martes, 26 de agosto de 2014

93. Ausencia de cariño

-¡Shikamaru! - gritaba Naruto por los pasillos del instituto mientras corría, esquivando a diversos alumnos hasta él, que se encontraba en la puerta de su aula - Un momento.
Shikamaru se detuvo y le esperó mirándole con el ceño fruncido.
- ¿Que te pasa? Mira que eres escandaloso - comentó cuando le tuvo cerca.
- Mi madre ha dicho que tiene un hueco libre esta tarde, que si quieres ir.
- ¿Esta tarde? Si, estupendo.
- ¿Entonces le digo que vas a ir?
- Si, iré.
- Genial ¡Nos vemos luego, dattebayo! - dijo marchándose apresurado hasta su aula.
- Espera... vaya, no me ha dicho a que hora. Que desastre de chico.
Encogiéndose de hombros entró en la clase.
- ¡Shikamaru, ven, ven! - llamó su atención Sumire haciendo aspavientos al lado de Ten-Ten y Jisei - Ven, mira.
Resignándose a su suerte y a soportar personas escandalosas se acercó a ellas.
- ¿Que quieres?
- Que te voy a enseñar una cosa. Espera.
Cogió uno de sus libros y lo ojeó hasta que encontró entre sus páginas una foto que cogió y le enseñó al chico. Este la miró y sonrió.
- ¿A que está guapa? - inquirió Sumire.
- Muy guapa.
- Se la hice en los últimos ensayos, en uno de esos momentos en los que estaba de buen humor.
- La verdad es que la sacaste muy bien - repuso Ten-Ten.
- Es por el embarazo - susurró temerosa Sumire mirando a su alrededor como asegurándose de que no la oían - Dicen que con el embarazo las mujeres se ponen guapas.
- Es porque dicen que la piel se pone luminosa - explicó Jisei - o por la felicidad que sienten las futuras mamás.
- Eso no puede ser - intervino Shikamaru - porque muy feliz no está.
- Es porque va a ser una niña - volvió a susurrar Sumire - Cuando es niña las mamás se ponen guapas y cuando es niño feas ¿o era al contrario?
- ¿Pero que teoría de abuela es esa? - se burló Jisei.
- Pues yo lo he oído.
- Mi madre - habló Ten-Ten - cuando estaba embarazada de mi hermano se puso horrible, le salió en la cara como un salpullido horroroso.
- ¿Lo ves? - insistió Sumire.
- Hombre Sumire - contestó Jisei - Si eso fuera cierto veríamos un montón de embarazadas con la cara como un plato de arroz y no es así.
Shikamaru la devolvió la foto.
- No, es para ti, te la regalo - Shikamaru volvió a mirar la foto - No te voy a pedir nada a cambio. Se que la echas de menos.
- Pues si se fue ayer mismo, no he tenido tiempo de echarla de menos.
- Mentiroso - agregó Jisei - A mi no me puedes engañar, tu aura te delata.
- Pues yo si la echo de menos - añadía Sumire - Y mucho.
- Vamos Shikamaru - continuó Jisei como ignorando a su amiga - Reconócelo.
- No es que la eche de menos es que no paro de pensar en como estará allí, sola. Me angustia pensar que puede estar triste, deprimida, que a lo mejor me necesita y yo no estoy cerca para ayudarla.
- ¿Tú te angustias, Shikamaru? - le interrogó Ten-Ten - Yo pensé que nunca te angustiabas.
- Pues ya ves, soy humano a pesar de todo.
- Bueno, yo me voy a mi clase - dijo Jisei - Anímate, genio, tu siempre sueles tenerlo todo bajo control. Hasta luego chicas.
Shikamaru dejó la foto encima de su mesa y se dispuso a soltar la cartera. En ese momento Kabuto y Sakon pasaban por su lado. Kabuto se detuvo y cogió la foto.
- ¿Te traes la foto de novia, Nara? ¿Hoy tampoco va a venir y la añoras? - habló en tono cínico Kabuto.
