jueves, 20 de octubre de 2011

24. Solo un poco de atención


Al final, entre unas cosas y otras se habían juntado para ir al zoo: Kiba, Ten-Ten, Naruto, Sakura, Sasuke, Sai, Ino, y Hinata, ya que Neji era quien iba a acompañar a Hanabi al cumpleaños del hermano de Shino.
Desde la conversación que Sakura había mantenido la tarde anterior con Sasuke, su mente no había tenido ni un descanso. Sus pensamientos iban y venían continuamente de Sasuke a Ino, de las palabras que Sasuke le había dicho a las que había oído de boca de Ino. Sakura se sentía muy agitada e incapaz de ordenar sus pensamientos. Por un lado no sabía que aptitud debía tomar con Sasuke, no sabía que entender exactamente, ella quería a Sasuke pero ¿debía ir corriendo tras sus palabras como un perrillo? ¿No debería hacerse valer un poco? A fin de cuentas ella era una persona y creía que como tal se merecía un poco de valoración, puede que estuviese loca por él pero no quería ser su sombra, quería ser alguien, quería ser Sakura.
Y luego estaba el problema de Ino, no podía apartar la vista, no podía hacer que no sabía nada, Ino era su amiga, siempre había estado a su lado, sabía que podía contar con ella ¿cómo la iba a abandonar? Claro que, dicen que no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver y si ella no reconoce que estaba empezando a actuar de una forma "rara" no iba a poder ayudarla ¿Y que hacía? Si le decía algo lo mismo se enfadaba con ella.
No hacer nada, dejar que el tiempo trascurriese y ver lo que ocurría no parecía una solución aceptable.
Pero Sakura no era la única preocupada por una amiga. Ino también lo estaba por ella. En un intento de demostrarle a Ino que eran amigas, que confiaba en ella, quizás con la esperanza de que al ver Ino que ella le contaba algo importante, se atreviese también a contarle algún secreto, Sakura le contó a Ino toda la conversación que había mantenido con Sasuke, quizás así se crease un ambiente de confesiones entre ellas, para que alguien confíe en ti hay que confiar primero en ese alguien.
Ino se lo estaba imaginando, por alguna razón Sasuke querría pasear con Sakura, de mala gana escuchó todo lo que Sakura quiso contarle, era su amiga y se supone que las amigas se contaban todo, que te gusta contarle a tu amiga esas cosas emocionantes y compartir tu alegría con ella… pero es que ella no veía nada emocionante ¿Cómo iba a alegrarse por ella si presentía que algo no iba bien en esa historia? Ino la escuchó con paciencia, ella ya lo sabía, sabía que pasaba algo ¿de que iba Sasuke? ¿A que venía eso de querer saber sus sentimientos? Desde luego que no podía ser más egoísta.
Se encontraban frente a la zona de los monos. Todos reían, estaban muy atentos a cierto espectáculo que estaban dando los animalillos: había un mono que parecía ser el macho alfa del clan, tenía una aptitud altiva y parecía mirar a los demás con condescendencia, una mona se acercó a él y comenzó a llamar su atención, pero el mono no la hacía caso, no tardó en aparecer otra y después otra y él no hacía caso a ninguna, se levantó orgulloso y cambió de sitio, una de la monitas le siguió y él continuaba ignorándola, es más, llegó un momento en que incluso la apartó de su lado con un manotazo.
- No se a quien me recuerda ese mono - dijo con cierto soniquete Kiba.
- Calla y no seas malo - le recriminó Ten-Ten.
- Es que me resulta familiar ¿a ti no Naruto? ¡Mira como espanta a las monas que van detrás de él!
- ¡Es como Sasuke! - gritó de improviso Naruto - ¡vaya que si!
Todos reían, incluso Sai esbozaba aquella enigmática sonrisa habitual en él.
De improviso algo llamó la atención de aquel altivo mono: una pequeña mona, sucia y desgarbada que se balanceaba sin hacer mucho caso al alboroto que las demás habían organizado en torno al "jefe", no era la única que le ignoraba, pero sí la única que llamó su atención. El mono se acercó a ella, la monita le miró y se alejó. Esto pareció mosquear bastante al macho alfa que golpeó con fuerza el suelo y gritó. Todos los monos guardaron unos instantes de silencio para, dejar paso a un gran revuelo de gritos y saltos de un lado para otro, mientras la monilla intentaba huir de su ahora colérico líder.
Hubo bastantes comentarios, algunas risas y bromas sobre lo que estaba pasando en aquel recinto, pero Naruto permaneció en silencio mirando con ojos muy abiertos lo que sucedía, Sasuke, a su lado, había girado su mirada hacia el suelo.
