domingo, 31 de agosto de 2014

118. Cosas difíciles de comprender

Shikamaru paró de un manotazo la alarma del despertador y se incorporó quedando sentado en el futón. Bostezó estirándose con los ojos aún cerrados y acto seguido se los frotó levemente. Les abrió despacio y miró la habitación, así, de pronto le pareció desconocida hasta que se percató de que esa era su nueva habitación. La observó, la verdad es que se veía bien vacía, por él estaba bien, siempre tuvo una decoración más bien austera en su cuarto pero suponía que Akane no tardaría en meter cosas de esas que ponen las mujeres.
En ese momento giró la cabeza para despertar a la chica y descubrir que allí no había nadie. Bueno, parecía que ya se había levantado, tampoco es que le extrañase, seguro que andaba organizándolo todo o algo así.
Mientras se ponía la camiseta que había dejado cerca del futón y se levantaba escuchó un murmullo de voces, sería Akane y quizás su madre o su hermana que habrían venido a ver como estaban, las mujeres son así de cotillas. Al abrir la puerta el murmullo se hizo más audible y entonces pudo comprobar que una de las voces era de hombre y venían de la cocina. Bajó las escaleras bostezando nuevamente y se acercó.
- No, pero no se lo digas a Shikamaru - decía Akane.
- Tranquila, no le diré nada - respondía Shikato.
- ¿Qué es lo que no me tienes que decir? - preguntó apoyándose en el quicio de la puerta.
- Buenos días, Shikamaru - le saludó Akane.
- Hola primo, menudas pintas que traes ¿Te parece educado recibir así a las visitas? - bromeó Shikato.
Ambos estaban sentados frente a la mesa y desayunando, Akane ya estaba vestida con el uniforme del instituto y se había puesto un delantal.
- ¿Y tú que haces aquí? - fue lo que contestó Shikamaru.
- He venido a que tu mujercita me haga el desayuno.
- ¡No digas eso! - le golpeó Akane en el brazo mientras se levantaba - ¿Quieres desayunar aquí o prefieres hacerlo en casa de tu madre?
Akane se acercó a Shikamaru y pasó las manos rodeándole hasta ponerlas con un cachete en sus glúteos. Shikamaru abrió los ojos enormemente.
- ¿Has dormido bien, Bambi?
- ¿Me estás metiendo mano, calabacita?
- Anda, siéntate.
- Ajam… - carraspeó Shikato - Akane hace unos desayunos estupendos. En el pueblo siempre me los hacía ella y me aficioné.
- ¿Así que te cocinaba ella, eh? - dijo Shikamaru sentándose en la banqueta que la chica había dejado libre.
- Estoy acostumbrada a levantarme temprano y preparar el desayuno de mis hermanos, que son muy especialitos ¿Te preparo el desayuno o no?
- ¿Tienes que prepararlo? ¿Es que Shikato se ha comido el mío?
- No digas tonterías, es que no sabía si querías desayunar con tu madre, pero ahora mismo te lo preparo.
- No, déjalo, no te molestes, puedo hacérmelo yo solo, no como otros. Oye Shikato ¿Y cuándo te vuelves al pueblo?
- ¿Por qué? ¿Me estás echando? A lo mejor me quedo hasta el viernes, no lo se, me gusta Konoha, hay muchas cosas interesantes.
- Si, ya, no lo dudo, bueno, haz lo que quieras - se levantó - Voy a darme una ducha y vestirme antes de desayunar y tu no te preocupes que ya recojo yo esto.
Cuando regresó se encontró a Akane y Shikato guardando unas verduras que sacaban de unas cajas, en el pequeño frigorífico.
- Hombre primo, ya pareces una persona - comentó Shikato.
- ¿Que hacéis?
- Mira Shikamaru - respondió Akane - Tus abuelas nos han dado verduras, frutas y huevos, esto nos viene genial. Y también mira, nos han metido un paquete de azúcar y tu madre nos ha comprado arroz y aceite.
- Ya veo, ya.
- Ya he preparado el almuerzo, esta tartera es para ti y esta para mí, me las ha prestado tu madre. Espero que te guste.
- ¿Es que no puedes parar nunca de hacer cosas?
- Quiero que tu madre vea que soy capaz de atenderte.
- Si mi madre se entera de que me haces la comida lo mismo me pega, no me ha criado ella para que yo dependa de una mujer.
- Hoy no podemos comer juntos.
- ¿Y eso?
