domingo, 24 de agosto de 2014

84. Crecer es tomar decisiones

- Sasuke, por favor - le dijo su padre con voz grave levantándose del sillón donde esta sentado - ¿Puedes venir conmigo? Tengo algo que comunicarte.
- Iba a salir - contestó Sasuke - ¿Es muy importante?
- Bastante.
- De acuerdo.
La madre de Sasuke miró a su hijo con algo de pena y después a Itachi, sentado en el otro sillón del salón de la casa.
- Díselo delante de todos padre - habló Itachi - No es ningún secreto y quizás a su madre le gustaría estar delante.
Fugaku dirigió una fría mirada a su hijo mayor.
- Itachi, no empecemos.
- No pasa nada - terció la madre viendo que aquello iba a comenzar una nueva discusión - Haz lo que creas oportuno.
Fugaku miró a su mujer y volvió a sentarse.
- De acuerdo, siéntate Sasuke, lo que tengo que decirte no es ningún secreto para tu madre.
Sasuke se sentó algo preocupado en el sofá, su madre lo hizo a su lado.
- Tu sabes que los Uchiha somos una familia con una reputación importante. Nuestro status nos obliga a actuar de forma adecuada en todo momento.
Sasuke le miraba cada vez más extrañado, no comprendía a que venía ahora esa charla que su padre comenzaba a echarle sobre el status familiar y lo importante que era no perder su posición en la sociedad. Miraba a Itachi que, muy serio, seguía toda la conversación con una sonrisa amarga en los labios.
- Hijo - interrumpió su madre toda aquella charla - ¿Estás enamorado de alguien?
- ¿Que si estoy "qué"? ¿A que viene esto?
- Hijo, ante todo nosotros somos tus padres y queremos que seas feliz.
- No... no entiendo.
- Si estás enamorado debes decírnoslo, es importante.
- ¿Me estáis echando toda esta charla solo para preguntar si me gusta alguna chica?
- No Sasuke - habló su padre - No se trata solo de eso, se trata de que eres un Uchiha y como debes comportarte como tal.
- Sigo sin entender.
- Te hemos concertado una entrevista.
- ¿Una entrevista?
- Tenemos contratado un nakodo y ha concertado una entrevista con una futura esposa.
- ¿Qué? - Sasuke se levantó como movido por un resorte.
- Tu matrimonio con una joven de buena posición social y apellido ilustre sería muy conveniente para la familia.
- ¿Qué? - repitió - Padre ¿De que hablas? Tengo 17 años.
- Por supuesto no os casaríais de inmediato, primero terminaríais vuestros estudios pero nos gustaría anunciar vuestro compromiso cuanto antes.
Sasuke miró incrédulo a su padre, luego a su madre que parecía estar a punto de llorar y después a su hermano.
- No me lo puedo creer - respondió simplemente con su habitual frialdad.
- No tienes que creértelo - dijo su padre levantándose - La semana que viene tendréis la primera cita.
- Pero...
El padre se dio la vuelta y se marchó ignorando la protesta que parecía querer pronunciar su hijo. Sasuke no sabía como reaccionar, aquello era lo más absurdo que le había pasado nunca, aun no lo asimilaba y menos aún lo aceptaba. De todas formas le quedaba su madre, seguro que ella haría razonar a su padre con aquel capricho que tenía. Miró a su madre que, con gesto compungido, salía detrás de su padre.
- Por fin ha pasado - habló de forma sinuosa Itachi.
- ¿Tú que tienes que ver con esto?
- ¿Yo? - se levantó y cogió su chaqueta que reposaba sobre el respaldo del sofá procediendo a ponérsela - Yo no tengo nada que ver con esto... o a lo mejor si, quizás sea todo culpa mía.
- Es una broma ¿verdad?
Itachi se acercó a su hermano y dio con su dedo corazón en la frente de este, gesto que Sasuke odiaba a más no poder.
- Estúpido hermano pequeño ¿Por qué crees que tu padre y yo nos llevamos tan mal? Ya intentó hacerlo conmigo.
- ¿Contigo?
