domingo, 31 de agosto de 2014

116. Una princesa muy problemática

Después de la comida, Shikamaru buscó a Gaara, necesitaba hablar con él y lo encontró sentado en un solitario banco con Hinata, ambos parecían tan a gusto el uno con el otro que Shikamaru no pudo evitar alegrarse por ellos, por ese chico que no hacía tanto miedo llegó a darle miedo y que poco a poco fue conociendo y por esa chica que siempre había sido la sombra de Naruto y que ahora parecía otra.
- ¿Molesto? - dijo al acercarse.
- Shika-kun - habló visiblemente cortada Hinata, lo que hizo que Shikamaru sonriera - Tu no... no nos molestas.
- ¿Querías algo? - preguntó Gaara.
- Pues si, quería pedirte un favor ¿Me puedo sentar?
- ¿Le sucede algo a Akane? - se interesó Gaara.
- No, bueno si, le pasan varias cosas.
- ¿Problemas con su familia?
- Bastantes.
- A lo mejor... - comenzó a decir Hinata - A lo mejor preferís hablar a solas.
- No, no hace falta, Hinata, tampoco voy a hablar de nada secreto.
- ¿Sus padres no aceptan... lo que ha pasado? - se atrevió a preguntar Gaara.
- Pues no. Todo esto ha estropeado su bien "organizada" vida.
- Y Akane se angustia mucho. Me imagino que se sentirá como si les hubiese fallado ¿Quieres que la ayude de alguna forma?
- No, no estaría mal pero no es eso. En realidad quería hablar contigo porque quien también me tiene preocupado es Naruto.
- ¿Naruto?
- ¿Le sucede algo a Naruto? - se alarmó Hinata.
- ¿No habéis notado lo decaído que está?
- Yo si me he dado cuenta - contestó Hinata - Pensé que era por Sakura, porque parece como si se hubiese distanciado un poco de él.
- Si, supongo que también estará preocupado por Sakura. El se preocupa por todos sus amigos.
- Si no es por Sakura - intervino Gaara - ¿Por quien está tan decaído?
- Por Sasuke. Por eso quería hablar contigo. Ya sabéis lo unido que Naruto se siente a Sasuke y... bueno, quería pedirte que no dejes que hable con él.
- ¿No quieres que hable con Sasuke? - se interesó Hinata mirándole con angustia - ¿Por qué?
- Sasuke y yo estamos enfrentados y se que para Naruto es difícil aceptarlo y me preocupa que quiera solucionarlo él solo.
- De acuerdo, procuraré que no hable con Sasuke.
- ¿No me vas a preguntar más?
- No, se que tienes tus razones y que aprecias a Naruto.
- Gracias. Bueno, pues me voy para mi clase.
- ¿Es cierto que te han cambiado de clase? - preguntó Hinata.
- Si, ahora estoy en 3-1, es muy problemático pero es lo que tengo que hacer.
Al llegar a clase se encontró a Samui esperándole con un papel en la mano.
- Mira, que como ahora eres parte de la clase pues tienes que ocuparte de algunas cosas, como la limpieza.
- No me lo digas: tú eres la delegada.
- Este es el horario que te ha tocado.
- De acuerdo, algo así ya me imaginaba.
- Y también hay que limpiar la jaula de los conejos y del pato y el pollo.
- ¿Muerden?
- ¡Cómo van a morder! - gritó Karui que estaba a su lado y lo había escuchado - ¡Son conejos por dios!
- Ah, nunca te tienes que fiar de un animal enjaulado. Yo tenía uno que mordía, no le gustaba que lo cogieran.
- Se llaman Darwin y Wallace - añadió Omoi - Los conejos, digo.
- ¿Esta tarde podemos quedar? - preguntó Samui - Para empezar a ponerte al día, me refiero.
- Esta tarde ya he quedado con Haku.
- ¿Y después? ¿O es que vais a estar toda la tarde?
- No pero... es que tengo que limpiar la casa - Samui le miró sin hacer ningún gesto - Es que es viene mi novia y mi madre... esto está quedando muy mal... ¡Mendokusei! ¿No podemos quedar mañana? Mira tu solo déjame tus apuntes y esta noche empezaré a estudiarlos, te lo prometo.
