sábado, 23 de agosto de 2014

77. Secretos en los aseos

A la hora de la comida, Tsunade y Jiraiya en encontraron camino de la sala de profesores.
- ¿Que tal 2-1? - se interesó Tsunade.
- Horrible. No cooperan para nada ¿Y los de 2-2?
- Igual. Esto va a ser difícil pero te aseguro que a cabezota no me van a ganar, conseguiremos una clase tranquila quieran o no. Llevan toda la mañana viniendo al despacho a quejarse, me tienen agotada.
- Se han puesto muy nerviosos porque no se lo esperaban, ha sido un cambio muy brusco, quizás si les hubiésemos avisado antes de la vacaciones les hubiese dado tiempo a acostumbrarse.
- Pero antes de las vacaciones no lo sabíamos. Es lo que hay, todos tendremos que adaptarnos. Hola - saludó al entrar en la sala de profesores, allí estaban Asuma, Iruka y Kakashi charlando.
- ¿Cómo ha ido todo? - se interesó Kakashi.
- Fatal - contestó Tsunade sentándose pesadamente.
- Será mejor que no te pongas cómoda - le dijo Jiraiya - Recuerda que volverán a ir a tu despacho a quejarse.
- Es cierto, es cierto.
- ¿Cómo han quedado las clases al final? - preguntó Iruka.
- Míralo tu mismo - Tsunade dejó en la mesa de juntas la carpeta que llevaba. Iruka la abrió, miró la primera hoja de forma rápida y pasó a la siguiente, en esa se detuvo un poco más y volvió a cerrarla.
- Pues no son grupos tan malos - comentó.
- No, malos no son... en teoría.
Ahora fue Kakashi el que cogió la carpeta y fue directamente a la segunda hoja. Había observado a Iruka, lo que fuera que más le interesaba estaba en la segunda hoja. Revisó el nombre de las alumnas: Ryuko, Hinata, Jisei, Temari, Ino, Konan, Stella, Kikyo, Tayuya... una de esas era, estaba seguro y conociendo a Iruka, sus gustos y lo que había dicho que era amigo de la familia podría descartar a Temari, Tayuya, Hinata y Ryuko y casi se arriesgaba a quitar de la lista también a Stella, Ino y Kikyo, con lo cual se le reducía a dos: Konan o Jisei.
En realidad no todos los alumnos implicados en el cambio de clase protestaron, algunos como Karin o Akane se resignaron a esos cambios. No les quedaba otro remedio porque a los que protestaban se le explicaban los motivos del cambio de tal forma que, o bien les convencían o se les pedía que intentasen adaptarse durante un tiempo, Para Tsunade y el grupo de profesores cambiar de nuevo aunque solo fuese a uno implicaba reestructurar todo de nuevo.
...
Durante la comida los grupos se separaron y agruparon según sus preferencias habituales.
- Chouji - dijo Ryuko - ¿Te importa que comamos hoy las chicas solas?
- ¿Reunión solo para chicas?
- Si, algo así.
- Pues claro que no me importa ¿Por qué iba a importarme?
- No se, porque pienses que te quiero apartar o algo.
- Ryuko, yo se lo importante que son tus amigas para ti y me parece genial que queráis tener esos momentos solo para vosotras, es más, te voy a decir una cosa: no te apartes de tus amigas por mí ni las desatiendas porque si algo pasase y yo te fallase serán ellas las que te escucharán y aguantarán tus lágrimas.
Ryuko le miró con admiración, aquella frase había sido preciosa o al menos a ella la había conmovido ¿por qué había personas que no veían la gran persona que era Chouji?
- Chouji - dijo de pronto Jisei - Tú eres más grande que los otros chicos porque tienes que tener el pecho más grande para que te coja todo ese corazón que tienes.
- ¡Ala! - rió Chouji - ¡Que exageración!
Las chicas se alejaron de ellos camino de la nueva clase de 2-2 y Shikamaru le miró arqueando una ceja.
