lunes, 25 de agosto de 2014

88. Una mañana muy agobiante

Shikamaru salió de su casa y bostezó, había dormido fatal y para colmo se tuvo que levantar muy temprano, a ver si con suerte podía dormir un poco entre clase y clase aunque viendo el panorama que se le presentaba lo dudaba bastante.
Camino del instituto, al pasar por una esquina, oyó una voz que le llamó en un susurro.
- ¿Shikamaru?
Shikamaru se detuvo sorprendido y miró hacia la dirección desde donde le llamaban.
- Buenos días Shino ¿Cómo tu por aquí?
- ¿Y Akane?
Shikamaru frunció el ceño.
- Ya decía yo que no vendrías a verme a mí.
- ¿Dónde está Akane?
- ¿Crees que la tengo secuestrada o algo así?
- Ayer estuve toda la tarde llamándola y tenía el móvil desconectado, Ginta me dijo que estaba en tu casa, esta mañana he vuelto a llamar y Takato, llorando, me ha dicho que ya no vive allí.
- Si, bueno se rascó la cabeza Esto es algo pesado de contar.
- Pues empieza.
Shikamaru resumió todo lo que pudo lo que había sucedido.
- ¿Tus padres han aceptado que Akane viva en su casa?
- Mas bien diremos que han obligado a Akane a vivir allí. De todas formas tenemos suerte porque ya te he dicho que mis padres construyeron la casa según la tradición y bueno, tenemos un sitio donde vivir y bastante independiente de mi familia.
- Eso si es cierto pero... ¿Que dice Akane de eso?
- No dice nada, está bastante deprimida.
- Me imagino porque aunque tengáis donde vivir ¿Quien os va a mantener? ¿Tus padres? Seguro que se siente fatal.
- Mi padre ha vuelto a ofrecerle un trabajo, esta vez en la farmacia, de ayudante, no la pagará demasiado pero al menos podrá sufragar algunos gastos del bebé, esperamos que así se sienta algo mejor.
- Ya sabes que es muy orgullosa, seguro que piensa que es una parásita en tu familia o algo así.
- Pero no lo es o no lo sería si acepta ser una Nara y cumplir con sus obligaciones. A lo mejor tu no lo entiendes pero...
- No, si si lo entiendo, entiendo que tenéis tradiciones ancestrales y que tu padre es el cabeza de familia pero ella no ha sido educada así.
- Ya lo se. Esperaba que esto no sucediese nunca, siempre pensé que podría evitar esas costumbres pero si lo piensas es lo mejor que puede pasarle. Gracias a eso yo podré seguir estudiando, es más, tengo que hacerlo para poder heredar el negocio familiar y cuando termine mis estudios y trabaje ella si quiere podrá retomar los suyos.
- Yo te doy la razón Shikamaru, se que es lo mejor que podía pasarle, además tú estarás a su lado ¿o no?
- Claro.
Shikamaru bajó la mirada, ahora recordaba lo que sucedió después de la comida.
"...
La comida en casa de los Nara fue bastante incómoda a pesar de la conversación relajada que Chiharu intentaba mantener. Akane se sentía más que mal y no solo por la situación y el ambiente tenso que se respiraba si no porque a parte del dolor de riñones que nunca se le quitaba también había comenzado a sentir muchas molestias en el vientre.
Comieron bastante rápido, quizás porque todos estaban deseando terminar con esa situación. Shikaku y Yoshino observaban a su hijo que comía serio y en silencio.
- ¿Sabes cocinar, Akane? - preguntó tratando de hablar de algo Yoshino.
- Si, si, señora.
- Yo enseñé a cocinar a Shikamaru, he educado a mi hijo para que sea el marido perfecto, el que a mi me hubiera gustado tener.
- Mamá por favor - se quejó Shikamaru levantándose - Voy a quitar la mesa explicó seriamente.
- Yo te ayudo - dijo Akane haciendo el gesto de levantarse.
- No, tú quédate sentada, por favor.
- Déjame ayudarte Shikamaru, no puedo estarme sentada, me siento inútil.
