sábado, 23 de agosto de 2014

78. La dolorosa decisión de Neji

Era día de ensayo, Shikamaru, Chouji, Akane y Ryuko habían ido un poco antes al gimnasio del instituto para repasar sus apuntes y propuestas; habían pasado las vacaciones sin acordarse de que tenían la representación pendiente y ahora, de pronto, se habían dado cuenta de que el tiempo comenzaba a apremiarles; para empezar tenían que decidir que adaptación de la obra iban a escoger.
- Yo creo que la mejor es esta, la que parece un cuento...- hablaba Shikamaru con los papeles en la mano - ¡Eh! ¡Akane! ¿Estás aquí?
- ¿Qué? Ah, lo siento, me he distraído.
- ¿Podrías dejar te pensar en dios sabe lo que estés pensado y hacerme caso?
- No, no es eso ¿que decías?
- Ya, vale ¿Que qué versión te parece mejor?
- Pues mira la verdad es que... no me llega ninguna, es que no se...
- Pues tenemos que decidirnos.
- ¿A ti cual te gusta?
- ¿Me vas a tener en cuenta?
- Si, para no coger esa.
- ¡Ehhhh! - dijo Chouji sentado con Ryuko no muy lejos de ellos - No os alborotéis tanto.
- ¿No ibais a dar un paseo y meteos mano por ahí? - protestó Akane
- Hemos decidido quedarnos a ver la película, o sea, a vosotros.
- ¿Tan entretenidos somos? - comentó Shikamaru.
- Ajá. Además lo estoy esperando y no me lo quiero perder - añadió Ryuko.
- ¿El que?
- Algún día, en plena discusión... - contestó Chouji - Shikamaru se abalanzará sobre ti y...
- ¿La mataré?
- No... algo pasional pero que no termine en muerte.
Akane se levantó y se sentó un poco mas alejada de Shikamaru.
- En fin - dijo - A lo nuestro que tenemos que escoger que adaptación vamos a hacer porque hay que elegir vestuario y todo eso.
- Lo que yo te decía es que a mi me gusta la del cuento.
- La de los samuráis también está bien. Tenemos que escoger una época en la que las hadas no desentonen demasiado.
- Menudo rollo... Oye Chouji ¿Y por qué tengo que abalanzarme yo? ¿Por qué no lo hace ella? ¿No hay igualdad y esas cosas?
- ¡Que más da! El resultado va a ser el mismo: terminareis retozando como salvajes.
- Ah - se asombró Akane - Interesante ¿En eso estás pensando, Bambi?
- Tú estabas pensando en Sasuke ¡que más da!
- ¿Y por qué sabes que pienso en Sasuke?
- Porque esta mañana te ha entregado una carta, lo ha echo con mucho disimulo, pero yo lo he visto.
- Chouji - se dirigió a él Ryuko - Anda vamos a dejarles solos, vamos a dar una vuelta.
Una vez que salieron fuera, Ryuko y Chouji comenzaron a dar un paseo por los alrededores. Ryuko parecía algo nerviosa, se mordía el labio inferior y se atusaba el pelo continuamente.
- ¿Todo bien en tu casa? - le dijo el chico.
- Como siempre, como siempre.
- Ah... Oye... esto... no se como decirte una cosa.
- ¿Es algo malo? Porque si es algo malo como que mejor no salimos o algo así pues no me lo digas hoy, no es un buen día.
- ¡No! ¿Por qué iba a decirte algo así?
- Ay no se... porque te aburras o yo que se.
- ¿Crees que me aburro?
- Es que como soy tan... sosa y no se hacer las cosas que hacen las... novias.
- ¿Qué cosas?
- Ya sabes... solo hay que ver como se comporta Ino para ver que yo soy una sosilla.
- Ah, es por eso... bueno, a veces, si te soy sincero me asustas un poco.
Ryuko le miró alarmada.
