viernes, 22 de agosto de 2014

75. Reunión de urgencia, nueva estrategia

De vuelta a casa de Akane, esta y Shikamaru permanecían en silencio mientras caminaban. No es que Shikamaru estuviese especialmente preocupado pero si intrigado, acababa de descubrir que existía un nuevo problema en su vida. Akane estaba embarazada, seguro, bueno, Shikamaru estaba seguro al 80%, el otro 20% lo dejaba por si era un ataque de histeria de la chica... y era de él, de eso si que estaba seguro del todo y lo estaba porque cada vez que lo pensaba un malestar de lo más desagradable le invadía; además seguro que si, no podía ser de otro, no, si ya lo decía la ley de Murphy: si hay una posibilidad de que algo vaya mal, irá mal y claro, el "bromista cósmico" no iba a desaprovechar la oportunidad de volver a carcajearse de él.
Y la terca de Akane no quería decirle nada, a saber que pensará en esa cabeza anaranjada, lo mismo cree que le iba a decir que no era suyo o que no se fiaba de ella porque desconfiada es un rato, maldita testaruda.
Sin embargo Shikamaru lo tenía muy claro: el imbécil que la había dejado con ese problema era él, vamos, no cabía duda, todo encajaba, las fechas... tenía que ser él y de alguna manera Akane se lo estaba diciendo, no claramente, de una manera subconsciente pero lo estaba haciendo.
Aquello no tenía solución, por más que pensase no iba a solucionar nada así que lo mejor era dejar de pensarlo, lo que fuese ya sonaría. Solo esperaba que esa condenada cabezota tuviera la confianza de acudir a él y no intentar solucionar las cosas ella sola como hacía siempre.
- Oye Shika, yo quería hablar contigo de algo.
- Pues te escucho.
- Bueno es que... ahora no puedo - miró a su hermano pequeño que caminando de la mano de Shikamaru les miraba muy atento - Es como una grabadora ¿sabes? luego lo repite todo.
- Bueno, supongo que lo que quieres decirme puede esperar ¿O no puede?
- ¿Por qué no iba a poder?
- No se, hay cosas que con el tiempo aumentan de tamaño.
- ¿Quedamos mañana?
- Eso ya lo daba por hecho, recuerda que me debes una cita y más te vale que me compenses por lo que he tenido que trabajar hoy.
- Uy si ya ves, que casi te mueres. Que raro - dijo mirando las ventanas de su casa - Las luces están apagadas.
- No habrán llegado aún.
- Pues ya es hora, yo creo que debe haber terminado ya la reunión ¿o no?
- Se habrán entretenido.
- Típico de ellos, claro, como estoy yo para ocuparme de todo... son unos irresponsables.
Shikamaru dejó salir una leve risilla.
- ¿De que te ríes tu?
- Pareces mi madre gruñendo.
- Bueno Shika, gracias por haberme acompañado.
- Ah ¿Que ya me despides?
- Bueno ya hemos llegado a mi casa.
- ¡Yo no quiero que Shika se vaya! - gritó el hermano de Akane.
- Ya lo has oído, no quiere que me vaya.
- Ven, Shika, sube conmigo a casa, vamos a jugar.
- No Kenta - cortó Akane - Shika se tiene que ir a su casa.
- Solo un poquito, venga, si, vamos - el niño tiraba de Shikamaru.
- Deja al menos que te ayude con el carrito y el triciclo - dijo Shikamaru Oye y ahora que caigo ¿Y tus otros hermanos?
- Están en casa de mi padre.
- ¿Y tu no?
- No, como me voy a mudar allí mi madre ha dicho que prefería que estuviese con ella, es que me va a echar mucho de menos ¿sabes?
- ¿Cuando te mudas?
- Al final en Octubre, es que en Septiembre es cuando le dan vacaciones a mi padre y claro, como siempre, yo soy una molestia.
Una vez en la casa, Akane llamó a su madre por teléfono, mientras Shikamaru, sentado en el suelo, era obligado a jugar con unos muñecos.
- ¿Mamá? ¿Dónde estáis?
