viernes, 22 de agosto de 2014

68. ¿Pero qué hemos hecho?

- ¿Que creéis que habrá pasado? - preguntaba Hanabi en voz baja.
Estaban todos en la habitación que compartían las dos niñas.
- No se - respondía Hotaru - Cuando se despierten lo sabremos.
- A lo mejor se pusieron enfermos - lloriqueó nervioso Takato.
- Lo que sea ya sonará - apostilló Yusuke.
- Hay mucho silencio - añadió Sumomo - No se oye nada ¿Es que no van a despertarse?
- Estarán durmiendo todavía la mona - aclaraba Masaru - Venga, nosotros actuemos como si nada y cuando oigamos los primeros gritos nos sorprendemos.
- ¿Habrá gritos? - se extrañó Sumomo.
- Seguro - respondía Hotaru - Muchos gritos ¿Habéis ensayado las caritas de niños buenos e inocentes?
- ¡Todo listo! - exclamaba eufórica Sumomo.
- Vale, pues ahora, actuemos como si nada... a disimular, nosotros, a lo nuestro - sentenciaba Yusuke.
El primero en despertarse fue Neji. Ya estaba entrada la mañana. Neji se sentía incómodo y sentía un gran peso sobre él. Abrió los ojos con dificultad, la luz le dañaba, miró lentamente a su alrededor, entonces fue cuando se dio cuenta: no estaba en una habitación, ni en la cama, estaba en el salón de aquella casa, medio tumbado en el sofá y durmiendo apoyada sobre él estaba Temari. Aquella situación no era muy normal ni razonable. Observó a su alrededor, en el suelo había vasos y platos y... ¿eso era su camisa? ¿No querría decir eso que estaría desnudo? Se palpó una pierna... no allí se podía tocar ropa, pantalones si llevaba. Miró más detenidamente a Temari, en su cabeza había algo raro... ah, claro, no llevaba sus habituales coletas. Bien analizándolo todo, teniendo en cuenta lo que le estaba costando ordenar sus ideas y la laguna mental que tenía desde que estaba en la barbacoa, el dolor de cabeza y lo mal que se sentía... estaba claro que era víctima de una resaca, no había duda.
Temari emitió un quejido de molestia y abrió lentamente los ojos. Durante unos instantes pareció dudar pero de pronto se incorporó apoyando sus manos en el pecho de Neji y mirándole con terror.
- ¿Que ha pasado? - preguntó despavorida.
- Ya... ya me gustaría saberlo.
Temari se levantó rápidamente de encima de Neji mientras este se sentaba.
- Mi cabeza - se quejó la chica llevándose las manos a ella - Creo que me va a estallar…
Temari se miró y miró a Neji entornando los ojos.
- ¿Estás desnudo?
- Llevo pantalones.
- ¡Ah! - exclamó tocándose los hombros y el pecho - ¿Y mi sujetador?
- ¿Qué?
- Que no llevo sujetador ¿Dónde está?
- ¿Has perdido el sujetador?
- No creo que esté muy lejos... me gustaría encon... ¿Que es eso que sale de tu bolsillo?
Neji miró, algo como unas tiras colgaban, tiró de una de ellas y sacó el sujetador de Temari.
- Toma, lo siento, no se como ha llegado a mi bolsillo.
- Esto... es un poco incómodo.
- Bastante incómodo.
- No te lo vas a creer pero yo...
- ¿Te acuerdas de algo?
- ¿Tú no te acuerdas?
- No quiero ofenderte pero...
- Vaya... pues yo tampoco. ¿Tienes alguna razón lógica para esto o puedo ponerme a gritar como una loca?
- Yo diría que nos emborrachamos.
- Tiene toda la pinta, o eso o nos drogaron.
Se miraron a los ojos seguros de pensar lo mismo que el otro.
- ¡Los niños! - exclamó Temari.
- ¿Crees que habrán sido ellos?
- Pero yo vi como abrían la botella, era un licor sin alcohol.
- Ya pero son muy listos.
- ¿Y si la etiqueta estaba mal? Dios Neji... ¡Ellos también bebieron!