- ¿Te importa? - le arrebató la foto de la mano - Esto es algo privado.
- ¿Sigue haciendo esos ruiditos cuando la tocas algún punto sensible? - dijo socarronamente.
Shikamaru se cruzó de brazos y mantuvo la mirada fija en él, intentando no mostrar ningún gesto en su rostro; bien sabía él que lo que quería era provocarle, pero no iba a conseguirlo.
- Claro - intervino Sakon burlón - Que tu ya usaste esta mercancía.
- Si - continuó Kabuto clavando sus ojos en aquellos que le miraban tan descarados - Ya es mercancía de segunda mano.
No, no iba a conseguir provocarle, Shikamaru sabía de sobra que solo estaba marcándose un farol e intentando hacer que saltase, así que continuó en la misma posición y con la misma cara de póker, mirándole.
- Claro - prosiguió Kabuto en el mismo tono - A mi esta ya no me interesa, lo que me gustaría es algo fresco y sin usar... como Ryuko.
A pesar de las ganas que sintió de decirle que si tocaba a Ryuko iba a terminar sin genitales, Shikamaru se contuvo.
Kabuto le mantuvo la mirada durante unos segundos y después, tras subirse las gafas, sonrió y se dio media vuelta.
Shikamaru se sentó casi como si se desplomase en su silla. "Mierda" pensó "Con tantas cosas que han pasado se me había olvidado el capullo este y lo que estará tramando. Tengo que hablar con Shino de todo esto".
Volvió a mirar de nuevo la foto y luego hacia la puerta, casi esperaba que apareciese Akane de pronto, con su cara de enfado, mirándole furiosa y que se acercase a él diciendo eso de "ciervo del demonio" pero la que entró fue Sakura, eso si, con gesto de enfado y pasó por su lado.
- Menuda cara tres, Haruno - le sonrió.
- Ah, hola Shikamaru, perdona, es que estoy de bastante mal humor.
- Si, eso ya se ve.
- ¡Que foto más bonita! - exclamó al fijarse en ella.
- La ha hecho Sumire, es una gran fotógrafa.
- ¿Cómo está? - dijo cogiendo la foto y mirándola.
- Supongo que estará bien. Mi padre la ha llevado a nuestro pueblo para que pase unos días allí a ver si le ayuda a relajarse.
- Entiendo. Supongo que para vosotros todo esto debe ser muy difícil.
- Pues bastante.
- Oye Shikamaru, si necesitas ayuda o lo que sea, que sepas que pueden contar conmigo.
- Gracias Sakura, lo tendré en cuenta - tal y como estaban situados Sakura estaba casi de espaldas a la puerta y Shikamaru de frente y pudo ver como Sasuke se asomaba y buscaba algo con la mirada - No mires ahora pero Sasuke está en la puerta.
- Que asqueroso, seguro que está viendo si Akane ha venido... que asco le estoy cogiendo. Por favor, sígueme el juego.
-¿El qué?
Sin darle tiempo a reaccionar Sakura le puso las manos en el cuello y lo atrajo hacia ella juntando los labios.
Así permanecieron unos instantes, sin besarse ni nada, solo manteniendo los labios juntos aunque a vista de Sasuke si parecía un beso. Shikamaru, que había cerrado los ojos en un acto reflejo al ver tan de cerca la cara e la chica, abrió uno y miró a Sasuke mientras pensaba que comprendía lo que quería hacer Sakura y que no estaría mal ayudarla cuando Sasuke dio media vuelta y se marchó, entonces se separó de ella.
- Ya, ya se ha ido.
- ¿Que haces, Shika? - Sumire le miraba con los ojos en blanco.
- Ha sido culpa mía - se excusó Sakura - No se, he visto a Sasuke y...
- Ah... ¡Ah! - exclamó Sumire - ¿Era un beso de mentira? ¿Para poner celoso a Sasuke?
- No se si para ponerle celoso o yo que se - gruñó Sakura - Lo siento Shika, pero gracias por no dejarme en ridículo.
