martes, 26 de agosto de 2014

92. Una proposición inesperada

Shikamaru entró en el gimnasio donde estaban ya la mayoría de sus compañeros esperando para comenzar el ensayo. Llevaba una bolsa en una de las manos y fue derecho hacia donde Jisei, Ryuko y Chouji le esperaban sentados.
- Hola Shikamaru - saludó Chouji - ¿Todo bien?
- Agh - gruñó con desgana.
- ¿Que sabes de Akane? - se interesó Ryuko.
- Está bien, os llamará esta noche. Tomad - puso la bolsa encima de las piernas de Jisei - A ver si podéis ayudarme, a mi todo esto me aburre demasiado.
- ¿Qué es? - preguntó Jisei.
- Es un catálogo de... colores ¿Te lo puedes creer, Chouji? Un catálogo de colores, nunca se me había ocurrido pensar que existía tal cosa.
Jisei sacó una enorme carpeta de la bolsa.
- ¿De colores de qué? - interrogó Chouji.
- De colores de pinturas. Pinturas para paredes. Es increíble, yo pensé que eso de pintar las paredes era algo simple, que había colores azul, amarillo, rojo, verde... ¡y unas narices!
Chouji echó un ojo al catálogo que Jisei acababa de abrir.
- ¿Y todo eso son colores?
- Si, y diversas combinaciones ¿Tu sabías que existía el color violeta mineral?
- Ni idea ¿Que color es ese?
- ¿Y para qué es esto? - curioseó Ryuko.
- Para pintar las habitaciones de mí casa.
- Guau, tu casa... que fuerte suena eso - comentó Jisei.
- Y como es mi casa dice mi madre que tengo que escoger yo los colores.
- ¿Y no debería Akane decir algo? - agregó Ryuko - Ya sabes el carácter que tiene, lo mismo se mosquea o algo.
- Ha dicho mi madre que hay que aprovechar ahora que ella no está para pintar, no vaya a ser que el bebé respirase los efluvios y saliese flipado.
- Tranquilízate un poco - habló Jisei - Tienes el aura muy agitada, nunca te la había vista tan agitada.
- Si, es muy problemático.
- Lo estás haciendo muy bien, no tienes de que preocuparte.
- Ah... mendokusei.
- Deja ya de quejarte, siempre te estas quejando. Se lo que piensas.
- ¿Ah si? Pues mira, infórmame porque yo no lo se.
- Crees que Akane te va a odiar, tienes miedo a que renuncie a sus sueños y tarde o temprano te lo eche en cara, pero no tienes que preocuparte, recuerda que Akane es muy cabezota.
Cuando todos estuvieron reunidos, incluido el profesor de turno, comenzaron con la rutina habitual de cualquier otro día pero sin embargo no se estaba dando nada bien, el ambiente era muy tenso y todo el mundo parecía tener los nervios crispados.
Los principales protagonistas de todo el caos eran Sakura y Sasuke, de pronto la química que existía entre ellos había desaparecido, ambos parecían torpes y no eran nada creíbles.
- ¿Se puede saber que os pasa hoy? - se interesó Shikamaru acercándose a ellos - Nunca habéis estado tan torpes.
- Es difícil concentrarse en hacer una escena de amor cuando tu compañero está pensando en otra chica. Mira Shikamaru - habló en voz baja - Te voy a decir la verdad: no quiero actuar con él, me pone nerviosa, prefiero que me cambies de papel.
- ¿Qué no quieres actuar con él?
- No, no quiero... no puedo... compréndelo, por favor, no soporto hacer escenas de enamorados con él... me duele, me siento mal, incómoda... no puedo... cambiarme de papel, por favor.
Shikamaru vio los ojos enrojecidos de Sakura y llenos de lágrimas y entendió que aquello iba muy en serio, fuera lo que fuera lo que le pasaba parecía afectarla bastante.
- ¡Está bien! - habló en voz alta para llamar la atención de todos - ¡Hacemos un descanso! Sasuke, Sakura, venid conmigo, tengo que deciros algo.
Los tres se alejaron de sus compañeros.
- Sasuke ¿Tienes algún problema en actuar con Sakura?
- Si, si que lo tengo, bueno en realidad lo tengo con el papel que me habéis adjudicado.
