sábado, 30 de agosto de 2014

115. Las sospechas de una madre

Mientras Shikamaru estaba conociendo a sus nuevos compañeros Naruto no dejaba de darle vueltas al tema de Sasuke ¿Que le había pasado? Le miraba y cada vez estaba más convencido de que él también lo estaba pasando mal. Recordó la conversación que tuvieron hace unos meses cuando Sasuke le confesó que le gustaba Akane pero que no sabía lo que sentía por Sakura, cuando hasta parecía que le estaba pidiendo su permiso para pedirle una cita a Sakura... no podía saber si Sasuke estaba enamorado de Akane pero creía firmemente que no se trataba solo de un capricho, a lo mejor él realmente creía estar enamorado, es que Akane fue la primera chica que se comportó de forma distinta con él, a lo mejor estaba confundiendo agradecimiento con enamoramiento... podía ser.
Recordaba perfectamente lo que le dijo.
"- Eres un caso Naruto, sigues tus impulsos sin pensar en nada, eres cabezota y tenaz. Cuando empecé a tratar a Akane me dí cuenta de que me recordaba a ti, ella no es una hiperactiva cabeza-hueca como tú, ni gritona, ni escandalosa, es bastante más inteligente que tú, pero cuando hablo con ella estoy muy a gusto, siento que puede ser mi amiga, siento que me escucha y me comprende, sabe leer dentro de mí, ella me mira sin… sin nada, sin exigirme que sea perfecto, no como al popular Uchiha, si no como a un chico normal… no sé pero me recuerda a ti, quizás porque tu eres la primera persona que realmente me comprendió, además pone la misma pasión en comer chocolate que tú el ramen y también es tenaz y cabezota… no sé si se explicarme."
Y lo recordaba porque en esos momentos le dolía mucho pensar que pudiera hacer daño a Sakura... ¡madre mía la de cosas que habían pasado desde entonces!
Claro que luego estaba el tema de Ino, que también estaba ahí, dando vueltas por su cabeza sin dejar de fastidiar. La había visto tan contenta y tan feliz, como si el fin de semana no hubiese pasado nada. La había visto cuchichear mucho con Sakura y eso era algo normal porque claro, estaría contándole todo lo que había pasado pero luego la vio hablando con Stella y Kikyo y diciendo algo de que la acompañaran al centro comercial para cambiarse el look o algo parecido y a Naruto no le gustaba demasiado que se hiciese tan amigo de esas chicas tan huecas y superficiales, a saber que ideas le podían meter en su cabeza, que ya bastante liada la tenía.
Asuma daba su clase de matemáticas, la pizarra estaba llena de números y signos y Asuma tenía una curiosa costumbre. Durante sus clases nadie hablaba si él no daba permiso y esto lo hacía lanzando una pelota de trapo contra en "autorizado", solo el que cogía la pelota podía hablar. Cuando preguntaba algo o sacaba a alguien a la pizarra lo hacía de la misma forma.
La pelota se estrelló contra la frente de Naruto sobresaltándolo bruscamente.
- ¡Naruto! - gritó - ¡Pero estate atento, criatura!
- ¡Ahu! - se quejó.
- ¡Menudo pelotazo! - murmuraba Tobi.
- Al menos podías haberte retirado - continuaba Asuma.
- Es que...
- Anda, sal a la pizarra.
Naruto empezó a sentir que no se encontraba bien, tenía el estómago como revuelto y comenzaba a sentir náuseas, seguro que era por pensar tanto, eso o el ramen del desayuno le había sentado mal.
En la clase de al lado, Anko aprovechaba los últimos minutos de la misma para que hablasen sobre un tema que ella consideraba muy importante.
- Quiero que dejéis de haceros los remolones y hoy, ahora mismo, me digáis que va a hacer esta clase para la semana cultural.
- ¿Cómo que qué vamos a hacer? - habló en voz alta Kiba - ¿No lo habíamos decidido ya?
- ¿Lo habíamos decidido? ¿Estás seguro? Porque si lo hemos decidido yo tengo un problema porque ni lo recuerdo ni lo tengo anotado, así que refrescarme la memoria.
- Pues claro que si lo hablamos - empezó a decir Kiba.
- No lo hemos hecho - le interrumpió Neji - Lo que decidimos es lo que haría el grupo de la representación teatral, no esta clase.