Al ir a su sitio Sakura se encontró con la mirada y la sonrisa cínica de Kabuto.
- ¿Que miras? - le bufó.
- Eres patética y tienes ideas de patética.
- ¿Por qué no te metes en tus asuntos?
- Eh - la sorprendió Sasori a su lado - Tenemos que hablar.
- ¿Y a ti que te pasa? - le gritó.
- Tenemos que quedar para preparar el debate.
- ¿Y no puedes decirlo de otra forma?
- ¿De que otra forma quieres que te lo diga, cabeza de chicle?
Sakura le miró llena de rabia.
- Eres un estúpido, un maldito canijo estúpido.
- Estoy tratando de ser amable contigo - le contestó con toda tranquilidad.
- ¡Olvídame!
- Eso quisiera pero no me dejan ¿Quedamos esta tarde y vamos a la biblioteca? No te creas que a mi me apetece quedar contigo, tengo cosas mucho mejores que hacer.
- Pues vale. Quedamos esta tarde. A mi tampoco me apetece quedar contigo pero no voy a permitir que eso estropee mis notas y cuanto antes lo hagamos antes terminaremos.
"¿Por qué me ha tenido que tocar con este estúpido?" pensaba Sakura mientras sacaba sus cosas. De repente la imagen de Itachi vino a ella "¿Y ahora porqué me acuerdo de ese? Quizás porque no tiene pinta de ser el monstruo del que siempre habla Sasuke".
Sasuke entró con bastante mal humor en su aula, había salido de mal humor y aún entraba peor. Fue derecho hacia Jisei y esta, al verle, sintió un escalofrío, realmente su aura era muy siniestra.
- ¿Qué le pasa a Akane? ¿Hoy tampoco va a venir? - le soltó impertinente.
- Pues no, no va a venir. Y relájate un poco que te va a estallar una vena.
- ¿Qué le pasa?
- Que no se encuentra bien.
- Ya, claro y yo voy y me lo creo. Que me digas que le pasa ¿Es que todo el mundo lo puede saber menos yo?
- A ver, Sasuke, tranquilízate.
- Estoy tranquilo ¿Tu me ves nervioso? No, pues entonces. Habla.
- Akane está enferma, es solo eso, ya ves tú todo el misterio.
- ¿Qué es lo que tiene? Llamé a su casa y su madre me dijo que no estaba allí.
- Es porque está en casa de su padre, sus padres están divorciados y ella está con él. Y tiene gastroenteritis, para que lo sepas, está bastante pachucha, no para de vomitar y no va a venir en esas circunstancias, vendrá cuando se encuentre mejor ¿Te vale la explicación?
Sasuke la miró intensamente, como si quisiese penetrar en su cerebro a través de sus ojos.
- ¿Tanto os costaba decírmelo? Sois todos unos despreciables.
Se dio media vuelta y se dirigió a su sitio. Jisei resopló aliviada.
- Tarde o temprano se enterará - murmuró Ryuko.
- Pues mas vale que sea tarde. Lo último que necesita Akane es a este rondando a su alrededor y acosándola a preguntas, porque este, te lo digo yo, es de los pesados que no se conformará con un "el niño es de Shikamaru".
Sasuke se sentó serio y taciturno en su silla. Tobi se acercó a él.
- ¿Que tal estás primo? Pareces de muy mal humor.
- Déjame en paz Tobi, no tengo ganas de aguantar tus payasadas.
- ¿Sasuke quiere saber cosas de Akane-san?
- Te digo que me dejes.
- Tobi sospecha cosas. Tobi sabe más de lo que todos creen.
- ¿Qué quieres decir?
- Que Tobi puede que sepa algo que tú no sabes.
- ¿El qué?
- ¿Quieres que investigue si es cierto lo que sospecho? - dijo cambiando completamente el tono de su voz.
- ¿El que vas a investigar?
- He oído cosas, palabras, frases...
- No me interesan tus trapicheos. Déjame en paz, no tengo ganas de hablar con nadie.
