miércoles, 20 de agosto de 2014

64. Cambios de opiniones

Jisei no tenía muchas ganas de comer. La comida estaba rica, Sakura era una gran cocinera y ella no quería hacerle el feo de no comer pero es que no le apetecía nada, no se encontraba demasiado bien. Los sueños que había tenido la noche anterior estaban ahí dando vueltas en su cabeza. Miraba a Kankuro, miraba a Sasuke ¿que querían decir esos sueños? Luego miraba a Ino tonteando con Kiba que parecía no darle importancia y a Ten-Ten que por mas que decía que le daba igual ya no trataba igual a Kiba, le evitaba, Jisei suponía que para que Ino no notase que estaba molesta, sobretodo Ten-Ten quería mantener su orgullo, seguro que pensaba que si se mostraba molesta o celosa Ino se vanagloriaría más porque Ino no lo hacía con mala intención pero le encantaba demostrar... la verdad, Jisei no sabía muy bien lo que esa chica quería demostrar.
Lo que si sabía es que había muchos cambios. Debía de ser que los planetas se encontraban en una extraña conjunción, que Venus estaba alineado con Marte y Saturno con Júpiter o algo así porque estaba todo revolucionado.
- Jisei, está sonando tu móvil - la advirtió Lee tocándola el brazo - ¡Jisei!
- ¿Que?
- Es tu móvil el que está sonando - explicó Sakura señalando el bolso que Jisei había colgado de la silla donde estaba sentada.
- Ala, es verdad.
- Si que esta distraída, chica - dijo Kankuro mientras la chica lo sacaba del bolso.
- Seguro que es por los sueños que ha tenido - afirmaba muy segura Sumire - Seguro que está dándole vueltas.
- ¿Hola? ¿Ryuko? - Jisei se levantó de su silla - Perdonarme un momento.
Mientras los demás seguían con su conversación habitual Jisei salió de la habitación donde estaban comiendo.
- ¿Cómo estás? ¿Es bonito aquello?... Oh, si, esto es muy bonito... bueno, han pasado muchas cosas, ya te contaré... ¿Que casi se ahogan Naruto y Hinata?... Las compuertas, claro, el río les arrastró... pero no les pasó nada ¿están bien?... Ya, fue solo el susto... y tu que estarás ahora cagadita de miedo, si te conoceré...Si, aquí también han pasado muchas cosas interesantes, ya verás, te enterarás aunque no quieras ¿y Akane?... Bueno, tú me cuentas tu noticia y yo la mía, veremos cual es más gorda...
Y si Jisei creía que los planetas se habían alineado y que eso indicaba que se iba a producir una especie de hecatombe en su mundo, más segura estuvo cuando escuchó la "gran noticia" que Ryuko acababa de darle.
Cuando Jisei regresó a la cocina no sabía si estar preocupada o reírse.
- ¿Que se cuenta Ryuko? - se interesó Sumire.
- Ah, muchas cosas interesantes. Naruto y Hinata han tenido un pequeño incidente en el río.
- Naruto tenía que ser - gruñó Sakura - Si es que todo le pasa a él ¿Que les ha pasado?
- Por lo visto estaban en el río, abrieron las compuertas y la corriente les arrastró. Pero están bien, no os preocupéis, todo ha quedado en el susto.
- Desde luego este Naruto siempre dando la nota - volvía a gruñir Sakura.
- ¿Y están bien de verdad? - preguntó Ten-Ten.
- Si, por lo visto a Naruto tienen que darle unos puntos en la frente, se golpeó con una piedra y Gaara por lo que se ve fue todo un héroe que fue al rescate de Hinata.
- ¡Ah, que bonito! - exclamó Sumire - ¡Cómo en las películas!
- Creo que voy a llamar a Naruto para preguntarle - dijo Sakura.
- No lo hagas ahora, se lo han llevado a un hospital para darle los puntos.
- ¿Y los demás? - interrogó Sasuke.
Sakura le miró, le molestaba que preguntase por los demás, seguro que lo hacía porque quería saber noticias de Akane.
