miércoles, 20 de agosto de 2014

60. Efecto mariposa

Sasuke pensó que dejarse querer por Sakura no era mala idea, ella sería feliz intentando demostrarle que lo que sentía por él era cierto, tendría su oportunidad, él la conocería mejor y en too caso le serviría de experiencia sobre como tratar a las chicas, lo que Sasuke no sabía fue que esa decisión produciría un "efecto mariposa" que terminaría afectando a quien menos imaginaba.
El ruido de la puerta despertó a Ino, Sakura ya regresaba. Ino había perdido la noción del tiempo, no sabía decir si Sakura había estado fuera mucho o poco, esta se movía sin hacer ruido, eso debía significar que no quería despertarla y por lo tanto no quería hablar, todo habría ido bien. Cerró los ojos e hizo como que seguía durmiendo, no iba a ponerse a interrogarla a esas horas, ya hablaría con ella mañana.
Sakura se sentía bastante mal consigo misma. Estaba contenta, si, pero no satisfecha, no al menos consigo misma. Había ido a ver a Sasuke a la terraza y allí estaba, tal y como había dicho, vestido con unos pantalones bancos y una camisa ancha y también blanca y sus ojos negros parecían resaltar más que nunca,... estaba muy guapo; la esperaba apoyado en una pared, con las manos en los bolsillos y su gesto serio de siempre, sin embargo, al saludarle él la sonrió levemente.
Después de una frases un poco de cortesía, Sasuke acarició su mejilla, las manos de Sasuke eran suaves y olían a lavanda... parecía que iba a besarla y ella cerró los ojos... y efectivamente la besó y Sakura pensó que era el beso más cálido que había recibido en su vida.
Y ahora no se sentía satisfecha consigo misma ¿Para eso había ido? ¿Para eso la había citado? ¿Solo para eso? ¿Eso era lo que quería de ella? Era cierto que ella soñaba con besarle y abrazarle desde hacía ya años pero ahora que lo había conseguido se sentía vacía ¿dónde estaba el romanticismo? Francamente, por muy cálidos que fueran sus besos ella tenía la sensación de que la había utilizado.
Y eso era lo que la molestaba. Ella podía estar muy enamorada de Sasuke pero no le gustaba sentirse utilizada de esa forma. Le había molestado mucho que Sasuke actuase de esa forma, no se lo esperaba de él. Entendía que al final era un chico como los demás pero... tendría que hacer algo, ella no era un objeto que se usa cuando se tiene ganas... tendría que dejárselo muy claro. De momento había terminado rechazándole y él se había quedado bastante confuso, al principio parecía contrariado pero luego dijo que no pasaba nada... bueno, al menos parecía comprenderlo.
Kankuro, Kiba y Lee compartían habitación. Lee y Kiba se habían quedado ya dormidos pero Kankuro no podía, hacía mucho calor o al menos él lo tenía. Lee había apagado el climatizador porque decía que eso no era sano y que sudar te liberaba de toxinas o algo parecido, algo que era bueno para la juventud, así que Kankuro se fastidiaba y pasaba calor, ese calor pegajoso y húmedo que hace cerca del mar.
Oía a Kiba moverse continuamente y hacer extraños ruidos... ese chico era bastante escandaloso, le recordaba a un perrillo cuando tiene un sueño agitado. Como no podía dormir se puso a pensar en diversas cosas y saltando de una a otra terminó pensando en Sumire, esa chica le gustaba, era bastante obvio y tampoco es que se esforzara mucho por ocultarlo sobretodo delante de Sai que parecía tener cierto interés en ella, por lo menos a Kankuro le molestaba porque siempre estaba haciendo dibujitos de ella y siempre llegaba con helados, bombones, caramelos o cualquier cosa, decía que era porque los amigos suelen hacerse regalos... ya, pues a él no le regalaba nada... y luego esa sonrisa, Sai siempre ponía esa extraña sonrisa que a él le ponía nervioso... pero no podía decirse que estuviese celoso, no, lo que sucedía es que le molestaba tener que compartir la atención de Sumire porque a él le gustaba Sumire y no, no estaba celoso... y ahora que lo pensaba ¿por qué no había venido a la playa? Bueno, mejor para él, así no tenía competencia aunque últimamente Sai ya no parecía el mismo... mejor para él.