- De acuerdo. Si cambias de idea solo... llámame.
...
- ¿Tampoco sales hoy a comer? - interrogaba Sai a Misaki a la hora de la comida.
- No, me voy a quedar aquí.
- Entonces comeremos aquí.
- No. Tú ve a comer con Naruto y Sakura.
- No tengo ganas de comer con ellos.
- Pues ve a comer con Sumire.
- Tampoco tengo ganas de comer con Sumire ¿Qué pasa? ¿Que no quieres que coma contigo?
Misaki bajó la vista.
- Es que te aburrirás.
- Eso no lo sabemos.
Misaki se resigno a no insistirle más. No quería que se quedase con él pero tampoco quería que pensase que es que le caía mal o le molestaba su presencia.
Ambos se pusieron a comer en silencio. Sai observaba a Misaki, estaba nervioso y evitaba mirarle.
- ¿Sabes Misaki?
- ¿Qué?
- Yo soy una persona bastante inteligente, no me tengo por tonto.
- Yo no he dicho que seas tonto.
- Pero me tratas como a tal.
- No, eso no es cierto, yo se que eres una persona inteligente y además culta.
- Se que no demuestro a menudo mis sentimientos, que no soy cariñoso, ni espontáneo. Se que todo el mundo piensa que soy un tipo raro.
- No eres un tipo raro.
- Si lo se, se que he sido bastante antisocial, no estoy acostumbrado a tratar a las personas. Yo tenía un hermano y falleció y me dolió mucho; en ese momento decidí que los sentimientos solo sirven para hacerte daño porque si yo no hubiese tenido sentimientos hacia mi hermano no me habría dolido su muerte.
- Lo siento - dijo con verdadera compasión.
- Así que decidí ignorar los sentimientos... hasta que conocí a Naruto y los demás y me di cuenta de lo divertido que es tener vínculos de amistad con otras personas.
- ¿Y por qué me cuentas eso?
- Porque no soy tonto y me molesta que me tomen por tonto. Se que Deidara se ha metido contigo y no me lo has contado.
- Es que es algo sin importancia.
- Se que Orochimaru te pega y no quieres que te ayude.
- Es que no puedes ayudarme.
- Y se que me estás evitando últimamente y no se por qué.
- Es porque... es porque no quiero...
- ¿Es porque eres homosexual?
- Es mejor que no te vean conmigo, créeme.
- ¿Por qué? ¿Porque vayan a pensar que somos novios o algo así?
- Pues... si.
- También tengo amigas ¿Debo evitar que me vean con mis amigas para que no digan que somos novios?
- No es eso, no es lo mismo.
- No veo la diferencia.
- Es que yo... tengo mala fama... todos piensan que soy... que por mis gustos yo...
- ¿Que te lo haces con cualquiera?
- Si te ven mucho conmigo van a pensar que tu y yo...
- ¿Y qué si lo piensan?
- ¿Es que no te importa?
- ¿Me tiene que importar?
- Sai, esto no es como que piensen que tu estás saliendo con una chica porque yo no soy una chica.
- ¿Y?
- Pensarán que tú eres homosexual también y te etiquetarán como "maricón" y serás un maricón toda tu vida.
- Tu eres mi amigo, me caes bien, me gusta estar contigo y no entiendo porqué debido a tu condición sexual tengo que dejar de ser tu amigo.
- ¿Es que no entiendes que no quiero perjudicarte?
- No, no lo entiendo ¿Es que tu no entiendes que ese sería mi problema, no el tuyo? ¿Acaso es que tú no quieres ser mi amigo? ¿Te caigo mal? ¿Estás harto de mi presencia?
- ¡No! No digas eso ¿Cómo puedes decir eso?
- No se me ocurre otra explicación mejor. Debe ser que te molesto y te incomoda mi presencia.
- ¡No, no! No lo entiendes, no lo entiendes. No quiero que nadie te insulte, no quiero que hablen de ti, que rumoreen, que te den la espalda, porque te lo aseguro, hay personas que si creen que eres homosexual te van a dar la espalda.
