sábado, 23 de agosto de 2014

80. Amigos a los que acudir

No es que a Shino no le preocupase si Akane estuviese o no embarazada, sabía que eso era el colmo de los problemas para la pelirroja, su padre reaccionaría mal, muy mal y su madre aún peor y más aún como la chica no quisiese o no supiese decir quien era el padre. El sabía que no lo era, estaba seguro, no podía serlo porque si bien era cierto que de pequeños Akane y él habían tenido sus toqueteos y sus experimentos, eso era cuando aún no sabían bien lo que se sentían, cuando Akane se refugiaba en él para sentirse bonita o algo así y él pues lo único que tenía eran ganas de descubrir su propio cuerpo, pero ahora, pasados unos años ambos sabían que lo que sentían el uno por el otro era solo amistad, cariño si, pero nada más. Habían compartido muchas cosas juntos, mas malas que buenas y eran como de la misma familia, quizás decir como hermanos era mucho pero si como primos.
Shino no podía sentir otra cosa por Akane que cariño y deseos de ayudarla, el recuerdo de no ayudarla cuando lo necesitaba pesaba mucho sobre él, era una maldita espina que nunca podía olvidar pero de ahí a mantener relaciones con Akane iba un abismo. Si ahora pensaba en esa posibilidad la rechazaba automáticamente, era imposible incluso desagradable, por eso sabía que por mucho que le hubiesen echado vete tu a saber que en la bebida y por un calentón muy grande que le diera él o había hecho nada con Akane y menos aún delante de Sasuke, vamos, lo más alejado de sus deseos sexuales era tener sexo con alguien que consideraba como su hermana y encima haciendo un trío con el Uchiha... imposible del todo.
Aunque había que reconocer que por un momento se le fue de las manos.
No, imposible.
A él no podía pasarle eso.
No es que quisiese fastidiar a Shikamaru pero seguro que si estaba embarazada era de él. Tampoco es que quisiese pasarle el marrón al Nara... bueno si, quería pasárselo, no iba a estar haciéndose el bueno ahora.
Pues si, lo único que le faltaba. Por unos instantes el pánico se apoderó de él ¿que pasaría si al final Akane estuviese embarazada de él? Desde luego no se sentía preparado para afrontar una paternidad, por favor si no era capaz de cuidarse a si mismo, si no sabía nada de la vida ¿que iban a hacer? porque de seguro que les obligaban a casarse ¿y como iba a casarse con Akane? Ya se veía casado a mala gana, dejando sus estudios y buscando trabajo a saber en qué porque sin estudios es muy difícil encontrar un buen trabajo y ni sus padres, ni los de Akane iban a ayudarles y... se veía comiéndose los mocos para sobrevivir.
No quería ser egoísta pero tampoco podía evitarlo. A fin de cuentas solo tenía 17 años ¿que es lo que se esperaba de él?
Tendría que hablar con Akane. Conociéndola como la conocía seguro que había entrado en "modo pánico" y con lo drástica que era para todo se negaría a tener ese niño. Sería mejor que estuviese a su lado.
- Hola Akane - la saludó al entrar en clase y verla enfrascada escribiendo un montón de números en una hoja de su cuaderno.
- Hola Shino ¿Que tal?
- Yo bien ¿Y tú?
- Bien, bien.
- ¿No tienes nada que contarme?
- No, nada, todo bien.
Así iban mal. No iba a conseguir que le dijese nada pero tampoco iba a ir y decirle "oye, que por cierto, me estaba preguntando si no estarás embarazada"
- ¿Que haces?
- Nada, una chorradita de las mías, calculo cosas.
- ¿Que cosas?
- Tonterías.
- Vale. Oye Akane ¿Recuerdas que soy tu amigo?
- ¿A que viene eso?
- No, por nada, solo que si necesitas hablar con alguien, de lo que sea, puedes decírmelo.
- Ah si eso ya lo se.
