en todo malicioso.
- Mira no me provoques ¿eh? No me provoques. Sabes que el chocolate es mi debilidad y hasta sería capaz de… de ser amable contigo y todo.
- Por eso lo digo. Hasta serías capaz de darme un beso, como el año pasado.
- No te pases, además yo no te di ningún beso, tú me lo robaste.
- Por eso. Ahora puedes intentar que te devuelva el beso que te robé.
- ¡Vale ya! – intervino Ryuko bastante molesta en la conversación – No empecéis con vuestras tonterías que luego ya sabemos todos como vais a terminar. Estas conversaciones vuestras nunca terminan bien y más si hay chocolate de por medio. Tú, Akane, estate a lo tuyo y no pienses más en chocolate que luego haces cosas de las que te arrepientes y tú, Shika, deja ya de picar a Akane, que no paras de meterte con ella.
- Mendokusei – se quejó Shikamaru rascándose la cabeza – Que problemáticas sois todas las mujeres. Voy fuera un momento.
En cuanto Shikamaru se alejó de ellas, Ryuko miró gravemente a Akane.
- ¿Se puede saber por qué te pones así? – la increpó.
- ¡Porque me saca de mis casillas!
- Lo que tienes que hacer es darle de una vez el chocolate que has traído para él y punto. Sabes que no va a parar de meterse contigo hasta que se lo des porque él sabe que has traído chocolate para él y sabe que tú sabes que él lo sabe y que no quieres dárselo porque te encanta que te lo pida.
- No… no… - respondió confusa – No me líes ¡No entiendo lo que quieres decir y me confundes!
- Lo que pasa es que quieres quedarte tú con el chocolate – comentó con voz sinuosa.
- ¡No se lo merece! ¿Has visto lo que ha tardado en salir detrás se Temari en cuanto esta le ha guiñado un ojo?
- Excusas, excusas – murmuró Ryuko.
Shikamaru sabía dónde encontrar a Temari, habría ido al mismo sitio al que él se dirigía. Y efectivamente, allí la encontró, detrás del pabellón principal, en un recodo bastante escondido, que solía ser frecuentado por los que fumaban a escondidas.
Temari tenía las manos a su espalda, apoyadas en la pared y ella a su vez se apoyaba en ellas. En la boca un cigarrillo sin encender. Al oír los pasos de Shikamaru giró la cabeza.
- Sí que tardas, me estoy quedando helada.
- Eso te pasa por salir sin abrigo – repuso Shikamaru sacando del bolsillo de su pantalón un paquete casi vacío de cigarros y de dentro de él un mechero que encendió ofreciendo fuego a la chica – Tienes que acostumbrarte a comprar un mechero.
- ¿Para qué? Si ya te tengo a ti – bromeó la chica.
- Mendokusei – se quejó mientras sacaba un cigarrillo y se lo encendía – No deberías fumar.
- ¿Y me lo dices tú? Menudo ejemplo me estás dando y no me vengas ahora con tus teorías machistas de que una dama no debe fumar. Además, yo no fumo tanto, tú fumas más.
- Solo porque tú me enseñaste.
- Ya – sonrió – Yo te he enseñado muchas cosas y parece que ninguna buena.
- No fuiste buena influencia – bromeó – Salimos poco pero solo me enseñaste cosas malas ¿Qué tal te va con el Hyuuga?
- Bien, me llevo muy bien con él, nos entendemos.
- Ten cuidado porque ese no es de los que se saltan las normas. Lo mismo no le parece bien que fumes, no porque seas una chica, sino porque es un mal vicio. Y hablando de malos vicios ¿Sigues con el tipo misterioso ese?
- No lo puedo evitar – Temari miró al suelo.
- Será que no te interesa evitarlo.
- Déjalo, Shika, tu no lo entenderías, es algo que… es como un imán que… es igual, no lo puedo evitar.
- Eres muy problemática.
- ¿Y a ti como te va con Kumoyuki? ¿No te regalado bombones este año?
- Ya lo hará, todavía queda mucho día.
- Muy seguro te veo yo a ti.
