miércoles, 4 de marzo de 2015

218. Let the shineshine in

Ya que Akane y los padres de Shikamaru se habían marchado y sus asientos habían quedado libres, los hermanos de Akane, Ginta, Takato y Hideki, los habían ocupado. Yusuke, el otro hermano, prefirió seguir en su asiento al lado de su amigo Hotaru, el hermano de Shino.
Where do I go
Follow the children
Where do I go
Follow their smiles
Is there an answer
In their sweet faces
That tells me why I live and die
Shikato miraba de reojo a Takato, el hermano de Akane más llorón de todos que, sentado entre 'él y Hideki no paraba de lloriquear.
- ¿Por qué no te tranquilizas? - se quejó en voz baja Shikato - Me estás poniendo nervioso a mí.
- Estoy muy asustado por mi hermana - se quejó el chico.
- Pues deja de preocuparte, tener hijos es algo normal en las mujeres, está en su naturaleza.
- Takato está llorando otra vez - cuchicheó Hideki a Ginta.
Ginta miró a su hermano y suspiró.
- No teníamos que habernos sentado aquí - gruñó por lo bajo.
Shikaku y Yoshino se habían ido a llevar a Akane y Shikamaru al hospital y Maron había decidido ir a hablar con la madre de Akane y a decirle que fuera al hospital, que su hija la necesitaba, a fin de cuentas era su madre y Akane necesitaba a su madre en esos momentos. Así que Ginta se había quedado cuidando de sus hermanos y ahora se arrepentía, él también quería ir al hospital, como Chiharu, pero los padres de Shikamaru insistieron en que no, que allí solo iban a ponerse más nerviosos porque no iban a poder hacer nada; su segunda opción fue ir a acompañar a Maron a hablar con su madre pero Maron también insistió en que no, que mejor se quedase cuidando de sus hermanos, y allí estaba.
- Es estupendo que te hayas quedado para cuidar de tus hermanos - musitó Chiharu - Eres mucho más responsable de lo que parece.
Ginta sonrió, a lo mejor no era tan mal plan hacer de hermano mayor.
- ¿Que sabéis de Shikamaru? - llegaba Ino hasta donde estaban Neji, Sakura y Sasori.
- A ver, Ino - respondía Sakura - Yo creo que ni debe haber llegado al hospital, además, ¿cómo vamos a saber algo? Tenemos los móviles apagados.
- Pues muy mal, en un caso así hay que tenerlos encendidos.
- Estamos en un teatro - advirtió Sasori.
- Ya lo sé y lo tengo puesto solo en vibración, no soy tan tonta.
- Hablando de tontas, ¿dónde habéis estado antes Naruto y tú? - interrogó Sakura.
-¿Naruto y yo?
- Si, Naruto y tú, no te hagas la tonta, os estuvimos buscando. Ino, que Naruto es muy inocente, a ver si os vais a meter en un lio.
- ¿Pero de que hablas, frentona? ¡Mira tú quien fue a hablar!
- Que yo solo lo digo por tu bien, cerdita.
- Mira, frente de marquesina, no me hagas hablar-
- ¡Tiempo, tiempo! - Sasori pasó su mano verticalmente entre ellas como si quisiese romper algo invisible - Vale ya ¿no? ¿Es que os habéis vuelto locas?
- ¿Yo? - bramó Ino - Díselo a tu novia la frentuda que se le está yendo la olla.
- Cierra un poco la boquita, Inocerda - respondió Sakura.
- Anda, Ino - intervino Neji - Vuelve a tu sitio, no vaya a ser que te necesiten.
- Me voy, pero porque tú me lo pides, no porque lo diga la frentuda.
- Espera Ino - habló Sakura - Que tengo que ir al servicio, te acompaño.
- Ah sí, yo también tengo que ir y además te tengo que contar una cosa muy sabrosa.
- ¿Ah sí? Venga, cuenta, cuenta.
Sasori miró incrédulo como las dos chicas que hacía un momento estaban sacándose las uñas se iban cogidas del brazo, cuchicheando y riendo.
- Da gusto verlas así, como siempre han sido - comentó Neji.
- ¿Siempre han parecido bipolares?