- Eres una chica trabajadora - dijo el padre - Eso está bien, se te ve llena de energía, se parece a ti, Yoshino, cuando te conocí.
- Si, yo era encantadora hasta que me casé contigo y tuve que educarte.
Akane sonrió.
- Y tienes una sonrisa encantadora - añadió el padre.
- ¡Papá!- dijo Chiharu en tono impertinente - ¡No hagas eso! ¡No coquetees con la novia de tu hijo! Das asco.
- Anda Akane - habló la madre - Si quieres echar una mano ayuda a Shikamaru con el postre.
Akane movió la silla y se levantó y en el momento de dar un paso se quedó paralizada con una mueca de dolor en el rostro.
- ¿Qué te pasa? - se alarmó Shikamaru al verla.
- Lo siento es que no me encuentro bien.
- ¿Tienes ganas de vomitar? - se interesó Yoshino levantándose.
- No, es que me duele mucho.
- ¿El que? - preguntó ahora Shikamaru.
- Me duele mucho y creo que... estoy... - miró asustada a la madre de Shikamaru - Es como si me viniese la regla.
- ¿Estás manchando? - insistió asustada Yoshino.
- No lo se, he notado algo húmedo... a lo mejor después de todo no estoy...
- Akane no digas tonterías - interrumpió Shikamaru - Sabes de sobra que si estás embarazada ¿Papá?
- Voy a sacar el coche, nos vamos a la clínica, Chiharu llama al doctor y dile lo que sucede.
- ¡No, no, no! - insistió aterrada Akane - Si no es nada.
- A lo mejor no es nada o a lo mejor si - habló Yoshino - ¿Te ha dado el dolor ahora de pronto?
- No, lleva doliéndome toda la mañana.
- ¿Y por qué no has dicho nada, criatura?
- No quería molestar.
Los Nara tenían un médico de cabecera, era al que acudían cada vez que estaban enfermos o cualquier otra consulta. Más que el médico era un amigo de la familia, y fue a él a quien Chouji avisó cuando Shikamaru tuvo aquellas anginas y que Akane estuvo cuidando.
Akane, a pesar e la vergüenza que le daba que tuvieran que ocuparse de ella y darles mas trabajo, no se atrevió a protestar y subió al coche dócilmente. El padre de Shikamaru los llevó hasta una pequeña clínica done ya les esperaba el doctor, un amable señor mayor que reconoció a Akane nada más verla.
- Pero si es mi ayudante enfermera - sonrió amablemente - A ver, por su cara señorita yo diría que es usted mi paciente, venga, va a sentarse ahora en esta silla de ruedas que trae la enfermera y la va a llevar a hacerle una exploración, enseguida voy yo.
Akane obedeció sin rechistar. Chiharu esperaba en una especie de sala de espera y vio como la enfermera empujaba la silla de ruedas donde iba sentada y se perdían detrás de unas puertas.
- Muchas gracias por atendernos en domingo - habló la madre de Shikamaru.
- No es ninguna molestia, es mi trabajo. A ver, joven Nara, tú ven conmigo. Vosotros esperar en la sala de espera, no tardaremos mucho.
Shikamaru siguió al doctor mientras contestaba las preguntas que este le iba haciendo, nombre de la chica, edad, si sabía la fecha de la última regla, y que era lo que había pasado hasta llegar a una puerta que el doctor abrió con cautela.
- ¿Has terminado? - preguntó.
- Si, ya está - contestó una enfermera mientras el doctor y Shikamaru entraban - Ha manchado un poco pero era oscuro y ya no mancha.
Akane estaba tumbada en una pequeña camilla, al lado de esta había un aparato grande y que tenía una pantalla y también una silla frente a él.
- Así que te llamas Akane ¿puedo tutearte? - dijo amablemente el doctor - Y lleva doliéndote toda la mañana.
- Si, eso es.
- ¿Mantuviste ayer relaciones sexuales?
- ¿Eh? No, no.