- Tu padre quiere dedicarse a la política ¿No lo sabías? Le vendría muy bien emparentar con alguna que otra familia ilustre.
- Eso que dices son tonterías.
- Piensa lo que quieras. Ya te advertí que tu amiga con pelo de zanahoria no era apropiada para ser una Uchiha y no lo digo por mi, a mi me da igual.
Itachi se marchó dejando a Sasuke lleno de una impotencia y una incredulidad tremendas. Subió a buscar a su madre, seguro que ella le explicaba de qué iba todo ese tema.
Itachi caminó los metros que le separaban de una finca cercana mientras se encendía un cigarro. Tampoco le gustaba esa situación, ni lo que había escuchado y mira que sabía que iba a pasar pero no le gustaba. En realidad, pese a lo que en principio parecía, Itachi quería a su hermano pequeño, le quería mucho y siempre había esperado que las discusiones con su padre, la situación tan tensa que vivían y todo eso hubiese servido para cambiar algo, para que su hermano no tuviese que pasar lo mismo que él, pero estaba claro que se había equivocado.
En la puerta de la finca a donde había llegado tiró el cigarro al suelo y lo pisó. Pulsó el botón del timbre. No tardaron en abrirle. Entró caminando despacio, como si le costase mucho, como si el camino fuese una gran pendiente. Entró en la casa, comunicó al mayordomo que había abierto a quien deseaba ver y esperó pacientemente.
Nunca quiso creer que terminaría así, aún no se lo podía creer pero ¿y que hacía? Era su hermano, tenía que ayudarle, a pesar de la antipatía que le demostraba él no iba a permitir que quisiesen manipular su vida. El había fallado a sus padres al negarse a obedecer, él ahora era una vergüenza de hijo, repudiado por prácticamente toda la familia, la vergüenza de los Uchiha... y no iba a dejar que a Sasuke le pasase lo mismo.
- Primo Itachi - oyó decir alegremente a Tobi - ¿Que haces por aquí?
- Hola Tobi ¿Está tu padre?
- ¿Vienes a hablar con mi padre? Uy, algo malo debe pasar.
- Eso a ti no te importa - contestó secamente.
- Está bien, está bien, Tobi entiende, Tobi no se meterá donde no le importa, Tobi es un buen chico.
- Déjanos, Tobi - habló una voz grave y misteriosa.
Madara Uchiha, el dueño de esa voz era uno de los Uchiha mas respetados, se podía decir que ejercía como "cabeza de familia". Tobi se marchó rápidamente de allí, desde luego no hacía falta que se lo repitieran.
- Hola - le saludó escuetamente Itachi.
- Es extraño verte por aquí ¿Has cambiado de opinión?
- Digamos que quiero llegar a un acuerdo contigo.
Madara sonrió maliciosamente.
- Me lo imaginaba, sabía que tarde o temprano vendrías. Ven, vamos a sentarnos y hablaremos de todo.
...
- ¿A que se está bien aquí? - preguntó Akane sentada al lado de un Shikamaru recostado que miraba fijamente a ningún sitio en concreto.
- ¿Perdona? ¿Decías algo?
- Estas en otro mundo.
- Estaba pensando ¿Que me decías?
- Nada, solo que se está bien aquí.
- Si, muy bien pero se podría mejorar.
- Si, supongo.
- Se te tumbas a mi lado estaré mejor, venga, túmbate, me siento raro contigo ahí sentada.
- ¿Vamos a mirar juntos las nubes? - dijo mientras se recostaba a su lado.
- Miraremos lo que tú quieras.
- En esta posición es difícil mirar otra cosa ¿Te importa que me desabroche el botón del pantalón? Es que me aprieta un poco.
- No, tú misma.
- Shikamaru...
- ¿Humh?
- ¿Puedo apoyarme en ti?
- Por supuesto, es más, si no lo haces me molestaré.
Akane se movió para apoyar su cabeza en el pecho del chico, este acarició su pelo repetidamente.
- Se está bien así - dijo la chica.
- Muy bien - respondió suspirando.