- ¿Y eso? - habló sarcástica Sakura - Si es uno de los galanes.
- Por eso, por la única razón que me escogisteis fue porque soy popular ¿a que si? Lo siento pero no estoy nada cómodo con ese papel.
- ¿Y lo dices ahora? - se quejó Shikamaru.
- ¿Cuando querías que lo dijera? Se supone que todo esto es consecuencia de mis actos ¿lo recuerdas?
- Oye, tipo presuntuoso, es cierto que todo lo que ocurrió el año pasado fue porque te comportaste como un crío caprichoso uniéndote a ese grupo, pero lo que hicimos no fue por ti, ni por ayudarte a ti, lo hicimos por Naruto y por Sakura, porque que sepas que eran los únicos que confiaban en ti. Y ahora tenemos esta sanción e intentamos hacerlo lo mejor posible y tú deberías colaborar.
- Eso es lo que intento, por eso me esfuerzo en hacer esa mierda de papel que me habéis dado.
- Voy a pensar un momento - dijo separándose de él mientras repasaba los apuntes, los suyos y los de Akane, le hubiera gustado que Akane estuviera allí para ayudarle a decidir o más bien que decidiese ella pero no estaba y había que tomar una decisión, la mejor para la obra.
Al cabo de unos minutos volvió a situarse en el centro del improvisado escenario.
- ¡Escucharme! - llamó la atención Shikamaru - Voy a decir unos cambios.
Todos prestaron atención a su director.
- Por lo visto - comenzó a hablar - Hay algunos que no estáis contentos con los papeles que se os han dado, que estáis incómodos y no sois capaces de dar el 100% así que, vamos a hacer unos cambios.
- ¿A estas alturas? - se quejó Ino.
- Pues si. Es mejor que lo aclaremos todo ahora, aún estamos a tiempo. Vamos a decir un cambio. Si alguien no está contento con su papel, por favor que lo diga ahora. El cambio que vamos a hacer es el de Sasuke. Ya no va a ser Lisandro, Akane no está aquí pero tengo sus notas iniciales y se estará de acuerdo conmigo con que este papel es mejor que lo haga Kiba.
- ¿Yo? Pero yo soy el Rey de las Hadas.
- Si, y lo haces muy bien - explicó Shikamaru - Pero creemos que serás un estupendo Lisandro porque eres muy pasional y es lo que necesita ese papel. Tu papel, el de Rey lo hará ahora Kankuro.
- ¿Voy a ser el Rey de las Hadas?
- Si, aquí a mi socia anotó que le parece que tienes un punto sexy y salvaje que le viene muy bien... eso pone ¿Te molesta?
- No, me parece muy bien.
- ¿Y yo que voy a hacer? - interrogó Sasuke.
- Harás el papel de Teseo.
- ¿Entonces que haré yo? - preguntó ahora Neji - Ese era mi papel.
- Tú harás el papel de Chouji, Chouji el de Egeo y yo seré el maestro de ceremonias.
- ¿Y el que hacías tu? - intervino Sakura.
- Lo hará Sumire, que le gusta mucho eso de actuar y siempre se queja de hacer poco.
- ¡Bien! - se oyó exclamar entusiasmada a Sumire.
- Pero entonces Neji hará muy poco - comentó Temari.
- Si hará, porque a partir de ahora va a ser el encargado de la organización. Venga, vamos a ver como se os dan los nuevos papeles.
Mientras todos comentaban los cambios, Neji se acercó a Shikamaru.
- ¿Por qué voy a ser el encargado de la organización? ¿No os ayudaban Chouji y Ryuko?
- Sinceramente, los nombramos ayudantes para que estuvieran juntos, ya sabes lo pavos que eran, pero ahora ya salen juntos y te prefiero a ti para ayudarme a organizarlo todo.
- ¿No hace eso Akane?
- ¿No te han dicho nada Hinata o Temari?
- ¿De qué?
Shikamaru suspiró.
- Bueno, supongo que tarde o temprano te enterarás. Akane está embarazada.
- ¿Cómo que está embarazada?
- No me hagas explicarte detalles.
- ¿Y de quien?
- Es del imbécil que tienes delante.
