miércoles, 20 de agosto de 2014

58. Esperanzas y decepciones

La casa de la familia Uchiha estaba situada en una zona de playa privada, por lo tanto estaban ellos solos disfrutando de ese trozo de mar. Sakura e Ino tomaban el sol, Sumire y Kankuro se bañaban, se suponía que Kankuro estaba intentando enseñar a nadar a Sumire pero a Sumire le entraba la risa y mas que nada lo que hacían era reírse. Lee y Ten-Ten habían hecho equipo y retado a un partido de volley a Jisei y Kiba; tanto Lee como Ten-Ten eran buenos deportistas y estaban machacando a sus compañeros cosa que mosqueaba bastante a Kiba
- Vamos a dejarlo ya, Kiba - decía Jisei - Es que soy muy mala y te estorbo.
- Ni hablar, ahora te vas a concentrar y a sacar la deportista que tienes dentro.
- Es inútil, mi deportista es nula, mas te valía que jugases tu solo, te iría mejor.
- De eso ni hablar, tú de aquí no te mueves, somos un equipo y entre los dos remontaremos.
- ¡Pues no sueñas tú ni nada! Esto no se remonta ni con grúa.
Sasuke, sentado en una hamaca a la sombra les miraba divertido, se lo estaban pasando bien y era agradable saber que era por él. Nunca había hecho nada por nadie, era una sensación nueva, bueno no tan nueva, era la misma que cuando les invitó a la piscina. Era curioso pensar que compartir algo podía gustarle ¿era por eso que Naruto era tan feliz? ¿porque siempre compartía todo? ¿ayudar a los demás es gratificante?
Todas esas eran experiencias nuevas para Sasuke, él siempre pensaba que lo único que quería era superar a Itachi, estaba muy obsesionado con esa idea, con demostrar que era capaz de hacerlo, no le importaba nadie más, lo amigos a veces incluso le molestaban él prefería estar solo y ahora... estaba intentando llevarse bien con ellos. Hace unos meses no pensaba en chicas, para él solo eran pequeñas molestias siempre pegadas a él empeñadas en llamar su atención, pero ahora había descubierto todo un mundo, se había despertado en él algo fuerte, demasiado instintivo que suponía era cosa de la naturaleza y de que tenía esa edad biológica en la que su cuerpo mandaba impulsos a su cerebro o quizás era al contrario, su cerebro primitivo el que enviaba mensajes a su cuerpo... Fuera lo que fuera ahora veía con otros ojos a las chicas y había descubierto que lo que llamaban amor era algo curioso que te daba el poder de manipular a las personas o te hacía vulnerable.
Hace unos día había besado a Karin. Estaba allí, a su lado y pensó en que pasaría si se lo pedía ¿sería capaz? ¿hasta dónde llegaba eso que ella decía que haría cualquier cosa por él? Eran cosas que él no comprendía así que vio a Karin y la besó, suponía que ella no iba a negarse y que no tendría que rogárselo ni ganarse sus besos, solo con decirle "bésame" la tenía rendida, más bien lo que le costó fue separarla de él, si por ella hubiera sido a saber como habrían terminado porque Karin es de las que sacan conclusiones demasiado rápido. Descubrir que tenía ese "poder" sobre ella le producía un extraño placer, algo que alimentaba su orgullo, no estaba bien, lo sabía pero es que a él solo le importaba obtener lo que deseaba ¿Tendría el mismo poder ante Sakura? ¿y ante Akane? No, eso era lo que le molestaba. Karin era una buena chica, demasiado impulsiva, un poco descarada pero realmente cuando decía que le gustaba lo decía de corazón, Sakura era soñadora, llena de ideales, aunque últimamente parecía que iba cambiando, notaba algo en ella, no sabía decir el que pero lo notaba y eso era algo que reconocía le excitaba ¿en que se estaba convirtiendo Sakura? Aunque sin duda la que mas le perturbaba era Akane. Estaba justo en medio de las dos, no era tan terrenal como Karin, ni tan soñadora como Sakura, estaba en la mitad pero a la vez no tenía nada que ver con ninguna. Akane no le entregaba nada, ni se lo ofrecía porque tampoco le pedía nada, ni pretendía nada pero si le exigía, no de forma clara o directa pero él sentía que le exigía que fuera amable, que se esforzara en complacerla, no lo decía pero Sasuke lo sentía así, él era el que tenía que esforzarse en llamar la atención, él, que nunca había demostrado interés por nada o por nadie, a quien le daban igual los demás, parecía un perrillo faldero, era él el que tenía que amoldarse a ella y a sus cambios de ánimo pero es que además ella no era caprichosa o superficial, no era insensible y agradecía su amabilidad premiándole con frases agradables, con sonrisas y miradas que le envolvían en un maldito circulo vicioso haciendo que volviese a esforzarse en ser amable.
