sábado, 30 de agosto de 2014

114. Las cosas no serán como antes

Sin duda había sido un fin de semana de lo más ajetreado e intenso. Todos tenían algo que contar, bueno o malo, más importante o menos pero desde luego que no había sido un fin de semana tranquilo y aburrido.
Naruto se despertó muy temprano. No podía dejar de pensar en tantas cosas que tenia en la cabeza, Ino, Sakura, Sasuke, Shikamaru... Todo a su alrededor empezaba a sobrepasarle, él quería ayudar a todo el mundo pero sentía que no podía con tanto. Quería ayudar a Ino, quería apoyar a Shikamaru, quería entender a Sasuke y algo le decía que Sakura necesitaba hablar con un amigo.
Había sido el primero en despertarse de su familia. Intentando no hacer demasiado ruido fue a la cocina, puso agua a hervir y mientras buscó en un armario una especie de envase de plástico en forma de pequeño cubo.
El agua hervía, destapó el envase y vertió el agua dentro tapándolo de nuevo. Eso era lo que más le molestaba del ramen instantáneo, los tres minutos que tenía que esperar para que estuviese listo.
Se sentó frente a la mesa de la cocina mirando y puso los codos encima de ella sujetándose la cabeza con ambas manos. Cerró los ojos ¿Que podía hacer? El siempre tenía solución para todo, siempre encontraba las palabras con las que dar ánimo a todo el mundo pero sin embargo ahora no se le ocurría nada... si al menos Sasuke quisiese hablar con él y contarle que le pasaba.
Fue dejando caer su cabeza poco a poco resbalando entre sus antebrazos hasta casi tocar con ella la mesa cuando una cálida mano apoyándose suavemente en su espalda le hizo levantar la cabeza.
- ¿Mamá?
- Te has levantado muy temprano.
- Me desperté y tenía hambre.
- Ya veo, ya. Pues podías haber preparado el desayuno ¡ttebane!
- Me apetecía un poco de ramen - dijo abriendo el envase - ¡Que aproveche!
- Me cuesta horrores que comas como es debido, siempre con el ramen, siempre con el ramen.
- Al menos como - dijo con tristeza.
- ¿Te pasa algo Naruto? - se preocupó Kushina sentándose a su lado.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque soy tu madre y te conozco.
Kushina era sobretodo la madre de Naruto y como madre suya que era le dolía ver a su hijo tan abatido, no era normal verle en ese estado, quizás por eso le preocupaba.
- Mamá... ¿Te acuerdas de lo que te conté de Ino?
- Por supuesto que me acuerdo ¿Que sucede? ¿Ha empeorado?
- Bastante, además ahora actúa de una forma muy rara, es como si quisiese llamar la atención.
- Quiere que la gente se de cuenta de lo que le pasa pero no quiere decirlo. En el fondo quiere que alguien la detenga... pero no se atreve a pedir ayuda. Ya he visto esto yo muchas veces.
- Shikamaru dice que deberías tratarla.
- Por supuesto. No podemos retrasarlo más. Es urgente que venga a mi consulta.
- ¿Y cómo lo hacemos?
- Pues diciéndole a Tsunade o a Kurenai que hablen con sus padres, dattebane.
- Es justo lo que dijo Shikamaru, dattebayo.
- Tu muletilla es espantosa, Naruto.
- ¡Pues anda que la tuya!
Los dos rieron.
- ¿Y que más te pasa? Porque te pasa algo más.
- Si... también está lo de Sasuke. Ya sabes que Sasuke para mí siempre ha sido más que un amigo.
- Oh si, ya lo se, vaya que si lo se.
- Pero es que últimamente no le entiendo, no se porqué actúa como lo hace, se que algo le pasa pero no me lo quiere contar, me aparta de su lado, discute con Sakura y... por lo visto ahora dice que Akane está embarazada de él.
- ¿Akane? ¿Te refieres a la novia de Shikamaru?
- La misma y... Mamá yo no quiero ver enfrentados a mis amigos.
- ¿Y por qué dice tal cosa?
- No se, está como obsesionado con esa chica, yo creo que es porque no...
- ¿Por que no actúa como Sakura?
- Akane es de Shikamaru, le quiere a él y Shikamaru la quiere a ella. Creo que lo que Sasuke no soporta es que otro chico le haya quitado lo que él intentaba conseguir.
- Puede ser, siempre ha sido muy orgulloso aunque a lo mejor tiene otras razones.
- ¿Que razones?
