lunes, 18 de agosto de 2014

42. Ese monstruo de ojos verdes

El equipo de Sasuke había parado un momento.
- Tengo los pies hinchados, ya no puedo mas - se quejaba Kikyo - En mi vida lo que pasado tan mal ¿cuantas horas llevamos ya andando por este asqueroso lugar? Yo digo que nos rindamos y acabemos con esto.
- Solo tenemos una bandera - gruñó Ukon - No nos podemos rendir.
- Claro y vamos a conseguir muchas mas de esta forma - continuaba quejándose Kikyo - ¿Pero dónde están los otros equipos?
- Vamos a por el equipo magenta, por si no te has dado cuenta - contestó de nuevo Ukon.
- ¿Y dónde se han metido? - gritó algo histérica Kikyo - ¿Y por qué vamos a por ellos?
- Supongo que porque está Pain, aquí los Uchiha querrás demostrar algo - conjeturó Ukon - Yo lo que estoy deseando es meterme a tiros con alguien, a este paso no va a quedar nadie.
Sasuke se sentaba al lado de Akane.
- ¿Estás bien?
- Si, todo lo bien que se puede estar con estas agujetas de ayer.
- ¿Quieres agua? - le ofreció su cantimplora.
- Primo - habló de pronto Tobi que no estaba muy lejos de ellos - Como líder no deberías mostrar tantas preferencias.
- ¿Por qué no vais Jirobo y tú a echar un vistazo por los alrededores? - respondió Sasuke de forma seca y fría.
- Claro, tu eres el que manda y Tobi obedece.
Akane miraba a Sasuke, era cierto, en toda la mañana había estado pendiente de ella ¿por qué lo hacía? ¿sería cierto que le interesaba? No, no podía ser, era el Uchiha, uno de los chicos mas populares del instituto ¿por qué razón se iba a interesar en ella? ¿no sería un capricho? ¿no sería por que precisamente ella no corría detrás de él? Akane era desconfiada, muy desconfiada, no lo podía evitar; no se fiaba de ningún chico y menos aún de los que parecían populares ¿por qué habiendo tantas chicas iba a fijarse en ella? Sin embargo Sasuke se lo había dicho, le había vuelto a pedir que salieran... ¿por qué? Quizás era culpa suya, quizás le estaba insinuando algo ¿y si realmente era cierto que sentía interés por ella? Eso estaba mal porque entonces ella era la mala, la que se estaba aprovechando, la que le estaba dando esperanzas y... ¿a ella le gustaba? Hombre, el chico era muy guapo, eso no lo negaba y era atento con ella pero... ¿debería darle una oportunidad? o mas bien ¿debería darse a si misma una oportunidad? Quizás debería dejar esa desconfianza a un lado... pero estaba Sakura ¿que pasaría con ella? Que te guste un chico y descubrir de pronto que sale con otra es muy doloroso, ella lo había comprobado... no soportaría mirar a Sakura, ni estar en su misma clase... ¿Y que pasaría con Shikamaru? ¡Maldita sea! ¿Por qué ahora tenía que acordarse de él?
- ¿Te pasa algo? - preguntó taciturno Sasuke.
- No, nada. Solo pienso en cosas...
- ¿Estás enfadada por lo de esta mañana? De veras que yo no quería hacerte nada yo...
- Ay, ya déjalo. No lo dramatices to...
- ¡Primo! - gritó Tobi interrumpiendo la conversación - El equipo magenta nos está pisando los talones.
- ¿Se acercan mucho?
- Bastante.
- Es ilógico que se arriesguen tanto, están siendo muy descuidados.
- A no ser que quieran llevarnos a una trampa.
- Tienes razón y eso parece típico de Kabuto, no querrán pillar desprevenidos ¡Venga levantaos, tenemos que seguir!
- ¿Otra vez? - se quejó Kikyo - ¡Que más da que descansemos un poco más!
- No podemos. Si no puedes andar que Ukon te lleve a la espalda.
- ¿Eh? ¿Qué dices? ¡A mi este no me toca!
- Ukon, vosotros id los últimos y dispara a cualquier cosa que se mueva. Tobi, tú y Joribo ir delante.
- Primo, ahí delante hay un sitio estupendo para que preparemos una trampa pero tendremos que cruzar un claro ¿que hacemos? Si damos un rodeo nos arriesgamos a una emboscada, quizás es eso lo que pretenden.