- Mierda, es cierto - gruñó Kiba - Se me olvida que ahora estamos en dos clases.
- El perrito tiene mala memoria - se burló Sakon.
- ¡A callar! - gritó Anko - Sakon no quiero ni un comentario más en todo despectivo y tu Kiba ni sueñes en contestarle y estos va para todos... uy que paciencia hay que tener con vosotros... Así que, ya que ha quedado claro que no hemos decidido lo que haremos durante la semana cultural pues ya podemos empezar a dar ideas.
- ¿Y tiene que ser hoy? - se interesó Kankuro.
- Si, tiene que ser hoy. A ver ¿Que podréis hacer vosotros juntos sin mataros en el intento?
- Nada - respondió Kabuto irónico - Este grupo no puede colaborar en nada.
- Pues tendréis que encontrar algo porque no estoy dispuesta a que seáis la única clase que no va a hacer nada.
- Bueno no te pongas así, sensei - habló Kin.
- ¡Venga! ¡Id dando ideas!
- Quizás deberíamos saber lo que van a hacer los de la representación teatral para no hacer lo mismo - opinó Kabuto.
- Claro y a ti te lo vamos a decir - gruñó Kiba.
- Kiba tenemos que decirlo - intervino Sakura - Ahora son nuestros compañeros y tenemos que colaborar y ellos tienen que decirnos lo que van a hacer el grupo de música porque no podemos hacer lo mismo, no quedaría bien.
- Menos mal que alguien razona - suspiró Anko.
- No tenemos porqué ocultar lo que vamos a hacer - habló Ten-Ten - Nosotros vamos a montar una cafetería inspirada en el "flower power"
- Bueno - dijo ahora Anko suspirando - Pues ya sabemos lo que esta clase no tiene que hacer. A ser posible evitaremos las cafeterías ¿Que va a hacer el grupo de música?
Durante unos segundos nadie dijo nada y Anko los miró realmente como si echase fuego por los ojos.
- Vamos a montar un taller de manualidades - habló por fin Kabuto - Algunos de nosotros saben hacer cosas como chapas, pulseras y cosas así y luego pues también algunas chicas darán consejos de maquillaje o algo parecido.
- Ya veo, ya. Bueno pues ya sabemos otra cosa que no tenemos que hacer ¿Alguna sugerencia?
- ¿Una representación? - propuso Kidomaru.
- Imposible - contestó Anko - Es demasiado típico, no olvidéis que la mitad de vosotros ya va a hacer una representación a final de curso, no, no quiero que digan que nos hemos tirado por lo fácil, además creo que ya va a haber un par de representaciones, o sea que no.
- Pues vaya - gruñó Jirobo.
- Tenéis que pensar en vuestras habilidades y lo que tenéis en común, que digo yo que algo tendréis en común.
- ¿Y que tal si es una representación de marionetas? - propuso ahora Kabuto - Lo digo porque tanto a Sasori como a Kankuro les gustan esas cosas y Deidara es bueno haciendo esculturas y Sai pintando. Podíamos montar un pequeño escenario, unas marionetas y representar cualquier cuento.
De inmediato un murmullo comenzó a extenderse por el aula.
- No es mala idea - añadió Shino - Algunos podemos hacer las marionetas, otros el escenario, otros pueden escribir el cuento y por último algunos representarlo.
- Participaríamos todos y resultaría algo original - concluyó Neji.
- No es mala idea - reflexionaba Anko - ¿Vosotros que decís? Me refiero a Sasori y Kankuro ¿Estaríais dispuestos a colaborar? - el timbre anunció que la clase había finalizado - Bueno, hablarlo entre vosotros y ya me contaréis algo ¿De acuerdo?
Durante el cambio de clases, varios de los nuevos compañeros de Shikamaru se acercaron curiosos a él dispuestos a saludarle.
- Tu eres amigo de Sasuke Uchiha ¿verdad? - perecía reprocharle la chica a la que habían llamado Karui.
- Hombre amigos, amigos, lo que se dice muy amigos no somos, dejémoslo en compañeros, ahora ex-compañero.
- Pues a mi me cae muy mal tu amigo - continuó la chica - Me cae de la patada.
- No le agobies mucho, Karui - habló Omoi, el chico del pelo blanco que en esos momentos se metía un chupa-chups en la boca - Acaba de llegar, no conoce tus movidas con el Uchiha.