- No se. Mikoto Uchiha me llamó ayer, quiere que hoy vayamos a comer juntas... seguro que me quiere contar algo de su hijo, seguro que pasa algo.
- Si ya te lo digo yo, ttebayo, pasar le pasa algo pero no quiero decírmelo, me aparta de él.
- Minako ya se ha despertado - dijo al oír de pronto el ruido de la televisión - Voy a preparar el desayuno, luego seguimos hablando.
- ¡Buenos días a todos! - dijo entrando Minako - ¿Está el desayuno?
- No, aún no - contestó Kushina - Y si no vas a ver la televisión ve y apágala.
- ¿Por qué Naruto está comiendo ramen? ¿Puedo yo comer ramen también?
- No. Ve y apaga la televisión.
- No te olvides de que hoy tenemos la revisión en el instituto y me tienes que dar la cartilla con las vacunas y esas cosas.
- ¡Es verdad! ¡Lo había olvidado, ttebane!
- ¿Hoy tienes la revisión? - preguntó Naruto mientras veía salir a su madre de la cocina.
- Si, hoy. Ya te contaré lo que crecido.
- No has crecido nada, eres una canija.
- Ja, ya veremos. Ya compararemos a ver quien ha crecido más este año, enano.
- Toma Minako, aquí tienes tu cartilla.
- Voy a guardarla en mi cartera, no se me vaya a olvidar
-¿Y la tuya cuando es, Naruto?
- Mañana.
- Estupendo. Mira que bien nos va a venir para que Shizune avise a los padres de Ino.
- ¿Shizune?
- Es la enfermera ¿no? Bueno ella o Tsunade... porque Ino ha perdido peso ¿verdad?
- Mucho.
- Genial. Mejor excusa no la vamos a encontrar. Es ideal para que le digan a los padres que le hagan unos análisis a ver porqué ha perdido tanto peso. Tu deja todo esto en mis manos que yo se lo que hago.
Sin dejarle decir una palabra Kushina volvió a salir de la cocina. Naruto terminó su ramen y se dirigió a arreglarse. Cuando ya duchado y listo para ir al instituto regresó encontró a su padre, vestido con su uniforme azul marino de piloto, desayunando.
- ¿Hoy tienes vuelo, papá?
- Si, hoy voy nada menos que a Canadá ¿Que te parece?
- ¡Genial!
- ¿Que te parece si te llevo en coche al instituto?
- Yo tengo que pasar por casa de Chiharu - replicó Minako - ¿Me acercas?
- Claro.
- Voy a por mis cosas.
- Venga Naruto, nos vamos. Dejaremos a tu hermana en casa de su amiga y luego vamos a charlar un poco.
- ¿De qué vamos a charlar?
- De chicas - dijo mirando de reojo a su mujer - Algo me dice que es hora de que hablemos de chicas.
Lo malo de tener una madre como Kushina Uzumaki y ser tan expresivo como Naruto era que enseguida se daba cuenta de lo que Naruto no le había dicho pero era evidente.
...
Shikamaru se miraba en el espejo de su cuarto de baño, este le devolvía una imagen de él mismo con la cabeza un poco ladeada a la izquierda, así se había levantado y así prometía pasar gran parte del día. Se llevó una mano al cuello y se automasajeó un poco, no mucho porque se hacía daño a si mismo.
- Menuda molestia - gruñó mientras se iba de allí.
Lo peor de todo era no poder mover el cuello libremente y permanecer con él rígido y hacerlo todo así, lo cual daba una imagen como ridícula.
Llegó hasta la cocina de sus padres y con la misma rigidez se sentó frente a la mesa al lado de su hermana.
- Buenos días Shikamaru ¿Es que ya no se saluda? - le espetó su madre.
- Buenos días.
- ¿Has descansado ya?
- Más o menos.
- ¿Has echado de menos a Aka-chan? - se burló Chiharu.
Shikamaru ladeó el torso, la miró y chasqueó la lengua.
- ¿Que te ha pasado en el cuello? - se interesó Chiharu.
- Me he despertado así, he debido dormir mal y me ha dado tortícolis.
Chiharu se echó a reír.
- Voy a por una pomada para eso - dijo su madre mientras salía por la puerta.
- Te ves un poco ridículo - continuó riendo su hermana - en esos momentos sonó el timbre - Debe ser Minako que viene a traerme una cosa, voy a abrir.
Shikamaru suspiró y se dispuso a desayunar. Oía la voz de su hermana y de Minako y sus risas, no tardaron sus dueñas en entrar en la cocina.