- ¿De veras crees que soy como ese mono? - le preguntó en voz baja a Naruto.
Naruto seguía con sus azules ojos clavados en aquel alboroto.
Sasuke se apartó de su lado, siendo sustituido casi de inmediato por Kiba.
- Te has quedado muy serio Naruto. Y ahora dime ¿sigues preocupándote por la mona que ha sido ignorada?
- ¡Vamos, chicos! - gritó Ten-Ten - ¡No os quedéis atrás!
Todos reanudaban su paseo salvo Kiba y Naruto que seguían mirando a los monos.
- Sasuke no es un mono, él nunca haría algo así.
- No, no digo que haga eso pero fastidiar si puede fastidiar.
- ¿Por qué desconfiáis tanto de él? ¿Por qué seguís sin creerle?
- Porque estamos hablando del mismo Sasuke que hizo que te dieran una paliza, quizás tú has olvidado lo que pasó pero yo recuerdo muy bien mi encontronazo con Sakon y Ukon, todo para que volviera y él actuó como si no le importase nada.
- El estaba muy confundido pero ha demostrado lo que ha cambiado.
- Y nosotros le estamos volviendo a ofrecer nuestra amistad y confianza… espero que no la traicione. Venga, vamos con los demás.
Naruto sabía perfectamente que aún quedaban muchas suspicacias, en general todos parecía haber aceptado la vuelta de Sasuke, eran amables con él y tolerantes, pero claro, hay cosas más difíciles de olvidar que otras, es algo que solo el tiempo puede solucionar.
La hora de la comida fue muy entretenida, Sakura, Ino y Hinata se habían empeñado en preparar comida para todo el mundo, eso era algo que Ten-Ten no llegaba a comprender, esa manía de que las chicas tenían que preparar la comida para los chicos, como si los chicos fuesen seres inútiles incapaces de nada, siempre tenían que se ellas… lo que pasaba, a juicio de Ten-Ten, era que los chicos eran unos vagos y unos aprovechados, allí estaban, por supuesto Sasuke sabía que Sakura iba a prepararla, Naruto esperaba que Sakura le invitase a compartir su almuerzo, además Hinata había hecho con mucho amor comida para él, Sai no, él se había preparado una ordenada tartera y Kiba… bueno, él con unos bocadillos preparados deprisa y corriendo tenía bastante… lo que a Ten-Ten ponía nerviosa era la actitud de las chicas, estamos en pleno siglo XXI ¿por qué tenían que ser tan… complacientes?
Todos reían y comentaban cosas sin mucho sentido. Extrañamente Ino parecía algo ausente de la conversación. No se encontraba demasiado animada, había preparado la comida y le gustaba ver como era halagada y apreciadas sus dotes culinarias, pero solo el pensar en la cantidad de calorías innecesarias que se veían por allí la hacían sentirse muy incómoda. Sakura la observaba disimuladamente e insistía en que probase lo que ella había cocinado. Ino resopló, tendría que comer algo si no al final la pesada de Sakura terminaría ofendida, esa noche le iba a tocar hacer un extra en la bicicleta estática que tenía en su casa.
Pero no era lo único que tenía inquieta a Ino. Miraba a Sakura y la veía radiante y luego miraba a Sasuke y no veía cambio en él, seguía igual que siempre, con su misma actitud, actitud que si bien a Ino antes le resultaba muy "cool" ahora le molestaba.
Dirigió su mirada a Sai, siempre le gustó, quizás porque le recordaba a Sasuke. Ella siempre había intentado llamar la atención de Sasuke, pero reconocía que no estaba enamorada de él, era más querer llamar la atención, querer demostrar que podía hacer que se fijase en ella, competir con Sakura, ambas eran muy competitivas la una con la otra e Ino no podía permitir que Sakura la aventajase en nada y ahora parecía que ya la había vencido ¿le daba rabia? No, en realidad le daba igual, la sensación de que algo iba mal era más fuerte que sus deseos de vencerla.
Sai era un chico algo extraño, siempre medía con mucho cuidado lo que decía pero a veces, intentando ser franco y amigable resultaba ser demasiado sincero. A Ino le gustaba, era algo soso pero le gustaba, incluso en un par de ocasiones habían llegado a tener algo parecido a una cita. Quizás Sai era precisamente lo que necesitaba Ino, un poco de atención, a lo mejor lo único que le pasaba era que no soportaba que Sakura la superase y por eso sospechaba de Sasuke. Si, a lo mejor solo era eso. Ella necesitaba que alguien la hiciese caso, necesitaba sentir que era "algo" para alguien, nadie podía entenderla, era esa necesidad de sentirse querida y aceptada la que la estaba comiendo por dentro, la que la llevaba a enfocar toda esa necesidad en ella misma, en verse y sentirse perfecta por fuera como si al hacerlo también fuese a sentirse perfecta por dentro.