- ¿Te molestaría que me durmiese un poco?
- ¿Te vas a dormir?
- Es que tengo mucho sueño, no lo puedo evitar, creo que si por mi fuera me pasaría el día durmiendo, siento como se me cierran los ojos.
- Pues duérmete un poco.
No tardó Shikamaru en notar como la respiración de Akane se iba haciendo relajada. Se estaba tan bien, todo parecía en calma y armonioso, realmente deseaba que el tiempo pudiera pararse en esos momentos pero por desgracia segundo a segundo seguía su avance. Tendría que hablar con ella y decirle lo que había hablado con su padre, seguro que se enojaría algo por contárselo pero también seguramente la haría sentirse un poco mejor... aunque no sabía si era buena idea, si la chica se hacía ilusiones y luego no conseguía el dinero... quizás no debiera decirle nada... Era extraño, dentro de Akane había algo creciendo, un montón de células multiplicándose continuamente y a eso había contribuido él, ahí dentro estaba su información genética... Shikamaru no sabía si eso le daba miedo o le resultaba impresionante.
Si el embarazo continuaba nacería algo, algo en lo que él habría proporcionado un montón de información, quizás, gracias a él tuviese el pelo de los Nara, o sus ojos, si era niño nacería con esa tendencia a tomarse las cosas relajadamente, lo que su padre llamaba "ley del mínimo esfuerzo" y si era una niña, que seguro que sería una niña, una niña problemática... lo estaba viendo.
Shikamaru cerró los ojos, quizás lo mejor era simplemente no pensar y relajarse. Como había dicho Akane ese era un día para olvidarse de todos los problemas, para pensar en ellos estaba el resto de los días.
Cuando los abrió se encontró a Akane mirándole fijamente.
- ¿Me he quedado dormido?
- Un poco.
- Lo siento ¿Que hora es?
- Tranquilo, todavía es pronto ¿Quieres beber algo? He traído refrescos.
- Si pero ya los cojo yo, no te preocupes.
Cuando regresó con los refrescos se tumbó de lado, apoyándose sobre su antebrazo, mirando a Akane.
- Akane yo quería decirte algo.
La chica, que estaba tumbada boca arriba se giró quedando de lado, frente a él, mirándole con curiosidad.
- Si, dime.
- He estado pensando que... creo que deberíamos salir juntos.
- ¿A que te refieres?
- A que me gustaría que saliésemos juntos y no de vez en cuando, si no a que... ya sabes, saliésemos.
Akane también se incorporó apoyándose en su antebrazo.
- ¿A que se debe eso?
- Se debe a que creo que estamos listos para ir un paso más allá en nuestra relación. Se que ahora no es el momento adecuado pero... ¡Ahhhhhh! ¡Mendokusei! ¡Que latazo es esto! - exclamó mientras se dejaba caer boca arriba.
- ¿Quieres que seamos más que amigos?
- Pues si, se podría decir así.
- ¿Algo así como novios? - se acercó a él hasta quedar sus caras una enfrente de la otra.
- Ya se que eso suena muy fuerte... una especie de amigos... amigos...
- ¿Muy íntimos?
- Si, supongo - Tener a Akane tan cerca le estaba empezando a poner bastante nervioso.
- ¿Cómo de íntimos?
- Bueno pues...
- Los amigos se besan en la mejilla ¿verdad?
- Bueno, a veces - sintió los labios de Akane besarle de manera casi imperceptible.
- Por que son amigos y hacen eso ¿no? ¿Y los amigos íntimos que hacen? ¿También se besan en la mejilla? - puso un nuevo beso en la otra mejilla del chico.
En un segundo, con un rápido movimiento Shikamaru había logrado intercambiar las posiciones, ahora era Akane la que estaba contra el suelo y él la miraba con la cara pegada a la suya.
- Supongo que si - afirmó sonriendo - ¿Y aquí? - besó la frente de la chica - ¿Y aquí? - besó uno de sus párpados.
- No, no creo.
- Eso quizás lo hagan los amigos muy íntimos ¿no?
- A lo mejor.