- Pasa, pasa Minako, si ya estoy terminando.
- ¡Shika-kun! - gritó Minako a la vez que se abrazaba a él.
- Minako, por favor, no hagas estas cosas.
- ¡Mamá! ¡Ya está tu hijo otra vez sobando a Minako!
- ¡Shikamaru no te metas con las niñas! - oyeron decir a la madre y las dos chicas rieron escandalosamente.
- Mendokusei...
- ¿Te pasa algo en el cuello, Shika-kun?
- Tengo tortícolis.
- Que molesto que es eso.
- Y doloroso.
- Trae, yo se dar un masaje que calma el dolor ¿Me dejas que lo haga?
- ¿Sabes arreglar esto? - preguntó con miedo.
- Creo que si, que podré quitarte ese dolor - se puso detrás de él y colocó las manos en el cuello - Anda, desabróchate un poco la camisa.
- Ten cuidado - comentó Chiharu - A ver si te va a dejar peor de lo que ya estás.
- ¡Ah! - exclamó Shikamaru al sentir las manos de la chica presionando en sus hombros acercándose al cuello.
- Estás muy tenso... Es aquí ¿A que sí?
- Ay, si, si, ten cuidado.
- Dale fuerte, sin miedo que a mi no me duele - rió Chiharu.
- Intenta relajarte un poco.
- ¡Ahhhh!... ¿Estás segura de que sabes lo que haces?
- Ahora vas a sentir un tirón y quizás te duela un poco.
- ¿El qué? ¡Ah!
- ¿Qué pasa que se oyen tantos quejidos? - entró la madre en la cocina.
- Le están rompiendo en cuello a tu hijo.
- ¿A que ya estás mejor? - decía Minako sonriéndole.
- Ah pues... - Shikamaru inclinó el cuello hacia sus hombros - Oye, pues me duele menos, chica, eres milagrosa.
- Pues yo te traía la pomada - dijo la madre - Bueno, échatela de todas formas ¿Te veras te ha quitado la tortícolis?
- Pues eso parece.
- Era solo cuestión de saber hacer el movimiento adecuado.
- Eres muy apañada Minako - le dijo Yoshino.
- Gracias. Oye Chiharu, tu primo viene hoy ¿verdad?
- Si, parece que va a traer a Akane ¿Por?
- Por nada, por nada - sonrió maliciosa - Tu primo es bastante guapa ¿no crees?
- ¡Por favor Mina, que es mi primo! ¡Que asco!
- Hablando de Akane - interrumpió Yoshino - No te entretengas mucho en volver a casa, Shikamaru, deberías limpiar un poco la casa para que la encuentre limpia.
- Vaaaale.
- ¡No me contestes así!
Cuando Chouji y Shikamaru salieron el último miró a su amigo frunciendo el ceño.
- ¿Aún sigues preocupado?
- Bastante.
- Te agobias demasiado. No tienes que preocuparte tanto, todo se va a resolver.
- Quizás desde tu punto de vista parezca una tontería.
- Hombre - se rascó la cabeza - Depende de con que lo compares.
- Ya se que tu tienes problemas mas graves pero…
- Tranquilízate. Entiendo que estés preocupado pero es que todo va a salir bien, ya lo verás. Tu eres una buena persona y sus padres se darán cuenta.
- No se, Shika, tengo como un mal presentimiento.
- Eres un exagerado.
- Es que siento como una presión aquí - se tocó la boca del estómago.
- A lo mejor son gases - bromeó.
- ¿Y tu qué? - sonrió - ¿Qué vas a hacer con Sasuke?
- De momento nada.
- ¡Cómo que nada!
- Quiero decir que esperaré a ver que hace él. Compréndelo, no voy a ir como un histérico a decirle cualquier cosa. Según yo lo veo esta es la situación: ahora mismo la hembra es mía, está en mi territorio, así que lo que él va a hacer es amenazar con entrar en mi territorio y robármela y yo lo que debo hacer es defenderlo.
- Dicen que la mejor defensa es un buen ataque.
- Puede. Pero si yo doy el primer paso él se va a defender diciendo que soy un paranoico o vete tú a saber que. No, yo tengo que esperar a que él me ataque primero, a que entre a quitarme mi cierva y entonces contraatacar… es así de simple. Así que no le diré nada, esperaré a que él haga el primer movimiento, así podré analizar bien la situación, observarle y planear mi estrategia.
- No se, creo que deberías dejarle muy claro que eres el padre de ese futuro niño.