- Mira como la bolita sabe hacerse en interesante delante de las chicas.
- ¿Tú también lo has oído?... Era una tontería que se me ocurrió.
- Pues parece que la tontería funciona. Anda, vamos a comer.
De camino a la zona donde iban a comer Chouji miraba a Shikamaru de hito en hito.
- ¿Que me miras tanto? - se quejó el chico.
- No, yo... ¿Shikamaru estás bien? No se si es que te ha afectado los cambios de clase o que pero estás muy raro.
Shikamaru no contestó, se limitó a mirarle con su habitual gesto aburrido.
- Shikamaru yo te conozco, pareces normal pero hay algo en ti distinto.
- Mendokusei... supongo que si, a ti no te puedo engañar.
- Lo sabía, sabía que te pasaba algo ¿Que es lo que preocupa?
- Saber que universidad escoger. Mis padres querían que fuera a la Todai pero no va a ser posible y anoche me acosté bastante tarde viendo las más cercanas.
- ¿Universidad? ¿Todai? ¿De qué estamos hablando? Me he perdido totalmente.
- El año pasado la directora me propuso adelantar un curso ¿te acuerdas? Creo que voy a tener que pedirle que me deje presentarme a los exámenes, necesito graduarme este año.
- Shikamaru ¿De que hablas?
- Akane está embarazada y eso es muy problemático.
Chouji se quedó clavado en el sitio mientras Shikamaru seguía andando, este, al ver que no le seguía se detuvo y se giró.
- ¿Que has dicho?
- Ahhhh... está embarazada casi seguro.
- ¿Cuando?
- Pues ahora.
- ¿Y que vais a hacer?
- Pues aún no lo se, estoy esperando a que ella me lo diga, entonces ya veremos, supongo que algo haremos.
- ¿Supones? ¿Supones? Shikamaru que esto es muy serio.
- Si, es bastante rollo.
- ¡Shikamaru! Tú me estás tomando el pelo.
- ¿Tengo cara de estar tomándote el pelo?
- ¿Pero estás seguro de lo que dices?
- Seguro, seguro al 100% no estoy pero es lo más probable.
- O sea, que ella no te ha dicho nada.
- No.
- Entonces son conjeturas tuyas.
- Si.
- ¿Y en que te basas para eso?
- En sus cambios de humor, su gusto por comer cosas avinagradas, su percepción de los olores que últimamente parece Kiba, sus arcadas, el sueño que tiene, el asco que le da algunas cosas, el malestar general y un sexto sentido, llámalo intuición masculina.
- ¿Pero tú estás seguro de lo que dices?
- Chouji, te dije que metí la pata, la metí pero bien.
..
En la nueva aula de 2-2 habían quedado solamente el grupo formado por Akane, Jisei, Sumire y Ryuko y alejada de ellas, comiendo en solitario mientras parecía leer un libro Fatora.
- ¿Que le pasará? - susurró Sumire.
- A lo mejor no tiene ganas de salir - contestó Akane.
- ¿La llamamos? - propuso Sumire - Ahora es nuestra compañera.
- No se - respondió Ryuko - No la conocemos de nada.
- ¿Cómo se llama?
- Fatora - contestó Jisei - se llama Fatora.
- ¡Eh, Fatora! - gritó Sumire - ¿Vienes a comer con nosotras?
- No... no... gracias.
Fatora se había quedado en clase porque quería saber si alguien la echaba de menos. La habían separado de su grupo de amigas y quería saber hasta que punto la iban a extrañar. La respuesta era obvia: nada; no había ido a comer con ellas y ni siquiera al salir de clase, Sasori o Deidara le habían preguntado si no iba con ellos, se suponía que era algo así como "la chica" de Sasori, pero nada y tampoco habían pasado ni Stella o Kikyo a interesarse... nada, a nadie le importaba, nadie la echaba de menos. Solo le quedaba esperar a ver si al volver de la comida alguien le preguntaba porqué no había ido, pero algo le decía que tampoco pasaría.
