miércoles, 20 de agosto de 2014

52. La caja de Pandora

Ryuko y Jisei se miraban preocupadas mientras Shikamaru parecía interrogarlas con la mirada.
- No es que la maltratasen - hablo Ryuko - Sus padres no la pegaron nunca.
- No me refiero a esa clase de maltrato y tu lo sabes, ahora no te hagas la tonta. Venga, ya podéis empezar a contármelo todo.
- Entiéndelo - dijo ahora Jisei - Sus padres se separaron cuando ella era muy pequeña y su madre se deprimió y... es que era pequeña y la exigían mucho. Tenía que ocuparse de sus hermanos, no la dejaban salir a jugar y si pasaba algo la culpaban a ella.
- De eso ya me enteré ¿Pero es que vosotras veis normal que a una niña pequeña se le cargue con esa responsabilidad?
- Su madre estaba sola y deprimida - justificó Ryuko.
- Por dios, era una niña ¿Nadie se dio cuenta de lo que la estaban haciendo? No dudo que su madre estuviese muy deprimida y que no se diese cuenta de lo que la estaba exigiendo pero ¿y los demás? ¿no tenía más familia? ¿abuelos? ¿tíos? ¿y su padre? ¿todo el mundo lo sabía y cayó? ¿cómo puede ser eso?
- Son muchas cosas - contestó Jisei - Su padre se casó con otra mujer porque estaba embarazada pero no podían comprarse una casa así que vivían con la madre de ella que no era muy agradable, atosigaba mucho a su padre y cuando ella y sus hermanos iban allí pues Maron se agobiaba bastante con tanto niño pequeño.
- Claro, claro - decía Shikamaru - Pero estaba Akane para ayudarla ¿verdad? Y desde entonces no ha parado de ocuparse de todos sus hermanos.
- Nadie se dio cuenta - proseguía Jisei - Todos estaban muy ocupados con sus problemas pero poco a poco la voluntad de Akane se fue minando, fue cargando todo sobre sus espaldas. Shikamaru, Akane no era nada, entre unos y otros terminaron por anularla, simplemente hacía todo lo que le decían, llegó a pensar que ella vivía solo para eso, para cuidar a sus hermanos. Era muy pequeña para tantas cargas y nadie nunca la felicitó por las cosas buenas, nadie le agradeció nada.
- ¿Y vosotras? ¿Vosotras veíais esas cosas? ¿Por qué no dijisteis nada?
- Teníamos miedo, a lo mejor si decíamos algo a ella la castigaban - explicó Ryuko.
- ¿La castigaban?
- Yo se lo dije a mis padres - habló nerviosa Ryuko - Pero no me creyeron, era mejor ignorarlo y pensar que eran cosas de su familia, sus padres sabrían lo que hacían, por algo sería y yo era una exagerada.
- Mis padres fueron a hablar con los suyos y no consiguieron nada, solo que la castigasen por hablar mal de su familia. Solo podíamos darle nuestro apoyo... las cosas no son tan fáciles como en las películas. Quizás es mejor que no ahondes en estas cosas. Esto es como la caja de Pandora, si la abres saldrá algo que no te gustará.
Shikamaru sacó un cigarro, todo aquello era mas que surrealista.
...
"- Dilo... - volvió a susurrar al separar los labios de los de Shikamaru, él aún mantenía los ojos cerrados y apunto estaba de pronunciar esas palabras que ella le pedía escuchar, cuando los abrió de par de par con verdadero pánico al sentir que los dedos de Akane desabrochaban su cinturón.
Un segundo necesitó Shikamaru para rehacer su chip y darse cuenta de todo. Fue rápido y brusco. Se alzó sobre si mismo empujando a Akane ytirándola contra el suelo. Antes de que pudiera reaccionar, Akane se encontraba totalmente inmovilizada, Shikamaru sentado encima de ella presionaba sus piernas enredándolas con las suyas y la sujetaba las muñecas clavándoselas prácticamente contra el suelo.
- ¡Ya está bien Akane! ¡Basta ya! ¿A que quieres jugar?
