domingo, 31 de agosto de 2014

119. Una pérdida de peso alarmante

Los primeros en llegar al instituto habían sido Suigetsu y Karin. Suigetsu pertenecía al club de natación y era muy bueno. Nadar era lo suyo, casi se podía decir que el agua parecía su medio natural.
Muchas mañanas él acudía a primera hora para practicar en solitario en la piscina cubierta que tenía el instituto y no le molestaba, si por él fuera se pasaría horas dentro de la piscina. Pero hoy no estaba solo, había pedido a Karin que le acompañara, necesitaba a alguien que le cronometrase los tiempos.
Así que Karin, en el borde de la piscina y cronómetro en mano era lo que hacía no con mucho entusiasmo. En realidad se preguntaba porqué había accedido a ir a ayudar a ese maldito pescado, es más, se preguntaba porqué ese maldito pescado le había pedido a ella que le ayudase ¿Por qué no se lo pidió a Juugo? Era lo que siempre hacía.
- ¿Cuanto? - preguntaba Suigetsu ansioso desde el agua.
Karin le miró divertida, la verdad es que con ese horrible gorro y esas horribles gafas tenía un aspecto de lo más cómico.
- ¿Cuanto tiempo he hecho? - gritó el chico.
- 1 minuto 15 segundos.
- ¿Qué? - gritó aún más.
- 1 minuto 15.
- Eso está mal, fijo ¿Estás segura de que le has dado bien al botón?
- ¿Me estás llamando inútil?
- Te estoy llamando alelada.
- Mira imbécil, me has hecho madrugar y he venido a hacerte un favor, cosa que no se porqué he hecho, no me vengas encima haciéndote el chulito porque no tengo el humor para aguantarte.
- Te digo que eso está mal ¡No puedo haber hecho ese tiempo!
- ¡Pues lo has hecho!
- ¡No se para que te he pedido a ti que me ayudases! ¡Eres una inútil!
- ¿Que soy una inútil? ¿Y si yo soy una inútil que eres tú?
- No sirves ni para cronometrar.
- ¿A que te tragas el cronómetro?
- Claro, si no está tu Sasuke no sirves para nada.
- ¿Quieres que te demuestre como te meto el cronómetro por el culo?
Suigetsu puso las manos en el borde de la piscina y se impulsó para salir. Karin le miró, si no fuera por ese gorro y esas gafas diría que el chico estaba de muy bien ver, la verdad es que tenía anchas espaldas, brazos y piernas bien firmes y un abdomen... vaya... quien lo diría... como se notaba que era deportista.
- ¿Qué me miras tanto?
- Lo ridículo que estás.
- Ah, estoy ridículo - dijo quitándose las gafas - Claro es que yo no soy tan cool como tu Sasuke.
- ¿Quieres dejar de recordarme a Sasuke? - le gritó - Y toma - le tiró la toalla - Sécate que te pondrás enfermo.
- ¿Y no quieres que me ponga enfermo?
- Lo único que me faltaba, aguantarte enfermo.
- ¿Es que tú me ibas a cuidar?
- ¿Yo? Ni en tus sueños.
Suigetsu se quitó el gorro y un polvo blanquecino se vio flotando en el aire. Se sacudió el pelo. Karin seguía mirándole y Suigetsu se dio cuenta de la curiosidad que parecía despertar en su compañera.
- ¿Que te pasa? Ya no tengo esa pinta tan rara ¿No?
- No pero deberías raparte el pelo... así dicen que se recorta tiempo.
Karin se quedó de pronto tiesa como un palo al notar como Suigetsu se acercaba a ella... demasiado cerca.
- ¿Quieres que te diga una cosa?
- ¿Que cosa?
- ¿Sabes porqué te he pedido que me ayudases hoy?
¿Pero que le pasaba ahora a este estúpido? ¿Por qué se arrimaba tanto?
Suigetsu levantó la mano lentamente, parecía que iba a llevarla hasta su mejilla y Karin empezó a pensar si debía golpearle en ese momento o esperar a ver que es lo que ese maldito y estúpido pescado pretendía.
Y de pronto Suigetsu llevó su mano a la cabeza de la chica y le dio un restregón despeinándola.
- Eres buena chica, buena chica.