Ahora la conversación de esas chicas la estaba distrayendo, eran graciosas, la del pelo corto parecía bastante despistada y contaba cosas muy divertidas, se veía que eran buenas amigas... que envidia le daba.
Sumire, Jisei, Ryuko y Akane estuvieron riendo y bromeando mientras comían. Jisei no podía dejar de observar a Akane que, de vez en cuando, se mordía las uñas con bastante nerviosismo.
Casi habían terminado cuando Akane empezó a sentir como la comida no deseaba quedarse en su estómago, unas arcadas comenzaron a amenazar con expulsar lo que había comido, al principio parecía controlarlas pero una de ellas la hizo hacer un extraño ruido mientras se tapaba la boca.
- ¿Que te pasa? ¿Te atragantas? - se interesó Sumire.
Se levantó y haciendo un gesto con las manos a sus amigas se dirigió corriendo a la puerta y salió del aula.
- Creo que algo le ha sentado mal - comentó Sumire.
- Ya te digo... y tan mal - añadió Jisei - Anda vamos a ver si necesita algo.
Jisei y Ryuko se levantaron, Sumire las miró algo extrañada para luego encogerse de hombros y seguirlas.
Una vez en el servicio, Jisei abrió todas las puertas para asegurarse de que no había nadie mientras se oía a Akane vomitando en uno de los departamentos.
- Pues si que le ha sentado mal, si - repetía Sumire.
No tardó Akane en salir con gesto de asco y la cara algo desencajada.
- ¿Te encuentras muy mal? - se interesó Ryuko.
- No pasa nada - contestó mientras abría uno de los grifos para acercar sus labios al chorro de agua y sorber.
- Tranquila - dijo Jisei - He oído decir que después de los tres primeros meses a veces los vómitos remiten.
Akane, que estaba enjuagándose la boca dejó salir toda la que tenía de una forma estrepitosa.
- Creo que tengo que contaros algo - dijo.
- Somos tus amigas, si no nos lo cuentas a nosotras ¿a quien? - habló Jisei.
- ¿Que pasa? - intervino Sumire - ¿Estás malita o algo?
- Creo que estoy embarazada.
Sumire lanzó una exclamación ahogada mientras Ryuko, sin poder evitarlo, se sentía nerviosa y algo desilusionada, no le gustaba para nada pensar que a Akane pudiera pasarle algo así, podía esperarlo de muchas personas pero no de ella.
- ¿En que te basas para decir eso? - se interesó Sumire.
- No se... en que tengo un retraso, que no puedo comer nada, que me duelen los pechos un montón... ¡Yo que se!
- Vale, no te pongas nerviosa - le dijo Jisei - ¿Te has hecho la prueba de embarazo?
- No, no me he hecho ninguna prueba.
- Pero Akane... - comenzó a decir Ryuko - ¿Estás segura?
- Si es que soy tonta, tonta, tonta - comenzó a dar golpes a la pared - Esto solo les pasa a las tontas.
- Bah - trató de calmarla Sumire - Seguro que no, lo que tienes que hacer es tomarte un vaso de vino caliente.
- ¿Un vaso de vino caliente? - Jisei la miró interrogativa.
- Bueno, no un vaso, un poquito, lo metes en el microondas y te lo tomas, ya verás como te baja la regla.
Las tras chicas la miraron perplejas.
- ¿Qué método científico es ese?
- Me lo dijo mi abuela. Si estás embarazada no te pasa nada pero si no lo estás te viene.
- A ver si encima se va a emborrachar y ya lo que nos faltaba - se quejó Ryuko.
- ¿A que no le has dicho nada a Shikamaru? - la interrogó Jisei.
- Es que hasta esta mañana no se me había ocurrido pensar que...
- ¿Hasta esta mañana? - gritó Ryuko.
- ¿Es de Shikamaru? - gritó también Sumire.
- ¿De quien quieres que sea? - Jisei la miró con cara de que era algo lógico.