- Akane, hija ¿Ya habéis vuelto del paseo?
- Si, ya hemos vuelto, cosa que vosotros no.
- Es que estamos cenando en un restaurante.
- ¿Qué? - gritó esceptica.
- Hija es que salimos muy poco solos así que hemos aprovechado. Prepara la cena de tus hermanos y acuéstales, ah y que no se te olvide bañarles.
- Es increíble mamá ¿Cómo me haces esto? - gritó llena de rabia, Shikamaru se quedó mirándola con curiosidad.
- Venga no te quejes. No se a que hora llegaremos pero no dejes que Kenta se quede hasta muy tarde despierto.
- ¿Y Takeo? ¿Irumi también se queda a cenar con vosotros?
- No, se ha ido a casa pero como es muy tarde ha dicho que mejor que Takeo se quede con nosotros. Mañana por la mañana pasará a recogerlo su madre.
- Es increíble, es increíble.
- No empieces a quejarte. Ah, para que luego no digas que no te aviso, mañana tenemos que volver al abogado.
- ¿Mañana también?
- Si, porque faltaban unos papeles ¿Ves como te aviso con tiempo?
Akane estaba a punto de soltar una gran barbaridad pero prefirió morderse la lengua, si lo hacía se iniciaría de nuevo una discusión que no llevaría a ningún lugar, solo a enfadarla más. Respiró profundamente.
- ¿Y Takeo? ¿También tengo que quedarme mañana con Takeo?
- No, ya te he dicho que vendrá su abuela a recogerle. Solo que Kentaro y yo habíamos comprado entradas de cine para llevar a Kenta y no va a poder ser, tendrás que llevarle tu.
- Vaya, ya me has organizado el día ¿no?
- Claro, no vamos a perder esas entradas, mira puedes invitar a Shikamaru. Venga, cenar algo y acostaros, no nos esperes despierta que no se a que hora llegaremos.
Akane colgó golpeando el auricular.
- ¿Les ha pasado algo? - se interesó Shikamaru aunque sabía que no debía haberles pasado nada.
- No. Han aprovechado para quedarse a cenar, que dicen que pasan poco tiempo a solas - esto último lo dijo con bastante tono de burla.
Estaba de espaldas a Shikamaru y al girarse se topó literalmente con él y antes de reaccionar se vio atrapada por sus brazos.
- Puedes llorar si quieres - susurró el chico.
- No tengo ganas de llorar, suéltame ¿Por qué iba a llorar?
- Porque es mejor llorar que lastimarte a ti misma.
- Que me sueltes te digo, tengo que preparar la cena de... de todo el mundo, tengo que preparar la bañera y... creo que mañana tampoco podremos salir, por lo visto tengo que llevar a Kenta al cine.
- ¿Al cine? Ah, esto fastidia todos mis planes, en fin, es un rollo pero bueno - sacó su móvil y empezó a marcar - ¿A que hora vamos a ir al cine?
- ¿Quieres venir al cine con mi hermano?
- Bueno hay cosas peores... ¿Chouji? Si, soy yo... oye Chouji ¿que planes tienes para mañana?... Estupendo, Ryuko y tu os venís mañana al cine con nosotros... Porque yo lo digo... No, es que Akane tiene que ocuparse de su hermano... si, otra vez... Entonces quedamos para ir al cine... pues no lo se, espera. Akane ¿que película vamos a ver?
- ¡Vas a venir al cine con nosotros! - gritó el pequeño - ¡Bien! ¡Bien! ¡Shiva va a venir al cine!
- Ay que ver ¿Por qué gritarán tanto los crios? ¿Que película vamos a ver, Kenta? - repitió Shikamaru.
- Bambi.
Shikamaru arqueó una ceja y miró a Akane, luego suspiró.
- Bambi - contestó al teléfono, las risas de Chouji casi podían oírse a través del auricular, Shikamaru esperó pacientemente a que su amigo dejara de reírse - ¿Te ha echo mucha gracia?