- Siempre han sido muy competitivas la una con la otra, pero siempre fueron grandes amigas. Lo suyo en realidad era una competición sana, de esa que te motiva.
- ¿Y siempre discutían así?
- Si, pero no te preocupes, nunca llegaban a enfadarse de verdad y siempre estaban la una para la otra. Yo las recuerdo así.
- Hay muchas cosas de Sakura que no conozco - reflexionó Sasori.
- Ellas han pasado una mala racha. Sakura estaba muy arisca por culpa de Sasuke, no por culpa de Sasuke, más bien por culpa de ella misma, de empeñarse en cumplir un sueño infantil. Creo que ver que no lo conseguía la hizo volverse arisca e Ino… bueno, Ino tuvo lo suyo. Por suerte las dos han madurado.
- Me asombra que seas tan observador y que sepas tanto de ellas.
- Soy amigo de Naruto, él es el observador, parece que no, a veces parece tonto ¿verdad? pero sabe leer en el alma de los demás.
Ahora Sasori estaba aún más sorprendido. Tampoco se esperaba eso de Neji, parece que había muchas cosas de sus nuevos amigos que desconocía y le apetecía mucho conocerlas.
- Akane no te muerdas las uñas - Shikamaru le daba un suave manotazo para apartarle la mano de la boca.
- ¿Estás nerviosa? - preguntaba Yoshino desde el asiento del conductor del coche familiar.
Yoshino era la que conducía, dijo que ella estaba menos nerviosa que Shikaku, la verdad es que no dejó que Shikaku opinase, dijo que ella conduciría y punto y tampoco Shikaku, conociendo a su mujer, se atrevió a llevarle la contraria.
- No mucho - respondió Akane - Más que nada estoy como intranquila.
- Puedes estar nerviosa - dijo Shikaku - Estás a punto de tener de hijos, se te permite ponerte nerviosa y asustarte un poco.
- No estoy nerviosa por eso, estoy intranquila porque no sé qué va a pasar, si voy a estar sola, quien me va a atender, si me van a poner la lavativa, si me van a rasurar… son cositas que no conozco y no puedo controlar y eso me intranquiliza.
- Como siempre ella tiene que controlarlo todo - se quejó Shikamaru.
- ¡Shikamaru no te burles de ella! - gritó Yoshino.
- Si no me burlo… bah… mendokusei.
- ¡Shikamaru no protestes!
- Yo que te me callaba - le advirtió su padre - Una mujer con contracciones y otra que está a punto de ser abuela no son las mejores para discutir.
- ¡Tu cállate también! ¿Akane, vas bien?
- Si, voy genial - Shikamaru agarró su mano y se la apretó con delicadeza - Me da pena que por mi culpa te pierdas tu graduación.
- A mí no, eso de la graduación era un rollo.
- Y también te vas a perder el viaje fin de curso.
- Si no voy contigo no me interesa, sin nadie mandándome iba a ser... ¿Otra contracción? - preguntó al notar como Akane apretaba su mano y ponía cara de concentración. Akane asintió con la cabeza - Vale, estamos preparador, venga, respira.
- Déjate de respiraciones - hablo Akane con los dientes apretados.
- ¿Qué hago? ¿Cómo te ayudo?
- Solo procura no ponerla más nerviosa - opinó Shikaku - Por experiencia te digo que las mujeres cuando están pariendo se convierten en ogros, así que no despiertes a la bestia.
- ¡Deja de decir tonterías! - gruñó Yoshino.
Ahora era el turno de Tayuya cantando en el escenario, frente a Lee caracterizado de Woof cantaba una de las canciones más difíciles.
How can people be so heartless?
How can people be so cruel?
Easy to be hard, easy to be cold…
- Ryuko está muy tranquila ¿no? - comentaba Sasori a Jisei que estaba a su lado viendo el espectáculo.
- ¿Esperabas que estuviese histérica?
- Me refiero por lo de Akane. No parece muy nerviosa.
- Ah pero eso es porque Ryuko tiene una fe ciega en los médicos. Si Akane estuviese aquí seguramente se pondría de los nervios pero como ha ido al hospital ella se queda tranquila.
- Que curioso. Yo pensaba que estaba muy unida a Akane.