- ¿Qué soy qué? - gritó enfurecida Karin mientras le empujaba de nuevo al agua con toalla incluido - ¡Eres lo más tonto que hay sobre la tierra... y en el agua! ¡Anda y quédate a ver si te salen agallas o te conviertes en sapo!... ¡Subnormal! - dijo mientras se marchaba.
- ¡Eh! ¿Te has enfadado? ¿Pero por qué te has enfadado?
- ¡Olvídame!
- ¡Pero tráeme otra toalla que esta se ha mojado!
- ¡Anda y vete a la mierda que creo que han puesto un columpio!
Si se paraba a pensarlo Suigetsu no sabía porqué se comportaba así con la chica, no era mala chica después de todo pero es que no lo podía evitar, era verla y venirle a la mente todas las veces que la había visto detrás de Sasuke y... le entraba como una rabia que no sabía controlar.
...
Shino, Shikamaru, Chouji y Ryuko subían las escaleras que les llevaban hasta la planta donde estaban sus aulas.
- ¿Y que ha dicho Akane de lo del cambio de clases? - preguntaba Ryuko.
- Pues nada, que me porte bien en la nueva clase y no vaguee demasiado - contestaba Shikamaru mientras sacaba algo como un pequeño trozo de madera de uno de sus bolsillos y lo lanzaba al aire para recogerlo al caer - ¿Qué va a decir? Es lo que nos toca.
- Parece que ya se lo está tomando todo muy bien - comentó Chouji.
- Es que no hay otra y Akane es lista, sabe que en la vida tenemos que adaptarnos a los cambios - añadió Shino.
- Aún así hoy mira como te ha puesto el ojo - rió Chouji - ¿Estás seguro que ha sido un botón?
- Deberías ir a que te lo vieran, lo tienes muy rojo - sugirió Ryuko.
- Espero que se me pase pronto.
- ¿Que es eso? - preguntó Chouji refiriéndose al pequeño trozo de madera que Shikamaru volvía a lanzar para recogerlo en el aire.
- Esto - lo mostró - Lo tallé yo hace años, se supone que es un ciervo.
- Es cierto, lo parece - afirmó Ryuko - No sabía yo que tú hacías estas cosas.
- Se lo voy a dar a Akane.
Chouji se quedó mirando la pequeña figura y luego miró a Shikamaru.
- ¿Esto le vas a dar?
- Si. Es por si al Uchiha se le ocurre llegar con algo para ella, es muy capullo.
- ¿Y tú vas a contrarrestar su regalo con...?
- Con algo que he hecho yo con mis manos, a Akane le gustará, ya lo verás. No es un regalo, es un amuleto, ya que no estamos juntos quiero que me sienta a su lado.
- Ay Shikamaru - sonrió Ryuko - Ya tiene algo tuyo para recordarte, no lo olvides.
- De momento eso solo le causa angustia. Bueno Shino ¿Listo para la charla de Akane?
- No hay problema.
Al terminar de subir las escaleras se despidieron y cada uno se dirigió a sus respectivas aulas.
Shikamaru a penas había entrado en la suya cuando fue abordado por Karui.
- ¿Cómo lo llevas? - le interrogó - ¿Te vas poniendo al día?
- Mendokusei... déjame al menos llegar a mi sitio. Mirad que sois agobiantes las mujeres.
- Te necesitamos al 100% para el proyecto de ciencias. Samui no va a permitir que por tu culpa nuestras posibilidades de hacer un buen proyecto disminuyan.
- No, ni tu tampoco, por lo que veo. Ahhhh... no me agobiéis, soy vago pero no un inútil.
- Tío, lo tienes muy mal - comentó riendo a su lado Omoi - Estas lobas te van a comer.
- ¡Tu cállate, que solo sabes decir tonterías! - le gruñó Karui.
- Oye - la ignoró Omoi - ¿Te dijo algo tu amiga de mí?
- ¿Qué amiga?
- Esa, la guapa, la de las coletas rubias.
- ¿Temari?
- Si, esa, espero que no haya puesto sus ojos en mi porque me dolería romperle el corazón.
Shikamaru la miró entornando los ojos ¿Pero ese chico estaba bien de la cabeza?