- No pasa nada porque me lo digas, no me voy a escandalizar. Bájate un poco el pantalón, voy a hacerte una ecografía, a ver si hay suerte y podemos ver si tiene latido cardiaco.
- No, es que no.
- Shikamaru tu ponte al otro lado de la camilla -se sentó en la silla y presionó el vientre de la chica - ¿Te duele aquí?
- Me duele todo, en general, también los riñones - contestó mientras Shikamaru la cogía la mano.
- ¿Los riñones? ¿Desde cuando te duelen los riñones? - el doctor echó una especie de gelatina encima de Akane y empezó a pasar un aparato cerca de la ingle izquierda que al presionar hizo que el olor de Akane se agravase un poco.
- Hace mucho, me dolían antes de que me tuviera que venir la regla.
- Ya veo. Bueno pues aquí está, se ve claramente el latido cardiaco la enfermera empezó a tomar nota de lo que decía 5 semanas aproximadamente, 3mm...
El médico siguió diciendo unos cuantos términos y números que para ellos eran como galimatías mientras Shikamaru fijaba su atención en aquella pantalla en la que no veía absolutamente nada, solo manchas informes.
- ¿Lo ves ahí? - señaló el médico la pantalla - Está todo correcto. Tiene latido cardiaco y un tamaño acorde a su tiempo. Toma, límpiate. Manchar algo durante las primeras semanas de embarazo no es algo tan inusual, aún así no me gusta para nada ese dolor que tienes y quizás haya sido una especie de "aviso". Necesitas hacer reposo durante unos días, nada de ejercicio ni relaciones sexuales.
Shikamaru seguía mirando la pantalla tratando de descifrar algo.
- ¿Quiere que se lo imprima?- le dijo la enfermera.
- No, es igual, no veo nada.
El médico volvió a reunirse en su despacho con los padres de Shikamaru donde les repitió lo mismo que ya había dicho.
- ¿Podría quedarse ingresada en la clínica unos días? - propuso Shikaku.
- ¿Y eso?
- Por lo que se es una chica muy impulsiva y cabezota y su primera idea era abortar.
- ¿Temes que se ponga a hacer el burro para ver si aborta? - se alarmó Yoshino.
- No te diría que no, está desesperada, ya lo sabes.
- De echo sería estupendo que pasase unos días aquí, parece bastante afectada y de todas formas tendría que hacerle unos análisis, por lo menos creo que sería conveniente que estuviese ingresada hasta mañana, así no tendría que volver.
.."
- ¿Y ahora dónde está? ¿En tu casa? - se interesó Shino.
- Pues no... está ingresada en la clínica "Hohein".
- ¿Está ingresada? ¿Por qué?
- Ayer empezó a sentirse mal, dice el doctor que seguramente fue consecuencia del estrés, supongo que todo lo que pasó la afectó, la puso nerviosa o algo.
- ¿Ha abortado?
- No, no, que va, pero el doctor dijo que era mejor que se quedara, necesita tranquilidad ¿Sabes lo peor de todo? Que ahora no puede abortar, aunque quisiese, si aborta ya no querría estar en mi casa y...
- Volver a casa de su madre sería...
- Problemático.
- Si, eso.
Shino suspiró, ahora lo que deseaba era poder ir a ver a Akane y estar con ella; él la conocía más que nadie, sabía muchas cosas de ella que ni siquiera conocía Jisei.
- ¿Lloró? - preguntó con miedo.
- Si, conseguí que llorase. Me he quedado toda la noche con ella en la clínica y la he obligado a hablarme de su infancia, de su madre, de ese castigo que la aterraba tanto... se sentía muy mal porque gritó a sus padres, no se daba cuenta del bien soltar algo de lo que la estaba envenenando, así que le dije que podía gritarme a mi o llorar... hizo las dos cosas.
- ¡Shikamaru! ¡Shikamaru! - oyeron varias voces femeninas y miraron hacia donde sonaban - ¡Shino! ¡Esperarnos!
Jisei, Sumire, Chouji y Ryuko corrían hacia ellos.
- Carai, cuanto nos ha costado encontraros - habló Sumire - ¿Y Akane?