Cada vez Shikamaru estaba más convencido de que esa chica era una versión femenina de Neji, claro que al ser mujer eso la convertía en mucho más problemática.
- Leo rápido y tengo buena memoria - añadió ante la cara inexpresiva de la chica.
- ¡Ya está aquí el rey y su palabra es la ley! - se escuchó un voz canturreando a ritmo de rap, Shikamaru miró hacia la puerta para ver entrar a Bee, aquel profesor, imposible de no conocerlo, altísimo, de grandes músculos, moreno de piel y pelo muy rubio y perilla, al que siempre se veía con gafas de sol.
- Tus rimas cada vez son peores, sensei - se quejó Sora.
- Bueno chicos ¿Que tal el fin de semana? Parece ser que tenemos un nuevo compañero ¿Es así?
Shikamaru se levantó. Así que ese era el tutor y profesor de química.
- ¿Y cómo te llamas?
- Shikamaru Nara.
- Atención: Se llama Shikamaru, de apellido Nara, es un tipo nuevo, quedaos con su cara - volvió a canturrear.
- ¡No! - gritó Sora - ¡Deja ya de rapear! ¿Cual era nuestro acuerdo? Tu no rapeas en clase y nosotros te atendemos.
- ¡No hables así al sensei! - gruñó Karui - El nuevo va a pensar que no le tenemos respeto.
- Ouh, yeah - asintió el profesor - Siéntate, Nara y no hagas caso a todos estos, están un poco desquiciados ¿Tienes ya quien te va a poner al día?
- Si, lo hará Haku y Samui me ayudará en física.
- Buenos alumnos. Cualquier problema que tengas no te cortes y me lo preguntas ¿OK McKey?
"Madre mía" pensó resignado Shikamaru "Y yo me quejaba de Gai-sensei"
- Tengo algo que deciros, algo importante, limpiaos los pabellones auditivos y escuchar mis motivos - de nuevo canturreó.
- ¿Quieres decirlo de una vez y sin cantar? - se quejó ahora la chica llamada Fuu.
- Pero que aburridos que sois. Se trata de la semana cultural. Habíamos hablado de que esta clase representaría "Blancanieves y los 7 enanitos".
- Si, es tu forma de humillarnos en público - se quejó Haku.
- Por supuesto, tenemos que dar ejemplo a los pequeños, si los grandes se atreven a hacer el ridículo a ellos se les quitará la vergüenza.
- Desde luego - musitó Omoi - Bastante tendrán con reírse de nosotros.
- Pues ahora, como somos uno mas tendremos que hacer cambios.
- ¿Ya no nos obligarás a hacer esa obra? - preguntó Ayame.
- Uy obligar, que feo suena eso, yo no os obligo a nada, solo lo sugiero. El caso es que tenemos un personaje que añadir más y he pensado que vamos a representar... redoble de tambores... "Blancanieves y los 8 enanitos".
Los comentarios, quejas y gruñidos no se hicieron de rogar entre sus alumnos.
- A ver, sensei - hablaba Ayame - Los enanitos eran 7, de siempre han sido 7.
- ¿Quien dice eso?
- No se... ¿Los hermanos Grimm, tal vez? - gruñó Fuu.
- Bueno pues ahora van a ser ocho, tiene uno más... el rapero, ¡Ouh yeah!
Y mientras todos protestaban y se quejaban de que ese profesor estaba más que pirado, Shikamaru los miraba de lo más perplejo. Bueno, a él le daba igual, como era el nuevo suponía que le darían un papel bien corto, casi invisible.
- Mira sensei - habló Yagura - Es que dices cosas muy ilógicas, ocho tendrán que ser los enanitos y eso quedará muy extraño.
- Más que extraño - añadió Sora - ¿Que vamos a ir de rodillas o que? ¡Imagínate que le toca a Utakata!
- Pero que gruñones que sois todos - dijo Bee - Pues no seréis enanitos, seréis mineros, recios, grandes y brutos mineros, que trabajan en la mina, con las manos y las uñas llenas de suciedad.
- Bueno, no está mal - intercedió Tamaki - Pensar que esto es como una parodia.
- ¡Ese es el espíritu! ¡Así me gusta Tamaki!
- Si, tú encima dale cuerda - se quejó Sora.
- Y ahora vamos a hacer el reparto de papeles ¡Ouh yeah!