¿Que le pasaba con esa chica? No tenía control sobre ella y eso le molestaba. Podía controlar a Sakura y a Karin, podía ser borde y antipático con ellas y no pasaba nada porque en cuanto les decía una palabra hacían lo que él quería ¿por qué esa chica no era igual? ¿Por qué parecía un borrego a su lado? Y luego estaba el tema Nara, ese chico se había convertido en toda una piedra en medio de su camino ¿por qué alguien que no destacaba podía ser tan molesto? Era insistente, no insistente como Naruto si no de una forma retorcida ¿por qué se empeñaba en enfrentarse a él?
- Sakura - dijo levantándose - ¿Puedes venir conmigo?
- Claro Sasuke ¿a donde vamos?
- A dar una vuelta - contestó de forma seca.
Ino les miró. Sentía rabia, no envidia porque Sasuke le pidiese dar una vuelta a Sakura en lugar de a ella si no rabia. Cerró los ojos y trató de pensar en otra cosa al fin y al cabo Sakura debía se capaz de darse cuenta ella sola de lo tonta que era, al menos así aprendería.
Jisei se detuvo en su juego y les miró. No le gustaba el aura de Sasuke, además había algo que le daba mala espina. Ella trataba de mantener una actitud neutral hacia Sasuke, en los últimos años no se había portado muy bien pero todo el mundo se merece otra oportunidad por eso ella se la daba pero es que no le gustaba esa actitud prepotente, había algo en él que no le terminaba de convencer, algo oscuro... además ¿por qué él podía tener amigos en 2-1 y ella no? ¿por qué él podía relacionarse con Karin, Juugo y Suigetsu y ella no podía hablar con Kimimaro?
- Vamos a dejarlo - dijo muy seria - Estoy cansada.
Lee también miraba alejarse a Sasuke y a Sakura y de repente pareció desaparecer toda su energía.
- Si, yo también esto cansado.
- ¿Pero que os ha dado de pronto? - gritó Kiba.
- Déjalo - habló Ten-Ten - Ven, vamos a darnos un chapuzón.
Lee se sentó en su toalla y cabizbajo comenzó a juguetear con los pies en la arena. El día que más temía había llegado, sabía que algún día tenía que llegar y creía estar preparado para afrontarlo pero no, no era así.
Los ojos se le llenaron de lágrimas, él era un chico muy sensible y apasionado, todo lo vivía intensamente, cuando era feliz estaba exultante pero cuando surgía lo hacía profunda y dolorosamente. No podía evitar ser así, quería que no se le notasen tanto sus emociones pero es que no podía evitarlo.
Hacía ya unos cuantos años que le gustaba Sakura, él era un chico muy fiel en todo, ella fue la primera chica que le gustó y ya no miró a ninguna otra. Sakura le empezó a gustar cuando era una llorona y caprichosa, algo egoísta que solo pensaba en ella misma y en Sasuke y a la que parecía darle igual los sentimientos de Naruto o él mismo pero a él le gustaba, sus amigos le decía que la olvidara, que ella solo miraba a Sasuke pero a él le daba igual, algún día le vería a él. Y Sakura cambió y dejó de ser llorona y caprichosa, ahora esa distinta pero seguía enamorada de Sasuke... él la animaba, siempre la animaba, le decía que nunca tenía que perder la esperanza y creer en sus sueños pero ¿y los suyos? Sabía que este día iba a llegar, que Sasuke algún día la miraría y no la vería como a una molestia y él pensaba que iba a poder luchar y lo haría si ella le hubiese dado alguna esperanza pero es que nunca le vio como otra cosa que un simple amigo y así era muy difícil luchar.
- ¿Estás bien, Lee? - preguntó Ten-Ten sentándose a su lado mientras se secaba.