- ¿Que hago mal? - giró la cabeza bastante molesta. Había visto a Ino hacerle proposiciones así muchas veces pero nunca había reaccionado tan violento ¿por qué con ella si?
- ¡Akane mírame! - exigió - Si quieres jugar, jugaremos, pero a mi manera ¿Quieres que te diga que me gustas? ¿Quieres que lama tu herida, gatita? Lo haré, te diré lo que quieres oír y más cosas si te atreves a escucharlas por no seguiré este juego, no mientras no te conozca. Quiero decírselas a Akane, a mi Akane, a esa chica malhumorada e insoportable que siempre que puede me trata de tonto e inútil. He salido con mi amiga, no con una desconocida, si hubiese querido una chica que hiciese todo lo que yo lo pidiese a cambio de unas frases bonitas habría salido con Ino, ella me lo pidió e incluso podría habérselo dicho a Temari o a Tayuya, pero no, te lo pedí a ti, a mi amiga Akane. No quiero una gata mimosa, quiero a mi gata salvaje, esa que me araña y me buja nada más verme. Si quieres llorar, llora, todos tenemos derecho a llorar. Si quieres gritarme hazlo pero no me ofrezcas nada que no quieras darme. Si quieres que te diga... ¡Bah! Déjalo - la soltó y se apartó sentándosea su lado - Parece que piensas que lo único que me interesa de las chicas es enrollarme con ellas ¿no? Me estás volviendo loco, te lo juro.
Akane también se sentó.
- Entonces ni para esto sirvo.
- ¡Ahhhhhhhh! ¡Que aburrimiento! Tu no quieres entender nada ¿verdad?
- Si entiendo, lo entiendo todo perfectamente, entiendo que todo lo hago mal, no sirvo para nada, soy patética e inútil y estoy harta, harta de servir a todo el mundo y que nadie haga nada por mi, harta de que no se tenga encuenta lo que yo quiero y solo quiero... que alguien me diga por una vez que le gusto,que no soy un estorbo, aunque sea mentira, por una vez en mi vida quiero creermelo.
- A lo mejor deberías haber salido con el Uchiha.
- Creo que me estoy volviendo loca, que tengo necesidad de un poco de cariño, de unas palabras amables pero se que lo que he hecho no ha tenido lógica ninguna, no se lo que me ha pasado, creo que me he descontrolado... estoy tan cansada de solo escuchar órdenes, de que se me diga lo inútil que soy, me esfuerzo por hacer muchas cosas pero no hago ninguna bien...
Shikamaru sentía mucha pena por Akane, en cierta manera le recordaba a Ino y su deseo de atención pero de otra forma. Podía ver la amargura en sus palabras, en las que decía y en las que callaba, veía sus ojos entristecidos evitando su mirada. Todas las palabras que pronunciaba y las que había pronunciado antes se iban colocando en su cerebro, su actitud... todo... Akane estaba ocultando algo... esa inseguridad tan extraña en ella, esa petición de cariño y aquellos besos que nunca daría... su expresión corporal, todo... ¿quien la había convencido de que era una inútil?¿que había realmente detrás de sus deseos de organizarlo todo? ¿era porque tenía que tenerlo todo controlado? ¿que pasaba si no lo controlaba todo?Una idea iba creciendo en el interior de Shikamaru... Akane tenía que controlarlo todo no por capricho, tenia que hacerlo porque si no... se enfadaban con ella porque era lo que la exigian que hiciese.
Todo era mas que problemático pero ahora el puzzle de Akane empezaba a encajar. Ahora entendía ese malhumor, esa obsesión y esos cambios de carácter.
- Ven, vamos a hablar de los que me gustas.
- Creo que mejor no.
- ¡Esa es mi chica! Siempre cerrada a mí. Ya te echaba de menos.
- Siento haber estropeado la velada, es que tengo algunos problemas y me han superado.
- Eso te pasa por no contar con nadie. Bueno ¿qué te parece si de una vez vemos las estrellas?
- ¿Te has enfadado?
- Yo no pero te aseguro que esta noche no voy a a descansar muy bien.
- ¡Tonto!
- ¡Pesada!