Después de unas cuantas burlas de Chouji sobre lo apropiada que era la película quedaron en llamarse al día siguiente por la mañana para concretar y colgó.
- No hace falta que vengas al cine - habló secamente Akane.
- Ah, calla ya y vamos a empezar, tu bañas a los niños y yo preparo la cena.
- ¿Cómo?
- ¿Que se le da de cenar a este? - señaló al más pequeño.
...
Era el último día de las vacaciones para los alumnos.
A pesar de no haber iniciado aún las clases el instituto tenía las puertas abiertas. Antes de comenzar las clases quedaban cosas por solucionar como, por ejemplo, la admisión de nuevos alumnos que se incorporaban por diversas razones a mitad de curso o charlas con padres para los que no había otro momento.
En la sala de profesores, Kakashi e Iruka se habían quedado solos, ambos revisaban el plan de estudios para el cuatrimestre que comenzaba.
- Iruka - habló Kakashi - ¿Me dirás quien es?
- ¿Quien es qué?
- La chica.
- ¿Que chica?
- Esa que me dijiste por la que te sentías enamorado ¿Ya no te acuerdas?
- Olvídalo, era una tontería.
- ¿Estás seguro?
- Si, claro, por supuesto.
Guardaron unos tensos minutos de silencio en los que parecían abstraídos cada uno en los suyo.
- No se porqué pero no te creo - habló de nuevo Kakashi.
- ¿Cómo?
- Vamos Iruka que nos conocemos, tu no eres de esos que se enamoran continuamente.
- Si no te importa Kakashi, eso son temas personales míos.
- Tampoco es típico de ti que me evites así.
- Te digo que lo olvides.
- ¿Quien es?
Iruka suspiró y soltó el bolígrafo que tenía entre los dedos.
- Está claro que no me vas a dejar en paz.
- Ya me conoces.
- ¿Y si te digo que no tienes que preocuparte?
- No te creerías, soy mas observador de lo que parece y se que te preocupa el reinicio del curso.
- ¿Por qué me iba a preocupar?
- Porque estás enamorado de una alumna.
- ¿Que te hace suponer eso?
- Iruka... que nos conocemos. Dime ¿Quien es ella? Debe ser de las clases superiores ¿cierto?
- No... no es ninguna alumna - dijo desviando la mirada.
- Estás mintiendo.
- No... no miento - hizo un leve gesto tocándose la nariz.
- Estás mintiendo - repitió - Y eres bastante malo mintiendo, tu lenguaje corporal te está delatando.
- Por favor Kakashi, vamos a dejarlo.
- Esta bien, esta bien, como quieras. Pero sabes que somos amigos y puedes contar conmigo.
- Ya, ya lo se pero... no lo entenderías.
- Oh si, si lo entendería. Soy humano después de todo, a veces no se puede evitar, estamos todo el día rodeado de chicas que parecen empeñadas en desquiciar a sus compañeros, a veces es porque les gusta alguno, otras por malicia, no se pero no se dan cuenta de que nosotros también somos hombres después de todo y también podemos sentirnos provocados.
- No, no es eso, ella no es así.
- Entonces admites que yo tengo razón y es una alumna.
- Pero es que ella es mas que eso, es mi amiga, esto no hubiera pasado si no la hubiese conocido más... - Iruka pareció derrumbarse y llevó sus manos a su cabeza apoyándola en ellas - No se que voy a hacer, me voy a volver loco, la tengo metida dentro de mi, me domina, esto es absurdo, me siento como un quinceañero estúpido.
- Bueno, para eso estamos los amigos. Esta tarde quedamos y nos vamos de copas.
- ¿Crees que esa es la solución?
- Si, al menos te desahogarás.
...
Naruto había acudido a su madre. Si algo tenía claro es que el tema de Ino no era algo para tomarse a broma, ni un problema que unos crios pudiesen solucionar, por muy héroe que se sintiese él no podía hacer nada solo, entre otras cosas porque sabía que tanto él como Sakura también necesitarían apoyo psicológico, esos temas dejan traumas en todas las personas implicadas ya sea directa o indirectamente, de algo tenía que servirle tener una madre psicóloga.