- Pero por el bosque nos podemos esconder mejor - intervino Akane - Aunque el camino parece mas intransitable.
- Lo más sencillo y rápido será atravesar el claro porque seguramente no esperan que nos arriesguemos, lo las probable es que quieran que nos desviemos. Bien, el equipo magenta viene detrás, si vamos deprisa creo que lo atravesaremos sin problemas. Dame la mano Akane. No vamos a correr, no quiero que se den cuenta de que sabemos que vienen detrás, tenemos que alcanzar el otro lado y allí los esperaremos y prepararemos una emboscada, como vienen detrás de nosotros se confiarán. Actuar con naturalidad, caminad deprisa pero sin pasarnos.
Empezaron a atravesar el claro, un ruido seco a sus espaldas les hizo girarse. Ukon comenzó a disparar contra no sabía bien que pero seguro de que allí había alguien.
- Parece que no hay nadie Ukon - habló Sasuke.
Ukon cesó de disparar y en ese preciso momento un certero disparo que nadie supo identificar de donde venía le dio en una pierna.
- ¡Me cago en...! - comenzó a gruñir mirando incrédulo la mancha magenta. Otro disparo, esta vez parecía venir desde otro punto, le dio en la otra pierna.
- ¡Disgregaros! - gritó Sasuke.
Echaron a correr sin orden, cada pareja hacia un lado. Sasuke tiraba de Akane y se dirigía al final del claro cuando allí, precisamente delante de ellos, aparecieron Pain, Shikamaru y Chouji. Ukon volvió a disparar como loco pero dos ráfagas de tinta magenta tiñeron esta vez su camiseta completamente. Mientras gritaba todos los insultos que parecía conocer, Kikyo se dejó caer al suelo tapándose la cabeza.
Sasuke miraba incrédulo a todos lados ¿Dónde estaban? ¿Era todo una trampa para llevarles al claro? ¿Por qué estaban tan separados? ¿Cuando habían llegado allí si iban por detrás de ellos?
- ¡Maldito gordo de mierda! - gritó Jirobo lanzándose con Chouji.
Pero Chouji fue mas rápido y comenzó a disparar con toda la rabia que tenía acumulada contra él.
- ¡Vale Chouji! - dijo Shikamaru - Vale ya, ya ha caído.
- ¡No! ¡No está! ¡No está! - gritaba Chouji, el recuerdo de lo que había pasado y sobretodo el mal rato que le hizo pasar a Ryuko se había instalado en su mente y le impedía dejar de disparar.
- ¡Chouji, ya! - gritó Shikamaru - ¡Tranquilizate!
- ¡Vale, me rindo, me rindo! - lloriqueaba Kikyo - ¡Ya no puedo más! Esto no merece la pena.
- Stella - llamó Shikamaru - Sal y aprésala.
Stella apareció por detrás del claro apuntando a Kikyo.
- ¿Stella? ¿Que haces?
- Lo siento Kikyo, no es nada personal.
- ¿Pero vas a ser capaz de atarme?
- Y de dispararte si te resistes.
- Pero somos amiga, anda, yo me rindo, no me ates, te digo que no escaparé, ni tengo intención, ya estoy harta de esta tontería.
- Lo siento, pero son las órdenes de mi teniente.
Kikyo hizo un además para levantarse. Stella la disparó sin pensarlo.
- ¿Que has hecho?
- ¡Anda y chúpate esa! - exclamó riendo Ukon - Quien lo diría de la pija.
- Lo siento Kikyo, no haberte movido, me dijeron que si te resistías disparase, tu lo escuchaste.
- ¿Haces caso a ese tipo?
- Voy a ganar Kikyo, pienso ganar y él sabe como hacerlo. Quiero ganar y haré lo que sea.
- Stella retira las armas de los tres muertos, aunque están muertos no me fío, ah y que te den sus pañuelos.
Mientras tanto Kabuto apareció por un lado con su estúpida sonrisa en los labios.
- Que sorpresa, Sasuke, esperaba más de ti.
- La situación se te pone mal, Uchiha - dijo Pain - Creo que deberías rendirte.
- ¡No lo veas tan fácil! - se oyó la voz alta y algo nerviosa de Sakura - Desde donde estoy sois un blanco fácil. Dejad irse a los que no están heridos si no queréis que empieze a disparar.
- ¿Sakura? - se extrañó Sasuke - ¿Sakura, eres tú?
- No te preocupes, yo te cubriré.