- ¿Y que método vas a utilizar para hacerlo? - preguntó Omoi - ¿Tu dedo?
- No, que va - el profesor cogió de entre sus cosas un papel que tendría el tamaño de un folio y se notaba que estaba doblado y comenzó a desdoblarlo, los alumnos miraban aquello como hipnotizados hasta que por fin quedó como un enorme póster - ¡Ya está! ¿A que es bonito? Vamos a pegarlo con esmero, buscaremos el celo primero - canturreó mientras abría uno de los cajones de su mesa para sacar lo que había dicho - Samui, sal a ayudarme a pegar esto en la pizarra, con un poco en cada esquina creo que valdrá.
Entre Samui y Bee pusieron en la pizarra el enorme póster. Todos lo miraban de lo más intrigados. Era un papel blanco y se veía en el unas tiras negras de papel pegadas formando una fila horizontal, Shikamaru concluyó que debajo de esas tiras debía haber escritos los nombres de cada uno de los alumnos o de los personajes de la obra. Debajo de cada una de esas tiras salía una raya que terminaba en un rectángulo en blanco. Efectivamente ese debía ser para poner algún nombre... ¿Y para eso tanto papel?
Cuando terminaron y Samui se sentó, Bee lo miró satisfecho y luego a sus alumnos.
- Salir de uno en uno y poner vuestro nombre en algún recuadro de aquí abajo, el que os de la gana, el que más rabia os de.
- ¿Para que es eso? - preguntó Ayame.
- Aquí, tapaditos, que no se ve nada, están los papeles a representar: están puestos sin orden así que no empecéis a pensar que el primero es Blancanieves y esas cosas. En esta clase todos tendrán las mismas oportunidades.
- ¿Y si a un chico nos toca hacer de Blancanieves? - se alarmó Omoi.
- Ah... es lo que hay. Vamos, arriesgaos, el que no se arriesga nada gana.
De nuevo los comentarios, quejas, preguntas y también ruegos de que no hiciera eso mientras Shikamaru se preguntaba porqué en esa clase no eran los propios alumnos los que decidían aquella actividad, como siempre él pensó que era lo que se hacía.
- Vamos, de uno en uno. Empezad, el destino está escrito, no me toquéis más el pito.
Utakata fue el primero en levantarse y escribió su nombre en el primer hueco. Shikamaru pensó que quizás había sido el más listo, puesto que el profesor había indicado que aquello no seguía ningún orden y había insinuado que Blancanieves no estaría la primera. Uno a uno se fueron levantando y escribiendo su nombre donde se les antojaba o donde la intuición o un presentimiento les indicaba. Shikamaru fue el último en hacerlo y por supuesto lo hizo en el único hueco que quedaba libre.
- Pues vamos a desvelar el secreto. A ver, Utakata será... - despegó fácilmente la tira negra, allí se podía leer "El listo que todo lo sabe" - Mira, ya tenemos al minero número 1, el sabiondo.
Algunas risas y comentarios se escucharon por el aula. Bee continuó quitando carteles, así salieron Yagura, Fuu y Tamaki también como "mineros".
- Que pena - comentó Omoi - Tamaki habría sido una Blancanieves muy dulce.
- Es lo que hay. Sigamos, a ver que te ha tocado a ti.
Precisamente el siguiente era el papel que le tocaría a Omoi. Despegó la tira y las risas se hicieron más que notorias.
- ¡No! - gruñó el chico - O sea, no, no puede ser. Eso está mal, sensei.
- No está mal.
- Pero... ¡Yo no puedo ser "la guarra de la mala malísima"!
- Piensa que te ha tocado el mejor papel, te lucirás un montón.
El siguiente era otro minero, le había tocado a Sora que se mostró bastante aliviado. Ahora le tocaba a Ayame que cruzó las manos como si rogase que no le tocase nada malo.
- ¡Ya tenemos a nuestro cazador!
- ¿Ayame el cazador? - se quejó Sora - ¿Cómo va a ser Ayame el cazador?
- Ah, es lo que hay.
- Bueno, no es tan malo - comentó la chica.