- ¡Genial! - exclamó sonriendo y levantando el puño con el dedo pulgar erguido y tratando de ocultar las lágrimas que parecían a punto de desbordarse.
- Yo me voy a la casa - dijo Ino levantándose y recogiendo sus cosas - Ya he tomado mucho el sol.
El aura de Ino tampoco era muy alegre, observaba Jisei al tiempo que veía salir del agua también a Kiba, Kankuro y Sumire... y últimamente la de Kankuro tampoco era la misma. Estaba claro que había una conjunción mala en esos momentos.
Sasuke guiaba a Sakura hasta un lugar bastante solitario. Caminaban en silencio, como no podía ser de otra forma en Sasuke. El chico se paró y se sentó en la arena a la sombra de una rocas, Sakura le imitó.
- ¿Recuerdas lo que hablamos hace unos meses? - habló de improviso el chico.
- ¿El qué?
- Te pregunté si aún creías estar enamorada de mi y te dije que quería salir contigo para averiguar lo que sentía.
- Si, si me acuerdo - Sakura comenzó a ponerse muy nerviosa ¿le iba a pedir una cita? ¿que hacía ella? en esa ocasión le dijo que si le pedía una cita no tenía que ser como amigos porque amigos ya eran.
- Sakura se que te aprecio - Sakura sintió aún acelerarse mas su corazón tanto que pensó que le costaba respirar - Eres mi amiga pero ¿hasta donde te aprecio? No se si me gustas tanto como para decir que siento algo por ti, pero me gusta estar contigo, me cuesta decirlo pero es cierto... no soy bueno para los sentimientos, nunca me he preocupado por nadie, el hecho de que ahora me preocupe por no hacerte daño supongo que significará algo pero no se exactamente el qué.
- ¿Te preocupas por mi?
- No quiero hacerte daño. No te voy a mentir, hay otra chica que también me interesa.
- ¿Otra chica? - Sakura sintió el mundo rompiéndose bajo sus pies, estaba acostumbrada a la frialdad de Sasuke pero que dijese aquello de esa forma tan poco emocional era... extraño.
- Si, tampoco se lo que siento, solo se que me llama la atención por eso quiero conocerla mejor.
- ¿Y tu le gustas? - en ese momento la cara de Sumire vino a su mente al fin y al cabo Sasuke era humano - ¿Sabe que te gusta?
- Es ella la que insiste en que antes de nada debo aclarar mi situación contigo, está empeñada en que tu me gustas, a lo mejor es una forma de darme calabazas.
- ¿Cree que te gusto?
- Si, es bastante insistente. Y dice que tu debería conocer la situación para decidir por ti misma.
- ¿Que tengo que decidir?
- No se, son cosas suyas, supongo que decidir si yo merezco la pena o si dejo de interesarte.
- Si voy a luchar por ti, vamos.
- Esa es la situación.
- Pues te agradezco la sinceridad, al menos ahora se a lo que atenerme.
Sakura bajó la cabeza, estaba bastante decepcionada, no lo iba a negar. Ella esperaba que Sasuke se sintiese atraído por Sumire pero no que hubiese hablado con ella de esos temas ¿Eso significaba que se le había declarado? ¿dónde la situaba eso a ella? ¿en la segunda? Aunque por otro lado sentía un rayo de esperanza porque él se preocupaba por ella, por no hacerla daño, eso significaba algo, seguro, eso le daba fuerzas para comenzar a luchar, para esforzarse y demostrarle lo que sentía, demostrarle que ella merecía la pena, tener competencia no era tan malo después de todo, te anima a mejorarte, además Sumire, por lo que parecía decir Sasuke, no daba la impresión de estar muy interesada en él.
- Sasuke ¿esa chica también va a luchar por ti?
- No lo creo, no parece muy interesada. Ella va a esperar a ver que siento, si resulta que no estoy enamorado de ti y la elijo a ella esperará a que te lo diga y luego me escuchará, conseguir enamorar o al menos gustar será trabajo mio, empiezo a entender como funciona su mente, soy yo él que quiere algo así que yo me tendré que esforzar. Y si resulta que te elijo a ti me dirá "te lo dije" y no, no intentará hacerme cambiar de idea, te lo aseguro, es muy orgullosa.
- ¡Ah!