- Akane por lo visto ha tenido un "acercamiento" con los ciervos, sobretodo con uno - respondió Jisei mirándo fijamente a Sasuke.
- ¿Algún ciervo a atacado a Akane? - gritó alarmada Sumire.
- Si, se puede decir - sonrió Jisei - Pero no le ha dado ninguna cornada, tranquila.
A partir de ese momento la conversación giró en torno a Naruto y las cosas que siempre le pasaban. Pero Jisei no participaba en esa conversación, no podía dejar de pensar en Akane y en lo que Ryuko le había contado. Miraba a Sasuke y volvía a recordar su sueño ¿A que tiene miedo Sasuke? En su sueño le dolía muchísimo que Shikamaru destruyese la luz dorada ¿que era la luz dorada? Sumire afirmaba que Akane pero ¿cómo iba Shikamaru destruir a Akane? Eso era muy raro, puede que la luz dorada representase a Akane pero debía significar algo más, otra cosa.
Después de la comida y recoger, en esas horas en las que el calor era demasiado fuerte para salir, cada uno buscó una actividad que hacer, ya sea solo o en compañía.
Jisei decidió ir a dar una vuelta por la playa, hacía calor, cierto, pero le daba igual, cogió un sombrero de paja que había en la casa, su bolso con una botella de agua y se dispuso a salir, la playa no estaba demasiado lejos.
Jisei estaba sumida en sus pensamientos. Se empezaba a preguntar que es lo que pretendía Sasuke. A Jisei no le gustaba su actitud, últimamente se sentía enojada con él porque ¿a que estaba jugando? ¿Que pretendía? ¿Jugar a dos bandas con Sakura y Akane? Sakura era una buena chica, no se merecía que abuse de su buen corazón, solo porque esté enamorada de él no quiere decir que pueda utilizarla a su antojo, a Jisei le daba la impresión de que Sasuke quería tenerla ahí, en la reserva, para cuando no tuviese otra cosa o por si lo de Akane le salía mal. No se fiaba de Sasuke, no veía en él un aura limpia, al contrario, era cambiante y engañosa y descolocaba continuamente a Jisei eso sin contar con que Akane era su amiga, una muy buena amiga y le preocupaban las intenciones de Sasuke respecto a ella.
No es que Jisei quisiese ser protectora con Akane, simplemente se preocupaba, eso era normal ¿o no? Jisei y Akane estaban muy unidas, podía decirse que incluso más que Ryuko y Akane. La familia de Jisei siempre había estado allí para Akane ¿cuantas veces había acudido Akane cuando se encontraba sola? ¿Cuantas veces fue a pedir ayuda a su madre porque alguno de sus hermanos se encontraba mal y no sabía como atenderle? Cuando aquella horrible mujer castigaba a Akane sin dejarla entrar en su casa o la echaba directamente para que "reflexionase" ¿A donde acudía Akane? Y el año que nadie se acordó del cumpleaños de Akane ¿quien lo hizo?... Cuando eran pequeñas Jisei fantaseaba con la idea de que un día sus padres iban y le decían a los padres de Akane que ya que no querían a Akane ellos la iban a adoptar y entonces serían hermanas... Cosas de niñas.
Así que, si, estaba preocupada por Akane y por las intenciones de Sasuke ¿Realmente a Sasuke le gustaba Akane? Es que le era muy difícil creerlo, solo sabía que cuando Akane estaba cerca de él su aura se volvía cálida como no la había visto nunca, ni siquiera estando con Sakura o Naruto.
Podía decirse que la casa de la playa de la familia de Sasuke tenía de todo, una piscina donde Ino y Sakura decidieron ir a tomar el sol y un gimnasio, no muy grande y allí es donde acudieron Kiba y Lee. Había un par de bicicletas estáticas y una cinta para correr aparte de unos cuantos bancos para hacer diferentes ejercicios con las pesas. Lee se subió en la cinta y Kiba a una de la bicicletas. Lee permanecía muy callado y concentrado en su ejercicio.
