lunes, 18 de agosto de 2014

43. La manera mas tonta de vencer

El equipo de Kimimaro llegó hasta donde había sido la batalla entre los equipos naranja y magenta. Solo quedaba Sasuke, sentado, abatido y con gesto de querer cobrar venganza por algo.
- ¡Sasuke! - Naruto corrió a su lado - ¿Qué te ha pasado?
- ¿No es obvio?
- ¡Naruto no seas tan imprudente! - advirtió Neji - ¿No ves que podía ser una trampa?
- ¿Que ha pasado con tu equipo? - se interesó Kimimaro.
- Solo han quedado Tobi y Akane, se los han llevado prisioneros. También llevan prisionera a Sakura.
- ¿A Sakura-chan? - preguntó alarmado Lee.
- Si, apareció de pronto.
- ¿Sabes dónde iban? - se apresuró Naruto a preguntar.
- Van a llevar los prisioneros a un punto de control. Tener cuidado con ellos, sus pulseras están desactivadas y atacan por todas partes.
- ¿Y tú que haces aquí? - se interesó Konan - ¿Por qué no vas a un punto de control? ¿Necesitas ayuda?
- Solo pienso en la paliza que me han dado. No debería haber dicho nada, los muertos no hablan, estoy cayendo muy bajo.
- ¡Venga! - gritó animado Lee - ¡Tenemos que salvar a Sakura y a Akane!
- ¡Si! - gritó también Naruto - ¡Seremos unos héroes! y Sakura hasta quizás me de un besito, ¡dattebayo!
- ¡Estoy deseando encontrarlos! - seguí jaleando Lee.
- Bueno vámonos - ordenó Kimimaro.
- Naruto - le llamó Sasuke - No te fíes de Shikamaru, no actúa como crees, además lleva mi pulsera, la que me unía a Akane, ella no está libre y...
- Tranquilo - Naruto le miró muy serio - Rescataré a Akane.
El equipo magenta había parado a descansar y comer algo. En las mochilas llevaban algo de alimento, unos bocadillos, frutos secos, chocolate... algo que diera energía rápida.
Habían separado a los tres prisioneros, no querían que estuviesen juntos para evitar que entre ellos organizasen cualquier "plan de fuga" o algo por el estilo. Akane, sentada en el suelo, observaba al equipo magenta no muy lejos de ella hablando de la estrategia a seguir. Shikamaru hablaba y los demás le miraban atentamente. Cuando terminó se levantó y se acercó a ella.
- ¿Estás bien?
- Seguro, estupendamente.
- Vaya, por fin te decides a hablarme.
- Si, tengo muchos insultos que decirte.
Shikamaru se sentó a su lado y la miró. A Akane aquella mirada la descolocó, por primera vez volvía a ver los ojos de su amigo, no aquellos ojos fríos e insensibles, era como volver a ver a Shikamaru después de un tiempo.
- ¿Quieres comer algo?
- Tengo la mochila a mi espalda y las manos atadas, no se si te has dado cuenta pero no puedo sacar la comida.
- Es cierto. Muévete un poco, yo te la saco.
- Déjalo, no tengo ganas de nada.
- ¿Te has enfadado mucho?
- No... me encanta que me trates así... estoy siendo irónica, por si no te habías dado cuenta.
- ¿Quieres nueces?
- ¿Sabes por dónde te puedes meter tus nueces?
- Veo que sigues enfadada.
- A lo mejor piensas que debo reírte la gracia.
- Es culpa tuya, te he dicho muchas veces que no me gusta verte con Sasuke.
- Ah claro y yo tengo la culpa.
- Le estás dando muchas confianzas. Ese chico te va a meter en problemas.
- Eso sería problema mío.
Shikamaru bajó la mirada.
- Claro ¿por qué tengo que preocuparme yo? Soy un poco ridículo ¿no? En fin ¿quieres nueces o no? - volvió a mirarla, Akane hubiese jurado que sus ojos ahora parecían tremendamente tristes - o mejor... tengo chocolate.
- ¡Es verdad! Tenemos chocolate ¿no se habrá derretido? Hace calor.
- Tomad - Stella llegó ofreciendo un puñado de moras - Las hemos encontrado Chouji y yo, ya las hemos lavado y todo.
Akane frunció el ceño mientras la veía alejarse.
