viernes, 29 de agosto de 2014

110. Encarándose a la vida

Ryuko no cogía el teléfono. Este no era un echo muy insólito ya que ella normalmente solo lo conectaba cuando salía de casa y cuando permanecía en ella lo tenía apagado pero con desvío de llamadas al fijo de su casa por si alguien la llamaba. Cuando Chouj oyó la voz del padre de Ryuko sintió tal terror que no fue capaz de decir una sola palabra, solo colgar.
Eso querría decir que Ryuko estaría aún en su casa, fue lo que pensó y salió a buscarla.
Le temblaba todo el cuerpo de los nervios que llevaba y no solo por enfrentarse a sus padres si no por Ryuko, no quería que ella lo pasase mal o que por su culpa aún la regañasen más. Ryuko le había contado lo estrictos que eran sus padres, como no la dejaban encender el ordenador a ciertas horas, ni recibir llamadas en el móvil y también como su madre parecía empeñada en controlarle todo. A juicio de Chouji se pasaban bastante.
Pero cuando llegó cerca de su casa el terror volvió a invadirle y el miedo de estropear las cosas más aún fue superior a él, así que decidió llamar a Jisei y pedirle a ella que llamase a Ryuko y le preguntase si podía salir.
Su sorpresa fue descubrir que Ryuko no estaba en casa, si no en el parque con Jisei así que dirigió sus pasos hacia dónde le habían dicho que estaban. Al acercase al banco donde las dos amigas estaban sentadas pudo darse cuenta de que Ryuko estaba llorando, eso si que no le gustaba.
En realidad Ryuko no lloraba, ya había llorado bastante, solo de vez en cuando alguna lagrimilla se escapaba y ella, con un pañuelo de papel ya roto se la secaba.
- Toma - decía Jisei sacando un nuevo pañuelo - Tira ese ya que da cosa verlo.
- Es que me da tanta rabia - se lamentaba.
- Mira, por ahí viene tu Romeo, seguro que él te anima.
- Hola - saludó Chouji - ¿Cómo estáis?
- Pues ya nos ves - contestó Jisei.
- Ryuko - dijo sentándose a su lado, quedando la chica en medio de Jisei y Chouji - ¿Como te encuentras?
- Fatal - intentó sonreír.
- ¿Que te dijeron tus padres? ¿Te regañaron mucho?
- Mi padre gritó bastante y se puso un tanto exagerado pero lo peor fue mi madre, me cayó un buen sermón.
- Cuanto lo siento, debí haberme quedado contigo.
- ¿Para qué te ibas a quedar? No, eso no hubiera solucionado nada. La verdad es que anoche mi madre no me dijo nada, se limitó a mirarme con esos ojos que pone y a dejar hablar a mi padre pero esta mañana me ha despertado muy temprano y... ¡dios que charla que me ha echado! Ha utilizado la técnica que yo llamo de hacerse la víctima, ha empezado a hablar de todo lo que me quieren, de lo importante que soy para ellos y la de sacrificios que han tenido que hacer por mi, la de cosas que se han perdido por mi y lo bien que vivirían si yo no estuviese, porque no querían que naciese y que si podían haber ido a abortar pero que no lo hicieron a pesar de saber que mi madre ya era muy mayor y que corría peligro y lo poco que querían tener otro hijo, que si ya estaban bien con los dos que tenían, que no me necesitaban pero que se aguantaron y luego lo que me han querido, que si soy la niña mimada, la de cosas que han tenido que hacer por mi, por darme una educación, porque no me faltara nada... y se ha puesto a llorar y a decir que solo quiere lo mejor para mi, que soy lo único que les queda, que no quieren hacerme daño... - Ryuko se volvió a secar las lágrimas.
- Vamos - habló Jisei - Lo que se dice hacerla sentir mal por defraudar a sus padres.