Shikamaru se recostó en la hierba.
- ¿Puedo apoyarme en ti?
- Por supuesto. Es más, si no lo haces me sentiré ofendido.
- ¿Sabes que te pones muy interesante cuando te enfadas?
- ¿Es por eso que discutimos tanto?
- Yo creo que si, que lo hago para verte como "vivo".
- ¿Quieres que hablemos de algo?
- No. Creo que ya he hablado demasiado, no se...
- Akane... ¿sabes que me has metido mano?
- Que exagerado.
- Ahora tienes que casarte conmigo.
- Shikamaru yo quería decirte que...
- ¡Ah no! Ahora no me vengas con excusas, por tu culpa no voy a poder casarme... Vamos Akane, no te preocupes, no hace falta que me digas nada, ya te voy conociendo y a mi lo único que me interesa es saber que te encuentras más tranquila.
- Gracias ¿Te he dicho alguna vez que a veces eres estupendo?
- Nunca... espera... no, nunca... a no ser aquella vez que bebiste un poco y... ah, no, eso fue en un sueño.
- ¡Que tonto eres! ¿Y mis gafas?
- Pues por acá deben andar.
- Espero que no nos hayamos sentado encima.
Sabía que no debía ser fácil hablar de un tema así, además tenía miedo de que volviera a decir que era una inútil y esas cosas y él, a su juicio, no se veía muy preparado para eso. Akane necesitaba la ayuda de alguien profesional porque quizás él lo estropeaba todo más, eso era algo delicado, muy delicado y por supuesto, para ella debía ser tremendamente vergonzoso.
Lo mejor sería relajar el ambiente y hacerla pasar un rato agradable. No era fácil porque a él no se le quitaban aquellas palabras de la cabeza. Ahora comprendía muchas cosas, ahora sabía que la barrera que Akane ponía entre ellos no era para mantenerle alejado de ella, no, más bien era para impedirse a si misma acercarse, era un escudo que se ponía para protegerse, para que nada la dañase, no tenía miedo de él, se tenía miedo a si misma, no le odiaba a él, se odiaba a ella, odiaba ser débil y dejar que alguien la dañase, no le culpaba a él, se echaba la culpa a si misma
Era todo horrible ¿cómo no se había dado cuenta antes? ¿quien lo sabía? Seguro que alguien tenia que saberlo ¿Jisei? ¿Ryuko? ¿Shino? Aquello era un gran galimatías y él necesitaba concentrarse en ese momento y pensar en todo aquello cuando se sintiese más relajado, cuando pudiese utilizar la lógica, cuando su corazón dejara de enviar señales de alarma a su cerebro y pudiese pensar con claridad".
...
Iruka también había llegado muy pronto al instituto. Abstraído miraba a través de la ventana, ponía uno de los codos en la pared y pesadamente apoyaba la frente en su mano.
...
"- Perdóname - repitió Iruka muy avergonzado mientras se ponía su camiseta - No se lo que me ha pasado.
Y era cierto, no sabía lo que le había pasado, se había comportado como un bruto sin consideración, por un momento había olvidado completamente que Jisei no era más que una chica de 17 años y que para ella quizás esa era su primera vez, su primera vez para todo, los primeros besos, las primeras caricias porque ahora que recordaba nunca se la había visto saliendo con ningún chico... Era un animal, un bruto y un desconsiderado. En lugar de hacer que para ella fuera un momento especial lo había estropeado todo.
- ¿Tu crees que sientes algo por mí? – Iruka guardó silencio – Necesitamos tiempo Iruka, no solo somos Iruka y Jisei, somos un profesor y una alumna, la hija de quien te ha tratado casi como a un hijo... esto es más que complicado. Yo también siento haberte provocado, no he tenido en cuenta lo difícil que resultaba para ti, solo he pensado en lo que yo sentía... – se hizo un silencio bastante incómodo entre ellos, ambos evitaban mirarse.
- No es culpa tuya, es solo mía.
- Bueno, yo también he tenido algo que ver.
- Me he comportado como un... salido.