- Akane tiene un gran vicio con el chocolate, es como tú con ese tipo, no lo puede evitar y sabe que si me regala chocolate yo lo compartiré con ella, porque soy un pervertido y me gusta verla comer chocolate. No va a resistir la tentación.
- A veces eres muy presuntuoso – dijo frunciendo el ceño.
- Lo sé.
- Estás muy colgado por esa chica. A pesar de todo lo que te quejas de ella y que digas que está loca no puedes evitarlo ¿Me entiendes ahora?
- Lo mío debe ser masoquismo puro porque de veras que es exasperante, cabezota y… nunca la entenderé, ni averiguaré que le he hecho para que me odie tanto.
- ¿De veras, Nara? ¿De veras no lo sabes?
Temari volvió a sonreír, es que era increíble que un chico tan inteligente como ese, que siempre analizaba todo y no se le escapaba un detalle, al final resultaba que era de lo más tonto cuando se trataba de chicas ¿Aún no se había dado cuenta de lo que pasó?
Siguieron hablando de sus mutuos problemas mientras terminaban de fumarse los cigarrillos. El timbre indicando el final del día escolar les sorprendió.
- ¿Ya es la hora? – Shikamaru miró sorprendido su reloj – Mendokusei…
- Nos hemos entretenido demasiado. Vamos. Le dije a Neji que tenía una urgencia, lo mismo ahora piensa que me he caído por el inodoro.
- ¡Ahhhhh! Menudo rollo. Seguro que Akane, cuando nos vea aparecer juntos, piensa que nos hemos estado enrollando.
Por el camino se cruzaron con varios de sus compañeros que habían recogido ya sus proyectos y se marchaban.
Temari miró de reojo a Shikamaru, se le veía preocupado, seguro que no quería que Akane pensase que ellos dos habían estado enrollándose, en el fondo era un inocentón, a veces gruñía y se quejaba de lo loca que estaba Akane pero… estaba muy colgado por ella.
Al entrar de nuevo en el gimnasio lo primero que Shikamaru buscó fue a Akane pero otra imagen le llamó más la atención. Delante de su stand, al lado de Ryuko, estaban Chouji y Jirobo y no parecía que tuviesen una amistosa conversación.
- ¿Qué te pasa, gordito? – se burlaba Jirobo - ¿Te molesta que ayude a mi amiga "ojitos de caramelo"?
- No es tu amiga y no necesita tu ayuda para nada, lárgate – contestaba muy molesto Chouji.
- Es que yo, al contrario que tú, gordo que no vales para nada – puso un dedo en el hombro de Chouji – Se cuándo una chica necesita que la ayuden y quizás luego me lo agradezca.
- ¡No me toques! – habló Chouji de forma seca y contundente mientras apartaba el dedo de Jirobo de su hombro con un manotazo.
- ¡Eh, eh! – intervino Shikamaru - ¿Qué pasa aquí?
- Mira, el que faltaba, el patético perdedor que ha dejado sola a la señorita.
- Bueno, vale ya – habló tímidamente Ryuko.
- Déjalo Jirobo – se acercó a ellos Kidomaro – No merece la pena.
- Estarás contento – escuchó hablar a Akane – Todo esto es tu culpa, ciervo del demonio.
- ¿Mia? ¿Es culpa mía? ¿Por qué será que no me sorprende que digas eso?
- Es culpa tuya por irte a morrearte con tu rubia. Si te hubieses quedado aquí, con Ryuko, al orangután este no se le habría ocurrido venir a ayudarla.
- Ya sabía yo que ibas a pensar eso – se quejó Shikamaru – Siempre lo sacas todo de contexto.
- ¿A quién estás llamando orangután, enana? – gritó Jirobo.
- ¿Se puede acabar ya este tema? – intervino Neji.
- Hombre, mira tú, ya ha venido "Don Perfecto" – se burló Kidomaro.
Y mientras Kidomaro y Neji comenzaban a decirse lo que opinaban el uno del otro y Jirobo y Chouji seguían con su enfrentamiento, Shikamaru escuchaba con paciencia la opinión de Akane sobre lo egoísta que era.
- Estás loca, Akane – dijo sin mucho entusiasmo – Es que se te ha ido la lógica del cerebro.