Tumbado boca arriba en la cama, con los brazos abiertos, la única prenda que cubría su cuerpo eran unos boxers que se había puesto solo por no dormir desnudo delante de esos dos, por fin el sueño pudo más que el calor y se quedó dormido; de pronto sintió un peso sobre él, algo que le presionaba el cuerpo y le impedía respirar con normalidad y que le daba calor, demasiado calor.
Kankuro se medio despertó y sin abrir los ojos llevó sus manos hacia aquello que tenía encima para retirarlo.
"¿Pelo?" se preguntó extrañado "¿Había un perro?"
Abrió los ojos y miró hacia su pecho para encontrar una oscura cabeza de pelo alborotado.
- ¿Pero que...
Sumire emitió un suave sonido, como un ronroneo y levantó la cabeza para volver a apoyarla rápidamente.
- ¿Sumire, que haces? - susurró muy bajito para no despertar a sus compañeros.
Sumire volvió a emitir ese sonidito mientras movía lentamente el cuerpo rozándose con el de Kankuro.
- ¡Ahhhh! -Kankuro ahogó aquella exclamación - Sumire, por dios ¿qué haces?
No se lo podía creer, Sumire se había metido en su cama y hacía cosas extrañas y... ¿no estaría soñando? a lo mejor estaba imaginando que Sumire hacía esas cosas, claro, que se había dormido pensando en ella...
Cerró los ojos de nuevo "E un sueño" se dijo a si mismo "Un sueño que te cagas, mejor no me despierto"
Sin embargo la presión y el calor que emitía el cuerpo de Sumire parecían muy reales, demasiado reales.
Sumire volvió a moverse restregándose en Kankuro con suavidad. Kankuro abrió los ojos de par en par... aquello no podía ser un sueño.
- Su... Su... Sumire ¿te encuentras bien?
Sumire parecía decir algo, algo ininteligible mientras alzaba la cabeza y volvía con aquel movimiento. Entonces fue cuando, a la escasa luz que entraba por la ventana, Kankuro creyó ver que tenía los ojos cerrados ¿estaba dormida?
- Sumire... eh, Sumire.
Sumire no contestó, volvió a acomodarse sobre Kankuro.
- ¿Estás dormida?
Y de nuevo aquel movimiento. Kankuro se mordió el labio, su temperatura corporal estaba comenzando a subir por momentos.
- Sumire, Sumire - comenzó a moverla, primero con delicadeza, pero al ver que no se despertaba fue aumentando su brusquedad, pero nada, la chica no parecía reaccionar, al contrario, por cada meneo que le daba ella correspondía con otro y a Kankuro cada vez le parecían más intensos y sensuales, definitivamente esta dormida porque eso no cuadraba con ella ¿pero que estaría soñando esa chica? Kankuro no se había visto en una situación tan incómoda en su vida; incómoda en todos los sentidos porque pensándolo bien si ahora se despertaba eso iba a ser algo violento.
Respiró hondamente un par de veces, lo mejor sería relajarse... ¡Y unas narices! Ya no había manera de relajarse.
Kankuro sentía el cuerpo de Sumire presionando el suyo, solo una fina tela, la del pequeño camisón de la chica les separaba y Kankuro no podía negar que, aunque incómodo, aquello era delicioso.
"¿Y si..." comenzó a pensar "No, no... ¿que estúpida idea estaba teniendo?" "Piensa en otra cosa , Kankuro, piensa en otra cosa" Pero aunque él se esforzaba en mantener su mente ocupada sus manos tenían otra idea y acariciaba lentamente la espalda de la chica, suavemente hasta llegar a donde no había espalda, ahí se detuvo.
"Total" se dijo "Está dormida, lo pero que puede pasar es que se despierte y en ese caso se acabará la tortura"
La tentación era muy fuerte, Kankuro dudaba si seguir con su exploración o no, esto le empezó a poner nervioso. Cerró fuertemente los ojos, no sabía si para quitarse esa idea o para lanzarse, cuando sintió algo siniestro a su lado. Abrió los ojos despavorido, seguro de saber lo que encontraría.