Neji se levantó alarmado y echó a correr en dirección a la habitación que compartían Hanabi y Sumomo. Abrió la puerta de golpe, las dos niñas estaban sentadas en el suelo leyendo unos cómics, se asustaron al ver entrar de esa forma tan violenta a Neji.
- Neji ¿Que te pasa? - Hanabi le miraba asombrada, ver a su primo de esa guisa, sin camisa, con el pelo revuelto, era algo que no había visto nunca.
- ¿Estáis bien?
- Si Neji, estamos bien.
- Si.
- Niñas - Temari apareció por detrás, Sumomo y Hanabi abrieron mucho los ojos al ver el aspecto desaliñado de la chica. ¿No os duele nada? ¿La cabeza o... algo?
- No. Estamos bien ¿verdad, Hanabi?
- ¿Os... os acordáis de lo que pasó ayer? - interrogó Neji.
- Claro - respondió Sumomo - Fuimos a coger bichos repugnantes y luego pintamos murales en el lago.
- ¿Y después?
- Hicimos una barbacoa y jugamos un poco, cantamos al karaoke y nos acostamos - dijo inocentemente Sumomo.
Temari y Neji se miraron. La cara de Neji empezaba a crisparse.
- ¿Sabéis donde están los niños?
- En el jardín ¿pasa algo?
- ¿Y Sasuke?
- Ni Sasuke, ni nadie se ha despertado aún.
- ¿Estarán en sus cuartos? - reflexionó Temari.
- Akane no - contestó Hanabi - Hemos ido a buscarla y allí no había nadie, ni tu, ni ella.
- Y en vuestra habitación - continuó Sumomo señalando a Neji - No estabais ni tú, ni Shino ¿Dónde habéis estado?
Eso es lo que Neji le gustaría saber.
- ¿Y sabéis algo de Sai?
- La habitación de Sai y Misaki estaba cerrada con llave. Los chicos dijeron que llamaron pero que nadie contestó.
El mayor inconveniente que Neji y Temari tenían en ese momento es que con aquel dolor de cabeza no podían pensar con claridad.
Misaki sentía como si su cabeza no fuese su cabeza, tenía la boca pastosa y seca y le costaba abrir los ojos, además tenía el estómago revuelto y ganas de vomitar... todo indicaba que se encontraba bastante mal. Mejor ni intentaba abrir los ojos. Se giró de forma pesada y chocó con algo ¿que sería? Bueno y que mas daba, mejor seguir durmiendo.
Sin embargo su mano permanecía encima de aquel objeto y empezó a tocarlo... era suave ¿Que sería? Pesadamente abrió los ojos, la luz le molestaba y le impedía enfocar bien y cuando por fin sus pupilas se acostumbraron a la luz los abrió aún más y de un salto se retiró hacia atrás llegando al final de la cama y terminando en el suelo. Si le seguía doliendo la cabeza ya no lo recordaba, era más el pánico que empezaba a dominarle.
Su caída produjo cierto estruendo que despertó a Sai. Este se movió pesadamente y abrió los ojos.
- ¿Que ha pasado? - dijo con voz ronca.
Misaki no se atrevió a contestar. Acababa de ponerse de pie y se quedó paralizado, deseando que Sai no le viese. Entonces fue cuando miró a Sai y se dio cuenta de que estaba desnudo... se miró a si mismo... y ya el pánico le dominó del todo... también estaba desnudo.
- ¡Ay Dios, ay Dios! - se lamentó en voz baja - ¡Ay Dios!... Esto no puede estar pasando... es un sueño, una pesadilla... si... seguro... ay Dios.
Llevó la mano hasta la sábana que, echa un lío, estaba al borde de la cama y la cogió.
- ¡Ay Dios!
- ¿Misaki? - pronunció Sai de forma quejosa de nuevo con la voz ronca - ¿Eres tú?
- Esto... yo... sigue durmiendo... aún es pronto.
- ¿Por qué? ¿Que hora es?
Sai abrió los ojos como si fuera algo que le costaba muchísimo trabajo y movió su muñeca hasta situar el reloj frente a ellos.
- Ah... no veo nada.
- Es... es pronto... tu sigue durmiendo.
- Me encuentro fatal.