- Verás - continuó el chico - es que yo no tengo experiencia con esto de salir con una chica y no se si... vamos que no se si debería hacer algo o... quizás te aburro.
- No, no, yo no me aburro contigo.
- A veces me gustaría que tu me dijeses algo... lo que esperas que haga o...
Ryuko se sentía muy decepcionada, era lo que ella pensaba, si es que era muy sosa y como no se espabilase Chouji se aburriría de una chica tan sosa.
- Mira Ryuko, en realidad a mi me preocupa otra cosa.
- ¿Otra cosa?
- Si, tú y yo creo que vamos bien ¿o no? Vamos a nuestro ritmo, tampoco tenemos que hacer lo que hacen los demás. Es otra cosa... es que, bueno, Shikamaru cree que ha dejado embarazada a Akane ¿puede ser eso cierto?
Ryuko se paró y le miró bastante apurada.
- El es bastante observador - continuó Chouji - se fija en todos los detalles y está convencido ¿Que pasa Ryuko? ¿Es cierto?
Ryuko afirmó con la cabeza, Chouji dio una patada de rabia al suelo.
- Mierda - se quejó - Esperaba que solo fuesen teorías de Shikamaru.
- Bueno no es seguro del todo, aún no se ha hecho ninguna prueba ni nada.
- Pero lo sospecha - Ryuko volvió a afirmar con la cabeza - Mierda.
- Lo peor es que... ¿tú sabes lo que pasó cuando se fue de vacaciones con Sasuke?
- ¿Lo ha hecho con Sasuke? - dijo casi en un susurro.
- No, bueno, no lo sabe... o con Shino... mira te lo voy a contar pero no le digas nada a Shikamaru ¿eh? Ella es que, bueno, ya sabes como es, prefiere ignorarlo y pensar que no sucedió.
Ryuko hizo un resumen de lo que ella sabía que había sucedido en la casa del lago.
- Pero mira - sacó un pequeño calendario de su bolsillo - Yo he estado haciendo cuentas.
- ¿Cuentas?
- Si, mira, mira. Recordé que cuando Sasuke nos invitó a su piscina Akane comentó que acababa de terminársele la regla - Chouji la miró de lo mas confuso - Me acuerdo muy bien porque fue para mi cumpleaños ¿te acuerdas? que nosotros no fuimos porque...
- Si, si, de eso me acuerdo ¿Y?
- Pues que si para el día 27 se le acababa de terminar pues calculo que le vino el 23 o así, no se cuanto le dura a ella.
- ¿Es que la duración es distinta?
- Pues claro, como se nota que eres un chico, bueno calculemos que fue el día 22, por decir un día, eso quiere decir que en el mes de julio le vendría más o menos por esa fecha y nosotros nos fuimos de acampada el 5 de agosto
- ¿Y?
- Que son aproximadamente dos semanas... ay Chouji ¿no recuerdas las clases de biología? Mas o menos la ovulación se produce a la mitad del ciclo... como a las dos semanas... Chouji, la ovulación, cuando...
- Si, si, eso ya lo se ¿Quieres decir...
- Quiero decir que luego pasaron otras dos semanas hasta que se fue con Sasuke y eso nos pone en el día 19.
- ¿Y?
- Pues que eso está muy cerca de cuando debía venirle de nuevo la regla... no, te digo yo que sea imposible que, si pasó algo con Shino o Sasuke, ellos pudieran ser el padre, es Shikamaru, seguro.
- ¿Seguro?
- Al menos es lo que quiero creer - dijo metiendo de nuevo el calendario en su bolsillo - Estoy muy preocupada Chouji, mucho, ojalá solo sea un retraso.
- Entonces , según tus teorías ¿De cuanto sería el retraso?
- No se, 10 días o así.
- Mucho ¿no?
- Ay Chouji estoy muy preocupada.
- Bueno, no lo pienses mas, lo que sea ya sonará. Mira, ya llegan los demás, volvamos.
Ino enseñaba a Akane los diseños que había hecho para el traje de las hadas, escogiesen la versión que escogiesen, las hadas seguirían siendo hadas.