- ¿Qué... estás... haciendo? - dijo lentamente con tono sádico y mirada asesina Jisei.
- ¿Yo? Esta dormida... ha venido sola ¡Lo juro!
- Es sonámbula - aclaró Ten-Ten al lado de Jisei - Menudo susto nos ha dado cuando no la hemos visto en la cama, la hemos buscado por todas partes.
- ¿Sonámbula?
- ¡Lo que no entiendo es por qué demonios se ha metido en tu cama? - bufó Jisei.
- Creo que tiene la costumbre de meterse con su hermana - explicó Ten-Ten - Será por eso.
- ¿Y podéis quitármela de encima? - rogó Kankuro - Es que lo estoy pasando muy mal.
- Si ya... muy mal... seguro gruñó Jisei.
- Sumire - habló Ten-Ten a su oído - Ven conmigo, vamos a ir a un sitio muy divertido - Sumire farfulló algo y levantó la cabeza - Venga, levántate.
De una forma lenta y como perezosa Sumire fue incorporándose. Ten-Ten la ayudaba hasta que quedó de pie, parado al lado de sus amigas.
- Lo siento Kankuro - dijo Ten-Ten - Ella no es consciente de lo que hace.
- No, si no importa, aquí estamos para lo que haga falta.
Jisei le soltó un capón.
- Ahí te quedas con tu problema, degenerado.
Ten-Ten cogió del brazo a Sumire y la guió hasta la puerta. Kankuro suspiró, ahora no sabía si alegrarse o darle pena. Miró a Lee y a Kiba que seguían durmiendo como si nada. Se levantó, iría a darse una ducha, por lo menos se quitaría ese sudor de encima, porque estaba claro que esta noche no iba a dormir.
La hora de desayunar fue muy bulliciosa; se reunieron todos en la enorme cocina de la casa, Sasuke desplegó una mesa y allí cada uno colocó lo que, según sus gustos habían comparado, por que claro, que bastante era con dejarles la casa, no iba también a darles de comer, esa había sigo la "sugerencia" de Sakura y que todos siguieron.
Sakura estaba radiante. Después de dormir se había despertado alegre y feliz, ya no recordaba sus dudas de la noche anterior y disfrutaba muchísimo del desayuno con una enorme sonrisa en los labios. Lee la miraba admirado, le gustaba verla feliz, fue entonces cuando se dio cuenta de que quería verla feliz, quizás como quien desea ver feliz a alguien a quien aprecia, a un amigo muy querido y eso debía ser que no estaba tan enamorado como él mismo decía porque celos, lo que se decía celos no sentía y de haber estado loco de amor pues suponía que algo de pelusilla debía darle... lo único que le preocupaba que es presentía que algo no iba bien con Sasuke, pero bueno, él sobretodo era un buena migo y estaría allí si le necesitaba.
Jisei no paraba de observar a Lee, ese chico era tan tenaz, tan persistente, era una de esas personas que se merecen que todo les vaya bien solo por el esfuerzo que ponía. Jisei se daba cuenta de que Lee tenía una pequeña espinita que le molestaba, intentaba ignorarla pero estaba allí.
Kankuro por su parte tenía unas ojeras tremendas. Al final a penas si había dormido un poco en toda la noche.
- Se te ve a pagado, Kanky - le dijo Kiba.
- ¿No has dormido bien? - añadió Sumire.
Kankuro la miró y sonrió burlonamente "si tu supieras la parte de culpa que tienes..." pensó.
- ¿No te habré molestado yo, Kanky-kun? - insistió Kiba - Se que me muevo mucho por la noches.
- ¿Kanky-kun? - Kankuro le miró iracundo - ¿De dónde ha salido eso? Vuelve a llamarme así y te borro la sonrisa.
- Ohhhhh - rió Kiba - Kanky se mosquea.
- Pues yo he dormido estupendamente - decía Sumire estirándose - Me he levantado llena de energía, y eso que tenía mucho miedo porque soy sonámbula y por eso cuando estoy con gente me pongo nerviosa, me da miedo hacer alguna tontería, una vez me fue de mi casa y todo.
