miércoles, 27 de agosto de 2014

96. Ni me comprendes, ni te comprendo

Hinata esperaba delante de la puerta del despacho de Kurenai. Estaba un poco nerviosa e impaciente. Tardaba demasiado, Neji la esperaba para comer, ella había dicho que iba un momento a los aseos y sin embargo estaba allí y si tardaba demasiado Neji empezaría a preocuparse, seguro.
Intentó relajarse un poco, seguro que no tararía en abrirse esa puerta porque Kurenai también tendría que ir a comer, seguro.
Miró el reloj. Estaba a punto de darse media vuelta para irse cuando la puerta se abrió y un alumno salió del despacho. Kurenai asomó la cabeza.
- Hola Hinata ¿Querías algo?
- No, bueno si, bueno es que... solo es una pregunta.
- Pasa, pasa.
- No, no hace falta, solo quería pregunta por... es que... hoy no han venido a clase ni Gaara, ni Temari, ni Kankuro y quería saber si es que les ha pasado algo.
- Ah si. Bueno no te preocupes, es que tenían un asunto familiar que resolver, pero no es nada importante, no te preocupes.
- ¿Entonces no pasa nada? ¿Están bien?
- Si, están bien ¿Pensabas que sucedía algo malo?
- Menos mal - Hinata suspiró con verdadero alivio llevándose una mano al pecho - Creí que a Gaara le había pasado algo.
Kurenai sonrió.
- ¿Te preocupaba Gaara?
- Pues si, es que... bueno... no se porqué exactamente pero...
- Pues no te preocupes más. Seguramente esta tarde vendrá al ensayo.
- Bien. Gracias Kurenai-sensei.
Más animada, Hinata fue a reunirse con Neji en la zona donde estaban comiendo.
- He ido a hablar con Kurenai - habló con su dulce voz.
- ¿Te sucede algo? - le preguntó algo osco, Neji.
- Quería preguntar por Gaara y Temari.
- ¿Estabas preocupada por que no han venido?
- Pues si.
- Estarán ocupados seguramente con algo de sus negocios familiares.
- Si, eso me ha dicho Kurenai.
- Podías haberte ahorrado el viaje y molestarla.
- Pero yo quería...
- Si, bueno, espero que te hayas tranquilizado.
- Pues si, ya estoy más tranquila ¿Es que tu no estabas preocupado por Temari?
Neji no contestó pero Hinata sabía que aunque no lo aparentase, si se había preocupado por la ausencia de su compañera.
- ¡Di que si! ¡Di que si! ¡Di que si! - insistía Sumire prácticamente encima de Shikamaru.
- Esta bien, esta bien, si - contestaba este algo agobiado.
- ¡Bien! ¿Has oído Ten-Ten? ¡Ha dicho que si! - decía cogiendo a Ten-Ten de las manos y dando saltitos de alegría.
- ¡Que remedio! Prácticamente le estabas obligando a que lo hiciera - respondía esta.
- ¿Lo que hecho? No, no puede ser ¿O si? ¿Te he obligado, Shika?
- No, no... claro que podéis venir conmigo a mi pueblo, pero os lo advierto, tendréis que ir a la pensión porque no se si meter a tanta gente en casa de mi abuela les iba a parecer bien.
- No, claro, iremos a una pensión - afirmó Ten-Ten.
- Bien, solo tenéis que decirme cuanto vais a ir al final para llamar y reservas las habitaciones. Y decírmelo rápido que en esta época las pensiones del pueblo se llenan de turistas.
- Claro, claro - respondió contundente Sumire - ¿Vas a invitar a Kiba? - se dirigió con ojos brillantes a Ten-Ten.
- ¿Por qué voy a invitar a Kiba?
- Hombre porque es tu amigo.
- Pero está saliendo con Ino, no lo olvides.
- Ah, es cierto, es cierto. Eso es un pequeño inconveniente
- Ino va a venir - intervino Shikamaru - Preguntarle a ella si le ha invitado.