- ¿Y aquí? - besó suavemente el cuello, Akane negó con la cabeza - ¿No? Quizás aquí - besó debajo del mentón, Akane volvió a negar con la cabeza al mismo tiempo que intentó hacer un movimiento con una mano que Shikamaru impidió sujetándosela - ¿Y... aquí?
Shikamaru se acercaba lenta pero peligrosamente y Akane levantó la mano que tenía libre y la puso en los labios de Shikamaru.
- Lo siento Shikamaru, siento haber sido tan egoísta, tan rencorosa… te has portado muy bien conmigo, has estado a mi lado, has sido paciente y amable y yo nunca te lo he agradecido.
- Y no te voy a abandonar, seguiré a tu lado.
- ¿De verdad?
- De verdad.
- ¿Por qué lo haces?
- Para que tengas algo que deberme, me tendrás que compensar.
- ¿El qué?
- Me das muchos quebraderos de cabeza, sin duda eres la chica mas problemática que conozco así que es culpa tuya y me tienes que compensar ¿Qué vas a hacer para compensarme, chica problemática?
- Cuando todo esto termine - Shikamaru retiró de su cara la mano de Akane y puso un pequeño beso en sus labios.
- ¿Si?
- Porque va a terminar alguna vez.
- Es evidente - repitió el beso.
- Cuando todo esto se solucione…
- ¿Qué pasará? - de nuevo volvió a repetir el beso.
- Bueno, vale ya… no me dejas hablar.
- ¿Crees que quiero que hables? Este es mi sueño, debe ser un sueño, sin duda, porque ahora voy a besarte y no me vas a rechazar y dentro de unas horas se romperá este sueño y volveremos a la realidad y tu actuarás como siempre, te pondrás histérica y nerviosa y me gritarás y todo eso pero ahora este es mi sueño, la realidad es dura y cruel y la aceptaré y se que me esperan momentos muy duros pero ahora… es mi sueño.
...
Si había alguien que se lo estaba pasando bien era Sumire, como siempre ella era capaz de ver lo divertido de cualquier situación y estar allí, ayudando en la pequeña granja para ella era muy divertido. Se divertía dando de comer a los animales y hasta limpiándoles, se divertía preparando con la abuela la comida en aquella cocina de leña y sobretodo se divirtió haciendo el pan aunque no se le diera nada bien porque si había otra característica de Sumire era su tremendo despiste.
- Eres muy buena chica - decía la abuela Chiyo mientras Sumire la ayudaba a lavar los platos - Un poco desastrosa pero muy buena chica.
- ¿Lo dices por que se me ha olvidado poner la levadura?
- Eso fue la primera vez, luego se te olvidó la harina, eso es un poco peor.
- Claro, sin harina es dificil hacer pan... ay esto es muy dificil, hay que acordarse de muchas cosas. Está descartado, no seré panadera.
- Eso es bueno, el mundo no necesita un panadero como tu ¿Que edad tienes, preciosa?
- Tengo 16 años, cumplo los 17 en Diciembre, soy de las más pequeñas de mi clase, bueno Hinata es unos días mas pequeña pero como ahora la han cambiado de clase pues soy yo, aunque ahora que lo pienso, no se cuando cumplen años mis nuevos compañeros porque a lo mejor alguno cumple años después que yo y...
- Vale, vale, déjalo ya, mi cerebro ya no es el de antes y no puedo asimilar tantos datos ¿Tu conoces a mi nieto? Va a el instituto de Konoha, se llama Sasori, Akasuna no Sasori.
- ¡Claro! Sasori, es bien guapo, pequeñito pero muy guapo aunque con mal carácter... ay lo siento, lo siento no quería decir eso.
- Ah, no te preocupes, se que tiene mal genio, en parte es por mi culpa.
- Na... eso no puede ser. Pues ahora Sasori está en mi clase.
- ¿Que tal se porta?
Sumire parecía pensar la respuesta que debía dar.
- No te esfuerces - sonrió la abuela - Ya se como es.
- ¿Y vivís solos en esta casita el abuelo Ebizo y tu, abuela?