- ¿Qué le pasa a esa? Actúa muy raro.
- Simplemente se ha adaptado al grupo. Sabe que tiene que colaborar con nosotros, es lo más inteligente. A pesar de su aptitud pija y con aires de superioridad Stella no es tonta... al menos hasta que consiga lo que quiere ¿Quieres moras?
Shikamaru llevó una mora hasta la boca de Akane, pensó que sus dedos corrían peligro, conociéndola lo mas seguro es que aprovechara para darle un buen mordisco. Pero lo hizo, solo aceptó la mora.
- Está dulce - dijo la chica.
- ¿Tienes hambre, eh?
- Pero nunca lo reconoceré, ya sabes como soy.
- Akane yo... necesito hablar contigo.
- No empieces a ponerte en plan de víctima, no lo soporto.
- Pero que... pesada eres... Tenemos algo pendiente y te juro que lo vamos a solucionar.
Kabuto les observaba.
- Mira que escena más tierna - musitaba.
Karin llegó corriendo.
- ¡Shikamaru! ¡Ya están aquí!
- Estupendo - dijo Shikamaru levantándose - Ya sabéis lo que tenéis que hacer. Levanta Akane, Stella tu escóndete con Tobi. Sakura, tú ahí quietecita, vas a disculparme pero voy a atarte al árbol.
- ¿Que soy? ¿La carnaza?
- Tú lo has dicho... un cebo perfecto.
- ¿Creéis que van a caer un una trampa tan obvia?
Sakura terminó la frase en solitario, todos habían desaparecido rápidamente y ella estaba allí sola y atada a un árbol... eso era muy ridículo.
- ¡Sakura, te encontré! - gritó Naruto.
- ¿Sakura-chan, estás bien? - gritaba Lee.
- Naruto no... - empezó a decir Neji viendo como el rubio se acercaba corriendo a ella.
Una ráfaga e disparos dieron contra Naruto y Lee. Sakura agachó la cabeza abatida.
- Pues si... han caído... ¡Naruto! - gritó de pronto furiosa - ¿Eres tonto o que te pasa?
- ¡Yo solo quería ayudarte, dattebayo!
Kimimaro, dejando a parte su habitual tranquilidad, estaba a punto de lanzarles la metralleta directamente. Konan se había quedado parada con la boca abierta y a Ryuko le entraron ganas de reír.
- ¿Cómo no has visto que era una trampa? - gruñó entre dientes Neji mirando a Lee - ¿Es que nunca vas a pensar? Por que ya has caído si no te disparaba yo mismo.
La cara de Sakura mirándolos daba realmente miedo.
- ¿Sois imbéciles? - continuaba gritando - ¿En que pensabas Lee?
- Lo siento Sakura-chan, me he dejado llevar por el entusiasmo.
- Lo siento, lo siento... sois los héroes más patéticos que he visto en mi vida.
Kimimaro soltó la pistola y se dejó caer abatido sentándose en el suelo.
- No me lo puede creer.
- ¡Serán imbéciles! - gruñó Konan - Eso es pasa por pensar con el pito.
Shikamaru se rascaba la cabeza.
- Desde luego... tanto pensar una estrategia para esto.
Mientras, Sakura seguía gritándoles.
Ryuko, de improviso sintió un golpe en su espalda, como si le hubiesen lanzado algo, se giró buscando el origen del golpe.
- No te muevas ni digas nada - oyó un débil susurro.
- ¿Shino?
- ¿Por qué no te rindes a mi? Total tu pareja está muerta.
- ¿Dónde estás? ¿Que haces aquí?
- Dando un paseo ¿Te rindes? Te tengo en el punto de mira.
- Si, si... me rindo... ya que más da.
- Quítate el pañuelo y lánzalo.
Ryuko, algo confusa miró a Kimimaro y Konan que seguían alucinados viendo la escena de Sakura gritando a los otros dos que no sabían ni como justificarse. Le quitó el pañuelo y lo lanzó, enseguida Shino apareció.
- Esta es mía - dijo sorprendiendo a Kimimaro y Konan - No os esforcéis en dispararme, si lo hacéis descubrirán vuestra posición. El equipo magenta está disgregado y abarca todos los ángulos. Si cooperáis conmigo a o mejor podemos quitarles todas sus banderas.