- Si es que no se lo que quieren de mi - se quejó Ryuko - No se que esperan. Yo no me porto mal, no visto se forma indecente, como dicen ellos dicen, ni siquiera me maquillo a penas, no pueden decir de mi que voy provocando o algo de eso, si soy una sosa para todo, que ni palabrotas digo, nunca les he desobedecido, no pueden tener quejas de mi, siempre llego a casa a la hora que me dicen, ordeno mis cosas, soy cuidadosa, me dan poco dinero y hasta ahorro, no fumo, no bebo, no he salido con chicos hasta ahora, estudio, saco buenas notas... yo no se que esperan de mi.
- Venga Ryuko - la animó Jisei - Ya déjalo.
- Es que no lo soporto, cuando se pone a llorar diciéndome esas cosas como si yo fuera la peor hija del mundo es que consigue que me sienta mal, consigue ser ella la víctima y yo quedo siempre como una egoísta desagradecida. Y encima como Akane está embarazada pues no veas, otra charla, que si Akane es esto, que si es lo otro, que vaya, con lo buena que yo siempre decía que era pues tan buena no sería cuando se ha dejado y claro, a ver que ideas me ha metido a mi en la cabeza y... mira no quiero ni acordarme. Es que no ha sido solo una charla por lo de que Chouji estuviera en casa, ha sido también por Akane porque claro, dime con quien vas y te diré como eres y ahora la gente que pensará de mi, que soy igual que Akane y no te cuento si alguien vio a Chouji entrar en casa, madre mía lo que van a decir de mi.
Ryuko lanzaba pequeños sollozos ahogados.
- Sus padres son muy exagerados - comentó Jisei a Chouji - Y muy antiguos, deben resetear sus cerebros un poco.
- Yo... - comenzó a decir nerviosa - Mira Chouji he pensado que hasta que todo esto se tranquilice un poco... creo que es mejor que lo dejemos un poco.
Chouji la miró aterrado e incrédulo ¿Qué es lo que había dicho?
- ¿Cómo que lo dejéis un poco? - fue Jisei la que dijo las palabras que parecían no salir de la garganta de Chouji - Estas de coña ¿no?
- No, lo digo en serio. El ambiente está como muy crispado y...
- ¿Y? - insistió Jisei sin dejarla terminar - O sea, tu no riges bien de la cabeza ¿verdad?
- Es que lo he estado pensando y creo que va a ser lo mejor. Esperar a que todo se calme.
- O sea que vas a hacer lo que tus padres quieren, como siempre.
- Es que tú no lo entiendes...
- ¿Estás rompiendo conmigo? - dijo Chouji con voz trémula.
- No, solo es dejar pasar un poco el tiempo hasta que...
- ¡Y una mierda! - soltó de pronto con un ímpetu que sorprendió a las dos chicas después del desanimo que parecía tener hacia un segundo - Tu no vas a dejarme.
- No es que te vaya a dejar, solo digo que...
- Que rompamos, si, si lo he entendido muy bien pero es que no me da la gana. No soy tan cobarde como para dar la espalda a los problemas, porque si rompemos es lo que estaremos haciendo, coger la solución más fácil y cobarde.
- Yo solo digo que si nos damos un tiempo y esperamos a que todo se calme.
- ¿Y cuando se va a calmar? A ver dime la fecha en la que podemos volver a salir ¿El 28 de Febrero te parece bien? ¿O el 14 de Abril? Que no Ryuko, que no, que si quieres cortar conmigo me lo digas directamente, dime que no te gusto, que te he decepcionado o lo que sea pero no me vengar con esa tontería porque así no lo acepto.
- ¡Tu no me has decepcionado! - gritó nerviosa - ¿Es que no me entiendes?
- No, pues claro que no, como demonios voy a entenderte. Lo único que entiendo es que quieres romper conmigo con una excusa tonta.
- No quiero romper contigo, lo que quiero es que nos lo tomemos con calma.