- ¿Estás seguro? Mira que a lo mejor tú no sabes todo de Akane.
- ¿Estás insinuando algo de ella?
- No, de ella no pero hay veces que...
- Se nos va la cabeza, ya, ya lo he descubierto.
- Y otras veces hacemos cosas que nunca haríamos porque...
- Es mío, no le des mas vuelta. Si te refieres a lo que sucedió en la casa del lago de Sasuke puedes quedarte tranquilo, esto fue antes.
- En cierto modo es un alivio.
- ¿Qué? ¿No me vas a decir que no lo esperabas de mí o algo así?
- No. Sería hipócrita que hiciera algo así, se bien lo que es dejarse llevar.
- Si tu lo dices, mira Akane tiene que trabajar y yo dedicarme a estudiar para este año ingresar en la universidad y no podemos ocuparnos de todo, necesitamos alguien que nos ayude, alguien como tu, organizado y meticuloso.
- Entiendo. Me parece oportuno.
- ¿No te molesta que te haya quitado el papel?
- Para nada, la verdad es que no me gusta mucho actuar en público.
En cuanto Neji se separó de él fue Sakura la que se acercó.
- Gracias Shikamaru.
- No hay de que. Tú lo haces muy bien, es una pena que él estropee tu actuación.
...
Terminado el ensayo se dividieron en diversos grupos como era habitual en ellos.
Ino y Sakura emprendieron el camino de vuelta solas. Esto sorprendió mucho a Sakura, era extraño que Ino no quisiese volver junto a su grupo habitual y prefiriese ir con ella.
Ino estaba preocupada por Sakura, sabía de la escena que había tenido lugar entre ella y Sasuke y luego estaba el echo de que Shikamaru cambiase a Sasuke de papel en la obra, ella había visto a su amiga hablando con Shikamaru y después hizo el cambio así que seguro que algo había tenido que ver la pelirosa con todo eso.
Ino no era la chica superficial que todo el mundo pensaba, ni tampoco le tenía manía a Sakura, al contrario. Como siempre estaban compitiendo por cualquier cosa, sobretodo por llamar la atención de Sasuke, se habían creado la imagen de rivales, siempre parecían empeñadas en picarse la una con la otra pero nada más alejado de la realidad. Ellas eran amigas y su amistad estaba por encima de todo. De pequeñas Sakura siempre se refugiaba en Ino, Sakura era una niña acomplejada y encontraba en Ino todo el apoyo que necesitaba... si, ellas eran amigas, sobretodo eran amigas.
Ver a Sakura tan abatida llenaba a Ino de tristeza. No le gustaba verla así, y se lamentaba interiormente de no tener las palabras adecuadas para animarla.
- Así que - habló en tono alegre - ya no estás enamorada de Sasuke.
- ¿Que te hace suponer eso?
- Bueno, por lo que le has dicho ¿Entonces me lo puedo quedar?
- Todo para ti, aunque no creo que te sirva de mucho.
- Sakura... ¿qué te pasa?
- Pasa que me he dado cuenta de lo imbécil y ridícula que soy, siempre detrás de Sasuke, siempre mirando por sus ojos, siempre intentando llamar su atención ¿Y que he conseguido? Perder mi vida.
- Chica lo dices como si fueses vieja o algo así. Vamos, no digas esas cosas, nadie que te hace llorar te merece, Sakura.
- Pero es que yo aún le amo. Se que no debería hacerlo y no quiero pero no puedo evitarlo. Me siento tonta y ridícula, me siento patética, siento que mi vida es toda una estupidez.
- Pero te has dado cuenta de tu error, eso es lo que importa. Ahora lo que tienes que pensar es en seguir adelante, la vida es un camino y nunca sabes lo que vas a encontrar.
Sakura sonrió.
- Te agradezco que estés a mi lado, animándome.
- Pues claro que estoy a tu lado, siempre lo estaré, somos amigas. Vamos, Sasuke será muy guapo y todo lo que quieras pero si no sabe apreciarte ni apreciar todo lo que has hecho por él es que no te merece.
- ¿Por qué siento tan vacío mi corazón? Le quiero Ino, le quiero y no se porqué le quiero si él no me quiere, si es un miserable y ¿sabes lo mas curioso? Que cuando le veo se me revuelve el estómago y no lo aguanto, te juro que no lo aguanto… le quiero pero creo que le estoy cogiendo manía.