- Si... no tienes buena cara... tú quédate durmiendo, yo te subo algo.
- Creo que no podría comer nada.
Sai giró la cabeza y le miró.
- ¿Estás desnudo? - se incorporó con dificultad.
- No, no... es que voy a... ducharme.
Sai se miró a si mismo. Le costó un poco procesar lo que estaba pasando.
- Misaki...
- No creo que estoy sea lo que parece...
- ¿Por qué me duele todo el cuerpo?
- Pues no se... Seguramente... bebimos algo que nos sentó mal... a lo mejor hasta nos dio fiebre y todo...
Sai se miró de nuevo y después a Misaki
- Seguro que nos encontrábamos fatal - continuaba Misaki - Y nos echamos a dormir.
Sai abrió la boca, iba a decir algo, aquello que contaba Misaki no parecía muy coherente, seguro que había una explicación mejor... pero miró a Misaki, tapándose torpemente con la sábana y se miró a él mismo... quizás había cosas que era mejor no saber.
- Si... yo creo que debió ser eso.
Shino se incorporó con dificultad apoyando los codos en el colchón. Tenía los ojos cerrados y sentía su cabeza como más espesa de lo habitual. Abrió los ojos y los cerró inmediatamente ¿Dónde estaban sus gafas? Lentamente volvió a abrirlos ¿Dónde estaba? No recordaba que fuese la habitación que compartía con Neji. Para empezar estaba tumbado en una cama de forma atravesada, con lo cual las piernas le colgaban. Vio una mesilla y sobre ella sus gafas y las de Akane.
Una vez que se las puso, pudo dedicarse a mirar con más atención. En el suelo había una maleta y montones de piezas de ropa esparcidas por todas partes, vestidos, camisas, medias, faldas... ¿dónde estaba?
Miró a su lado, en la cama había dos personas más. A su lado, dormida plácidamente, de espaldas y vestida solamente con unos boxer de hombre, estaba Akane y al lado de esta, comenzaba a rebullirse un Sasuke vestido con un corto camisón de mujer, muy corto y que le quedaba pequeño y a juzgar por lo que insinuaba, Shino juraría que debajo de él, Sasuke no llevaba ninguna prenda más. Su aspecto era bastante cómico, ver a Sasuke Uchiha así le hizo gracia. Si, le hizo gracia hasta que decidió mirarse a si mismo: llevaba una especie de batita de seda blanca de mujer... por lo menos él si llevaba su ropa interior... ¿o no eran la suya?
Se llevó las manos a la cabeza y apoyó los codos en su rodilla. Evidentemente aquello era un sueño, cuando contase tres se despertaría y olvidaría aquel absurdo.
Sintió como la cama se movía al levantarse Sasuke.
- ¿Que demonios? - oyó a Sasuke y sintió como volvía a dejarse caer.
Sasuke tenía los ojos cerrados y con un par de dedos se presionaba el puente de la nariz.
- ¿Sasuke?
- ¿Estoy muerto?
- Si lo estás yo también debo estarlo.
- Me siento como si lo estuviera...
Sasuke abrió los ojos y se volvió a incorporar. Al ver a Akane dormida a su lado se puso de pié alarmado.
- ¿Que es esto?
- Yo diría que es Akane durmiendo.
- Pe... pero... está desnuda.
- No, lleva unos calzoncillos - Shino se quedó mirándola con detenimiento.
- ¡No la mires más, pervertido!
- Espera es que... son mis calzoncillos... ¿Lleva puestos mis calzoncillos?
- ¿Y por qué no lleva nada más?
- Si ella lleva mis boxer ¿Que llevo yo?
La mirada de los dos chicos se dirigió al mismo sitio.
- Los míos - respondió Sasuke - ¡Llevas puestos mis boxer!
- Y tú no llevas nada.
- Pero ¿Que pesadilla es este? - dijo mirándose aterrado y tirando del pequeño camisón como si pudiera alargarlo.
- ¿Tu eres capas de acordarte porqué hemos intercambiado nuestra ropa interior?
- Yo no recuerdo nada. Lo último que recuerdo es... tener mucho calor, sentirme mareado y... con un problema algo íntimo.