Mientras hablaba rompió la pulsera de Ryuko y la lanzó golpeando a Lee en la cara.
- ¿Y esto? - dijo el chico muy perplejo.
- Tengo el pañuelo de Ryuko - habló Shino.
- Vaya... el que faltaba - comentó Shikamaru.
- ¿Quieres negociar, Shikamaru?
- Paso, se lo que me vas a pedir.
- Tenía que intentarlo.
Shikamaru tenía que pensar rápido. Shino estaba eso, de momento, eso podía parecer una desventaja pero Shikamaru conocía a Shino, este era silencioso y se escabullía con facilidad, podría estar en cualquier sitio, además era metódico y bastante listo, eso quería decir que podría acercarse a cualquiera de su equipo y derribarle. Shikamaru quería que su equipo terminase sin ninguna baja. Realmente Shino representaba una gran molestia.
Konan vio asombrada como Shino, de repente, había desaparecido, dejando allí a Ryuko.
- ¿No te lleva contigo?
- Parece que no le sirvo de mucho, ya tiene lo que quería.
- Pero ya no puedes hacer nada - aclaró Kimimaro - Estás eliminada igualmente.
- ¿En que te conviertes ahora? - se preguntaba Konan - No tienes pañuelo, pero no estás prisionera... eres una prisionera liberada.
- ¿Hacemos una alianza, Shino? - se oyó a Shikamaru.
Shino no contestó. Mala señal. Shikamaru miró a su alrededor. Necesitaba coger la bandera que casi seguro llevaba Lee ¿cómo acercarse sin que Shino disparase?
- Equipo magenta ¿Cuantas banderas tenéis? - preguntó de improviso Kimimaro.
- Contando la nuestra, cuatro - respondió Kabuto.
- Entonces ya habéis ganado. Esto ya no merece la pena. Rindo lo que queda del mío.
- ¿Pero que dices? - gritó Konan-
- Piénsalo, ellos ya han ganado, estamos bajo un fuego cruzado entre ellos y el tipo que anda suelto. Ellos han demostrado lo que valen, son bueno, prefiero dar nuestra bandera a los ganadores. Este juego ha llegado a su fin y yo ya no tengo ganas de seguir.
- Tienes razón, además yo estoy ya cansada... y podré ver a Pain... y él está en el equipo ganador... ¡Nos rendimos al equipo magenta!
-¿Por qué habláis por mi? - inquirió Neji.
- ¿Quieres seguir luchando en este absurdo juego? - respondió Kimimaro - Nos han hecho jugar para que intentásemos comprendernos y trabajar en equipo con otras personas a las que habitualmente no queremos entender... ya hemos aprendido algo… que los que han conseguido olvidar momentáneamente sus diferencias y sus prioridades personales son los que han ganado, nosotros hemos perdido porque dos miembros de nuestro grupo han preferido guiarse solo pensando en sus impulsos.
Neji recapacitó sobre las palabras de Kimimaro. En cierta forma seguir con ese juego era algo muy absurdo, estaban en desventaja y ya no ganarían como equipo.
Instantes después, Kimimaro, Konan y Neji aparecieron tirando sus armas. Neji miraba a Naruto y Lee con ojos coléricos.
- No te enfades, tenía que hacerlo, prefiero morir defendiendo a Sakura que no hacer nada - hablaba Naruto.
- Sois absurdos - fue lo único que dijo.
- ¡Shino! - dijo Shikamaru - Se han rendido, no puedes dispararles.
- A ellos no puedo dispararles pero a la gente de tu grupo si.
Shikamaru hizo un gesto a Karin, Pain y Kabuto para que buscasen a Shino.
- Shino, nosotros somos 6 ¿crees que te puedes esconder de todo?
- Seguro que no es fácil pero lo puedo intentar.
- Shino vamos a dejarlo - se oyó a Chouji - Tengo hambre y estamos cansados.
- Dadme a vuestros prisioneros.
Shikamaru miró a Akane.
- Para esto has quedado, para ser moneda de cambio.
- ¿Y que vas a hacer, ciervo? - contestó la chica.
- Te puedes llevar a Sakura y a Tobi.
- No, a Tobi no. Tobi prefiere ser prisionero del equipo ganador.
- Mira que eres raro - comentó Akane.
- Tobi se rindió a este equipo.