- Hablando de ojos, tío - continuó Omoi - ¿Qué ha sido eso?
- Un accidente aéreo. Un objeto que volaba y mi ojo que se interpuso en su trayectoria.
- ¿No te habrá hecho eso Sasuke? - llegó alarmada hasta él Shiho.
- ¿Sasuke? ¡No!
- ¿Te has pegado con el imbécil del Uchiha? - intervino de pronto Karui.
- ¡No!
- ¿Y cómo te has dejado hacer eso? - gritó ahora Sora.
- ¿Pero que...? - empezó a decir Shikamaru - No me he pegado con el Uchiha. Ha sido un accidente. Que problemático que es todo esto.
- ¿Has traído mis apuntes? - habló ahora muy seria Samui, cosa que agradeció Shikamaru, a ver si así esa absurda conversación se acababa.
Shino vio entrar a Akane y Sakura en el aula. Mientras Sakura se acercó a Sasori para saludarle, Akane cruzó una rápida mirada con él, dejó la cartera en su asiento y volvió a salir por la puerta rápidamente. Shino concluyó que iba a hablar con Sasuke así que, mientras esperaba su regreso se fijó en ese hecho insólito que había visto y que pareció ignorar por centrar su atención en Akane, Sakura saludando y además sonriendo a Sasori... si que era curioso, pensaba que Sakura no le soportaba pero quizás después del trabajo de debate que tuvieron que hacer las cosas hayan cambiado entre ellos; se preguntaba como reaccionarían Naruto y algún otro ante ese "acercamiento".
Igual de rápida que salió de su aula Akane entró en la de 2-1. Echó un rápido vistazo para localizar su objetivo y cuando lo vio se dirigió directa a él. Sasuke estaba y cuando se dio cuenta Akane ya estaba frente a él y antes de que la saludase la chica pegó su frente a la suya durante unos segundos tras los cuales se separó.
- Pues no parece que tengas fiebre - comentó Akane poniéndose en jarras - ¿Te duele la tripa? ¿Has ido bien al baño?
- ¿Qué es lo que te pasa a ti?
- Compruebo que tipo de enfermedad tienes, porque tú estas enfermo, fijo.
- ¿Crees que estoy enfermo?
- O tienes un retraso mental que has sabido ocultar hasta ahora ¿Pero en qué estás pensando?
- Supongo que te refieres a la conversación que tuve con tu madre.
- Vaya, aún te funciona el cerebro, una buena noticia ¿Y ahora me quieres decir porqué le has dicho a mi madre que me has dejado embarazada?
- No te pongas nerviosa que no te conviene. Me dijo tu madre que estabas delicada.
- Ah, mira que considerada. Y supongo que estaría de lo más amable contigo ¿Verdad? - dio un golpe seco en la mesa - Hoy comemos juntos ¿Entendido? No me mires así, no va a ser una comida de futuros padres, mas bien quiero comprobar si tu enfermedad mental tiene arreglo.
Se giró y se marchó tan rápido como había venido.
- Menudo carácter tiene la pecosilla - comentó Tobi burlón al lado de Sasuke.
- Cállate y no te metas donde no te importa.
- Tobi cree que el embarazo le sienta muy bien.
- No me interesa tu opinión.
- Pero no parecía muy contenta contigo.
- Te he dicho que te calles.
- Vale, vale, Tobi se calla, Tobi no hablará más pero Tobi siempre tiene razón.
Akane entró en su aula y fue derecha hacia la mesa de Shino. Se apoyó en la pared y le miró cruzándose de brazos.
- ¿Qué? - dijo mirando a su amigo.
- ¿Ya has hablado con el Uchiha? - habló Shino en un susurro, como era habitual en él.
- No, ese chico necesita una charla un poco más extensa ¿Tú que te cuentas?
- He de suponer que estas enfadada.
- No, estoy muy contenta. Que de pronto me salgan tres candidatos a padre de lo que sea que tenga me hace una ilusión tremenda, así puedo elegir entre uno tonto, uno muy tonto y otro tontísimo.
- Gracias por lo que me toca.
- ¿Se puede saber porqué le has dicho a mi padre que...
- No, yo no hablé con tu padre. Yo hablé con Takato y le expuse mis temores a que biológicamente no sea el padre Shikamaru y algunos inconvenientes que puede tener ignorar algunas consideraciones.