- ¡Que amable es la chica! - habló socarronamente Pain - ¿Crees que podrás salvarlos a todos? En cuanto des el primer disparo, nosotros les dispararemos a ellos.
- Pues entonces... ¿No atacareis a los prisioneros?
- ¿Por quien nos has tomado, niña? - respondió Kabuto.
- ¿Que haréis con ellos?
- ¿No es esta conversación un poco tonta? - se quejó Pain.
- ¡Soltad a Sasuke!
- Vaya, cuanta amabilidad - rió Kabuto - ¿Sólo vas a salvar a tu Sasuke?
- Sakura no digas idioteces - gruñó Sasuke.
- Yo se lo que me hago - explicó Sakura.
- ¿Quieres planear salvar a los demás junto con Sasuke? - habló sin muchas ganas Shikamaru.
- ¡Callate ya, Sakura! - gritó de pronto Akane - Solo te están entreteniendo.
- Anda si la pelirroja sabe hablar - dijo Pain.
- Y morder también - repuso Akane.
- ¡Hacedme caso! - reclamó atención Sakura - Estoy hablando en serio, dejad irse a Sasuke.
- ¿Que hacemos Uchiha? - habló Kabuto - ¿Te dejamos libre? ¿Sacrificarás a tus compañeros? No eres muy amable, perdedora, sigues siendo igual de cobarde y patética, incluso aún peor.
- Kabuto tu eres el... ¡Ah!
Hubo un silencio.
- Esto - interrumpió la expectación Shikamaru - ¿Nos habéis contado?
- Tobi sabe... falta uno.
- Falta Karin - masculló Akane - Y Sakura ha caído de lleno en las trampas de estos.
Karin apareció casi arrastrando a Sakura.
- He encontrado este ratón por ahí escondido ¿Que hacemos con él?
Karin cruzó su mirada con Sasuke, no le gustaba verle vencido pero estada dispuesta a demostrar que ella no era una traidora y que sabía adaptarse a las circunstancias que le tocaran.
- No se - dijo Shikamaru - Estaba dispuesta a sacrificar a Tobi y a Akane por salvar a su Sasuke, que decidan ellos.
- ¡Eso no es cierto! Yo quería salvar a Sasuke para que juntos pudiésemos...
- Eres tan traidora como yo - la cortó Kabuto - Llorica.
- No, Sasuke, no es lo que parece, no les escuches.
- ¡Ahg! - se quedó Shikamaru - Esto es un aburrimiento. Vamos a hacer un divertido juego, Sasuke. Un juego en el que te voy a dar la oportunidad de salvarte y salvar a una de estas dos damas.
- ¿Un juego?
- Si, es que esto me aburre mucho. Mira, a tu izquierda tienes a Kabuto, apuntando a Akane, a la derecha a Karin apuntando a Sakura. Elige a cual quieres que disparen y te dejaré marchar con la otra.
- ¿Estás loco?
- No, es divertido. Elige a cual quieres sacrificar y podrás planear tu venganza con la otra. Vamos... no me digas que no es un chollo, tendrás otra oportunidad de vencerme.
- ¡Eres un psicópata! - gritó Sakura.
- Ya te lo he dicho, me aburro. El gran Uchiha no ha resultado ser un gran rival.
- Escógela a ella - habló llena de rabia Akane sin quitar sus ojos de Shikamaru - Es mas peleona que yo y te ayudará más.
- No, no... eso no Akane - habló medio sonriendo Shikamaru - Tu a callar, no le vayas a confundir. Debe elegir él solo ¿A quien vas a sacrificar para conseguir otra oportunidad, Uchiha? Vamos, decídete.
- ¡Menudo cabrón estás echo! - rió Ukon - ¿Esto se puede hacer?
- Estaba prohibido matar a los prisioneros - intervino Jirobo.
- Técnicamente aún ninguna es mi prisionera, nadie les ha quitado el arma, lo mismo nos disparan... y tampoco se han rendido ¿a que no?
Sasuke miraba aterrado a Shikamaru aquel chico era cruel, realmente cruel y su mirada era fría y despiadada. Miró a Sakura, avergonzada, y a Akane mirando con ojos llenos de fuego a su posible ejecutor. Luego miró a Kabuto, sonriendo cínicamente, como siempre y a Karin, seria y sin dudar en lo que hacía.
- ¿Te has decidido ya? Venga, no tenemos mucho tiempo - apremió Shikamaru.