- ¿Y qué mas te da? - le dijo Chouji
- Si da, a Tobi si le importa.
- ¿Te parece llevarte a Sakura, Shino? - habló en voz alta Shikamaru.
- Dame también a Akane.
- No. No te voy a dar a mi prisionera, me siento superior teniéndola atada a mi y es mi seguro, si la libero esta gata salvaje es capaz de cualquier cosa.
- Pues dame los pañuelos del equipo de Kimimaro, a fin de cuentas se han rendido gracias a mí.
- No. El de Naruto y Lee son nuestros y todo lo que tengan en sus pertenencias. Lo demás te lo puedes quedar.
- ¿Y cómo se que no me vas a disparar?
- Tienes mi palabra.
- Con eso me vale ¿te vale a ti con la mía?
- Perfecto.
Cuando llegaron al barracón ya estaban el resto de sus compañeros esperándoles y también los profesores. El equipo magenta mostró sus trofeos: todas las banderas y un buen puñado de pañuelos. Hubo vítores y aplausos. Se les dio una medalla a cada uno de ellos y también a Shino por ser el único que llegó a sobrevivir y conseguir méritos en solitario.
- Entonces - habló Tsunade para todo los alumnos - ¿Ya estáis todos libres de vuestras parejas?
- No - gruñó Akane - Yo no. Estoy unida a este desperdicio de ser humano.
- Perdona, perdona, pecosa... toma, la pulsera.
- ¿Y me puedes desatar o es mucho trabajo?
- Ahg... si te desato me pegas, fijo.
- ¿Habéis sacado alguna conclusión de todo esto? - continuaba hablando Tsunade para el resto.
- Que ha ganado el equipo con menos escrúpulos - respondió Sasuke.
- O el que mejor se ha adaptado - repuso Tsunade - A pesar de las diferencias decidieron colaborar, por eso fueron fuertes, confiaron en su líder ¿verdad Naruto?
- ¿Por qué me miráis a mi? ¡Lee hizo lo mismo que yo!
- Actuasteis por vuestra cuenta sin escuchar pero ya hablaremos de esos detalles. Ahora ir a daros unas duchas que algunos estáis hechos un asquito y luego pasad al comedor. Aunque no llevéis pulseras seguís siendo los mismo equipos ¿entendido? Vamos a tener unas charlas sobre lo que ha pasado.
- Ha sido toa una sorpresa - comentaba Kurenai a Asuma - Esperaba más de los Uchiha.
- Si, yo tampoco esperaba de Shikamaru, Pain y Kabuto llegasen a trabajar en equipo. Creo que lo que ha vencido ha sido la inteligencia; los que han analizado fríamente las cosas y los beneficios que podía reportarles trabajar en equipo.
- Lo que ha sido un desastre ha sido el equipo de Iruka: Deidara y Gaara juntos eran una bomba.
Después de las charlas sobre o que habían aprendido unos de otros y e lo que les había servido aquella experiencia, recogieron las tiendas y sus objetos personales, devolvieron las mochilas y emprendieron el viaje de vuelta.
Como compañeros de viaje y ya liberados de la presión de los equipos, fueron subiendo al autobús y sentándose según sus afinidades, por ejemplo, no tardaron Pain y Konan en hacerlo juntos. También Chouji y Shikamaru, Stella, al pasar por sus asientos, se detuvo.
- Quería decirte algo, medianía.
Shikamaru la miró como siempre aburrido. Stella se acercó a él y se estrelló contra su cara, clavándole casi los dientes en los labios.
- Nadie me besa sin mi permiso. Tampoco quiero que vayas diciendo estupideces. Que sepas que aunque te acepté como jefe sigues cayéndome fatal - le dijo marchándose con su habitual gesto de superioridad.
- ¿Te ha besado?
- Mas bien me ha mordido - decía tocándose los labios.
- ¿Pero tío, como lo haces? - casi parecía sollozar Kankuro que lo había visto todo - Te juro que seré tu esclavo pero dímelo.
- Si no he hecho nada... Las mujeres son muy raras, nunca se sabe lo que piensan.
Shikamaru cerró los ojos y se dispuso a dormir.
Karin se enganchó prácticamente a Sasuke. Después de su conversación con Chouji estaba más dispuesta que nunca a hacerle entender que ella también quería una oportunidad.
- ¿Nos sentamos juntos?