Pues no parecía ser Sumire, esa forma de actuar no cuadraba con la Sumire despistada que ella conocía, más bien la chica de la que hablaba resultaba algo rara. Empezó a pensar si debería preguntarle quien era esa chica o si la conocía ella ¿Sería Karin? Podía ser, Karin siempre era muy presumida y decía que Sasuke era suyo... no, Karin no era, seguro.
- Sa... Sasuke... yo... esto ¿es Sumire?
Por primera vez Sasuke giró la cabeza para mirarla a los ojos.
- ¿Sumire? - preguntó extrañado.
No, definitivamente no era Sumire, estaba claro, pero ella estaba convencida porque ha sido desde que ella volvió cuando... ¿alguien desconocido? No podía ser, Sasuke no salía habitualmente,
- ¿La conoces hace mucho?
- No, realmente no.
- ¿Y hace mucho que te interesa?
- No. Hace muy poco que he empezado a tener esa curiosidad.
Sakura abrió los ojos enormemente, ya lo sabía, quizás había estado muy cegada porque solo centraba su atención en Sasuke y en ella misma pero no había que olvidar que ella era muy lista, nunca había sido una chica tonta, ya sabía quien era. Era alguien de su clase porque también coincidía con su repentino interés y en clase había muchas chicas con las que antes no se relacionaba y ahora sí, no era Ino, eso era evidente, no era Temari, apenas tenía relación con ella, tampoco Ten-Ten, estaba segura, ni Ryuko o Hinata, eran demasiado tímidas e inseguras para decirles esas cosas, eso la limitaba a dos: Jisei y Akane... Sakura sonrió para sus adentros: era Akane, la chica que no creía en el amor, la que rechazaba los sentimientos, la que decía que enamorarse solo era una cuestión de estímulos químicos... claro, no podía ser otra ¿quien si no iba a tratarle con tanto pragmatismo? Además estuvieron juntos en el campamento y Sasuke dijo que se llevaba bien con ella, fue a ella a la primera que invitó a ir a su casa en vacaciones, no lo hacía por amabilidad, era a ella a quien quería invitar... ahora si que estaba segura al 95% En ese caso no tenía porqué preocuparse porque ella no era romántica ni nada y además estaba Shikamaru y aunque él disimulaba ella... ah... ahora si que lo veía todo con claridad... mil de imágenes parecieron encajar perfectamente en su cerebro... todo tenía lógica... ¿Shikamaru esta enfrentándose a Sasuke? En ese caso...
- ¿Que me dices? - la voz de Sasuke la sobresaltó rompiendo la lógica de sus pensamiento.
- Sasuke yo... lo haré para demostrarte lo que te quiero, así verás que lo que yo te ofrezco es muy valioso - dijo llena de determinación.
- No quiero hacerte daño.
- Me arriesgaré. Tu has sido sincero conmigo, eso hace que me gustes todavía más. No me importa que piense que otra chica te puede gustar, lo único que importa es que me has dicho que sientes algo por mi, al menos tengo una oportunidad, es mejor que tu indiferencia, contra eso...
Sasuke se había acercado a casi milímetro de su cara.
- No tienes que darme explicaciones, no te las estoy pidiendo.
Sakura no esperó a ninguna insinuación mas, ni indirecta, ni directa. Llevaba mucho tiempo soñando con besar a Sasuke así que, literalmente se abalanzó contra él tan violentamente que le hizo caer hacia atrás, pero no se separó de él, ahora que lo había conseguido no la iba a separar tan fácilmente y le besó todo lo apasionada que pudo, tenía que demostrarle lo profundo de sus sentimiento. Cuando se separó encontró los mismos ojos fríos de siempre.
- Eres un poco salvaje ¿no?
- Lo siento, me he dejado llevar demasiado.
- No soy tu presa ¿sabes?
Sakura se sentía un poco avergonzada pero por otro lado llena de una extraña energía porque ¿quien había dicho que en el amor y la guerra todo está permitido? Ahora ella contaba con algo que hace unos minutos no: a Shikamaru, si su teoría era cierta tenía en su manga un as muy valioso.
- Ya veo que no eres de las que no besan en la primera cita.
- Pero tu eres...
- No me digas que soy el primer chico con el que te besas que no cuela.