Otras dos tiras más y otros dos mineros, Samui y Shiho. Los papeles ya estaban casi decididos, solo quedaban un minero, Blancanieves y el príncipe y de la clase aún estaban sin papel Shikamaru, Karui y Haku. Shikamaru empezaba a tener un mal presentimiento, miró a Karui que se mostraba bastante nerviosa, la verdad, no veía a esa chica como Blancanieves.
- Pero sensei - habló Omoi - Es que estaba yo pensando que Karui no va a poder ser Blancanieves porque es muy morena de piel.
- Esto es una parodia, chaval, cualquier cosa puede ser. Vamos a ver que papel le ha tocado al nuevo.
Despegó la tira, las risas se hicieron aún más patentes y el peor presentimiento de Shikamaru se hizo realidad.
- Ya tenemos a nuestra dulce princesa.
Shikamaru dejó caer su cabeza golpeando contra la mesa.
- Tranquilo - reía Haku - Ya verás que no va a ser tan horrible.
- Esto es una broma ¿verdad? - se lamentó.
- Bee nunca bromea. Pero piensa que no te verá mucha gente y con el maquillaje quizás ni te reconozcan.
- Espera que se entere Naruto y los demás de esto. Van a estar riéndose de mí durante años.
- Pues ya solo nos quedan dos papeles - continuaba Bee - El apuesto y realmente encantador príncipe y otro minero.
- A lo mejor soy tu príncipe - volvió a reír Haku.
- El apuesto príncipe será Karui - sentenció Bee - Así que Haku será otro minero... mira, el minero rapeador.
- ¿Qué? - se escuchó bramar a Karui - ¿Que yo voy a tener que besar al nuevo?
Fue entonces cuando Shikamaru supo que de ahí a fin de curso él iba a ser "el nuevo".
- Mira el lado bueno - de nuevo rió Haku - Al menos no te tengo que besar yo.
- No me importa ser el príncipe - continuaba quejándose Karui - Pero exijo cambiar eso del beso.
- Bueno - concluyó satisfecho Bee - Pues este es el reparto de "Blancanieves y los 8 mineros"
...
Durante un cambio de clases, Neji se acercó a Sakura llamando su atención.
- ¿Qué quieres? - preguntó Sakura cuando estuvieron un poco alejados del bullicio de sus compañeros.
- ¿Qué te traes con Sasori? - le dijo cruzando los brazos delante de su pecho.
- Nada - Sakura empezó a ponerse nerviosa, no sabía que decir, no se atrevía a decir que empezaba a hacerse amiga de él y nunca había sido demasiado buena mintiendo, sobretodo a Neji que cuando te miraba con esa severidad eras capaz de decirle lo que fuera - Es que ya sabes que fuimos compañeros en el debate.
- Muchas confianzas tenéis ahora ¿no?
- Bueno... es que le he conocido un poco más y...
- ¿Te tengo que recordar que es una mala persona?
- No le conocemos Neji, no podemos juzgar a las personas sin conocerlas.
- ¿Drogar a Hinata es de buena persona?
- Sobre eso...
- Sobre eso, nada ¿Y que me dices de Ino? ¿De que va?
- Mira Neji tú no lo vas a comprender, son muchas cosas y... y no me parece bien que te comportes así.
- ¿Cómo dices?
- Nunca hemos hablado con ellos y no sabemos porqué hicieron aquello ¿No te has parado a pensar que fue algo muy raro?
- Sakura, entiendo que quieras despegarte de Sasuke, entiendo que quieras cambiar de amigos, pero ¿Sasori? Estás saliendo de la sartén para caer en el fuego.
- Neji, por favor, solo te pido que... se lo que hago. De momento Sasori se porta bien conmigo.
- Ya.
- Es cierto. Te prometo que estoy alerta, solo quiero...
- Mira, haz lo que quieras, se que no voy a convencerte de nada y cuanto más me oponga más cabezota te vas a poner tu, pero que conste que te voy a estar vigilando. No me gusta Sasori, no me gusta Deidara y no me parece bien esas confianzas que Ino y tu tenéis con ellos. No son buena gente.
- Y nosotros no les conocemos.
- Hasta hace dos días le he visto tratar a Fatora bastante mal, creo que eso me dice bastante de como es.
- Mira Neji, te agradezco tu preocupación, se que lo haces para protegernos pero... esto es algo que tengo que hacer, si me voy a dar de boca contra el suelo será porque me lo merezco. Siempre he estado detrás de Sasuke y siempre he intentado ser una chica buenecilla y hacer todo lo correcto pero ya estoy harta de ser tan moralmente correcta. Voy a arriesgarme.