- Claro... y le dejaste con la boca abierta con tus deducciones, como a mi. Vamos Shino, después de decirle eso seguro que se puso a llorar.
- Pues si.
- ¿Y eso lo hiciste para reírte un poco?
- No. Verás, vi al Uchiha entrar en casa de tu madre y supuse que iría a preguntar por ti y que seguramente le diría algo como que él era el padre.
- Supusiste bien ¿Pero por qué no te limitaste a decir que estaba loco o algo así?
- Por fastidiarle. Mira, me sienta muy mal que me ignoren, tú no sabes y ese presuntuoso me ha ignorado. Ayer hablé con él, no discutimos, tranquila, ni nos pegamos, hablamos más bien poco, dos o tres frases, las suficientes como para darme cuenta de que en cree que tiene un 50% de posibilidades de ser el padre.
- ¿Y?
- Que a mi no me tiene en cuenta. No me está teniendo en cuenta y no me gusta que me ignoren. Que yo sepa fuimos tres los que nos despertamos en esa habitación, sobre la misma cama y los tres semidesnudos. No es que despertarais vosotros dos juntitos en la cama y yo tirado en el suelo y vestido, no, allí éramos tres y tan comprometedora era su situación como la mía. No olvides tampoco que tú llevabas puestos mis calzoncillos, lo que implica que en algún momento tuve que quitármelos.
- A ver Shino ¿Entonces todo esto solo ha venido por una... rabieta?
- No. Se como son tus padres y se que basta que tu madre diga una cosa para que tu padre le lleve la contraria. Pensé que tu madre enseguida empezaría a soñar con emparentar con los Uchiha y que a tu padre eso le sentaría como una patada.
- Eso es cierto. Estoy muy harta Shiho, muy cansada, harta de que mis padres piensen por mí, harta de intentar hacer las cosas bien, ya me he cansado. Siempre he hecho lo que mis padres me pedían, tú lo sabes. No he hecho otra cosa que hacer lo que me han dicho y nunca... - soltó el cuaderno y miró hacia la pizarra intentando que esas lágrimas que amenazaban con salir no lo hicieran.
- ¿Eso que parece son lágrimas?
- No, que va... es que estoy muy sensible.
- Si no veo mal que llores.
- No voy a llorar es que... a veces pienso que nunca nadie me ha querido. A lo mejor cuando nací si, supongo que me querrían pero luego... ¿Qué pasó? ¿Por qué nunca me lo demostraron? ¿Por qué mi madre es así? ¿Es que no le importo? Soy su hija, debería importarle mi felicidad pero parece que lo único que le importa es la suya. Todo lo hago mal, me esfuerzo, me esfuerzo y nunca hago nada bien... te juro que estos días en casa de las abuelas de Shikamaru he recibido más muestras de confianza a pesar de que no me conocían que en toda mi vida por parte de mi madre. Y ahora viene Sasuke diciendo que él me ha dejado embarazada y de pronto, después de decir que no volviera a su casa, mi madre me llama y... ¿Qué pasa? ¿Ahora no le parece tan horrible que me haya quedado embarazada? ¿Ahora se me puede perdonar? Y mi padre igual, aunque mira a mi padre le reprocho menos porque al fin y al cabo él se pasa el día trabajando para sacar adelante a su familia y luego pasarle a mi madre la manutención de otros tres hijos, porque no te creas que mi madre le perdona una y no tiene tiempo de ocuparse de nada pero no entiendo porqué le parece bien que tu seas el padre y Shikamaru no.
- Es solo porque a mi me conoce y conoce a mi familia. Eso solo eso, se siente más tranquilo, dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer. Tu padre te quiere Akane y se preocupa por ti.
- Si, seguro.
- Ya verás que en cuanto conozca a Shikamaru se le pasará esa tontería, a fin y al cabo Shikamaru te quiere y eso se nota.
- Pues con mi madre lo tengo más chungo. A este Sasuke se le ha ido la pinza pero bien.
- Yo además estoy muy molesto. Me molesta que a mi no se me tenga en cuenta. Ese niñato tiene que darse cuenta de que si él se cree con derecho a decir que el niño es suyo, yo tengo el mismo derecho, el mismo.