- Pero si el primero al que quiero. Oye Sasuke, necesito que me lo digas, no es que quiera presionarte o ser una cotilla pero creo que es justo que lo sepa, esa chica me conoce así que tiene una ventaja sobre mi, lo equitativo sería que yo también supiera contra quien tengo que luchar ¿es Karin? - sabía que no era Karin pero tenía que asegurarse, esta vez no quería tener sospechas falsas,
- No, no es Karin aunque te digo que ella es mi amiga y a veces también pienso que siento algo por ella desconocido.
- Entonces somos tres ¿no?
- Es curioso - sonrió de medio lado - Ella también me dice lo mismo.
- ¿Es de nuestra clase? Sasuke no me mires así, tengo derecho a saberlo, quiero las mismas oportunidades, vamos ¿a que tienes miedo?
- A lo mejor a que la hagas daño?
- ¿Tan salvaje crees que soy? No soy tan irracional como piensas ¿es Akane, verdad?
Sasuke no contestó y a Sakura no le hizo falta... era Akane... eso era estupendo, Akane no era una chica sensiblera que cayese fácilmente y ella estaba convencida de que a Shikamaru le interesaba, es más, tenía en convencimiento de que ese chico del que hablo que le rompió el corazón era él y la chica de la que habló Shikamaru era ella y entre ellos aún había algo y Shikamaru actuaba muy raro con Sasuke, ahora que lo pensaba, aquella escena durante el campamento cuando Shikamaru obligó a Sasuke a elegir entre las dos no era fortuita, no... Shikamaru... oh, si, Shikamaru iba a ser un gran aliado.
- Si quieres seguir con esto - continuaba Sasuke - Esta noche, cuando nos vayamos a acostar te espero en la terraza del ático.
- ¿En la terraza?
- Sasuke se levantó.
- Si, en la terraza. Volvamos con los demás.
Sakura también se levantó y no dijo nada, se atrevía a mirar a Sasuke ¿que pretendía? ¿que quería decir con seguir con esto? ¿hablar del tema o a lo mejor...? Notaba a Sasuke raro, casi no parecía el de siempre... ¿que haría ella? ¿iría a la terraza? Si iba a lo mejor Sasuke se pensaba que ella estaba desesperada por caer en sus brazos y si, lo estaba, pero no era tan tonta como para demostrarlo pero si no iba a lo mejor Sasuke llegaba a la conclusión e que no le importaba tanto como decía.
Al llegar a la playa no encontraron a nadie, todos había regresado a la casa. En silencio dirigieron sus pasos hacia allí.
Ino, y Jisei estaban sentadas en la entrada de la casa.
- ¿Dónde está todo el mundo? - preguntó Sakura.
- Se han ido de exploración del lugar - contestó Ino - Eso han dicho.
- Bueno - habló Sasuke . Yo voy a darme una ducha, ahora os veo.
Sakura miraba a Ino con cara de desear contarle algo y la verdad, Ino no tenía muchas ganas de oírla hablar de su triunfo, era su amiga y se contaban casi todo y se supone que te gusta contarle a tu amiga cosas emocionantes y compartir tu alegría con ella... pero es que ella no veía nada emocionante en que Sasuke se hubiese dado cuenta de que existía, bastante tenía ella con sus problemas. De todas formas ¿que podía haber pasado? ¿que Sasuke la había pedido salir o algo así? pues vaya cosa.
Ino no quería reconocerlo pero la idea de que Sakura saliese con Sasuke la llenaba de envidia, no porque fuera Sasuke que eso ya le daba igual si no porque ella no estaba saliendo con ningún chico.
- Bueno yo también me marcho - dijo Jisei notando que su presencia parecía molestar.
- Quédate mujer - repuso Ino - ¿Has traído tus cartas?
- Siempre van conmigo, como mi sombra.
- Entonces ¿Me las echas? Anda, por favor, échamelas.
- Y a mi también - añadió Sakura - Por favor, es muy importante.
Jisei las miró de hito en hito, ambas parecían preocupadas. Se encogió de hombros.
- Está bien, vamos a la habitación.
Desde luego, la que mas disfrutaba de aquellas vacaciones era Sumire, sería porque era una chica que no pedía nada especial, que disfrutaba por igual cualquier actividad, bueno había algo de lo que no disfrutaba tanto: el paseo en barco que Sasuke les ofreció por la tarde.
Inclinada en la barandilla, asomándose, casi sacando medio cuerpo fuera, no paraba de vomitar.
- ¿Te encuentras mejor? - preguntaba Kankuro.