- Ten entiendo.
- Tengo que acabar con esto y tengo que hacerlo yo, yo sola.
- Bueno, pero la ayuda de una amiga no te vendrá mal - sonrió.
Sakura miró a Ino... si, ellas eran amigas y pasase lo que pasase entre ellas siempre podían contar la una con la otra, no importaba que las decisiones que tomase una no le gustasen a la otra, eso daba igual, aún así se apoyaban.
Sakura pensaba como sacar el tema de la comida ahora que Ino parecía muy receptiva cuando esta miró su reloj y puso cara de sorpresa.
- ¡Ay que se me había olvidado! Perdona Sakura es que había quedado con Stella y Kikyo en el centro comercial.
- ¿Con Stella? Pero ella es...
- Ahora son mis compañeras - se apresuró a hablar Ino - Y son muy simpáticas. A veces juzgamos a las personas sin conocerlas realmente. Bueno ¿estás bien?
- Si, si, estoy bien, estoy bien.
- No porque si no estás bien las llama y les digo que no voy.
- No, que va, estoy bien. Anda vete.
- Estupendo. Esta noche te llamo ¿vale?
- Vale.
- Y anímate que no me gusta verte tan triste.
- No te preocupes, esto se me pasa enseguida.
Ino se marchó y Sakura se quedó quieta, miró a su alrededor, fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba en mitad del puente para cruzar la autopista. Se acercó a uno de los bordes a mirar. Siempre le había gustado mirar pasar los coches a toda velocidad por debajo de ella. Recordaba que de niñas ella e Ino solían ir allí a mirar y fantasear con que personas irían en esos coches, hombres que volvían a sus casas después de un día de trabajo, casas donde les esperarían sus mujeres y sus hijos y así pasaban a soñar como serían sus vidas en el futuro.
Sonrió al recordar a la edad que querían casarse... según eso ya debían estar a punto de hacerlo. Recordaba como hablaban de sus futuros maridos, tan guapos y tan perfectos y de como las ayudarían en todo porque claro, serían muy tolerantes y comprenderían que ellas iban a ser famosas y ricas. La sonrisa se le borró de la cara al recordar de nuevo la realidad y la amenaza de la anorexia pendiendo sobre la cabeza de Ino... Ino... su amiga que ahora se había marchado para reunirse con esas dos huecas y tontas chicas ¿Acaso la estaba perdiendo? Si, podía sentir como poco a poco Ino iba alejándose de ella... la anorexia y ahora esas dos... estaba perdiendo a su amiga y no solo a ella, por culpa de su propio egoísmo también Naruto se estaba alejando y eso sin contar a Sasuke... ¿es que todos la iba a abandonar? ¿Que había hecho mal para que todos se alejaran de ella?
- Espero que no vayas a tirarte por el puente - la sobresaltó una voz masculina, seria y fría - Provocarías un accidente masivo.
Sakura miró y se encontró a quien menos podía imaginarse: Itachi Uchiha. Se quedó quieta, paralizada, sin saber que responder a ese hombre con el que a penas si había alguna vez intercambiado algún saludo respetuoso por el instituto.
Sin duda era la situación más incómoda en la que recordaba haberse encontrado.
- Di ¿Vas a tirarte?
- ¿Por qué iba a tirarme?
- Porque estás a punto de llorar.
- ¿Y qué si lloro? - gritó de pronto - ¿No tengo derecho a llorar si me da la gana?
Itachi no expresó ningún tipo de sorpresa ante la respuesta de la chica.
- Por mi puedes hacer lo que quieras.
Ni siquiera sabía porqué le había dirigido la palabra, bastante poco le importaba a él lo que hiciera esa cría. Se fijó en ella, respiraba agitadamente.
- Te estás híper ventilando - dijo sin mucho interés.
Sakura le miró llena de rabia ¿Quien se creía ahora este que era para decirle nada? Si es que un Uchiha tenía que ser, seguro que todos los Uchiha eran igual de pretenciosos.
Itachi dio un paso hacia ella y sin decir una palabra la agarró fuertemente el brazo y echó a andar arrastrándola tras de si mientras Sakura, entre sorprendía, furiosa y asustada decía todas las palabrotas que conocía.