- ¡Y yo que se! De Sasuke
- ¿Tiene pinta ella de ir acostándose con cualquiera?
- Si lo digo por lo que contó de lo que pasó en las vacaciones.
- Déjalo Jisei, no la regañes, ella tiene razón si fui capaz de... hacer aquella estupidez con uno puedo haberlo hecho mas veces y más aún si estaba borracha o drogada o como estuviese.
- ¿Lo has hecho con Shikamaru? - gritó de nuevo Sumire.
- A ti la información te llega un poco retrasada ¿no? - rió Ryuko.
- ¡Ay que bien! Un pequeño Nara con el pelo naranja y la coletita tiesa.
- ¡Sumire! - la recriminó Ryuko - No te lo tomes a broma.
- Si no me lo tomo a broma ¿A quien creéis que se parecerá? ¿A Akane o a Shikamaru?
- ¡Dejadme en paz! - se quejó Akane - Esto no tiene ninguna gracia... además que no, que a mi me va a venir la regla hoy mismo, que lo se yo, que lo noto, ya lo veréis - y abrió la puerta del servicio para volver al aula.
- Vale, vale - añadió Sumire - Lo que tú digas... Oye Ryuko - susurró - ¿Tú estás segura de que es de Shikamaru?
- En cuanto nazca se sabrá - respondió esta en un susurro intentado parecer que bromeaba a pesar de la preocupación que la invadía - Todos los Nara se parecen, si es un Nara será igualito que Shika.
...
Naruto, extrañamente callado, parecía no prestar atención a nadie.
- ¿Tanto te afecta que te hayan separado de Sakura? - se burló Ino.
- No me afecta nada - respondió de forma automática - No soy la mascota de Sakura para estar todo el día detrás de ella.
- ¡Así se habla! - Kiba le palmeó la espalda.
Sakura le observaba, sabía que Naruto intentaba pensar en algo para ayudar a Ino, Naruto era así, ella le conocía bien, Naruto siempre que se implicaba en algún tema lo hacía de lleno.
Para Naruto la única solución era poder vigilar a Ino lo máximo posible, estar casi encima de ella para que no pudiera evadirle y a la vez conseguir que su relación fuera tan estrecha como para poder decirle las cosas de forma franca y directa y que le tomara en serio. Sabía que su madre había tenido algo que ver con las nuevas clases y si su madre había separado a Ino de Sakura sería por algo, quizás para que Ino no se sintiese demasiado agobiada por su compañera, o quizás para forzar precisamente que ellos se relacionasen más. A veces el tener a tu mejor amiga pendiente todo el día de ti precisamente es el detonante de cosas peores, de intentar ocultarlo aún más... Tendría que hablar con su madre para averiguar que era lo que exactamente pretendía.
Lo que si tenía claro es que saliendo como están ahora mismo Kiba y ella era muy difícil para él estar a su lado y vigilarla ¿Y que hacía? No podía ir pegado a una parejita en plan sujetavelas y para colmo Sakura estaba medio saliendo con Sasuke, si no lo estuviera podría pedirle que salieran o al menos que fingieran salir juntos, así podrían ir con ellos, a fin de cuentas ellas eran muy amigas pero claro, no podía ser.
¿Y que hacía? Porque claro, no iba a ir a Ino a decirle que estaba enamorado de ella, que dejase a Kiba y saliese con él, eso era más que retorcido, además esas mentiras son jugar con los sentimientos e ilusiones de la otra persona.
Pues necesitaba una chica con la que salir, una amiga dispuesta a hacer el "paripé" con él ¿Pero quien? ¿A quien le podía importar tanto Ino como para eso? O si acaso que le importase él.
Hinata... no, totalmente inviable, eso si que sería ruin y rastrero, menuda forma de humillarla. Además que ¿Y Gaara? Definitivamente imposible.
Pues si que la cosa era difícil.