Ino no hacía caso a la conversación. No se encontraba demasiado animada. Miraba a Sasuke y no veía cambio en él, seguía igual que siempre, con su misma actitud, actitud que si bien antes a Ino le resultaba increíble ahora le molestaba. Había hablado poco con Sakura, esta de pronto parecía querer evitar el tema, pero lo suficiente como para entender entre lineas... Sakura estaba avergonzada de ella misma, ni se atrevía a confesar que se había enrollado con él, seguro y no lo hacía porque la conocía, sabría que ella la iba a regañar por tonta y estúpida ¿es que no se daba cuenta de que no podía abrirse de piernas ante la primera insinuación de Sasuke? Era tonta, Sakura era muy tonta y lo peor es que no se respetaba a ella misma, claro, luego pretenderá que Sasuke la respete... tonta, tonta, tonta... "las mujeres cuando nos enamoramos somos muy tontas" cavilaba Ino para si "pensamos que si les damos lo que quieren nos van a querer mas o les vamos a retener... tontas".
Mas valía que dejara de pensar en ese tema porque terminaría haciéndose muy mala sangre, además ¿por qué no reconocerlo? le daba envidia, le daba mucha envidia. Eso de que Sakura tuviera un chico, aunque fuera el aprovechado de Sasuke, y ella no la llenaba de envidia. Ahora echaba de menos no tener un chico a su lado que la hiciera algún mimo o al menos que pudiera presumir y no sentirse como una solterona amargada ante su amiga que de pronto tiene novio... era una comparación muy mala la que había hecho... Si al menos estuviese allí Shikamaru podría ponerse melosa con él, ese chico era tan vago que todo le daba igual... o Chouji, que puede que no fuera el chico perfecto pero era cariñoso y ella siempre la había gustado ¿cómo no iba a gustarle? o también podía estar Sai e intentar algo con él.
Una escandalosa risa de Kiba riéndose del sonambulismo de Sumire y sus "aventuras" nocturnas le hizo mirarle. No era la primera vez que se fijaba en él, en realidad llevaba ya un tiempo que Kiba había pasado de ser un escandaloso y maleducado a convertirse en "bomba andante de hormonas". Últimamente Kiba le resultaba muy atractivo, era como un poco salvaje y a ella le excitaba lo salvaje, esa sonrisa picarona y ese gesto de travieso, ya se lo había planteado antes pero al final no se motivó lo suficiente, quizás ahora, en verano, con el calor y la poca ropa todavía le veía mas atractivo... quizás era hora de decidirse, total, Kiba no estaba saliendo con nadie, se decía que él y Ten-Ten terminarían juntos pero no salían, no eran "novios" ¿que le gustaba a Ten-Ten? Bueno pues que hiciera algo, si no salían juntos después de lo amigos que eran sería porque tanto no le interesaría Kiba.
Se levantó y se situó detrás de él, que seguía sentado a la mesa y puso sus manos en los hombros del chico pasando las manos suavemente por dentro de la camisa desabrochada que llevaba puesta: la piel de Kiba era tal y como suponía Ino, bastante caliente.
- Kiba, tesoro - dijo llevando una de sus manos hasta el mentón de Kiba y guiándole para que inclinase su cabezahacia atrás. Era una postura incómoda que no dejaba ver bien a Kiba, así que se giró un poco para mirarla. Ino le sonrió mientras pasaba sus dedos por el cuello del chico - Dice Sasuke que se pueden alquilar motos de agua ¿te apetecería?
- ¿El qué? - respondió Kiba entre confundido y aterrorizado, Ino nunca le había hablado mirándole así.
- Subir a una moto ¿lo harías conmigo?
Kiba instintivamente y sin saber porqué miró de reojo a Ten-Ten, claro que le apetecía subir a una moto de agua y quería hacerlo con Ten-Ten.
- Iremos todos ¿no?
- Claro, pero yo soy muy miedosa - habló Ino con algo de mimosa - Necesito alguien que me cuide.