- Bueno - respondió Sasuke de forma impersonal. Le daba igual quien se sentase a su lado, ya casi estaba resignado a oír a Sakura e Ino discutir sobre el tema y terminar junto a Naruto - Siéntate dónde quieras.
Shino se sentó junto a Kiba. Ten-Ten al lado de Sumire. Lee miró con ojos penosos a Neji que con un leve gesto le aceptó como compañero. Ryuko con Akane.
- Akane ¿Por qué no me haces un favor? - decía medio sonriendo Ryuko, aquella sonrisilla no le dio buena espina a la chica pelinaranja.
- ¿Qué te pasa?
- ¿Por qué no le dices a Chouji que se siente conmigo?
- Si quieres ir con Chouji haberte sentado con él.
- Es que me da apuro, anda, tu vas y le dices que te quieres sentar con Shikamaru ¿eh?
- Si claro. Siento un gozo inmenso por sentarme a su lado ¿Crees que Chouji es tonto y se lo va a tragar?
- Anda, anda, hazlo por mí.
Ryuko la miró con ojos de corderillo degollado.
- Vas a tener que compensarme esto - Akane se levantó y suspiró - Me lo tendrás que compensar mucho - Se acercó a los asientos de sus compañeros - Esto, Chouji ¿te lo digo de forma clara y concisa o me vas a hacer pensar una excusa medianamente creíble?
- ¿El qué?
- La razón por la cual te quiero cambiar el asiento.
- Lo primero.
- Estupendo. Pues porque si. Anda ve y siéntate con Ryuko.
- Pero...
- Que no me hagas pensar la razón, simplemente lárgate.
- ¿Quieres estar con Shikamaru?
- Si mira... tiene muchas cosas que explicarme y yo decirle un montón de insultos nuevos que se me han ocurrido.
- Bueno pues os dejo entonces... parejita - Chouji les dedicó una sonrisa amplia que a Shikamaru le sonó a recochineo.
- ¿Me dejas la ventanilla, bambi? Así me distraeré viendo el paisaje.
- Ahhhh... mendokusei.
Perezosamente se levantó para cederle su asiento. Cuando se volvió a sentar se recostó nuevamente.
- Estabas deseando estar a mi lado ¿eh? - comentó sarcástico.
- Si, me muero de ganas por verte dormir.
- Te gustó que te retuviese ¿a que si?
- Mejor duérmete de una vez. Desde luego, lo que hay que aguantar por una amiga.
- Tengo que conseguir atarte más veces.
- ¿Se puede saber que estás pensando, imbécil?
- En que te gustó... lo se.
- ¿Crees que soy una pervertida? ¿Crees que a mi me gusta que me dominen?
- Yo no he hablado de sexo... lo has hecho tú. Pero cuando me necesites para cualquier cosas solo tienes que decírmelo.
- Cállate de una vez... es ya lo que me faltaba por oír de ti...
- No... aún te falta por oír algo que no quieres.
- ¿Que me desprecias?
- ¿Eso es lo que crees?
- Mejor olvídame, haz lo de siempre, ignórame y duerme.
- Yo nunca te ignoro calabacita - dijo cerrando lo ojos - Nunca te he ignorado.
Deidara, aún sin subir en el autobús, apoyado en él, observaba a Gaara entrar, ambos se miraban de forma despectiva. De repente sintió su espacio vital invadido por otro cuerpo.
- ¿Deidara-sempai se lo ha pasado bien? - susurró a su oído Tobi. Deidara le retiró de un brusco golpe.
- ¿Hace falta que seas tan imbécil? De verdad Tobi, no se como te aguanto.
- Deidara-sempai se pone muy guapo cuando se enfada.
- ¡Quita del medio o te parto la boca!
- ¿Deidara-sempai no quiere repetir "aquello" con Tobi?
Deidara le agarró bruscamente del cuello de la sudadera.
- No vuelvas nunca a recordarlo ¿entiendes? Y ni se te ocurra contárselo a nadie.
- Si Deidara-sempai se pone tan violento llama la atención de los demás.
- Recuérdalo bien - le soltó con la misma brusquedad.
Tobi le vio subirse al autobús con una sonrisa en los labios.
- ¿Por qué no le dejas en paz? - oyó a su espalda, era Sasori.
- Porque Deidara es más guapo que algunas chicas.