- Desde luego Shino, mira que eres siniestro ¡Madre mía que calor que hace! - cogió uno de los cuadernos que tenía Shino sobre la mesa e intentó abanicarse con él.
- ¿Por qué no te quitas ese chaleco?
- No puedo, tengo la camisa rota, me falta un botón estratégicamente colocado para que no pase desapercibido.
- ¿Sabes que las embarazadas tenéis la temperatura corporal mas elevada de lo habitual? Por eso el calor lo lleváis fatal o al menos eso decía mi madre.
- Así estoy yo últimamente con unos calores y con una cosa que no te cuento. Solo te digo que ayer, viniendo en coche le cogí gusto a los baches - Shino sonrió - No te rías, a punto estuve de decirle a Shikato que se metiera por una carretera lo peor posible.
...
Ino entraba en clase acompañada por Stella y Kikyo, nada más entrar miró a Naruto que parecía vigilar la puerta esperando a alguien. Al ver a Ino retiró su mirada rápidamente y la bajó clavándola en su mesa. Stella y Kikyo dejaron salir una risita traviesa y Naruto comenzó a sentir como le ardían las orejas.
- ¿Naruto? - llamó su atención Hinata - ¿Te... te pasa algo?
- ¡Ah, Hinata! No, no me pasa nada.
- Si, si te pasa algo - intervino Gaara - Que te conocemos Naruto, no lo puedes ocultar.
- ¡Ah bueno! Es que he roto con Ten-Ten, ttebayo.
- ¿Ya no sales con Ten-Ten? - se interesó Hinata.
- No - se rascó tontamente la cabeza - Creo que soy un poco crío para ella.
- Pues que tonta.
- No digas eso. Ten-Ten es una chica estupenda... y pega unas bofetadas tremendas, me recuerda a Sakura - dijo tocándose la mejilla - La verdad es que podía haberse ahorrado el guantazo, dattebayo.
- ¿No será que solo salías con ella para olvidarte de Sakura, verdad? - le interrogó Gaara.
- No, no que va.
Naruto dirigió su mirada hacia Ino y Hinata miró también hacia allá.
- ¿Te pasa algo, Naruto? - volvió a preguntar Hinata.
- Que te digo que no, que estoy bien - ahora rodó su mirada hacia Sasuke. Lo único que Naruto necesitaba ahora era un plan para acercarse a Ino sin asustarla o que se sintiese acosada... ojala el fuera tan listo como Shikamaru.
Ino miraba a intervalos a Naruto ¿Sería cierto eso que había dicho Ten-Ten? Porque a lo mejor no era cierto, a lo mejor Ten-Ten había dicho aquello para vengarse; como ella había dicho que dejaba a Kiba porque le gustaba Ten-Ten y la chica pareció sentirse molesta por utilizarla como excusa a lo mejor quería pagarle con la misma moneda... quien sabe o a lo mejor solo era una excusa barata para estar libre porque ¿Qué razón tendría para no querer a Naruto como novio? Si Naruto era una gran persona, se preocupaba por todo el mundo, siempre dispuesto a ayudar a quien fuera y además que con los años se está poniendo cada vez más guapo, a este paso terminará siendo igual que su padre y su padre, a pesar de sus edad, es guapo hasta decir basta. Además Naruto es divertido, un poco payaso, algo simplón a veces pero eso está bien... desde luego mira que también Sakura es tonta, vaya oportunidad que ha perdido... Espera ¿Y si Naruto lo que quiere es acercarse a Sakura a través de ella? No, que tontería, Naruto no tiene una mente tan retorcida... pero ¿Y si aún se acuerda de Sakura? A lo mejor Ten-Ten está equivocada y lo que le pasa es que no ha dejado de estar enamorado de Sakura.
- ¡Atención a todos los alumnos! - se oyó de pronto la voz de Shizune hablando y retumbando por todo el aula de forma metálica.
- ¿Qué ha sido eso? - preguntó más de uno sobresaltado.
- Os va a hablar la directora. Hacía tiempo que teníamos este sistema de megafonía y nunca lo utilizábamos. Atendedme que la directora os quiere comunicar algo.