- ¿Que ha pasado? - añadió presurosa Ryuko No consigo hablar con ella.
- ¿Pero que pasó? - interrogaba Jisei.
Y Shikamaru volvió a contar toda la historia.
Así llegaron hasta el instituto, iban por el pasillo camino cada uno de su aula cuando Ino, que esperaba en la puerta de su aula junto a Sakura, se acercó sonriente a él y le abrazó.
- ¡Enhorabuena! - dijo a la vez que le daba un sonoro beso - ¡Que ilusión! ¡Un Shika pequeñito!
Todos la miraron expectantes, sobretodo Sakura que se había quedado con la boca abierta.
- ¿Lo sabías? - inquirió Sumire acercándose a ella.
- Pues claro ¿Pensabais que ibais a ocultármelo a mi? Mi madre y la madre de Shikamaru son muy amigas, ayer la llamó por teléfono y se lo contó todo. Esta tarde a lo mejor vamos a ver a Akane, por cierto ¿cómo se encuentra?
- Supongo que mi madre también necesitaba desahogarse con alguien - comentó Shikamaru - Tampoco debe ser algo fácil para ella.
- ¿Akane está embarazada? - preguntó casi con miedo Sakura a Jisei.
- Pues eso parece.
- ¿Viste a mi sobrino, Shika? - continuaba atosigando Ino a Shikamaru.
Ante el giro que estaba teniendo la conversación Shino optó por entrar en su aula y tanto Jisei como Sumire decidieron imitarle, además Ten-Ten estaba dentro del aula y Sumire estaba deseando hablar con ella sobre todo ese tema.
- No vi nada, no se lo que vi, una especie de... bulto.
- Ay que soso que eres, de verdad que no tienes entusiasmo para nada ¿No te imprimieron la ecografía? Ay, estoy deseando ver a mi ahijado.
- Oye - interrumpió Chouji -¿Cómo que tu ahijado? Será mi ahijado.
- Dejarlo por favor - se quejó Shikamaru - Todo esto me aburre mucho.
- ¿Que hiciste, Shikamaru? - Sakura se colocó delante de él.
- ¿Tengo que explicártelo? - contestó rascándose la cabeza.
- ¿Cómo fuiste capaz? ¿Sabes en el lío en que te has metido?
- Lo se, lo se, no vengas ahora tu a echarme también el sermón.
- ¿Y Akane? ¿No irá a tenerlo, verdad?
- ¡Sakura! - gritó alarmada Ino - ¿Cómo eres capaz de decir eso?
- ¿Es que eres tonta, Ino? ¿Tú sabes los problemas que le va a causar? Desde luego Shikamaru que no me esperaba eso de ti.
- Mira Sakura no me agobies, tienes toda la razón pero las cosas se han complicado bastante.
- ¿Y dónde está Akane? ¿Qué le ha pasado que no ha venido?
- Está ingresada en una clínica porque no se sentía bien.
- ¿Y cómo está?
- Ya se encuentra mejor.
- Me refiero a su ánimo ¿Cómo está?
- Mal. Muy deprimida.
- ¿Puedo ir a visitarla? Me gustaría mucho ¿Crees que le molestaría?
- Pues no lo se. Sakura, Ino, por favor no comentéis a nadie esto, todavía no queremos que nadie lo sepa... por favor.
Al cabo de un rato cada uno estaba en su aula esperando al profesor de turno.
- Iruka no va a venir a clase hoy - comentaba distraída Jisei - ¿Quien la dará?
- ¿Cómo que Iruka no va a venir hoy? - se extrañó Chouji - ¿Y tú por qué lo sabes?
- Está en el hospital, le han operado de apendicitis.
- ¿Y como lo sabes?- preguntó con malicia Ryuko.
- Porque lo se - contestó Jisei mirándola de reojo.
- ¡Eres una bruja! - exclamó Chouji¡- Realmente eres una bruja! ¡Sabes lo que va a pasar y todo! ¿Lo has visto en tus sueños?
- Si, seguro que estaba soñando - replicó con ironía Ryuko.