- Bueno casi me lo esperaba lo que pasa es que... no me mires así, eres un hombre, claro que esperaba que reaccionaras así no como un crío asustado, esperaba que tu tomases el control de la situación porque para mi todo es nuevo y no se que hacer... pero supongo que no estoy preparada.
Iruka seguía mirándola sin salir de su asombro.
- A ver, que no soy tan tonta, se lo que pasa cuando se empieza a jugar... en el instituto hemos tenido muchas charlas sobre sexualidad, no voy a hacerme ahora la inocente. Cuando he empezado a besarte sabía lo que podía pasar ¿tan ingenua crees que soy? Te recuerdo que tengo 17 años ¿sabes la de chicas de mi edad que ya han mantenido relaciones sexuales? A ver si ahora el ingenuo vas a a ser tu.
Iruka no sabía que le sorprendía mas si la actitud de Jisei o darse cuenta de que tenía razón.
- Lo primero que tengo que hacer es hablar con tus padres. No puedo estar mintiéndoles.
Jisei iba a contestar cuando el ruido de las llaves abriendo la puerta se lo impidió.
- ¡Kisuke!
- ¡Me había olvidado de él!
- Yo pensaba que no vendría a casa.
- Vale, no te pongas nerviosa, no pasa nada.
- Jisei ¿que haces levantada a estas ho... - Kisuke se quedó apoyado en el quicio de la puerta del comedor sonriendo - Iruka ¿que haces aún aquí?
- Acompañé a Jisei a casa y me invitó a un café. Bueno, ya me marchaba.
- Yo voy a acostarme ya - añadió Jisei a la vez que se levantaba y se marchaba.
Iruka hizo lo mismo y pasó al lado de Kisuke.
- Arreglate la ropa, Iruka - dijo con cierto soniquete.
- Lo mismo te digo.
- Iruka...
- Dime.
- Es mi hermana.
- Ya lo se.
- Mi hermana pequeña...
- No te entiendo.
- Pues procura entenderlo.
A Iruka no se le ocurrió que decir, simplemente siguió camino a la puerta.
- Mi hermana es una monada ¿verdad?
- No es eso Kisuke, no es eso."
...
- ¿Verdad que si, Iruka? - comentaba Kakashi sentado en una de las sillas con su habitual libro abierto entre las manos.
- ¿Eh? Ah si... si, si.
- Estupendo ¿Entonces cuando nos casamos?
- ¿Qué?
- Acabo de decirte que deberíamos casarnos y tu has dicho que si.
- Ah... perdona, no te estaba escuchando.
- No si ya me he dado cuenta. Estás muy distraído ¿no?
- Kakashi ¿te puedo hacer una pregunta?
- Depende e lo que quieras preguntar.
- ¿Alguna vez te has sentido enamorado de... una chica?
- Pues continuamente.
- No. Me refiero a una mas joven que tú.
- ¿Cómo cuanto de joven?
- Pues... mas joven.
- A ver Iruka, no es lo mismo que me guste una chica de 18 años que una de 13, ahí estamos hablando de delito.
- 17
- Ah, bueno... hay algunas de 17 que ya son unas mujeres ¿Te has enamorado de una jovencita? - añadió con cierta burla.
- No te rías Kakashi, esto es serio.
- Y no lo dudo ¿Sabías que tenía 17? Algunas suelen mentir.
- Si, si lo sabía.
- ¿Hasta dónde has llegado?
- ¿Como que...? No, no se trata de eso.
- ¿Entonces de qué se trata?
- Se trata de... Verás, se trata de la hermana de un amigo mio y yo creo que estoy enamorado de ella.
Kakashi le observó en silencio durante unos minutos. Iruka volvía a mirar por la ventana.
- Es una alumna - afirmó Kakashi en tono rotundo.
- ¿Qué? - gritó Iruka.
- Te gusta una alumna. Mejor olvídala.
- No es eso... no es... solo eso.
- Iruka... olvídala.
- Buenos días - saludó Kurenai.
- Buenos días Kurenai - respondió Kakashi.
- ¿Que tal el festival? Vaya Iruka, tienes unas buenas ojeras.
- No he dormido muy bien.