- ¿Con mas calma? ¿Te parece que no nos lo tomamos con calma? Por dios Ryuko no digas cosas raras, si estamos siempre escondidos y pendientes de que nadie nos vea, si ni te cojo la mano en público por no hablar de otras cosas. Lo que les pasa a tus padres es que no quieren darse cuenta de que ya no eres una niña y además piensan que eres tonta o algo así y que cualquier chico va a aprovecharte de ti; pues te digo algo, yo no seré el novio con la apariencia mejor del mundo pero soy una buena persona, soy bueno - decía señalándose a si mismo y hablando lleno de impotencia con los ojos aguados - No soy malo, no quiero hacerte daño y te he respetado, te he respetado mucho, quizás otro chico más "aparente" no lo haría, no creo que la apariencia tenga nada que ver con las intenciones, a lo mejor, como vives tan pendiente de agradar a tus padres y eres tan sumisa, a lo mejor si yo no estuviera encontrarías a alguno que si se aprovechara de ti pero yo no, no lo he hecho.
Jisei miraba a Chouji realmente asombrada.
- Bueno, yo creo que mejor me voy - dijo levantándose.
- ¡No! - la detuvo Chouji - Siéntate, si no me importa que estés, si lo que tengo que decirle se lo puedo decir delante tuya, no, es incluso mejor que estés para que tu también lo oigas porque yo no tengo nada que ocultar. Me gustas mucho Ryuko, hace años que me gustas, desde que te vi entrar en clase, agarrada a tus libros y sin levantar la vista del suelo, me ha costado muchísimo decírtelo y... ¿Y Shikamaru y Akane? Ellos discutieron y no nos dijeron nada para que no discutiéramos por ellos ¿Es que no te importa? Pues a mi si, Shikamaru es mi amigo y se guardó su dolor sin compartirlo por mí y ahora tú... yo no soy malo ¿Qué he hecho yo de malo? Puede que si yo no estuviese hubieses encontrado a otro chico que te tratase mejor o puede que fuese peor, eso no lo sabemos pero yo no te he tratado mal, te he respetado ¿Acaso me he portado mal? ¿Te he agobiado o algo? Me he adaptado a tu ritmo y no te he pedido mas de lo que quisieras darme y con eso he sido feliz ¿Acaso crees que no me hubiera gustado algo más? Pues que sepas que si, que soy un chico y humano y... ¿Que queja tienes de mi? ¿Que he hecho para que me apartes de tu lado? No quiero, no quiero, me niego y no me digas que es lo mejor para nosotros porque eso no es así, no me digas que te deje, no me digas que lo haga y que siga como si nada, viéndote todos los días y siendo tu amigo porque no, no puedo hacerlo, y no me digas que puedo vivir sin ti porque no es cierto.
Ryuko y Jisei miraban a Chouji casi sin dar crédito a lo que estaban viendo y es que Chouji parecía otro, le había cambiado completamente la expresión y ninguna de ellas se atrevía ya a decir una palabra.
- Apartarme de tu lado no va a solucionar nada - continuó algo mas tranquilo - Si no soy yo pues será otro.
- Pero es que no va a haber otro, yo no digo que quiera que rompamos solo que... no salgamos. No voy a salir con nadie más, solo sería como una pausa.
- El problema no soy yo, Ryuko, el problema es que tienes que enfrentarte a tu madre y decirle lo que deseas y explicarle que es tu vida, la tuya y que tienes que vivirla como a ti te apetezca, con errores incluidos ¿Qué te equivocas conmigo? Pues es que... ¿Es que hay algo para conseguir a la persona perfecta? ¿Realmente como sabes que esa persona no te va a fallar? A lo mejor eres tu la que me falla a mi, la vida da muchas vueltas y...
- Crecer implica también tomar decisiones y arriesgarnos - continuó Jisei - Chouji tiene razón, nada va a garantizar a tus padres que encuentres a la persona perfecta. Tus padres nunca van a estar contentos con quien sea, te tienen muy sobreprotegida, no quieren que crezcas, quieren que siempre seas su niña pequeña y que no les abandones.
- Pero yo no puedo enfrentarme a mis padres... no lo entendéis, es que yo... es que no puedo, no soy capaz, no sabéis lo que pasa.
- Mira, Ryuko, es tu vida - habló Jisei - Y tienes que tomar las riendas de ella, no puedes dejar que tus padres lo hagan.
- No lo entendéis.
- Yo que tu hacía caso a Chouji, su aura está a punto de explotar.