- No, no lo he visto en sueños.
- ¿Comemos juntas? - propuso de imprevisto Ryuko.
- Pues claro.
- Pero nosotras solas, sin chicos.
- ¿Otra reunión de chicas? - intervino Chouji.
- ¿Te molesta? - le preguntó Ryuko.
- No, para nada, yo tendré una charla de "machos" con Shikamaru.
Anko entró, como siempre, con aire triunfal en la clase de 2-2.
- Buenos días mis pequeñas lechuguitas ¿Que tal el fin de semana?
Shikamaru se levantó de su asiento.
- ¿Puedo acercarme a decirte algo, sensei?
- Si claro, acércate - contestó intrigada. Shikamaru se acercó a ella.
- Sensei, hoy no va a venir Akane.
- ¿Alguna causa justificada?
- Si y además mi padre quiere que pida una cita para hablar contigo ya que eres nuestra tutora, es importante.
- ¿Cómo de importante?
- Muy importante. Nos atañe a Akane y a mí. Es un tema personal.
Anko se le quedó mirando fijamente, luego miró hacia el asiento vacío de Akane y de nuevo a Shikamaru.
- Entiendo ¿Tengo que ponerme en lo peor?
- A lo mejor.
- ¿Y sería conveniente que el equipo de apoyo estuviese enterado?
- Sería muy conveniente.
- Kurenai está ahora en el despacho, baja a hablar con ella.
- ¿Ahora?
- Ahora. Me he puesto de bastante mal humor. Si ya sabía yo que vosotros no ibais a terminar bien, si lo estaba viendo, si... pero sois de los que menos me lo esperaba. Anda vete, vete porque no se lo que diría.
Shikamaru salió de la clase ante la extrañeza de todos sus compañeros aunque a la mayoría no le importaba en absoluto.
- Bueno chicos - habló en voz alta Anko - Tengo una noticia que daros. Hoy Iruka no va a venir, bueno ni en una temporada, le han operado de apendicitis.
Un rumor comenzó a extenderse por el aula.
- Bueno, vale, callaos un poco, tampoco es para tanto.
- ¿Y quien nos va a dar su clase? - se interesó Lee.
- La dará Yamato.
- ¿Dónde está ingresado?- preguntó esta vez Sakura.
- En el hospital de Konoha.
- ¿Y se le puede ir a visitar? - habló ahora Sumire.
- Supongo que si, pero no vayáis todos a la vez o le volveréis loco. Venga y ahora vamos a lo nuestro...
Cerca de la puerta del despacho del equipo de orientación Shikamaru se encontró a Shizune.
- ¿Qué haces por aquí? - le preguntó.
- Tengo que hablar con Kurenai, me han dicho que ahora estaba libre.
- Si, está en su despacho.
- Gracias.
Shikamaru tocó la puerta con los nudillos y esperó a oír la voz de Kurenai diciéndole que podía pasar. Abrió y lo primero que vio fue a Asuma de pie, delante de la mesa del despacho y mirando hacia la puerta.
- Hombre Shikamaru dijo Pasa, pasa.
- Buenos días.
- Hola Shikamaru ¿Sucede algo? - preguntó Kurenai.
- Bueno yo me marcho - intervino Asuma.
- No Asuma, mejor no te marches - le detuvo Shikamaru - Quédate, me gustaría que tu también lo supieses.
- Ya me has intrigado, vamos, siéntate - dijo el profesor tomando el mismo asiento.
Shikamaru se sentó pero no dijo nada.
- Bueno ¿que sucede? . volvió a preguntar Kurenai - ¿Estás bien?
- Es que esto es todo un rollo contestó En fin, es lo que hay... Akane está embarazada.
Kurenai soltó el bolígrafo que tenía en la mano y se echó hacia atrás, apoyándose en el respaldo de su sillón y llevándose la mano a la frente, por su parte Shikamaru vio levantarse a Asuma y lo primero que pensó es que del capón que le iba a dar con esa enorme mano le iba a incrustar en la silla.