- Lo haré, en su momento lo haré, pero te repito que no voy a ir hasta él en plan histérico ni nada de eso. Si quiere quitarme a Akane será él quien deba dar el primer paso.
- Seguro que sabes lo que haces.
- Además Akane quiere hablar con él y explicarle que no es el padre, ella cree que va a ser razonable y que en realidad no quiere cargar con esa responsabilidad, yo creo que es algo inocente porque para mi que Sasuke quiere utilizar a Akane y su embarazo para algo, no se para que pero es lo que creo.
- ¿Y por qué iba a hacer algo así?
- No lo se pero es que Akane tiene razón, no es normal que quiera cargar con un hijo… de todas formas no lo sabremos hasta que no hable con Akane.
Como casi siempre era habitual, se encontraron con el grupo formado por Ryuko, Jisei, Sumire y Ten-Ten que parecían muy revolucionadas. Después de unas cuantas frases y preguntas sobre si Shikamaru veía guapa a Akane con el pelo corto o no y la conversación se dirigió hacia las quejas de Sumire sobre lo que le dolía el golpe del día anterior y explicaciones de que no podía andar deprisa.
- Lo peor es bajas las escaleras, os lo juro, subirlas es malo pero bajarlas...y también levantarme cuando estoy sentada.
- Tendrás que ir al médico - decía Jisei.
- Es que me da vergüenza enseñarle el culete.
- Pero tendrás que ir - repitió.
- ¿Pero como fue que te caíste? - se interesó Ryuko.
- Ah no se, yo iba andando y de pronto me vi sentada en el suelo, me quedé como así ¿Pero que ha pasado?
- ¿Te dolió mucho el golpe?
- Que va, no fue para tanto pero cuando me senté a esperar que nos encontraran, porque ya os he dicho que nos perdimos por la cueva, pues al levantarme ¡Que no podía! ¡Ah! ¿Que vas a hacer con Sasuke, Shika? - le miró interrogativa.
- Dice que no va a hacer nada - contestó Chouji.
- ¿Cómo que nada? - gritó Ten-Ten mientras las demás le abordaron prácticamente diciéndole un montón de cosas que no podía entender.
- Ahhhhhh, mendokusei, pero que pesadas que sois. No voy a hacer nada hasta que no sepa que pretende Sasuke.
- ¿Pues que va a pretender? - gruñó Sumire - Quitarte a Akane.
- Bueno pero yo quiero ver lo que hace antes. Además le dije a Akane que dejaría que ella hablase primero con él.
- ¿Y que tiene que hablar ella con ese? - protestó Jisei.
- Akane dice que realmente Sasuke no se ha portado mal con ella y quiere dejarle claro que el bebé no es suyo y que no tiene porqué hacerse responsable.
- Esta chica es tonta - volvió a gruñir Sumire.
- ¿Y vas a dejar que hable con él? - le interrogó Ten-Ten.
- Pues claro, no voy a comportarme como un celoso obsesivo. Akane quiere sentirse protegida no... agobiada. Tengo que demostrarle que confío en ella. Mirad, ella ya sabe lo que yo le ofrezco, lo ha visto, sabe que lo único que quiero es hacerla feliz, ahora depende de ella valorarlo.
Todos guardaron silencio, algunos pensaban que por supuesto que Akane valoraba lo que Shikamaru le ofrecía, otros que por más que le ofreciera Sasuke no valdría la pena.
- Bueno - rompió el silencio Sumire acercándose a Shikamaru y agarrándose a su brazo - ¡Ay, ay! Siempre he querido decir esto que dicen en las películas... ejem... si ella no se queda contigo, me quedo yo.
- ¿Pero tu no estabas medio liada con Kankuro? - gritó Ten-Ten.
- Jo, pero me hacía ilusión decirlo.
Sakura caminaba sonriendo hacia el instituto. Recordaba lo bien que se lo había pasado el día anterior. Sasori era un chico serio, no hablaba mucho pero fue educado y sobretodo era muy sincero, al menos Sakura sabía en todo momento lo que pretendía y no pretendía averiguar "que sentía por ella"... a su lado comenzó a sentirse cómoda y relajada. Hablaron de la pasión por el arte que tenía Sasori, le maravillaba que algo bello pudiese permanecer bello durante años, así que no se extrañó cuando este le confesó que su deseo era convertirse en director de cine, en plasmar la belleza que veía y que perdurase para siempre, poder contar algo bello, imágenes, gestos, dolor, alegría... Sakura estaba muy sorprendida porque realmente no esperaba que un chico que parecía tan serio, que no mostraba sus sentimientos nunca, tuviera tantos anhelos.