- Quiero comer con Sasuke - Shikamaru la miró frunciendo el ceño - No me mires así, tengo que hablar con él, siento que todo esto es culpa mía de alguna forma y tengo que solucionarlo.
- ¿De veras crees que tú vas a solucionarlo?
- Si, seguro que si.
- Bendita inocencia.
- Por cierto Shikamaru, ven un momento.
Akane salió de la cocina y Shikamaru la siguió curioso.
- ¿Qué te pasa?
- Es que, esto me da mucha vergüenza pero es que esta mañana he llevado tu ropa a que la lave tu madre.
- ¿Y eso te da vergüenza?
- Es que quise lavarme la mía pero no tenemos detergente y también necesitamos alguna que otra cosa.
- Me imagino ¿Cual es el problema? Esta tarde, después del ensayo vamos y compramos.
- No, si pensaba ir yo con Jisei y así tú aprovechas para estudiar es que... necesito dinero.
- Pídeselo a mi madre.
- ¡No puedo pedírselo a tu madre! Me da mucha vergüenza, tendrás que hacerlo tú.
- Entiendo - resopló - Bueno, no te preocupes.
- Ya está todo colocado, prima - les interrumpió Shikato - Ah por cierto, las abuelas me dieron esto para ti, Shikamaru - sacó un sobre de uno de sus bolsillos - Es tu paga por el trabajo que hiciste.
- ¿Me dan un paga?
- No es mucho, solo una propina, parte de lo que los turistas dejaron.
- Pero...
- Tómalo y calla. Voy a ver si la tía necesita algo.
Al salir de la casa por la puerta que daba al jardín, Shikato se cruzó con Chiharu que llegaba con algo de prisa.
- Hola cervatilla - la saludó.
- Hola Shikato. Akane, hermana, te llaman al teléfono.
- ¿A mi?
- Si, es tu madre.
- ¿Mi madre?
- Corre - le dijo Shikamaru - Ve a ver que quiere, vamos.
Akane estaba muy nerviosa, sentía los nervios aprisionándole la tripa ¿Su madre? Después de haberle dicho a Shikamaru que si salía de su casa no volviese mas, después de no querer saber nada de ella y ni de ir a visitarla a la clínica ahora la llamaba ¡Y a esas horas! ¿Qué pasaría? Por unos momentos pensó que a alguno de sus hermanos le había pasado algo y no sabía que hacer.
- ¿Mamá? - preguntó con voz nerviosa y asustada.
- ¿Eres tú, Akane?
- Si, soy yo ¿Ha pasado algo?
- ¿Ya no estás mala?
No sabía si había sido el tono de voz empleado por su madre o que preguntaba si "ya" no estaba mala en lugar de preguntar si estaba bien pero Akane sintió que aquello no le gustaba, en su interior esperaba otra cosa, quizás un tono mas de cariño o de preocupación.
- Estoy mejor - respondió con pena - ¿Cómo estáis todos?
- ¿Cómo quieres que estemos? - pareció reprocharle.
- ¿Que quieres? - preguntó Akane intentando que no se notase la pena que sentía y que estaba a punto de llorar.
- Te llamo porque ayer estuvo aquí el padre de tu hijo.
- ¿Shikamaru?
- No, ese pobre desgraciado al que has engañado, no. Me refiero a Sasuke Uchiha.
- ¿Sasuke? - casi gritó - Espera... ¿Sasuke ha estado en casa?
- Si, vino a mostrar sus respetos y a pedir perdón por la ofensa de haberte dejado embarazada.
- ¿Cómo?
- Es todo un caballero, se ha ofrecido a ocuparse de lo que sea y su familia es muy influyente.
- ¿Qué estás diciendo? O sea ¿Te lo estás inventando, verdad?
- Está muy dolido porque no has acudido a contarle tu problema, cree que su familia te intimida.
- ¿Cómo?
- Hija, eres muy tonta, esa familia es rica y tu haciendo el tonto por ahí.
- ¿Qué? Espera mamá, espera... yo no estoy embarazada de Sasuke.
- Pues no es lo que él dice ¿Qué pasa? ¿Que no eres capaz de saber quien es el padre de tu hijo? ¿Con cuantos te has acostado?
- Mira mamá, esta conversación es muy ridícula. Estoy embarazada de Shikamaru y no te hagas ilusiones con que vayas a emparentar con los Uchiha y si es para eso para lo que me llamas mejor no lo hagas más.