- No rompas conmigo Ryu, no me des la patada, déjame al menos que lo haga mal para hacerlo.
- Si yo no quiero romper contigo.
- Mira, ya solucionaremos lo de tus padres de alguna forma, ya lo verás, solo tenemos que tener paciencia.
- Pues eso es lo que yo digo.
- Ya, pero tu quieres que mientras lo dejemos ¿esperando qué? ¿A qué vamos a esperar? Si van a cambiar lo harán igual salgamos o no. Yo creo que deberías empezar por tomar una decisión, la tuya, y hacer lo que de verdad te apetezca.
- Y mantenerte firme - añadió Jisei - Tienes que aprender a defender tus decisiones. Está muy bien que no quieras disgustar a tus padres pero también tienes que empezar a vivir tu vida.
...
El grupo de Shikamaru caminaban por la orilla del río, esquivando a turistas que estaban allí pasando el día. Por esa parte el río no era muy uniforme. cada ciertos metros había piedras de un lado a otro de él por donde podía cruzarse y eso daba lugar a lo que los aldeaños y visitantes habían dado en llamar "charcas" y cada "charca" tenía su nombre casi siempre dependiendo de como eran, las había llenas de piedras, otra con bastante profundidad, la favorita de los que iban allí a bañarse y otras por el contrario en las que era imposible bañarse... las había de diversos tipos para el gusto de cada cual, pero había una en particular que tenía una forma caprichosamente redondeada con aguas bastante tranquilas.
- Hermano - dijo Chiharu que encabezaba la marcha al lado de Minako - Cuéntales la historia de esta charca.
- Ah, mendokusei, hazlo tu.
- No, hazlo tú que tienes mejor oratoria.
- Anda y déjame ya en paz, pesada.
- Veréis es que esta charca se llama "la charca de los enamorados".
- ¿Aquí es donde traéis a las chicas para ligároslas? - bromeó Kankuro.
- Supongo que más de uno lo hará - respondió Shikamaru.
- Y por eso tiene ese nombre - comentó Ten-Ten - Anda que lo que habrán visto estos árboles.
- Se llama así porque mi bisabuelo se declaró aquí a la abuela Shikami - afirmó orgullosa Chiharu.
- ¿A si? - se interesó Sumire.
- Si y luego se le ocurrió ese nombre tan cursi. Mi bisabuelo le dijo a la abuela, que por cierto, era la heredera, no hay que olvidarlo, "No tengo nada pero puedo bajar la luna para que la veas de cerca" Y la trajo aquí.
- Un poco cursi si que era tu bisabuelo - reflexionó Kiba.
- Pero le dio resultado.
- ¡Era muy romántico! - suspiraba Minako.
- Que obsesión tenéis vosotros con la luna - comentó Akane.
- ¿Y donde nos vamos a poner? - preguntó Naruto.
- Ya llegamos - contestó Chiharu.
Chiharu caminó alejándose del río y adentrándose un poco entre los árboles hasta que vieron una pequeña alambrada, no era muy alta, más o menos como un niño y tenía una pequeña puerta donde se veía un letrero que ponía "vado permanente". Chiharu la abrió.
- Ahora vamos a pasar a terreno privado de los Nara.
- ¿Con eso pensáis convencer a la gente de que no pase? - preguntó curioso Kiba mirando la verja - Vamos, eso se lo salta cualquiera.
- No es para convencerles - respondió Shikamaru - Es solo para advertirles de que no pasen.
- Pues pasarán ¡vaya que si!
- Claro, siempre hay gente que no respeta las cosas de los demás - afirmó Chiharu - Pero se arriesgan a una buena multa.
- Normalmente la gente no pasa de más allá de la charca de los enamorados - añadió Shikamaru - Hay puesta una advertencia.
- Pero siempre hay gente que no hace ni caso - habló Kankuro mirando a un lado.
En la orilla del río se podían ver a dos grupos de personas. Uno era una pareja que toma el sol y el otro parecía una familia muy escandalosa que estaba intentando hacer una fogata.
- Vaya por dios - suspiró Shikamaru.