Jiraiya y Yamato fueron los siguientes en llegar, seguidos de Asuma. Este se dirigió directo a donde estaba Kurenai.
- Buenos días preciosa.
- Buenos días ¿has dormido bien? - se saludaron con un rápido beso.
- ¡Por el amor de dios! - comentó Kakashi - ¿Por qué no os vais a vivir juntos de una vez y nos ahorráis estas escenitas?
- Déjalos - dijo Jiraiya - Las demostraciones afecto son hermosas.
- Al menos podrían hacerlo como es debido, así me recuerdan a alguno de mis alumnos.
- Eso es cierto, las cosas se hacen bien o no se hacen.
- ¿Tienes un rato libre esta mañana? - Asuma parecía ignorarles y se dirigía a Kurenai.
- Asuma comportate hombre, que estamos nosotros delante - se quejó de nuevo Kakashi.
- Quiero hacerle una consulta - explicó Asuma - Bueno, mas bien que me hable de una alumna.
- ¿Algún problema? - preguntó Kurenai intrigada.
- Me ha llegado información de que una alumna sufre malos tratos o los ha sufrido en el pasado y creo que le está afectando.
- Creo que los casos de malos tratos los tenemos controlaos, siempre se les ha prestado mucha atención.
- Pues quizás este se nos ha pasado o no se, a lo mejor se le dio carpetazo, se pensó solucionado.
- ¿Se puede saber de quien habláis? - se interesó Yamato.
- De Kumoyuki, de 2-2
- Kumoyuki - repitió Kurenai - Pero ella es muy mayor ya ¿Dices que fue en el pasado?
- ¿No será que alguien está obligándola a hacer algo? - intervino Kakashi - Ya me entendéis.
- No, creo que no - respondió Asuma - A mi me han hablado de cosas anteriores que parece ser han debió afectarla, vamos, por lo que yo entendí.
- ¿De donde te viene esa información? - preguntó Iruka.
- Esta mañana ha pedido hablar conmigo Shikamaru Nara, de su misma clase.
- Tiene su lógica - habló Yamato - Ellos son los directores de la obra de 2-2 ¿no? Pasan mucho tiempo juntos, quizás ese chico ha visto algo raro en su compañera.
- Shikamaru ha dicho algo de que su hermano le ha contado que la encerraban en un armario o algo así y otras cosas relacionadas con sus hermanos.
- Es que de Kumoyuki - hablaba Kurenai mientras encendía el ordenador - yo no tengo ningún estudio que se le haya realizado por algún motivo, vamos que yo recuerde, a lo mejor hay algo en su expediente.
- ¡Buenos días a todos! - saludó alegremente Anko.
- Hombre Anko, nos vienes de perlas - dijo Jiraiya - Tu eres la tutora de 2-2 ¿no?
- Si, esas joyitas son mías.
- ¿Has notado algún comportamiento extraño en Kumoyuki? - preguntó Asuma.
- ¿En Akane? ¿A parte de las discusiones con Shikamaru? No. Se lleva bien con todo el mundo.
- Pues Shikamaru me ha comentado que necesita ayuda.
- ¿Para soportarla?
- No mujer. Cree que ha sufrido malos tratos.
- ¿Akane? Parece una chica muy segura de si misma pero si Shikamaru lo dice será por algo, ese chico es muy analítico y suele fijarse en cosas que los demás no observamos.
- Aquí está - dijo Kurenai - Este es su expediente. Pues no, no se ve nada raro. El equipo de orientación estuvo observándola un tiempo debido a su carácter agresivo.
- ¿Agresivo? ¿Kumoyuki? - Jiraiya se acercó al monitor - Espera ¿Hay alguna foto de cuando era pequeña?
- Si, hay varias.
- ¿Esta es Kumoyuji? - dijo extrañado Kakashi al ver la imagen en el ordenador - Pero si eso es un niño.
- Ya me acuerdo - habló Jiraiya - No sé como no he caído antes. "El ciclón Kumoyuki" la llamábamos, menuda pieza.
- ¿Estás seguro de que es esa? ¿No será uno de sus hermanos?