- Ah, claro - exclamó Sumire - A mi me gustaría invitar a Kankuro porque él me invitó a la granja de la abuela Chiyo, fue muy amable y me lo pasé muy bien y pues me gustaría devolverle la invitación de alguna forma pero es que hoy no ha venido, ay que rabia, que rabia ¿Y cuando dices que quieres que te lo digamos? Ay, voy a preguntarle a Neji a ver si sabe que le ha pasado, porque como él está saliendo con Temari pues a lo mejor lo sabe... ven, vamos Ten-Ten, ven conmigo.
Y sin parar de hablar y casi tirando de su amiga, Sumire se alejó de allí. Chouji y Ryuko, sentados al lado de Shikamaru mientras comían comenzaron a reír.
- Que chica esta - comentó Ryuko - No tiene remedio.
- Es todo un torbellino - añadió Chouji.
- Pero es muy simpática.
- Si que lo es, si.
- Y una gran amiga ¿eh? No lo olvidemos.
- Y levanta dolores de cabeza como nadie - concluyó Shikamaru - Y hablando de dolores de cabeza ¿Hablaste con Naruto, Chouji?
- Si, si he hablado con él. Se ha quedado muy preocupado, creo que esto le afecta mucho, para él es como un tema personal.
- Si - Shikamaru se estiró - Así es Naruto, todo se lo toma muy en serio aunque no lo parezca.
- Esperemos que él, con ayuda de su madre, pueda hacer algo por ella... me tiene muy preocupado.
Eso no le hacía gracia a Ryuko y no es que le cayese mal Ino, no era eso, era que últimamente Chouji parecía más preocupado por la rubia que por ella. Claro, había que tener en cuenta que Ryuko no sabía exactamente cual era el problema de Ino y en la situación que se encontraba, de haberlo sabido, ella estaría igual de preocupada que Chouji, pero no lo sabía y de ahí venían los problemas porque Ryuko no era una chica especialmente segura de si misma, siempre había estado muy acomplejada de su físico, de su estatura pequeñita y de sus "redondeces", siempre se había considerado poca cosa y encima no era la más simpática, ni la mas alegre, ni tenía una personalidad arrolladora, así que, frente a Ino ella se consideraba más bien fea, sosa y aburrida.
- Cada vez se te está apuntando más gente para ir a tu pueblo, Shika - apuntaba Chouji.
- Si, esto se está convirtiendo en toda una excursión escolar.
- Me he quedado con hambre, voy a ir a comprar unas patatas ¿Queréis algo?
Tanto Shikamaru como Ryuko negaron con la cabeza y Chouji se levantó.
Shikamaru miró a Ryuko, sus ojos parecían tristes y tenía un gesto apagado.
- ¿Que te pasa, Ryu? - preguntó suavemente.
- Nada, no me pasa nada.
- ¿Estás preocupada por Akane?
- Bueno si, claro que estoy preocupada por ella. Es que yo soy una persona muy monótona, me gusta vivir en mi monotonía y ahora todo va a cambiar y los cambios me dan miedo.
- Te aseguro que me esforzaré por Akane. Ya se que no debo ser lo que esperabas, que tienes miedo de perder a tu amiga o a lo mejor piensas que te la quiero quitar.
- No, no - se apresuró a contestar - No es por ti, yo se que tu debes querer mucho a Akane porque... te has portado muy bien con ella.
- Ya, pero a lo mejor piensas que lo hago solo porque me obligan.
- No, que va.
- Todo el mundo debe pensarlo y es lógico, a fin de cuentas no soy mas que un crío pero estoy dispuesto a entregarle mi vida. No es solo que sea mi responsabilidad es algo que no se describir. Ya se que todo esto que nos pasa es una locura, que no somos maduros, que no conozco la vida y todo eso pero siento algo dentro de mi que me dice que... ah, todo esto es un rollo, es muy problemático, es cierto que nunca se sabe que va a pasar en la vida pero ¿quien lo sabe? Ryuko, tengo que conseguir que Akane me de una oportunidad, que lo intentemos, a lo mejor no funciona pero si no lo intentamos toda mi vida me arrepentiré. Yo no quería que pasara esto y aun no entiendo como ha podido pasar pero ya está hecho y tengo que afrontarlo.
- Tu a mi me caes muy bien, no conozco nadie mejor para Akane.