- Tranquila - se oyó secamente a Ten-Ten mientras se levantaba y soltaba su cubierto sobre la mesa sin ocultar su mosqueo - El te cuidará.
Ten-Ten giró sobre sus talones y salió rabiosa de allí. No podía creer lo que acababa de ver ¿a que demonios jugaba Ino?
Kiba la vio irse y miraba aún mas confundido a Ino.
- ¿Tú vendrás conmigo, Sasuke? - se apresuró a preguntar Sakura.
- ¿Que dices, Sumire? - se interesó Kankuro.
- Ah no, no, no, a mi no me gusta el agua ni el agua el movimiento y menos aún algo que se mueva encima del agua en movimiento.
- Pero mujer, si llevarás chaleco salvavidas y además yo te protegeré.
- Ah no, no, no, no, no - yo soy de secano.
- Entonces yo te haré compañía - dijo Jisei.
- ¿Tu no vas a subir?
- Sube conmigo - propuso entusiasmado Lee.
- ¿Por qué no subes con Ten-Ten? - le respondió Jisei - O mejor, que Kankuro vaya con Ten-Ten.
- ¿Con Ten-Ten? - se extrañó Kankuro mirando a Kiba, nadie dudaba de que Kiba y Ten-Ten irían juntos, claro que Ino parecía opinar otra cosa.
- Claro - insistió Jisei - Tú irás con Ten-Ten.
La mirada de Jisei daba miedo, a ver quien era el guapo que le llevaba la contraria.
Kiba no estaba muy de acuerdo con eso, no le gustaba la idea de que Ten-Ten se agarrase a Kankuro o al revés... al revés era aún, pero Ino, detrás de él jugueteaba enredando los dedos entre su pelo, este hecho, tan extraño, consiguió llamar su atención obligándole a pensar que querría esa chica porque seguro que quería algo ¿por qué lo iba a hacer si no? si lo más amigables que alguna vez le había llamado era "pulgoso".
Poco observador, como era él, no se le ocurrió pensar en lo molesta que estaba Ten-Ten, la había visto irse algo mosqueada pero no lo relacionó con la repentina muestra de afecto de Ino.
Ten-Ten regresó, ella no era una chica de esas que podían pasarse horas mosqueada sin querer saber nada de nadie, dio una pequeña vuelta por la casa y aunque seguía mosqueada había decidido que ese echo no la iba a impedir que se divirtiese.
- Ten-Ten - dijo Sumire - Que ya lo hemos solucionado todo, tú irás con Kankuro.
- Bueno, si quieres - añadió Kankuro.
- O con Lee - continuó Sumire.
- O también puedo ir solita, creo que podré manejar la moto sin ayuda de ningún machito.
- Tu siempre tan chicazo - bromeó Ino.
- Pues mira - Ten-Ten le lanzó una mira desafiante - Ahora me apetece ir con Kankuro, con Lee o con los dos, es mas, estoy deseando. Venga, vamos a recoger que no veo la hora de ir al sitio ese.
El camino hacia donde estaban las motos de agua fue de lo mas curioso. Sakura, tímidamente se había agarrado al brazo de Sasuke, que no había dicho nada, ni para bien, ni para mal, se limitaba a caminar a su lado como si tal cosa. Junto a ella iba Ino que era mas lanzada y sujetaba a Kiba por la cintura, éste, para mayor comodidad, apoyaba su mano en el hombro de la chica, más que nada porque no sabía que hacer con su brazo pero eso les daba un aire de parejita de novios y no es que el chico lo hiciese con mala intención, él actuaba con normalidad, hablando y bromeado. Los cuatro iban por delante. Unos pasos mas atrás iban Ten-Ten, Jisei y Sumire.
- ¿Pero como permites esto? - gruñía entre dientes Sumire.
- ¿Y que quieres que haga? - refunfuñaba Ten-Ten - Ya es mayorcito, él sabe lo que hace,.
- Pero Ten-Ten... ¡mira!¡mira! - decía señalando inquisitivamente.
- ¿Y que? Yo no soy su novia ni nada así, que haga lo que quiera... mira, que le aproveche.