- Pues si, nosotros solos.
- Me encantan los abuelitos, sois tan tiernos que me dan ganas de abrazaros, sobretodo los que tienen barba así blanquita
La abuela Chiyo se reía con ganas
- Ay, hacía mucho tiempo que no me reía tanto, eres un caso ¿Eres la novia de Kankuro?
- No, que va, solo somos amigos.
- Vaya me lo parecía por como te mira.
- ¿Cómo me mira?
- Nada, olvídalo, son cosas de vieja chocha. Anda deja ya esto y ve con tus amigos.
- Pero tengo que ayudarte a recoger.
- Yo puedo recoger sola, vamos, vamos, vete.
Por fin Gaara había conseguido quedarse a solas con Hinata. A penas en todo el día pudo acercarse a ella sin tener a Matsuri y Sari pegadas a él y él deseaba hablar con ella, preguntarle si se lo estaba pasando bien o por el contrario se aburría y cansaba de estar allí. La encontró intentando sacar agua del pozo, tirando de la cuerda pero aquello parecía bastante trabajoso para ella.
- ¿Te ayudo?
- Seria de agradecer.
- Mira tus manos, te las estás destrozando, anda siéntate.
-¿Por qué esto es tan difícil? No entiendo porqué hemos de sacar agua del pozo ¿Es que no tiene agua corriente?
- Cada vez que venimos aquí a la abuela le gusta que apreciemos las comodidades que tenemos, por eso nos hace sacar agua del pozo y cortar leña ¿Estás molesta?
- No, no estoy molesta.
- ¿Lo estás pasando muy mal?
- No, de veras, es muy divertido, los animales, la comida... me he divertido mucho.
- Eres un poco mentirosa ¿lo sabías? - Gaara terminó de subir el cubo y lo dejó en el suelo - Espera aquí.
No tardó en regresar con un vaso en la mano y una especie de cazo, lo metió en el cubo y sacó lleno de agua que echó en el vaso.
- Toma, prueba.
Hinata se acercó a coger el vaso y sin dejar de mirar a Gaara lo llevó a sus labios para beber.
- Que fresquita y rica está.
- Es solo agua, no sabe a nada pero te has esforzado por sacarla, por eso te sabe tan rica.
- Entiendo.
- Las cosas que te esfuerzas en conseguir siempre son las que mejor saben.
Gaara y Hinata volvieron a quedarse mirando como hipnotizados.
- Yo... debería decirte algo, Hinata.
- ¿Si?
- No... creo que mejor aún no es el momento.
Poco a poco, sin darse cuenta, de nuevo la distancia entre ambos se iba acortando.
- ¿Por qué, Gaara-kun?
- Me da miedo.
- ¿El qué?
Y de nuevo estaban a milímetros uno del otro cuando un chasquido les hizo sobresaltarse y separarse bruscamente.
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! - dijo Sumire muy apurada y visiblemente colorada - Seguir con lo vuestro, esto, bueno no quiero decir que... esto, lo siento.
- ¿Te pasa algo, Sumire?
- ¿A mi? No que va, que va, bueno que me he equivocado de camino yo...
Hinata y Gaara también estaban bastante colorados.
- ¿Buscabas algo? - balbuceó Hinata.
- No, digo si, bueno yo buscaba a todo el mundo pero a vosotros no, yo es que o sea buscaba a mas gente, no es que no quisiera veros a vosotros es que buscaba a mas de dos personas juntas.
- Kankuro está con Matsuri y Sari en el granero.
- Bien, vale, pues me voy a buscarle.
Sumire salió corriendo de allí.
- Esto ha sido un poco violento - declaró Gaara - Bueno es que no se lo que ha pasado, bueno si lo se. Hinata yo...
- No digas nada, por favor, ahora mismo no estoy preparada para... escuchar lo que sea.
- Pero no sabes lo que te quiero decir.
- Ya pero... voy a buscar a mi primo.