- ¿Quieres que grite que me estás secuestrando?
Itachi se paró en seco y se volvió a mirarla.
- Solo te llevo a tomar algo que te calme.
- ¿Pero tu quien te has creído que eres? - bufó
- ¿Vienes conmigo o no?
- ¿A donde me quieres llevar?
- A ningún sitio, personalmente no tengo ningún interés en ti
- Pues entonces ¿Que es lo que te pasa? ¿Estás loco o algo así?
- Pensé que necesitabas hablar con alguien.
- ¿Pensaste? ¿Y de donde sacaste esa idea? ¿Y por qué iba a querer hablar contigo?
- ¿Vienes o no? - dijo secamente mientras se giraba y comenzaba a andar.
Sakura se quedó unos instantes quieta, confundida, mirando como se alejaba. De pronto llevaba por una mal sana curiosidad comenzó a andar detrás de él.
...
Ten-Ten y Neji estaban en la biblioteca municipal. Habían sido puestos juntos para el debate y siendo Neji tan estricto como era había dicho que lo mejor era empezar cuanto antes a trabajar en ello, así que lo primero de todo, según siempre Neji, era leer esos libros que Shizune les había recomendado. Sentados en una solitaria mesa ambos leían en silencio.
Ten-Ten soltó el libro y estiró los brazos hacia arriba juntando las manos y moviendo el cuello a la vez que también estiraba las piernas por debajo de la mesa.
- ¿Que haces? - Neji la miró inquisitoriamente.
- Ay Neji me aburro mucho - se quejó en voz baja.
- Compórtate por favor, estamos en un sitio público - habló también en voz baja, por algo estaban en la biblioteca.
- Hace una tarde estupenda ¿Que hacemos aquí dentro encerrados?
- Preparar nuestro trabajo.
- ¿Y no podíamos leer esto en otro sitio? El parque, por ejemplo.
- Nos distraeríamos.
- Jo, nunca te entenderé ¿Que tienes tú en contra de divertirte un poco?
- Yo me divierto, me divierto mucho cuando hay que divertirse.
Porque Ten-Ten conocía a Neji desde hacía ya muchos años si no, aquella mirada le hubiera dado miedo. Apoyó uno de los codos en la mesa y su barbilla en la mano y miró ensoñadora a través de la ventana... si que hacía una tarde estupenda.
- Oye Neji - llamó su atención susurrando - ¿Que tal te va con Temari?
- ¿A que viene ahora eso?
- Pues soy tu amiga y me interesan las cosas de mis amigos.
Neji dejó el bolígrafo con el que estaba tomando notas del libro que leía con un gesto de paciencia.
- Está claro que no me vas a dejar leer ¿verdad?
Ten-Ten sonrió como si fuera una chiquilla traviesa.
- Estamos en un punto muerto.
- ¿Y eso?
- Simplemente queremos estar seguros de lo que sentimos el uno por el otro así que nos hemos dado un tiempo
- Seguro que ha sido idea tuya, eres tan formal para todo.
- ¿Es ese mi problema? ¿Que soy formal? ¿Crees que me iría mejor si fuese un cabeza hueca como Naruto?
- ¡Eh! No te metas con Naruto, es un encanto de persona.
- Perdona, olvidaba que ahora es tu novio.
- No es mi novio, lo nuestro es otra cosa.
Neji miró a Ten-Ten a los ojos, era una chica bonita y alegre ¿Por qué no se enamoró de ella? Siempre estaban juntos, ellos y Lee y todo el mundo decía que estaban hecho el uno para el otro, que hacían una pareja perfecta ¿Por qué el amor siempre es tan caprichoso?
- ¿Te acuerdas cuando todo el mundo decía que éramos novios?
- ¡Vaya que si me acuerdo! La gente tiende siempre a ennoviar a cualquiera.
- ¿Qué nos pasó?
- ¿Que nos pasó de que?
- ¿Por qué no llegamos a salir?
- Porque tú no quisiste.
- ¿Cómo la sabes? Nunca lo intentaste.
- Con lo serio que eres no hay quien se atreva... bueno, Temari si, pero es que ella es como de otra raza de mujeres.