- A Karui no le es muy simpático - comentó una chica castaña de ojos del mismo color, bastante mona a juicio de Shikamaru.
- No como a ti - añadió sonriendo Ayame - Tamaki es una de tantas admiradoras de Sasuke.
- ¿Tu vas a estudiar farmacia? - se interesó la aludida - Yo también, bueno, no farmacia exactamente, más bien química.
- Nara - escuchó la voz seria de Samui a su espalda - Tenemos que hablar.
- Ah... - Shikamaru frunció el ceño, algo le decía que se le avecinaba algo problemático, a fin de cuentas era una chica y las chicas siempre le dan problemas - Es por lo del proyecto de ciencias ¿no?
- Si, es por eso. No se porqué te han puesto con nosotras pero no voy a permitir que lo estropees.
- Pues empezamos bien - murmuró Shikamaru.
- No te ofendas pero acabas de subir de curso y estás un poco retrasado - añadió Karui.
- No me ofendo pero no tenéis que preocuparos, enseguida me pondré al día.
- ¿Tanto confías en tus habilidades? - se burló Sora.
- Ahhhh... no, pero la física se me da bien.
- De todas formas deberíamos quedar y ponernos cuanto antes con el proyecto - indicó Samui - Nosotras te ayudaremos a ponerte al día en esa asignatura.
Sin decir una palabra más se dio la vuelta y volvió a su asiento dejando a Shikamaru bastante confundido, parecía que le había salido otra tutora.
Comenzó la siguiente clase y Kurenai entró en el aula.
- Buenos días chicos. Veo que estáis muy intrigados con vuestro nuevo compañero. Shikamaru, anda, acércate que tengo que darte unas cosas.
Pesadamente Shikamaru se levantó y se acercó a la mesa de Kurenai que a su vez se sentaba lentamente.
- Estaba deseando sentarme - dijo al ver como Shikamaru la miraba con curiosidad - Tengo los tobillos hinchados y eso que todavía me queda lo más pesado del embarazo, así que prepárate para que Akane tenga los pies hinchados y aprende a darle masajitos.
Shikamaru la miró arqueando las cejas y sin saber que contestar.
- Ya verás, ya... por cierto ¿Cómo está Akane? Hoy no ha venido.
- Bien, bueno ayer se encontraba algo agobiada y le dolían los riñones ¿Es normal que duelan los riñones?
Kurenai estuvo a punto de romper a reír, estar hablando con uno de sus alumnos sobre embarazos no era precisamente lo más típico pero sobretodo le enternecía la preocupación que podía ver en el rostro de es chico tan joven.
- Cuando quieras puedes pasarte por el departamento de orientación y hablamos sobre como te sientes pero mientras tanto, mira, aquí tienes la lista de los nuevos libros que necesitas y esta es la de los libros que vamos a leer durante el curso en literatura... este - cogió un bolígrafo y tachó el primero de la lista - este no, ya hemos hecho el examen, pero te recomiendo que empieces a leer este - señaló el siguiente con un circulo - cuanto antes, a mediados de octubre será la evaluación.
- Mendokusei - se quejó.
- Ya se que es muy pesado pero tienes que seguir el ritmo de esta clase.
- No, si no es por eso, es por los nuevos libros.
- ¿Qué problema hay con eso?
- Que cuestan dinero. Un gasto más para mis padres - se lamentó.
- Bueno, no te preocupes, ya pensaremos como ayudarte un poco, quizás puedas solicitar una ayuda o el préstamo de libros al instituto. Anda, ve a tu asiento y concéntrate en los estudios.
Shikamaru regresó a su asiento mirando la lista que Kurenai le había dado... otro gasto más, como si los libros de texto no costasen dinero... y él no tenía ese dinero... bueno, quizás si, sus padres le habían abierto una cartilla y le iban ingresando dinero para cuando fuese a la universidad... pues habría que adelantar unos meses el disponer de ese dinero porque no quería que sus padres también tuviesen que soportar esa eventualidad y mejor que Akane no se enterase porque con lo exagerada que estaba últimamente capaz era de organizar un drama.
Aún así, a pesar del poco tiempo que llevaban separados tenía que reconocer que extrañaba que no estuviera allí gritándole y diciéndole lo inútil que era ¿Cómo estaría? ¿Vendría ya de camino? ¿Se encontraría mejor? Y lo que más me preocupaba ¿Cómo estaría portándose su primo?