- Pero estás triste. Te prometo que no dejaré que renuncie a sus sueños y...
- Pero ya nada será igual. Soy muy pesimista, no lo puedo evitar, todo lo veo siempre mal.
Ryuko inconscientemente miró a Ino, estaba sentada con Stella y Kikyo y reían escandalosamente. Shikamaru la observó.
- ¿Estás así por Ino? - preguntó de pronto - Quiero decir, Chouji últimamente está muy preocupado por ella ¿Es eso lo que te molesta?
- No ¿Por qué iba a molestarme?
- Porque si te molesta, es eso ¿A que sí? No te enfades con él, es que Ino tiene problemas y creo que Chouji se ha preocupado tanto que no se ha dado cuenta de que te ha abandonado un poco a ti.
- No, no es eso.
- Que esté preocupado por Ino no quiere decir que ya no esté enamorado de ti.
- Que te digo que no es eso.
- Y yo te digo que no puedes mentirme. Ah, este bolita tiene una gran corazón, tan grande que a veces se ciega por su buena voluntad.
- No le vayas a decir nada, ni se te ocurra.
- Está bien, no se lo diré pero deberías decírselo tu.
- ¿Decirle el qué y cómo?
- Decirle: está muy bien que te preocupes por Ino pero no te olvides de que estoy a tu lado.
- ¿Ino tiene problemas?
- Aja, y bastante graves.
- ¿Qué le pasa?
- Ino es una gran chica, una gran amiga. Nunca ha fallado a sus amigos, siempre... la conozco desde que éramos pequeños y siempre era tan alegre y tan... era muy mandona, cierto pero con ella nunca te podías sentir solo... cuando nos caíamos siempre estaba allí para ayudarnos a levantarnos y si nos hacíamos una herida nos la curaba.
- Yo siempre la he visto regañando a Chouji por lo que come - dijo con cierto resentimiento.
- Pero eso es solo porque se preocupa por él y por su salud.
- Si tu lo dices.
- Ya estoy aquí - dijo Chouji acercándose y sentándose de nuevo - ¿Qué? ¿De que hablabais?
- De Ino y de cuando éramos pequeños ¿Te acuerdas como nos obligaba a jugar siempre a lo que ella quería?
- Menuda ha sido siempre. Ella era la líder y no había más que hablar ¿Te acuerdas cuando íbamos de campamento juntos?
- Nuestros padres se empeñaban tooooodos los años en mandarnos de campamento, menuda lata.
- ¿A que no sabes una cosa, Ryuko? Shikamaru también hizo una vez de Romeo.
- ¡Anda ya! - rió Ryuko.
- Es verdad, fue en uno de esos campamentos, yo también actué, pero vamos, a mí ni se me veía.
- No me imagino yo a este de Romeo.
- Prefiero no recordar esa etapa de mi vida.
- ¿Y sabes quien era Julieta?
- No me lo digas, fue Ino - Ryuko se echó a reír.
- ¿Qué te hace tanta gracia? - se molestó Shikamaru.
- Nada, nada, solo me lo imagino - contestó Ryuko.
- La verdad es que fue un verdadero rollo - se quejó Shikamaru.
- Yo quería ser Romeo - siguió Chouji - pero Ino se negó.
- ¿Y quiso que fuese Shika?
- Tampoco pero no le quedó más remedio, los monitores se pusieron muy pesados, todo muy problemático.
- Por aquel entonces - continuó Chouji - a mi me gustaba Ino, para mi era como una princesa, la niñas más guapa que conocía, teníamos 9 años.
- ¡Oh, el primer amor! ¡Que ternura!
- El primer desengaño. Me dejó muy clarito que nunca le gustaría un chico como yo.
- ¿Te declaraste?
- No. No me dio ni tiempo, a ella le interesaban otros chicos.
- Bueno, pero eso fue hace años - intervino Shikamaru.
- Si pero mi autoestima lo recuerda.
- ¿Aún te gusta? - preguntó asustada Ryuko.
- ¡No! En cuanto me di cuenta de que le gustaba otro chico me olvidé de ella, de su pelo rubio y dejó de ser una princesa.