- Cada vez eres más raro Tobi, terminarás consiguiendo que te reviente.
Sasori también se acercó a subir al autobús.
- Tobi sabe lo que hace - murmuró - ...Y siempre consigo lo que quiero.
Sakura e Ino en un principio se sentaron juntas pero no tardaron en comenzar a discutir, parecía una de sus habituales discusiones, pero Sakura sabía que era algo importante: ella había insinuado algo sobre lo poco que comía Ino y ésta había reaccionado a la defensiva; dándose cuenta de que aquella tontería terminaría convirtiéndose en una discusión seria que quizás rompiese el equilibrio y la confianza que Ino tenía en ella. Así que, alegando estar enfadada porque Sasuke estaba con Karin se levantó para cambiarse al lado de Hinata.
Ino pensó que aprovecharía que estaba sola para pedirle a Sai que sentase a su lado, sin embargo Sai se dirigió al asiento ocupado por Misaki.
- ¿Está libre este asiento? - preguntó sonriendo como era habitual en él.
- Si, no creo que nadie quiera sentarse a mi lado - respondió Misaki.
- Entonces ¿Te importa que lo haga yo?
Misaki miró intrigado a los asientos del autobús. Le extrañaba que alguien quisiese sentarse a su lado pero parecía que había más sitios vacíos.
- ¿Quieres sentarte aquí?
- Si a ti no te importa.
- No, claro - Misaki seguía mirándole intrigado, seguramente es que quería preguntarle algo, se preparó para escuchar algunas de las preguntas que siempre le hacían.
Pero Sai no habló. Se limitó a acomodarse y sacar un pequeño bloc de dibujo y un lápiz.
Parecía que la idea de Ino no iba a ser posible. Bueno, tenía otra opción: Shikamaru, él no iba a negarse y le venía genial para aprovechar y pedirle más pastillas, lo único era que en ese momento estaba sentado con Akane, mejor, él no soportaba a aquella chica así que agradecería que le pidiese cambiar el sitio.
- Shika - se acercó y habló con tono meloso - Enhorabuena, campeón.
- ¿Eh? Ah, Ino... me has sorprendido.
- ¿Quieres sentarte conmigo?
Shikamaru no se atrevió a girar la cabeza, sentía los ojos de Akane clavados en él, casi le daba miedo comprobarlo.
- Yo... es que... estoy bien, me da pereza moverme.
- Vamos - Ino se acercó a su oído y susurró - Te lo pasarás mejor que con ella. Debe estar muy enfadada.
- Déjalo Ino, te lo agradezco pero estoy bien.
- Es que quiero contarte algo.
Shikamaru suspiró, bien conocía a Ino, tendría que acceder si no quería que comenzase a ponerse insistente. Iba a levantarse cuando la mano de Akane le detuvo de una forma brusca, fue ella la que se levantó.
- ¡Temari! ¡Temari! - habló en voz alta haciendo aspavientos - ¡Aquí! Te he guardado el asiento.
Tanto Temari como Ino y Shikamaru miraron algo perplejos a Akane.
- Déjame pasar, ciervo. Mira Temari, siéntate y habla con éste inútil lo que tengas que hablar.
Temari miró confusa a Akane, luego a Shikamaru y por último a Ino.
- Lo siento Ino - continuaba Akane - Pero le dije a Temari que le guardaría un sitio al lado del ciervo.
- ¡Ah! - exclamó Temari, creía entender lo que estaba pasando - ¡Claro! Si... es que tengo que hablar con él. Gracias Akane.
- No hay de que. Que os divirtáis.
- Pasa al otro asiento Shikamaru - indicó Temari - Prefiero estar yo en este, así vigilo que no te escapas - esto último lo dijo mirando de reojo a Ino.
Ino se cruzó de brazos bastante molesta. Bueno, Naruto aún no tenía compañero de viaje, se sentaría con él, con suerte contaría cualquier tontería y al menos se divertiría.
Akane se sentó al lado de Jisei.
- ¿No estabas con Shikamaru?
- ¿Te molesto?
- No, para nada. ¿Qué ha pasado?
- Que es imbécil, eso ha pasado, algo habitual en él.
Jisei alzó la vista y vio a Temari sentándose al lado del chico.
- ¿Te lo ha quitado Temari?