Pues no había muchas más. De sus compañeras, pensar en Temari era algo ridículo; Ryuko imposible; Jisei... no la veía saliendo con él para nada y tampoco tenía tantísima confianza; Sumire... esta podría ser buena candidata, es bien alegre y divertida, seguro que hasta le resultaba emocionante pero Kankuro parece detrás de ella... mejor no; Akane... si, vamos, solo faltaba eso y se ganaba el odio eterno de Sasuke. Eso le recordaba a Karin... ¡pero si apenas la conocía! ¿que tonterías andaba pensando? Pues solo le quedaba Ten-Ten.
Y Ten-Ten, pensándolo bien, era perfecta.
¿Quien mejor que Ten-Ten? Ella tenía mas motivos que nadie porque a Ten-Ten le gustaba Kiba y a Kiba le gustaba Ten-Ten, eso era algo que todo el mundo sabía. Si Kiba creía que él y Ten-Ten estaban saliendo se pondría celoso y eso le venía a la chica de maravilla y... tenía que hablar con Ten-Ten y proponérselo. Precisamente en esos momentos Kiba y ella estaban jugando a pasarse un balón.
Ino se levantó.
- Voy al aseo - dijo.
- Te acompaño - propuso Sakura.
- No, déjalo, voy yo sola.
Aquella respuesta no gustó nada ni a Sakura ni a Naruto ¿por qué quería ir sola? Ambos pensaron que no debían ser tan desconfiados y no pensar que iba a vomitar, seguro que no, Ino no llegaría nunca a esos extremos.
La casualidad hizo que al rato fuera Ten-Ten la que también quiso ir a los aseos.
Ten-Ten entró en el servicio, hoy empezaban las clases y había decidido volver a ser ella misma. Había reaccionado de una forma egoísta ante la novedad de Kiba y Ino, solo había pensado en lo mosqueada que se sentía pero ahora había decidido ser aún más egoísta, Kiba era su amigo y no iba a dejar de serlo por una rubia caprichosa. Así que hoy iría a comer con ellos, se iba a comportar como siempre con Kiba. Una vez Kiba dijo que apreciaba su amistad, que le gustaba estar con ella y no veía porqué eso tenía que haber cambiado.
Nada mas entrar en los aseos se encontró a Ino mirándose en el espejo, pensó lo que siempre pensaba cuando la veía hacerlo: que era insoportable.
- Hola Ten-Ten ¿Que tal estás?
- Bien, estoy bien.
- ¿Cómo me queda esta falda?
Ten-Ten la miró con bastante desgana.
- Te está grande, te baila demasiado.
- Si, creo que he adelgazado un poquito pero no se, no me gusto del todo, mira - pellizcó su cintura cogiendo un poco de carne - Fíjate todo lo que me sobra.
- Ino, se te notan las costillas, casi se puede dar la clase de anatomía contigo.
- ¿Tu crees? No se chica.
Lo que en ese momento pensó Ten-Ten no era lo más apropiado ni tampoco muy elegante.
- ¿Crees que soy atractiva? - seguía hablando Ino mientras sacaba su pintalabios de color rosa.
También tenía guasa que le preguntara eso precisamente a ella.
- A Kiba le gustas ¿no? - dijo intentando que no se notara el tono despectivo de su voz. Ino se la quedó mirando.
- Oye ¿Tú tienes algo con Kiba?
- Es mi amigo, un muy buen amigo.
- Ya, no es que me parecía... ¿A ti te importa que salga con él?
- ¿Me tiene que importar?
- Yo creo que no pero oye no quiero ofenderte.
- Tranquila que no me ofendes, puedes usarle cuanto quieras.
- Es que es un amor, tan dulce y cariñoso.
- Vale, genial, pero no hace falta que me cuentes detalles.
Ino sonrió con bastante maldad, pensaría que no se le notaba... si es que en el fondo Ten-Ten era una cría.
- ¿Y tú? ¿Estás saliendo con Lee?
Ten-Ten iba a contestarla que no cuando de pronto cambió de idea.
- ¿Y qué si salgo con Lee?