- Si - dijo Shikamaru - la mejor forma de superar un desengaño es bajar a tu "ideal" al suelo. Además es una tontería sufrir por alguien que no te valora.
- Y por suerte que fue así, el destino me deparaba algo mejor.
- Uy - resopló Shikamaru - Yo mejor me voy de aquí, acabo de recordar una cosa. Ahí os dejo, tortolitos.
Le vieron levantarse y acercarse al grupo donde estaba Ino.
- Hola Shika ¿Cómo estás?
- Hola Ino, hola Stella ¿Que tal? Últimamente ya no te hablas con los amigos - le guiñó un ojo.
- Sabes que no me hablo contigo.
- Es verdad, que soy la chusma ¿Y Sakura no está contigo, Ino?
- No, ha dicho que iba a pasar por el periódico ¿Por qué?
- No se, me parecía extraño no veros juntas.
- No son siamesas ¿No lo sabías? - se burló Kikyo.
- Ya. Bueno Ino, yo quería decirte dos cosas.
- Dime.
- ¿Te ha comentado Naruto lo de este fin de semana?
- Ah si, si y creo que es muy buena idea ¿No te molestará?
- No, por supuesto que no, al contrario. Y lo otro es ¿Me harías un favor?
- Depende ¿En qué te tengo que ayudar?
- ¿Me enseñarías a bailar?
- ¿A bailar? - rió Stella - ¿Es que no sabes?
- Yo soy bailando como todos los genios, o sea, arrítmico. Di ¿Podrías intentar enseñarme?
- ¿Para qué quieres aprender a bailar?
- Para algo será, son cosas mías. Di ¿Me enseñarás?
- Espera, espera ¿Quieres que te enseñe a bailar?
- Tu bailas muy bien.
- Es que no me lo puedo creer ¿No decías que era un rollo?
- Y lo es pero necesito unos mínimos conocimientos.
- ¿Es que te vas a presentar a un concurso de baile o algo así? - rió Kikyo.
- Bueno Shika - habló Ino - Tu no tienes mucho ritmo y eres bastante soso pero lo intentaré si me dices para qué quieres bailar.
- Con perdón, chicas, no quiero ser maleducado - se acercó al oído de Ino y le susurró unas palabras que la hicieron sonreír.
- Cuenta conmigo. Te convertiré en un gran bailarín.
- Con no tropezarme con mis pies creo que bastará - sonrió.
Sakura decidió pasar por el periódico. Necesitaba ocupar su mente en otra cosa que no fuera Sasuke, Ino o los estudios, sobretodo los dos primeros. Necesitaba despejarse y pensó que lo mejor que podía hacer era buscarse otra ocupación, algún hobby, alguna actividad, algo, lo que fuera y mientras analizaba los distintos clubs que existían en el instituto se acordó del periódico y de que Akane era la redactora del mismo, pero ahora Akane no estaba y dudaba que pudiera ocuparse de él ¿entonces quien se ocupaba? Ahora que lo pensaba, creía recordar que se repartieron unos papeles de propaganda... parece ser que no le hizo mucho caso.
La puerta estaba cerrada así que tocó con los nudillos.
- Adelante, está abierto - le habló desde el otro lado de la puerta una voz muy familiar.
Sakura abrió y entró. Allí estaba Rock Lee, al lado de la chica esa, la que iba al club de shogi con Shikamaru, esa que era tan buena descifrando cosas ¿cómo se llamaba? Ah... Shiho, se llamaba Shiho.
- ¡Sakura! - exclamó Lee al verla - ¡Que alegría verte por aquí! Pasa, pasa.
- Hola Sakura - la saludó Shiho.
- Hola ¿Estáis ocupados?
- Estamos viendo como montamos la página principal del próximo número. Anda, ven y nos ayudas - contestó Lee - A ver tu que opinas.
- ¿De que va?
- Vamos a hablar del próximo torneo de tenis y también de la semana cultural, ya queda poco.
- Es cierto, queda muy poco, no me había dado ni cuenta ¿Y cómo es que estás en el periódico Lee?
- Soy el ayudante de la nueva directora, Shiho.