- Y lo está pero creo que estoy yo más nerviosa que ella. De todas formas Ryuko no es tan histérica, cuando hay que mantener la calma sabe mantenerla y ahora tiene que actuar y no va a fallar.
Sasori comenzaba a comprenderlo todo, ellos eran amigos, se conocían desde hacía tiempo y se toleraban, conocían sus manías y aun así se respetaban ¿en eso consistía la amistad? ¿era por eso que eran tan amigos y estaban tan unidos? Sería porque se conocían mucho o quizás Neji tenía razón y de alguna forma algo tenía que ver Naruto y su "habilidad" con todo eso.
How can people have no feelings?
How can they ignore their friends?
Easy to give in, easy to help out…
- Hola, hola, hola - llegó Stella. Neji, que parecía ocupado en apuntar algunas cosas en un cuaderno, dejó de hacerlo y levantó la vista - ¿Dónde está Sakura?
- Está en el otro lado ¿La necesitas para algo?
- Da igual, creo que me las apañaré sola.
- No, de verdad ¿En qué puedo ayudarte?
- Son cosas de chicas, no te preocupes.
How can people have no feelings?
How can they ignore their friends?
Easy to be hard, easy to can pass
Easy to be proud, easy to say no…
- ¿Ya estás lista para los siguientes bailes? - se interesó Sasori.
- Por lo visto Ino tiene que darme unos retoques y ponerme unas flores - dijo mientras se recogía el pelo en una especie de moño.
- Te queda muy bien el pelo recogido - habló Neji.
- Eso dicen. Estoy pensando en cortármelo ¿Tu cómo crees que me quedaría corto, Jisei?
- Yo creo que ahora no es momento para hablar de eso - protestó Sasori.
- ¿Te vas a cortar tu melena? - insistió Neji.
- La verdad es que da mucho trabajo y como quiero cambiar quizás debería empezar por cambiar mi pelo.
- ¿Qué es esto? - Neji señaló el cuello de la chica, allí había una gargantilla plateada y en ella tres pequeños colgantes en forma de letras "e", "m" e "i" - Emi.
- Es mi segundo nombre, bueno, mi segundo nombre abreviado. Me llamo Stella Emily.
- Los americanos tenéis la costumbre de poneros un segundo nombre - opinó Jisei.
- Es que no tenía las letras suficientes para poner "Stella" y lo único que se parecía más a mi nombre era "Emi". Está bien, me gusta, quizás empiece a utilizarlo.
- ¿Quieres que te llamemos "Emi"? - se extrañó Sasori.
- Me gusta - sonrió Neji - ¿Sabes que significa "bendita belleza"?
Neji y Stella se miraron sonriendo durante unos instantes.
- No es por interrumpir - intervino Sasori - Pero debes prepararte para salir de nuevo.
- Ah sí, sí, ya voy ¡Hasta luego!
- O sea que "Emi" - sonrió Jisei una vez que Stella desapareció
En el escenario ahora cantaba Konan, alegre y feliz mientras un grupo bailaba a su alrededor.
Good morning starshine
The earth says hello
You twinkle above us
We twinkle below
Good morning starshine
You lead us along
My love and me as we sing
Our early morning singing song…
- Que bonito que canta Konan – comentaba Jisei.
- Tú también deberías prepararte - añadió Sasori.
- Cierto. Voy a ver si Ino me retoca a mí también.
Yoshino y Shikaku esperaban en la sala de espera de maternidad. Era una sala pequeña, había sillas pero nadie estaba sentado, serían los nervios que les impedía permanecer quietos. No había demasiadas personas, a parte de Yoshino y Shikaku, un par de familias más que hablaban animadamente entre ellos.
Yoshino, con el abrigo de Shikamaru cogido entre los brazos, miraba pensativa por uno de los ventanales. Shikaku se puso detrás de ella y la abrazó.
- Todo vuelve a empezar - habló con tono melancólico.
- Si, es casi como si todo volviese a empezar. Otra vez pañales y biberones, gateos y noches sin dormir y antes de que queramos darnos cuenta estaremos de nuevo delante del colegio.
- Solo que esta vez la parte más difícil la tiene tu hijo.
- Si, pero aun así van a necesitar mucha ayuda. Son dos y Shikamaru tiene que estudiar y Akane tendrá que trabajar.