- Ja, lo mismo que yo. Recuerdo una ducha y...
Shino pareció quedarse pensando como si recordase algo.
- ¿Algo más?
- No... ni siquiera flashes... ¿Que habremos hecho?
Los dos miraron con miedo a la chica.
- Esto no pinta nada bueno - comentó Shino.
- ¿Sed acordará ella?
- Sinceramente Sasuke, si es lo que sospecho, espero que no o nos va a matar.
- Pues habrá que despertarla.
- O eso o nos largamos antes de que lo haga.
- Eso es muy cobarde.
- O instinto de supervivencia.
- Tenemos que afrontar lo que sea como hombres.
Shino cogió una de las prendas que había por allí cerca y la puso en la espalda de la chica.
- ¿Tu sabes lo que es toda esta ropa?
- Parece ropa de mis padres.
- Pues hemos debido estar jugando a los disfraces.
- Claro... seguro que nos mojamos en la ducha y vinimos a cambiarnos.
- Pero eso no explica el cambio de ropa interior.
- Estaríamos algo bebidos y no veríamos lo que hacíamos.
- Una borrachera explicaría muchas cosas ¿Y como nos hemos emborrachado?... ¡Hotaru! Apuesto a que esos niños están metidos en todo esto.
Shino meneó a Akane.
- Akane... chica, despierta.
Pero la chica, aunque hizo un curioso ruido, no parecía dispuesta a despertarse.
- Eh... Akane... ¡Mira, Kakashi medio desnudo!
Akane se incorporó de un salto con los ojos cerrados. Rápidamente Shino y Sasuke tuvieron el mismo reflejo de girarse.
- ¿Que dices? - se quejaba la chica medio dormida.
- Por favor, tápate, anda.
Akane necesitó unos segundos para situarse... vale, no sabía donde estaba, sentía su cabeza como si se la presionaran y... estaba medio desnuda. Se giró y vio a los chicos de espaldas, vestidos de forma... pintoresca.
Se tapó con lo que encontró a mano.
- Ya podéis mirar.
Al girarse los dos chicos no pudo evitar que una gran carcajada saliera de su garganta. Comenzó a reír de forma nerviosa aunque la cabeza le retumbaba pero le daba igual. La risa le hacía cerrar los ojos pero cuando aminoraba los abría y al volver a ver a los chicos de nuevo se acrecentaba su risa. Al cabo de un rato le dolían los mofletes de tanto reír. Shino y Sasuke la miraban sin decir nada pero bastante molestos.
- Bueno, vale ya - dijo algo mosqueado Sasuke.
- ¿Pero os habéis visto?
- ¿Y tu te has visto? - habló con tranquilidad Shino - Solo llevabas puesto mis calzoncillos.
Akane paró de reír. Analizó la situación durante unos instantes.
- ¡Yusuke! - bramó.
Y aquel grito se oyó en kilómetros a la redonda.
- Yo lo mato, lo mato. Juro que lo mato... ¡soltarme!
- Tranquila, tampoco estamos seguros de que hayan sido ellos - decía Shino.
- ¿Ah no? Da igual, yo tengo que matar a alguien.
- ¿Oye y que te parece si primero nos duchamos y nos vestimos? - propuso Sasuke.
- Perdona Akane pero ¿Tú te acuerdas de lo que ha pasado?
- ¿Vosotros nos os acordáis?
- No mucho - contestó Shino.
- Pues no - también habló Sasuke.
- ¿Hemos tenido una juerga y no os acordáis? ¿Os hacéis los tontos?
- Te juro que no - volvió a contestar Sasuke.
- Por mas que lo intento no recuerdo nada - añadió Shino - Y mira, me gustaría, parece haber sido la bomba.
- Pues esperaba que vosotros me dijerais algo... Ay... ¡Madre mía! ¿Que ha pasado aquí? Ay que angustia me está dando, ay que mala me estoy poniendo... creo que me va a dar un ataque de ansiedad.
- Tranquilízate - habló Shino - No sabemos lo que ha pasado.
- Por eso ¿os dais cuenta? He podido haberme liado con alguno de vosotros... o con los dos... incluso a lo mejor vosotros...