- Bueno, casi mejor que no lo intentásemos, no habría salido bien y ahora a lo mejor nos odiábamos o algo así.
- ¿Tu crees?
- Seguro.
- Eso no puedes saberlo.
- Si, estoy seguro, somos incompatibles totalmente.
- Pero dicen que polos opuestos se atraen.
- Eso son cosas de imanes, no de personas. Las personas funcionamos de otra forma.
- Oh, vaya, pues yo creía que también servía para las personas.
- Imposible. Las personas tendemos a juntarnos en grupos afines a nosotros. Tu y yo no tenemos nada en común, nuestra relación habría sido un caos, mira ahora por ejemplo, yo quiero estudiar y tu salir a pasear.
- Pero nos lo pasamos bien.
- Durante unos momentos pero nada mas. Vamos Ten-Ten, piénsalo, no podríamos ir ni al cine juntos, las películas que me gustan a mi te aburren a ti y al revés.
- Pero por amor se hacen esos pequeños sacrificios.
- No, eso se hace durante los meses del enamoramiento, mientras estuviéramos con las hormonas alteradas y nos interesara más besarnos que otras cosas, después, pasada esa etapa terminaríamos cansados el uno del otro. Yo no aguantaría tu ritmo de vida. Mira, esas son las cosas que hacen que las relaciones se rompan, tú necesitas a un chico como Naruto a tu lado, alegre, divertido, con tus mismas aficiones, o Kiba, o Lee... un chico con el que salir a gastar energías por ahí.
Ten-Ten torció la boca.
- En el fondo no te falta razón pero no se, no me convences del todo.
Neji volvió a coger su bolígrafo y a enfrascarse en el libro que leía y Ten-Ten a mirar soñadora por la ventana.
...
Sentada en la terraza de una cafetería, con un zumo encima de la mesa, Sakura miraba totalmente intrigada a Itachi que sacaba un cigarro del paquete de tabaco y se lo llevaba a los labios.
- ¿Te molesta que fume? - dijo con el cigarro en los labios mientras encendía el mechero.
- No - respondió débilmente.
¿Pero que hacía ella tomando un zumo con Itachi Uchiha? Ella misma no salía de su asombro.
Claro que igual de sorprendente era para Itachi. Así que esa chica de cabeza rosada era una de las amigas de su hermano, bueno, eso ya lo sabía, como para no saberlo, pero se preguntaba si Sasuke sentía algo por ella o no.
- ¿Sales con mi hermano? - preguntó.
- Bueno pues yo... no... bueno, mas o menos pero... no.
- ¿Os habéis enfadado?
- Podría decirse que si.
- ¿Por eso ibas a tirarte a la autopista?
- ¡Eh, oye, que yo no iba a tirarme a la autopista! Pues si, lo único que me faltaba, soy tonta pero no tanto como para querer morir por un chico. Oye ¿Por qué me has invitado? ¿Es que quieres algo de mí?
- Solo pensé que necesitabas hablar con alguien.
- Eres muy distinto a como te describe Sasuke.
- ¿A si? ¿Y que dice de mi? No, mejor déjalo, no me lo digas, no me importa en absoluto.
Si que era raro, si, aunque también era raro que ella fuese detrás de él.
- Solo siento curiosidad por ti - habló de pronto Sakura - No pienses nada raro, Sasuke siempre habla de ti cosas desagradables y me preguntaba si eran ciertas.
- ¿Y?
- ¿Qué?
- ¿Son ciertas?
- Eres muy extraño.
- Pues anda que tu, que te has ido a tomar algo con el odioso hermano de tu novio.
- Sasuke no es mi novio, no es nada mío, que te quede claro y no se que hago aquí, mejor me marcho ya. Gracias por el zumo.
Sakura se marchó e Itachi siguió fumando lentamente. Le había resultado curiosa esa chica, se suponía que debía caerle mal y sin embargo había ido a tomar algo con él, seguramente llevada por la curiosidad.
- ¿Que? - dijo Temari sentándose en la silla que había dejado vacía Sakura - ¿Qué hacías tu con mi compañera?
- No lo se.
- ¿No lo sabes? Pues me has dejado esperando como a una tonta.