- Si hay gente que piensa que soy homosexual y por eso me da la espalda creo que será porque no me conocen y no merecen que yo les conozca.
- Pero te pueden hacer daño.
- Eso es decisión mía. Es decisión mía quienes son mis amigos y quienes no. Tú eres una persona, Misaki, dejando a parte tu condición sexual, eres una persona, una persona excepcional.
Misaki sentía que iba a ponerse a llorar de un momento a otro. Por un lado sentía ganas de llorar por la impotencia de no saber explicarse bien y por otra porque Sai había conseguido llegar a su corazón con esas palabras.
- ¿Ves? - sollozó - ¿Ya estoy llorando como una chica?
- Creo haber leído en varios sitios que los hombres también lloran, no es algo exclusivo de las mujeres.
- Es que hay otra razón por la que huyo de ti.
Miró a Sai que a su vez le miraba a él sin mostrar ninguna expresión, no parecía enfadado, ni disgustado, ni nada... solo le miraba atentamente.
- ¿Que razón? ¿Por que se lo que te hace Orochimaru y te pido que lo denuncies?
- No... es porque... creo que me siento atraído por ti.
- ¿Por mi?
- Si, yo siento que me gustas y no quiero incomodarte.
- ¿Por qué iba a incomodarme?
- Siempre es difícil saber que le gustas a alguien y más si es otro chico.
- A Naruto le gustaba Sakura y no por eso dejó de ser su amigo.
- Pero es que no es lo mismo.
- No veo la diferencia. Es a mí a quien me tiene que molestar o no y no me molesta.
- ¿No te molesta? ¿No te molesta pensar que puedes gustarle a otro chico?
- No y no entiendo tu actitud. Ya me había dado cuenta de que te gustaba.
- ¿Ya lo sabías?
- Que muestre poco mis sentimientos no quiere decir que no me de cuenta de las cosas.
- ¿Y no estás enfadado? ¿Aún así quieres seguir siendo mi amigo?
- Pues claro. No veo que problema hay.
- ¿No piensas que te voy a violar o algo así?
- Francamente, tú no tienes pinta de ser de los que violan. Y hablando de violaciones, me gustaría que me contaras que fue lo que de verdad pasó con ese profesor. Rumores hay muchos y muy distintos pero me gustaría saber la verdad.
- ¿Que has oído?
- Que aceptabas dinero de ese profesor por proporcionarle placeres sexuales.
Misaki dejó escapar una triste risita.
- Cada vez dicen cosas más disparatadas - comentó.
- Yo no puedo creer que tú aceptases dinero por algo así. Claro que también hay quien dice que lo hacías a cambio de aprobados.
- De mi se hablan muchas cosas.
...
Apartadas de todos Karin y Fatora comían juntas. Se podía decir que ambas conseguían algo positivo de su recién estrenada amistad. Al menos, pensaba Karin, no estaban solas.
Para Karin era triste recordar la de amistades que había perdido por ir detrás de Sasuke. Sakura también iba detrás de él pero tenía amigos pero ella... ella solo tenía a Suigetsu y Juugo, claro que también la época que pasó influida por Orochimaru no había ayudado demasiado. Tener ahora otra chica con la que hablar de cosas de chicas era más que agradable y a cambio daba a Fatora el valor que necesitaba para enfrentarse a Sasori.
- Hoy estás muy apagada, Karin.
- Es que cuando descubres lo poco importante que eres para alguien por quien lo hubieses dado todo pues duele.
- Te entiendo.
- Hubiese hecho cualquier cosa que me hubiese pedido.
- ¿Te refieres a Sasuke?
- Si. He sido la persona más ridícula y tonta del mundo. No se en que momento se me ocurrió pensar que podría sentir algo por mi. Solo me ha utilizado cuando le ha venido en gana... Las mujeres somos muy tontas, creemos en el amor romántico y en que se van a enamorar locamente de nosotras ¿Sabes cuando conocí a Sasuke?