- ¿Qué vas a hacer? - se asustó Sumire.
- Podemos hacer dos cosas, esperar a que pasen los guardas forestales o avisarles de que se larguen.
- ¿Tenéis guardas forestales? - se interesó ahora Lee.
- ¿Y que vamos a hacer, hermano?
- Vamos a esperar a que lleguen los guardas, no tengo ganas de discutir con nadie.
- Desde luego es que eres flojo para todo - se quejó Akane.
- ¡Por lo menos habría que avisarles que no hagan fuego! - gritó Lee escandalosamente.
- Si, en eso tienes razón - concluyó Shikamaru - Aggggg, que pereza. Bueno, vamos a dejar todos estos trastos que llevamos y ahora voy a darles un toque.
- Pues a mi me gusta el sitio donde se ha puesto esa parejita - dijo Ino.
- No te preocupes que pronto se habrán ido, ya lo verás.
Y así lo hicieron. Después de soltar las mochilas, toallas y demás cosas, Shikamaru se estiró y se dispuso a acercarse a esa familia.
- Yo te acompaño - le dijo Naruto.
- Y yo - añadió Lee - Cuantos más seremos mejor.
- Tened cuidado - les advirtió Ten-Ten - Sobretodo tu, Lee, que eres muy propenso a meterte en líos... y tu también, Naruto.
- Yo también voy - dijo Kiba uniéndose a ellos.
- ¡Un móvil! - gritó de pronto Sumire - ¡Está sonando un móvil!
- Si hija, si - replicó Ino - Es el mío, no grites como una loca.
- Es que me he asustado.
- Eres tu muy asustadiza ¿no? - sonrió Kankuro.
- ¡Sakura! - gritó ahora Ino.
- Mira la que hablaba de que gritos de loca - comentó Ten-Ten.
- Ay Sakura ¿Dónde estabas que no cogías el teléfono? - continuaba hablando Ino mientras se separaba del grupo - Te he debido llamar por lo menos 100 veces y te he mandado 200 mensajes.
- Es que perdí el bolso - respondía al otro lado Sakura.
- ¿Que perdiste el bolso?
- Me lo dejé en el club de tenis.
- ¿Fuiste al final?
- Si, si que fui ¿Y a que no sabes a quien me encontré?
- ¿Sasuke?
- No, a Konan y Pain ¿Sabes que son muy simpáticos? No son para nada los antipáticos que pensábamos que eran.
- ¿Ah no?
- Que va. Konan es súper simpática. Bueno y también me encontré con Sasori.
- Ah.
- ¿Y a que no sabes lo que pasó?
- ¿Se metió contigo? ¿Te hizo algo?
- No Ino, es que... me enrollé con él.
- ¿Qué te qué? - gritó de nuevo.
- Si, no se lo que me pasó, es que es muy guapo y yo que se... tía que me enrollé con él y me asusté y me fui corriendo y dejé el bolso allí.
- ¿Pero que me estás contando?
- Así como te lo cuento, no se lo que me pasó.
- ¡Ay dios mío!
Ino se apartó aún más del grupo. Ten-Ten se quedó bastante extrañada, no sabía de que iba el tema pero desde luego algo le había pasado a Sakura. Shikato, Hana y Shino por fin se unieron al grupo. Al ver a su primo hablando con esos "intrusos" Shikato se acercó también y Shino decidió seguirle.
- ¿Que ha pasado? - se interesó Hana al unirse al grupo.
- Creo que quieren que apaguen el fuego - contestó Kankuro.
- Ya he avisado a mi tío - dijo de pronto Chiharu cerrando su móvil - Enseguida pasarán por aquí y despejaran esto de domingueros.
- ¿Te ha gustado la cierva? - preguntó Akane a Hana - ¿A que es preciosa?
- Preciosa de verdad y me han dejado hasta curarla.
- Claro, que suerte, como tu sabes de eso - añadía Sumire con gesto mohíno.
- Ha sido muy bonito, creo que solo por ese momento ya valía la pena venir.
...
Juugo y Suigetsu había ido de nuevo a la cafetería de los padres de Karin donde esta, otra vez, estaba ayudando.