Y mientras Shikamaru iba acostumbrándose a sus nuevas clases y sus nuevos compañeros, Naruto seguía pensando en como hacer para que Sasuke y Shikamaru no discutiesen e Ino parloteaba continuamente con sus nuevas amigas del cambio de look que quería hacerse, fue pasando la mañana y llegó la hora de la comida.
- ¿Donde vas a comer, Shikamaru? - le preguntó Ayame.
- Pues no lo se, donde quieran mis amigos, realmente me da igual.
- ¿Y por qué no comes con nosotros? - propuso Samui - Así podemos ir poniéndote al día de varias cosas.
Por lo que se veía esa chica no pensaba darle tregua aunque no parecía mala idea. Le apetecía comer con Chouji y hablar un poco más de lo que había pasado el fin de semana pero quizás era mejor que comiese con Ryuko y seguramente las chicas comerían juntas y querrían hablar de sus cosas. Su otra opción era ira a comer con Naruto... bueno, también era una buena idea que le fueran poniendo al día y además conocer un poco más a esos chicos con los que ahora te tocaba pasar bastantes meses.
- De acuerdo. Voy a decírselo a Chouji, es un amigo, suelo comer con ellos.
- Diles que vengan también - propuso Tamaki.
- Si - dijo Omoi - Estoy deseando conocer a todas esas chicas de segundo que seguro que cuando me vean se van a impresionar.
- Si se van a impresionar, si ¡De lo imbécil que eres! - le gritó Karui.
Después de avisar a Chouji y Ryuko, estos junto con Shikamaru, Ayame, Tamaki, Omoi, Karui y Samui se dirigieron a la zona donde solían reunirse para comer mientras iban presentándose unos a otros.
Temari los vio y decidió juntarse con ellos más que nada porque no quería comer con Neji, ni con Gaara o Hinata, que no es que estos fueran muy pesados o empalagosos, no, pero ella tenía la teoría de que las parejas que empiezan deben pasar tiempo a solas porque las demás personas parecen molestar.
- ¿Puedo comer con vosotros? - preguntó.
- Claro que puedes - respondió alegre Omoi - Yo soy Omoi ¿Y tu? ¡No! Espera no me lo digas... tu eres...
- ¡Déjate de tonterías! - gritó Karui - Sabes de sobra que es Temari, la chica de Suna.
- Yo quería hacerme el interesante.
Temari miró a la chica rubia que permanecía callada, comiendo en silencio y sin inmutarse.
- Me llamo Samui - habló de improviso al ver como la observaba Temari.
- Lo siento, no quería ser una maleducada.
- No lo eres - contestó muy seria - No me has ofendido. Date prisa en comer - le dijo a Shikamaru - Y empezaré a explicarte cosas.
- ¿Ya vas a agobiarme? - se quejó el chico.
- ¿Eres tu la encargada de ponerle al día? - se interesó Chouji.
- Solo en física.
- Nos han puesto juntos en un proyecto de ciencias - explicó Karui - A nosotros tres - señaló a Samui, Shikamaru y ella misma.
- Shikamaru y yo el año pasado también hicimos un proyecto juntos - añadió Temari.
- Si, pero esta vez es para un concurso regional - habló con todo aburrido Shikamaru - ¡Menudo rollazo!
...
Era lo que le faltaba por ver a Naruto, Ino había conseguido arrastrar a Sakura para comer con las "Barbie-girl". Ya le molestaba bastante verla con esas chicas como para que encima Sakura también se uniese a ellas, aunque bueno, él confiaba en Sakura y en que supiese meter un poco de sentido común en Ino y más o menos se habría conformado hasta que al grupo se unieron Sasori, Deidara, Konan y Pain ¡Sakura e Ino estaban comiendo con esos chicos!
Bastante enfurruñado se sentó al lado de Kiba para comer.
- Las mujeres son muy difíciles de entender ¡vaya que si!
- ¿A mi me lo vas a decir?
- ¿Cómo te va con Ten-Ten?
- ¿Cómo que como me va? ¡Tú estás saliendo con Ten-Ten!
- ¡Anda es cierto! - dijo sonriendo tontamente mientras se rascaba la cabeza - ¿En qué estaré yo pensando?
- Supongo que estarás contento.
- ¿Por qué?
- Me dijiste que no dejara a Ino y que esperase a que me dejase ella, pues ya lo ves, ya está hecho.