- Me estoy muriendo - se quejaba lastimosamente.
- Ya estamos regresando - decía Ten-Ten.
- Por mi no lo hagáis.
- ¿Cómo que no? ¿No pretenderás que carguemos contigo todo el rato?
Y Sumire volvía a vomitar.
- ¿Cuánto tiene esta chica en el estómago? - comentaba Kiba.
- Anda, túmbate a ver si así te encuentras mejor - sugería Sakura.
- Siento fastidiaros el paseo.
- ¡Bah, ya ves tú! - decía Kankuro - Como si importase mucho.
- ¿Me odiáis?
- ¿Pero que dices, loca? ¿Por qué te íbamos a odiar?
- ¿Te vas sintiendo mejor? - peguntó ahora Jisei.
Sumire no contestó, Kiba se acercó a ella.
- Creo que Sumire... ha muerto.
- No - levantó pesadamente una mano - Aún no.
Ten-Ten vio de repente a Lee, algo alejado, mirar absorto el mar. Se acercó a él.
- ¿Que haces tan separado de todos?
Lee ni siquiera la miró.
- ¿Que te pasa?
- Se que la he perdido - se lamentó en voz baja.
- Pero Lee...
- Sasuke le ha pedido salir ¿verdad?
- Pues eso no lo tengo muy claro.
- Si lo ha hecho, lo se y ella le habrá dicho que si, claro.
- ¿Y desde cuando tu te rindes tan fácilmente?
- No es que me rinda es que de pronto me he dado cuenta de que me da igual.
- ¿Seguro?
- El día del Tanabata salí con ella y con Naruto ¿te lo conté?
- Si, ya lo sabía.
- Ese día me di cuenta de que yo no soy nada para Sakura, ni siquiera una opción. Está enamorada de Sasuke, eso ya lo sé pero yo siempre pensé que si me daba la oportunidad podría demostrar de lo que soy capaz pero es que ni como posible sustituto me ve.
- No te entiendo.
- En el caso de que Sasuke la defraude ella acudirá a Naruto.
- No sabes lo que dices.
- Si, si lo se, no soy tan tonto como parezco, ni tan crédulo. Me gustaba decir que algún día Sakura se fijaría en mi pero la realidad es que no lo hará nunca.
- Lee... tu vales muchísimo.
- ¿Y sabes una cosa? - la miró de pronto entusiasmado - ¡Aún así seguiré a su lado y la animaré y si por casualidad Sasuke la hace daño estaré cerca para demostrarle que en mi siempre tendrá un amigo!
- Carai chico que entusiasmo de pronto - dijo a su lado Kankuro - Perdonar si os molesto pero no he podido evitar oír lo que decías Lee... es que has gritado mucho, vamos lo he oído yo y creo que medio pueblo.
Ten-Ten miró al grupo que estaba alrededor de Sumire, todos, excepto esta, les miraban.
- Tu siempre dando el espectáculo. En fin Lee me alegro de tu repentino cambio de humor pero si quieres hablar con alguien me lo dices.
Ten-Ten se alejó de ellos camino a donde estaban el resto de sus amigos.
- ¿Te gusta Ten-Ten? - preguntó de improviso Kankuro.
- ¿Queeee? - gritó Lee - ¡A mi siempre me ha gustado Sakura!
- Si, ya, ya, ya lo se, pero Ten-Ten está bien buena ¿Nunca te habías dado cuenta?
- ¿A que viene esto?
- Viene a que en el mar hay muchos peces.
- ¿En el mar?
- Y estrellas en el cielo... A ver, Ten-Ten, Sumire, Jisei, Ino... hay muchas chicas en el mundo, no solo Sakura. No puedes limitar tu vida solo porque te hayas encabezonado.
- ¿Solo porque me haya encabezonado?
- Si, encabezonado. No soy el mas apropiado para dar ningún tipo de consejo pero pienso que Sakura no te merece, si en estos años no ha sabido ver lo que vales te diría que la olvides, no merece la pena desperdiciar tanta energía.
Kankuro también se marchó y Lee se quedó mirando el mar.
- Muchos peces en el mar y estrellas en el cielo... - susurró.
Y de pronto recordó la noche de Tanabata y lo bien que estuvo al final al lado de aquella chica a la que no conocía pero que sabía tanto de estrellas, se había sentido tan bien allí, en la colina, mirando las estrellas que se había olvidado de todo lo demás.