- Son preciosos y espectaculares pero ¿y los materiales para las alas?
- No te preocupes, he encontrado una tienda increíble ¿tenemos ya el crédito de la directora?
- Si... y tenemos que devolverlo. Eso me recuerda que tenemos que empezar a movernos. Déjamelos, se los voy a enseñar a mi socio.
Y así lo hizo.
- Parecen complicados - fue todo lo que Shikamaru opinó.
- Ino dice que no.
- Ino nunca sabe donde se mete ¿Qué le has dicho?
- Que te las enseñaría a ti.
Shikamaru la miró arqueando una ceja.
- ¿Me tienes en cuenta?
- Claro - le miró sonriendo con picardía y mirando de una forma que hizo que Shikamaru sintiera hormigas correteando en su estómago.
- Ejem - carraspeó Asuma enfrente de ellos - Está bien que no os peleéis y eso pero creo que tampoco hace falta pasarse al otro extremo.
- Ah, sensei ¿cómo estás? - saludó Akane.
- Bien, venga vamos a empezar señores directores.
Cuando terminaron el ritual para vencer la vergüenza pasaron a los ensayos.
- Esto... - Shikamaru se sentía nervioso mirando aquella sonrisa que ahora Akane le regalaba - Tenemos que decidirnos ya con lo de la versión porque a este paso no nos va a dar tiempo a aprender los diálogos.
- Vale, entonces lo reduciremos a dos opciones; o son griegos o la del cuento, como tú dijiste.
Shikamaru la miró y le tocó la frente.
- ¿Te encuentras bien?
- Dime tu si estoy bien ¿Tengo fiebre o que?
- Uy ¿No te habrá dado algo Jisei?
- ¿Piensas que me ha drogado o algo así solo porque te he escuchado?
- Entre otras cosas, si.
- ¿No te gusta que sea amable contigo? Te gusta que sea borde ¿verdad? ¿Te ponen las chicas bordes?
- No... no es eso... - desvió incómodo la mirada hacia sus compañeros que ensayaban - ¿Que le pasa a Sasuke? ¡A ver, Sasuke, Sakura! ¿Podéis volver a empezar?
- Ya podías estar mas atento - gruñó secamente Sasuke mientras le miraba ferozmente.
- Volved a empezar y no protestes... ¿Que le pasa ahora a este? - se dirigió a Chouji.
- Parece que le molesta que Akane y tú estéis tan acaramelados.
- ¿Quien está acaramelado?
- Tú y calla y atiende.
- Shikamaru, por favor - le reclamó Temari - ¿Puedes ayudarme?
- Si, claro ¿que te pasa?
- Ven un momento.
Temari separó a Shikamaru del grupo, Chouji miró a Akane, no parecía que aquello la hubiese hecho mucha gracia a juzgar por el gesto que puso.
- Hace un momento parecía querer comerse a Shika con la mirada - comentó en voz baja a Ryuko - Y ahora parece querer matarle.
- Son las hormonas - habló también en voz baja Jisei a su lado - No lo puede evitar.
- ¿Por qué hablas tan bajo?
- No se ¿Por qué hablas tu tan bajo?
- Porque no quería que nadie me oyera pero ya veo que no resulta.
- ¿Que cuchicheáis tanto? - dijo de improviso Shino sorprendiendo a todos.
- ¡Shino! - exclamó Jisei - Vamos a tener que ponerte un cascabel o algo para saber cuando te acercas.
- Eso os pasa por tener tantos secretos ¿De qué hablabais?
- Del aura de Akane - respondió Jisei - Está a punto de explotar.
Shino dirigió su mirada hacia su amiga.
- Creo que la veo hasta yo - comentó - ¿Qué le pasa?
- ¿No te lo ha dicho?
- ¿Tiene que decirme algo?
- Ah, si ella no te lo ha dicho no lo haremos los demás.