- ¿Y si no acepto este juego? ¿Y si no escojo a ninguna?
- Pues no se, dejare que mi equipo decida, a lo mejor os llevamos prisioneros y se acabó el juego.
- ¿Tobi no puede dar su opinión?
- No Tobi, no puedes.
- Esta bien - dijo en tono furioso Sasuke - Salvo a ... - cerró los ojos y respiró hondo - A Sakura.
- Vaya - sonrió Shikamaru mientras se oía protestar a Sakura - Apartate un poco... Kabuto, cuando quieras.
- ¿De verás las vais a disparar? - preguntó incrédula Sakura.
- Sera un placer - fue lo que se oyó responder a Kabuto.
Todo fue muy rápido. Antes de que Kabuto apretase el gatillo Sasuke se lanzó tirando a Akane contra el suelo y protegiéndola con su cuerpo. Una lluvia de cartuchos de tinta magenta se estrellaron en él.
- Para Kabuto - dijo Shikamaru - Ya está más que muerto. ¡Que bonito Uchiha! Has sacrificado tu vida por ellas.
Sasuke seguía abrazado a Akane aún protegiéndola. Poco a poco la soltó y la miró.
- Lo siento. Yo nunca dejaría que te hicieran daño.
- ¡Por dios Sasuke, que esto es un juego! No te pongas tan dramático.
Presa de un ataque de nervios, Sakura se había dejado caer al suelo e intentaba nerviosamente no llorar.
- Bueno pues... - continuó Shikamaru mientras la miraba - No puedo dejarte marchar.
- Una escenita muy trágica - interrumpió Pain - Pero vamos a acabar ya con esta tontería de una vez.
- ¿Te has enfadado? - preguntaba Sasuke a Akane en voz baja aún encima de ella.
- ¿Por qué? ¿Por que escogiste a Sakura? No seas tonto, me lo imaginaba, era lo lógico.
- ¡Eh! - dijo Shikamaru agachándose junto a ellos - Ahora es mía ¿lo recuerdas? Eres un muerto muy pesado ¿lo sabías? Vamos Akane, levanta, me tienes que dar algo.
- ¡Déjame agonizar al menos! ¿no?
- ¡Que problemático eres! Vale, agoniza un poco si quieres, mientras voy a por la otra. Tobi ¿tú te rindes o quieres que juguemos también a cualquier cosa?
- No, Tobi no es tonto, Tobi se rinde.
- Vale, buen chico. Atale Pain.
- No hagas daño a Tobi ¿vale?
- ¿Por qué te rindes tan fácilmente? - dijo Pain mientras procedía a atarle - No es muy típico de ti.
- Porque Tobi ha descubierto que se divierte más mirando.
- Bueno Sakura - Shikamaru se acercó a ella - Como supondrás no te voy a dejar ir. Levanta.
- Pero...
- El trato era dejar a Sasuke pero es que está muerto. ¿Qué se siente al saber que te eligió a ti pero murió por otra?
Sakura respiró profundamente y le miró llena de rencor.
- Eres un monstruo, disfrutas con todo esto. Si eligió que yo me salvase deberías dejarme ir.
- Parece que no entiendes nada. Aquí mando yo y tu no estás en posición de pedir. Me encanta ser malo. Vamos levanta ¿Tienes algún otro pañuelo?
- Lo tendrás que averiguar tu.
Shikamaru chasqueó la lengua, la miró con gesto aburrido y se agachó hasta quedar a su altura.
- Eres un poco dura de mollera ¿Quieres que te lo busque Kabuto?
- Es... está en mi mochila.
- Así me gusta - Shikamaru se levantó y cogiendo a Sakura del brazo la obligó a hacer lo mismo.
- Busca en su mochila Karin y átala. Pero antes me vas a decir quien anda por ahí.
- No te voy a decir nada.
Shikamaru suspiró.
- Me estás aburriendo mi querida flor de cerezo.
- ¿Que vas a hacer? ¿Dispararme? Fíjate que miedo me das.
- No, no te voy a disparar. Creo que la tortura es más eficaz y Kabuto debe estar deseando "probar" unas cosas - Shikamaru se acercó a ella y con una mano rodeó su cintura - Tu me lo vas a decir ¿a que si? ¿a que no te fías de Kabuto? - y acortó el espacio entre ellos sonriendo maliciosamente.