- Bien, pues no lo olvides... de cualquier cosa, aunque sea cosa de chicas.
Y como era habitual en Shino se marchó a su asiento dejando a su interlocutor bastante confundido, aunque Akane empezaba a sospechar que Shino se estaba oliendo algo, quizás es que había hablado con Jisei.
- ¡Akane! - Sumire entró atropelladamente directa a su mesa - Que ya te he pedido cita.
- ¿Qué?
- Para la clínica esa que te dije - susurró mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie les escuchaba.
- ¿Que has hecho qué?
- ¿A que no te ha venido? No, no te ha venido, si te hubiese venido no tendrías esa cara tan larga, estarías alegre, con una sonrisa de oreja a oreja y casi gritándolo.
- Tú lo flipas.
- Pues ya he llamado. Tienes hora esta tarde a las 5.
- ¿Qué?
- Esta tarde a las 5. Estas cosas cuanto antes se sepan mejor.
- ¿Que te has vuelto loca o qué?
- Si yo no lo hago tu no lo vas a hacer nunca. Quedamos esta tarde a las 4 y media en la estación de tren.
- ¡Sumire!
- Vale, si no quieres ir no vayas, allá tú ¡Misaki! ¿Que te ha pasado?
Misaki entraba por la puerta con un brazo escayolado y en cabestrillo y Sumir no era la única que le preguntaba lo mismo.
- Ayer me caí por las escaleras de mi casa -contestaba azorado el chico.
- ¿Te has roto algo?
- Pues si, es que soy muy patoso.
Sai, sentado desde su sitio en el aula le observaba. Misaki sonreía a todo el mundo mientras explicaba como había sido la caída. Cuando se acercó a su mesa, situada al lado de la de Sai, miró a este con vergüenza.
- Me caí - repitió.
Sai no hizo ningún gesto que denotase incredulidad, ni siquiera preocupación, se limitó a sonreír.
- Debió ser un golpe muy aparatoso - comentó.
- Pues si, bastante.
- Tienes moratones en el cuello.
- Si... me di varios golpes.
- Claro.
Sin querer mirar a Sai a los ojos, Misaki se sentó.
- ¿Te llevaron al hospital a que te curaran?
- ¿Eh? Si, si, claro.
- ¿Que ha dicho tu madre?
- Que soy un patoso y me lo tengo merecido por no mirar donde piso.
- Claro ¿y el novio de tu madre?
Misaki le miró asustado para retirar inmediatamente la mirada.
- Nada, nada, él no dijo nada.
- ¿Y que dijeron en el hospital?
- Que... que tenía que tener mas cuidado. Debo revisarme la vista, a lo mejor me caigo tanto porque no veo bien.
- Si... a lo mejor.
Sai estaba lleno de rabia, una rabia que nunca antes recordaba haber sentido, mezclada con odio, frustración y un sentimiento doloroso, pero no expresó nada, simplemente le miró, no le parecía muy apropiado montar una escena delante de sus compañeros.
Que se había caído por las escaleras repetía continuamente Misaki, si, claro, y como siguiese diciéndolo terminaría hasta por creerselo. Lo triste es que seguramente creería que se lo merecía.
Durante las clases Akane estuvo distraída. Le reventaba reconocerlo pero Sumire y Jisei tenían razón, tenía que admitir que podía estar embarazada, podían ser nervios, si, podía ser que estuviese histérica, también pero también podía ser que... ah, no podía ni decir mentalmente aquella palabra. Si, tendría que ir a la clínica esa, sería lo mejor, así saldría de dudas y quizás la ayudasen.
Llegó la hora del almuerzo. Karin se puso en pié y se acercó a Fatora.
- Vamos - le dijo.
- ¿A dónde?
- A comer. Hoy vamos a comer juntas.
- Gracias pero yo voy a comer con...
- Conmigo. No seas tonta Fatora ¿Te vas a quedar otra vez sola en el aula?