Después de hablar de sus sueños comenzaron a contarse cosas de sus familias y así, Sakura, comenzó a saber un poco más de ese chico, de su soledad... Sus padres habían muerto en un accidente de tráfico tonto y estúpido y él se quedó a cargo de su abuela Chiyo y no es que la abuela se portase mal con él, no, su abuela hacía todo lo que podía por hacer que se sintiera querido pero él echaba mucho de menos a sus padres y su ausencia la sentía cada vez más.
También descubrió que la abuela Chiyo trabajaba como secretaria para el padre de Gaara. Llevaba muchos años trabajando para esa familia, antes que para el padre lo hizo para el abuelo. Su abuela era buena pero el padre de Gaara y su trabajo la absorbía demasiado y él odiaba a esa familia que le robaba su tiempo y para colmo esos dos niños insoportables, Temario y Kankuro la llamaban "abuela" ¿Que querían? ¿Quitársela?
"...
- Es increíble, pelirrosa - dijo Sasori en la puerta de la casa de Sakura cuando iban a separarse - Siempre he pensado que eras una chica hueca, vacía e insoportable.
- ¿Hueca yo?
- Si. Entiéndeme, siempre te he visto detrás de Sasuke, pensaba que no tenías cerebro.
- Si, si lo entiendo, siempre he sido una ridícula y me he comportado como esas... "admiradoras" que tiene que van detrás de él mirándole con ojos tiernos.
- Sinceramente, si.
- Mira, agradezco tu sinceridad.
- Y si embargo hoy me he sorprendido contándote cosas de las que nunca hablo.
- Quizás es que necesitabas alguien a quien contárselas.
- Quizás.
Sasori se acercó a ella y la besó y Sakura no dudó en responder a ese beso.
- ¿Te gustaría que saliéramos otro día? - le preguntó mirándola fijamente a los ojos - Hay mas museos que ver.
- Sería interesante.
- Solo que hay un problema... No creo que a tus amigos les guste que salgamos.
Sakura se quedó reflexionando. Tenía razón, no quería ni pensar en lo que Naruto iba a decir cuando se enterase, además con lo escandaloso y exagerado que es para todo.
..."
- ¡Sakura! ¡Sakura! - los gritos de Ino la hicieron volver a la realidad - Chica ¿Que no me oyes?
- Es que estaba distraída.
- Menos mal que te encuentro Sakura, tengo un montón de cosas que contarte y tu a mi también y tenemos poco tiempo.
...
En el instituto todo parecía normal, como cualquier otro lunes monótono. En clase de 2-1 Gaara y Hinata se miraban y se sonreían cómplices, Naruto observaba continuamente a Sasuke que comenzaba a sentirse agobiado y de mal humor, Akane tampoco había venido ¿Que es lo que pasaba? Tendría que hablar con alguna de sus amigas pero no le apetecía que volvieran a verle haciéndolo, parecía un arrastrado detrás de ella... tendría que averiguar que es lo que le pasaba de alguna otra forma. Quizás podría ir a casa de su madre por la tarde y preguntar; Jisei le había dicho que ahora vivía en casa de su padre pero su madre no tenía porqué saber que él lo sabía y que un compañero fuera a su casa a pedirle cualquier cosa tampoco era tan extraño... si, eso sería lo que haría.
En los pasillos, entre las dos clases, Sakura e Ino continuaban contándose lo que les había pasado durante el fin de semana. Temari se dirigía sola caminando por el pasillo hacia su clase cuando, al pasar por delante de la clase de 2-2 decidió entrar a saludar a Akane y Shikamaru.
Vio a Shikamaru sentado sobre su mesa hablando con Shino pero no vio a Akane por ningún lado, lo que si vio fue a Neji de pie, al lado de la mesa del profesor, franqueado por las dos Barbies y no parecía especialmente disgustado o incómodo, tenía su expresión de siempre y hasta... parecía hablar con ellas y ellas tenían como mucha confianza con él o al menos esa impresión le daba a Temari.
Extrañada y sin dejar de mirarle se acercó a Shino y Shikamaru.
- Hola - les saludó - ¿Dónde está Akane?
- Hola Temari - respondió Shino - Bueno, nos vemos luego y hablamos. Voy a mi sitio. Hasta luego, Temari.
- Hasta luego Shino - le dijo Shikamaru - ¿Te pasa algo?