- ¿Y cómo te sientes?
- Pues no me siento muy bien.
- Pero tú querías dejar a Ino.
- No es que quisiera dejarla, lo que quería era aclarar las cosas con ella.
- ¿Ahora te da pena?
- Claro que me da pena. Me da pena que todo termine así, yo esperaba no se... otra cosa. La verdad es que si que nos lo hemos pasado muy bien, no era la chica de mis sueños pero es muy simpática.
- Y muy guapa y también es inteligente y buena amiga.
- Si tanto te gusta Ino deberías decírselo, Naruto - habló de pronto Shino detrás de ellos haciendo que ambos se sobresaltaran.
- ¡Mierda Shino! - gritó Naruto - ¡Tu siempre igual! Das grima ¿No puedes hacer un poco de ruido cuando llegas, dattebayo?
- ¿De verdad te gusta Ino? - le ignoró Shino y volvió a preguntarle.
- Si no os importa, no quiero hablar de este tema.
...
Lo que más molestaba a Sakura era que Ino coquetease tan descaradamente con Deidara. Vale que el chico era guapo... muy guapo, si vale, lo era, pero le molestaba que Ino coquetease tan descaradamente con él ¡Por dios que era Deidara! Y para colmo él también coqueteaba con ella, aquello no iba a terminar bien. Para rematar la jugada de pronto apareció Tobi, con su alegre sonrisa y su cara de no enterarse de nada... uy, de este si que no se fiaba ni un pelo, y también Ino se puso a coquetear con él... claro, a ella le encantaba ser el centro de atención y tener unos cuantos chicos a su alrededor... menuda vanidosa. Y ya para rematar esas dos, Stella y Kikyo que parecían alentarla.
- Ino, acompáñame - dijo levantándose.
- ¿A donde?
- Al servicio, acompáñame, por favor.
- ¿No puedes ir tu sola?
- No, no puedo, es que he tenido un accidente, anda acompáñame.
- Está bien - contestó resignada - No tardo mucho - sonrió a Deidara y Tobi.
Una vez en los aseos, Ino miró a Sakura colocando sus brazos en jarras.
- A ver ¿Que te ha pasado?
- No, a ver que te ha pasado a ti.
- ¿A mi?
- Si a ti ¿Qué haces coqueteando con Deidara?
- Para tu información te recuerdo que ya no estoy saliendo con Kiba así que soy libre.
- ¿Eso que tiene que ver? No puedes ir coqueteando con todos los chicos que ves y menos con Deidara, por favor Ino que es Deidara.
- Y está bien bueno.
- ¡No importa como esté de bueno! - gritó - ¡Es Deidara!
- ¿Tu de qué vas? ¿No estás tú coqueteando con Sasori? Y es Sasori, que tampoco es cualquiera.
- Pero es que hay muchas cosas de Sasori que no conoces y... además es que también estás coqueteando con Tobi.
- Ah, ya veo a Sasori le perdonamos pero a Deidara no.
- ¿Es que no lo entiendes? Yo no voy coqueteando por ahí con cualquier chico que veo vale que igual estoy tan loca como tu y soy igual de irresponsable pero es que no es lo mismo...
- Yo solo quiero sentirme bonita.
- ¿Cómo que sentirte bonita?
- Si, sentirme bonita, sentirme guapa, sentir que le gusto a los chicos. Estoy harta de ser invisible para los chicos, quiero que me digan lo guapa que soy y que me pidan citas.
- ¿Pero que estás diciendo? Tú eres guapa y lo sabes.
- No, no lo se. Yo también necesito que me lo digan. Estoy muy cansada de ser solo tu amiga o la chica rubia que va contigo. No se porqué tu eres tan popular, quizás sea por tu pelo rosa o no lo se pero siempre has tenido a Naruto enamorado de ti y a Lee ¿Y yo que? ¿Es que no valgo nada? ¿Es que nadie me ve?
- Ino no digas más tonterías.
- Mira déjame, no lo vas a entender, eres igual que mi madre, solo sabéis meteros en mi vida y decirme lo que tengo y no tengo que hacer ¿Vas a seguir amargándome el día?
- No, por mi puedes seguir haciendo lo que estabas haciendo pero... ten cuidado.
- ¿Te has enfadado conmigo?