Akane colgó con evidente mal genio ante los atónitos ojos de Shikamaru.
- Este chico es tonto - dijo malhumorada - ¿Pues no ha ido a decirle a mi madre que él es el padre? Tengo que hablar cuatro cosas con él cuanto antes, abrase visto semejante tontería... este chico es tonto de remate.
El sonido del timbre del teléfono volviendo a sonar la sobresaltó haciendo que diese un pequeño gritito.
- ¿Mamá? - dijo enfadada - No quiero oír ni una...
- ¿Estás bien, Akane?
- ¿Papá?
Akane empezaba a temerse lo peor, seguro que ahora su padre también le diría que era tonta por no cargarle el embarazo al Uchiha.
- ¿Cómo te encuentras?
- ¿Cómo me encuentro? - respiró hondo - Bien, bien ¿Qué quieres?
- ¿Así es como saludas a tu padre después de tantos días?
- Lo siento - suspiró - Estoy mejor ¿Cómo estáis vosotros?
- Tus hermanos me han contado que se lo pasaron muy bien y Maron no hace nada más que acordarse de ti. Oye hija, es que tengo algo importante que preguntarte.
- Shikamaru es el padre - contestó rápidamente - Y si, estoy segura.
- ¿De veras estás segura? ¿No habrá alguna posibilidad de que sea Shino?
- ¿Qué? - volvió a gritar - ¿Shino? ¿Ahora a que viene Shino?
- Por lo visto Takato cree que hay una posibilidad de que sea Shino, ya sabes como es, se preocupa mucho y piensa demasiado.
- ¡Ay dios mío! ¿Pero que locura es esta?
- Hija, si el padre es Shino debes decirlo, no puedes dejar que un chico inocente cargue con un hijo que no es suyo. Sabes que queremos a Shino, Maron y yo os ayudaremos como podamos pero...
- ¡Shino no es el padre! Deja de preocuparte porque Shino no es el padre.
- ¿Estás segura? ¿Cómo puedes saberlo?
- Porque lo se papá, porque lo se, Shino no es el padre ¿Vale? Y ahora tengo que dejarte que llego tarde al instituto. Ya hablaremos.
Y colgó bruscamente.
- Esto es increíble - gruñó - Increíble... increíble.
- ¿Que es lo que pasa? - se interesó Shikamaru.
- No se, el mundo que se ha vuelto loco. Sasuke que por lo visto le ha dicho a mi madre que él es el causante de mi embarazo y mi padre que piensa que es de Shino... increíble.
- Vaya, ahora tienes tres candidatos a padre en potencia.
- Tengo tres mierdas como tres catedrales - dijo enfadada mientras volvía a su casa.
- Tampoco hace falta que me ofendas - la siguió Shikamaru.
- ¿Es que tu no te enfadas? Sasuke va diciendo por ahí que él es el padre de tu hijo - Shikamaru sonrió - ¿Y ahora porqué te ríes?
- No me río, solo sonrío. Al menos reconoces que yo soy el padre y que vamos a tener un hijo.
- Esto es absurdo, es una verdadera tontería - al llegar a la casa Akane se quitó el delantal y se lo pasó a Shikamaru - Toma, póntelo si vas a hacerte el desayuno, no vayas a mancharte.
- Creo que al final voy a ir a desayunar a casa de mi madre, así ahorramos un poco de comida.
- Me parece bien... es increíble, increíble.
- Akane, espera. Si vas a hablar con Sasuke creo que deberías saber porqué dice que ese niño es suyo.
- ¿Tú lo sabes?
Shikamaru suspiró.
- Si.
...
Shibi Aburame era un hombre que ante todo confiaba en su hijo, siempre le había parecido un chico muy centrado y la verdad, nunca le había dado problemas, si siquiera en la preadolescencia, esa edad tan mala en la que uno comienza a sentirse extraño consigo mismo y a protestar por todo sin saber porqué. Shino no, Shibi no podía quejarse de su hijo; solamente una vez se puso un poco protestón cuando le dio por decir que a Akane la maltrataban en su casa, exageraciones propias del primer amor, pensó Shibi y no le dio más importancia. Habló con el padre de Akane y pudo constatar que simplemente sus hijos estaban en esa edad rebelde.
Por eso ahora simplemente no podía creer lo que el padre de Akane le había dicho: que su hijo había dejado embarazada a la chica. No se lo esperaba de Shino, claro que ya tenía una edad que era fácil pensar que habría tenido alguna que otra relación con alguna chica, él desde luego a su edad ya las había tenido pero le parecía tan extraño que su hijo no tomase mas medidas oportunas y más conociendo a Akane y lo previsora que era... es que no podía creérselo.