- ¡Que va! He obligado a la pobre a sentarse con él.
- ¿Y eso?
- Porque si. Ino estaba a punto de liarle otra vez.
Jisei sonrió maliciosa.
- Pues como estrategia no es muy buena. Se lo has entregado al enemigo.
- ¿Pero que dices?
- ¿Por qué se lo entregas tan fácilmente a Temari? ¿No te pone celosa? Ah, no... los celos que sientes hacia Ino son aún mayores.
- ¿Que absurda teoría es esa?
- Reconócelo. Ryuko tiene razón, aún te gusta.
- ¿Tú también vas a empezar con eso? Mira... no me voy porque...
- Porque tengo razón... Anda, no te enfades tanto que tengo que contarle algo.
- ¿Que me vas a contar? ¿Que los celos me van a matar?
- No. Si yo te entiendo - Jisei echó un vistazo al lugar donde Anko se había sentado con Iruka y hablaban alegremente - Tengo que contarte algo, de veras lo necesito.
- ¿Te pasa algo? - preguntaba Chouji a Ryuko.
- No. Pensé que quizás les habría venido bien hablar. Akane parece muy molesta.
- Normal. Shikamaru se ha portado algo brusco con ella. Estaba como muy mosqueado ¿Y a ti? ¿Qué tal te fue con Lee?
.- Una locura. Tengo agujetas hasta en las pestañas, no sabes que energía tiene ese chico. Eso si, siempre estaba dispuesto a ayudarme... También es casualidad que Akane le tocase con Sasuke, malditas casualidades de la vida.
Con ese último pensamiento Ryuko cerró los ojos. El autobús echó a andar. El suave vaivén parecía atraerla a un dulce sueño. Estaba cansada, bastante cansada.
- ¿De que querías hablarme? - preguntó sin mucho interés Shikamaru.
- Realmente de nada. Era por hacer huir a la rubia. Eres tonto Shikamaru, un día esa chica te va a meter en un lío.
- Lo gracioso es que yo también lo creo.
- Yo no voy a estar siempre para ayudarte.
- No te lo he pedido.
- Así no vas a solucionar nunca nada.
- ¡Ah, que pesada eres!
- ¿Que pasa con Akane?
- ¿Que pasa de qué?
- ¿Habéis solucionado ya vuestro problema?
- Temari por favor déjalo ya. No entiendo porqué las mujeres sois tan... mandonas.
- Shikamaru, hazme caso... tienes que solucionarlo.
- ¿Y si no quiero? Todo esto me da mucha pereza.
Temari le golpeó el hombro con el puño.
- ¡Ay! ¿Pero que haces? ¿Te has vuelto loca?
- Loca me vuelves tú. Parezco imbécil, no sé como a veces puedo pensar que hice mal dejándote marchar.
Shikamaru abrió la boca sin saber que decir... desde luego que las mujeres eran complicadas, complicadas y problemáticas, nunca las entendería.
- ¿Y que hay del Uchiha?
- ¿Que Uchiha?
- ¿Cual va a ser? El mayor.
- ¿Eso a ti te importa?
- Pues... si... bastante... Me preocupas... me he preocupado mucho por ti, Temari.
El viaje había resultado mucho más agradable de lo que Ino supuso. Naruto era una gran compañía, alegre y simpático, consiguió que Ino olvidara lo molesta que estaba con Temari.
Por su parte, Naruto observaba a Ino. Recordaba que Kiba le había dicho que Ino también merecía que Sasuke fuese considerado con ella, no solo con Sakura ¿Estaría enamorada Ino de Sasuke? Nunca se lo había planteado, él solo se había preocupado por Sakura ¿cómo nunca se lo había planteado?
Claro, como él mismo no estaba enamorado de Ino no consideraba sus sentimiento ¡que bruto había podido llegar a ser!
- Esto, Ino ¿Puedo hacerte una pregunta personal?
- ¿Cómo de personal?
- ¿Estás enamorada de Sasuke?
- Tu no sabes lo que es la discreción ¿no, Naruto?
- Es que yo... yo soy así ¡vaya que si!
- Pues te responderé igual. No. No estoy enamorada. Sasuke me parece muy guapo, muy cool, me gustaría salir con él pero también me gusta Sai y más chicos ¿Por qué lo preguntas?
- No, por nada. Solo de pronto lo pensé. Mejor así.