- No, no me pasa nada es solo que... no me esperaba ver ciertas cosas ¿Le ha pasado algo a Akane?
- Ayer se puso nerviosa y le dio un ataque de ansiedad. Decidimos que era mejor que se quedase descansando. Hoy la traerá mi primo.
- Vaya. Supongo que tiene que ser difícil estar embarazada.
- Más que nada es que está como muy exagerada, todo se le hace tremendo, por cualquier cosa organiza un drama.
- Pobre - sonrió.
- Y lo que llora, no te imaginas lo que llora, por todo llora, si se cae un vaso, llora, si ve una película, llora...
- Anda que no eres tu quejica ni nada. A ti te querría ver yo embarazado.
- Ah, yo sería aún más insoportable, eso te lo aseguro - Temari seguía observando a Stella y Kikyo que continuaban hablando con Neji - ¿Preocupada?
- No, no... ¿Por qué iba a estarlo?
- Parece que se entiende con ellas ¿no?
- Tiene derecho a tener amigas pero ¿Por qué esas... pijas?
El timbre que indicaba el comienzo de las clases sonó.
- Bueno, me voy a mi clase. A ver si luego nos vemos y me cuentas sobre Akane.
Temari se marchó, Stella y Kikyo también, Sakura entró y tanto Neji como Shikamaru ocuparon sus asientos. Anko entró sonriendo con aquella sonrisa que ponía cuando iba a decir algo que les desconcertaría.
- Buenos días, lechuguitas mías.
- Buenos días - respondieron casi al unísono.
- ¿Qué tal el fin de semana? Antes de comenzar, por favor Shikamaru, acércate.
- ¿Qué has hecho ahora, Shika? - gritó alarmado Lee.
- ¡Silencio! No es nada malo. No pensaba hacerlo pero como vais a estar toda la hora dándome la lata y os vais a enterar de todas formas pues os lo diré. La semana pasada Shikamaru hizo unos exámenes de evaluación para ver si podía ser ascendido de curso.
- ¿Cómo que ascendido de curso? - se interesó Sakura.
- Si, como sabéis Shikamaru tiene un coeficiente... dejémoslo en mayor que el vuestro y le hicimos unos exámenes para evaluar si podía pasar al último curso.
- ¿Y los ha pasado? - preguntó Kankuro.
- Si y con nota - contestó satisfecha - Enhorabuena Shikamaru, oficialmente has pasado de curso.
Todos aplaudieron, algunos con alegría y otros sin saber muy bien en que les influía a ellos eso.
- Así que despedíos de vuestro compañero, se va a otra clase. Recoge tus cosas, Shizune te está esperando fuera.
- ¿Cómo que se va? - gritó de nuevo Lee muy exagerado.
- Lee solo se va a otra clase, unos metros más allá, no va a cambiarse de instituto, ni de pabellón, ni siquiera de planta, estará al otro lado de las escaleras.
- ¡Pero no estará con nosotros el año que viene! - volvió a exagerar Lee.
- Pues no. El año que viene espero que esté en la universidad.
- ¿Y a que clase le trasladáis? - preguntó Kabuto.
- Vas a la clase de 3-1, Shikamaru. Me revienta decirte esto pero te echaré de menos, la clase no, porque con lo vago que eras no subías la media pero...
- ¿Vas a llorar, sensei? - comentó burlón Sakon.
- Disfruta los últimos segundos de tus agradables compañeros - repuso Anko - Y por cierto, aprovecha la oportunidad que se te da y no te comportes como un vago en tu nueva clase. Sumire ¿Te pasa algo?
- Es que yo le voy a echar mucho de menos - dijo con voz llorosa.
- Por Dios, Sumire, que se va a la clase de aquí al lado, no a la guerra.
- Ya, pero es que las despedidas siempre me emocionan.
- Que pena ratoncito - se oyó a Kin - Yo también te echaré de menos, me gusta ver tu cara de miedo al verme cerca. Ten cuidado que te han puesto en la clase de los locos.
- ¡Es verdad! - exclamó Kiba - Te tocó la clase de los pirados.
- No digáis tonterías - les reprendió Anko - Le ha tocado la clase científico-tecnológica, es la más apropiada y la que mejor preparación da para lo que él desea estudiar.
- Si, pero allí están los pirados que de vez en cuando, con sus experimentos, nos dejan sin luz a los demás justo cuando estamos en clase de informática - explicó Kankuro.
Shikamaru con su cartera esperaba al lado de la puerta a que dejaran de hablar.