La hora del desayuno en casa de los Aburame siempre era de lo más bulliciosa, unos venían, comían y se iban y otros llegaban y ocupaban sus asientos; era un gran trajín de niños entrando y saliendo, hablando, gritando y armando ruido algunos y otros sentados en silencio. Shibi se acercó por detrás a Shino que terminaba de desayunar.
- ¿Puedes venir conmigo un momento? - le dijo.
Shino ya sabía de lo que se trataba y no se extrañaba de la rapidez con la que la noticia se había propagado. Siguió a su padre hasta la habitación de este y vio como cerraba la puerta.
- ¿Tienes algo que contarme? - le interrogó su padre.
- No, nada en especial.
- Ya... verás es que me ha llamado el padre de Akane por lo visto hay cierta sospecha.
- Ya sabes que está embarazada, te lo dije.
- Si, me lo dijiste ¿Y sabes quien es el padre?
- Si, si lo se.
- Espero que eso no signifique que seas tú.
- No, yo no lo soy.
- ¿Estás seguro?
- Seguro.
- Por lo visto tu hermano Hotaru y sus hermanos no opinan lo mismo.
- Están equivocados.
- Shino... si tu eres el padre debes decirlo.
- Ya lo se. Si fuera el padre lo diría pero es que no lo soy.
- ¿Y por qué el padre de Akane cree que si?
- Porque yo he metido miedo a Takato.
- No te entiendo.
- Veras papá, es muy fácil. Yo le dije a Takato que quizás podía ser yo quien dejó embarazada a su hermana y que es importante saber quien es el padre por lo de la sangre y cosas así, no vaya a ser que el niño venga con alguna enfermedad congénita.
- ¿Entonces puedes ser el padre?
- No, no puedo serlo. Yo nunca haría nada con Akane. Pero hay un imbécil empeñado en decir que él puede ser el padre. Ayer le vi entrando en casa de la madre de Akane con lo cual supuse que iría a "mostrar sus respetos".
- ¿Y eso que tiene que ver contigo?
- Es muy presuntuoso y si él se cree que tiene derecho a decir tal cosa yo estoy en su misma situación. Es por fastidiarle. Además ha ido a hablar con la madre de Akane, eso la va a presionar mucho así que yo decidí contraatacar haciendo que su padre se pusiese de mi lado.
- No entiendo como eso puede ayudar a Akane.
- No quiero que su madre la obligue a aceptarle. No sabes como es su madre, me da miedo que Akane se rinda, ella le tiene mucho miedo, esa mujer no se ha portado nunca bien con ella. Papá es Sasuke Uchiha, su madre se va a entusiasmar, no es cierto que sea el padre del hijo de Akane pero mientras su madre crea que hay una posibilidad no va a parar de agobiar a Akane, lo se, se como es.
- ¿No crees que eres muy exagerado?
- No, no lo soy. Papá, el padre del hijo de Akane es un chico que la quiere y ella le quiere a él.
- Cada vez entiendo menos que pintas tu en todo ese lío.
- Confía en mi ¿vale?
- ¿Y que hacemos con el padre de Akane? Está convencido de que vamos a ser abuelos.
- Bien, así no dejará que la madre de Akane la presione.
- Pero la presionará él también.
- Y ninguno de los dos cederá ante el otro, ya sabes como son. Y mientras ellos discuten entre si Shikamaru tendrá tiempo para pensar un plan.
- ¿Quien es Shikamaru?
- El que si ha dejado embarazada a Akane.
Desde luego que Shibi no entendía nada de nada. No entendía a su hijo ni sus razones pero bueno, siempre había confiado en él y si le decía que no era el padre es porque no lo era.
...
Al igual que Akane estaba convencida de que tenía que hablar con Sasuke para aclarar todo ese tema, Shikamaru decidía mientras desayunaba que tenía que hablar con Shino a ver a cuento de que había venido todo eso. El confiaba en Shino, sabía que no iba a entrometerse entre ellos ¿Pero por qué ahora decía que podía ser el padre? Desde luego que alguna razón tendría, quizás hacer que Sasuke le tuviese en cuenta, que no se las diera tanto de que él podía ser el padre, que redujese su posibilidad del 50% al 33%... era imposible saber lo que Shino podía pensar.