- Y no van a poder pagar una guardería.
- Es una tontería que los lleven a una guardería cuando estoy yo para ayudarles. Son mis nietos.
- En realidad estás deseando ocuparte de ellos no lo niegues.
- Ya me he hecho a la idea. Lo 'único que quiero ahora es que no haya problemas en el parto.
- Akane es una chica fuerte después de todo, no habrá problemas.
- Pero me preocupa que sean dos y que haya alguna complicación. He oído que muchas veces uno de los mellizos nace con algún problemilla... es que van a ser tan pequeños y son prematuros y...
- Ya no lo pienses más. Todo va a ir bien. Hablando de lo de antes, ¿sabes a quien podríamos pedirle que ayudara con los bebés?
- ¿Como que ayuda? ¿Cómo contratar una niñera?
- He pensado que cuando Akane trabaje quizás tú vas a estar demasiado liada con los dos niños e incluso, cuando no trabaje va a ser todo mucho para ella, ya un niño estresa mucho, imagínate el doble.
- Son dos niños y ellos son dos también, que tu hijo tendrá que ayudar, ¿o me vas a decir que tu hijo, como es un hombre, no va a ayudar?
- No saques las cosas de quicio, mujer, no es eso lo que digo. Lo que quiero decir es que él tendrá que estudiar también. Se a quién podemos pedirle ayuda.
- ¿A quién?
- A Ino, ya sabes, a la hija de Inoichi.
- Ya sé quién es Ino ¿pero a que te refieres?
- El otro día estuve hablando con Inoichi. Ino va muy bien, ha mejorado mucho pero ha perdido varios meses de curso y además tiene que ir todos los días al hospital, Inoichi y su mujer creen que lo mejor será que el año que viene no vaya al instituto.
- ¿Es que no se va a graduar?
- Si, si y lo va a hacer pero va a tomarse un año de descanso, para dedicarse a ir a terapias y prepararse bien mentalmente, porque ya sabes que o suyo no es solo físico, tiene que sanar su mente. Ichoichi piensa que empezar un nuevo curso, aunque fuera repitiendo, le iba a causar demasiado stress y quizás no esté preparada aun del todo.
- Es mejor ir despacio pero seguro. Que susto, creí que iba a dejar de estudiar.
- Pues Inoichi había pensado que debería ocuparse en algo este año, a parte de las terapias, hacer algún curso que le fuera útil, como aprender algún idioma o trabajar en algo que le ayude a tomar confianza en sí misma y tener responsabilidades.
- Como lo de cuidar a la abuela. Eso le vino muy bien.
- Exacto. Han pensado en algún trabajo ayudando a los ancianos, como voluntaria o cuidando niños. Esa también sería una buena opción.
- Y quieres que se ocupe de nuestros niños.
- Podría ayudaros. No vendría nada mal la ayuda de Ino, recuerda que son dos y tú también tienes muchas cosas que hacer y Akane es demasiado cabezota para todo. A Ino la conocemos desde pequeña, conocemos a sus padres y ella quiere a Shikamaru como a un hermano y le gustan los niños.
Se oyó que alguien entraba en la sala. Todo el mundo miró expectante. Era Nobuo, el padre de Akane que vio inmediatamente a los padres de Shikamaru.
Todo el mundo dejó de mirar y volvieron a sus conversaciones, excepto Yoshino y Shikaku que esperaron a que llegase a su lado.
- ¿Cómo está Akane?
- Aún no sabemos nada - contestó Yoshino - En cuando hemos llegado la han llevado dentro y solo ha podido entrar Shikamaru con ella.
- Yo he venido en cuanto Maron me ha avisado, he llamado a mi jefe y le he dicho, lo siento pero voy a ser abuelo y me voy al hospital.
- ¿Y no te ha puesto pegas? - preguntó Yoshino.
- Me deben unos días libres y les dije que en cualquier momento podría ponerse de parto, estaban preparados. Y como se encontraba Akane?
- Bien- respondió Shikaku - No estaba demasiado nerviosa, asustada, creo yo, pero bien.
- Y Maron?
- Ha ido a hablar con Misae, dijo que quería convencerla para que viniese.
De nuevo alguien entró en la sala. Esta vez era Shikamaru acompañado por una enfermera. Yoshino, Shikaku y Nobuo se apresuraron en acercarse.