- Bueno chicos, me voy. Nos veremos en los descansos de las clases y a la hora de la comida - dijo al fin.
- Y en los ensayos - añadió Ten-Ten - No los olvides.
- Si, no os habéis librado de él - rió Anko - Ni tú de ellos. De todas formas si necesitas algo ya sabes donde estoy.
Shikamaru abrió la puerta y un montón de "hasta luego", "suerte", "ánimo" y demás se oyó por toda la clase. Hizo un leve gesto con la mano y salió por la puerta.
Esperándole fuera estaba, tal y como Anko había dicho, Shizune.
- ¿Listo para tu nueva clase?
- Si - dijo rascándose la cabeza - Bueno, tampoco habrá mucha diferencia.
- Toma, este es tu nuevo horario. El tutor de esta clase es Bee, ya sabes, es un poquitín excéntrico pero muy bueno en su materia y los alumnos le adoran, ahora no esté en clase, pero no tardarás en conocerlo.
"¿Un poco excéntrico?" pensó Shikamaru "Si según se rumorea solo Gai-sensei es capaz de superarlo en lo raro que es".
- Has sacado muy buena nota - hablaba Shizune mientras caminaba por el pasillo y Shikamaru la seguía - No tendrás problemas para adaptarte a su ritmo. Tengo también que advertirte que esta clase es algo distinta a lo que tu estás acostumbrado ¿Sigues interesado en estudiar farmacia, verdad? ¿No has cambiado de idea, ni nada?
- No, no, sigo con la misma idea.
- Ah, porque como sabes en el último año de preparatoria dividimos a los alumnos en tres clases para poder dedicarles la mejor preparación según lo que vayan a estudiar. Está la clase de Arte y Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas y en la que te hemos puesto, Ciencias y Tecnología.
- Si, si, ya lo se.
- Dicen que es la clase más difícil, yo no lo creo, solo depende de lo que te guste estudiar. Bueno pues aquí es - dijo parándose frente a una puerta.
Shizune tocó con los nudillos la puerta y sin esperar respuesta la abrió asomando la cabeza.
- ¿Se puede?
- Si, pasa, pasa, te estaba esperando - se oyó una voz grave desde dentro.
- Pasa y que tengas suerte - Shizune abrió del todo la puerta y se apartó para que pasase Shikamaru - Aquí te lo dejo, Ibiki, todo vuestro.
- Gracias Shizune. Pasa, pasa... Bueno chicos, esta es una de las dos novedades de las que os hable; a partir de hoy tenemos un nuevo miembro en la clase.
Shikamaru entró mirando al imponente profesor. Por más veces que le viera, Ibiki Morino era un hombre que impresionaba por su aspecto.
- ¿A estas alturas del curso? - pareció quejarse un chico moreno con el gesto enfurruñado.
- Si, Sora, si, a estas alturas del curso. Venga, chaval, preséntate tu mismo para que te conozcamos.
Shikamaru echó un vistazo al aula. Desde luego que era una clase muy diferente a las que estaba acostumbrado. Para empezar era bastante más pequeña que las demás y las mesas estaban agrupadas de tres en tres formando dos filas y dejando un pasillo no muy ancho en medio de ellas, seguramente estaban puestas así porque de otra forma no cabrían. Los alumnos no eran demasiados y se sentaban desperdigados por varias mesas. Que fueran pocos no sorprendía a Shikamaru ya que la opción de ciencias no era la más escogida por los alumnos, seguramente influenciados porque se daban matemáticas, física, química y biología y ninguna de esas asignaturas parecía muy sencilla, así que en esa clase estaban los que realmente sabían a lo que querían dedicarse en el futuro a pesar de dichas asignaturas.
Al final de la clase había una fila de mesas todas juntas formando una grande y sobre ella macetas con diversas plantas, una jaula con un par de conejos y otra con un pato y un pollo y varias cajas trasparentes en las que se podían ver piedras y minerales.
Todos los rostros le parecieron conocidos, normal, a todos los había visto durante años por el instituto, otro tema era que no tuvieran ocasión de relacionarse demasiado, aunque había uno de esos rostros que conocía de sobra. Sonrió al ver como Shiho le saludaba levemente con la mano mientras le sonreía.
- Hola. Bueno pues yo soy Nara Shikamaru y he sido trasladado desde la clase de 2-2. Me gusta jugar al ajedrez y espero graduarme en la universidad para estudiar farmacia. Soy bastante flojo para todo pero espero que nos llevemos bien.