- Pues no, no lo se.
- Yo iba a la academia de Orochimaru, mi madre me apuntó para que me ayudara con las matemáticas, se me dan fatal.
- Creo que oí decir que tenía una academia porque por lo visto fue profesor de este instituto.
- Si, eso se rumorea. Allí se estaba bien.
- Dicen que eso era como una "secta".
- Pues no te diría que no. Orochimaru hacía que nos sintiésemos valorados. De alguna forma nos convencía de que el mundo nos odiaba y que allí teníamos un hogar... es todo muy raro. Bueno, a lo que iba, allí le conocí pero en realidad ya le conocía de antes.
- Supongo, es un Uchiha, los Uchiha son muy famosos.
- De pequeños jugábamos en el parque. El no se acuerda pero yo no lo he olvidado. Mi madre me llevaba a un parque y allí estaba él. La primera vez que le vi pensé que era un héroe porque un niño me quitó mi cubo y él a recuperarlo.
- Si, como todo un héroe.
- Yo no me atrevía a hablar con él, le veía todos los días pero nunca me acercaba.
- ¿Tanto miedo te daba?
- No, no daba miedo, al contrario, era muy tímido pero muy amable, cuando me devolvió mi cubo me sonrió de una forma que nunca he olvidado. Cuando lo vi con Orochimaru pensé que... ¡que tonta que fui! Nunca he sido nada para él.
- Hombre, no será para tanto.
- En cuanto ha aparecido otra chica que le llama la atención a mí me ha apartado de su lado. Tobi tenía razón, un día me dijo que yo no pintaba nada en su vida amorosa.
- No digas eso, siempre estás con él, por algo será.
- Yo solo quería volver a ver esa sonrisa que me regaló cuando era niño - concluyó con tristeza.
...
Al final la hora que la madre de Naruto había encontrando para atender a Shikamaru era justo después de salir del instituto, así que este fue derecho, sin pasar por su casa, cargado con la cartera y aún vestido con el uniforme.
- Míralo desde este punto de vista - hablaba Kushina - Al menos ahora tenemos una gran excusa para que venga a mi consulta - sonrió - Vamos, no estés tan serio, por lo que me cuentas en el fondo tenéis suerte.
- No, no tenemos suerte.
- ¿Que es lo que te preocupa? Desde que hablé con Kurenai y me dijo lo que pasaba me he estado preguntando como estarías tú. Después de hablar contigo llegué a la conclusión de que eras un chico responsable y demasiado protector con tus amigos, querías ayudarla a ella, a Temari, a Ino...
- Pero he aprendido a delegar responsabilidades.
- Si, lo se, Naruto me lo cuenta todo y eso está bien pero esto no lo puedes delegar a nadie ¿verdad?
- Fue culpa mía, es mi responsabilidad.
- No, no, eso de culpa suena muy fuerte. No creo que fuese tu culpa, ni de ella, en esos temas no hay culpables, solo irresponsables pero no estás aquí para que yo te eche una charla que, por otro lado, imagino que ya te han echado. Dime ¿Tú que piensas de todo?
Shikamaru se quedó bastante confundido. En realidad nadie le había preguntado a él que era lo que deseaba, lo que esperaba, lo que necesitaba... todo el mundo se había limitado a decirle lo que tenía que hacer.
- ¿Que es lo que tu quieres? ¿Crees estar capacitado para tener un hijo?
- Yo... estoy asustado.
- Lo entiendo.
- Me asusta no ser quien todos esperan que sea. Me asusta no estar a la altura. Yo... tengo miedo, no se lo que se espera de mi y siento que voy a decepcionar a todos.
- Es normal, eres muy joven y es una gran responsabilidad la que te cae encima. Que te des cuenta de ese hecho dice mucho de ti y tu madurez.
- Estoy asustado pero he decidido que tengo que espabilarme. Parece ser que soy responsable de que un niño venga a este mundo y he decidido que tengo que ser un buen padre porque no... en fin, ya está hecho, esa criatura no tiene culpa de mi irresponsabilidad.