- ¿Qué le pasaba a Akane? - preguntaba Chiharu desayunando enfrente de él - ¡Eh! ¡Bobalicón! ¡Despierta!
- ¿Qué quieres? - habló con aburrimiento.
- ¿Que qué le pasaba a Akane?
- Está de mal humor.
- Shikamaru - le dijo la madre entrando en la cocina - Tu ropa ya está limpia, luego la sacas de la lavadora y la tiendes antes de irte.
- Mendokuseeeei.
- ¡Deja de quejarte! ¿No querrás que también te la cuelgue yo, verdad?
- No, yo lo haré.
- Lo que no entiendo es porqué Akane no ha traído la suya también.
- Le da vergüenza, supongo que quería lavársela ella misma porque ha dicho que no teníamos detergente.
- Será tonta. Ella puede utilizar la lavadora cuando quiera, eso si, eso si, la pone ella y la recoge ella.
- Se lo diré, pero aún así le dará vergüenza.
- Necesitáis una lavadora. Que lástima que tu tío desguazó la vieja... habrá que ir a una tienda de segunda mano o algo, pero mientras tanto dile que puede utilizar esta sin ningún problema.
- Se lo diré.
- Que utilice sus productos, si eso la va a hacer sentir mejor.
- Vale.
- Voy a buscar tu cartilla de vacunación, hoy tenéis revisión médica ¿verdad?
- Si, es cierto, se me había olvidado, menudo rollo.
- ¡Deja de quejarte tanto!
- Yo tuve la revisión ayer - habló Chiharu - ¿Y a que no sabes una cosa? He crecido bastante. Shizune me dijo que si sigo a este ritmo llegaré casi al 1,70
- No te lo crees ni tu, enana.
Akane entraba malhumorada en la cocina. Llevaba su cartera y un chaleco de punto y su corbata en el brazo.
- Te he metido la tartera en la cartera. Ya he recogido yo la cocina y la habitación.
- Ya estamos, si no lo haces tu es que revientas, apuesto a que piensas que no lo sabría hacer yo.
- No es eso, es que cuando me pongo nerviosa no puedo estarme quieta. Hazme un favor, no hables con Sasuke hasta que yo lo haga.
- Tranquila, no lo haré a no ser que él me hable primero. Oye ¿No vas tu muy escotada?
Akane se miró los botones desabrochados de su camisa.
- Es que no me abrocha la camisa, los pechos me han crecido demasiado.
Chiharu se echó a reír.
- Eso te pasa por tener tanto ¿ves? Ese es un problema que yo no tengo.
- Es por el embarazo - gruñó Akane - No hay forma de abotonarme la camisa.
- Pues no creo que sea apropiado que vayas así - comentó Shikamaru - Dejas poco a la imaginación.
- Pues no eres tu exagerado ni nada. Además con la corbata y el chaleco lo disimularé.
- Vas a pasar calor.
- ¿Y que voy a hacer si no?
- Yo no te puedo dejar ninguna camisa mía - alegó Chiharu.
- Ya, ya lo se - Akane empezó a abrochar uno de los botones, estaba justo a la altura de los ojos de Shikamaru - No me mires tanto el canalillo, haz el favor, pervertido, y encima el botón está a punto de descoserse, tendría que darle unos puntos o algo.
- No lo puedo evitar, prácticamente me lo estás metiendo por los ojos.
- Tu hazte el gracioso. Ya está ¿Cómo me queda?
El botón estaba abrochado, si, pero se veía que se iba a desabotonar de un momento a otro, además que se abría un hueco entre los dos botones.
- Fatal - contestó Shikamaru.
- Pues es todo lo que puedo conseguir sin dejar de respirar y no creas que me agobia bastante - Akane se puso las manos en la cadera y echó los codas hacia atrás inhalando aire como si quisiese confirmar que no respiraba como deseaba y en ese momento el botón de la camisa, que estaba cosido por unos tristes y débiles hilillos salió disparado.
- ¡Ah, dios! - se quejó Shikamaru llevándose la mano al ojo izquierdo.
- ¿Te ha dado? - se preocupó Akane.
- Si, quita, quita... en todo el ojo.
- Que bueno - reía Chiharu - Ha salido disparado como una bala.
- Déjame que te vea ¿Te duele mucho?
- Si ya sabía yo que tu terminarías lesionándome con algo.
- Deja que te vea.
- Mejor voy a echarme algo de agua.