- No me parece apropiado lo que haces.
Sakura iba a contestarle cuando el timbre de la clase sonó y Neji, sin decir una palabra más se dio media vuelta para volver a su asiento. Sabía que no la iba a comprender e incluso seguramente terminaría por ganarse su antipatía... la suya, la de Gaara, Kankuro... y Naruto. Esa si que le dolía ¿Cómo podría hacerles comprender que Sasori no era el ser mezquino que ellos pensaban? Ya podía hacer algo muy bueno porque borrar de sus memorias el asunto con Hinata no iba a ser nada fácil. Se acordó de Jisei, ella siempre se quejó de que después de los incidentes del año pasado todo el mundo parecía aceptar a Sasuke y querer darle otra oportunidad y sin embargo juzgaban a Kimimaro sin escuchar y sin que este pudiera defenderse... ella la primera. Sí, era la que más le decía que se apartase de ese chico ¿Pero como podía ser tan estúpida y pretenciosa? Claro, si es que no tenía ojos salvo para Sasuke ¿Siempre habría dado la misma imagen de patética? No se extrañaba ahora de que hubiese gente que la tuviese tanta manía.
...
Y así terminaron las clases ese lunes. Shikamaru se entretuvo un poco en salir. Tsunade le había llamado para comentarle alguna que otra cosa como advertirle que esperaba que no les defraudase y que demostrase que merecía el esfuerzo que habían echo de subirle de curso en mitad del mismo, vamos, que no se comportase tan perezosamente como normalmente lo hacía. No era el último, Sasuke, Naruto, Kiba y el resto de los integrantes del equipo de futbol también se habían entretenido comentando algunos cambios.
Ino, Chouji, Ryuko y Temari le esperaban en las puertas del instituto. Ino y Temari se miraban un poco desconfiadas la una con la otra, como pensando que hacía la otra allí y que querría de su amigo. La rivalidad que tenían ambas chicas en lo referente a Shikamaru era más que conocida y lo curioso es que ninguna parecía tener un interés amoroso en él. era más bien que no se fiaban de la otra. Ino conocía a Shikamaru muy bien, de eso presumía, por algo le conocía desde pequeñitos, así que, según ella no había nadie que le conociese mejor que ella y desde el primer momento en el que Shikamaru comenzó a sentir interés por Akane ella lo detecto, algo así no pasaba desapercibido para ella y como era su amigo siempre quiso ayudarle, porque Shikamaru era como bastante torpe para tratar con las chicas, necesitaba su consejo y la aparición de Temari le sentó bastante mal, no por celos, como todo el mundo pensaba, si no porque la vio como una amenaza, además no le gustaba para su amigo. Así pues, Ino siempre veía a Temari como un verdadero incordio. Sin embargo Temari era la que veía a Ino como una incordio, siempre ahí, molestando, metiéndose en todo lo que Shikamaru hacía y ella sabía que a Shikamaru le gustaba Akane, bien claro se lo había dicho y ella solo quería ayudarle porque le ponía muy nerviosa lo lento que era para todo, si es que parecía que no tenía sangre y encima con el tema de Sasuke es que se ponía enferma, es que veía que se la quitaba y el muy flojo no hacía nada por impedirlo y ahora estaba esperándole porque pensó que, camino de sus casas, podrían hablar un poco.
Quizás si hubiesen hablado entre ellas hubiesen descubierto que tenían la misma meta y que no eran rivales, todo lo contrario.
Shikamaru salió e Ino prácticamente se tiró a engancharse de su brazo.
- ¿Qué es lo que quieres, escandalosa?
- ¿Tengo que querer algo?
- Estás esperándome aquí en lugar de irte con Sakura o tus nuevas amigas. Que nos conocemos Ino ¿Que te pasa?
Shikamaru la miraba con el ceño fruncido, estaba convencido de que le esperaba para pedirle de nuevo esas malditas pastillas, lo único de bueno que eso tenía era que si se las pedía a él quería decir que no se las pedía a Tobi.
- El viernes es tu cumpleaños.
- Mendokuseeeeei... ya veo por donde quieres ir.