- Oh si, es ella. Llevaba uniforme de chico y el pelo como un chico, pero nunca negó que fuera una niña. Recuerdo que siempre llevaba las gafas pegadas con celo... era un bicho, nadie podía con ella, rompió varios cristales tirando piedras a quien se le enfrentaba.
- O sea que eso de tirar cosas le viene de pequeña - comentó Anko.
- Ahora que lo dices, cuando hacía algo como romper un cristal o escalabrar a un niño, siempre pedía que no avisáramos a su madre, que trabajaba mucho, que llamáramos a su padre.
- Sus padres están divorciados - leía en el informe Kurenai - Y se han vuelto a casar nuevamente. La verdad nunca se le ha hecho un estudio sobre ese tema, ya estaban divorciados cuando empezó primaria, no se tuvo eso en cuenta.
- ¿Ni siquiera se estudió su actitud agresiva? - interrogó Iruka - Que extraño.
- Antes las cosas no eran como ahora - explicó Jiraiya - No teníamos un equipo de orientación.
- Ella siempre ha sido una chica muy responsable - comentó Asuma - Yo fui tutor en la clase de su hermano y ella venía a las reuniones.
- Y está metida en todo - añadió Kakashi - Periódico, directiva de clubs, subdelegada... quizás es su forma de huir de algo.
- Quizás - Kurenai empezaba a preocuparse - ¿Sabéis lo peor de que sea cierto?
- ¿Que nadie se haya dado cuenta de nada - respondió Yamato.
- Se nos está haciendo tarde - habló Anko - La mandaré al equipo de orientación, así saldremos de dudas.
- Mejor no - dijo Kurenai - Eso la pondría en defensa y si es cierto y ha conseguido ocultarlo durante todo este tiempo sabrá como engañarnos, es mejor que la pillemos desprevenida.
El día trascurría con aparente normalidad.
Después de su clase de matemáticas, Asuma pidió a Shikamaru que le acompañase. Este le hizo un resumen lo mas explicito que pudo de todo lo que había pasado y le habían contando.
A la hora de la comida y antes de que se hiciesen los habituales grupos, Temari se acercó a Shikamaru.
- ¿Puedes comer hoy conmigo? Necesito hablar.
Shikamaru suspiró ¿Por qué todo lo pasaba a él? No dudaba en que Temari necesitaba hablar, lo notaba en su cara, algo había pasado pero es que Sakura también le había dicho que tenían que hablar de algo de Ino y por otro lado él quería hablar con Shino. Había esperado a Akane a las puertas de su casa junto con Jisei y Ryuko, ella había salido con sus hermanos y Shikamaru, entre bromas, consiguió apartar a Ginta para preguntarle lo que tanto le intrigaba.
...
"- ¿Alguien ha maltratado alguna vez a Akane?
Ginta desvió la mirada.
- ¿Y a ti? ¿O a tus hermanos?
- Algún capón me he llevado ¿a que viene esto ahora?
- ¿Akane se portaba mal?
- No... Akane me regañaba mucho, se enfadaba conmigo, me chillaba, yo la sacaba de quicio, sabía que solo tenía que quejarme para que la castigasen a ella. Pero si no eres nada de Akane creo que a ti no te importan estas cosas.
- Akane es mi amiga, yo no abandono a mis amigos, no hago así las cosas, por muy molesto que sea.
- Mi madre es una buena persona, ella no quería hacernos daño, cuando se ponía nerviosa encerraba a Akane en un armario pequeño y oscuro y decía que si la abríamos nos encerraría a nosotros. Takato y yo nos quedábamos sentados en el suelo, llorando porque al otro lado de esa puerta oíamos a Akane pedir perdón y que la dejasen salir. Pero mi madre se iba y a veces se olvidaba que estaba allí durante horas. Y Takato y yo seguíamos delante de la puerta y Akane dejaba de llorar y entonces oíamos un ruido... toc... toc... era Akane golpeando con los nudillos. Cuando mi madre se acordaba lloraba mucho, abría la puerta y la abrazaba y Akane tenía las manos llenas de heridas... ¿Tú crees que puedes curar eso? ¿Podrás hacerme olvidar aquel ruido? Somos una familia rara llena de complejos, haz como todo el mundo y olvídanos"
...