- ¿Pero que dices? - exclamó Sasuke.
- No creas - dijo Shino mirándole de reojo - Yo estaba muy bruto, de eso me acuerdo.
- ¡No! - le miró fijamente - Entre nosotros no ha habido nada ¿entendido?
Sentados alrededor de una gran mesa de comedor se miraban los unos a los otros en silencio.
- Bien - dijo Neji - ¿Que tenéis que decir a vuestro favor?
Los seis niños comenzaron a hablar a la vez.
- ¡Silencio! - gritó Temari - De uno en uno... por favor.
- Nosotros no hemos hecho nada, Neji - se quejó Hanabi.
- Vamos a ver - habló tranquilo como siempre Shino . Algo habéis hecho.
- Tu mismo abriste la botella - insistió Masaru.
- Ya, pero podíais haber cambiado las etiquetas - les miró muy serio Neji.
- ¿De veras crees que haríamos eso? - puso gesto de muy ofendida Sumomo.
- Pues si, de vosotros no lo dudo.
- Pero hubieseis notado que tenía alcohol - añadía Hotaru.
- O no - contestó Sai - Nosotros no solemos beber alcohol como para reconocerlo.
- Además - intervino Temari - ¿Quien está hablando de alcohol?
- ¿Entonces? - puso cara de no comprender Masaru - ¿Que era entonces?
- Algo habéis hecho porque esto no es normal - gruñó Neji.
- Si, claro - se quejó Yusuke - Venga, echa la culpa a los niños... a lo mejor habéis sido vosotros, anda ya ¿por qué íbamos a ser nosotros?
- La verdad es que echarles la culpa a unos niños parece rastrero - reflexionó Temari.
- ¿Y crees que hemos podido ser alguno de nosotros? - interrogó Misaki.
- Akane, hermanita, estas muy callada - sonrió Yusuke - ¿No?
Akane levantó la vista y le miró con furia.
- ¿Has pensado que a lo mejor... - continuaba el niño.
- ¿A lo mejor, qué? - le gritó a su hermano.
- No, que a lo mejor vamos a tener un sobrinito.
- ¡Ah! .- gritó también Takato - ¡Ahora tendrás que casarte con Shino!
Akane dio un golpe en la mesa.
- ¿Y que os hace pensar que ha pasado algo? No parecéis muy inocentes con esos comentarios... ¡Salid al jardín! Luego seguirá el interrogatorio.
- Pero...
- ¡Que salgáis! ¡Fuera!
Los niños salieron, todos miraron a Akane intrigados.
- ¿Que te pasa? - se interesó Temari.
- Es que si seguía mirándoles les iba a terminar por... dar un capón a alguno o algo peor.
- Vale... vamos a tranquilizarnos - habló Temari.
- Es que... esto no puede ser, no puede ser.
- Bueno, tampoco es para tanto.
- ¿Cómo puedes decir que no es para tanto?
- Es que... yo creo que estábamos tan... bebidos que es imposible que pasase nada.
Akane la miró suplicante.
- ¿De veras?
- Claro - la verdad es que Temari no estaba muy convencida pero no iba a decírselo.
Akane se levantó.
- No nos acordamos por lo tanto no ha pasado nada... es así de simple. Voy a dar una vuelta, necesito despejarme.
- Voy contigo - sugirió Shino.
- No, deja, no hace falta.
Akane se dirigió a la puerta y Shino quiso seguirla pero Temari le sujetó.
- Déjala, necesita estar sola.
- El problema es que no puede estar sola - respondió éste muy serio.
- Voy yo - propuso Misaki - No te preocupes Shino, yo la acompaño.
- Que no se quede sola - le dijo al chico - Por favor no la dejes que se quede sola.
- De acuerdo.
Misaki se marchó. A Shino mientras alguien fuese con Akane le valía, lo que quería era impedir que se quedase a solas y volviese a autolesionarse.
- Shino... - le dijo Sasuke - Tenemos que hablar. Voy a ordenar la habitación de mis padres ¿me acompañas?
Shino y Sasuke subieron en silencio y en silencio comenzaron a recoger la habitación.