Shino desvió su mirada hasta Shikamaru que hablaba con Temari. No había forma de saber lo que hablaban pero fuera lo que fuera preocupaba a la chica y Shikamaru la acariciaba suavemente la mejilla, luego vio como ambos se cogían de la mano y se la apretaban. Volvió a mirar a Akane y después buscó con la mirada a Neji que, curiosamente, y a pesar de lo difícil que era que mostrara ese chico sus sentimientos, Shino juraría, si pudiese ver las auras que la suya debía ser idéntica a la de Akane.
El ensayo fue de mal en peor y no podía ser más desastroso; ni Sasuke, Sakura, Neji o Naruto daban pie con bola. Eso era algo que a Akane la ponía bastante nerviosa.
- ¿Pero que os pasa hoy? Por favor Sakura, tú eres capaz de hacerlo mejor.
- Lo siento Akane pero no tengo ganas de actuar.
- ¿Y que más da? - añadía Sasuke - Solo es un ensayo.
- No os molestéis - habló Shikamaru - Con ella no se puede razonar en eso, ya sabéis que le gusta que todo salga perfecto.
- ¿Tú que tienes que decir? - Akane le fulminó con a mirada.
- Nada - respondió casi con miedo - Yo no digo nada.
- Venga por favor intentar concentraros un poco ¿Y tu que miras tanto? - casi gritó de nuevo a Shikamaru.
- ¿Yo?... Mendokusei... tú mandas jefa.
- Yo no soy la jefa ¿Por qué tienes que burlarte siempre de mí?
Shikamaru miró a sus compañeros que a su vez le miraban extrañados "madre mía" pensó "como tenga que aguantarla 8 meses más así no sobreviviré"
Shikamaru fue a sentarse al lado de Gaara.
- ¿Mal día? - dijo este escuetamente.
- Bastante.
- ¿Le ha pasado algo?
- Digamos que si.
- ¿Puedo ayudarte?
- Me gustaría poder hablar con la madre de Naruto ¿Podrías darme el teléfono de su consulta?
- ¿Ha empeorado?
- Han empeorado las circunstancias. Yo la comprendo, entiendo lo que tiene que estar pasando pero eso no quita que me sienta bastante molesto.
- ¿Por qué?
- Porque no quiere confiar en mi, no quiere contarme lo que le pasa y me hace daño, esa falta de confianza me hace daño, yo no se que soy para ella, quiero... estamos en una situación muy complicada.
- ¿Y Temari?
- ¿Qué pasa con Temari?
- Has estado hablando con ella de forma muy "cariñosa".
- Eso no tiene nada que ver.
- ¿Has pensado que puede haberse puesto celosa?
- ¿Celosa? ¿Temari?
- Celosa Akane, quizás piensa que sigues prefiriendo a Temari. Me toca ensayar, luego hablamos.
Shikamaru se quedó recapacitando lo que Gaara había dicho.
- Mierda - musitó mirando a Akane - Hasta que no hable con ella no lo va a comprender.
- ¿Desde cuando hablas solo? - oyó a Shino a su lado - ¿A ti también te asusto?
- ¿Crees que Akane está celosa de Temari?
- Creo que está celosa de las atenciones que tienes con ella. Tienes que entenderla.
- Yo la entiendo Shino, la entiendo pero necesito que... que me diga lo que espera de mi, yo también soy humano, necesito que me diga...
- ¿Lo que siente por ti?
- Me es muy difícil tener que ser siempre yo quien lo de todo y no recibir nada a cambio.
- ¿Has probado a pedírselo?
Y tal como había llegado Shino se marchó dejando a Shikamaru tratando de analizar sus palabras.
Por su parte Neji observaba el ensayo apoyado en la pared y con los brazos cruzados delante del pecho cuando Hinata decidió acercarse a él.
- ¿Qué te pasa?
- Nada.
- Perdona pero... yo se que te pasa algo.
- No tiene nada que ver contigo.
- Lo... lo siento... no quería molestarte.