- ¿Que te pasa Lee? Estás como ausente.
- ¿Ausente? No... No me pasa nada.
- ¿Estás así por Sasuke y Sakura?
- No. A mi me da igual. Sakura está muy contenta ¿verdad?
- ¿No estás celoso?
Lee reflexionó un instante ¿Estaba celoso? Sasuke y Sakura parecían tener algo ¿Tenía él celos? No, no eran celos, era preocupación.
- Es curioso - dijo con un aire pensativo - Creí que estaría celoso, pero no lo estoy. Lo que me molesta es la actitud de Sasuke, creo que no se está portando muy bien con ella. ¿Tú crees que Sasuke está realmente interesado en Sakura?
- ¡Que cosas dices! Lo estará... digo yo.
- ¿Y desde cuando tu estás tan interesado en Ino? ¿Por qué sales con ella?
- Yo no estoy saliendo con ella.
- ¿Y como llamas a lo que haces?
- Pues... yo no salgo con ella, solo que...
- Kiba que no soy tan tonto, vais juntitos a todas partes, te abraza, os besáis, eso es salir con una chica.
- Lo parece ¿verdad?
- Kiba, si te gusta Ino puedes decir, bueno, ya nos hemos enterado.
- Es que no... No es que me guste, la chica es guapa, está muy buena y es simpática y divertida pero...
- ¿Te estás enrollando con ella sin que te guste? - gritó alarmado Lee.
- ¡No grites! - gritó también Kiba - Si gustarme me gusta.
- ¿A ti no te gustaba Ten-Ten?
- Si, pero Ten-Ten es mi amiga, con ella estoy muy a gusto, nos entendemos, me siento muy cómodo con ella.
- O sea que te gusta más Ten-Ten que Ino.
- Es que con Ino hago cosas que con Ten-Ten no haría.
- ¿Que cosas?
- Ino me besó.
- Muy bonito Kiba, muy bonito, hasta yo me doy cuenta ¿para eso sales con Ino? Claro, te importan más unos besos que tu amiga esa con la que dices estar tan cómodo. Eres la vergüenza de los chicos.
- No me entiendes.
- Si te entiendo, entiendo que no tienes personalidad, te gusta una chica pero corres detrás de la primera que se te pone a tino. Pues que sepas que a lo mejor estás haciendo daño a Ten-Ten.
- ¿Por qué? Precisamente no quiero salir con Ten-Ten para no hacerla daño. Yo no quiero estropear mi amistad con ella.
- Vale, pues puede que yo no sea muy listo pero así es cuando la estás estropeando ¿No le has preguntado a Ten-Ten que opina ella?
- Ella tampoco quiere estropear nuestra amistad, lo se.
- Llámame corto si quieres pero no te entiendo. Además no me parece bien que si no te gusta Ino te enrolles con ella.
- Pero es Ino la que me busca.
- Y tu que te dejas ¿Y si Ino se enamora de ti, qué? Al final te veo de novio con una chica de la que no estas enamorado solo por... ¡por lo que sea!
- ¿Y tú qué? ¿No te importa que Sasuke tontee con tu Sakura a la que tanto amas?
- ¿Y que quieres que haga yo? A Sakura le gusta Sasuke.
- ¿Y ya está? ¿Te rindes sin más? Tu mismo has dicho que no te gusta la actitud de Sasuke ¿No vas a defenderla? ¿Vas a dejar que Sasuke juegue con ella?
- ¿También te has dado cuenta?
- Se ha dado cuenta todo el mundo menos ella.
- Pero tiene que darse cuenta ella sola. Si no se da cuenta es que es...
Lee guardó silencio.
- ¿Es qué?
- Nada. No estoy celoso, no estoy celoso para nada, si acaso enfadado, enfadado con Sakura por ser tan cerrada, no me preocupa lo que sufre... estoy empezando a pensar que se lo merece. No me entiendas mal, no estoy resentido con ella, no, me da rabia que sea tan ciega... si no quiere ver mas allá de Sasuke yo no puedo obligarla, le ofrecí todo lo que pude, le quise dar mi cariño y me lo tiró a la cara... me preocupa como amiga mía que es pero no porque la ame... creo que...