- No, lo decía porque se comenta que estáis saliendo, que habéis estado muy juntos estas vacaciones.
- ¿Quien comenta eso?
- Todo el mundo, querida, todo el mundo.
- Lee es un gran chico - se enfrentó a ella bastante enfadada - Es mi amigo y es un encanto, cuando él salga con una chica seguro que la hace sentir como a una princesa.
- Si, lástima que él casi parezca una rana.
Aquello si que le sentó ya mal del todo a Ten-Ten, no podía evitar dejar a un lado la consideración.
- ¡Que mala que eres! Parece que tienes lengua de serpiente, si te la muerdes te envenenas.
- ¿Por qué te metes ahora conmigo?
- ¿Por qué te metes tu con Lee? Lee es una gran persona y como no cambies esa actitud de juzgar a la gente por su aspecto te perderás muchas cosas buenas.
- Anda y no me eches sermones, vaya como te pones. Me largo. Lo que pasa es que te mueres de envidia porque yo tengo a Kiba.
- Pues anda y disfruta de tu juguete, mona.
- Que mala es la envidia - decía mientras salía.
- ¿Será posible? - gruñó poniendo ambas manos en el lavabo y mirándose al espejo ¡Será engreída, caprichosa y… tonta!
Salió del servicio dando un portazo, ya había conseguido ponerse de mal humor.
Shikamaru caminaba despacio de vuelta al aura, con las manos en los bolsillos, tratando de pensar que sería mas conveniente si esperar a que esa cabezota le dijese de una vez lo que le pasaba o sorprenderla diciéndoselo él porque tal y como era Akane lo mismo pensaba que tenía que solucionarlo sola o algo así y que no necesitaba su ayuda, cuando vio a Ten-Ten salir de los aseos con bastante cara de mosqueo.
- No pareces de muy buen humor - comentó al cruzarse sus miradas.
- Tu amiga Ino es tonta, cada minuto que pasa se vuelve más insoportable.
- Pues vaya, no parece que está el horno para bollos.
- Oye Shikamaru, ahora que te veo ¿Tú me harías un favor?
- Claro, siempre que no peligre mi integridad física.
- Shika ¿Me enseñarías a besar?
- ¿Qué? - contestó atónito.
- A besar, a besar ¿me enseñarías?
¿Pero que le pasaba a las chicas con los besos? ¿Es que era época de celo o qué?
- A ver, explícame eso despacio porque creo que no te he entendido muy bien.
- Que quiero que me enseñes a besar.
- A ver Ten-Ten, vosotras estáis algo aceleradas últimamente ¿es el agua o qué?
- No es que quiera que me beses, eso no.
- Pues menos mal, ya empezaba a asustarme.
- ¿O sea que yo te asusto? ¿No eres tú muy presumido?
- Últimamente las chicas me dais mucho miedo.
- Va ¿Me enseñas a besar?
- ¿Crees que hay un manual?
- Si hubiera un manual no te lo pediría a ti.
- ¿Y para qué quieres saber besar?
- ¿Tú enseñaste a Ino?
- Yo no he enseñado a nadie.
- Entonces Ino te enseñó a ti.
- Tampoco, esas cosas no se enseñan.
- Pero Ino dice que te enseñó todo lo que sabes.
- Que es bien poco ¿A dónde quieres ir a parar? ¿Temes que Kiba aprenda algo?
Ten-Ten guardó silencio mirándole con cara de pena.
- Entiendo... crees que con ella Kiba aprenderá demasiado.
- Quiero... quiero demostrar que yo... quiero recuperar a mi amigo.
- Ten-Ten mírame, no necesitas besar mejor que nadie para recuperarlo... creo que con tu sonrisa bastará.
- Pero yo... él... seguro que él e Ino... yo no quiero resultar tonta y sosa.
- Eh, no te pongas a llorar, eso no es propio de ti.
- Todos dicen que besas muy bien, enséñame.