Era una maldita costumbre que habían cogido, eso era lo que pensaba Suigetsu que no era lo mismo lo que opinaba Juugo, ya que él sabía que si iban tan a menudo por allí era porque Suigetsu quería. Siempre que lo proponía lo hacía de una forma antipática y borde, como si le molestase y Juugo accedía porque sabía que no era así pero que su amigo era bastante orgulloso como para reconocerlo.
- ¿Vas a salir esta tarde? - preguntó Juugo a Karin mientras esta les servía unos refrescos.
- No, no voy a salir.
- ¿Y eso? - se interesó Suigetsu.
- ¿Para que? No creo que nadie me eche de menos.
- No digas eso, eres nuestra amiga - replicó Juugo.
- Si, ya, ya, somos amigos, eso es lo que siempre decimos, pero en realidad no se que pinto yo con vosotros. Pensarlo sois dos chicas ¿Que hago yo?
- Claro, si no viene Sasuke la señorita no quiere juntarse con nosotros - habló Suigetsu en tono burlón.
- No es por eso o si, precisamente porque no quiero ver a Sasuke. Siempre voy con vosotros ¿Y sabéis lo que dicen de mí? Han dicho que estoy enrollada con los tres, con los tres.
- Sabes que eso solo son tonterías que se inventan - aseguró Juugo.
- Si, vale, son mentiras y cosas que se inventan pero a mi me hacen daño ¿entiendes? Estoy harta de que siempre se diga de mi cosas que no son, muy harta, parece ser que las chicas no podemos ser amigas de los chicos si que haya revolcones por medio. De todas formas yo esta tarde he quedado con Fatora.
- ¿Que has quedado con quien? - se interesó Suigetsu.
- Con Fatora, ya sabéis, la de nuestra clase.
- ¿La pija?
- No la llames así, en realidad no la conocéis nada.
- Chica, es muy difícil de conocerla, habla bien poco, yo creo que ni respira.
- Pues fíjate que si existe y es una chica simpática.
- Como suele ir a la sombra de Stella nunca nos fijamos en ella - explicó Juugo - Es como su sombra o algo así.
- O la de Sasori. Eso ¿Ella no salía con Sasori? - añadió Suigetsu.
- No, no sale con Sasori, solo coinciden en el mismo grupo.
- No entiendo que manía te ha dado ahora para juntarte con esa perdedora.
- ¿Qué problema tienes? - Karin dio un golpe con la mano en la mesa - ¿Qué te importa a ti con quien voy? Vale que Fatora no sea una chica súper popular, vale que se ha juntado con Stella para tener amigos y caer bien a la gente y vale que parece su criada pero a mí me ha caído bien y ya está. La profesora Shizune nos puso juntas en ese trabajo y desde entonces la he conocido y me cae bien ¿Te molesta?
- Vale, vale, no te pongas así. Si en el fondo sois iguales - gruñó Suigetsu.
- Pues mira que bien. De todas formas tú no la conoces ni sabes nada de ella así que mejor no la juzgues.
- Pues si que te ha dado fuerte con tu "nueva amiga".
- ¿Podemos ir con vosotras? - preguntó Juugo.
- ¿A donde?
- A donde sea que vayáis. Creo que podemos ser todos amigos ¿No te parece Suigetsu?
- A mi me da igual.
- ¿Y Sasuke? - interrogó Karin.
- No creo que hoy salga con nosotros, no nos ha dicho nada.
- Bueno... como yo tengo que ayudar en la cafetería no vamos a ir a ningún sitio, solo a dar una vuelta.
- Pues vaya peñazo de plan para el domingo - gruñó Suigetsu.
...
Por fin se habían quedado solos en esa parte del río. Había costado que llegasen los tíos de Shikamaru pero por fin están solos disfrutando de los que probablemente sería el último baño del año.