- ¡Eh, medianía! – protestó de pronto Stella acercándose bastante a Shikamaru – Tu a esta señorita no la insultes ¿Quién te has creído que eres para hablarle así?
- ¡Y tú no te acerques tanto a mi ratoncito, muñeca de mierda! – gruñó a su vez Tayuya.
- ¿Pero tú que de vas, estúpida? – se encaró a ella Stella - ¿Quién te ha dado vela en este entierro?
- ¡El muerto! Mira tú la rubia de los cojones esta.
- Tayuya, no te metas donde nadie te ha llamado – medió Temari – Y tú, Shika, espabila de una vez, que no te estás dando cuenta de nada.
Ahora, a parte de la discusión de Jirobo y Chouji, Kidomaro y Neji, se unió la de Stella, Tayuya y Temari a la cual no tardaron en sumarse Kikyo y Fatora apoyando a Stella y Kin, que también tenía algo que opinar.
Jisei empezó a mirar aquello con curiosidad. Ryuko parecía a punto de llorar, Kiba y Lee sujetaron a Chouji porque veían que este iba a terminar pegando a Jirobo. Ante esa escena, Sakon y Ukon no tardaron en acudir en apoyo de sus amigos y por supuesto Naruto también tenía que meterse en el asunto.
En un momento todo se convirtió en un caos, ya todo el mundo discutía con todo el mundo y Jisei estaba convencida de que algunos ni sabían por qué discutían, pero todos tenían algo que decir y lo decían a gritos.
Algunos de los alumnos que aún quedaban y no tenían nada que ver con el enfrentamiento se marcharon prudentemente, mientras otros se quedaron a ver el espectáculo, un poco alejados, no fuera a ser que terminasen involucrados.
Jisei se alejó unos pasos para tener una mejor perspectiva y fue cuando se dio cuenta de que otra persona no participaba, simplemente miraba todo con desgana. Era Sasuke.
- Bonito espectáculo – comentó Jisei poniéndose a su lado.
- Son todos patéticos – contestó de forma fría Sasuke.
- Es lo que pasa en estas situaciones, yo lo llamo "el virus peleón". No me preguntes como funciona o como aparece pero si no se le aísla rápidamente contagia a todo el mundo. Todos tienen algo que decir a alguien y aprovechan la eventualidad para hacerlo. Mira, hasta Hinata parece discutir con Pain.
- Está defendiendo a Naruto de algo que ha dicho Pain y Gaara a su vez defiende a Hinata.
- Esto es como una pandemia. Pero tú no te has contagiado, que raro.
- Yo paso de todo el mundo, no me interesa nadie.
- ¿Y no hay nadie con quien quieras discutir?
- Tú tampoco estás discutiendo con nadie.
- No creas que no es por falta de ganas, pero es más interesante mirar… ¿Sabes cómo acabar con esto?
- Ni siquiera me importa.
- Pues es que los profesores están a punto de venir y deberíamos pararlo.
- Ese no es mi problema.
- Ya ha habido otras veces discusiones en masa pero nunca a tan gran escala. Tsunade-sama se va a poner furiosa y a ti también te va a salpicar.
- ¿A mí?
- Y tú lo sabes.
Sasuke puso cara de no importarle lo que pasaba, ni las consecuencias y se dispuso a marcharse de allí.
- ¿Qué pasa aquí? – se oyó bramar a Tsunade desde la puerta del gimnasio, Jisei dio un respingo de sorpresa y Sasuke se detuvo pero nadie más parecía haberse percatado de la presencia de la directora – Vamos – se dirigió a los que cerca de la puerta observaban la escena y hablaban entre ellos – ¡Vosotros fuera de aquí! ¡Marchaos a vuestras casas ya, venga! ¡Jiraiya! ¡Kakashi!
Tsunade se apartó de la puerta para que saliesen los alumnos "mirones" mientras varios profesores llegaban alarmados. Tsunade dio dos pasos dentro del gimnasio muy decidida, remangándose, iban a enterarse estos críos de quien era ella… pero solo dio dos pasos.
Se oyó un ruido estrepitoso, seco y casi todo el mundo gritó.
Todo se llenó de humo.