- Eso quiere decir que el sábado es el de Ino - explicó Chouji - Fiesta a la vista.
- ¡Si! Va a ser estupenda ¿Este año también lo celebraremos juntos?
- No, Ino, no. No va a poder ser. Tengo que ir al pueblo.
- ¿Otra vez? ¡Pero si acabas de regresar!
- Tengo que ir todas las semanas, Ino. Desde ahora tengo que ir todas las semanas. Es un verdadero rollo.
Oyeron como detrás de ellos iban Sasuke, Suigetsu, Juugo, Naruto y Kiba entre otros... era imposible no oírles.
- Pero yo quería celebrar la fiesta contigo - continuaba mimosa Ino.
- No seas pesadita, guapa - se quejó Temari.
- ¿A ti te ha dado alguien vela en este entierro?
- Que pesada que te pones a veces, guapa.
- Va a ser una fiesta genial. Además tú la necesitas, necesitas una fiesta y relajarte un poco, que tienes mucho estrés acumulado.
- En eso tiene razón - comentó Ryuko - Un poco de diversión no te vendría mal.
- En eso tengo que dar la razón a la rubita - añadió Temari.
- Para fiestas estoy yo. No, no puede ser, además no tengo tiempo, necesito ponerme al día de un montón de cosas y tampoco estoy para gastarme el dinero en fiestas.
- Como sigas así terminarás convirtiéndote en un amargado.
- Lo que tú digas.
- Cuanta gente hay ahí - habló Temari.
A la salida del instituto, justo en las puertas del parking había un revuelo de personas y todos eran conocidos por ellos.
- ¡Es Akane! - exclamó Ryuko - ¡Es Akane!
- ¿Ya ha llegado? - preguntó Chouji - Anda que bueno.
- ¡Y Shikato! - exclamó también Ino.
Podían ver a Akane abrazando a Jisei. Allí estaba Shikato, apoyado en el coche, Shino, Kankuro, Sumire, Sai, Misaki y Sakura.
Ino y Ryuko se adelantaron, Ino para saludar a Shikato, estaba alegre y sonriente, podía decirse que Ino estaba resplandeciente y Ryuko para abrazarse casi llorando a Akane.
Tenían muchas cosas que contarse, demasiadas. Ryuko estaba deseando saber de su amiga y poder contarle todo lo que le había pasado, sobretodo lo sucedido con sus padres.
- Hola Akane - la saludó Sakura - ¿Cómo te encuentras?
- Hola Sakura.
- Siento mucho lo que te ha pasado, de verdad. Lo siento pero no puedo decirte que me alegro.
- Ya. Bueno yo tampoco podría.
- ¿Vas a terminar el curso?
- Lo voy a intentar.
- Si te puedo ayudar en algo me lo dices ¿vale? Lo que sea.
- Bueno genio - decía Temari a Shikamaru - Tienes a Sasuke detrás de ti.
- ¿Que piensas hacer? - añadió Chouji - ¿No tienes nada preparado?
- Ahhhhhh - Shikamaru se rascó la cabeza - Supongo que ahora es el momento para marcar el territorio y que le quede claro que la cierva es mía.
- ¿Y cómo vas a marcar el territorio? - se interesó Chouji - ¿Mas a sacártela y mear alrededor de la chica?
- Podría hacerlo - rió Temari - Los ciervos lo hacen ¿O no?
- Pesados - se quejó Shikamaru.
Pero era cierto que tenía que hacer algo, algo que le demostrase a Sasuke que Akane estaba en su territorio y que él la reclamaba como suya. Solo se le ocurría una cosa, esperaba que funcionase y que no terminase con su masculinidad aplastada o la bronca del siglo por parte de la chica.
- Hola Akane - la saludaba mientras Chouji - Te veo genial.
- Ejem - carraspeó Shikamaru - Habéis llegado muy pronto ¿no?
- ¿Ese es el saludo que ve mas a dar, Bambi? ¿Vengo lo antes posible y es lo único que me dices? ¿Que pasa? ¿Que habías quedado ya?
- Ahhhh, verás, tengo algo pensado para ti pero no me has dado tiempo de prepararla.
Shikamaru la cogió de la cintura y la acercó hasta él para hablarle al oído. No es que le dijese nada insinuante o perverso pero su gesto si lo era, seguro como estaba que Sasuke les estaba mirando.