Quizás la respuesta a ese desasosiego interior estaba simplemente en conseguir que algún chico la hiciese caso, sentirse importante para alguien pero ¿Quién? No tenía ganas de andar buscando por ahí, ir a la caza de algún extraño, ni de intentar conocer a alguno de sus admiradores del instituto. Shikamaru no era una opción a tener en cuenta, era su amigo y ya había intentado salir con él y era algo inútil, por más que lo intentaba siempre terminaba viéndole como a un amigo, para pasar un rato en el que ambos estaban aburridos estaba bien pero tenerlo como pareja resultaba algo pesado. Tampoco podía contar con Chouji, aunque era muy buen chico no se adaptaba exactamente a lo que ella esperaba. Gaara… muy inaccesible, Lee… le gustaba Sakura, Shino… extraño, Kankuro… a lo mejor resultaba demasiado lanzado, Naruto, otro que estaba loco por Sakura, además a Hinata le gustaba Naruto y tampoco quería molestarla, Neji… muy serio. Estaba visto que el mejor era Sai, Sai era guapo… Estaba decidida cuando algo le llamó la atención, algo al lado de Sai, algo que se le había pasado por alto, que siempre estaba allí y nunca había mirado bien: Kiba.
Kiba reía alegremente bromeando con Naruto sobre cualquier tontería ajeno al interés que acababa de despertar en Ino. De pronto sus ojos se habían dirigido hacia ese chico que no paraba de moverse y le encontró muy atractivo ¿Desde cuando Kiba le parecía tan atractivo? Le conocía desde hace mucho tiempo y nunca se había dado cuenta ¿por qué nunca se había dado cuenta? ¿Sería porque no parecía tomarse nada en serio? ¿Por sus continuas bromas y gamberradas? ¿Sería porque estaba cegada por Sasuke y su perfección en todo? Kiba era algo mal hablado, bastante brusco, no prestaba atención pero Kiba… Kiba era muy guapo. Su pelo alborotado, sus ojos, la expresión de su boca, le daban un aspecto salvaje y muy sexy, además que el resto de su cuerpo se veía pero que muy bien ¿Cómo había dejado ella pasar semejante pastelito? Kiba tenía algo especial, atrayente, era como si las hormonas estuviesen escapando de su cuerpo, como si le sobrasen y fuera esparciéndolas. Ino sintió un escalofría la pensar como sería besar a un chico que se veía tan apasionado.
Kiba en esos momentos se ponía en pie.
- Es la hora de comer de los lobos ¿querías venir a verlo?
- Ver de comer a unos depredadores no es muy bonito - repuso Sakura.
- Va, Kiba, descansa un rato, ahora iremos todos - se quejó Naruto.
- Bueno, yo voy, si alguien quiere venir, que me siga.
- Yo voy - dijo Ten-Ten - Me apetece ver a los lobeznos ¿Habrá lobeznos, no?
- Seguro… venga, vamos.
Kiba y Ten-Ten se alejaron charlando animadamente.
- Vaya dos - comentó Sakura - algún día deberían decidirse.
- Perdona pero ¿a qué? - preguntó Sai.
- ¿A que va a ser, dattebayo? A salir juntos, total ya es casi como si fueran pareja.
- ¿No te habías dado cuenta? - rió Sakura - Apuesto a que estos terminan juntos.
- Pensé que eran muy buenos amigos.
- Si, demasiado buenos amigos - bromeó ahora la chica.
- Si Ten-Ten no intenta nada con él - habló Ino - Será porque no le interesa.
- Vamos Ino pero si se les ve a la legua, son perfectos - continuaba Sakura.
- Lo serán pero si Ten-Ten no hace nada por algo será. Yo creo que solo le ve como a un amigo y Kiba lo mismo, cuando te gusta una chica no actúas de esa forma.
- ¿Cómo debes actuar cuando te gusta una chica? - volvió a preguntar intrigado Sai, eso era algo que a él le interesaba mucho ¿cómo había que actuar cuando una chica te interesaba?
Kiba miraba entusiasmado como la manada de lobos comía, parecía estar captando con todos sus sentidos aquel momento, grabándolo en su mente para no perderse ni un detalle.