- ¿Estás tonto o que? - le recriminó bastante serio.
- Fue un error - contestó intimidado ante la imponente presencia del profesor.
- ¿Un error? No creía que tu eras de los que comenten esos errores, es que ni se como con lo que te agobia todo has tenido energía para… ¿Es que no sabes que existen preservativos?
- Es que... ah, esto es muy problemático de explicar.
- Espero que al menos aceptes tu responsabilidad.
- ¿Y cómo ha podido pasar algo así? - casi se lamentaba Kurenai - Vosotros que sois unos alumnos estupendos ¿os dais cuenta del error que habéis cometido?
- Nos damos cuenta de todo, por eso, yo quería que ayudases a Akane, ella está muy deprimida.
- No me extraña que esté deprimida, como una loca estaría yo en su lugar - replicó Kurenai - ¿Lo saben vuestros padres?
- Eso es lo malo.
- ¿Y que ha dicho Shikaku? - Asuma se cruzó de brazos - Porque no me creo que quiera que dejes de estudiar.
- Mis padres no son el problema.
- ¿Cómo han reaccionado sus padres? - se alarmó Kurenai.
- Su madre la ha echado de su casa.
"...
Los padres de Shikamaru llamaron a los de Akane para contarles lo que había pasado y pedirles que prepararan un pijama, una bata y algunas cosas que necesitaría y que iban a pasar por allí a recogerlos y hablar de algo más. Lo que se encontraron Shikamaru y su padre al llegar fue una maleta y una bolsa de viaje en la puerta.
- Ahí están sus cosas, lléveselas y que no vuelva dijo iracunda su madre.
- Por favor Misae, tranquilízate - habló otra mujer, era la nueva esposa del padre de Akane, ambos estaban allí también.
Shikaku miró a todo el mundo y luego a su hijo.
- Señora, ya le hemos explicado lo que pasaba.
- Me da igual ¿Cree que me va a dar pena? Que hubiera pensado antes de abrirse de piernas ante cualquiera.
- Misae, por favor - repitió la madrastra acercándose a ella y cogiéndola del brazo - Siéntate un poco. Disculpe, soy Maron Kumoyuki, la mujer del padre de Akane.
- Encantado, yo soy Shikaku Nara.
- Por favor pase, pasa Shikamaru. Tiene que entender que estemos algo nerviosos ¿Cómo está Akane?
- Está bien, dice el doctor que está bajo mucha presión y eso no la hace bien, necesita un poco de tranquilidad.
- ¿Que necesita tranquilidad? gritó la madre ¿Y nosotros que necesitamos?
- Ya vale Misae -habló en padrastro de Akane - Soy el marido de Misae. Para todos nosotros esto ha sido un palo muy duro.
- Lo entiendo, para mi mujer y para mí también pero son nuestros hijos y es nuestra obligación darles apoyo.
- Por supuesto - afirmó Maron - ¿Sería tan amable de llevarme hasta la clínica?
- ¡Maron! - exclamó el padre de Akane.
- ¿Qué? Ella necesita a su familia a su lado.
- Que lo hubiera pensado antes - la recriminó su marido.
- ¿El qué? La culpa de todo esto es nuestra, de todos nosotros, no hubiera buscado el cariño de este chico si lo hubiese tenido en su casa.
- Maron, no sabes lo que dices - volvió a hablar su marido.
- Si, si lo se. Durante años la hemos cargado con todo, todos nosotros pero yo la quiero como a una hija y no la voy a abandonar ahora.
Después de intentar razonar con los padres de Akane sin ningún éxito, Shikaku llevó a Maron hasta la clínica, por el camino estuvo contando como ella misma, siendo aún bastante joven, se enamoró del padre de Akane aún sabiendo que estaba casado y también cometió el error de quedarse embarazada. El padre de Akane se divorció de su mujer y se casó con ella y entonces comenzó a llevar a sus hijos a su casa los fines de semana que le tocaba... y eran tres, tres niños pequeños, uno de ellos un bebé que ni andaba y ella acababa de tener a su hijo y todo se le hizo agobiante, se vio superada por todo y terminó haciendo la mayor tontería que se podía hacer: pedir a esa niña pequeña que la ayudase.