Nervioso, sentado en la antesala del despacho de la psicóloga, Misaki escuchaba su mp3 intentando relajarse. Miraba el reloj cada dos por tres impaciente pero el tiempo parecía haberse relantizado y no avanzaba.
Hubiese querido no estar ahí, pero tenía que estar, si no estaba seguro que Kushina Uzumaki llamaría al instituto para preguntar y la directora Tsunade la llamaría y... era mejor acudir.
Por fin la puerta se abrió y Naruto salió del despacho de la psicóloga, después de saludar alegremente a Misaki se marchó, Misaki se preguntaba porqué estaba en el despacho de su madre, bueno, era su madre ¿es que no la veía en otro momento? era algo de lo más curioso. Bien, ahora le tocaba a él. Espero hasta que Kushina apareció con un sonrisa en la puerta.
- Misaki, pasa.
El despacho de Kushina era bastante austero, estaba pintado de verde claro que decía ayudaba a calmar los nervios. En una de las paredes tenía un corcho y en él pinchados varios dibujos hechos evidentemente por niños.
Kushina se sentó en su sillón y le miró con los ojos brillantes y una amable sonrisa en los labios, como siempre.
- ¿Cómo te encuentras, Misaki?
- No muy bien, la verdad.
- ¿Y eso?
- Creo... creo que... - Misaki titubeaba al hablar, no sabía muy bien que decir ni como decirlo así que optó por atajar el tema - Quisiera que le dijera a Sai que no tiene porqué ser responsable de mi.
- ¿Se porta mal contigo?
- No.
- ¿Tiene una conducta inapropiada?
- No, no.
- ¿Entonces? ¿Acaso te insulta? ¿Es por tu homosexualidad?
- Pues digamos que si.
- ¿Es que es homofóbico?
- No, vamos no lo se. No, él no me insulta, me trata bien, demasiado bien.
- Pues entonces no lo entiendo. Tú no te das cuenta pero te está ayudando mucho. En estos meses has dejado de ser el chico solitario que no quería relacionarse con nadie, tienes nuevos amigos y hasta sonríes más a menudo ¿Que problema tienes con Sai?
- Es por mí, no... no quiero estropear nuestra amistad.
- Entonces reconoces que se ha creado un vínculo de amistad entre vosotros.
- Es que no puede ser, tienes que hacer que se aparte de mí.
- ¿Por qué?
- Porque si, esto no va a terminar nada bien, tiene que alejarse antes de que me desprecie.
Kushina le observó unos segundos. Misaki desviaba la mirada y se tocaba un mechón de su pelo nervioso.
- ¿Te has enamorado de él?
Misaki suspiró resignado mientras se recostaba en la silla, hubiera preferido no hablar de ese tema con la psicóloga pero como siempre esa mujer parecía ver dentro de él.
- Eso no es nada malo - habló con amabilidad Kushina.
- No lo sería si yo fuera una chica pero es que no lo soy, por si no se había dado cuenta.
- Me gustaría que hicieras una cosa, quiero que para la próxima cita me traigas escrito, a ser posible a mano, todo lo que piensas y porqué crees que te has enamorado de él, que es lo que ves en él que te hace pensar así ¿de acuerdo?
Misaki afirmó con la cabeza. Aquel era un tema difícil de hablar, Kushina lo entendía, ser distinto a los demás no es algo fácil de asimilar por todo el mundo, sentirte distinto y sobretodo sentir el rechazo de los demás. Para Misaki no era un tema fácil de tratar o hablar de él, por eso Kushina le pedía que escribiese todo lo que sentía en un papel que luego, sin estar él delante, ella leería, pero eso, leerlo era lo de menos, ella ya sabía lo que el chico iba a escribir, lo que hacía era más bien analizar como lo escribía y lo más importante: era un instrumento para hacer que se desahogase.
- ¿Como te sientes?
- Muy mal. Intento ser normal, juro que lo intento pero no puedo, es imposible.
- Lo dices como si fuera anormal o algo así.