- Veo, veo - dijo de pronto Ten-Ten.
Kiba la miró sonriendo, aquel era un curioso juego que tenían entre ambos, cuando querían decirse algo que no parecía venir a cuento y no sabían como.
- ¿Qué ves?
- Al chico que más está disfrutando de este día.
Kiba volvió a sonreír abiertamente.
- Veo, veo - dijo a su vez.
- ¿Qué ves?
- A la mejor compañía que podía tener en este día.
Los dos echaron a reír. Siempre estaban muy a gusto el uno con el otro, tenían esa extraña confianza en la que podían decirse cualquier cosa, esa confianza que hacía que te sintieses cómodo al estar en compañía de un amigo.
A Kiba le gustaba ver reír a Ten-Ten, tenía una risa alegre y hasta un poco cantarina
Le gustaba mucho compartir esos momentos con ella, hablar o simplemente disfrutar de la compañía del otro, eso era lo que le gustaba de Ten-Ten, era un chica sencilla con gustos sencillos que disfrutaba de cosas sencillas, con la que se entendía perfectamente, le gustaba compartir esas cosas sencillas con ella, charlar, reír, jugar… cosas sencillas.
- ¿Qué tal con Neji? - preguntó de improviso Kiba.
- Bien, no veo porqué iba a ir algo mal, somos amigos.
- Por ahí se dice que te gusta.
- Claro que me gusta, es muy guapo pero no estoy enamoraba de él.
- Sabes que si puedo ayudarte en algo, lo haré.
- Eso ya está superado, somos amigos y punto. Fue una estupidez de niña pequeña.
El resto de sus amigos se reunían con ellos. Ino era la única que estaba más rezagada, parecía muy distraída hablando por el móvil. Cuando terminó su conversación se dirigió con gesto importante a sus amigos.
- Chicos, me tengo que ir - declaró.
- ¿Ya? ¡Pero si es muy pronto, dattebayo!
- Es que me ha llamado Chouji, necesita mi ayuda. Por lo visto Shikamaru se encuentra bastante mal y sus padres no están. El le ha estado cuidando toda la noche y está cansado, me ha pedido si puedo ir a echarle un mano.
- ¿Qué le pasa a Shika? - preguntó alarmado Naruto.
- Parece que el otro día se empapó y ahora tiene bastante fiebre y el médico ha dicho que no se quede solo, está mareado, vomitando, en fin, que voy a ver si ayudo a Chouji que debe estar agotado.
- ¿Chouji ha estado cuidándole toda la noche? - se asombró Sakura.
- ¿Y cómo no ha avisado a nadie? - añadió Ten-Ten.
- Por lo visto ha estado ayudándole Akane, pero claro, se tiene que ir y él solo se apura un poco.
- ¿Y si vamos todos? - propuso Naruto - Le animaremos.
- No creo que sea buena idea, Naruto - contestó Sakura - Seguro que no tiene ganas de nada.
- Te acompaño - dijo Sasuke - Por lo menos hasta su casa.
- No hace falta, gracias Sasuke pero puedo ir sola perfectamente.
- No es ninguna molestia. Te acompaño.
- No - se apresuró a decir Naruto - Iré yo, tú quédate y cuida de Sakura.
- ¿Tu eres tonto, Naruto? - gritó ésta - ¿Es que necesito yo que me cuiden?
Kiba observó a Hinata mirar algo apurada a Naruto, parecía querer decir algo y no atreverse. Suspiró.
- Iré yo - dijo - Total, vivo cerca de Shikamaru, me queda de paso.
- ¡Qué no hace falta que me acompañe nadie!
Sai miraba a cada uno de sus compañeros. Aquella situación se le antojaba algo absurda, no entendía ese afán por acompañar a la chica, quizás era para que no se sintiese sola.
- Dejarlo - habló al fin - Yo voy contigo Ino. Tengo que irme de todas formas dentro de un rato, tengo algo que hacer.
Bueno, pensó Ino, al fin y al cabo Sai era su primera opción.
- Está bien, Sai me acompañará, si no te molesta, claro.
- Por supuesto.
Naruto miraba a Sasuke, seguro que se había ofrecido a acompañar a Ino solo para ver se veía a Akane.
Shikamaru miraba a través de la ventana, estaba algo entumecido por pasar tantas horas tumbado y sin moverse, él era un perezoso pero aquello ya era demasiado. Acababa de ver salir de su habitación a Akane y sabía que la había ofendido, no sabía como pero sabía que la había molestado, algo habría dicho, Akane no era una chica difícil de enfadar y tampoco entendía porqué se empeñaba tanto en cuidar de él, si le odiaba. Volvió a sentirse mareado y decidió regresar a la cama. Empezaba a tener ese frío de nuevo. Cerró los ojos. Su gatita entró en la habitación, se subió a la cama y se hizo un ovillo a su lado.