- ¿Cómo está Akane? - interrogó Yoshino.
- ¿Son sus padres? - cuestionó la enfermera.
- Yo soy su padre.
- Ellos son los míos -añadió Shikamaru.
- Encantada – saludó la enfermera – Akane está muy bien, tal y como tiene que estar, no se preocupen y además es muy colaboradora. Ya la hemos preparado, ha dilatado 7, va dilatando muy bien pero le hemos puesto oxitocina para adelantar el proceso porque como vienen dos no queremos que se retrase mucho, no sabemos cuánto puede tardar el segundo. De momento va a ser parto natural.
- ¡Pero iba a ser una cesárea! – exclamó Yoshino.
- Si, pero al final, como está dilatando tan bien, vamos a probar con el parto natural, siempre es mejor el parto natural, aunque claro, no sabemos si el segundo se colocará en posición o que pasará. Ahora les cuento todo pero antes ¿Quiere pasar alguien a verla unos minutos?
- ¿Podemos pasar? – interrogó Shikaku.
- Si, pero de uno en uno y no más de 5 minutos. No queremos que se excite demasiado ¿Quién va a pasar primero?
- Yo querría pasar – habló Yoshino – Pero quiero hablar con esta señorita y preguntarle varias cosas antes. Quizás es mejor que pases tú, Nobuo.
- Sí, claro. Luego me cuentas todo de lo que te enteres, Yoshino.
- Pues venga por aquí. Esperen un segundo que le indico al señor donde está la sala y ahora les informo de todo.
...
La obra de teatro que había escogido era bastante sencilla pero estaba llena de mensajes de tolerancia, igualdad y sobre todo a la paz, un manifiesto en el que se pedía a la humanidad que dieran una oportunidad a la paz, que la guerra no causaba nada más que injusticias y lágrimas.
Era la historia de un chico, Claude, que llegaba de su pueblo para incorporarse al ejército y descubría un mundo completamente distinto al que estaba acostumbrado, una gente que vivía sin hacer caso a las normas establecidas, reclamando libertad para vivir como quisieran.
Era la historia de Sheila, una chica de buena familia que creía que había cosas en la sociedad que no estaban bien y deseaba luchar para cambiarlas, que estaba hastiada de la comodidad abotargada en la que vivía y soñaba con experiencias nuevas y excitantes.
Era la historia de Berger, un chico increíblemente libre.
Era la historia de cómo la casualidad les hizo encontrarse y ese encuentro cambio su destino.
Era la historia de unos pocos días que pasaron juntos pero que sucedieron muchas cosas que les unieron.
A parte de todas las cosas que les pasaban, conocerse, el descubrimiento de la comuna hippy, los primeros "viajes" de Claude, buscar a la chica y aparecer en casa de sus encopetados padres en medio de una fiesta, escandalizar a la "gente de bien", terminar en la cárcel... lo más importante de toda la historia era cuando Berger y su grupo de amigos convencía a Sheila para ir con ellos a visitar a Claude al lugar donde se entrenaban y allí, tras varias tretas y engaños conseguían que Berger entrase, localizase a Claude y le dijese que se marchase a pasar unos horas con Sheila mientras él le sustituía y nadie se daría cuenta.
El drama sobrevenía cuando formaban al pelotón de Claude para enviarlos a Vietnam antes de lo previsto, antes de que Claude regresase y Berger, fiel a su amigo y para evitar que terminasen los dos acusados de deserción, continuo haciéndose pasar por Claude y se vio de lleno en aquella guerra por la que tanto se había manifestado y que estaba en contra completamente de sus ideales.
Y Claude vio con desesperación como su mejor amigo ocupaba su lugar y su destino.
Para el escenario habían ideado un mecanismo con varios railes y poleas con las que podían tapar el mural con diferentes telas, así, el lugar colorido podía convertirse en el jardín de una casa de familia acomodada o en el patio de una cárcel. En el número final quedó cubierto con una tela blanca que servía para proyectar en ella distintas imágenes.
Ahora Kankuro estaba solo en el escenario, vestido de militar, ya no tenía peluca porque para que Berger se hiciese pasar por Claude sus amigas se lo habían contado; a su espalda, en la tela blanca se proyectaban imágenes de soldados marchando hacia la guerra.