- Eres mi amiga Ino, mi mejor amiga y yo... es que no te comprendo, quiero comprenderte pero no puedo. Es que además es Deidara y supongo que tengo miedo a que te haga algo o yo que se.
- Venga, no te preocupes tanto, eres muy exagerada para todo y demasiado recta. No pasa nada, no estoy haciendo daño a nadie.
- Pero te puedes hacer daño a ti misma.
- De verdad que lo necesito, necesito saber que todo lo que hago sirve. Deidara no me va a hacer nada, ya lo verás, solo estamos jugando un poco, déjame divertirme, yo no te digo nada de Sasori y es Sasori y también me preocupa que te haga daño a ti.
Sakura suspiró, no la entendía, no la podía entender y tampoco Ino la entendía a ella así que era mejor que dejasen esa conversación que no les llevaba a ningún sitio.
La puerta se abrió y una chica entró.
- Hola - dijo mecánicamente al verlas allí, miró y vio las puertas de los servicios abiertas y entró en uno cerrando tras ella.
- Bueno, tu sabes lo que haces - dijo resignada - Pero ten cuidado con Deidara, no le des mucha confianza. Bueno, tu por si acaso ten cuidado. Ya que estamos aquí voy al servicio.
Sakura entró en el otro servicio e Ino se giró para mirarse en el espejo y retocarse el pelo. Se pasó los dedos entre el cabello y al sacarlos unas hebras doradas estaban enredadas en ellos, eso si que le apenaba, tenía que hacer algo o a este paso se quedaría calva. Tendría que acudir a Shikamaru de nuevo y pedirle unas vitaminas para el pelo, ella se las pagaría, por supuesto, bueno, no era algo tan descabellado porque su padre tenía una farmacia y en la farmacia venden esas pastillas solo es pedirle el favor de que se las traiga, podría ir ella misma. Es que si le decía a su madre lo que le pasaba ya sabía ella que la llevaría al médico y tampoco era para tanto, seguro que el médico le mandaba hacer unos análisis y eso no le interesaba.
En el fondo Ino sabía porqué se le estaba cayendo el pelo pero prefería ignorarlo y también sabía que si le hacían esos análisis los resultados revelarían muchas cosas y tampoco le interesaba.
Apoyó las manos en el lavabo y se quedó mirándose. La chica desconocida salió, se lavó las manos y se marchó mientras ella seguía mirándose. Se le acababa de ocurrir algo, algo para que su madre le comprase las vitaminas.
Ino tenía todo el tema de las comidas controlado. Desde que hace dos años tuvo aquel problema de alimentación sus padres sabían que ella era de poco desayunar, bueno, es que en realidad nunca había desayunado demasiado, simplemente desde pequeña era incapaz de comer al levantarse, así que sus desayunos eran muy ligeros al igual que las cenas porque, ella siempre lo decía, para levantarse bien hay que acostarse con un poquito de hambre, esa era una cantinela que llevaba años diciendo así que tampoco se extrañaban de lo poco que cenaba y no merendaba, nunca merendaba y también sabían que era para mantener el tipo. Luego estaba el tema de la comida principal, pero también lo tenía controlado porque comía en el instituto y ella misma se la preparaba, además hace unos meses tuvo la genial idea de decirle a su madre que quería ser vegetariana, que era la dieta más saludable y a su madre, conociéndola como la conocía y su obsesión por no engordar, le pareció adecuado siempre y cuando se alimentase... claro, ahora podía decir que creía que le faltaban proteínas o alguna cosa y que necesitaba un complemento vitamínico... era perfecto.
Sakura salió del servicio y ella la sonrió y en pocos minutos estaban de regreso sin percatarse de que Neji las estaba observando y con cara de muy pocos amigos.
...
Kushina entraba bastante acelerada en un restaurante, miró y vio a Mikoto sentada en una mesa al lado de una ventana. Sonriente se acercó a ella.
- Perdona que llegue tan tarde - dijo a modo de saludo.
- No te preocupes ¿Traes hambre?
- Ni te lo imaginas, ttebane.
- Bien, pues vamos a pedir ya ¿no?
Hizo un gesto y un camarero se acercó. Hicieron su pedido y este lo anotó en una pequeña libreta antes de marcharse.
- Te dije - habló Mikoto - Que era más sencillo que me dieses cita en tu consulta.