Todos estaban desconcertados, se oían gritos histéricos y llamándose unos a otros. Algunos corrían nerviosos hacia la salida y se topaban con los profesores que a su vez entraban. Alguien gritó que había fuego lo que provocó aún más confusión y nerviosismo.
En medio de todo aquello dos personas se habían quedado quietas, empujadas por sus compañeros.
Shikamaru y Akane se habían quedado petrificados. Ninguno de los dos era capaz de moverse. Cuando se quedaron solos, escuchando las voces de los profesores diciendo que mantuviesen la calma y saliesen en orden, pudieron por fin verse.
Shikamaru estaba pálido, con cara que revelaba el susto que había pasado. Detrás de él uno stand había empezado a quemarse.
Akane tenía la cara desencajada, miraba angustiosa, con los ojos enrojecidos por el humo y su cuerpo entero temblaba como si tuviese convulsiones.
Al ver a Shikamaru se abalanzó hacia él que se apresuró en abrazarla fuerte, muy fuerte, todo lo que podía.
- Per…do…na…me, lo… siento, lo… siento – musitaba nerviosa y entrecortadamente la chica.
- Ya… ya ha pasado todo – decía pegando sus labios a el pelo naranja de Akane.
- Ca… si… te mato… casi te mato.
- Que exagerada. Ya, tranquilízate, no ha pasado nada.
- Soy una bruta… soy… lo siento, lo siento.
Akane parecía llorar aunque no lagrimeaba, era un llanto seco pero desesperado. Todo su cuerpo temblaba nerviosamente y Shikamaru intentaba detener ese temblor abrazándola.
Se oían los extintores. Algún profesor debía estar apagando el conato de fuego. Ellos no se movían, continuaban abrazados, asustados.
¿Qué había sucedido y por qué se encontraban tan asustados?
Simplemente lo que ya había sucedido entre ellos otras veces. Discutían y cuando discutían y Akane se enfurecía demasiado o se quedaba sin argumentos solía agarrar cualquier cosa que tenía a mano y lanzarla contra Shikamaru. En esta ocasión lo que agarró fue una de las figuritas de arcilla que Deidara había llevado a la exposición, no era una figurita grande, al contrario, era más bien pequeña, claro que ella no sabía que además de arcilla esa figurita tenía un polvo explosivo fabricación del propio Deidara. Se lo lanzó a Shikamaru y como también era habitual en él, esquivó el proyectil que le lanzaba Akane, ya estaba acostumbrado a que le lanzase toda clase de objetos pequeños. Lo que ninguno se esperaba es que al impactar contra el suelo, esa pequeña y en apariencia inocente figurilla iba a explotar, por suerte la puntería de Akane era mala, puso demasiada fuerza y detrás o cerca de Shikamaru no había nadie más, solo un stand y la pared.
- ¿Estáis bien? – se interesó Asuma poniéndoles las manos en los hombros.
Shikamaru levantó la cabeza e hizo un gesto afirmativo mientras Akane seguía temblando y mascullando algo que nadie entendía.
- Yo estoy bien, solo asustado pero Akane está muy nerviosa.
- ¡Shizune! ¿Puedes venir?
- ¡Ya estoy aquí! ¿Estáis heridos?
- Parece que solo están nerviosos, pero la chica parece al borde de un ataque de histeria.
- Ven conmigo, ya ha pasado todo, ven… Nara... ¡Nara! Ayudaría que la soltases.
Era Akane la que no podía separarse, estaba agarrada a Shikamaru con fuerza, completamente pegada a él y aunque lo intentase no podía hacerlo, eso la asustó pero no era nada comparado con el miedo que había pasado con la detonación, hubo un momento en el que incluso creyó que había herido a Shikamaru, sino algo peor. Nunca acertaba a darle cuando le tiraba cosas pero ¿y si precisamente ahora le hubiese dado?
Al día siguiente hubo reunión del claustro de profesores. Tsunade no podía estar más enfadada con todo aquel incidente, más aún cuando el consejo de administración del Instituto le pedía explicaciones.
- Genma y yo hemos hablado con todos los chicos implicados en la discusión masiva de ayer – hablaba gravemente Jiraiya – Ninguno parece saber cómo se produjo la explosión, ni quien la provocó.