- ¿Eres tú la nueva directora?
- Pues hombre... tanto como directora no diría.
- Di que si, es la jefa y es muy buena. No quiero decir que Akane no lo fuera, pero Shiho es estupenda y pone todo el poder de su juventud para que salga bien.
- Carai, me impresionas - casi rió Sakura, este Lee, es que siempre era de lo más exagerado.
- Solo hago lo que puedo - habló Shiho - Pero lo poco que hago intento hacerlo lo mejor posible.
- Di que es genial, es más que genial, es fantástica.
- Lee, por favor, me avergüenzas.
- Pues yo venía a preguntar si puedo ayudar en algo.
- ¿Quieres colaborar, Sakura? - gritó entusiasmado Lee.
- Pues me gustaría, claro si me aceptáis.
- ¡Por supuesto! ¿Verdad que si, Shiho? Sakura es estupenda, es muy lista y...
- Tampoco te pases, Lee.
- ¿Te gustaría pertenecer al periódico? - insistió Shiho.
- Bueno, pienso que a lo mejore me gusta.
- ¡Es estupendo! ¡Con Sakura con nosotros todo nos irá genial!
- Pues no te vamos a decir que no ¿Que te gustaría hacer?
- No se ¿Qué se puede hacer?
- ¿Que te gustaría hacer? - preguntó Shiho - Puedes hacer reportajes sobre las actividades que tenemos, por ejemplo, pronto habrá un torneo de tenis.
- Ah no, lo siento, mejor eso no - Sakura tenía en mente que Sasuke pertenecía al club de tenis, pues si, lo que le faltaba para que ese pretencioso pensase que iba tras él con cualquier excusa - Mejor otra cosa.
- Pues mira - continuó Shiho - Ahora estamos haciendo entrevistas a los monitores de los clubs y nos vendría bien algo de ayuda. Esta tarde, por ejemplo, hemos quedado con el monitor del club de kendo ¿Que te parece si le entrevistas tu?
- ¿Pero que tengo que preguntarle?
- Mira, tenemos un borrador con preguntas interesantes - explicó Lee - Pero tu puedes añadir las que consideres oportunas.
Sakura cogió el cuaderno que le mostraba Lee y echó una ojeada. Eso se veía muy interesante, podría investigar un poco sobre el kendo y pensar preguntas. Vaya, eso le empezaba a parecer más que interesante.
- De acuerdo, yo lo haré.
- ¡Genial! - exclamó Lee - Ya verás, jefa, Sakura es muy buena y todo lo hace bien.
- Que no te pases, Lee.
- Bueno Sakura - habló Shiho - Si tienes alguna duda me preguntas ¿vale?
- De acuerdo ¿A que hora es la entrevista?
- Cuando terminemos el ensayo - apuntó Lee - Había quedado en ir yo, Neji me iba a acompañar.
- Pero si habías quedado en ir tu.
- Ah pero es que así puedo hacer otra cosa que tenía pendiente, estaba bastante agobiado pero mira ¡el destino te ha puesto en mi camino para ayudarme! ¡esto es fantástico!
- Siendo así, me parece bien.
- Perdonad - oyeron una voz y unos golpes en la puerta - ¿Se puede pasar?
- Si, pasa, pasa.
- Hola - saludó Shikamaru.
- Hola Shikamaru-san - le devolvió el saludo Shiho - Pasa, pasa.
- Si, pasa ¿Que te trae por aquí? - se interesó Lee.
- Hola Sakura ¿Te has unido al periódico?
- Eso parece.
- Genial. He venido a pediros un favor.
- Tu dirás en que podemos ayudarte - habló Shiho.
- Me gustaría pediros que escribáis un artículo sobre un problema que aqueja a muchas personas hoy en día y que creo que es importante.
- ¿Qué problema?
- La obsesión por estar delgados a cualquier precio.
- Estoy de acuerdo con Shikamaru - añadió Sakura - Muy de acuerdo. El periódico debería tratar temas así e intentar... no se... quizás sensibilizar a alguien o algo.
- Sobretodo me gustaría que se hablara del peligro de tomar pastillas y cosas que no te recete el médico - continuó Shikamaru.