- ¿Que te parece? - dijo separándose.
- Eres un pervertido - sonrió Akane.
Shikamaru se acercó a besarla, no había pensado darle un beso aparatoso ni nada, lo suficiente como para que Sasuke entendiese que tenía con Akane una relación que él no tenía, pero Akane le puso las manos en el cuello para mantenerlo pegado a ella y devolverle el beso de una forma más apasionada. Akane nunca había sido tonta, salvo por quedarse embarazada, eso ya lo tenía asumido, pero no era tan tonta como para no darse cuenta de cual era su situación, de que no podía volver a su casa porque sería algo insoportable, de que la familia de Shikamaru la había acogido porque deseaban lo mejor para él y él apostaba por ella y por su relación. Ahora mismo Shikamaru era lo único que tenía y se había dado cuenta de la enorme suerte que tenía. Puede que todo su futuro se hubiese derrumbado pero el de Shikamaru también y allí estaba, a su lado, sin quejarse y ella había decidido que se esforzaría por el presente que le había tocado vivir y quizás, un poco, solo un poco, había empezado a pensar que iba a tener un hijo, un ser pequeño que sería suyo y también de Shikamaru y quizás a veces las cosas pasan porque tienen que pasar.
- Chicos, chicos, aquí no - les interrumpió Kiba - Delante del instituto, no. Ya tendréis tiempo en vuestra casa.
Naruto miró a Sasuke, quito, impasible, mirando aquella escena sin mostrar absolutamente nada, ni disgusto, ni enfado, ni desilusión... nada.
- Hola Akane - habló en voz alta y grave.
- Sasuke - respondió Akane sorprendida. Realmente no se había dado cuenta de su presencia.
Shikamaru miró sonriendo a Sasuke y este siguió sin hacer ningún gesto.
- Me gustaría hablar contigo.
- Yo también creo que tenemos que hablar. Veras, Sasuke yo...
- No, aquí no ¿Podemos ir a algún sito?
- Akane está con Shikamaru - habló Sakura burlona - Por si no te habías dado cuenta.
- Pero tengo que hablar con ella. Es importante.
- Pues antes estoy yo. Yo también quiero hablar con ella.
- Uchiha - dijo Shino - No vas a hablar con ella si yo no estoy delante.
- ¿Y tu quien te has creído que eres?
- Su perro guardián. Que te quede esto claro, Akane no va a hablar contigo si no estamos o Shikamaru o yo delante.
- ¿A que tenéis miedo?
- Shino no te pongas exagerado, no pasa nada - intervino Akane - Claro que hablaremos Sasuke.
- Pero ahora voy a hablar yo con ella - insistió Sakura - ¿Te molesta?
- Lo único que vais a hacer es retrasar lo inevitable, perdedores - pareció mofarse Sasuke.
- Ve con Sakura - dijo Shikamaru ignorando al Uchiha - Así yo aprovecharé para limpiar bien nuestra casita y… ahhhhh, se me olvidaba, he quedado con Haku. Al final me subieron de grado ¿Te acuerdas que te lo comenté? Haku va a ayudarme a ponerme al día.
Fue un momento un poco extraño. Ryuko le dijo a Akane que cuando terminase de hablar con Sakura la llamase, que iría a buscarla porque tenía muchas cosas que contarle. Naruto miró preocupado a Sasuke y a Shikamaru y le pidió a Kiba que le acompañase en el camino a su casa. Ino se subió entusiasmada en el coche de Shikato para que este la llevase a su casa, Kankuro aprovechó para pedirle que llevase también a Sumire, la chica se quejaba mucho del golpe que se dio el día anterior.
- Pues no se que decirte - hablaba Sumire - Andar me cuesta pero meterme en el coche... uff, que miedo que me da... y salir... levantarme de un asiento es de lo peor, os lo juro.
- Venga, yo te ayudaré - decía Kankuro.
Misaki y Sai se marcharon también. Sai parecía mas callado de lo normal y Misaki no sabía que decir. Lo que a Sai le pasaba era que había decidido que necesitaba a alguien que le apoyase si decidía plantarle cara a Orochimaru o al menos convencer a Misaki de que le denunciase o algo ¿Pero quien?