Y Gaara se quedó solo pensando en lo asustada que se encontraba Hinata y lo dificil que debía ser esa situación para ella, después del rechazo de Naruto y de la sorpresa de verle con Ten-Ten seguramente se encontraba demasiado confundida como para aceptar cualquier otro sentimiento. Pero no importaba porque él sabía tener paciencia y esperaría a que ella se encontrase preparada para escuchar su declaración.
Sumire llegó al granero bastante alterada. Allí Kankuro parecía tener una absurda discusión con las dos chicas de Suna y al verla entrar los tres se callaron y se quedaron mirándola.
- ¡Menos mal que os encuentro! - exclamó Sumire.
- ¿Pasa algo? - se interesó Kankuro.
- No, nada ¿Qué va a pasar? ¿Tenía que pasar algo?
- Estas como... alterada.
- Es que he venido corriendo. Estaba deseando encontraros.
- Bueno, sabes lo que te digo - habló con tono enojado Matsuri - Que yo me voy de aquí, contigo es imposible, eres un mandón insoportable.
- ¿Mandón?
- Me voy a ayudar a Gaara.
- Y yo también, no voy a dejarte a ti sola - añadió Sari.
- ¿Que pasa contigo? ¿Es que no te fías de mí?
- Para nada.
Las dos chicas se marcharon discutiendo entre si, de poco sirvió que Sumire intentara detenerlas porque la ignoraron completamente. Sumire suspiró resignada.
- Pues nada, será lo que dios quiera.
- ¿Lo que quiera de qué?
- ¿Que les pasa a estas dos chicas?
- Ah, son como Sakura e Ino cuando se disputaban a Sasuke ¿te acuerdas?
- Pobre Gaara.
- No te preocupes por él, así se espabila.
- ¡Pero van a ir donde está él!
- Supongo que van derechitas a buscarle.
- ¡Pero esto es un drama!
- ¿Por qué? Gaara sabe como manejarlas... bueno, más o menos.
- No, si lo digo porque antes he pillado a Gaara y Hinata a punto de darse un "bum".
- ¿Un... "bum"?
- Si, ay yo le interrumpí, ha sido un momento muy vergonzoso.
- ¿Que iba a hacer mi hermano con Hinata?
- Darle un "bum".
- A pesar de que quizás me llames ignorante te lo tengo que preguntar ¿Que es un "bum"?
- Algo que yo no se lo que es. Mecachis, debo ser el bicho más raro del mundo.
Sumire, con gesto de fastidio se sentó en el suelo apoyándose en una de las paredes.
- ¿Y por qué eres un bicho raro? - dijo Kankuro sentándose a su lado.
- Porque nunca he probado un "bum". Debo ser la única chica del mundo que no lo ha probado, seguro, ay que rabia.
- Espero que eso del "bum" no sea algo contagioso.
- ¿Cómo va a ser contagioso? Jo, si es que soy la chica mas desgraciada del mundo mundial.
- ¿Pero que demonios es un "bum"? Porque mira, estoy empezando a pensar en algo pornográfico e imaginarme a mi hermano en plan pornográfico no es muy agradable.
- ¿No sabes lo que es un "bum"?
- Te juro que no.
- ¿Te burlas de mi?
- Bueno, a lo mejor si lo se pero debe ser que lo llamo de otra forma.
- Puede ser.
- ¿Que es lo que estaban a punto de hacer Gaara y Hinata?
- Pues darse un beso ¡Que va a ser si no!
- Ah claro, un "bum" es un beso... lógico, no se como he podido pensar otra cosa. Espera ¡Mi hermano casi besa a Hinata!
- Si, estaban así, juntitos, juntitos y yo lo estropeé.
- Carai con Gaara.
- Que rabia me da.
- ¿El qué?
- Yo también quiero saber que se siente cuando te besan. Yo digo que el corazón debe hacer "bum" por eso lo llamo "bum".
Kankuro se echó a reír.
- ¿De que te ríes?
- Es que eres muy graciosa.
- ¡No te burles de mi!
- Si no me burlo ¿De veras nunca has besado a un chico?
- Jo, no me mires así, me da vergüenza.
Kankuro seguía riéndose.