- No, yo pensaba ir con Sasori.
- Ven conmigo, mira lo que he traído - abrió su fiambrera - Lo he hecho yo, se me da muy bien. Anda vamos.
- ¿Y tus amigos?
- No me apetece ver la cara de Suigetsu, Juugo va a comer con Kimimaro y Sasuke con Tobi y a mi no me gusta ese chico, últimamente no se que se traen entre manos, nada bueno, seguro.
Kiba prácticamente había abordado a Shino sin posibilidad de que este reaccionara.
- Tienes que venir con nosotros.
- ¿Contigo y con quien más, cachorro loco?
- Con Hinata.
- ¿Con Hinata? ¿Pasa algo?
- Pues si, ayer pasó algo y estoy preocupado por ella. Venga, somos sus amigos y nos necesita.
- ¿Y que pasó ayer?
- Algo gordo, algo muy gordo.
Mientras seguía a Kiba, Shino se preguntaba que sería eso tan gordo que decía Kiba, cualquier exageración, porque Kiba era experto en exagerarlo todo. Esperó en el pasillo a que Kiba entrase en el aula de Hinata para convencerla de que tenía que comer con ellos, se imaginaba la cara que pondrían los demás al ver al cachorro prácticamente secuestrar a la chica.
Hinata salió detrás de Kiba. Esa chica era incapaz de decirle que estaba loco, así que, seguro que, por no pasar mas vergüenza le había dicho que si.
Ante la sorpresiva insistencia de Kiba, el grupo de Naruto quedó compuesto por él, Ino, Sakura, Lee y Sai y Misaki. Ten-Ten por su parte prefirió ir a comer con Neji, últimamente le notaba más serio de lo habitual, Neji siempre había sido serio pero es que le veía además como triste. Kankuro y Gaara se quedaron solos ya que Temari se acercó a Shikamaru y le preguntó si podía acompañarla. Chouji y Ryuko decidieron que se quedaban con sus amigas, Sumire, Jisei y Akane.
Akane, que había visto a Shikamaru irse con Temari se sintió mal, tenía ganas de llorar y eso la ponía de mal humor, no entendía porqué tenía que pasarle eso si a ella le daba igual lo que hiciese el ciervo ese, además le dolían mucho los riñones, era un dolor continuo que ya empezaba a cansarla ¿sería que le iba a venir la regla? Desde luego que no se encontraba nada bien. Se levantó de su asiento y llevó las manos a su espalda, a la altura de los riñones en un gesto que a Jisei le recordó totalmente el de una embarazada.
Y para colmo tenía ganas de ir al baño.
- Voy al servicio ¿Me acompañas, Sumire?
- Vale, voy contigo.
- Yo también voy - se unió a ellas Jisei.
- Sumire - dijo Akane de camino por los pasillos - Creo que te voy a hacer caso y si voy a ir a esa clínica.
- ¿Qué clínica? - preguntó Jisei.
- Una clínica ginecológica, allí le harán un análisis y le dirán si está embarazada o no.
- Pero eso debe costar dinero - se lamentó Akane.
- No - respondió Sumire - Ya he preguntado. La primera cita es gratis, solo cuesta el análisis pero no es mucho, si no tienes yo te lo presto.
- ¿Y no sería más cómodo que comprara un test de embarazo? - sugirió ahora Akane.
- Vale - añadió Jisei - Te lo haces ¿Y después? Imagínate que da positivo ¿que haces?
- Pero es que no va a dar positivo - habló con rabia Akane.
- Mira - intervino Sumire - Allí según me han dicho hay unos asistentes que te van a asesorar. No seas tonta, es lo mejor.
- Es que... si lo se, es lo mejor lo que pasa es que no quiero saberlo.
- Ah bueno pues entonces ignóralo, a ver si desaparece solo - comentó Jisei.
- ¿Vais a poder acompañarme alguna?