- Buenos días - escucharon ahora a Tsunade - Como sabéis hace unos años que este instituto prescindió de tener equipo de béisbol debido al nulo rendimiento de sus componentes.
- Vamos, que no ganábamos ni un partido - se oyó comentar a alguien.
- Seguro que más de uno estáis pensando que somos unos perdedores pero eso era en el pasado. El consejo escolar ha decidido que de nuevo se va a incluir a nuestro instituto en la liguilla local. Esperamos que ahora el nivel de los integrantes sea más competitivo. Los interesados en formar parte del equipo pueden pasar a inscribirse en el departamento de deportes. Os esperamos a todos, chicos y chicas, ya que también se ha decidido, por primera vez y siguiendo la política de igualdad entre sexos que desde este instituto intentamos promulgar, que el equipo será formado de forma mixta.
Tsunade esperó unos calculados minutos para que los alumnos comentasen aquella noticia. Entre ellos Ten-Ten que cogía entusiasmada a Sumire de las manos.
- ¡Genial! Por fin nos dejan a las chicas competir en igualdad. Vamos Sumi, nosotras tenemos que apuntarnos.
- ¡Claro que si! ¡Con lo que me gusta a mí el béisbol!
- A la hora de la comida nos apuntamos ¿Vale? Va a ser estupendo.
- ¿Ya lo habéis comentado bastante? - se escuchó de nuevo a Tsunade - Pues atendedme que traigo otra noticia. A parte del equipo de béisbol también se abre la inscripción para formar un equipo de animadoras, si es que alguien está dispuesto a hacerse cargo de él y llevar un seguimiento serio y formal. Y ahora ya podéis empezar con vuestras actividades escolares. Que tengáis buen día.
Ahora eran Stella y Kikyo las emocionadas.
- ¡Un equipo de animadoras! ¡Esto es lo más! - exclamaba Stella.
- Y por lo visto no hay nadie encargado ¡Stella tu podrías ser la jefa de animadoras!
- ¿Yo? ¿Tú crees?
- ¡Pues claro! Tú tienes experiencia de tu país. Será perfecto.
- Además si contamos con la ayuda de Ino - la miró.
- ¿La mía?
- Por supuesto. Tengo entendido que tú montaste aquel grupillo de animadoras para el partido de futbol.
- Ah no, no fui yo, fue Kumoyuki, pero yo ayudé bastante, la verdad. El diseño del uniforme si fue mío.
- ¡Y fue lo máximo! Te lo aseguro - decía muy aparatosamente Stella - Chica con mi experiencia y tu talento vamos a ser las mejores.
- Espero ¿No querrá ser también esa chica jefa de animadoras, verdad? - inquirió Kikyo.
- No que va, imposible, no va a poder, os lo aseguro.
- Entonces, decidido - decía Kikyo - Luego vamos a proponerlo. Tenemos que darnos prisa, antes de que alguien se nos adelante.
...
Los primeros en pasar la revisión médica fueron los de 3º. Los separaron en dos grupos, las chicas pasaban su revisión en la enfermería y los chicos fueron llevados al gimnasio. Allí, sentados en los bancos, esperaban mientras veían como sus compañeros eran pesados y medidos.
- Menos mal que este año nos han traído a un enfermero - comentaba Sora.
- Siempre nos traen un enfermero para los chicos - replicaba Haku.
- No, no siempre. Yo recuerdo un año en el que nos atendió una enfermera. Fue muy humillante.
- Bueno yo por si acaso me he puesto mis boxer nuevos - decía Omoi.
- Hay datos que si nos los supiésemos no nos afectaría demasiado - hablaba como quejándose Yagura.
- El siguiente - dijo con voz alta Ibiki que ayudaba con los reconocimientos.
Shikamaru se levantó y se acercó hasta la zona donde estaban Ibiki y el enfermero donde Utakata se vestía de nuevo.
- Hola - le saludó el enfermero - Dime tu nombre.
- Shikamaru Nara.
- A ver... no te tengo en la lista.
- Es que acaba de incorporarse a este grupo - indicaba Ibiki - Tienes que buscarle en el grupo de 2-1.
- Veamos... si, aquí estás ¿Has traído tu cartilla?
- Si, aquí está.