Se daba cuenta del error tan tremendo que había cometido, ahora se daba cuenta, cuando pensaba como se sentiría si a sus hijos les obligara una extraña a ayudarla... parecía la única que razonaba en esa familia.
Akane se alegró mucho de verla, Maron no la dijo ni un reproche, cierto, pero también le explicó lo que Akane ya sabía, no había sitio ni para ella en ninguna de sus casas, menos aún para un bebé... lo mejor era que se quedase en casa de Shikamaru ya que sus padres se habían ofrecido.
Fue cuando Akane se hundió del todo. Maron no lo dijo abiertamente pero ella sabía como era su madre y que eso significaba que no la dejaba volver
..."
Chouji estaba bastante preocupado, habían visto a Ino con Tobi y las sospechas que levantaba en él le ponían muy nervioso ¿Pero que hacía? En una situación normal acudiría a comentárselo a Shikamaru pero éste ya tenía bastante con lo que tenía. Toda esta situación le tenía intranquilo. Ryuko le observaba e intuía lo que le sucedía.
- ¿Que te pasa? Estás como alterado - le susurró.
- Es que no se que hacer.
- ¿De lo de Ino?
- Si. Me gustaría hablarlo con Shikamaru pero no quiero darle más preocupaciones.
- Pues te digo una cosa, si se lo ocultas tampoco le vas a hacer ningún favor. Ino es su amiga y si se entera lo mismo se molesta.
Chouji se quedó mirándola pensativo. En realidad Ryuko no sabía muy bien lo que decía y si estaba bien o mal. Por un lado le daba pena de Ino pero también reconocía que por otro sentía celos de ella y le asustaba que Chouji la dedicase demasiada atención.
- Tienes razón - dijo al fin Chouji - Creo que debo decírselo a Shikamaru, siempre hemos estado juntos, no le va a gustar saber que le oculto cosas, además él es muy listo, seguro que se le ocurre algo. En cuanto acabe esta clase iré a hablar con él.
Y así lo hizo. Shikamaru estaba sentado en su sitio y parecía ausente de todo.
- ¿Shikamaru?- le tocó el hombro.
- ¿Que sucede Chouji?
- Quería comentarte una cosa, solo que no se si es buen momento.
- Depende de lo que quieras comentarme.
- Es sobre Ino.
- ¿Que le sucede? Y espero que no me digas que quiere ser la madrina o alguna cosa de esas.
- No, no es eso. Es que ayer Ryuko y yo la vimos hablando con Tobi.
Después de oír a Chouji, Shikamaru se sujetó la cabeza con ambas manos y apoyó los codos en la mesa. Se imaginaba lo que pasaba, no, no era cuestión de drogas como suponía Chouji, seguro que eran pastillas o algo para adelgazar mas fuertes de las que él le proporcionaba... seguro.
- No te preocupes Chouji. A la hora de comer hablamos.
En el siguiente cambio de clase Shikamaru se acercó a Sakura.
- Tienes mala cara - dijo la chica - ¿Te encuentras mal?
- Es que a penas he dormido y me está dando jaqueca. Oye Sakura, me gustaría hablar contigo a la hora de la comida.
- ¿Es por Sasuke?
- ¿Por Sasuke?
- Está muy encaprichado con Akane ¿verdad? No temas decirme la verdad, no soy tan débil como todos piensan.
- Ah... no, no es por Sasuke, es cierto que es bastante molesto pero no es por él, quiero hablarte de otra persona.
- ¿Ino? ¿Es Ino?
- Pues si. Se que se lo contaste a Naruto ¿verdad?
- Necesitaba hablar con alguien, necesito ayuda yo sola...
- Hiciste muy bien. Dile que coma con nosotros también ¿vale?
Y entre preocupaciones de unos y otros llegó la hora de la comida.
Chouji se despidió de Ryuko, ella, Jisei, Ten-Ten y Sumire se separaron y él y Shikamaru se dirigieron a donde estaban sentados Sakura y Naruto.