- Pues claro - respondió Sumire - Yo voy contigo.
- Y yo.
- Tengo mucho miedo, si es que no puede ser, yo no puedo estar embarazada, no puedo, no puedo - Akane se llevó las manos a la cara y se quitó las gafas, luego se secó una pequeñas lagrimillas - No puedo, es lo peor que me puede pasar, mi madre me va a matar.
- Tranquilízate - habló Jisei - Primero vamos a hacerte ese análisis y luego ya veremos lo que hacemos.
Akane se puso otra vez las gafas, había gente en los pasillos que las miraban curiosos.
- Tienes razón - dijo después de respirar hondo - Si es que me estoy poniendo histérica, porque ya veréis como va a ser que no.
Shikamaru y Temari habían salido a comer fuera, se habían sentado a los pies de un árbol y Shikamaru se tumbaba en la hierba poniendo sus manos detrás de su nuca, sentada s u lado, Temari miraba fijamente a Neji y Ten-Ten, los veía perfectamente, sentados a unos metros de ellos.
- Shikamaru
- ¿Humh?
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Lo harás de todas formas.
- ¿Soy mala persona?
Shikamaru abrió un ojo y la miró.
- No me lo parece.
- No te lo parece... pero lo soy, lo se.
- Entonces no me preguntes.
- Shika... ¿estás enamorado?
- ¿A que viene eso?
- Me gustaría saber que es estar enamorado.
- ¿Tú no estás enamorada?
- No lo se. Se que me gusta estar con Neji, me hace sentir bien, es serio pero se que puedo confiar en él pero también me gusta estar con Itachi, cuando estoy con él me siento... viva.
Shikamaru se incorporó perezosamente.
- Ahg, menudo rollo. Te voy a decir una cosa, no se puede estar enamorado de la misma forma de dos personas, no puedes sentir lo mismo por dos personas.
- Pero yo quiero estar con los dos.
- A lo mejor eso significa que no quieres a ninguno.
- ¿De veras crees que no se puede amar a dos personas a la vez?
- No si poder si se puede pero de forma distinta, tienen que ser sentimientos distintos.
- Tengo miedo... no quiero perder a ninguno de los dos ¿soy una egoísta?
- Hombre supongo que desde su punto de vista si, un poco.
- Pero yo no quiero renunciar a ninguno.
- Pues proponles formar una sociedad - dijo volviéndose a recostar.
- ¡No te burles!
- No me burlo, es que dices cosas muy absurdas.
- ¿Sabes? Yo creí estar enamorada de ti.
- Si, ya lo se.
- ¡No seas presuntuoso! Es esa actitud tuya la que Akane no soporta.
- ¿Y que lo voy a hacer? Las cosas son como son.
- La vida es bastante complicada.
- Bastante.
Neji y Ten-Ten comían en silencio. Neji no era amigo de hablar demasiado, Ten-Ten si, a Ten-Ten le encaba hablar pero en esos momentos le daba la impresión de que era mejor guardar silencio.
- He odio - habló de pronto Neji - Que estás saliendo con Naruto.
- Ah... esto... verás no es exactamente eso... te vas a reír cuando te lo cuentes.
- Naruto es buena persona, te va a tratar bien, me alegro por ti.
- No si es que en realidad...
- Naruto es trasparente, nunca mentiría a nadie.
- Te noto como melancólico.
- No me pasa nada, estoy como siempre.
- Neji te conozco desde que íbamos a la guardería ¿te acuerdas? La primera vez que te vi pensé que eras el niño más guapo del mundo.
- Lo recuerdo.
- Siempre estabas tan serio. En invierno nunca tenías prisa por salir al recreo, todos los niños corríamos al patio y tú se ponías tu abrigo con una lentitud que me enervaba.
- Lo recuerdo y también que me colocabas el gorro, la bufanda y tirabas de mi.
- Es que eras muy lento.