Las notas musicales ya habían sonado antes pero ahora carecían del ritmo alegre anterior y la voz de Kankuro sonaba angustiada y en sus ojos una gran tristeza y desesperación.
Manchester, England, England,
across the Atlantic Sea,
I'm a genius genial,
I belive in god,
and I belive that god
belive in Claude,
that's me, that's me, that's me
- ¡Que te parece! - exclamaba en voz baja Kakashi sentado al lado de Iruka - Lo han hecho muy bien.
- Chist, calla - protestaba también Iruka en voz baja - Aun no han terminado, falta lo mejor.
Kankuro desapareció caminado pesadamente del escenario mientras las imágenes iban cambiando, se veían escenas de guerra, Sasuke, Deidara, Ten-Ten, Lee, Ryuko... poco a poco todos iban entrando en el escenario, con caras serias y tristes.
We starve, look
At one another short of breath
Walking proudly in our winter coats
Wearing smell form laboratories
Facing a dying nation
Of moving paper fantasy
Listening to the new told lies
With supreme visions of lonely tunes
Las escenas que se proyectaban volvían a cambiar, ahora se mostraba un enorme cementerio lleno de cruces blancas y alineadas, eran las víctimas de la guerra, una de ellas mostraba una de las lapidas donde podía leerse: "George Berger, 1949 - 1969"
We starve, look
At one another short of breath
Walking proudly in our winter coats
Wearing smell form laboratories
Facing a dying nation
Of moving paper fantasy
Listening for the new told lies with supreme visions of lonely tunes
Muy despacio la imagen de aquel comentario fue desapareciendo y en su lugar aparecieron un montón de personas, sobre todo jóvenes que cantaban y bailaban al ritmo de la música.
El escenario se había llenado con todos los alumnos que habían participado actuando o cantando, cogidos de la mano y con la cabeza erguida como si mirasen al horizonte.
Let the shineshine,
let the shineshine in,
the shinshine in.
Let the shineshine,
let the shineshine in,
the shineshine in
La canción terminó. La obra había terminado. Unas décimas de segundo pasaron hasta que alguien empezó a aplaudir y el resto le imitó.
La obra había gustado, había gustado bastante, se podía ver a gente emocionada que se limpiaban unas lagrimillas, otros se pusieron en pie para aplaudir.
La música volvió a sonar, los actores se separaron en dos grupos, cada uno a un lado del escenario. En grupos de cinco, cuatro o tres, empezaron a desfilar hasta el frente del escenario donde hacían una pequeña genuflexión que coincidía con un aumento de los aplausos.
Llegó el turno de Lee, Ten-Ten y Sumire y los aplausos aún aumentaron más.
Después desfilaron hasta el frente Sasuke y Sheila, al llegar al borde se cogieron de la mano y saludaron juntos y de nuevo los aplausos aumentaron.
Se separaron mientras aplaudían y se alejaban para dejar paso a Kankuro.
Kankuro saludó y a su vez aplaudió a sus compañeros.
Cuando parecía que los aplausos disminuían Kankuro se dispuso a hablar.
- Muchas gracias por su atención. Para nosotros ha sido un placer representar esta obra pero no podríamos haber conseguido nada sin nuestros directores para los que pido también un gran aplauso.
Todos los actores comenzaron a aplaudir mientras algunos casi obligaban a Sasori, Sakura y Neji a salir al escenario. El público retomó también los aplausos.
Sasori, Sakura y Neji llegaron al centro del escenario.
- Muchas gracias a todos por venir - habló Sasori - Gracias por su paciencia y… en realidad aquí falta uno de los directores, Shikamaru, que le ha surgido algo más importante y ha tenido que marcharse y espero que alguien esté grabando todo esto ¡Felicidades Shikamaru y Akane!
Al entrar en la sala donde estaba Akane, Shikamaru la encontró tumbada de lado, tapada con una sábana hasta la cintura, los ojos cerrados y con los dedos enredados en el pelo. La sala era pequeña pero individual, lo cual agradaba a Shikamaru porque no le apetecía haber compartido el proceso de dilatación con otras mujeres a la vez dilatando también. Al lado de la cama habían puesto una mesa alta, pequeña y con ruedas en las patas para poder llevarla cómodamente y en ella varios aparatos de los que salían cables que parecían terminar introducidos en Akane. Además a Akane le habían puesto el goteo con suero y oxitocina.