- No hables como si ya hubiese nacido, aún queda mucho y pueden pasar muchas cosas, no te aconsejo que le trates como si fuese un niño porque si pasase algo te dolería demasiado.
- Si, supongo que eso es cierto.
- Dime una cosa ¿Estás dispuesto a formar una familia con Akane?
- Yo si.
- ¿No te da miedo?
- Si pero la quiero y quiero darme esa oportunidad, el problema es que no se si ella quiere o se ve obligada.
- Ya veo. Tienes miedo de que no te ame y que solo acepte por no verse sola.
- Si, eso es.
- ¿No lo has hablado con ella?
Shikamaru negó con la cabeza.
- ¿Es que ella no te quiere?
- No lo se. Pienso que algo tiene que sentir por mi porque no es una chica que haya salido con muchos chicos y se que no hubiera hecho lo que hizo si no sintiese algo por mi, lo se pero no se si es lo suficiente como para aceptar formar una familia conmigo. Ella nunca me ha dicho que me quiere.
- ¿Nunca?
- Nunca.
- ¿Ni siquiera cuando hacéis el amor?
- Ese es el problema, que nunca lo hemos hecho. Tuvimos un calentón un día y ya.
- Vaya, si que es mala suerte ¿Y tu le has dicho que la quieres?
- Yo si se lo dije.
- ¿En ese momento?
- Pues... si, le dije que la quería.
- ¿Y se lo habías dicho antes?
- No... fue la primera vez.
- ¿Y después?
- ¿Después?
- Si, después de lo que pasó ¿Se lo repetiste?
- No, o sea, se molestó conmigo y me apartó de su lado.
- ¿Y has vuelto a decirle que la quieres?
- Pues no se, supongo que si.
- ¿Supones? O sea, que no estas seguro.
- Bueno yo le he demostrado muchas veces lo que me importa, he estado a su lado, le he dicho que no la abandonaría.
- Si, ya, eso ya me lo has dicho. Y dime ¿Cómo es la relación con sus padres?
- Pues ya se lo dije, ellos son muy severos con ella.
- ¿Dirías que son fríos o poco cariñosos?
- Si, esa sería la definición.
- Y me cuentas que siempre se ha sentido sola ¿Dirías que es una niña que ha crecido sin mucho cariño?
- Pues, si, yo diría que mucho cariño no ha tenido. Creo que sus padres han estado mas preocupados por ellos mismos que por demostrarle cariño.
- Y seguramente no le dirían mucho que la quisiesen, ni se lo demostrarían.
- Probablemente.
- Entonces ¿Cómo esperas que te diga que te quiere si a ella no se lo han dicho? Shikamaru, esa chica no sabe decir "te quiero", no sabe expresar su afecto. Si ha crecido con carencia de afecto es imposible que sepa demostrarlo.
Shikamaru se quedó perplejo, lo que decía era completamente cierto, Akane no sabía decir "te quiero", Akane despreciaba el amor, Akane tenía miedo al amor porque no lo conocía.
Kushina sonreía satisfecha, sabía perfectamente que Shikamaru lo había comprendido.
- No se me ocurrió pensar que fuera así - susurró el chico.
- La falta de afecto y cariño durante la niñez hace mucho daño, más de lo que nadie supone. Ella se ha ido cerrando al mundo, ha escondido sus sentimientos y seguramente ha llegado a pensar que expresarlos es algo inútil que no sirve para nada, por eso seguramente empezó a autolesionarse, porque se sentía como un globo hinchado, lleno de sentimientos que no comprendía y también se sentiría culpable ¿no has hablado con ella de eso?
- No hemos tenido oportunidad.