- Nunca entendí porqué te empeñabas en que saliéramos juntos.
- Ya te lo he dicho: eras el niño más guapo del mundo.
De nuevo el silencio se hizo entre ellos.
- Neji, se que te pasa algo, lo noto.
- No, no me pasa nada.
- Se que te pasa pero no te preocupes, no voy a insistir, solo quiero que sepas que cuando creas estar preparado para contárselo a un amigo yo estaré dispuesta a escucharte.
- ¿Por qué?
- Porque para eso están los amigos.
Ten-Ten sonrió como siempre lo hacía ella y Neji admitió que ver esa sonrisa era muy reconfortante.
A lo largo de la mañana el rumor de que Ten-Ten y Naruto tenían "algo" fue extendiéndose entre los alumnos. Al finalizar las clases aquello ya era más que "algo" era "seguro" y Shino se preguntaba si en realidad Kiba, en lugar de estar preocupado por Hinata y lo que pudiera sentir, no lo estaba por él mismo.
El rumor se había extendido tan rápido que aunque Naruto o Ten-Ten hubiesen intentado detenerlo no habrían conseguido más que aumentarlo porque ya se sabía que si algo se negaba era porque se quería mantener en secreto y si se quería mantener en secreto era porque era cierto.
Así que, al finalizar las clases Naruto y Ten-Ten ya eran pareja "oficial".
...
Jisei y Sumire habían quedado con Akane a las cuatro y media en la estación de tren pero antes Sumire pasaría por casa de Jisei para ir juntas.
- ¿No estás lista, Jisei?
- Si, ya estoy pero antes quiero hacer una llamada.
- Ah vale, me siento un poco... ay es que estoy muy nerviosa, me duele la pancita y todo de los nervios que tengo.
- ¿Y eso?
- Es que todo esto es tan… emocionante.
- Te recuerdo que no es a ti a quien le van a hacer esas pruebas.
- Si, ya lo se pero ¿Te imaginas que esté embarazada de verdad?
- Prefiero no imaginármelo - Jisei descolgó el teléfono y empezó a marcar.
- Pero es muy emocionante.
- Es una guarrada Sumire, una guarrada. Akane se va a volver loca... ¿Hola? Buenas tardes ¿está Shikamaru?... si
- ¿Estás llamando a Shikamaru?
- Yo se lo que me hago ¿Shikamaru? Que te llamo para decirte que Sumire y yo hemos quedado con Akane a las cuatro y media en la estación de tren.
En su casa, Shikamaru frunció el ceño.
- ¿Sucede algo? - preguntó.
- Si, es que vamos a acompañarla a un sitio.
- ¿A que sitio?
- A un sitio donde deberías ir tú.
Después de explicarle donde iban y despedirse de él, Jisei colgó satisfecha.
- ¿Por qué se lo has dicho?
- Porque espero que actúe en consecuencia. Si no lo hace me sentiré muy decepcionada.
Shikamaru colgó el teléfono y miró su reloj. Prácticamente voló hacia su habitación para cambiarse de ropa.
- Chiharu - decía mientras bajaba las escaleras a toda prisa - Dile a mamá que he tenido que salir, que es muy importante.
- ¿Dónde vas?
- Es que tengo que hacer algo urgente de... la obra de teatro.
Chiharu vio atónita como su hermano parecía poseído por una extraña energía, nunca le había visto darse tanta prisa para hacer algo.
En la estación, Akane, Jisei y Sumire esperaban el tren. Jisei miraba continuamente hacia la entrada.
- Por fin - dijo al ver aparecer a Shikamaru casi sin aliento que al verlas disminuyó su paso mientras se llevaba una mano a un costado.
- ¿Que hace él aquí? - preguntó molesta Akane.
- Yo le he llamado - contestó Jisei.
- ¿Por qué has hecho eso?
- Quizás porque el tango se baila entre dos - respondió Shikamaru acercándose.
- Tú... tú no tienes nada que ver con esto.