Volvió a guardar silencio, no sabía como explicarse.
- ¿Te ha dicho algo Ino? Ella es amiga de Sakura.
- No hemos hablado de nada. ¿Sabes? a mi me preocupa más Akane.
- ¿Akane?
- A Sasuke le gusta Akane... está jugando a dos bandas.
- ¿Y Akane?
- No se. A Shikamaru también le gusta Akane. Esto no me gusta nada.
- ¿Y a Akane quien le gusta?
- Pues no lo se.
- Vaya telenovela que tenemos montada.
Se echaron a reír y empezaron a bromear y así bromeando y riendo les encontró Sasuke.
- ¿Os gusta? - preguntó al entrar.
- ¡Está genial! - respondió Lee mientras le hacía su característica pose con el puño cerrado y el pulgar levantado.
Sasuke, sin decir nada más, fue a ocupar la otra bicicleta.
- Llegas un poco tarde - dijo burlón Kiba - ¿Estabas con Sakura?
- ¿Tengo que darte explicaciones a ti?
- No, a mi no tienes que contarme nada.
- ¿Podíamos hablar de otra cosa? - intervino Lee - No me gustan ciertas bromas.
- ¿Que te molesta tanto? - inquirió muy serio Sasuke.
- Nada, solo son cosas mías, me molesta y punto.
- ¿Te molesta que salga con Sakura, verdad?
- A mi me da igual con quien salgas.
- Si tenéis que hablar algo privado me voy - dijo Kiba.
- No - respondió Lee - Si no tiene que explicarme nada.
- Tu lo has dicho, que yo sepa no tengo que explicarte nada.
- He sido yo quien lo ha dicho.
- No voy a justificarme delante de ti.
- Pues eso.
Lee debería haberse quedado callado, lo sabía, sin embargo la actitud de Sasuke le resultaba tan prepotente que no pudo evitar estallar.
- Te estas comportando como un...
- ¿Cómo un qué?
- Bueno chicos, yo mejor... - empezaba a decir Kiba.
- Kiba quédate - habló Lee - Me da igual que salgas con Sakura, me da igual con quien salga Sakura, lo que me molesta es que no estás siendo muy honrado con ella.
- ¿Por qué? ¿Por que le doy a Sakura lo que quiere? Llevo años soportándola pegada a mí, baboseándome, acosándome, obligándome a soportar sus estupideces. También tengo derecho a sacar algo de todo eso.
- Si tanta molestia te es ¿Por qué sales con ella?
- Quiero saber lo que siento.
- ¿Y con Akane? - intervino con bastante mal humor Kiba - ¿Tienes que jugar con las dos a la vez?
- Yo no juego con Akane.
- ¿Ah no? -continuaba molesto Kiba - ¿Con Akane no?
- Ella pasa de mi, yo solo intento...
- ¿El que intentas Sasuke? - preguntó intrigado Lee.
- Si quieres enrollarte con ella no te va a funcionar - añadía Kiba - Te recuerdo que dice que el amor es una porquería.
- No pretendo enrollarme con ella, quiero que me valore.
- ¿Quieres tenerla detrás como a Sakura?
- ¿Te has enamorado? - gritó Lee - ¿Es eso? Porque si es eso ¿Que haces con Sakura?
- No, no es eso... yo no se lo que siento por ninguna.
- Pues antes de jugar deberías conocer las reglas de este juego - advirtió muy serio Kiba.
- ¿Que reglas?
- Las que tú ignoras.
Sasuke agarró violentamente a Kiba del cuello de la camiseta.
- ¿Que vas a hacer, Uchiha? ¿Me vas a pegar?
- Vale, tranquilizaos.
- ¡Cállate tu! - le gritó a Lee - Que tu estés enamorado de Sakura no quiere decir que sea perfecta.