- Es muy interesante - reflexionó Shiho - Bueno, supongo que si podemos hacerlo, sobretodo ahora que tenemos a Sakura con nosotros.
- Pero prefiero que eso no lo haga Sakura - advirtió Shikamaru mirándola - Lo entiendes ¿verdad?
Sakura comprendió perfectamente a Shikamaru, claro que ella no era la mas adecuada porque Ino no era tonta y seguro que sospecharía que algo se traía entre manos.
- Si. Es mejor que yo no lo haga. Además no tengo mucha experiencia.
- Tienes que hacerlo tu, jefa - añadió Lee.
- Pero yo tampoco tengo experiencia.
- Tu lo harás genial, yo te ayudaré.
- Oye Shikamaru - interrumpió Sakura - Antes de que se me olvide ¿Puedo ir yo también a tu pueblo? Me gustaría mucho cambiar de aires a ver si me despejo un poco.
- Pues claro, no veo porqué no.
- ¿Te vas al pueblo de Shikamaru? - preguntó Lee - ¿Y por qué?
- Es la época de celo de los ciervos y es algo curioso de ver, he invitado a Naruto y al final se ha acoplado media clase.
- ¡Ah! - exclamó Lee - ¿Entonces puedo ir yo también?
- No porqué no. Ven tu también Shiho, ya da igual 10 que 15.
- No, mejor no, no quiero molestar.
- No, si a mi no me vais a molestar. Os las apañareis vosotros solitos, pues si, no tengo yo bastante con mis obligaciones, a mi no me deis problemas.
Después de un rato charlando Sakura y Shikamaru abandonaron la sala del periódico.
- Estoy emocionada con esto del periódico. Mira, esta tarde tengo mi bautismo de fuego.
- ¿Y cual va a ser tu primer trabajo? - se interesó Shikamaru.
- Voy a hacer una entrevista al monitor del club de kendo.
- Ah... interesante.
- Creo que si, voy a ver si investigo un poco.
- Esto Sakura ¿Sabes quien es el profesor encargado del club de kendo?
- Pues... ¿Quien era? ¡Ah! - Sakura abrió la boca y los ojos y miró asombrada a su acompañante - ¿Itachi Uchiha?
- Ese mismo.
- ¿Itachi Uchiha sigue siendo el profesor de kendo?
- Pues si. Por lo visto es muy bueno y debe ser que tiene tiempo libre para hacerlo o que le gusta enseñar esa disciplina.
- Bueno, es igual, no me importa. Es muy distinto a Sasuke y yo voy a hacer mi trabajo, como se suele decir, me da igual quien sea el profesor.
Naruto no podía evitarlo. Se había dicho a si mismo que no lo iba a hacer pero era superior a sus fuerzas.
Veía a Sasuke comiendo en solitario, serio, taciturno y la tentación de acercarse a él era muy... poderosa.
El se había prometido no atosigar más a Sasuke, a fin de cuentas ya no estaba con Orochimaru y no podía estar siempre detrás de él preguntándole como se sentía, además que Sasuke no soportaba esas cosas, que le agobiaban.
Pero Naruto era cabezón como él solo y cuando se proponía ayudar a un amigo no cejaba en su empeño.
Así que, cuando quiso darse cuenta, estaba caminando hacia la mesa del comedero donde comía Sasuke.
- Sasuke - dijo sentándose enfrente de él.
- ¿Que quieres, pesado?
- Solo hablar contigo. Somos amigos ¿no? - respondió sonriendo.
- Eres muy pesado.
- ¡Pero si no sabes lo que te voy a decir!
- No hace falta que me digas nada, te conozco demasiado bien.
- Si me conoces tanto sabrás que me he dado cuenta de que te pasa algo.
- ¡Que sabrás tu lo que me pasa!
- Por eso, porque no lo se te lo pregunto, soy tu amigo y quiero ayudarte.
- ¿Que quieres ayudarme? ¿Y cómo vas a ayudarme? ¿Qué sabes tu de mi y de mi vida? ¿Que pretendes solucionar?
- Si me lo dijeras, lo sabría.