- Y lo soy, no soy normal, soy un bicho raro.
- ¿Cuantas veces vamos a tener que hablar del tema? Tu no eres "no-normal" eres tan normal como cualquiera, no debes dejarte influir por lo que algunas pocas personas digan.
- Intento actuar como cualquier chico, intento que me atraigan las chicas, me esfuerzo en buscar algo...
- Vamos a ver Misaki, el que te guste una persona u otra no es algo que tengas de forzar, eso, sale solo.
- ¿Pero por qué siempre me siento atraído por chicos?
- Porque eres así y tienes que aceptarte, nunca serás feliz si no te aceptas como eres.
- Ser así solo me trae problemas. Mis amigos huyen de mí.
- A ver Misaki, tu lo ves todo muy exagerado porque es lo que estás viviendo pero tienes que empezar a verte como una persona normal y corriente, tu no eres nada de esas cosas que cuentas que te dicen, a ver - ojeó el expediente de Misaki que tenía abierto encima de su mesa hasta encontrar lo que buscaba - Aquí: "desviado", "enfermo", "degenerado"... estos adjetivos son hechos por personas cerradas que no quieren entender, que les da miedo... no se que les da miedo pero tú no tienes que quedarte con esto, en la vida se nos insulta de muchas formas, a ti porque tienes una opción sexual distinta a lo "preestablecido", a mi de pequeña porque tenía el pelo rojo, a otros por ser mas gorditos, por no ser altos, por llevar aparato dental o gafas, la sociedad es así y tu tienes que aceptarte como eres porque solo duelen los insultos cuando tu mismo te insultas.
- No es lo mismo llevar gafas que ser homosexual.
- Uno no elige tener miopía o no, tú tampoco elegiste tu condición sexual.
- Pero no es nada fácil. Mis amigos huyen de mí, me rechazan, tienen miedo de mí.
- Sai no ha huido de ti.
- No, él no. Supongo que por eso... creo que si la gente me viera como a una persona normal yo también actuaría de forma normal.
- Siempre buscas a alguien que te proteja, es porque te sientes débil y vulnerable ante la sociedad, por eso no te atreves a ser tu mismo.
- Si me atrevo a ser yo mismo, hace años que acepte mi homosexualidad, es algo que no oculto.
- No lo ocultas, pero te avergüenzas de ti mismo, de tus sentimientos. No te es difícil decirlo pero no quieres ser coherente contigo mismo.
- Solo quiero no perder a Sai como amigo.
- ¿Y por qué le ibas a perder?
- Porque siempre pasa, en cuanto les digo mis sentimientos se sienten amenazados y huyen de mí.
- Eso es porque no son las personas adecuadas.
- He visto mucho desprecio en el rostro de mis amigos.
- Y es entonces cuando sabes quienes son tus amigos de verdad. Dime, si Sai fuese una chica ¿Que problema tendrías?
- Pues no se...
- ¿Y si la chica fueses tú? Piensa por un momento que eres una chica ¿Que pasaría? ¿Te atreverías a decirle tus sentimientos? Te voy a contestar yo: no, no lo harías, tendrías el mismo miedo al rechazo. La culpa no es de que seas un chico, la culpa es de tienes miedo a que te rechacen, pones de excusa que los dos sois chicos pero eso es solo una excusa para no enfrentarte a sus sentimientos.
- ¿Y que tengo que hacer entonces?
- Nada, no tienes porqué hacer nada en especial. Simplemente se tu mismo, da una oportunidad a la amistad con Sai, deja que se fortaleza, ese chico se está esforzando mucho por ayudarte, se preocupa por ti, consiguió que fueras de vacaciones ¿cómo crees que se sentirá si de pronto te alejas de él? El tampoco es un chico muy sociable, le cuesta demostrar sus sentimientos, creo que le molestaría más pensar que no valoras su amistad a saber que sientes algún tipo de interés romántico por él. Por cierto ¿Que tal con su grupo de amigos?
- Bien, si, bien.
- ¿Te sientes rechazado por ellos?