- Como todos ya sabéis, o deberíais saber - habló Ibiki - Shikamaru es nuestro campeón de ajedrez y es muy listo, tiene un coeficiente de inteligencia bastante alto, ha sido trasladado a nuestra clase porque ha hecho un examen de evaluación y lo ha superado, así que pasa de curso, así, directamente. Como ya llevamos mucho del mismo y él viene de uno inferior quizás le cueste un poco adaptarse a nosotros así que ¿Quien quiere ser durante unas semanas su tutor?
Nadie contestó. Tener que encargarse de poner al día a un alumno nuevo y más a esas alturas de curso podía ser algo problemático.
- ¿Nadie? Vamos chicos, Shikamaru es muy listo, no va a necesitar demasiada ayuda ¿Utakata?
Un chico alto y delgado, con el pelo castaño, algo largo y un flequillo que le cubría parte del lado izquierdo de la cara levantó la cabeza.
- Sensei, yo ya tengo que ocuparte de Tsuchigumo, no se si voy a tener tiempo.
- Cierto, tu ya tienes a esa chica de alumna.
- Es que a estas alturas y con todos los trabajos que tenemos es un palo - se quejó un chico de piel oscura, pelo corto, puntiagudo y de color blanco.
- Ya lo se Omoi por eso al que lo haga se le tendrá en cuenta.
- Yo lo haré - habló levantándose un chico moreno de pelo largo que Shikamaru reconoció de inmediato, era Haku, famoso por estar considerado por algunos como un chico mucho más guapo que algunas chicas y del que de vez en cuando se expandía el rumor de que en realidad era una chica provocando verdaderas discusiones.
- Está bien Haku. Pues siéntate a su lado, Shikamaru, que hay sitio.
Shikamaru así lo hizo y sonrió a su nuevo compañero. Una chica sentada detrás de él le tocó la espalda.
- Hola - le saludó en voz baja.
- Hola Ayame - contestó.
A esta también la conocía, era Ayame Ichiraku, la hija del dueño de la cafetería del instituto y que además en vacaciones ponía un puesto de ramen en la plaza de Konoha.
- Y ahora que ya estamos todos voy a contaros la otra novedad - prosiguió Ibiki - Se trata del concurso de ciencias en el que cada año participan alumnos de este instituto y claro, como vosotros sois de ciencias os toca a vosotros.
- ¿A nosotros? - se alarmó una chica delgada, de piel morena, pelo rojizo y ojos de color ámbar - ¿Pero de que vas?
- Tranquilízate un poco Karui, vosotros sois de ciencias y ya os dije al comenzar el curso que tendríais que presentar un proyecto en el concurso de ciencias regional. Ya tenemos fecha, será en Noviembre y vamos a hacer grupos. Como ahora somos 12 voy a hacer grupos de tres y como yo soy el profesor de física he hecho los grupos que me han parecido más apropiados y no quiero ni una queja... ¿Ha quedado claro?
Nadie se atrevió a decir nada. Shikamaru suspiró, lo que le faltaba, ahora tendría que preparar un proyecto de ciencias y con dos compañeros a los que no conocía, ojala y le tocase al menos con Shiho.
- Voy a decir los grupos. No hace falta que os indique que el proyecto de ciencias debe ser real, no una teoría o algo que no se pueda hacer, no, tendréis que mostrar una maqueta y tiene que funcionar. Se valorará la utilidad en la vida diaria, la originalidad y si respeta el medio ambiente mejor. Los equipos que presentará esta clase serán 4, así que os llamaremos A,B,C y D para mayor facilidad. Equipo A: Utakata, Tamaki y Haku. Equipo B: Fuu, Yagura y Sora. Equipo C: Samui, Karui y Shikamaru.
- ¡Pero sensei! - protestó el chico al que Ibiki había llamado Omoi - ¡Nosotros tres siempre hemos sido un equipo! ¡No nos separes!
- Cállate un poco, pesado - gruñó Karui.
- Equipo D - le ignoró Ibiki - Omoi, Ayame y Shiho. No te quejes que te ha tocado con dos chicas.
Shikamaru miró a la chica llamada Karui, así que le había tocado con ella, tenía pinta de ser problemática ¿Y quien sería Samui?
- ¿Quien es Samui? - preguntó en voz baja a Haku.
- La chica rubia de allí.
Shikamaru miró a donde estaba la única chica rubia de la clase. Era alta, de piel blanca y ojos azules que precisamente le estaban escudriñando.
"Vaya, es otra chica" pensó resignado "Algo me dice que esto va a ser muy problemático, seguro".