- ¡Que no te burles más! Eres tonto, todos los chicos sois tontos - Sumire intentó levantarse pero Kankuro la sujetó.
- Espera, si no me burlo de ti, es que te pones muy graciosa con ese gesto enfurruñado.
- ¡Suéltame! - Sumire consiguió zafarse del chico y levantarse - Vamos, levántate, tenemos que ayudar a cortar leña.
- Ya voy, ya voy.
...
¿Que había pasado?
Eso le gustaría saber a Hana, que es lo que había pasado ¿Cómo podía ser que ese chico...?
Shino la había besado. La acompañó a la puerta de su casa y sin decir una palabra se había acercado a ella, la había rodeado con sus brazos y la había besado. Y no había sido un beso tímido o inseguro, nada de eso, Shino se mostraba completamente seguro de si mismo y la había besado de forma muy decidida, es más ahora aún la tenía abrazada a él.
- ¿Se puede saber que has hecho?
- Una cita perfecta se merece la despedida perfecta.
- Por dios Shino ¿Es que te has vuelto loco?
- No.
- Mira por esta vez lo vamos a olvidar pero no vuelvas a comportarte así.
- ¿Por qué no puedo comportarme así? ¿Que he hecho de malo?
- ¿Cómo que qué has hecho de malo? ¿Te parece normal lo que has hecho?
- Si. Además tú me has respondido.
- Eso ha sido porque...
- Porque a ti también te apetecía.
- No seas ridículo. Mira Shino yo te aprecio mucho y por eso por esta vez voy a ignorarlo.
- No quiero que lo ignores, prefiero que te enfades conmigo pero no que lo ignores.
- Mira, vamos a comportarnos como si esto nunca hubiera pasado.
- ¿Por qué?
- ¡Porque eres el amigo de mi hermano pequeño!
- ¿Y?
- ¿Es que no te das cuenta? soy mayor que tu.
- ¿Y?
- ¡Te saco 5 años!
- Mejor para mí.
- Shino mira... entiendo que quizás te sientas atraído por mi y me halaga mucho pero tienes que comprender que yo...
- ¿Es porque me ves muy crío? Ahora quizás sea así pero piensa que cuando tu tengas 30 yo tendré 25 y cuando tu tengas 65 yo 60 ¿A que ya no se nota tanto?
- ¿Pero de que estás hablando? Mira, vete a tu casa y olvidemos este incidente.
- No. No lo voy a olvidar, ni tu tampoco.
Y sin decir ni una palabra más Shino se giró y se marchó dejando a Hana con la palabra en la boca, el corazón acelerado no sabía si por el enfado o por lo que sería y una interrogante en su cerebro "¿Y por qué no?" Agitó su cabeza como queriendo quitarse esa idea de encima, era absurdo, absurdo, absurdo ¿Cómo iba a fijarse ella en una crío de la edad de su hermano? Ese chico estaba confundido por algo, seguramente creía estar enamorado de ella porque era mayor y los chicos a su edad tienden a sentirse atraídos por mujeres mas mayores, eso no era nada extraño, si, sería eso... lo único era que ¿Por qué se mostraba con esa seguridad? Aquel beso había resultado tan... ¡No, no, no! ¿Pero por qué le había respondido al beso? Porque le había pillado desprevenida, si era por eso, hacía mucho tiempo que no salía con ningún chico y claro... seguro que era por eso. Lo que más le preocupaba ahora era que Shino se hiciese ilusiones porque eso le iba a hacer daño, tendría que hablar con él y explicárselo antes de que el chico... o quizás fuera mejor ignorarlo y actuar como si no hubiese pasado nada.
- ¿Que tal Hana? - la saludó su madre al entrar en su casa - ¿Te lo has pasado bien?
- Si... muy bien.
- ¿Shino se ha portado como un caballero?
- ¿Y cómo quieres que se comporte si es un crío?
La madre rompió a reír escandalosamente.
- Es un crío pero ya debe tener pelos en los...
- ¡Mamá!
La madre volvió a reír.
- ¿A que viene tanto escándalo? - dijo entrando Kiba.