- Sh... Shino está por libre. El equipo de Kimimaro venció al mio y también tiene la bandera azul marina, que yo sepa no hay nadie más.
- ¿Ves como sabes cooperar?
Shikamaru desató el pañuelo de Sakura que tenia anudado en la cabeza y se lo dio a Karin. Sakura parecía bastante molesta y avergonzada de su propia actitud.
- Bueno - Shikamaru volvió a donde estaban Sasuke y Akane que ahora se encontraban sentados - ¿Te has muerto ya?
- ¿Qué le has hecho a Sakura? - Sasuke le miró con reproche.
- Para estar muerto das mucha guerra. Aparta - empujó a Akane volviendo a tirarla contra el suelo y sentándose a horcajadas en su piernas, apuntándola directamente al pecho, postura que era muy incómoda para la chica por culpa de la mochila que llevaba a la espalda. Sasuke hizo un ademán que parecía indicar que quería atacar a Shikamaru, Kabuto le detuvo con la metralleta y sonriendo hizo un gesto de negación con la cabeza - Dame tu bandera.
- ¡Eres un bruto! ¿Qué te hace pensar que tengo yo la bandera?
- ¡Ahhhhh! ¡Que problemáticas sois las mujeres! ¿Por qué hacéis todo tan difícil? Stella dame cuerda.
- ¿No irás a dispararla tan de cerca? - gruño Sasuke. Shikamaru le regaló una aburrida mirada.
Stella le pasó la cuerda. Shikamaru soltó la metralleta y cogió ambas muñecas de Akane.
- ¿Sabes que me encanta tenerte así? Creo que he descubierto una parte muy sádica en mi. No te pongas nerviosa, no voy a besarte hasta que tú me lo pidas.
- Ve-te-a-la-mi-er-da.
Shikamaru sonrió y comenzó a pasar la cuerda por la muñecas de la chica.
- Estúpido engreído
- No sabes la satisfacción que me da verte tan indefensa... a ver, a lo que iba ¿Dónde está la bandera?
- Eres un cerdo, eres un...
- Si, si ¿Dónde está la bandera?
- La tengo atada en el muslo pero no me puedo quitar los pantalones ¿lo vas a hacer tú, asqueroso?
Shikamaru se retiró de encima de su compañera y tanteó las dos piernas.
- No hace falta. Tu misma puedes intentar quitártela, seguro, a no ser que quieras que lo haga yo
¿Te gusta la idea, Akane?
Akane llevó sus manos a una de sus piernas y comenzó a hacer movimientos para aflojar la bandera y que cayese.
- Las chicas tenéis la costumbre de guardaros las cosas donde pensáis que no nos atreveremos a tocar y precisamente es ahí donde queremos tocar – rió Ukon.
Instantes después Shikamaru ondeaba triunfante su trofeo, los demás componentes del equipo dieron vítores de alegría.
- Tienes mas banderas ¿verdad?
- En la mochila.
- Con lo fácil que es colaborar ¿por qué lo haces todo tan difícil? Sasuke acércate voy a quitarte la pulsera.
- Estoy muerto, acércate tu.
Shikamaru suspiró. Kabuto empujó bruscamente a Sasuke para acercarle.
- ¿No deberías quitársela a ella? - preguntó Sakura.
- No, me llevo la de Sasuke. Akane va a ser mi prisionera particular, va a estar muy cerquita de mi.
Después de quitarle la pulsea a Sasuke se la guardó en su bolsillo.
- Vamos Akane - dijo levantándose - Y ya sabes, procura no separarte de mi.
- Eres totalmente despreciable - indicó Sasuke.
- Ya, ya... pero ahora mi equipo tiene ya tres banderas ¿Que hacemos equipo magenta? ¿Vamos al barracón y lo dejamos? ¿O buscamos al equipo de Kimimaro? Son los únicos que quedan por lo que se ve.
- Pues yo digo, o sea, que vayamos a por todos - propuso Stella - El poder causa un placer inmenso.
- ¿No queda nadie más? - inquirió Pain.
- Si, Shino, puede ser una molestia.
- Vayamos a por todas - propuso ahora Pain.
- A por todas - repitió Kabuto.
- ¿Chouji?
- Haré lo que tu digas, te sigo a ti.
- ¿Karin?
- Tenemos tres prisioneros que pueden ser una molestia, primero dejémosles en un punto de control y luego... demostremos de lo que somos capaces.