- Esto es tan problema mío como tuyo.
- ¿Lo sabías? ¿Se lo has dicho tú, Jisei?
- No, yo no le dije nada.
- Es cierto - añadió Shikamaru - Ella no me ha dicho nada, lo averigüé yo solito.
- Eso es mentira porque te ha llamado.
- Pero solo me ha dicho que ibais a una clínica.
- Pues ya te lo ha dicho.
- ¿Y que más da? - interrumpió Sumire - Lo que importa es que Shikamaru está aquí para acompañarte.
- No necesito su compañía.
- Akane no seas cabezota - la regañó Jisei - No ahora, en estos momentos no. Ahora tenéis un problema los dos, los dos.
- No, el problema es mío, solo mío.
El ruido del tren acercándose hizo que todos mirasen en esa dirección.
- El tren está a punto de llegar - habló Shikamaru - ¿De veras quieres apartarme de tu vida?
Akane le miró a los ojos.
- También fue mi culpa Akane, metimos la pata los dos, yo no pensé ni razoné y eso te causa problemas, por favor, déjame al menos estar a tu lado... si fui hombre para hacer lo que hice tengo que serlo para aceptar las consecuencias. No fue solo culpa tuya, fuimos los dos, déjame estar a tu lado, por una vez en tu vida no seas una cabezota y deja que te ayude.
Akane suspiró, de nuevo le entraban ganas de llorar.
- Está bien, acompáñame.
- Toma - Sumire ofreció a Shikamaru unos billetes - Es para pagar los análisis.
- No, yo llevo dinero.
- Cógelo, quizás los necesitéis.
- ¿Es que tu no vienes? - preguntó Akane.
- Nosotras nos quedamos - respondió Jisei - Shikamaru es toda la compañía que necesitas, además nosotras te pondríamos mas nerviosa.
Shikamaru cogió la mano de Akane y entrelazó los dedos.
- Sea lo que sea estaré contigo y no te fallaré.
- ¿Y aceptarás lo que yo diga?
- Lo que sea y no insistiré en nada. Solo quiero estar a tu lado.
Cuando las puertas del tren se cerraron con Akane y Shikamaru dentro, Jisei y Sumire se miraron y sonrieron felices.
- Pero yo quería ir - se quejó Sumire - Jopetas que rabia me da, ahora me he quedado sin saber que pasa.
- Pues nos enteraremos mañana.
- Si claro, pero mañana es mañana, no voy a poder dormir con la intriga.
- Ah pero si eso ya te lo digo yo: si está embarazada.
- ¿Y por qué lo sabes?
- Porque lo se.
- Pero no es seguro.
- Pero lo se.
- Eso no me convence del todo.
...
Sai había ido a casa de Sakura. Esta se extrañó mucho al verle y lo primero que pensó era que algo malo le pasaba.
- ¿Podemos bajar a tomar algo? - dijo el chico.
- Claro, claro.
Sakura se arregló un poco para salir a la calle, una vez allí se dirigieron a una cafetería cercana. Sakura esperaba que Sai comenzase a hablar pero este no lo hacía, era alto absurdo, si quería hablar con ella ¿por qué ahora no lo hacía? Supuso que fuese lo que fuese el problema el chico no sabía plantearlo, debería empezar ella.
- ¿Que sucede Sai?
- Sakura tu siempre has estado enamorada de Sasuke.
- Eso es al menos lo que he creído.
- Entonces se supone que eres experta en amor.
- Hombre tanto como experta no diría, más bien soy experta en hacer el ridículo.
- ¿Que es el amor?
- ¿Cómo?
- He intentado buscar lo que es el amor pero no encuentro una definición que me aclare mis dudas ¿Cómo es estar enamorado?
- ¿Estás enamorado?
- No, estoy seguro de no estar enamorado pero me gustaría saber que se siente al estarlo.