- ¿Pero no estás enfadada?
- ¿Yo? Anda y a ver si se le atraganta.
- No, que va - comentaba Jisei irónicamente - No está enfadada.
- Por mi que hagan los que quieran.
Ten-Ten se detuvo y recogió una pequeña caracola de la arena, con toda su rabia la lanzó contra Kiba dándole en la espalda. Al notar el golpe, el chico se giró.
- ¿Querías algo?
- ¿Que pasa? - preguntó a su vez Ten-Ten - ¿Que tenemos que querer algo de ti? Anda y sigue a lo tuyo.
Kiba se encogió de hombros y siguió con lo que estaba.
- ¿Por qué has hecho eso? - le interrogó Sumire.
- Ahora entiendo a Akane ¡No veas que gustazo da lanzarles algo!
- Pues ten cuidado - advirtió Jisei - Akane no tiene puntería pero tú a lo mejor le escalabras.
- Si es que es tonto... no merece ni el esfuerzo, es... como todos... en el fondo me da pena, Ino va a hacer con él lo que quiera.
- ¿Por qué actúa así Ino? - planteaba Sumire.
- Le gusta llamar la atención - contestó Jisei - Le gusta tener a alguien pendiente de ella y a su alrededor, hoy le ha tocado a Kiba. No hay de que preocuparse, estas manías se le pasan muy pronto.
- Pues a mi me mosquearía bastante - refunfuñaba Sumire - Ino tiene mucho morro.
- Déjale - gruñó Ten-Ten - Si con suerte a lo mejor hasta le enseñan algo.
- Ten-Ten... - Sumire la miró con pena.
- Lo único que me preocupa es que el muy imbécil lo mismo se hace ilusiones... es que es muy inocente.. es tonto.
- Esto te pasa - añadía Sumire - Por no haberle dicho que te gustaba y que querías salir con él.
- Si no importa Sumire, yo no lo que no quiero es que deje de ser mi amigo, que le aparte de mi... no pasa nada, de verdad. Venga, vamos, animaros, veréis que bien lo vamos a pasar.
Y mal no lo pasaron.
Ten-Ten había decidido que iba a dejar de estar mosqueada, total, no conseguía nada ¡Cómo si no conociera ella a Ino! Ya sabía la manía que tenía de coquetear con cualquiera, seguramente estaba rabiosa porque Sasuke y Sakura parecían tener algo, ellas dos siempre están tratando de llamar la atención del "lindo" Uchiha, así que estaría que trinaba, Ino es muy competitiva en cuestión de chicos. Desde que la conocía la había visto coquetear con muchos, con Shikamaru, por supuesto, se supone que tiene un título de propiedad que dice que es suyo, con eso de que son amigos desde siempre acude a él a menudo... ah, claro, es que Shikamaru ahora no está aquí, eso lo explica todo... También la ha visto coquetear con Sai... que tampoco está aquí, una lástima,. porque suele ser el candidato segundo de chicos "lindos"... con Kankuro, con Deidara (era casi como verla con un clon suyo), con Kabuto y más de otras clases ¡vamos, por favor, menudo catálogo tiene! Claro, le quedaba Kiba, lo que Ten-Ten no entendía era como no se había fijado antes en él ¡con lo bueno que está! A saber como terminaría esto.
De momento Ten-Ten lo pasaba bien, ella, Jisei, Lee y Kankuro habían alquilado entre los cuatro una moto acuática, lo habían echo, entre otras cosas, porque el alquiler era bastante caro y además se iban turnando, todos disfrutaban y Sumire no se quedaba sola en la playa. Le dio un poco de pena cuando Kiba tuvo que alquilar él solo la moto de agua que compartía con Ino, porque, claro, Ino no iba a pagar... que morro tenía esa chica... y Kiba puso cara de que eso le dolía en su cartera.
Pero Kiba también se lo pasaba bien. Aparte del sablazo que había dado a sus ahorros, él no se fijaba mucho en los detalles, vivía el momento sin pensar en nada mas. Algo le extrañaba la actitud de Ino pero bueno, sería alguna manía, se había despertado así o quería algún favor, bueno, ya se enteraría.