- Pues la mayoría ha hablado. Vamos Akane, levanta o me voy sin ti - Y comenzó a alejarse.
- ¿Crees que es fácil levantarme, inútil?
- Yo te ayudo - dijo Kabuto uniendo la acción a la palabra - Creo que un monstruo de ojos verdes ha poseído al Nara.
Akane le miró sin entenderle. Su pulsera pitó. Shikamaru se detuvo en su camino.
- Vamos calabacita. La próxima vez no me detendré.
- No te perdonaré en la vida - gruñía Akane caminando hacia él.
Chouji caminó al lado de Shikamaru.
- ¿Se puede saber que te pasa? Tú no eres así ¿Por qué haces estas cosas?
- Son el enemigo, al enemigo ni agua.
- Mas bien me recuerdas a los ciervos que me llevaste a ver una vez, esos que estaban en época de apareamiento y arremetían a cornadas contra otros.
- Eso no tiene mucho sentido.
- ¿Estas celoso? Si... es eso... estás celoso.
- ¿Por qué iba a estar celoso?
- Estás muy celoso.
- ¡No digas tonterías!
- Uy, los celos a ti te afectan mucho - comentaba Chouji quedándose parado. Kabuto pasó a su lado.
- Da miedo tu amigo ¿eh? Es lo que tienen los celos, convierten en monstruo a la mejor persona.
- Eso decía yo.
- ¿Esos dos tienen algún tipo de relación, verdad?
- Es todo muy complicado. ¡Shika! ¿No vamos a parar para comer?
- Ahora dentro de un rato.
- Me estoy muriendo de hambre.
- Tobi tendría que ir al baño.
- ¿No puedes aguantar? ¿Quieres que te baje los pantalones Pain?
- Tobi aguanta, Tobi aguanta.
Iruka, apoyado en una de las paredes del barracón, miraba absorto hacia el frente sin ver nada inmerso como estaba en sus pensamientos.
- Ejem - carraspeó a su lado Anko - ¿Que pasa Iruka? - gritó ahora sin mucha sutileza.
- ¡Ah! Anko... ¿que tal la chica lesionada?
- Ten-Ten... es Ten-Ten... Ya deberías conocer a tus alumnos.
- No si yo es que...
- Tenía la clavícula descolocada ¿No has oído el grito que ha dado cuando se la han metido?
- Pues la verdad... no, pero tiene que haberle dolido bastante.
- Pues si, es muy doloroso - Callaron durante unos segundos a Anko le resultaron incómodos - ¿Por qué estamos hablando de tonterías? Parecemos... no se lo que parecemos... desconocidos hablando de cosas que no nos importan.
- Lo siento Anko, es que estoy un poco distraído.
- ¿Un poco? ¡Podía haberme paseado desnuda por delante de ti y no te habrías dado cuenta!
Iruka sonrió amablemente ante la afirmación de la profesora.
- En serio Iruka ¿te pasa algo? Estás como muy distraído.
- No, es solo que a veces me planteo dudas sobre la enseñanza y sobre lo que es ético o no.
- ¡Que tonto eres! - Anko le dio una palmada en el hombro - Esas cosas no se piensas ¿Que ha sucedido? ¿Problemas con los alumnos?
- No, no es eso.
- ¿Por qué no quedamos un día de estos y hablamos sobre lo que sea? ¿Eh? ¡Venga! Tomaremos unas copas y nos reiremos un poco.
Iruka miró a los ojos de Anko, quizás era eso lo que necesitaba, salir con una mujer más cercana a su edad, tener una charla de amigos, distraerse, tal vez eso le ayudaría a centrarse, a volver a su vida porque llevaba unos días en los que tenía la sensación de no controlar nada. No podía dejar que una de sus alumnas le estuviese poniendo el mundo del revés... no no podía permitirlo, aquella era una situación absurda e incoherente, él era un profesor, le gustaba enseñar, no iba a dejar que su carrera se arruinase y menos aún estropear la amistad con la familia Nagashiyama.
- Me parece buena idea, Anko.
- ¡Genial! No lo olvides, tenemos una cita.
Anko se giró para alejarse e Iruka sonrió de nuevo, sonrisa que se borró inmediatamente de sus labios cuando vio unos ojos oscuros mirándole fijamente, unos ojos pertenecientes a una de sus alumnas.
- ¡Hola Nagashiyama! - la saludó Anko al pasar por su lado.
- Hola Anko-sensei - le devolvió el saludo Jisei.