- La verdad es que no. Todos me han aceptado bastante bien, no digo que les caiga bien a todos, a lo mejor no, hay algunos con los que apenas he hablado.
- ¿Y como te va en tu clase?
- Bien, normal. Los de mi clase pasan de mí y yo paso de ellos.
- ¿Seguís con la misma indiferencia?
- Si, igual.
- O sea que no llegas a integrarte - Kushina revisaba de nuevo el expediente - Parece ser, por lo que me ha dicho el equipo de psicólogos de tu instituto, que estas en una clase "conflictiva"
- Pensaron que era el mejor lugar, como pasan de mi les da igual.
- Y esta clase está en conflicto precisamente con la clase de Sai.
- Pues si, no se llevan muy bien.
- Y Sai tiene su grupo de amigos en esa clase.
- Si.
- Y tu has estado este verano con ellos, o sea, que te relacionas más con esa clase que con la tuya.
- Se puede decir que si.
- ¿Eso no te causará algún problema?
- Hombre... la verdad es que las dos clases tienen prohibido relacionarse demasiado, pero vamos, es por las discusiones que pueda haber, yo no tengo nada de ver con eso.
Cuando terminó la sesión y Misaki se hubo marchado, Kushina cogió su agenda. Buscó en ella y al encontrar el número de teléfono que buscaba, descolgó el teléfono y marcó.
- Hola, buenos días, verá quisiera hablar con la directora ¿Puede ser? Soy Kushina Uzumaki, ella me conoce.
...
Cuando Tsunade colgó el teléfono a Kushina se quedó mirándolo fijamente y suspiró, los días anteriores a la vuelta de las vacaciones de verano siempre eran bastante liosos, los profesores tenían que acudir al instituto para organizar el nuevo periodo y dejarlo todo listo pero es que además en esta ocasión aún se les había complicado más.
Se dirigió al despacho del equipo de orientación, tocó la puerta con los nudillos y antes de que contestaran abrió, allí estaban Genma y Kurenai organizando algunos expedientes.
- Kurenai tenemos un imprevisto.
- ¿Que ha sucedido?
- He estado hablando con la doctora Uzumaki, viene para acá, quiere proponernos unos cambios.
- ¿Unos cambios?
- Si. Dice que son importantes ¿Dónde está Jiraiya?
- Pues no lo se, en secretaría, creo.
- Dentro de una hora os espero en la sala de profesores, ah, Genma, ven tú también.
- ¿Pero a que cambios te refieres? - se interesó Genma.
- A los de preparatoria, pero como Kurenai no terminará el curso con nosotros debido a su maternidad pues tendrás que colaborar con Jiraiya, así que más vale que empieces a ponerte al día.
- ¿Pero que es lo que pasa? - preguntó Kurenai.
- Cuando venga Kushina os lo contamos a todos, por cierto ¿Anko y Ebisu siguen por aquí, no?
- Si, nadie se ha ido.
- Estupendo.
Sin más Tsunade dio media vuelta y se marchó dejando a Kurenai y Genma bastante confusos.
Se dirigió ahora a secretaría donde estaba Shizune.
- ¿Dónde esta Jiraiya? - inquirió.
- Ha ido a archivar unas cosas ¿sucede algo?
- Dile que en una hora tiene que estar en la sala de profesores y tú también.
- ¿Una reunión?
- Si y no admito excusas y llama a Anko y Ebisu, si pensaban marcharse que cambien de planes, les necesito también.
- Vale, ahora mismo les busco.
- Ah y lleva los expedientes de 2-1 y 2-2... de todos los alumnos de esas clases.
- Bien ¿Pero que es lo que pasa?
- Os lo diré en cuanto llegue Kushina.
- ¿La madre de Naruto?
- Esa misma. En cuanto llegue llévala a la sala de profesores.
Shizune se quedó tan perpleja como Kurenai y Genma y así la encontró Kakashi.
- ¡Eh! - la sacó de su ensimismamiento - ¿Alguna novedad?
- Parece que si. Tenemos una reunión de urgencia.
- A mi nadie me ha dicho nada.