- Anda y lárgate con tu Sakura ¿No es eso lo que querías? Pues mira, ya la tienes, todita para ti.
- Sasuke, a ti te pasa algo grave, lo noto.
- ¿Y lo has notado tu solito? - habló cínicamente.
- ¿Es por Akane? ¿De veras estás enamorado de ella?
- Naruto déjame en paz, déjame en paz.
- Se lo que duelen los desengaños, yo...
- Naruto que me dejes, que me dejes. Tu no sabes nada, no tienes ni idea de por lo que estoy pasando, ni te lo imaginas, así que déjame en paz.
- Lo sabría si lo contaras.
- ¿Y que quieres que te cuente? - casi gritó - Mira Naruto, déjame en paz de una vez, estoy harto de tenerte siempre detrás de mi, yo tengo problemas, problemas que tu no vas a solucionar, así que déjame en paz.
- Puede que yo no pueda solucionar tus problemas pero soy tu amigo y si me los cuentas te sentirás mejor.
- ¿Pero por qué eres tan pesado conmigo?
- Porque eres mi amigo. Tu no lo entiendes pero los amigos estamos para eso, para ayudarnos, para apoyarnos, para contarnos nuestros problemas.
- Pues no, no lo entiendo, no entiendo porqué te complicas la vida de esa forma ¿Es que no tienes bastante con tus propios problemas?
- Pues no, no lo tengo. Me gusta ayudar a mis amigos, me gusta intentar ayudarles, saber que a lo mejor puedo hacerles sentirse mejor.
- Naruto... tu y yo somos completamente distintos.
- Me gusta implicarme en las cosas de mis amigos y tenderles una mano si veo que la necesitan ¿eso es malo?
- La gente solo se ocupa de si mismo ¿Por qué no haces tu lo mismo y me dejas en paz?
- Porque eres mi amigo - repitió.
- ¿Y qué es lo que piensas hacer por mi? ¿Vas a solucionar mis problemas? ¿Vas a quitarme esta angustia que tengo por dentro?
- Al menos intentaré aliviarla un poco.
- No lo vas a conseguir... siento demasiada rabia, rabia hacia todo el mundo, rabia de ver a la gente reír y ser feliz, rabia de no controlar mi vida... tu no lo entiendes Naruto, no lo puedes comprender.
Sasuke se levantó de forma solemne y se marchó. Naruto se quedó triste y deprimido porque no comprendía nada, él solo quería que Sasuke volviese a ser su amigo, como antes de irse con Orochimaru, eran rivales, si, siempre competía por superarle pero era su amigo y ahora no podía reconocer a su amigo ¿Cómo podría recuperarle?
¿Sería por Akane? ¿Realmente le gustaba tanto esa chica o lo único que quería era tenerla por capricho, porque era precisamente lo que no podía conseguir? ¿Cómo reaccionará cuando sepa que está embarazada de Shikamaru?
Shino, sentado en un banco al lado de Kiba, reflexionaba curiosamente sobre el mismo tema, mientras que Kiba tenía su atención fijada en Ten-Ten que hablaba con Neji ¿Qué le estaría diciendo? Fuera lo que fuera parecía muy amigable con él, le sonreía e incluso le daba un beso en la mejilla antes de irse eso ya era demasiado.
- ¡Eh! - Kiba dio una palmada delante de su cara - ¿Estás vivo?
- ¿Qué haces, cachorro loco?
- No se, parecías dormido.
- Estaba observando a Naruto.
- Pues yo observaba a Ten-Ten.
- Me lo estaba imaginando.
- ¿Ah si? ¿Y por qué?
- Porque mirabas hacia donde estaba ella ¿Por qué iba a ser?
- No se, tu eres muy siniestro.
- ¿Y eso ahora que tiene que ver?
- Parecía que estuviese coqueteando con Neji.
- No digas tonterías, Ten-Ten no haría eso.
- Es que tenían demasiadas... ya me entiendes.
- ¿Confianzas? Son amigos, es lo normal.
- Ten-Ten está saliendo con Naruto y no debería portarse así.
Shino giró la cabeza con lentitud lo que le faltaba por ver, que ahora se pusiese celoso con una chica con la que no estaba saliendo, pobre Kiba, debe tener un buen lío en su cabeza.