- No me molestas. Es solo que...
- ¿Es por Temari-san?
- Se que está viéndose con otro - habló secamente pero con voz triste a la vez.
- Lo siento, no lo sabía.
- No hay que ser muy listo para darse cuenta.
- ¿Es... Shikamaru?
- No, no es él, si fuera él no me preocuparía tanto.
- Perdona no quería ser cotilla.
- Es igual.
- ¿Y... piensas hacer algo?
- Si, creo que la voy a dejar marchar.
- ¿Cómo? Pe... perdona pero no te entiendo.
- La única forma de recuperar algo es perderlo totalmente, no se puede recuperar aquello que no has perdido. Temari no es un ave a la que se pueda mantener enjaulada, debo dejarla ir, tiene que sentirse libre, me duele pero es lo mejor... debe irse para poder regresar.
- Creo que no te comprendo.
- A veces la única forma de ganar es dejarse vencer, así de simple.
- ¿Quieres perderla?
- Quiero que vea que no la retengo, quiero que averigüe lo que tenga que averiguar, que elija lo que tenga que elegir y después, si decide volver a mi lado, si decide elegirme a mi pues... aquí estaré esperándola.
- ¿No vas a luchar por ella?
- Luchar por ella es precisamente lo que hago. No puedo agobiarla Hinata, si la presiono, si la obligo a elegirme solo conseguiré alejarla de mi.
- Me asombra que hables con tanta tranquilidad.
- Pues no estoy tranquilo. Duele, duele mucho, más de lo que yo pensaba pero es así, ella ahora no está preparada para elegir entre quien sea y yo, no, aún no. Yo solo puedo esperar.
- ¿Y si decide que prefiere al otro?
- No me lo he planteado pero si elige al otro me dolerá aún más pero creo que sobreviviré.
Hinata esta asombrada, no esperaba esa reacción de su primo y menos aún llegaba a comprenderla ¿que era eso de perder totalmente a una persona para poder recuperarla? Quizás tenía razón, quizás solo de esa forma se puede empezar una relación desde cero. A su juicio Neji estaba apostando demasiado fuerte, se lo estaba jugando todo a una sola carta: confiar en que Temari le escogiese a él.
- No lo entiendo del todo - susurró.
¿Eso quería decir que ella debería renunciar por completo a Naruto? Quizás así... no, eso era un poco tonto puesto que Naruto nunca había sido suyo así que no podría regresar.
Y cuando se quiso dar cuenta en lugar de estar pensando en Naruto lo hacía en Gaara y esa chica de Suna.
Se llevó una mano a la boca y tapó una pequeña exclamación ¿Por qué pensaba en Gaara? ¿Es porque estaba celosa? No, no podía ser, ella estaba enamorada de Naruto ¿por qué iba a tener celos de esa chica? Quizás porque le acaparaba, quizás porque parecía robarle su atención... si, sería eso, serían celos de amigos, sería que tenia miedo a perder a Gaara como amigo porque Gaara era también muy buena persona y se sentía bien a su lado... si, porque lo que ella sentía no eran celos de estar enamorada, no, eran otro tipo de celos.
Al terminar el ensayo Shino fue derecho hasta la clínica veterinaria de la hermana de Kiba. Se detuvo frente a la puerta y la miró como dudando si entrar o no. Lentamente puso su mano en el timbre para llamar y después de unos segundos, pulso.
No tardó en abrirse la puerta, al otro lado, una mujer joven, de 22 años, castaña con el pelo recogido en una coleta y de rasgos parecidos a los de Kiba pero más dulcificados, le sonrió.
- Hombre Shino, menos mal que has venido, pasa, pasa.
- Hola Hana ¿Llego tarde?
- No, que va, justo a tiempo. Siéntate un momento, ahora te atiendo, es que estoy sola ahora mismo, pero no tardo mucho.