- ¿Estás preocupado? -rompió el silencio al fin Sasuke,
- Un poco.
- Es raro pensar que uno de nosotros ha... ya me entiendes.
- O los dos. Debíamos estar muy pedo.
- ¿No te gustaría recordarlo?
- Pues no. En todo caso, si me acordara me gustaría que fuese un recuerdo bonito, no un ¿pero que hemos hecho? De todas formas has pensado que quizás tu y yo...
- Imposible.
- Estábamos muy pedo ¿No te gustaría saberlo?
- No. ¿Qué vas a hacer?
- ¿De qué?
- Con Akane ¿Cómo te vas a comportar con ella?
- Pues normal, no nos acordamos... no ha pasado nada, ya la has oído.
- Yo no puedo dejar de pensar que a lo mejor...
- Si no te acuerdas es mejor dejarlo pasar.
- ¿Pero a ti no te gustaría saberlo?
- Tu no quieres saber si entre tu y yo ha habido algo, no quieres ni pensar en esa posibilidad, bien, pues ella tampoco. No debe ser bonito pensar que te descontrolas y te lías con el primer tío que tienes al lado. Se un poco respetuoso con ella. Nosotros somos tíos y siempre hemos leído, visto, oído de situaciones en las que nuestra naturaleza, totalmente física, nos juego malas pasadas, que nos dejamos llevar y estando como estábamos consideramos hasta lógico que el alcohol nublara nuestro juicio, todos hemos oído de casos así; pero las chicas son distintas, ellas son más de sentimientos, no les gusta dejarse llevar tanto por la naturaleza, saben pensar más en las consecuencias aunque haya momentos en los que se les vaya la pinza, les dan mas vueltas a todo.
- No, si te comprendo. Tú aprecias mucho a Akane ¿verdad? ¿Te gusta?
- Esto no tiene nada que ver con que me guste. Se trata de una borrachera y punto ¿Crees que me gusta pensar en lo que ha podido pasar? Pues no, puedo haber sido un bruto, a lo mejor ella no quería y yo insistí, a lo mejor tu y yo como éramos dos aprovechamos esa ventaja y... ¿no lo has pensado? A lo mejor la hemos obligado a algo que no le gustaba.
- ¿Crees que seríamos capaces?
- No lo se, estábamos borrachos y la borrachera debió ser enorme.
- ¿Insinúas que la hemos violado?
- Sasuke si piensas que has hecho algo con ella eso es una violación porque ella, en su estado normal no lo haría así que la has violado, has utilizado su cuerpo sin su permiso, ella no estaba en condiciones... has abusado de ella.
- Eso no sería del todo cierto.
- Si Akane ha hecho algo que en su estado normal no haría... es que hemos utilizado su cuerpo sin su consentimiento. Imagínate que en lugar de ella estás tú, en el medio de dos tíos casi desnudos los tres y no te acuerdas de nada y sabes que a ellos no les importaría...
- ¡No digas estupideces!
- No, dime ¿Cómo te sentirías? ¿No pensarías que eso es una violación? Si en tu estado normal no lo harías ¿te gustaría descubrir que un par de salidos se han aprovechado de tu estado de embriaguez? ¿No sentirías como que te han robado algo?
Sasuke guardó silencio. No le gustaba pensar que había abusado de Akane, que ella no sabía lo que hacía y que, como Shino había dicho, lo mismo ella no quería y él insistió y menos aún me gustaba pensar que podía haber sido los dos... la sola idea de imaginarse a Shino... no... era imposible, él nunca permitiría compartir a Akane con nadie... por muy borracho que estuviese. El la quería solo para él.
- Oye Sasuke... que digo yo ¿Que te molestaría mas? ¿Saber que tú me has hecho algo a mí o que yo te he hecho algo a ti?
- ¿Podíamos cambiar de tema?
- Antes, duchándome, he descubierto que tengo varios chupetones.
- Bueno... yo también.
- Es mejor pensar que son de Akane ¿no?
- No me gusta pensar que Akane te ha estado haciendo chupetones pero...
- Es mejor que pensar que nos los hemos hecho mutuamente ¿verdad?