Ino no parecía demasiado contenta después de hablar con Sakura, tumbada en una de las toallas boca arriba, con su nuevísimo trikini azul metalizado, no hacía otra cosa que pensar en lo que su amiga le había dicho ¿Cómo podía ser que Sakura se había enrollado con Sasori? No daba crédito a lo que había oído ¿Sakura? Pero si ella era de lo más reprimida. Definitivamente el mundo se estaba volviendo del revés. Anda que también con el que había ido a enrollarse, con Sasori nada menos, que si, que estaba muy bueno pero es que era Sasori ¿Es que no se acordaba de lo que había pasado? En realidad lo que Ino tenía era una envidia tremenda, sobretodo ahora que había llagado a la conclusión de que estando con Kiba sus posibilidades de llamar la atención de un chico eran menores. Esto no podía ser, de pronto sentía unas ganas tremendas de sentirse bonita, de ver a los chicos mirarla y coquetear con ella.
En el río, a pesar de que acababa de iniciarse el otoño y ya no hacía tanto calor, Kiba, Naruto, Lee, Ten-Ten, Chiharu y Minako disfrutaban más que nadie de sus chapuzones y los niños corrían jugando ellos sabrían a qué.
Akane había acompañado a Sumire "al servicio" y regresaban riendo, se acercaron a una de las toallas donde, con un bañador verde musgo y una camiseta abierta, Shikamaru, que se había puesto unas gafas de sol parecía dormitar.
- ¡Eh! - dijo Akane dándole un golpecito débil en la pierna con el pié - ¡Cuerpazo!
Shikamaru se bajó un poco las gafas y la miró.
- ¡Muñeca! ¿Donde vas tan... anaranjada?
- ¿Te gusta mi bañador? ¿Cómo me queda? ¿Me queda muy pequeño? - Shikamaru se incorporó para mirarla mejor, la chica llevaba un bañador naranja con tres girasoles estampados en él-
- No mucho - contestó el chico - ¿De dónde lo has sacado?
- Es de una de tus primas, me han dado bastantes, es lo más decente que encontré ¿no será muy infantil?
- Hija, puesto en ti es imposible que parezca infantil ¿Que les pasaba a los demás? ¿Es que mis primas tienen bañadores indecentes?
- Dejémoslo en que no parecían apropiados.
- Eso está bien, tú cuanto más te tapes mejor, el mundo no está preparado para algunas cosas.
Akane le pegó con la toalla.
- ¡Idiota!
- ¡Ya volvéis a ser los de siempre! - exclamó jubilosa Sumire - ¡Que alegría! Ya decía yo que sin esos puntos que os lanzáis no parecíais los mismos. Oye Akane, no se te nota nada el embarazo.
- ¿Cómo se le va a notar si está de muy poco? - pareció gruñir Ino.
- Pues se nota un poco - aseguró Akane - He perdido mi cintura.
- A ver como te recuperas después del parto - comentó Ino - Tendrás que ir al gimnasio o algo para recuperar tu tipo.
- Lo que ahora tiene que hacer - añadió Hana - Es echarse mucha crema hidratante en la barriguita para que cuando le crezca no le salgan estrías y lo de recuperar el tipo ya lo pensará luego.
- ¡Eh, Akane! - exclamó Naruto que acababa de salir del agua y corría hacia allí - Tú y yo vamos a juego - señaló su bañador naranja y negro.
- ¡Parecemos hermanos!
- Lo que parecéis es un anuncio de naranjas - comentó aburrido Shikamaru.
- Ya habló el seco - se quejó Akane - Que sepas que el naranja es un color muy alegre y produce vibraciones positivas.
- Si, sois una fuente de energía andante, tener cuidado con no sobrecargar a nadie.
Kiba también salía del agua y corría a por una toalla.
- ¡Que frío da salir, madre!
- Kiba - le dijo Ino al verle - Échame bronceador - y la lanzó la botella, Kiba la cogió al vuelo y se acercó a ella mientras esta se ponía boca a bajo.
- ¡Que manos tan frías tienes! - se quejó Ino cuando sintió las manos del chico sobre su espalda.
- ¿Luego me vas a echar tu a mi?
- Si hombre ¿Y que más?
- ¿No venís al agua? - gritaba Lee desde el río.