¡Ya sabía lo que iba a hacer! Buscaría a esa chica y le pediría que le enseñase más cosas sobre las estrellas, no podía ser difícil encontrarla, iba a su instituto.
Jisei le observaba sonriendo, era curiosa el aura e ese chico pasaba del tono mas triste y decaído a una euforia exultante en pocos segundos ¿que sería lo que le había hecho cambiar tan drásticamente? Ella también miró al mar... el mar le recordaba a Iruka ¿que estaría haciendo en esos momentos? ¿se acordaría de ella? ¿la echaría de menos?
A la hora de dormir se repartieron en varias habitaciones que Sasuke había preparado. Sakura e Ino dormirían juntas en una, Ten-Ten, Sumire y Jisei en otra y los chicos se repartieron Sasuke y Lee por un lado y Kiba y Kankuro por otro.
Sakura aún no sabía que hacer. Estaba muy nerviosa y no paraba de dar vueltas.
- ¿Que hago Ino? ¿Que hago?
- ¡Ay, yo que se! ¿Que te apetece?
- Me apetece ir.
- Pues ve.
- ¿Y si piensa mal de mi?
- Pues se lo dices , le dices que no has ido para lo que se imagina.
- Mejor no voy, que vea que tengo principios.
- Vale, eso está bien, las cosas claras desde el principio.
- ¿Y si no tiene mala intención? ¿y si solo quiere hablar?
- Pues que hable a otra hora, cuando hay sol.
- ¿Y si piensa que yo he pensado mal de él?
- Es que has pensado mal de él.
- ¿Y si se ofende?
- Pues que no cite a una chica a esas horas y en un lugar solitario y nadie pensará mal de él.
- A la luz el día también se pueden hacer muchas cosas...
- Si, tienes razón... bueno, tu me entiendes. Lo que quiero decir es que esa cita, a estar horas, cuando todo el mundo está dormido.. suena rara.
- Le estamos juzgando de antemano.
- Yo por lo menos si. La verdad no me esperaba esto de él.
- ¿No será que lo que tienes es envidia, cerdita?
Ino la miró furiosa sin decir una palabra.
- Mira, voy a ir a ver que quiere. Si no nunca lo sabré, además siempre he estado mendigándole un poco te atención y ahora no voy a ser hipócrita y dármelas de dura cuando sabe de sobra que no soy así. Creo que si le dejo las cosas claras lo entenderá.
- Pues vale, pero oye, si no lo entiende...
- Entonces me sentiré muy decepcionada con él.
- Cuando regreses si estoy dormida y necesitas hablar me despiertas ¿vale? No esperes a mañana.
- Gracias, Ino.
- Suerte.
Ino se quedó sola sentada en la cama repasando mentalmente la situación ¿a que jugaba Sasuke? ¿a que venía esto ahora? ¿que pretendía realmente? Ino no lo veía nada claro, al menos había sido sincero al decirle a Sakura que había otra chica, ella ya lo sabía, no era tan difícil darse cuenta, solo Sakura no se daba cuenta de nada ¿y ahora decía que quería aclarar sus sentimientos? Desde luego que no se podía ser mas egoísta que él ¿que quería? ¿saber hasta donde puede llegar Sakura por él? Sasuke sería muy guapo, muy cool y todas esas cosas pero desde luego ahora mismo había bajado unos cuantos puestos en el ranking de chicos perfectos.
Se levantó y se acercó al baño, allí, en una esquina la encontró... era su enemiga, esa a la que siempre le daba miedo preguntar pero que nunca podía evitar hacerlo... temía tanto su respuesta pero... necesitaba saberlo... ¿que le diría esta vez? Se agachó y tiró arrastrándola un poco, respiró hondo y cerrando los ojos resopló... era la hora de ver si aquel día de vagancia le había costado algo... no pasaba nada, se dijo, si ha cogido algún kilo mañana me controlaré un poco. Abrió los ojos y miró asustada... no podía ser... ¡si! ¡había adelgazado un poco! no era mucho pero lo había hecho... bien... poco a poco empezaba a acercarse a lo que se había propuesto perder. Bajó de la báscula y estuvo tentada de mirarse al espejo... no, mejor no lo haría, aún su cuerpo le causaba demasiada repulsa... todavía no era perfecto.