- ¿Tu también te has dado cuenta, verdad?
- ¿De qué?
- De lo que ha cambiado Sasuke.
- Si, bueno... algo ha cambiado.
- ¿Te preocupa Sakura? A mi también. Es mi mejor amiga aunque no lo parezca, pero es tan tonta que no se da cuenta de nada.
- ¿De que hablas?
- De Sasuke... le gusta otra chica ¿a que si?
Naruto no sabía que contestar, ni siquiera sabía como se había llegado a esa conversación.
- Tu eres su amigo, a ti te lo tiene que haber dicho ¿a que si?
- Bueno, él no habla mucho de sus cosas... ¿Y tú como lo sabes?
- Hace ya un tiempo que me di cuenta. Cuando la mira sus ojos parecen distintos, me dí cuenta enseguida. En fin ¡que se le va a hacer! Alguna vez tenía que gustarle alguna chica. Solo espero que Sakura no lo pase demasiado mal, ella está realmente muy enamorada.
- Pero... creo que en esta historia no solo están los sentimientos de Sakura.
- Ya lo se. Pero es mi amiga y son los que más me preocupan. De todas formas tampoco hay que dar muchas vueltas a esto. Las cosas son como son y ya está. Mira Naruto, nosotros somos amigos de Sakura, si se lleva una decepción trataremos de animarla y le diremos lo poco que vale Sasuke y que no la merece y ya está.
Naruto suspiró. Nunca se había planteado como era Ino, siempre la había visto como una chillona, mandona, histérica... pero resultaba muy simpática y una gran amiga para Sakura.
Cuando Ryuko abrió los ojos se encontró apoyada contra el pecho de Chouji. No sabía como había llegado a esa posición. Rápidamente se retiró, miró a Chouji, este también dormía... menos mal que no la había visto... Miró a través de la ventanilla, estaba anocheciendo y ya entraban en Konoha.
También el viaje había resultado muy agradable para Sai y Misaki. No habían hablado demasiado pero se encontraban muy cómodos. Mara Misaki eso era algo muy especial, hacía mucho tiempo que una persona no le trataba con tanta naturalidad, sin mirarle como a un ser raro.
- ¿Terminaste tu dibujo? - dijo al ver que Sai guardaba el lápiz.
- Ajá ¿Quieres verlo?
-Claro - Sai le mostró el dibujo - Pero... ¡si soy yo!
Efectivamente era él, sentado en la tienda de cabaña, abrazando sus rodillas y mirando con tristeza.
- Así es como te recuerdo ¿Te ha molestado?
- No... no... por supuesto que no.
- Bien. Será un recuerdo de esta convivencia-
Misaki sonrió... que personaje más extraño era ese Sai.
El autobús paró.
- ¡Un momento! Habló Jiraiya – Antes de bajar. Para el martes queremos una redacción sobre esta experiencia.
- ¿No hemos hablado ya bastante del tema? - preguntó Zaku.
- No, queremos una reacción sobre lo que pensáis que hemos aprendido de otras personas. Ya sabemos que seguís odiándoos mutuamente, pero mira, son ganas de fastidiaros ¿entendido?
Bajaron del autobús. Antes de separarse, Fatora se acercó a Kankuro
- Pues nada, se acabó ¿no?
- Si, supongo que nos veremos por el instituto y no nos hablaremos ¿verdad? - sonrió Kankuro.
- Bueno pues... adiós.
Karin se acercó a Shikamaru y Chouji.
- Nada, que me lo he pasado muy bien en vuestro grupo. Espero que nos veamos. Hasta luego y gracias por el consejo Chouji.
- Cuídate Karin.
- Hasta luego jefe y ten cuidado con Kabuto, no le caes muy bien.
Juugo también fue a despedirse de Sakura. Tobi de Akane, Misaki de Sai y luego Sasori que lanzó una mirada a Ten-Ten que le produjo un escalofrío.
¿Que estás tramando? - preguntó Deidara.
- Me gustan esa chica – respondió mirando hacia Ten-Ten – Creo que voy a divertirme mucho.
Shino, silencioso como siempre se puso al lado de Shikamaru.
- Bueno, psicópata endemoniado – dijo – ¿Te has tranquilizado ya?
- Solo era una actuación.
- Ya, claro... lo que tu digas.