- Bueno - le echó un vistazo - Las vacunas están en orden. Ve desnudándote, quédate solo en ropa interior y mientras dime ¿Cómo es tu estado general? ¿Te encuentras bien? ¿Algún malestar?
- No, quiero decir que me encuentro bien.
- ¿Usas gafas?
- No.
- ¿Te duele la cabeza con frecuencia?
- Eso si. Padezco de crisis de migrañas.
- Espera, acércate ¿Qué es eso que tienes en el ojo?
- ¿Esto? Esta mañana me ha entrado un objeto extraño de forma algo violenta.
- ¿Y que ha sido lo que te ha entrado?
- Un botón.
- ¿Un botón?
- Si, un botón, un pequeño botón de camisa.
- ¿Y cómo ha ido a golpearte?
- Casualidades de la vida.
- Déjame que te vea ¿Estás seguro de que ha sido un botón?
- Bastante seguro.
- ¿Te duele?
- Un poco pero más que nada me molesta, es como si tuviese algo dentro.
- Lo que tienes es una herida. Tenías que haber ido a que te lo curasen, esto parece una tontería pero esas heriditas se pueden ulcerar.
- En cuanto termines aquí - intervino Ibiki - Te pasas por la enfermería y le pides a Shizune que te haga alguna cura.
Cuando Shikamaru terminó con su reconocimiento se dirigió con un papel escrito por Ibiki en la mano hacia la enfermería. La verdad es que ese ojo le estaba resultando cada vez más problemático.
Al llegar a la enfermería se encontró en el pasillo a las chicas de 2-1 esperando su turno para entrar. Allí estaban Stella, Kikyo e Ino hablando entre ellas. Jisei con Ryuko y Temari, Tayuya mirando a todas con cara de perdonarles la vida y Konan.
- ¡Eh! - gritó Tayuya al verle - ¿Que cojones haces tu por aquí?
- Tengo que ver a Shizune - levantó el papel que llevaba - Tengo un pequeño percance que hay que tratar.
- ¿Es por tu ojo, a que si? - indicó Jisei - No tiene buena pinta.
- ¿Quien te ha hecho eso, pardillo? - rió Tayuya.
- ¿Qué te pasa, Ryuko? - la ignoró Shikamaru - Estás muy seria.
- Estará preocupada por si ha cogido algún kilo - rió Kikyo - Cosa que no sería de extrañar.
- Pues tú, pija de mierda - habló Tayuya - Si has perdido algún kilo será porque tu cerebro está menguando porque tu culo está tomando proporciones colosales.
- ¡No empecéis a discutir, por favor! - intervino Temari - No tengo ganas de más discusiones absurdas.
La puerta se abrió lo que atrajo la atención de las chicas y Hinata salió.
- Ya puede entrar otra - habló.
- Perdona Hinata - interrumpió Shikamaru.
- Ho... hola Shikamaru ¿Qué haces aquí?
- ¿Queda alguna chica en paños menores ahí dentro?
- No... solo Shizune y la enfermera que ha venido.
- ¿Entonces me dejáis pasar, chicas?
- Si, anda, pasa - contestó Konan.
Shikamaru entró y Shizune le miró completamente perpleja.
- ¿No te has equivocado de sitio?
- Perdona la interrupción pero me manda Ibiki-sensei. Por lo visto mi ojo necesita atención.
- Anda pasa - dijo cogiendo el papel que le enseñaba Shikamaru y lo leía - Siéntate en esa banqueta.
- Mientras podría pasar alguna chica y adelantamos con las preguntas - propuso la enfermera.
- Me parece bien.
La enfermera se levantó y se acercó a la puerta. Todas las chicas la miraron expectantes al verla aparecer.
- Puede entrar la siguiente. No se va a desnudar hasta que el chico se vaya, no os preocupéis.
Sin embargo, por alguna razón aquello no resultaba convincente del todo. Fue Ino la que se acercó decidida, total, era Shikamaru, era como su hermano, ya le había visto bastante en paños menores... aunque fueran más pequeños.
Mientras Shizune atendía a Shikamaru y le echaba unas gotas, este comenzó a prestar atención a las preguntas que le hacían a Ino y sobretodo a las respuestas de esta.