- Si sigues tirándote del pelo te lo vas a arrancar – comentó tomando una silla y sentándose a su lado.
- Me duele mucho – se quejó la chica.
- Lo sé – suspiró.
- ¡No, no lo sabes! ¡Tú no sabes lo que es esto! – gritó furiosa - ¡Me duele!
- Dicen que es por la oxitocina, que hace que las contracciones sean más frecuentes y fuertes.
- ¡Me cago en la oxitocina!... Shikamaru – se volvió a quejar sin gritar tanto y poniéndose boca arriba – Me duelen muchos los riñones, me duelen mucho – lloriqueó – Siento como si estuviesen partiéndome… ¡Ah!
Akane levantó una mano y agarró con fuerza el jersey de Shikamaru mientras apretaba los dientes con fuerza. Shikamaru miró uno de los aparatos, uno que expulsaba continuamente un papel, como los tickets del supermercado, con muchas líneas que subían y bajaban, había llegado a la conclusión de que esas rayas eran la intensidad y duración de las contracciones… y esa tenía pinta de ser de las fuertes. No se atrevía a hacer nada porque, la experiencia de contracciones pasadas le decía que mejor ni lo intentase, Akane terminaría más enfadada aún con él y gritándole que la dejara en paz.
- Venga, vamos – dijo cuándo Akane aflojó el agarre acariciándola el pelo – Lo estás haciendo muy bien, ya queda poco.
- ¿Qué lo estoy haciendo bien? – volvió a gritar – Mira, no me hables, ni me toques, ni me mires.
Shikamaru sonrió mientras empapaba una pequeña gasa con agua de una botella que había allí; sí que las mujeres se convertían en ogros cuando parían, sí.
- Deja, calabacita, que voy a humedecerte los labios ¿tienes sed?
- ¡Lo que tengo es ganas de que me saquen este alíen de dentro!... Gracias… Shika ¿Por qué no pueden ponerme la epidural?
- Ya te lo han explicado. Estás muy dilatada ya y no merece la pena, además no saben lo que tardará el segundo. Quizás te lo pongan para el segundo.
- ¿Tú crees? Porque este lo estoy soportando, mal, pero lo soporto pero si tengo que pasar por esto dos veces seguidas es que me muero ¡Me muero, Shika! ¿Y mis gafas? ¿Dónde están mis gafas?
- Tranquila, se las he dado a mi madre para que las guarde.
- Ah… que susto.
- Te he traído un abanico ¿Tienes calor? ¿Te abanico?
- Si, por favor, estoy que me muero de calor… de dolor y de todo.
- ¿Permiso? – la enfermera entró en la sala - ¿Cómo te encuentras, Akane?
- Mal – gruñó esta.
La enfermera sonrió y se acercó a la mesa, levantó el papel que salía de la máquina y lo observó.
- Te están dando contracciones muy fuertes.
- A mí me lo vas a contar – volvió a gruñir Akane - ¿De veras no pueden ponerme la epidural?
- Haz caso a los médicos, si dicen que no es porque es lo mejor.
- Claro, como no son ellos los que lo están pasando ¿Y morfina? ¿O el gas de la risa? ¿O me dais un golpe y me dejáis inconsciente que no me entere de… ¡Ah!
- Otra contracción, vamos, tranquila, relájate y respira, vamos, respira. Si no te importa – se dirigió a Shikamaru – espera fuera unos minutos, voy a hacerla una revisión. Vamos, respira – volvió a hablar a Akane - ¿No te enseñaron a respirar? No contengas la respiración que al final te vas a desmayar.
Shikamaru iba a salir de la sala cuando una señora con una bata blanca le impidió el paso.
- ¡Hola! – saludó alegre - ¿Eres el padre? Yo soy la doctora Nakagawa.
- Hola pero… usted no es la doctora de antes.
- Es que ha cambiado el turno – sonrió la mujer – Ahora me toca a mí. Bien, veamos a esta futura mamá.