- Ellos no van a acusarse – agregó Ebisu.
- No te creas. Algunos se defienden unos a otros pero hay casos en los que si supieran quienes fueron los responsables no dudarían en delatarlos – añadió Genma.
- ¿Estás hablando de Kabuto y su grupo? – preguntó Kakashi.
- Podrían hacerlo. Yo no apostaría a que no lo hicieran, al menos parte de ellos.
- Pero no saben quiénes fueron – añadió Kurenai – Lo único que tenemos seguro es que Deidara llevó los explosivos, cosa que no me extraña en absoluto. No es la primera vez que trae explosivos al instituto.
- Pero él no fue – opinó Jiraiya – Yo tengo una idea de quien fue, bueno, estoy casi seguro de que fue Kumoyuki. Ya conocemos todo la manía de esa niña de tirar cosas, de pequeña rompió más de una ventana tirando piedras a los otros niños cuando se enfadaba.
- Es ella, eso está claro – confirmó Asuma – Y le lanzó lo que fuera eso a Nara, el miedo que tenían encima los dos cuando los encontramos lo prueba, además se han pasado el curso discutiendo, pero Nara no ha acusado a su compañera y no lo hará.
- Y ella no va a confesar – habló Jiraiya – Bastantes sanciones tiene ya por romper cristales, sabe que esto supondría su expulsión del instituto. Es normal que no quiera confesar, es una chica estudiosa y responsable, pese a lo que pueda parecer.
- Y nadie vio nada – añadió Anko – O no delatarán a su compañera.
- No, es que realmente no mienten – repuso Tsunade – Nadie vio nada porque estaban discutiendo entre ellos y nadie prestaba atención.
- El explosivo era de Deidara, de eso no hay duda – afirmó Yamato.
- Pero no podemos culpar a ese chico. Él no lo hizo y de eso si hay testigos, por ejemplo Naruto Namikaze, que estaba discutiendo con él – agregó Tsunade.
- Y aunque los explosivos sean suyos no estaría bien que lo utilizásemos de cabeza de turco – sugirió Kakashi.
- Eso si – intervino Genma – Hay que ponerle una sanción por traer explosivos al instituto.
- Si, eso es otro tema que no tiene discusión – confirmó Tsunade.
- A todos deberíamos sancionar – habló gravemente Jiraiya – Llevan todo el curso discutiendo entre ellos y molestando al resto de alumnos que, sin tener que ver nada con sus asuntos, están sufriendo las consecuencias.
- Eso es cierto – resopló Tsunade - ¿Tenemos la lista de todos los implicados en la discusión?
- Toma – le pasó una carpeta Shizune – Está todo más que comprobado.
- Bien, pues está claro que hay que hacer algo y por supuesto especialmente con Kumoyuki y también con Nara.
- ¿Con Nara también? – interrogó Asuma.
- Estos dos se han pasado el curso discutiendo e interrumpiendo las clases con sus absurdos piques. Además, estaréis de acuerdo conmigo en que dos no discuten si uno no quiere y si Kumoyuki lanzó el explosivo su objetivo era Nara.
- Seguramente fue un accidente – repuso Kurenai – Kumoyuki no atentaría de esa forma contra nadie.
- Eso está más que claro – declaró Asuma – Nunca lanzaría algo que supiera que iba a explotar. De eso no hay duda. Ya bastante susto pasó cuando eso explotó.
- En mi opinión – añadió Shizune – Ya tuvo su castigo en ese momento. Sufrió un ataque de histeria y tuve que suministrarle calmantes y un relajante, se agarró a Nara y se quedó completamente agarrotada, no había forma de separarla de él, los brazos se le habían quedado tiesos como si fueran de madera.
- Pues tenemos que hacer algo – dijo muy serie Tsunade – Está claro que esto ya ha pasado de castaño oscuro, así que vamos a pensar que hacemos con todos estos y por supuesto este incidente tienen que recordarlo durante todo el curso que viene. Además Danzou necesita ver que hay una sanción… esto no va a ser fácil, a ver como sorteo a ese viejo… esto va a ser muy complicado.