- Voy a ponerte un parche - le decía Shizune - Y no te lo quites ¿Entendido? Mañana tienes que ir al médico ¿Me estás escuchando?
- Parche, no quitar, mañana médico... entendido.
- Y te voy a apuntar las gotas que tienes que echarte cada ocho horas. Como tu padre tiene una farmacia no tendrás problemas... ¿Me escuchas?
- Gotas cada ocho horas - repitió.
Shikamaru se marchó y Shizune le pidió a Ino que se fuera desvistiendo. Ahora venía una parte importante. Se suponía que su pérdida de peso debía ser lo suficientemente alarmarte para que el equipo de atención del instituto llamara a sus padres, eso era lo que Tsunade había hablado con Kushina Uzumaki.
La miró desvestirse, realmente se la veía bastante delgada... demasiado. Por un momento comenzó a pensar que era lo que llevaba a esas chicas a hacerse a si mismas esas cosas ¿Cómo podía ser que llegaran a ver lo delgadas que se quedaban? Tan delgadas que ya era una imagen patética la que trasmitían... pero ya lo sabía de sobra, no era el primer caso de anorexia o bulimia que tenían en el instituto, por desgracia.
Primero procedió a medirla... 1,63... no había a penas crecido ya desde el año anterior.
- Sube a la báscula - le dijo.
Ino se subió temblorosa y con los ojos cerrados a la báscula. Shizune cogió la cartilla de Ino y vio el peso que tenía el año anterior: 46,200 kilos, que tampoco es que fuera mucho, la verdad. Shizune comenzó a mover aquellas cosas, esos contrapesos que Ino nunca comprendía como funcionaba.
"37,100... ha perdido casi 10 kilos en un año... que pena" pensó.
- ¿He engordado? - preguntó Ino con miedo.
- No hija, no has engordado.
- ¿Pero peso más de 40 kilos?
- No, tampoco - contestó Shizune mientras lo apuntaba en su cartilla - ¿Estás segura que comes bien?
- Si, claro que si.
- Está bien, toma.
Ino cogió la carilla y miró. Puso un poco cara de decepción, había adelgazado, si, y no llegaba a los 40 kilos pero no según eso no había adelgazado nada en el última semana... y eso que había ido sin desayunar.
...
A la hora de la comida, en la puerta de su aula, Akane se despedía de sus amigos, estaba dispuesta a hablar con Sasuke y muy seriamente. Jisei le volvía a preguntar si estaba segura de lo que iba a hacer y ella respondía completamente convencida que si, eso no podía seguir así, tenía que hablar con Sasuke y aclararlo todo y cuanto antes mejor.
Esperaba a que Sasuke saliese de su aula para preguntarle donde quería comer. Tenía que ser en un sitio solitario, el tema a tratar no era para que otros lo oyeran.
Pero el que se acercó a ella primero fue Shikamaru.
- ¿Te han puesto un parche en el ojo?
- Por lo visto me has hecho una herida, calabacita.
- Deberías pintarte una calavera.
- Eres como la décima que me dice eso ¿Qué? ¿Esperando a Sasuke?
- Pues si, aquí estoy, esperando al Uchiha.
- A lo mejor se arrepiente o se asusta.
- No, no lo creo.
- ¿Necesitas mi ayuda?
- No. No te preocupes, lo tengo todo controlado.
- ¿Estás segura?
- Segurísima.
- Bueno, pues te quiero dar algo - sacó el pequeño ciervo tallado en madera - Es un amuleto, lo hice yo, no está muy bien pero... es para que te traiga suerte. Jisei dice que las cosas hechas por uno mismo estás impregnadas de fuerzas positivas o yo que se.
- ¡Que bonito que es! ¿Y lo has hecho tú? ¡Es un ciervo!
- Vaya, lo has reconocido, pensé que parecía un ratón con cuernos.
- Que va, que va, si se ve que es un ciervo, gracias Shikamaru, seguro que me va a traer suerte - se acercó a él y le dio un breve beso en la mejilla.
- ¿Solo me merezco eso? - según sus cálculos Sasuke no podía tardar en salir… habría que aprovechar para volver a marcar el territorio.
Sasuke, al salir del aula lo que vio fue a Shikamaru y Akane besándose... estaba bien... que disfrutase de lo poco que le quedaba.