- Verdad. Y no vuelvas a recordar el tema. Entre nosotros no ha pasado nada... a mi no me gustan los tíos, no te ofendas pero por muy borracho que estuviera entre tu y Akane la escogía a ella sin dudar.
- No, si no lo dudo.
Neji y Temari se habían quedado solos recogiendo el salón.
- ¿Que le pasa a Akane? - se interesó Neji.
- Neji por favor no seas simple ¿Tú que crees que le pasa?
- ¿No es un poco exagerada su reacción?
- A ver Neji, que se ha despertado sin recordar nada entre dos tíos, si yo me despierto entre dos tíos, medio desnuda y sin recordar nada también exageraría bastante.
- ¿Que pasa? ¿No se fía de si misma?
- Que el alcohol es muy malo y Shino llevaba los calzoncillos de Sasuke ¿Tu crees que en su estado normal Shino haría algo así? Pues ya tienes la contestación.
- Pues tú no te has puesto tan dramática.
- Es distinto. Yo me he despertado contigo solamente y se supone que entre nosotros hay algo. Además esta vez puedo estar tranquila.
- ¿Tranquila?
- Si porque después del susto que me llevé creyendo que estaba embarazada ya no me vuelve a pasar. Fui al médico para que me recetara la pastilla.
- ¿Que pastilla?
- ¡Que pastilla va a ser! Neji, por favor, pareces tonto, anticonceptivos... Esa es otra... ay, pobre Akane, no lo quiero ni pensar.
- ¿Que tu tomas anticonceptivos?
- No, si te parece me arriesgo a quedarme embarazada.
Neji guardó silencio, prefería no contestar ya sabía demasiado más de lo que deseaba. Si Temari tomaba anticonceptivos era porque tenía una vida sexual activa y no era con él... ¿Por qué ahora se sentía tan mal?
- A ver, no pongas esa cara... es por si acaso Neji, por si acaso. No digo que esté todos los días liándome por ahí pero desde luego no voy a volver a pasar la angustia que pasé.
Neji prefirió volver a guardar silencio. No le gustaba nada todo aquello.
- ¿Se puede saber que estas pensando de mi?
- Nada... no pienso nada.
- Desde luego que no se para que te cuento nada.
- De todas formas no creo que pasase nada. Estaban los tres juntos, Sasuke es demasiado egoísta como para...
- ¿Tu crees? Te recuerdo que estaba bajo los efectos de lo que fuera.
- Si, estoy seguro. Además Shino es su amigo.
- Por eso... pobre Akane, la de vueltas que tiene que estar dándole a todo.
- Pues no entiendo porqué.
- Porque Shino es su amigo... una no se acuesta con su mejor amigo, eso es muy raro.
- ¿Es raro?
- Claro es como... acostarse con tu hermano... no, amigos y sexo no se mezclan.
- Pero tú y yo lo hicimos.
- Y bien mal que me sentí luego hasta que rehicimos nuestra relación ¿no te acuerdas? ¿A ti como te sentaría despertarte un día y encontrarte a Hinata desnuda en tu cama?
- Seria muy...
- Pues eso. Y luego está el tema de Shikamaru.
- ¿A que viene ahora Shikamaru?
- Es que a Akane le gusta Shikamaru ¿No te habías dado cuenta? Ahora a ver que hace y como actúa. Con lo que es ella seguro que no se atreve ni a mirarle.
- ¿Estás segura de que a Akane le gusta Shikamaru?
- Pues claro, le gusta, le gusta y mucho.
- Pero siempre le está gruñendo y parece que la saca de quicio.
- Eso es porque quiera llamar su atención, tonto. Desde luego que los hombres no os dais cuenta de nada.
Sai había vuelto a la habitación. Se suponía que también iba a ordenarla pero no lo hacía. Se había sentado en la cama y estaba absorto en sus pensamientos.
¿Que había pasado? Aquello era algo más que absurdo. No, seguramente no había pasado nada ¿Cómo iba a pasar algo? ¿Por qué tenía esos pensamientos tan absurdos? Habían bebido y se habían intoxicado con lo que fuese y tenían mucho calor, eso lo recordaba, así que seguramente se quitaron la ropa buscando sentirse mejor y se durmieron de esa forma... si, seguro que había pasado eso porque ¿Por qué iba a pasar cualquier otra cosa? No, claro que no.