- La he visto y la he invitado. Es amiga de mi hermano, quería hablar con alguno de sus amigos, no se, saber algo de él, hace años que estamos muy distanciados.
- ¿Añoranza?
- De pequeño mi hermano era un niño encantador.
- Si te vas a poner melancólico será mejor que me marche.
- ¿Por qué iba a hacer algo así?
- Llego y te encuentro con una de mis compañeras y ahora te pones a hablar de tu hermano cuando era pequeño ¿Quieres que piense que estás empezando a drogarte o algo así?
- ¿Te has puesto celosa?
- ¿Por que estabas con Sakura? A lo mejor.
- Eso es muy extraño en ti.
- A lo mejor has pensado que no tengo sentimientos.
- Nunca pensaría eso de ti - la sonrió como solo él sabía hacer y como solo a ella sonreía.
Y Temari volvió a dejarse atrapar por aquel hombre y su magnetismo y cuando quiso darse cuenta estaban en su apartamento, la ropa esparcida por el suelo y ellos devorándose a besos.
La piel de Temari era algo que enloquecía a Itachi, su color, su suavidad, su olor y su calidez… solo de pensar en que otro hombre podía tocarla era algo que enervaba y sacaba su parte mas violenta.
- ¡Ah! - se quejó la chica.
- Lo siento - Itachi se quedó paralizado - Lo siento, lo siento.
- No pasa nada pero ten un poco de cuidado, por favor.
Después de calmar esa sed que siempre sentían el uno del otro, Temari se levantó y empezó a buscar su ropa por el suelo.
- Quédate esta noche conmigo - susurró Itachi.
- Sabes que no puedo. Por cierto, compra preservativos, no me gusta hacerlo sin ellos.
- ¿No dijiste que tomabas la píldora?
- Si pero ya no me fío de nada.
- ¿Crees que voy a pegarte alguna enfermedad?
- Por si acaso te lías con alguna de mis compañeras - rió - No, es que una de ellas se ha quedado embarazada y me ha entrado como cierta paranoia.
- ¿Una de tus compañeras? Menudo palo.
- Ya te digo.
- ¿Y quien es?
- Es Akane, no se si la recordarás, es una con el pelo…
- Con el pelo naranja… estaba en la casa del lago - Itachi se alarmó - ¿No será de Sasuke?
- No, tranquilo, no es de Sasuke.
- Pero a él le gustaba esa chica, le gustaba mucho ¿Lo sabe?
- Pues no lo se, yo creo que no.
- Mierda, justo lo que le faltaba - se lamentó.
- ¿Qué pasa? ¿Crees que de verdad está enamorado de ella?
- Sasuke es… no se como se va a tomar una cosa así.
- Si, con lo caprichoso que es lo mismo le da una pataleta ¿Sabes lo que creo? Que te preocupas por tu hermano mucho más de lo que dices.
- Temari, yo quería decirte una cosa, por eso te he pedido que nos viéramos hoy.
- ¿Ah que no era para que te viera con Sakura?
- No. Es algo más importante.
- Pues dímelo, te escucho.
- Bueno verás... ¿Te gustaría casarte conmigo?
Temari le miró llena de confusión para al momento romper a reír.
- No sería ahora mismo.
- O sea que si, que has empezado a drogarte.
- Olvídalo, era una pregunta absurda - por unos instantes Itachi había valorado en Temari como una futura esposa porque era la candidata perfecta ya que su familia tenía bastante renombre en su ciudad, unir a los Uchiha con los Subaku podía ser una buena solución para evitar males peores, pero no, no podía utilizarla de esa forma - Pero si te voy a preguntar una cosa ¿Te gustaría venir a vivir conmigo?
- ¿Cómo?
- Me gustaría que te mudaras a mi apartamento. Estoy harto de este juego que tenemos ¿Por qué no intentamos vivir juntos?
- ¿Cómo?
- Piénsatelo.
- ¿No crees que estás precipitando mucho las cosas?
- No lo creas, pueden pasar muchas cosas y quizás no tengamos tanto tiempo como piensas. Temari, yo te quiero y quiero estar contigo todo el tiempo que pueda.
- Itachi, me das miedo ¿Es que te pasa algo?
- Por favor, piénsalo, por lo menos podríamos intentarlo.