Sentada detrás de él en la moto acuática, Ino se abrazaba al chico pegándosele bastante, incluso pasaba sus manos por debajo de la camiseta y rozaba con sus dedos su estómago y le gustaba, el cuerpo de Kiba era más firma de lo que imaginaba y Kiba parecía no reaccionar a aquellas caricias y es que él no le daba importancia, le traían sin cuidado, él estaba más concentrado en pasárselo bien y en el pique que tenía con Kankuro o Lee a ver cual de ellos manejaba mejor esos trastos. Curiosamente la que mejor lo hacía era Ten-Ten y eso molestaba a Kiba, bueno, eso no, mas bien cuando Kankuro iba detrás en la moto porque conociendo a Kankuro a saber que clase de malos pensamientos tenía.
Hubo un momento en el que Lee se picó bastante con Sasuke, en esos momentos Ten-Ten iba detrás enganchada a él.
- ¡Déjalo! - le gritó - ¡Todos sabemos que Sasuke lo hace todo bien!
- ¿Pero hay una cosa que nunca tendrá! - gritó también Lee.
- Si, mi respeto.
- ¡Un dinosaurio!
Ten-Ten se echó a reír y Kiba la miró, parecía que se divertía mucho, él también querría subir con ella ¿Cómo haría para libarse de Ino? Es que se había pegado a él como una lapa.
- ¿Por qué le habrá dado a Ino por Kiba? - preguntaba Sumire sentada en la playa al lado de Kankuro y Jisei.
- No le habrá gustado ver que Sasuke dedicaba atenciones a Sakura - respondió Kankuro - Creo que es su forma de reaccionar.
- ¿Crees que Sasuke ahora se interesa por Sakura? - volvió a preguntar Sumire.
- No lo se. Pero lo que veo es que se está aprovechando de ella.
- ¿Se aprovecha de Sakura?- gritó alarmada.
- A pesar de que Sakura quiera dárselas de madura es muy inocente. Pero este lo viene bien, quizás así se de cuenta de que no puede estar toda la vida aferrada a un sueño.
- ¡Ah! ¡Que bonito hablas Kankuro! ¿Verdad Jisei? No sabía que hablabas tan bonito.
A punto estuvo Kankuro de decirle que la bonita era ella pero recordó que Jisei estaba allí y lo mismo se ganaba uno de sus capones que estropearían el momento, la miró de reojo... era curioso pero Jisei no estaba lanzándole una de sus habituales miradas de bruja, más bien miraba con pena hacia donde estaban sus amigos.
- Se avecinan cambios - murmuró de forma misteriosa.
Sakura no podía estar mas feliz. Sasuke había dicho que quería saber lo que sentía por ella, eso era muy importante y ella le demostraría lo que era el amor, Akane no le amaba pero ella si y eso Sasuke lo notaría.
"- Sakura - le dijo esa misma noche cuando se vieron en la terraza con gesto serio y frío, como siempre - No te hagas ilusiones.
- Pero Sasuke...
- No quiero saber que puedo hacerte daño.
- No te entiendo.
- No quiero que llegues a darme pena. Quiero saber lo que siento sin sentirme presionado por la culpabilidad ¿lo entiendes?
- Si, claro, no te preocupes. No tienes que sentir lástima de por mí. No me ilusionaré"
Pero si lo hacía, no podía evitarlo. Llevaba muchos años soñando con Sasuke ¿Cómo no iba a ilusionarse?
Por la tarde salieron a dar una vuelta por un pueblo cercano. Estuvieron comprando recuerdos. De entre todas las cosas que vieron a Sasuke le llamaron la atención unos pequeños peluches, eran como monitos de ojos grandes vestidos de frutas; en particular había uno vestido de naranja y sin darse cuenta lo cogió.
- ¡Ah! - gritó Sumire a su lado - ¡Pero si es Akane!
- No grites, loca - la regañó Jisei.
- Ah, perdón - bajó notablemente su tono de voz - Es que se parece a Akane ¿verdad Sasuke?
Sasuke sonrió mirando el muñeco en su mano.
- Si, a mi también me la ha recordado.