Shino se sentó en la solitaria sala de espera y miró a su alrededor. Había bastantes estanterías llenas de juguetes para gatos, perros e incluso hamsters, jaulas, casitas, correas y alimentos de todo tipo. Se oyó el maullido de un gato, parece ser que fuera lo que fuera que le estaban haciendo no le hacía mucha gracia.
- Pasa Shino - dijo al cabo de un rato Hana - Ya he terminado, pasa por aquí.
Shino se levantó y siguió a Hana hasta un pequeño despacho. Tenía una mesa y encima de ella un ordenador, una balanza para pesar a los animales y una especie de camilla metálica. Las paredes estaban llenas de pósters de animales y diplomas de la veterinaria.
Hana le ofreció la silla de su mesa.
- Siéntate aquí, estarás mas cómodo.
- Bien - dijo haciéndolo - ¿Cual es el problema?
- El problema es, como te dije, que quería hacer una página web para que la gente pudiera ser el criadero de mis padres, con fotos de los cachorros y todo eso pero no se lo que he hecho que mira... pulsa ahí... ¿ves? Se queda bloqueada.
- Ya veo, ya.
- Kiba me dijo que a ti se te da bastante bien esto.
- Me defiendo.
- Es que ando bastante apurada de presupuesto este mes y no querría llamar a un técnico ¿podrás hacer algo tu?
- Puedo intentarlo.
Shino comenzó a pulsar botones y abrir pestañas con una rapidez que asombraba a Hana.
- Cara chico, si parece que entiendes y todo.
- Parece...
- ¿No te estaré molestando?
- No, para nada, la verdad es que esto es un problema bastante tonto, no merece la pena que llames a un técnico, Kiba también sabría hacerlo.
- Pero con Kiba últimamente no se puede contar para nada.
- Ya. Por cierto ¿Dónde está?
- No lo se, desde que sale con esa rubia pasa muy poco por aquí, creo que a la chica le huele demasiado a perro la clínica o algo así.
- No creo que sea para tanto.
- ¿La conoces?
- Claro, es compañera mía.
- ¿Y que opinas de ella?
- Es maja.
- Pues a mi me gustaba mucho más Ten-Ten. Este hermano mío es bastante tonto.
- Si... bastante.
- Creo que un día de estos voy a tener una charla de hermana mayor por él - Shino sonrió, era extraño verle sonreír pero cuando estaba con Hana lo hacía a menudo - ¿Qué te hace gracia?
- Siempre estás preocupada por él.
- Es porque es un cabeza hueca que no piensa lo que hace. ¡Ah! perdona, debo estar entreteniéndome.
- No, si esto ya casi está... o debería estar.
- Bueno, si no te importa voy a ver a mi paciente, he operado a un gatito y quiero ver como evoluciona, ahora vuelvo.
Hana salió del despacho y cuando regresó encontró a Shino recostado en la silla mirando los diplomas de la pared.
- ¿Ya?
- Ajá... ya está solucionado.
- Eres un genio.
- No, no creas.
- ¿Cómo te lo puedo pagar?
- No me debes nada, era una tontería, además somos amigos ¿o no?
- Pero yo quiero agradecértelo.
- En ese caso se me ocurre algo aunque seguramente no te guste.
- ¿El qué?
- Nada, déjalo.
- ¿Me vas a pedir dinero?
- No, era una tontería - se levantó de la silla.
- Dímelo. Ahora me siento un poco tonta por hacerte venir hasta aquí para tan poca cosa.
- Ven conmigo el sábado al zoo.
- ¿Al... zoo?
- A ti te gustan los animales ¿no?
- Si, mucho pero...
- Y hay una exposición sobre insectos, que me gustan a mí, es perfecto.
- ¿Iríamos con Kiba?
- Hombre, yo había pensado en nosotros solos pero si lo prefieres no me parece mal.
- Pero Shino ¿Cómo quieres ir al zoo conmigo?
- ¿Crees que te aburrirás mucho yendo conmigo?
- No es eso pero es que yo... ¿Tú sabes lo que dices?