- No, por lo visto es el equipo de orientación y los tutores de 2-1 y 2-2.
- ¿Ha pasado algo con esos chicos?
- No que yo sepa.
Precisamente cuando Kushina llegó al instituto al primero que vio fue a Kakashi al que saludó con gran alegría. Después fue a secretaría donde la esperaba Shizune y ambas se dirigieron a la sala de profesores.
En la sala de profesores ya esperaban intrigados Kurenai, Anko, Ebisu, Jiraiya y Genma y sentada revisando los expedientes estaba Tsunade a la que ninguno se atrevía a preguntar porque de todos era conocido el carácter de la directora y que cuando no quería que la molestasen era mejor que no lo hicieran.
Después de saludar a los profesores y comentar el estado de "buena esperanza" de Kurenai, todos se sentaron alrededor de la mesa rectangular que había en el centro de la sala.
- Bueno, voy a ir al grano - habló Kushina - Siento no haberos avisado de esto con más antelación pero con las vacaciones y demás no ha sido hasta hoy que no me lo he planteado. A lo que iba, mirad - sacó de una cartera que llevaba unas cuantas carpetas - Estos son los expedientes de varios pacientes que tengo que son alumnos de este instituto: Neji Hyûga, Hinata Hyûga, los hermanos Temari, Kankuro y Gaara Subaku, Akane Kumoyuki, que no es paciente mía pero en la que me he implicado, Misaki Hanakiri, también tengo un montón de notas sobre el resto, las he conseguido tras hablar con Naruto, entre ellos una chica con un perfil bastante peligroso que se llama Ino Yamanaka y claro, el de Sasuke Uchiha.
- La verdad es que la clase de 2-2- es bastante conflictiva - añadió Kurenai.
- A eso es lo que voy, tenéis varios casos reunidos en una sola clase, salvo Misaki Hanakiri, todos son compañeros ¿no os dais cuenta?
- Hay que tener en cuenta - volvió a hablar Kurenai - Que tanto los Hyûga y los Subaku son familiares, es por eso que hay tanto cúmulo de problemas.
- Ya, ha eso me refiero. Tanto los de 2-1 como los de 2-2 son grupos compuestos por chicos que el año pasado dieron bastantes problemas, entre ellos Naruto. Cuando comenzó este curso los separasteis del resto de los alumnos, por así decirlo, ya que el curso anterior hicieron muy difícil la convivencia.
- Molestaban bastante al resto del alumnado con sus problemas personales - indicó Jiraiya - Pensamos que era lo mejor, bastante es con controlarlos a ellos, no queríamos que además perjudicaran a otros.
- Y eso me parece bien hasta cierto punto. Está bien que hayáis separado las "manzanas podridas" por decirlo de alguna forma, así habéis aislado y reducido los elementos conflictivos, para vosotros es mas fácil de controlar pero el problema es que...
- Los hemos aislado y tratado como si fueran nocivos - interrumpió Jiraiya.
- Eso es.
- Pero ellos pueden relacionarse con el resto del alumnado sin problema - indicó Tsunade.
- Pero siguen aislados y esto provoca que cada grupo se cierre herméticamente, sobretodo los de 2-2 que son un grupo mas unido.
- Y eso hace - habló ahora Genma - que cada grupo se considere a si mismo como "los buenos" y piensen que el otro grupo es el de "los malos". Tiene razón, eso no ayuda en mucho, así lo único que se consigue es que cada vez se tengan mas manía.
- Lo único que estamos haciendo es aumentar su animadversión - concluyó Tsunade - Es eso ¿no?
- Pero ese tema - interrumpió Anko - Ya lo hablamos al comenzar el curso, tanto Kurenai como Jiraiya ya plantearon ese problema, sin embargo se decidió que era lo mejor para la buena marcha del curso escolar.
- Pero hemos seguido teniendo problemas - apuntó Ebisu - Recuerda el incidente del día del partido.
- ¿Y que solución propones? - preguntó Shizune a Kushina.