- ¿Estáis llamando mono a Akane? - Jisei torció la boca.
- ¡Mira! - exclamó de nuevo Sumire cogiendo uno vestido de cerezas - ¡También está Sakura! Cerezas... Sakura... la flor del cerezo...
- Ya, ya, te hemos entendido.
- Búscate - le dijo Sasuke - Que te lo voy a regalar.
- ¿A mi? Jisei - le dijo en voy muy bajita a su amiga - Me quiere regalar un monito ¿que hago?
- Tonta - le respondió también en voz baja - Lo que quiere es comprar el de Akane, tu le sirves de excusa.
- ¡Ah!... No entiendo.
- Mira, una grosella, podías se tú ¿no?
Al final Sasuke compró uno para cada na de las chicas más el de la naranja y otro para llevar de recuerdo a Ryuko que se lo dio a Jisei para que se lo regalase ella.
- Sabes montártelo muy bien ¿no Uchiha? - le dijo sonriendo Jisei.
- ¡Anda! - volvió a gritar Sumire - ¡Mirad! ¡Shikamaru, con la coleta tiesa y todo!
Sumire enseñaba triunfante uno vestido de piña, a Jisei le entró la risa.
- ¿Vas a comprarle también uno a Shikamaru, Sasuke?
Después de las compras fueron a un mirador. Kiba, Ino, que no se separaba de él, Ten-Ten y Lee bajaron a unos acantilados a hacer unas fotos.
Para Ino, Kiba había resultado la elección perfecta. Era simpático, gracioso, se divertía con él y encima no parecía obsesionado con meterle mano, daba la impresión que lo único que le interesaba era pasárselo bien, además que a pesar de lo rebelde que parecía en realidad era muy dócil y se amoldaba a ella y sus caprichos, solo necesitaba darle algo como "recompensa" para que no huyera de su lado que es lo que parecía que a veces intentaba ¿y que le podía ofrecer? evidentemente algo que no tuviera habitualmente.
Al borde del acantilado se abrazaba a él.
- ¿No te molesta que me agarre a ti? - le dijo mimosa.
- Ah... no... pero ten cuidado, no nos acerquemos tanto o nos caeremos los dos.
- Kiba... esto... tienes algo en la boca.
- ¿Donde? - dijo tocándose?
- Aquí, en el labio.
- ¿Qué es? ¿Una miga? Ay, no noto nada.
- ¿Me lo das?
- ¿El qué?
Ino le dio un beso corto.
- Ya está... era un beso.
Kiba se quedó perplejo sin saber como reaccionar ni que decir mientras Ino de abrazaba mimosa.
Ten-Ten apretó con rabia los dientes mientras se giraba para marcharse, unos fuertes brazos que no esperaba la rodearon.
- Ya - susurró Lee a su oído - No llores delante de ellos.
- Déjame Lee, no voy a llorar.
- Así me gusta, enfádate.
- ¿Qué?
- Pero grítame a mi. Si ahora le dices algo a Kiba seguro que Ino conseguirá que quedes como una histérica.
- Ay, Lee, no digas mas tonterías, no voy a gritar a nadie, anda, suéltame.
Ten-Ten se zafó del abrazo de Lee y le miró, era imposible que ella se enfadase con Lee, él siempre tenía esa cara de... ¿de que? Daba igual, ella le conocía y sabía que se había preocupado de corazón. Le ofreció su mano, en realidad no lo había pensado pero ver a su Sakura tan pegada a Sasuke y todo eso debía haberle afectado.
- Volvamos. Dime ¿Tú como estás?
- ¡Bien! - respondió enérgicamente.
Kiba los vio alejarse e hizo un ademán para seguirlos.
- Espera, no corras tanto - le detuvo Ino.
- Es mejor que volvamos con todos ya.
- Pero es que tienes más y yo los quiero.
- ¿Más?
E Ino volvió a besarle, le daba pequeños besos en los labios, muy suaves y cortos y algo hizo "click" en el cerebro de Kiba porque una chica le estaba besando y eso le gustaba y más aún a su cuerpo que le daba igual quien fuera, era una chica, eso era lo único que sabía.