- ¿Que ha pasado? - preguntó la madre - Te traigo tu cartilla ¿Dónde vas?
- Akane ha dejado tuerto a tu hijo de un tetazo.
- No, ha sido que el botón ha saltado y... ¿La cartilla?
- Hoy es la revisión médica ¿No lo sabías?
- Ah pero mi cartilla la tiene mi madre. Bueno, no creo que haya ningún problema, se lo diré a Shizune y lo entenderá.
- ¿Se te ha saltado un botón?
- Y se ha estrellado contra el ojo de Shika, ha sido muy divertido.
- Chiharu no te rías de las desgracias de tu hermano.
- Eso le pasa por acercar tanto la cara a donde no debe.
- ¿Y dónde está el botón?
- Aquí - contestó Akane cogiéndolo de encima de la mesa - Pero ya no tengo tiempo de cosérmelo.
- Si, si hay tiempo, verás que no tardo. De todas formas esa camisa te queda muy pequeña.
- Ya lo se, pero no tengo otra más grande.
- Pues habrá de comprártela ¿Y la falda? ¿No te aprieta?
- Un poco. Mira, me pongo un imperdible en la blusa y ya, con la corbata y el chaleco no se notará. Ya lo coseré cuando vuelva. Shikamaru me voy, he quedado con Sakura, no te importa ¿verdad?
- No, no, vete, vete.
"¿Con Sakura?" pensó Shikamaru, eso si que es extraño.
Akane casi arrolló a Shikamaru.
- Se me olvidaba una cosa - le dijo y sin dejarle preguntar ni reaccionar le cogió del cuello con una mano se empinó y le dio un beso - Nos vemos en el instituto, que se te de bien todo.
Y desapareció dejando a Shikamaru perplejo. Ahora tendría que acostumbrarse a esos arrebatos espontáneos.
...
Sakura ya esperaba a Akane en la esquina donde habían quedado.
- ¡No corras! ¡No corras! - dijo cuando vio llegar a su compañera a toda prisa.
- Hola Sakura, no pasa nada, estoy bien.
- No es bueno que te aceleres tanto. Ino me dijo que estás delicadilla.
- Me siento bien, de verdad ¿A que no sabes lo que me ha pasado esta mañana?
Akane contó a Sakura las dos conversaciones con su padre y su madre. Sakura la escuchaba con verdadera pena, no podía evitarlo, la entristecía pensar que Sasuke actuase de esa forma que ella no comprendía.
- Ten cuidado Akane, Sasuke ya no es el mismo, no entiendo como se ha obsesionado tanto contigo.
- Yo tampoco entiendo que haya ido a hablar con mi madre y es increíble que haga algo así, ni aunque Naruto tenga razón en lo que ha dicho.
- ¿Qué ha dicho Naruto?
- Ah... - Akane comenzó a valorar mentalmente si debería decirle a Sakura la información de la que disponía o no porque Sakura estaba muy sensible, por lo que hablaron la tarde anterior se le había caído la venda que tenía en los ojos y que le hacía idolatrar a Sasuke y empezaba a sentirse atraída por otro chico, para Akane no era el más apropiado pero vamos, en eso ella no iba a meterse y si ahora se enteraba de que a Sasuke quieren casarlo por conveniencia pues a lo mejor se le despertaba la compasión y volvía de nuevo atrás - Son cosas de Naruto, ya sabes, sus ideas de peón caminero.
- ¿Vas a hablar con él hoy?
- Si, tengo que hablar cuanto antes con él y ayudarle a aclarar sus sentimientos.
- ¿Que tiene que aclarar? ¿Su ego infladísimo?
- Ya te lo dije ayer, él está muy confundido y ha sido culpa mía, yo soy responsable de esa confusión que siente.
- No lo creo, él siempre fue muy... nunca quiso ser amigo de nadie no le interesaba. Yo intenté ser su amiga, muchas veces, muchas, me esforcé por caerle bien, por... hasta le dije que le quería y nunca conseguí nada.
- Sakura... yo nunca quise interponerme entre vosotros, al contrario.
- Ya lo se Akane, ya lo se. Tu nunca has sido de esas chicas que iban detrás de él, por eso cuando empecé a sospechar que le gustaba otra chica ni se me ocurrió pensar en ti. Cuando me di cuenta de que eras tú es que no me lo podía creer.