- Los llevasteis de convivencia para que durante unos días aprendieran a relacionarse unos con otros y eso estaba bien pero no es suficiente porque al cabo de ese par de días volvieron a su rutina. Mirad, he estado repasando los expedientes de la clase de 2-2, la clase de Naruto, este verano estuve hablando con él y me he dado cuenta de muchas cosas. Mirad, el gran problema que tienen estos chicos es que son muy amigos, demasiado amigos.
- ¿Desde cuando eso es un problema? - inquirió Anko.
- Desde que se protegen unos a otros y eso no les ayuda a crecer como personas. En la vida hay de todo, cosas buenas y malas y de todo hay que aprender.
- Eso, algunos de ellos ya lo saben - apuntó Shizune.
- Si pero les estamos enseñando que separar los problemas que aislarlos es la solución y eso no es cierto, los problemas hay que afrontarlos. Fijaos en esto: en la misma clase habéis puesto a tres hermanos y dos primos y en la otra clase otros dos hermanos, esto no es nada bueno y tú lo sabes Kurenai, y tu Jiraiya, y tu Genma, sabéis que a los hermanos hay que separarlos.
- A lo importante - cortó impaciente Anko - ¿Que es lo que propones?
- ¡No estarás pensando que los mezclemos con el resto de los alumnos! - exclamó preocupada Shizune - Estaríamos como el año pasado.
- ¿Ves Shizune? Esa no es una buena actitud hacia ellos, parece que son animales salvajes que hay que separar de la manada y no es así, son solo chicos la mayoría de ellos incapaces de comprenderse a sí mismos, llenos de miedos y que se sienten incómodos con una sociedad a la que no entienden.
- Visto así tiene toda la razón - dijo Genma - Creo que hemos metido la pata a más no poder pero a estas altura de curso rehacer las cuatro clases de segundo va a traer bastantes problemas.
- No, solo tenéis que mezclar las dos clases.
- Eso es un despropósito - habló Ebisu - No se soportan entre ellos, la convivencia será insoportable.
- No creas, no mucho más de lo que es ahora - aclaró Jiraiya - Ella tiene razón, ahora tenemos que estar pendientes de que no se junten y con esa separación su intolerancia va en aumento. La jornada de convivencia no fue tan horrible como pensábamos que iba a ser, algunos incluso colaboraron entre ellos. Quizás al principio sea difícil pero a la larga quizás ayude.
- ¿Y que criterios seguiríamos a la hora de separarlos? - preguntó Tsunade.
- Mirad - volvió a hablar Kushina sacando uno de los expedientes - Este es el expediente de Kankuro Subaku, es un chico en apariencia sin problema ninguno pero es extremadamente protector con sus hermanos, como se quedaron huérfanos de madre muy pequeños, eran unos bebés y su padre sufrió paranoia persecutoria y tenía una conducta deplorable con su hija, él desde pequeño se auto convenció que debía proteger a sus hermanos de todo, lleva una enorme carga sobre sus hombros, algo que no de deja avanzar como persona y el tener a sus hermanos en la misma clase no ayuda para nada, este chico debe darse cuenta de que sus hermanos han crecido y son capaces de solucionar sus propios problemas, lo ideal sería separarlo de ellos, que vea que no tiene que protegerlos, que ellos saben defenderse solos...
Entre todos comenzaron a analizar uno a uno a los alumnos de una y otra clase. La idea de mezclar las dos clases no era algo que les convencía del todo pero tanto Jiraiya como Kurenai y Genma estuvieron de acuerdo que quizás era la mejor solución, aunque en principio parecía que haría la convivencia difícil entre ellos a la larga ayudaría a que, si no todos, al menos algunos llegasen a, si no comprender, si a tolerarse.
La reunión se alargó mucho más de lo previsto, incluso tuvieron que quedarse a comer allí Había demasiadas cosas que valorar, amistades, enemistades, caracteres, simpatías... había que tener en cuenta cosas como que Hinata no debía coincidir bajo ningún aspecto en la misma aula que Sasori y Deidara, eso era totalmente inadmisible, pero por fin formaron las dos clases de la forma que consideraron mas equilibrada.