- Tu hermana que ha salido hoy con Shino.
- Ah si, es cierto, te invitó al zoo ¿Y que tal?
- Bien, ha sido entretenido ¿Y tu?
- Bien, como siempre.
- ¿Cómo te ha ido con la rubia? - interrogó la madre - ¿Hoy habido tema?
- ¡Mamá! - volvió a gritar Hana - ¿Se puede saber que clase de pregunta es esa para hacerle a tu hijo?
- A ver Hana, a ver si lo comprendes, los humanos son como los perros, llega un momento en que eso de aparearse es puro instinto.
- ¡Mamá! - Hana se marchó de allí, no le apetecía oir nada más de las teorías de su madre.
- Tu hermana está muy estresada - rió - Espero que Shino consiga relajarla pronto, lo que necesita es una buena sesión de...
- Mamá por favor, no digas nada mas, me das grima ´.
- ¡Vaya par de hijos remilgados que tengo! ¡Deben haber salido a su padre! - refunfuñó mientras Kiba huía de allí.
Kiba tocó la puerta de la habitación su hermana con los nudillos.
- ¿Quien? - preguntó la chica al otro lado de la puerta.
- Soy yo ¿Puedo entrar?
- Si pasa - Kiba así lo hizo - ¿Sucede algo?
- Yo quería pedirte consejo, pedirte consejo a ti, como... mujer.
- Pídeselo a mamá, le encanta dar consejo.
- No, creo que me fío más de ti.
- Esta bien, siéntate, te escucho ¿Algún problema con Ino?
- Es que no se lo que me pasa, yo... quería preguntarte ¿Cuando... cuando se supone que tengo que... pasar a la siguiente fase?
Hana le miró incrédula.
- ¿Qué siguiente fase?
- Ya sabes... es que yo no se cuando debo... ya sabes...
- No Kiba, no entiendo nada.
- Es que Ino me insinúa cosas y yo... o sea... ¿Las chicas esperáis a que seamos nosotros los que tomemos la iniciativa?
Hana se quedó observándole unos segundos.
- ¿Estás tratando de decirme que quieres acostarte con Ino?
- No es eso pero es que ella me insinúa cosas y yo...
- ¿Tu quieres a Ino?
- Es que... - Kiba comenzó a rascarse nervioso la cabeza - Yo creo que ella quiere que...
- ¿Tú quieres? Bueno, que tontería, seguro que quieres, los hombres solo sabéis pensar en eso.
- ¡No digas eso! No somos como piensas, es verdad que lo pensamos pero...
- ¿A ti te gustaría hacerlo con Ino? Bah... otra vez he hecho una pregunta estúpida.
- ¡Ayyyyy! No se porqué te digo nada.
- A ti no te gusta Ino ¿verdad? Por eso tienes tantas dudas, temes que después te sientas "atado" a ella ¿a que si?
Kiba miró un poco avergonzado al suelo.
- Yo lo que quiero saber es como debo actuar, si se supone que debo hacerlo o no.
- Yo lo que creo es que deberías pensar con quien quieres tener esa primera experiencia porque...
- Yo lo que no quiero es que Ten-Ten y Naruto...
- ¿Ten-Ten? ¿Naruto? ¿A que viene eso ahora? Ah... entiendo ¿Naruto y Ten-Ten están saliendo? Pues mira, me alegro por Ten-Ten, Naruto es un gran chico.
Kiba continuaba con la mirada en el suelo.
- Y tu sientes celos ¿a que si? Y ahora te da miedo que Ten-Ten haga con Naruto lo que Ino te insinúa a ti ¿verdad? ¿Por qué los hombres seréis tan egoístas? Si es Ten-Ten quien te gusta lo que debes hacer es hablar con Ino y explicárselo porque si sigues así con Ino lo único que vas a conseguir es vivir en una mentira ¿De veras crees que merece la pena solo por revolcarte con una chica? Deberías poner tus prioridades en orden, o te interesa Ino y esas cosas que haces con ella o te interesa Ten-Ten y lo que te dice tu corazón... debes elegir.