- ¿Vamos a comer con Sakura y Naruto? - preguntaba Chouji
- Si, hace mucho que no hablo con Naruto y echo de menos sus tonterías.
Chouji miraba a Shikamaru de hito en hito.
- ¿Que me miras tanto? - se quejó el chico.
- No, yo... ¿Shikamaru estás bien? ¿Es por lo de Ino, verdad?
Shikamaru no contestó, se limitó a mirarle con su habitual gesto aburrido.
- ¿Qué tiene que ver Naruto con Ino?
- Mira Chouji a mi me preocupa mucho Ino pero yo no puedo ayudarla, no puedo con todo.
- Shikamaru yo te conozco, pareces normal pero hay algo en ti distinto.
- Pues supongo que si, a ti no te puedo engañar.
- Lo sabía, sabía que pasaba algo ¿Que es lo que sabes de Ino?
Los pocos metros que los separaban de Sakura y Naruto fueron suficientes para explicarle a Chouji lo de las pastillas. Llegaron a una de las mesas donde estaban sus compañeros y se sentaron con ellos. Después de unas cuantas bromas y tonterías de Naruto, Sakura fue directamente al asunto.
- ¿Que querías contarnos, Shikamaru?
Shikamaru pidió a Chouji que contase el incidente que habían tenido el día anterior y como vieron a Tobi hablando con Ino.
- ¿Tu crees que quiere venderle algo? - preguntó muy serio Naruto.
- No, lo que yo creo es que Ino le ha pedido que le consiga pastillas o lo que sea contestó Shikamaru Y la culpa es mía.
- No Shikamaru - rebatió Sakur -a No digas eso, la culpa no es tuya, la culpa es de... esa necesidad de ser... perfecta.
- Metí la pata, debía convencerla de que no debía tomar ninguna clase de pastillas... ¡mierda! pensé que si le daba esas hierbas diciendo que eran pastillas se quedaría contenta y... tenía que haberla convencido de que las pastillas no eran ninguna solución.
- No lo hubieras conseguido- habló Naruto - No hubieras conseguido nada, si acaso adelantar lo que ha hecho ahora.
- Ino es muy lanzada añadió Chouji Si quería esas pastillas las hubiera conseguido como fuera.
- No me puedo creer que pase esto se lamentaba Chouji Otra vez no ¿Y cómo no me he dado cuenta? Sabía que estaba más delgada pero no pensé... no quería pensarlo...
- Nadie queremos pensarlo, no podemos creérnoslo - hablaba Sakura - Hasta que es demasiado tarde.
- No pasa nada - sonrió forzadamente Naruto - No es culpa vuestra, ni de nadie, vosotros no sabéis lo que es tener ese problema... no sabéis lo que en realidad sufren momentáneamente borró su sonrisa pero al instante la recuperó Lo importante es que ahora lo sabemos y podemos intentar hacer algo.
- ¿El qué? - inquirió Sakura llorosa - Ino nos necesita y no sabemos como ayudarla, además, no va a querer nuestra ayuda, va a decir que nos estamos metiendo donde no nos importa.
- Pues la ayudaremos de todas formas, aunque no quiera. No voy a dejar que Ana me robe una amiga, eso os lo aseguro, si Ana es tramposa y retorcida yo lo seré aún más.
- Naruto... - Sakura le miró llena de asombro.
- No te preocupes Sakura, recuperaremos a Ino, ya lo verás.
- Naruto - intervino Shikamaru - Yo no voy a poder ayudarte… tengo mis propios problemas.
- ¿Sasuke?
- Y dale con Sasuke… no, no es Sasuke. Mira, te lo voy a decir porque tarde o temprano te enterarás, además necesito la ayuda de tu madre.
- ¿De mi madre? - se alarmó Naruto.
- Si, Akane… bueno verás… voy a tener un hijo.
Naruto miró a Shikamaru abriendo los ojos todo lo que pudo.
- ¿Entiendes que no puedo ocuparme de Ino aunque quiera?