- Y yo te dije que eres mi amiga y a mis amigas no las atiendo profesionalmente, me está prohibido. No puedo tener como pacientes ni a familiares, ni a amigos porque me implicaría demasiado en su problema y no sería objetiva. Además soy tu amiga y tú no necesitas una psicóloga si no una amiga con la que hablar.
- Creo que si, que tienes razón. Lo único que necesito es hablar con una amiga ¿Te acuerdas cuando Naruto y Sasuke eran pequeños y les llevábamos al colegio?
- ¡Vaya que si me acuerdo! Que bien nos lo pasábamos, dattebane.
- ¿Y nuestros desayunos? Era lo mejor del día.
- La terapia de café, que los llamábamos.
- Y es que hablábamos de todo, vivimos tantas cosas.
- Todas nuestras vidas estaban allí, frente a los cafés. Los echo mucho de menos.
- Si, yo también.
Callaron mientras el camarero les sirvió el primer plato.
- Ahora han crecido y todo se ha complicado - se lamentó Mikoto.
- Si. Cuando eran pequeños nos quejábamos del trabajo que nos daban pero ahora lo cambiaríamos si pudiéramos ¿verdad?
- Es cierto - contestó melancólica.
- ¿Y entonces que te pasa? ¿Tienes problemas con Fugaku?
- Tengo problemas con todos. Con Fugaku, con Itachi y con Sasuke... Kushina no se que hacer, intento mantenerme tranquila pero es que no puedo ya más.
- ¿Pero que te pasa?
- Ya sabes como son los Uchiha, con eso del honor y la familia.
- Si, si lo se, ttebane.
- Y sabes que hace unos años Fugaku quería casar a Itachi con la hija de una familia ilustre.
- Claro, y que él se negó y pasó lo que pasó.
- Y desde entonces la relación entre Fugaku e Itachi se enfrió bastante, vamos que no ha ido nada bien. Pues ahora - respiró hondo - Ha vuelto a las andadas, salvo que ahora a quien quiere casar es a Sasuke.
- No, si tu marido no tiene remedio, no parará hasta emparentaros con una familia noble ¿Y estás preocupada por ese tema? ¿Que pasa, que Sasuke también se ha rebelado?
- No, que va, al principio parecía que se lo había tomado mal pero luego parece aceptarlo. El problema es que yo se que a mi hijo le pasa algo.
- ¿Algo de qué?
- No lo se, algo, se que le pasa algo... actúa muy raro... no se explicártelo pero es algo que siento dentro de mi y algo que veo en sus ojos cuando me mira.
- Quizás es tristeza.
- O quizás es que está enamorado o... no lo se pero mi hijo está sufriendo mucho Kushina, sufre y lo hace en silencio.
- Bueno, eso es tu apreciación. No tienes que angustiarte demasiado Mikoto, piensa que tiene 17 años, es normal que sienta mal y confuso y esa confusión le desespere.
- ¿Sabes lo que creo? - dijo mirando alrededor como si quisiese asegurarse de que nadie la iba a escuchar - Por lo que he hablado con él yo creo... espero que solo sea una sospecha pero yo creo que ha dejado embarazada a una chica.
Kushina soltó los cubiertos y se llevó las manos a la boca. En realidad no le asombró la afirmación de Mikoto, lo hizo para evitar decir algo imprudente. Ya le había dicho Naruto que Sasuke decía que Akane estaba embarazada de él pero claro, tampoco iba a decirle eso a su amiga.
- ¿Pero que me dices?
Mikoto afirmó varias veces con la cabeza.
- Y cuando Fugaku se entere no quiero ni imaginarme lo que va a decir.
- ¿Pero estás segura?
- Segura, segura no estoy pero mi instinto de madre me dice que es cierto, lo siento aquí, en las entrañas.
- ¡Madre mía! ¿Y quien es la chica? ¿La conoces?
- No lo se pero Sasuke no sale con muchas chicas, al menos que yo conozca.
- ¿Pero es que él te ha dicho algo?
- Estuvo preguntándome que pasaría si de pronto dejase embarazada a una chica y estás muy raro. Kushina, estoy que no puedo más de los nervios.
- ¡Ya te digo! De todas formas lo primero que tenemos que hacer es saber si son ciertas tus sospechas, así que, tranquilízate, quizás solo sospecha que ha dejado embarazada a una chica, quizás solo sean suposiciones suyas. A su edad los chicos son muy dados a dramatizarlo todo mucho.