- Pero eso no te da derecho a tratarla así.
- ¿Así? ¿Cómo? Mírala, está feliz, le he dado la oportunidad de demostrarme lo que vale, ahora lucha por mí, al menos no tiene una actitud pasiva.
- ¿Humillarla crees que la hace feliz? - gruñó Lee.
- Pregúntale a ella.
- Eres cruel - decía Lee - No me esperaba esto de ti, Sasuke Uchiha.
- ¿No lo entiendes? ¿Es que nadie me entiende? Si tanto te gusta Sakura arrebátamela, quítamela, sálvala de mi pero deja de sermonearme ¿Y tu? - se dirigió a Kiba - ¿Tienes algo que decir? ¿No es tu actitud igual de rastrera que la mía? ¿A él no le dices nada, Lee? ¿No es Ten-Ten tu amiga? Se ha liado con Ino porque no tiene huevos de decirle que quien le gusta es Ten-Ten... Sois patéticos. Me voy.
Sasuke se marchó, tanto Lee como Kiba estaban realmente enojados.
- Ya está comportándose otra vez así - comentó Kiba.
- No se que le pasa, no le comprendo. Últimamente parecía distinto y más amable.
- No hay mucho que comprender. Se ha encaprichado de Akane, toda esa amabilidad es solo para ella, los demás le importamos muy poco. Ojala Shikamaru le de en todos los morros, me iba a reír de lo lindo.
- ¿Deberíamos hablar con Sakura?
- ¡Ni se te ocurra! Pensará que estás celoso y no te hará caso.
Al salir del gimnasio y dirigirse a su habitación, Sasuke se encontró a Jisei entrando en la casa.
- Hola - saludó la chica.
- Hola - contestó - ¿Tienes un momento?
- Si claro ¿Que sucede?
- Ven, vamos al jardín.
Jisei le siguió intrigada hasta llegar al jardín, allí se sentaron en un par de sillas.
- Oye Jisei - habló de repente el chico - ¿No te extraña que te haya dicho que vinieras?
- Un poco si. Supongo que quieres preguntarme algo.
- Claro, tú siempre lo sabes todo antes de que pase.
- Eso no es cierto, no lo se todo.
- ¿Y que crees que quiero preguntarte?
- No hace falta ni ser lista ni leer la mente o tener poderes para saberlo. Algo querrás saber de Akane.
- Quería preguntarte como estaba.
- ¿Por qué?
Sasuke guardó silencio durante unos minutos, realmente no sabía que le había llevado a salir al jardín con Jisei ni porqué quería preguntar por Akane.
- Yo también quería hablar contigo, si te digo la verdad.
- Me quieres advertir que no haga daño a Akane?
- No especialmente. He aprendido que uno no debe meterse en la vida de los demás. Lo que me gustaría saber es que sientes realmente por Akane, a que se debe esa curiosidad por ella.
- ¿Crees que lo mío es curiosidad?
- Por supuesto. Ella es muy distinta a otras chicas que conoces, te llama la atención.
- Que equivocada estás - sonrió débilmente - Lo que me gustaría saber es porqué a su lado me siento... distinto.
- ¿De veras te gusta Akane?
- ¿Por qué a todo el mundo le resulta tan raro? ¿Por qué todo el mundo piensa que voy dañar a otros?
- Está bien Sasuke, no te alteres.
- No me altero. Simplemente no entiendo porqué tengo que dar tantas explicaciones de lo que hago. Me gusta Akane, si, me gusta ¿No me puede gustar? ¿No es una chica como las demás? ¿Es que tiene algo de especial que impide que me guste?
- Es que... no te ofendas, pero resulta raro.
- ¿Por qué?
- Porque no es tu tipo.
- ¿Es que tengo un tipo?
- Perdona, no quiero decir... Es que Akane es mi amiga y...
- Tienes miedo de que el Uchiha se burle de ella o algo así porque claro, soy el Uchiha, soy un traidor y no se puede uno fiar de mí.
- Lo siento, no quería ofenderte.