- Lo digo porque a Naruto podría molestarle - añadió Kiba - ¿Y tú? ¿Por qué mirabas a Naruto?
- Ha estado discutiendo con Sasuke.
- Muy interesante. No sabía que te gustaban esas cosas.
- Verás, me preguntaba que pasará cuando Sasuke sepa que Akane está embarazada.
- ¿Tiene que pasar algo? Supongo que se rebotará y ya está.
- Seguro que la va a liar y lo peor es que me obligará a mi a meterme en el lío.
- Habla claro que no te entiendo.
- Seguro que exigirá saber si el niño es un Uchiha o no.
- ¿Puede hacer eso?
- Si, seguro que se va a poner en plan chulo.
- ¿Pero el niño no puede ser suyo, verdad?
- Teóricamente podría.
- ¿Qué dices?
- O mio. Pero en la práctica es de Shikamaru. No lo digas Kiba, no digas lo que estás pensando ni pienses nada de Akane porque no sabes lo que pasó y no tienes derecho ¿entendido? Una sola palabra sobre Akane y te parto la boca, te lo juro.
- No, si yo no digo nada... ¿Tuyo?
- No, no es mio. Yo nunca haría algo de eso con Akane pero al Uchiha le gusta pensar que lo ha hecho, aunque no se acuerde pera él va a ser muy obvio y si se empeña en ponerse cabezón y en plan ofendido diciendo que quizás sea suyo, yo tendré que meterme, por supuesto.
- No entiendo nada.
- No tienes nada que entender.
- ¿Entonces para qué me cuentas nada?
- Porque tu has preguntado.
- Yo no pregunté nada, eres tu el que ha hablado.
- Lo malo es que tarde o temprano tiene que enterarse - musitó Shino.
- Pues vale. Oye, me ha dicho Ino que vas a ir al pueblo de Shikamaru.
- Por supuesto, quiero ver a Akane.
- Yo también voy a ir.
- ¿Por qué va Ten-Ten?
- No... no era por eso.
Shino siempre se daba cuenta de todo, hablaba poco pero se enteraba de todo y ahora le resultaba muy curioso que Naruto, a pesar de que se suponía salía con Ten-Ten, le había propuesto ir al pueblo de los Nara a Ino, que Ten-Ten se había apuntado porque Sumire quería ir sin importarle que Naruto no se lo pidiera y que Kiba iba porque iba Ten-Ten, a pesar de salir con Ino, claro que también era verdad que Ino lo llevaba a él siempre, como un complemento más. Era curioso la especie de "cuadrado" que se estaba empezando a crear entre esos cuatro.
- Tengo que decirte que voy a llevar a Hana conmigo.
- ¿A mi hermana? ¿A donde?
- Al pueblo de Shikamaru.
- ¿Vas a invitar a mi hermana? Tu no estás bien.
- ¿Por qué no? A mi me gusta tu hermana.
- No va a querer ir.
- Eso ya lo veremos.
- Eso ya lo hemos visto.
- ¿Que te apuestas a que viene?
- Lo que quieras, se que no va a ir.
- Si viene no gruñirás, ni te quejarás, ni te enfadarás porque duerma en mi misma habitación.
- ¿Se puede saber que pretendes, so capullo? - gritó poniéndose en pie.
- No seas escandaloso, dormir en la habitación no implica forzosamente tener sexo.
- Mira, te estás empezando a pasar mucho con mi hermana.
- Eso tiene que decirlo ella, no tu. Y no grites más que llamas la atención de todo el mundo.
- Mi hermana no va a ir al pueblo ese y menos aún me va a meter contigo en una habitación, te lo aseguro.
- Eres un cachorro caprichoso y muy malcriado.
Todo parecía trascurrir con normalidad, con la habitual monotonía, hasta que al terminar las clases, al salir del instituto, Sasuke se encontró a Tobi esperándole apoyado en la verja.
- Tobi sabe una cosa - dijo al pasar Sasuke a su lado.
- ¿Y eso me interesa?
- Depende si a Sasuke le interesa o no saber algo de Akane.