Iruka se sentía incómodo, Jisei había visto la escena y seguramente había oído lo de la cita ¿y por qué sé se sentía como si estuviese haciendo algo malo? ¿cómo si tuviese que justificarse? Jisei se acercó a él lentamente.
- ¿Cómo está Temari? - preguntó tratando de actuar con normalidad.
- Mejor... Tsunade le ha dado algo... unas pastillas y parece que no hace falta que vaya al hospital.
- Bien... mejor ¿no?
- Bueno yo es que quería saber si podías llevarme al punto de control donde están mis compañeros.
- ¿Y eso?
- Es que aquí yo...
- Venga, vamos.
Recorrieron la distancia que les separaba del jeep en silencio y en silencio, un silencio incómodo, Iruka conducía hacia el punto de control.
- ¿Que le ha pasado a Ten-Ten? - se atrevió a romper aquel silencio Jisei.
- Creo que se ha caído de un árbol.
- Vaya. Bueno es normal que en una actividad así sucedan accidentes.
Iruka frenó de golpe y apretó las manos en el volante.
- ¿Sucede algo? - se alarmó Jisei.
- ¡Maldita sea Jisei! ¡Maldita sea! - dio un golpe seco con ambas manos en el volante - Estoy perdiendo la cordura. Una parte de mí no para de repetirme que está mal, que eres mi alumna, la hermana de Kisuke, casi como mi hermana pequeña, y otra parte no puede dejar de mirarte, de ver la mujer en la que te has convertido, de desearte y de añorarte cuando no te veo. No sé lo que me pasa y no te voy a mentir, no sé si es amor o solo deseo, sé que cuando miro tus ojos me pierdo en ellos, que me muero de rabia cada vez que veo a tus compañeros cerca de ti, que anhelo estar a tu lado y hablar y bromear contigo, que de pronto empiezo a pensar en ti y me enojo conmigo mismo porque no puedo dejar de hacerlo, y cuando te veo miles de imágenes en las que te beso y te acaricio invaden mi mente, quiero tenerte cerca y sentirte y me enfado contigo porque no te das cuenta... y yo...yo...no puedo pensar con claridad, creo que me estoy convirtiendo en un depravado.
- Iruka yo... - Jisei temblaba, aquello que había escuchado era más de lo que nunca podría haber supuesto - no te burles de mí porque llevo mucho tiempo sintiendo algo por ti, y no es respeto hacia un profesor, ni admiración, ni cariño de amiga. Puedo soportar que me digas que solo soy tu alumna, que me rechaces, pero no soportaría tus burlas.
Se miraron casi con miedo.
- Esto no puede seguir así - dijo temeroso Iruka.
- A lo mejor... a lo mejor deberíamos conocernos mejor... creo yo... no pienses nada raro... quiero decir que a lo mejor descubriríamos que no es cierto lo que creemos ¿Tu crees que sientes algo por mí? – Iruka guardó silencio – Necesitamos tiempo Iruka, no solo somos Iruka y Jisei, somos un profesor y una alumna, la hija de quien te ha tratado casi como a un hijo... esto es más que complicado. Yo también siento haberte provocado, no he tenido en cuenta lo difícil que resultaba para ti, solo he pensado en lo que yo sentía...
- Jisei ¿Te apetecería salir algún día conmigo? No me refiero a como amigos, si no a una cita, una cita para conocernos más íntimamente y saber de verdad lo que sentimos.
- ¿Tu crees que eso es apropiado?
- Lo que se es que sea lo que sea tenemos que solucionarlo. Si sentimos algo el uno por el otro nos enfrentaremos a ello y si no... podremos olvidarlo todo y actuar como siempre quitándonos ese peso de encima, tu misma lo dijiste.
- ¿Y si solo es uno el que lo siente? De todas formas tu has quedado con Anko.
- Es que yo necesito...
- Aclararte... lo entiendo – lo entendía, si, lo entendía, seguramente Iruka necesitaría demostrase algo pero eso no quería decir que le gustase la idea.
Iruka arrancó el coche de nuevo.
- Déjalo Jisei... todo es muy complicado. Es mejor que lo olvidemos todo.
- Si... es mejor, en el fondo son tonterías... pronto nos reiremos de esta situación.
Y continuaron el viaje en silencio. De nuevo habían vuelto a evitar el tema, de nuevo intentaban engañarse a si mismos sobre su situación.