- Piénsatelo y me llamas.
Shino se marchó dejando a Hana verdaderamente perpleja ¿el amigo de su hermano pequeño le había pedido una cita?
Matsuri había ido a la casa de Gaara, iba para que le ayudase con los deberes, según ella es que aún no conocía a nadie de su clase y le daba vergüenza pedir ayuda, además, seguro que Gaara, estado en cursos superiores podía ayudarla. Y no es que no le diese vergüenza o apuro, que si le daba pero más que eso le encantaba ver a Gaara y poder estar a su lado.
Era una situación incómoda para el chico, realmente no sabía como actuar con esa muchacha, él no era excesivamente cariñoso o simpático, era más bien solitario pero la psicóloga insistía en que tenía que aprender a relacionarse con los demás y aceptarlos tal y como eran, así que Gaara intentaba comportarse de la forma más correcta e imparcial posible. A Temari le hacía mucha gracia esa situación y no lo disimulaba lo que hacía que Gaara se sintiese algún más incómodo.
Matsuri se había quedado sola en el comedor. Gaara había ido a la cocina y ella estaba muy nerviosa porque estaba a solas con Gaara en la casa, Temari había salido y no sabía por donde estaba Kankuro, ni le importaba. Distraída pensaba como debía comportarse con Gaara, quizás como una chica intelectual, mostrando interés por los estudios o como si no le importase para nada estar con un chico a solas cuando un ruido la sobresaltó. Miró hacia la dirección de donde provenía el ruido y allí estaba, en medio de la puerta, entrando, secándose la cabeza con una toalla y desnudo de cintura para arriba... el ser que más odiaba en esos momentos: Kankuro.
Quiso gritar asustada o sorprendida, incluso indignada por no haber avisado que estaba pero se quedó paralizada mirándole. Kankuro también se detuvo y la miró sorprendido.
- ¿Qué haces aquí, niña? - le preguntó.
- Yo... estaba... haciendo los deberes - contestó aturdida.
¿Pero que estaba haciendo? ¿Le estaba mirando? Es más no podía dejar de mirarle.
- Ah ¿y Gaara?
- Ha ido a la cocina.
- Vale, pues seguir con lo vuestro.
- ¿Estabas aquí?
- Aquí es donde vivo, por si no lo sabías.
- ¿Por qué no lo has dicho?
- Estaba duchándome, ni siquiera sabía que estuvieses aquí pero de todas formas ¿Tengo que avisarte a ti que estoy en mi casa?
Y como si nada Kankuro pasó cruzando el comedor.
Aún estaba aturdida cuando regresó Gaara.
- Kankuro ha estado aquí.
- Me imagino, vive aquí.
- Ya pero... estaba medio desnudo.
- ¿Que estas desnudo?
- Bueno llevaba los pantalones.
- Seguramente no sabía que estuvieses aquí - habló con toda la paciencia que pudo Gaara - por favor, discúlpale.
- No, si no tiene importancia.
Después de ver aquello Matsuri ya no se preocupó más de como debía actuar estando con Gaara, tenía su mente ocupada en otras cosas, cosas que por otro lado la ponían de muy mal humor ¿Por qué tenía que perturbarla tanto ese idiota de Kankuro? Total ¿Que le había visto? Nada, no había visto nada del otro mundo, no era para tanto, había visto cuerpos mejores que el de ese estúpido, bueno en persona no pero si en fotos y en la televisión. Era bastante ridículo que la perturbase tanto si total era de lo más vulgar… Ahora tenía una razón más para odiarle.
Como era habitual nadie prestaba mucha atención a Sumire, todo el mundo pensaba que nunca se tomaba muy en serio nada, con su habitual alegría y forma de comportarse parecía que todo lo veía bien, que la vida no tenía problemas para ella, que siempre sabía ver el lado bueno de las cosas pero la realidad era que Sumire se preocupaba por su amigos mucho más de lo que aparentaba.
Así que cuando su madre llegó a su casa prácticamente la abordó en la puerta.