- Pues deberías hacerlo. Seguramente te sorprenderás al descubrir la culpabilidad que ella sentía por querer cariño y reconocimiento y como se hacía daño para castigarse a si misma, no solo para liberarse. Y en estos momentos se siente más sola e incomprendida que nunca, ella tenía sueños, quería huir de su casa, soñaba con ser periodista y viajar por el mundo para huir de esa prisión en la que se siente y ahora no piensa que va a tener un hijo, solo lo ve como una cadena más que la retiene ¿Y tu? ¿Le has dicho lo que la amas? ¿Le has dicho que estas dispuesto a renunciar a todo por ella? ¿Lo sabe? Se siente rechazada por su familia, ahora mismo la has llevado a un lugar donde no conoce a nadie, está sola y está soportando su soledad por ti, no se ha negado a ir a tu pueblo a pesar de que la habéis separado de sus amigos... de ti... esta sola Shikamaru ¿Le has dicho que la amas? O lo que es más importante ¿Se lo has demostrado?
...
Como siempre que hacía algo, Sakura ponía todo su empeño en hacerlo bien.
Estaba enfadada, más que nada furiosa consigo misma y decepcionada con Sasuke.
No le gustaba estar con Sasori, no se entendía con él y ni quería comprenderle.
Pero ella estaba decidida a preparar unos argumentos totalmente convincentes para su debate, incluso aunque con algunas cosas no estuviera totalmente de acuerdo ella defendería su postura de una forma brillante.
Lo que tenía muy claro es que no iba a quedarse llorando en casa su mal de amores. Ya estaba más que harta de llorar. Ya estaba harta de que la gente sintiese pena por ella.
También era verdad que estaba muy preocupada por Ino pero tenía la sensación de que cuanto más intentaba acercarse a ella, más la perdía. Sería que Ino estaba buscando su propia identidad o algo así. No le gustaba que ahora saliese tanto con esas chicas pero ¿que le iba a hacer? No podía obligarla a estar con ella.
- Te lo tomas todo muy enserio, pelirrosa - habló Sasori después de mirar los apuntes que tomaba.
- Yo todo lo hago en serio, no me tomo mis estudios a broma.
- Eso es extraño.
- ¿Extraño por qué?
- Las chicas de tu edad soléis estar más preocupadas por salir y tontear con los chicos que en los estudios.
- Eso será porque tú lo digas. No todas somos como tus amigas, algunas nos tomamos en serio nuestro futuro.
- ¿A si? ¿Es que piensas en el futuro? ¿En casarte con tu Sasuke y tener un montón de pequeños y repelentes Uchiha?
- Eso a ti no te importa pero para que lo sepas, pienso estudiar medicina.
- Oh, que valiente. Para ser médico hay que tener muy buenas notas.
- Yo tengo buenas notas, mejores que las tuyas.
- Eso es lo que tú no sabes.
- Ni tu tampoco las mías.
- Se que eres una empollona repelente, es de lo que tienes fama.
- Y tú de imbécil integral.
- De todas formas no merece la pena que te esfuerces en ser médico, eso es una mierda.
- Perdona que te lo diga pero puedes tragarte tus opiniones a ver si así creces un poco.
- ¿No te ha dicho tu madre que es de mala educación insultar así a quien no conoces?
- ¿Y a ti no te ha dicho la tuya que no te las des tanto de listo?
- Yo no tengo madre ni padre. Los perdí por culpa de unos médicos que no supieron hacer bien su trabajo.
- Si, claro.
- Tuvieron un accidente y los médicos de la ambulancia que los atendió los dejaron morir.
Sakura iba a responderle que se callara de una vez y que no le importaba para nada su patética vida, convencida como estaba de que no era más que una mentira, cuando, al mirarle a los ojos vio una amarga tristeza en ellos.
Se quedó muda y sin saber que decir porque eso era algo que nunca esperaba ver. Resultaba que aquel impertinente chico, ese que se había atrevido a drogar a Hinata, resultaba tener sentimientos.
Era como Itachi, tanta manía que le tenía y luego resultó ser un tipo normal… e incluso bastante atractivo.
Sakura empezaba a ver el mundo con nuevos ojos, unos ojos que ya no solo miraban a Sasuke. Porque en una misma realidad hay distintas versiones.