- Yo no debí haber seguido con aquella tontería. Porque fue una tontería, yo le pedí una cita en broma, era un ejemplo, no se me ocurrió pensar que él se lo iba a tomar en serio y fui tan creída de seguir con la broma. Supongo que no puedo engañar a nadie, que uno de los chicos más populares del instituto me dijese que saldría conmigo pues... me sentí... no se, importante o popular.
- Tu siempre has sido popular Akane.
- Si, popularísima gracias a mis melones, mira, las mismas que ahora no puedo contener en la blusa. Yo no quise interesarle a Sasuke, te lo aseguro, solo era una cita y no me pareció mal, no se me ocurrió que yo le interesase, además hablamos mucho de ti. Yo no se ahora como piensa Sasuke pero entonces estaba convencido de que no te merecía y quería... ¿cómo te lo diría yo? cederte a Naruto.
- ¿Cederme? ¿Cómo si yo fuera un balón o algo así?
- Eso fue lo que yo lo dije. No quise hacerte daño, yo le dije que tenía que averiguar lo que sentía por ti antes de...
- ¿De declararte su amor? No me enfado contigo Akane, soy yo la que he sido siempre una ilusa y la que no avanzaba, la que no se daba cuenta de que todo el mundo cambiaba, todos menos yo. Como Naruto... él también ha cambiado, ya no está detrás de mi y la verdad le hecho de menos.
- Es lo que suele pasar, nos quejamos de las cosas hasta que nos faltan y entonces la echamos de menos ¿Vas a hablar tu con Naruto?
- Si, si, por supuesto. Tengo que hablar con él y contarle lo de Sasori, no puedo engañarle. El es la persona más desinteresada que conozco, siempre preocupado por todo el mundo, no puedo engañarle.
- Sabes que se va a preocupar por ti.
- Si, lo se. No le va a hacer gracia que intime con Sasori sobretodo después de lo que le hizo a Hinata pero más le dolerá si se entera por terceros.
- Ahí te doy la razón. Oye y dime ¿Cómo es Sasori en privado?
- Pues es mucho más agradable de lo que parece y bastante educado.
- Que extraño me resulta todo.
- No se porqué drogaron a Hinata pero... creo que si le dimos una oportunidad a Sasuke deberíamos también dársela a él ¿No crees?
- Bueno, no puedo decirte que no, siempre he considerado que en una historia hay dos versiones aunque de todas formas recuerda que para cubrir una mala acción hacen faltas muchas buenas y no se como le va a sentar a Naruto o a Gaara... ¡Ay dios mío! ¡Gaara!
- Por eso tengo que intentar hacer razonar antes a Naruto, creo que si le convenzo a él será más fácil lo de Gaara.
- Madre mía, vaya jaleo que tenemos montado. Ah, ah, y luego está lo de Deidara e Ino.
- Si, esa es otra. Es que Ino tiene problemas y se le está yendo de las manos.
- No, si no lo digo por Deidara, que también ¿Sabes? Yo juraría que a Naruto le gusta Ino.
- ¿Pero que dices?
- Tu obsérvalo, yo lo estuve observando el domingo, cuando Ino rompió con Kiba y luego me puse a recordar detalles y juraría que le gusta.
- Pero no, lo que pasa es que él está preocupado por Ino.
Sakura dijo aquella afirmación completamente convencida pero sin embargo algo se quedó suelto en su cabeza ¿Podía ser posible?
...
Sai esperaba a Misaki prácticamente a las puertas de su casa.
- Hola - dijo Misaki cuando estuvo a su lado - ¿Qué haces aquí?
- Esperarte - sonrió Sai.
- ¿Por qué?
- Soy responsable de la vida que llevas ¿No es así? Por mi culpa estás viviendo una vida triste y dolorosa, te he condenado, así que qué menos que al menos hacerte compañía.
- No digas eso. Acabar con mi vida fue una de las decisiones que tomo sin pensar.
- Que tomaste sin pensar varias veces. Se que no era la primera vez que intentabas suicidarte. Supongo que tu vida debe ser horrible, es la conclusión a la que he llegado y como debe ser tan horrible he intentado imaginármelo, he pensado que Orochimaru te golpea, que te tortura, que te viola, que ha intentado asesinarte... no lo se, se me ocurren demasiadas cosas y seguro que equivocadas... espero.
- Mira no lo vas a entender.
- No, claro que no lo entiendo. Es imposible que entienda porqué dejas que te maltrate.
- No estás en mi situación.
- ¿Y has probado a denunciarlo?