- Mamá quiero preguntarte algo.
- Bueno vale pero déjame entrar y ponerme cómoda ¿no?
- Si, si, pero luego hablamos, es importante.
- ¿Te pasa algo?
- No, a mi no, pero es importante, o sea quiero decir que no es que sea importante para nuestra familia, ni para mi, bueno para mi si porque se trata de una amiga pero vamos que no es que me pase a mi ni nada de eso...
- Vale, vale, para un poco, me vas a volver loca. Ahora hablamos.
- Pero es privado.
- ¿Cómo de privado?
- Pues como muy privado.
- ¿Y tu hermana?
- En su habitación, está estudiando.
- Anda, acompáñame a mi cuarto.
Una vez en la habitación de sus padres cerró la puerta.
- A ver, cuéntame que pasa - decía su madre sentándose en la cama.
- Mamá tu una vez me dijiste que si yo me quedaba embarazada siendo muy joven que...
- ¿Estás embarazada?
- No, no yo no, si ni siquiera he besado a un chico aún y es increíble porque debo ser la única chica de mi edad que aún no ha besado a ningún chico así que creo que el resto me mira como a un bicho raro claro que yo procuro que no...
- ¡Vale! Ya me ha quedado claro, no estás embarazada ¿Y a que viene esa pregunta?
- Es que tengo una amiga que a lo mejor lo está.
- Desde luego, desde luego, que irresponsabilidad.
- Mamá... estoy preocupada por ella, es buena chica y se que está asustada.
- Normal que esté asustada, cagada de miedo estaría yo... ¿No será Ten-Ten?
- No, no es Ten-Ten.
- Menos mal, menos mal ¿Y quien es?
- No te lo voy a decir, ella ni siquiera sabe que te lo estoy diciendo.
- Bueno no me lo digas ¿Y que va a hacer?
- ¿Que va a hacer de qué?
- ¿Lo saben sus padres?
- No creo, ella no tiene mucha confianza con su madre.
- ¿Y el padre que dice?
- ¿Su padre? Ah pues creo que tampoco lo sabe porque su madre esta divorciada y...
- Digo el padre del bebé... el que la dejó embarazada.
- ¡Ah! Pues no se...
- ¿Pero es seguro que está embarazada?
- Pues tampoco lo se, bueno no lo sabe ella es que no está segura.
- Ay madre, ay madre. Mira, te voy a dar una tarjeta de la clínica donde yo voy.
- ¿Para que?
- Es una clínica ginecológica.
- ¿Estás embarazada?
- No tonta, es para hacerme las revisiones. A ver si la encuentro - sacó su cartera y comenzó a buscar - Aquí esta. Toma, dile que llame y coja cita, allí la harán unos análisis y le dirán si está embarazada o no y también le explicarán las opciones que tiene.
- ¿Que opciones?
- Pues... tú dásela, al menos se sentirá mas tranquila.
- ¿Tu crees?
- Si, allí la asesorarán bien, incluso le dirán como darle la noticia a su familia. Además, saber que tienes opciones te da tranquilidad, aunque luego no las utilices, solo con saberlo te sientes mejor.
Sumire miraba atentamente la tarjeta.
- Gracias mamá... seguro que le sirve de algo.
- Ah y ya que vas por allí pide información sobre métodos anticonceptivos... para que a ti no te pase.
Sumire salió de la habitación y su madre se quedó mirando fijamente la puerta, desde luego era una pena que aún pasasen cosas así pero no podía reprochárselo a quien fuese ya que ella misma se quedó embarazada antes de lo previsto y no es que se arrepintiese de haber tenido a su hija mayor pero si le hubiese gustado que alguien en esos momentos la hubiera asesorado, que la hubiese explicado lo que se le venía encima y le hubiesen dado la opción de poder escoger, seguramente habría escogido tener al bebé pero, como le había dicho a Sumire, saber que tenía otras opciones la habría tranquilizado.