- Estoy muy harto, toda mi vida ha sido siempre así, nadie me ha visto como a Sasuke, siempre he sido el Uchiha y siempre se ha esperado de mí que fuera perfecto... "como tu hermano, Sasuke, tienes que ser como Itachi" "si eres el hermano de Itachi seguro que también eres un genio" La primera persona que me ha tratado sin miedos, sin mirar que soy un Uchiha, sin juzgarme por lo que hice ha sido Akane.
- Eso no es cierto, Naruto te dio su amistad.
- Pero no es lo mismo. Por favor Jisei, yo quería que le dieras esta carta a Akane, si no es mucha molestia.
Sacó del bolsillo de su pantalón un sobre doblado. Jisei lo cogió y lo miró con intriga.
- ¿Puedo preguntar que es?
- Le cuento lo que ha sucedido con Sakura. Quiero que lo sepa con mis palabras, no que se lo cuente otra persona, que conozca mi versión.
- ¿Y por qué no se lo dices tu?
- Porque cuando la miro se me olvida lo que quiero decir, porque se que ella me va a preguntar si ya he aclarado mis sentimientos, porque conseguirá liarme, lo se, cuando estoy con ella no se explicarme...
Y entonces Jisei vio en los ojos de Sasuke la misma tristeza que en su sueño... ese chico presuntuoso y frío solo era un niño que se sentía solo.
Como era el último día que iban a pasar en la playa y entre unas cosas y otras el ambiente no era demasiado cordial se dividieron en dos grupos. Sakura e Ino insistieron en que aquel atardecer debía ser especial, ellas tenían sus planes: pasarlo en la playa, ver como el sol parecía esconderse en el mar y quizás, con suerte, ver esa luz verde que se dice que se ve justo antes de que desapareciera, por supuesto acompañadas de Sasuke y Kiba, para ellas esa era la idea del romanticismo.
Sasuke no se negó. Le daba absolutamente igual y en cuanto a Kiba se dejó arrastrar sin tener oportunidad ni siquiera de oponer resistencia.
El grupo compuesto por Kankuro, Lee, Ten-Ten, Sumire y Jisei se fueron a un festival que había en un pueblo cercano. Lo pasaron muy bien, Ten-Ten disfrutó mucho y parecía hasta haberse olvidado de lo molesta que estaba con Ino y Kiba al igual que Lee que estaba más entusiasmado que nunca, si eso era posible.
Volvían a la casa de Sasuke, ya anochecido, con un poco de pena porque al día siguiente debían regresar a Konoha.
- Sumi, esta noche vas a dormir conmigo, en mi cama - proponía Ten-Ten.
- Eh, eh ¿y eso? - se apresuró a decir Kankuro recibiendo un capón de parte de Jisei - ¡Ahu!
- ¡No pienses cosas guarras! - advertía la chica.
- Ha sido ella la que lo ha dicho, yo no he dicho nada.
- Tú has puesto la imaginación que ya es bastante.
- ¿Por qué tengo que acostarme contigo Ten-Ten? - preguntaba inocentemente Sumire.
- Porque ya que te gusta acostarte con tu hermana y la hechas de menos pues te acuestas conmigo.
- Ah... es porque necesitas calor humano - reflexionaba Sumire - No te preocupes, claro que te acompañaré.
- Si necesita calor humano se puede venir a mi cama, yo tengo mucho para dar - decía Kankuro al tiempo que recibía otro capón.
- ¡Deja tu imaginación descansar un poco! - gruñía Jisei.
- Ya echaba de menos yo tus capones.
- Si en el fondo te gustan, reconócelo, te va la marcha. Lee, esta noche cámbiale la cama a Kankuro.
- ¿Por qué?
- Tu cámbiasela y punto.
- ¿Es algún tipo de apuesta?
- Si algo así... A ver si así conseguimos tener una noche tranquila.
- ¿De que hablas? - preguntó Sumire curiosa.
- Cosas de Ten-Ten y mías... Una teoría que tenemos.