- ¡No Sai, no empieces! ¡No empieces! - gritó nervioso Misaki - Yo... tu... tu no sabes... no sabes lo que mi madre y yo le debemos... tu... él... nosotros no teníamos donde vivir, ni comer... acostarse por las noches sin cenar duele y pensar que dentro de unos días tienes que dejar la casa donde vives porque no tienes dinero para pagar el alquiler y no saber donde vas a vivir... tu no has pasado una noche en un albergue ¿a que no? Tu... mírame, ahora tengo una casa y...
Misaki comenzaba a respirar agitadamente.
- Está bien, lo siento.
- No sabes lo que mi madre ha tenido que hacer... es cierto que a veces Orochimaru me pega un poco pero él nos deja vivir en su casa y... a veces yo me lo merezco.
Sai recordó las palabras de Jiraiya el día aquel que echó esa charla sobre los malos tratos y todo aquello "Ese niño tendrá una idea de la realidad distorsionada. En su mente él es malo y por eso se merece un castigo y pensará que su agresor solo quiere ayudarle y hasta agradecerá los malos tratos... porque los castigos le enseñarán a ser bueno". Estaba más que claro que era así y ahora era un gran problema.
- Bueno, olvida lo que he dicho - agregó desanimado.
- Lo siento Sai, se que me he puesto un poco nervioso.
- No importa.
Tenía que pedir cita para visitar a la madre de Naruto, a ver que decía esa mujer porque desde luego a él no le gustaba nada ese asunto y algo había que hacer.
...
- ¡Ten-Ten! - gritaba Naruto haciendo aspavientos con las manos desde la entrada al instituto a la chica que se acercaba acompañada de Jisei y Sumire, andando muy lentamente - ¡Vamos lentorras que no llegáis!
- A ti me gustaría verte a mi con este dolo en la parte baja de la espalda - dijo sinuosamente Sumire.
- ¿Todavía te duele, ttebayo?
- ¿Que si me duele? Es horroroso.
- ¿Y por qué no vas al médico?
- Porque es una cabezota - gruñó Jisei - Prefiere quedarse con su dolor.
- Jo, no me regañes más.
- ¿Y por qué no te trae Kankuro en su moto? - se interesó Naruto.
- Porque sentada en el sillín con todo ese movimiento me duele aún más.
- Bueno, vosotras seguir que quiero hablar con Ten-Ten.
- ¿Y no nos podemos enterar? - preguntó Jisei.
- Si, ya os enteráis.
- A ver ¿Qué te pasa? - habló Ten-Ten.
- Necesito que rompas conmigo, ya sabes que acabe nuestro noviazgo.
- ¿Te refieres a nuestro noviazgo "virtual"?
- Si. Ahora que Kiba e Ino lo han dejado necesito estar libre para... ya sabes, para... para eso.
- Ah, para conquistar a tu dama, entiendo. Bueno pues ya está, hemos roto oficialmente.
- No, no... no lo entiendes, es que no quiero que piense que intento algo con ella estando contigo.
- Que si, que te entiendo, que ya no somos novios ni nada.
- Pero es que quiero que ella se entere de que tu me has dejado a mi.
- ¿Quieres que te monte un espectáculo en mitad de la clase?
- No, lo que quiero es que ella se entere de que me has dejado porque... porque me interesa ella... ¡Ah, que difícil es esto dattebayo!
- Mira, por ahí viene - dijo señalando a Ino que se acercaba junto a Stella y Kikyo - Con sus nuevas amiguitas. Creo que esto nos viene que ni pintado ¡Me tienes muy harta Naruto! - gritó de pronto.
- ¿Qué te pasa, dattebayo? No grites tanto que nos miran.
Ten-Ten levantó la mano y la estrelló con todas sus ganas contra la mejilla de Naruto.
- ¿A que ha venido esto, ttebayo?
- ¡Si tanto te gusta Ino quédate con ella y déjame a mi en paz! - gritó todo lo fuerte que pudo para asegurarse que Ino escuchaba aquello.
Naruto se quedó quieto tocándose la mejilla donde le había golpeado viendo como se giraba y se marchaba.
Ino también se había quedado paralizada mirando a Naruto con esa cara de no entender nada mientras Kikyo y Stella reían y comentaban algo por lo bajo.
- Parece que tienes otro admirador, Ino - reía Kikyo - El cabezahueca.
- ¿Naruto? - murmuraba Ino sin dar crédito a lo que había visto ¿Ella le gustaba a Naruto?