- Algunas cosas no se pueden explicar, hay que vivirlas para conocerlas.
- Conozco a una persona con la que me gusta estar, si puedo busco su compañía, a su lado me siento lleno de un extraño sentimiento cálido en mi interior. Me gusta ver su sonrisa y cuando algo malo le pasa siento como... no se explicarlo.
- ¿Dolor dentro de ti?
- No se, algo así como pena.
- Pues no se si estás enamorado pero parece que importarte te importa mucho.
- Me paso el día pensando en esa persona, si estará bien, si le harán daño. Me siento muy confuso Sakura.
- Entiendo. Me alegra mucho que hayas acudido a mí, eso es que me consideras tu amiga.
- ¿Es malo sentir lo que siento?
- No, para nada, es maravilloso, te hace sentir vivo.
- Pero duele.
- El amor siempre duele.
- Pero yo no estoy enamorado, estoy seguro de que no estoy enamorado.
- Pero tu mismo me has dicho que no sabes lo que es estar enamorado.
- Por eso quiero que tú me lo expliques, para reconocer ese sentimiento cuando aparezca.
- Cuando aparezca lo sabrás... no hay más.
- Bueno, tú háblame.
- Sai eres un chico muy rarito y no te ofendas.
- No, si no me ofendo - sonrió.
...
- ¿Quien te lo ha dicho? - preguntaba Akane en el tren al lado de Shikamaru.
- Nadie. Esperaba que lo hicieras tú.
- Venga en serio, no me voy a enfadar ni montarle ninguna escena ¿Ryuko?
- Negativo. Ni Ryuko, Jisei o Sumire me han dicho nada.
- ¿Ten-Ten?
- Tampoco. Te digo que nadie me ha dicho nada, lo averigüé yo solito, solo tuve que sumar dos y dos, dejabas demasiadas pistas.
- ¿Qué pistas?
- Me da pereza contártelas ahora.
- Pero Jisei te ha llamado.
Shikamaru suspiró.
- Me aburres Akane, te prometo que me aburres. Jisei me ha llamado supongo que llevaba por un presentimiento o algo. Te digo que nadie me había dicho nada, son conclusiones a las que llegué yo solito, no era tan difícil, solo había que observarte. De todas formas me hubiera gustado que me lo hubieses dicho, esperaba que lo hicieras ¿A que esperabas para hacerlo?
- A nada. Esperaba no tener que hacerlo nunca.
- Ya, como siempre. Soy un cero a la izquierda en tu vida ¿verdad?
- No es eso es que esperaba que no tuviera que decírtelo. Es que estoy muy asustada.
- Eso si lo entiendo... bah, no pasa nada, no te vayas a poner a llorar ahora. Lo importante es que estoy ahora.
- ¿Estás enfadado?
- ¿Por que no has tenido confianza conmigo?
- Entre otras cosas.
- No. Ya te conozco y se lo cabezota que eres y lo que te gusta solucionarlo todo tu solita pero tienes que acostumbrarte a contar con los demás, a veces a los amigos nos gusta ayudar ¿no lo sabías?
- Lo siento.
- Si te empeñas en apartar a la gente que te quiere de tu lado al final si vas a encontrarte sola.
Akane se mordió el labio inferior, Shikamaru tenía toda la razón.
- ¿Has pensado lo que haremos si resulta que... si? - preguntó algo nerviosa, parecía una tontería pero con esa frase y ese "haremos" Akane estaba diciendo mucho más de lo que parecía porque incluía a Shikamaru en sus planes, este la miró sorprendido.
- No lo se pero ahora no lo pienses, no merece la pena preocuparte antes de tiempo.
- Pero...
- Si es que no, lo celebraremos.
Akane sonrió.
- Conseguiré unos preservativos y lo haremos bien porque la verdad, tengo un recuerdo de lo más triste - añadió sonriendo de medio lado Shikamaru, Akane le golpeó en el estómago.
- ¡Payaso!