A la orilla del lago Misaki observaba a Akane sentada y mordiéndose las uñas. Se podía ver lo nerviosa y angustiada que la chica se encontraba. No se atrevía a decirle nada, en realidad él bastante tenía con dar vueltas a su propia situación.
- ¿Que opinión tienes ahora de mi, Misaki?
- La misma que tenía. Tu no tienes la culpa de lo que ha pasado.
- ¿No piensas que todo ha sido mi culpa?
- No. Ni se me ha pasado por la mente a no ser que fueras tu la que echase algo a la bebida.
- ¿No crees que soy una guarra?
- No Akane, tu no tienes culpa de lo que ha pasado, no eras consciente de lo que hacías.
- ¿Y cómo lo sabes?
- Porque yo tampoco recuerdo lo que pasó.
- Pero lo tuyo no es lo mismo.
- No creas, casi se parece.
- Hombre pero tu seguro que tienes la certeza de que no...
- ¿Es que no recuerdas lo que van diciendo de mi? - sonrió débilmente.
- Vaya... lo siento, no me acordaba.
- No te preocupes, si ya lo tengo asumido, oficialmente soy el maricón del instituto.
- Eso es porque no te conocen.
- Pero todo el mundo cree conocerme y saberlo todo de mí: el chico que se lió con un profesor.
- Si pero...
- No busques excusarme, me he despertado desnudo al lado de otro chico... un chico que me gusta.
- ¿Te gusta Sai?
- Me... me está empezando a gustar... no se lo que me pasa con él.. es una situación muy incómoda.
- Pero Sai no es... o sea que no le gustan...
- Pero estábamos drogados o algo así ¿Que te hace pensar a ti que no me aproveché de eso?
- Bueno, es que...
- Según mi punto de vista estoy en el mismo caso que el tuyo.
- Es que yo... - Akane se limpió una pequeñas lágrimas que empezaban a formarse en sus ojos - Es que yo... todo es mi culpa, es que no se controlarme... es culpa mía... soy muy tonta Misaki, soy muy tonta.
- Chist, chist, tranquilízate un poco.
- No puedo es que - respiraba agitadamente - Es que yo... no se lo que me pasa pero yo... es culpa mía, yo...
- Ya Akane, ya, te está dando un ataque de ansiedad, intenta relajarte.
- No puedo... no puedo... ¿Que pensarán ahora de mi? ¿Que pensará Sasuke? ¿Y Neji? ¿Y Sai? Yo...yo... ¿Por qué no recuerdo nada? Lo intento, lo intento pero...
- ¿Recordarlo te ayudaría a superarlo?
Akane le miró confusa.
- No... creo que no.
- Pues entonces es mejor no recordarlo ¿no crees?
Neji y Temari había terminado de ordenar el salón y se dirigían al jardín para continuar allí cuando oyeron la puerta de la casa abrirse y unas voces que no eran para nada ni la de los niños, ni la de Akane o Misaki.
Temari sintió un vuelco en su corazón y como las piernas comenzaban a doblársele.
- Itachi... - susurró.
Neji la miró y una desagradable sensación le invadió. Se dirigió molesto hacia la entrada. Allí había tres personas. Itachi, Kisame y una mujer joven, de la edad de Itachi, morena, de pelo corto, por la nuca, liso y con un flequillo totalmente recto.
- ¿Así que esta es tu casa? - dijo la mujer.
- Si, esta es, pasad.
- ¿Itachi? - se escuchó a Sasuke desde arriba de las escaleras - ¿Que haces aquí?
- Hola hermanito, hemos venido a pasar unos días.
- ¿Con qué permiso?
- ¿Necesitas permiso de papá, Itachi? - preguntó burlón Kisame.
- No necesito permiso de nadie. Esta casa es de la familia.
- Pero sabías que yo iba a venir - decía Sasuke mientras bajaba las escaleras.
- ¿Algún problema, hermanito?
- Si... ¿Por qué has venido?
- Estúpido hermano pequeño.