- Hacemos un trato: si no consigues separarle de Ino con su sonrisa te prometo enseñarte lo que se. Anda y no pienses cosas raras.
Ten-Ten respiró hondo.
- Gracias Shikamaru, gracias por escucharme, siento haberte asustado.
- Ah no te preocupes, piensa que hemos hecho un trato y si sale mal yo me pondré morado.
- ¡No digas eso que me avergüenzas!
- ¿Ahora te avergüenzo? Mira que las chicas sois problemáticas.
- ¿No estabas con Chouji?
- Si pero buscaba a Shino ¿Tú sabes donde se ha metido?
- Ni idea.
- Ahg, este chico es de lo más escurridizo.
...
Cuando Sasori regresó al aula, tal y como Fatora suponía, no habló ni preguntó que le había pasado y porqué no había ido a comer con ellos. Esto la desilusionó, lo esperaba pero aún así la desilusionó. Sintió una rabia tremenda y se dirigió a él con bastante reproche, quería decirle muchas cosas.
Karin regresaba a su nueva aula y al entrar encontró a Sasori hablando de forma algo brusca a Fatora, no sabía lo que había pasado o porqué se le veía así, tan molesto, pero a ella no le gustó nada esa actitud, odiaba cuando se comportaba de esa forma.
Sasori se sentó al lado de Deidara y con un gesto de cabeza señaló la puerta, Karin miró, justo en ese momento entraban la chica de los moñitos y el chico de la coleta tiesa... graciosa pareja, pensó y se sentó en la mesa que ella misma había escogido bastante cerca de Fatora y esos otros dos.
- Esta clase es una aburrimiento - oyó quejarse al rubio.
- A lo mejor es que hechas de menos a Tobi - contestó con tono monótono y sin ningún interés, Sasori.
- Si, claro, anda y vete a tocar las narices a otro.
- No se, es tu novio ¿no?
- ¡No vuelvas a repetir eso en tu vida!
- ¿Quieres tranquilizarte? - respondió el pelirrojo con tranquilidad - ¿Quieres que todo el mundo se entere?
- ¡Imbécil!
- Me encanta esa chica - dijo de repente Sasori.
- Si, ya lo sabemos, es tan normal que resulta perfecta - contestó aburrido Deidara.
- Fatora ¿Por qué no te haces amiga suya?
Fatora se giró a mirarle.
- ¿Que dices?
- Quiero conocerla mejor. Hazte amiga suya y la invitas a venir con nosotros.
- Pero... ¿tu y yo...
- ¿Ya vas a llorar?
- ¿Si quieres conocerla mejor por qué no te esfuerzas tú y te haces su amigo? - exclamó de muy mal genio Karin.
- ¿Me hablas a mi?
- Si, te hablo a ti, estúpido chulo.
Karin sabía que no tenía que haber saltado de esa forma pero es que no pudo evitarlo, no soportaba como se comportaba aquel chico.
- Creo que deberías disculparte - añadió Sasori con el mismo tono monótono.
- No pienso disculparte ante ti, basura.
- ¿Te has dado cuenta de que en esta clase estas sola? - continuó Sasori - No tienes a tu Sasuke, ni a tus amigos.
- Y no los necesito.
- Eres muy estúpida.
- ¡Y tu un imbécil integral! - se oyó de repente a Sakura acercándose a él.
- Hombre, la que faltaba, la niña de pelo rosa ¿Esto que es? ¿Las novias de Sasuke se han aliado?
- Sasori - comentó con ironía Deidara - Eres único haciendo amigas.
- ¿Se puede saber porqué te metes tu ahora, niña? - replicó con toda tranquilidad Sasori.
- Es porque no te soporto, no soporto tu cara, ni tu forma de hablar, ni nada.
- Esta clase está llena de histéricas.
Y no es que Sakura tuviese nada en especial contra Sasori, no al menos en esos momentos, pero estaba de mal humor, nerviosa, preocupada, demasiado tensa por todo y de pronto le vio discutir con Karin y sin pensárselo se acercó.