Había mucho barullo, entre los familiares que se acercaban a los actores, profesores, otros familiares que hablaban con los profesores, alumnos saludando y demás, allí era difícil entenderse. Por suerte la voz de Jiraiya, hablando a través de uno de los micrófonos advirtió que la ceremonia de entrega de diplomas a los graduados iba a comenzar en unos minutos y les recomendaba que volvieran a sentarse en sus asientos.
Nueva gente entró y varios salieron, entre ellos Jisei, Ryuko, Chouji, Shikato, Temari y Kankuro que se quedaron en el parking hablando.
- Habéis estado fantásticos – Shikato palmeaba la espalda de Kankuro.
- ¡Ay como me has hecho de llorar! – llegó corriendo Minako y se abrazó a él.
- ¡Mira! ¡Ya me he vuelto popular! – rio Kankuro.
- ¿Y Chiharu? – preguntó Minako a Shikato.
- Ha ido a por las cosas de Shikamaru. Con las prisas se las ha dejado aquí.
- Voy a buscarla, debe estar muy nerviosa porque ya va a conocer a sus sobrinitos ¡Hasta luego!
Minako se marchó igual que llegó, corriendo.
- Que extraño – comentó Kankuro - ¿Te encuentras bien, Jisei?
- Sí. No estoy tan nerviosa como todo el mundo supone que tengo que estar.
- ¿Y quién eres tú y dónde tienes a mi amiga? – Kankuro se acercó y la miró escudriñándola.
- ¡Relájate un poco! – gruñó Jisei tras darle una colleja.
- ¿Ves? Esta si es mi Jisei.
- Si ya lo tengo dicho – suspiró Temari – A algunos hay que tratarlos a base de collejas, cuando no se las das, te lo agradecen.
- Bueno, artista – intervino Shikato – Yo me voy a llevar a Chiharu y a los hermanos de Akane al hospital.
- ¿A todos? – preguntó Jisei.
- A los que pueda ¿Quieres que te lleve a ti también?
- No, a mí me va a llevar mi hermano, aún no se lo he dicho pero me va a llevar. Debe estar por algún lado ligando con alguna, solo tengo que encontrarlo ¿Y tú, Temari? ¿Vas con ellos también?
- Casi que no. Mejor me quedo a ver la graduación de Samui, le dije que iba a verla y tampoco vamos a ir todos a la vez al hospital. Yo iré esta tarde, con un poco de suerte ya habrán nacido los bebés.
- ¡Kankuro! – ahora era Sumire la que llegaba corriendo.
- ¡No corras que te caerás! – rio Chouji.
- Es que no voy a ir ahora al hospital. Me quedo con Ten-Ten. Es que Lee se queda para ver la graduación de Shiho, claro, normal, es su novio y Ten-Ten se queda con Lee porque es su amiga y yo también me quedo con ella y claro, Kiba se queda y creo que Neji también. Así que lo siento, muchas gracias por ofrecerte a llevarme en moto pero iré luego.
- Vale, vale, no pasa nada. Entonces yo también me quedo – contestó Kankuro.
- ¿Y tu padre? – preguntaba mientras Ryuko ya impaciente a Chouji.
- No te preocupes… Mira, están allí, con los padres de Ino. Anda, vamos a acercarnos.
- Jisei – llamó su atención Ryuko – Que los padres de Chouji están allí y nos llevan al hospital.
- Si, si, ya lo sé. Ahora sí que te estás poniendo nerviosilla ¿eh?
- Luego nos vemos en el hospital ¿vale?
De repente Jisei se quedó sola en el parking. Miró a su alrededor y vio como Chouji y Ryuko subían en el coche de los padres de Chouji y también Ino, Sakura y Sasori hacían lo propio en el de los padres de Ino… claro, como no iba a ir Ino al hospital, era más que lógico que iría.
Todos parecían bastante alterados y emocionados… lo que le resultaba más extraño era no ver a Naruto dando vueltas lleno de hiperactividad.
Por fin apareció su hermano, venía acompañado de Shino, hombre claro, Shino no podía faltar, de hecho ella suponía que ya estaba en el hospital.
Era lo bueno de toda esa panda de locos que tenía por amigos, que siempre se unían para todo, para lo malo pero también, como en este caso, para lo bueno.