- Ay - suspiró ahora Sumire - Que penita me va a dar irme, con lo bien que nos lo hemos pasado ¿verdad? Bueno, hemos tenido algunos "puntillos" raros pero nos hemos reído ¿a que si?
- Algunos se lo han pasado mejor que otros - comentó Ten-Ten.
- Al final Jisei no nos contaste el otro sueño que tuviste - recordó de pronto Sumire.
- No tiene mucha importancia.
- ¿Cómo que no? Pues si no tiene importancia cuéntalo ahora.
- Si es que es muy tonto.
- Hummm… - intervino Kankuro - ¿Era algún sueño pervertido?
- ¿Quieres otro capón? Era un sueño que me dejó mal cuerpo. Soñé que yo era otra persona, o al menos estaba dentro de otra persona y me sentía muy mal. De pronto empecé a notar un gran peso sobre mis hombros, era un peso que me empujaba hacia abajo, como unas manos que se empeñaban en que no pudiese levantar los pies del suelo. Yo quería andar pero no podía, tenía que ir arrastrando los pies, no podía levantarlos, aquel peso me empujaba cada vez más... los hombros me pesaban cada vez mas... caí de rodillas, no podía respirar bien, cada vez estaba mas agobiada, abría la boca para respirar pero el aire era denso y caliente, cada vez mas caliente, me quemaba, me quemaba la piel y los pulmones... fue horroroso... horroroso... sentía todo, el peso, el dolor, como me quemaba... - Jisei se limpió dos pequeñas lágrimas de los ojos mientras todos la miraban bastante serios.
- Pero era solo un sueño - dijo intentando mostrar alegría Lee - Solo una pesadilla, las pesadillas hay que contarlas y olvidarlas... Venga, vamos a cantar alguna canción para alegrarnos el camino.
- ¡Lee! - le gruñeron varios.
Cuando llegaron a la casa el otro grupo aún no había regresado. Cada uno se dirigió a su habitación y comenzaron a preparar sus maletas, algunos como Sumire, con pena, otros, como Ten-Ten casi con alivio, estaba deseando alejarse de allí, volver a su casa, alejarse de Kiba y distraerse con su monotonía.
Después de darse una ducha, Kankuro bajó a la cocina a por una botella de agua. Regresaba a su habitación cuando al pasar por la puerta del salón oyó sonar unos acordes. Se detuvo y se asomó. Sentada frente al piano estaba Sumire. Era un piano de pared, de color caoba, desde el primer día había atraído la atención de Sumire y el último día ya no resistió más la tentación de tocarlo.
Kankuro sonrió. Parece que Sumire solo sabía tocar los primeros acordes de una canción y tampoco demasiado bien, se equivocaba siempre en la misma nota y entonces volvía a empezar. Desde luego lo que le hubiera sorprendido a Kankuro era que supiese tocar. Se acercó a ella y cogió una silla, tan concentrada estaba en aquellos acordes y tocarlos una y otra vez que no se dio cuenta de que el chico ponía la silla a su lado hasta que este puso también sus manos en las teclas.
- Esta canción puede tocarse a cuatro manos ¿lo intentamos?
- ¡Ah! ¡Que susto me has dado!
- ¿Sabes tocar el piano?
- No, que va, mi madre si sabe, en casa de mi abuela hay un piano, antes íbamos muy a menudo y mamá nos enseñó a Ayame y a mi a tocar una canción pero se me ha olvidado ¿Tu sabes tocar?
- Un poco. Por lo visto mi madre también sabía y mi padre insistía en que Temari debía aprender, yo la acompañaba cuando practicaba y a veces jugábamos y...
- Ala, tenemos muchas cosas en común ¿También te enseñó tu madre?
- No. Mi madre murió al nacer Gaara, yo no la conocí.
- Uy, lo siento. Olvidé que... o sea que yo pensé que... vamos que... que situación tan incómoda.
- No te preocupes, no tenías porqué saberlo. Dicen que se parecía a Temari.
- ¿La hechas de menos?