- ¡Si! - gritaba también Naruto mientras cogía una pelota - Venga Kiba, vamos a echar una partida de algo.
- Akane ¿me acompañas? - susurró Sumire - Es que me da cosa, como soy tan patosa...
- Claro, vamos juntas.
- Akane - habló Shikamaru - No quiero ser un pesado y agobiarte pero el agua debe estar muy fría ¿Verdad Naruto?
- Ya te digo, pero luego se está bien - contestó este.
- Ten cuidado al meterte - la advirtió Shikamaru.
- ¿Por qué?
- Tiene razón Shikamaru - intervino Shiho - No te lo tomes a risa, el cambio de temperatura puede provocarte algo malo.
- ¿Tu crees?
- Si, la impresión puede ser fuerte, yo se de personas que se les ha cortado la regla y todo y tu estás de muy poco tiempo, lo mismo no es bueno.
- Creo que sois unos alarmistas.
- Tu por si acaso ten cuidado - le dijo también Hana.
- Además estás delicada, recuérdalo - añadió Shino.
- Bueno pues nada - dijo la chica sentándose al lado de Shikamaru - Si todos os ponéis así conmigo no me baño.
- No te enfades - le sonrió Shikato - Lo hacen porque se preocupan por ti.
- Sumire yo te acompaño - propuso Shiho - Yo tampoco nado muy bien y no quiero estar cerca de esos y sus juegos, es que el río me da como respeto, no se, además - se quitó las gafas - Sin gafas como que tampoco veo muy bien.
- Bueno, vale, vamos.
Iban las dos de la mano y por suerte para Sumire porque nada más entrar resbaló con una piedra y a punto estuvo de caerse.
- Creo que voy con ellas - dijo Kankuro levantándose - Una que no ve bien del todo y la otra patosa no son muy buena combinación.
- Que miedo, con lo patosa que soy y encima no se nadar, que desastre - se quejaba Sumire.
- Tranquila que yo te sujeto - decía Shiho.
- ¿Has visto que bikini más precioso el de Ino? ¡Es divino! Y yo con este deportivo...
- Tu bikini está genial, es bonito y cómodo, a mi me gusta... estoy por pedírtelo prestado alguna vez.
- Que bien le queda... que tipo tiene y que envidia me da... parece una modelo.
- Pues yo diría que está demasiado delgada. Venga, vamos a dar otro pasito.
- Tranquila que ya llega tu héroe - decía Kankuro - No tengas miedo que estoy aquí.
- ¿Habéis visto que tipazo que tiene Shiho? - decía asombrada Akane.
- Engaña bastante con la ropa que lleva siempre - afirmaba Hana.
- Ya te digo y además que guapa está sin gafas ¿A que si?
- Eso es porque nunca se arregla - decía Ino - No se preocupa mucho de su aspecto, debería ser un poco más coqueta.
- Ya estáis hablando de las demás - se quejó Shikamaru - Pero que pesadas que sois todas las mujeres.
- Pero no estamos diciendo nada malo, al contrario.
- ¿Qué te parece si nosotras nos vamos a dar una vuelta a ver esto? - propuso Hana levantándose.
- Vale, genial - Akane se inclinó para dar un pequeño beso a Shikamaru - Ahora volvemos ¿Vienes Ino?
- No, yo me quedo tomando el sol.
Ino levantó la vista y vio a Shikato mirar como las dos chicas se alejaban. Pensándolo bien Shikato tenía su punto, miró a Kiba jugando en el agua con Ten-Ten y se mordió el labio ¿Y si...? Por coquetear un poco no iba a pasar nada...
- Shikato - habló sonriendo con voz melosa - ¿Terminas de echarme crema?
- Claro, con mucho gusto.
Shikamaru volvió a bajarse un poco las gafas y miró aquella escena, uy que mal rollo le estaba dando.
- Que manos tan suaves tienes, Shikato... más abajo por favor y desabróchame el bikini, no quiero que me quede marca.
- Mendokuseeeeeei - murmuró Shikamaru volviendo a ponerse las gafas, mejor era no ver nada... mujeres problemáticas.