Tenía que hablar con Shino. Estaba seguro de que Shino lo sabía todo y por esa razón eran tan protector con Akane. Bien, hablaría con él al terminar las clases y a Sakura la llamaría por teléfono porque la expresión de Temari no presagiaba tampoco nada bueno.
- Claro, Temari ¿comemos en la azotea?
Sakura miraba con pena la comida que había preparado Ino para las dos.
- ¿Esto es lo que vamos a comer?
- Si, está muy bueno, ya lo verás, tiene los nutrientes básicos y nada de grasa.
- Ya pero...
- No hay peros que valgan, Sakura, para presumir hay que hacer sacrificios.
Sakura se arrepentía de haberle dicho a Ino que quería adelgazar, solo con ver aquel plato ya sabía de antemano el hambre que iba a pasar y soñaba con el bocadillo que iba a hacerse cuando llegase a su casa.
- Y tienes que bebes mucha agua, no lo olvides, es importante. Luego esta tare iremos a apuntarnos al gimnasio, será estupendo, verás que bien lo vamos a pasar.
Y Sakura no podía evitar lamentarse de su suerte... al menos así se aseguraba de que Ino comiese algo... aunque fuese... "eso".
Mientras, Sumire escuchaba entusiasmada el relato de Ten-Ten sobre el besito con Kiba, Ryuko el suyo con Chouji y por supuesto lo que más le emocionó fue el beso de Akane a Shikamaru delante de su padre. Aquel era el echo mas insólito que podía imaginar... insólito y vergonzoso.
Asuma compartía mesa con Kurenai, Anko, Genma, Jiraiya, Tsunade y Shizune.
- A ver Asuma - decía Tsunade - Kurenai mas o menos nos ha puesto al día ¿que sabes tu?
- He hablado con Shikamaru Nara, es el que ha dado la voz de alarma.
- Espero que esa alarma sea justificada, esto es algo muy grave.
Asuma repitió todo lo que Shikamaru le había relatado a él.
- Pobre criatura - se lamentaba Shizune mientras el resto permanecían callados.
- Está claro - dijo al fin Jiraiya - Esa niña aprendió a ocultar sus miedos.
- Seguramente si se quejaba era peor - añadió Kurenai.
- Aprendió a obedecer y a callar - habló Genma - A no dejar mal a sus padres o familia. Pero a mi lo que me preocupa es eso de que mendigase un poco de cariño.
- Hoy tienes clase de tutoría con 2-2 ¿no, Anko? - se dirigió Kurenai a la aludida que respondió con un leve movimiento de cabeza - Creo que voy a ir a esa clase. Si la llamamos al departamento de orientación va a estar alerta, si ha sido capaz de ocultarlo tantos años no haremos que confíe en nosotros. En clase la pillaremos más desprevenida.
- Lo que está claro es que hay que hacer algo ya - exigió Tsunade - Es ya muy mayor, el daño puede ser irreparable. ¿A que hora es tu clase, Anko?
- A última.
- Primero tienen clase conmigo - explicó Shizune.
- Esas horas yo las tengo libre. Os voy a proponer algo - comentó Jiraiya - Puedo ir con Shizune y decir que voy a dar una charlas sobre abusos entre compañeros y llevar el tema a donde nos interesa.
- Prepararé unos test - propuso también Kurenai - La excusa del abuso entre compañeros es buena, creará un ambiente relajado y nadie sospechará de las preguntas. Te marcaré los test para que le des a Kumoyuki el que a mi me interesa.
- Haced lo que creáis oportuno - finalizó Tsunade - Pero estoy hay que solucionarlo. No puedo permitir que sucedan estas cosas en mi instituto.
Lo que nadie podía imaginar es que estaban a punto de abrir no una, si no varias cajas de Pandora y que la charla que iban a iniciar sería el comienzo de una serie de hechos en cadena que no iban a saber detener... había más secretos ocultos de los que suponían y más fantasmas que espantar.