Shikamaru se despidió de Akane con un nuevo beso, recordándole que cualquier cosa le llamase, ella aprovechó para decirle que aprovechara bien el tiempo en estudiar y que luego ya hablarían de "eso" que él le había dicho y Shino decidió acompañar a Shikamaru, algo le decía, tal vez la mirada del Uchiha que no era muy conveniente dejarle solo.
Jisei, después de estar observando a Temari y el color de su aura decidió que tenía que empezar a hacer algo por esa chica que además parecía pedir a gritos alguien con quien hablar.
- Vamos Temari, nosotras vamos a tomarnos un gran helado de chocolate y a cotillear de chicos, ya verás que divertido.
El instinto de Jisei nunca le había fallado y no iba a empezar a hacerlo ahora. Temari necesitaba hablar con alguien y ella dispuesta a escucharla.
Sasuke se marchó seguido por Suigetsu y Juugo.
No tardaron Shino y Shikamaru en darse cuenta de que unos pasos les seguían.
Al llegar a su casa Naruto encontró a su madre bastante alterada, nerviosa, ordenando un armario, cosa que hacía cuando se encontraba de muy mal humor y hablando sola.
- ¡Ya estoy en casa, ttebayo!
- Coge tu mismo la merienda - le dijo a gritos.
- Mamá está de bastante mal humor - le aclaró Minako sentada frente al televisor mientras tomaba un postre de gelatina.
- ¿Qué le pasa?
- No lo se. Ya estaba así cuando llegué.
Naruto fue a cambiarse de ropa y cuando regresó dispuesto a comerse él también un postre de gelatina se encontró con su madre.
- Ese maldito Uchiha - mascullaba entre dientes.
- ¿Qué te pasa, ttebayo?
- Los Uchiha son insoportables… todos. Siempre con sus aires de importancia, como si fuesen los mejores ¡Pues yo soy una Uzumaki! Y los Uzumaki también somos importantes ¿Qué se ha creído ese?
- ¿Somos importantes?
- Por supuesto - decía mientras sacaba un trozo de tarta del frigorífico y buscaba algo con lo que comérsela - Los Uzumaki somos muy importantes, tanto que vosotros deberíais ser Uzumaki, no Namikaze, lo que pasa es que tu padre es muy buena persona y… ¡maditos Uchihas, ttebane!
- ¿Pero que es lo que pasa?
- Y ahora quieren emparentar con una familia importante - gruñía sentándose a comerse la tarta - No se como Mikoto aguanta tanto, ttebane.
- ¿Cómo que quieren emparentar con alguien importante?
- ¿Sabes que Touya, el hermano de Ino está saliendo con Momoko, la hermana de Sakura? - comentó Minako a su hermano. A ella aquella conversación le importaba más bien poco.
- ¿Qué me dices?
- Esa Momoko es una verdadera guarra.
- Eso lo dices porque a ti te gusta Touya, dattebayo.
- Pues claro, es bien guapo, se parece a ese chico… a ese que se parece a Ino ¿Sabes quien te digo? Uno rubio que tiene una especie de coleta alta.
- ¿Deidara?
- Si, ese… que guapo que es.
Eso le recordaba que había visto a Ino con Deidara a la hora de la comida y se entristeció bastante. Tenía que pensar en algo y rápido.
- Pretenciosos… - continuó refunfuñando Kushina - Menos mal que no saben o no recuerdan lo importante que somos los Uzumaki, solo me faltaría que quisiese casar a su perfecto hijo con Minako - dijo en voz baja pero no lo suficiente como para que Naruto no lo escuchase.
- ¿Qué quieren casar a Sasuke con Minako? - gritó despavorido Naruto.
- ¿Pero que dices? - gritó también la madre - ¡Pues si! ¡Lo único que me faltaba, ttebane!
- Pues a mi no me importaría - dijo Minako con naturalidad - Es muy guapo.
- ¡Deja de decir tonterías! - le gritó su madre.
Naruto no dijo nada pero ya lo había comprendido todo ¡vaya que si! El padre de Sasuke quería casar a su hijo con alguien, alguna hija de familia ilustre para… para lo que fuera… Eso era lo que le pasaba a Sasuke, por eso estaba tan raro y seguramente por eso se aferraba a Akane como a un clavo ardiendo.