- Eres una chica muy estúpida tu también, vienes aquí y te pones a gritarme sin razón aparente, ni siquiera sabes de lo que hablábamos... separaros de Sasuke os está afectando demasiado.
- ¿Sakura? - Neji se había acercado también y la sujetaba un brazo - Deja a este tipo ¿no ves que te quiere poner nerviosa?
- ¿Tú también quieres pelea? - se burló Sasori.
- No, yo contigo no tengo ni para empezar. Vamos, vuelve a tu sitio.
Sakura se giró para hacerlo cuando oyó a Karin llamarla, volvió a girarse para mirarla.
- No tenías porqué hacerlo pero... gracias.
- No hay de que. No se lo que pasaba pero las chicas tenemos que mantenernos unidas frente a gentuza como esa.
- ¿Que pasa aquí? - dijo Kakashi entrando - Venga, todos a vuestros sitios.
Neji se sentó bastante malhumorado, no entendía por más que Tsunade se lo había explicado ese repentino cambio de clase, ahora todo era complicado, sus antiguos compañeros ya la conocían y él a ellos, sabía de sus manías pero estos nuevos no le gustaban nada, ni Kabuto, ni Sakon y menos aún Deidara y Sasori, menos mal que al menos Hinata estaba en la otra clase y Naruto y Gaara con ella, además él tenía que hablar con Temari, no sabía si por el cambio de clase, de compañeros o que pero hoy estaba muy distinta a como solía ser ella, no es que fuese una chica alegre como Ten-Ten pero la notaba mucho mas distante y a cualquier cosa contestaba como si le molestase, como si la interrumpieran en sus pensamientos y eso la pusiese de muy mal humor. Tenía que hablar con ella, quizás es que la había desilusionado, quizás esperaba de él que se comportara de otra forma, seguramente no era la clase de relación que esperaba, a lo mejor ella necesitaba alguien mas cercano, que mostrase más sus sentimientos... tenía que hablar con ella y aclararlo todo.
En unos segundos la clase estaba sentada y en silencio.
- Bien, así me gusta ¿Y cómo os estáis empezando a llevar?
- Fatal - respondió Kiba - Nos llevamos fatal.
- Estupendo, así me gusta, con optimismo ¿Te pasa algo, Fatora?
Fatora parecía estar a punto de llorar. Se sentía fatal, esa chica, a la que apenas conocía se había enfrentado a Sasori y en cambio ella no era capaz, cuando Sasori la hablaba ella se quedaba como bloqueada y Karin se había enfrentado a él por ella y ella no había sido capaz de decir nada, ni de defenderse ¿por qué era tan cobarde? Ella antes no era así ¿que le pasaba? Cada día era un poco más cobarde, era como si, desde que estaba con Sasori, fuese perdiendo poco a poco su personalidad, como si empezase a dejar de existir.
Mientras tanto, en la clase de al lado, Jisei sentía como sus piernas flaqueaban y un extraño hormigueo le subía de los talones hasta las caderas. Su mirada se cruzó durante solo unos segundos con la del profesor que había entrado, unos segundos, solo unos segundos pero los suficiente para aterrarla. Fue Iruka el que, rápidamente, desvió sus ojos hacia otro lugar del aula.
Era la primera vez que se veían en bastante tiempo y ahora estaban en la misma habitación, a pocos metros uno del otro y ninguno entendía porqué se ponían tan nerviosos, porqué les sudaban las manos y porqué deseaban tanto acercarse y decirse "hola".
En cuanto a Hinata, tenía que reconocer que no se encontraba demasiado incómoda en la nueva clase seguramente porque estaba Naruto y también Gaara, lo que le molestaba era esa chica que había llegado de Suna, que ahora parecía pegada a Gaara como una lapa, siempre a su lado y mirándole con cara de boba, si, esa chica la molestaba, no sabía decir exactamente que de ella pero la hacía sentirse incómoda, aunque más incómoda se sentía cuando veía que Gaara era amable con ella.