- No porque nunca la conocí, no se puede echar de menos a quien no se conoce. Aunque a veces me pregunto que se siente al tener una madre... bueno, de pequeño solía preguntármelo.
- ¿Y tu padre?
- Mi padre estaba... enfermo... no podía atendernos. Nosotros... bueno, tuvimos muchas niñeras.
- ¿Y tus abuelos?
- A veces venían pero se quedaban poco. A mi me gustaba decir que era el hermano mayor y creía que podía... quería protegerlos de todo... pero nunca les pude proteger de nada.
Se sorprendió a si mismo con esas palabras, salieron de su boca sin pensarlas, como si hubieran estado esperando a la salida de su garganta, detrás de una puerta deseosas porque alguien la abriera un poco para ser libres. No sabía porqué se las decía a aquella chica, solo sabía que sus ojos de color violeta le miraban de una forma que parecían desarmarle, sentía como si ella pudiese comprender todo lo que sentía.
- Eres tu - musitó la chica.
- ¿El qué?
- El que tiene esa pesada carga sobre sus hombros... eres tú.
Sin que le diera tiempo a reaccionar, Sumire le rodeó con sus brazos y le abrazó. Tras la sorpresa inicial, Kankuro dejó caer su cabeza en el hombro de la chica, no sabía lo que hacía, solo sabía que aquel abrazo era el más cálido que había recibido nunca y sintió ganas de llorar, de olvidarse de todo, de dejar de preocuparse por sus hermanos, de dejar de guardar secretos... se encontraba tan bien así... él, que nunca había recibido ningún abrazo pensó que eso debía ser lo más parecido al abrazo de una madre.
Jisei también sentía ganas de hablar con alguien. Ella tenía su propio secreto y notaba como la empezaba a agobiar. Hubiera querido desahogarse con sus amigas pero había sido imposible, Akane se encontraba muy estresada y no quería preocuparla mas, Ryuko se ahogaba en un vaso de agua así que mejor no insistirle, ahora a Ten-Ten le había pasado eso... Sumire... quizás... pero es que Sumire era demasiado romántica, lo mismo no veía complicación en su historia con Iruka... pero ella necesitaba hablar con alguien, la experiencia le había demostrado que ocultar secretos solo para ti no te ayuda en nada.
Aún le quedaba una opción. Tenía un amigo, un buen amigo, nunca le había fallado y siempre que le veía le reprochaba que ya no hablaban... Cogió su móvil... si, le llamaría... seguro que él querrá escucharla, no pretendía que nadie solucionase sus problemas, solo hablar, solo contarlos. Ahora que estaba sola en la habitación llamaría... si, habían pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo y necesitaba hablar con alguien. Marcó... tardaban en contestar, estaba a punto de colgar cuando oyó una voz femenina al otro lado.
- ¿Si, dígame?
- Si, buenas noches, perdone ¿no es ese el teléfono de Kimimaro Kaguya?
- Si, si lo es.
- Ah, perdone que le moleste a estas horas pero ¿puede ponerse?
- ¿Quien le llama?
- Soy una amiga suya... del instituto... me llamo Jisei.
- ¿Jisei, eres tú, bonita? Soy la madre de Kimimaro.
- Buenas noches señora Kaguya.
- ¡Cuanto tiempo sin saber de ti! ¿Cómo estás?
- Bien, bien.
- Es que mira, Kimimaro está en el hospital ingresado.
- ¿Ingresado?
- Es que ya sabes lo débil que tiene los pulmones, se resfrió y tiene neumonía.
- ¿Pero como está?
- Está fuera de peligro, no te preocupes.
- ¿Está en el hospital de Konoha?
- Si, en la cuarta planta.
- ¿Que habitación?
- 415-B.
- Ahora es que no estoy en Konoha, regreso mañana pero prometo que en cuanto pueda voy a ir a verle.
- Tranquila, ya lo se. Sabía que en cuanto lo supieses vendrías. Se va a poner muy contento.
- Déle un beso de mi parte y dígale que voy a ir ¿vale?