No sabía decir cuanto tiempo pasó cuando volvió a oír el timbre de la puerta. Minutos después sintió que alguien entraba en la habitación, sería Akane, pensó y abrió los ojos. No, no era Akane.
- ¿Shino?
- Me han dicho que estás algo fastidiado.
Si, allí estaba, de pié, era Shino, mirándole, se suponía, a través de sus cristales oscuros, con las manos dentro de los bolsillos y el cuello de la cazadora levantado, como siempre. Shikamaru se sentó en la cama apoyándose contra el cabecero.
- No, no te molestes, ya me voy, solo quería saludarte.
Shikamaru estaba mareado y ahora, por contra, sentía bastante calor.
- Ya estoy mejor, gracias.
- Supongo que mañana no te veré. Bueno, cuídate.
Y le vio marcharse ¿Ese había sido Shino, no? ¿O lo había soñado? Volvió a tumbarse y cerrar los ojos.
- Pobrecillo - decía Ino acercándose a él y observando aquel sueño tan agitado que tenía - Tenías que haberme llamado antes. Bueno, ya me ocupo yo de todo.
- No quería estropearte el domingo - decía Chouji.
- ¡Mira que llegas a ser tonto! ¿Y tú que haces aquí, Ryuko?
- Ah pues, estaba sola y he dicho voy a ver si Chouji necesita ayuda.
- Esto está muy bien. Anda, vosotros bajad abajo, si os necesito os llamaré ¡Baja de ahí, gato!
Dio un manotazo a la gata que se fue de allí bufando. Shikamaru se sobresaltó y aún dormido se incorporó repentinamente.
- Chhist, Chhist - dijo Ino sentándose en la cama y atrayéndole hacia su regazo - Tranquilo, yo estoy aquí.
Chouji la miraba con una extraña mueca en la boca. Ryuko frunció el ceño.
- Vamos Ryuko, vamos a preparar algo de merienda.
- A mi no me subas nada, la merienda engorda muchísimo.
- Es para él, no ha comido nada, todo lo ha vomitado.
Nada más salir de la habitación, Ryuko se cruzó de brazos.
- No es por criticar - habló en voz baja mientras bajaban las escaleras - Pero "tu amiga" es una descarada.
- Mujer, nos conocemos de toda la vida y ya sabes, el roce hace el cariño.
- Ya pues… me da rabia ¿eso también lo hace contigo?
- Quien sabe, Ino es impredecible.
- ¿Y sabes por qué Akane ha querido marcharse?
- Sé lo mismo que tú, de pronto dijo que llamase a Ino o a Temari, luego te llamó a ti, vinisteis Shino y tú, tú te quedaste y ella se fue con él.
- Bueno, me llamó, estábamos en el cumpleaños de un hermano de Shino y dijo que quería recoger a su hermano, pero no sé ¿no la notaste rara?
- Pues si, estaba muy callada y seria pero supongo que será por el cansancio, no ha dormido casi nada en toda la noche.
- ¿Tan mal ha estado?
- El médico dijo que si no nos podíamos ocupar de él le ingresaría en su clínica, y ya sabes como es Akane, se lo tomó muy en serio.
Shikamaru parecía más tranquilo. Ino le acariciaba la cabeza.
- Mira que sois críos - decía.
Shikamaru murmuró algo. Ino se acercó todo lo que pudo.
- Te… quiero - le parecía a Ino que mascullaba, bien podía haber sido cualquier otra cosa, pero era mas bonito pensar que era eso.
- Ya lo sé tonto, ya lo sé.
Como si hubieran pulsado un botón dentro de él aquella voz le hizo despertarse de golpe y bruscamente te incorporó. Parecía algo confuso y necesitó unos segundos para darse cuenta de quien era la persona que había a su lado.
- ¿Ino? Pero ¿Cuándo? ¿Cómo?
- Tranquilo, no pasa nada, todo está bien, Chouji me ha llamado.
- Pero ¿Dónde… dónde está… Chouji?
- Está abajo, descansando un poco, además Ryuko ha venido a verle.
¿Ryuko? ¿Ino? Shikamaru no comprendía nada ¿Qué hacía en las piernas de Ino?
Todo esto era algo muy problemático ¿Es que cada vez que se despertaba había alguien distinto en su habitación?