- ¿Qué creéis que pasará con Akane? - preguntaba Ryuko.
Junto a ella, Sumire, Kankuro, Jisei y Chouji, que continuaban adornando el gimnasio, se miraron sin saber que decir.
- Vete tu a saber - contestó Jisei - Pero vamos, seguramente todo esté bien, Akane tiene buen aspecto, yo me imagino que si algo fuera mal tendría mala cara o algo.
- No creas - disintió Ryuko - Yo conozco el caso de una prima de mi madre, que estaba genial y cuando le hicieron una ecografía vieron que el feto tenía una malformación.
- ¡No digas esas cosas! - protestó Sumire - ¡Ni lo pienses! ¡No seas ave de mal agüero! Esas cosas ni se dicen, ni se piensan.
- Relájate Ryu - dijo Kankuro - Estás tu más estresada que Akane.
- Es que no quiero que le pase nada a Akane, la pobre ya lo ha pasado bastante mal como para que ahora también esto se le estropee.
- A mi me preocuparía también Shikamaru - añadió Chouji - Está esforzándose mucho porque todo funcione.
- Vamos, vamos, vamos ¡Se acabó el tema! De lo que hay que hablar es de cosas alegres - dijo Sumire dando palmas - ¡Vosotros sabéis que se trae Kiba con Ten-Ten?
- ¿Que quieres que se traiga? - rió Kankuro, como respuesta recibió una colleja de parte de Jisei - ¡Ahu! Ya estamos como siempre.
- Kiba lo único que quiere es que todo vuelva a ser como era antes con Ten-Ten - contestó Jisei - Solo intenta que ella recuerde lo amigos que eran y lo bien que se lo pasaban juntos, es un chico encantador.
- Ah, ah, ah - protestó Kankuro - El pensó con lo que pensó y es un chico encantador, yo digo un comentario y me acribillas a collejas, esto no es justo.
- Kiba cometió un error - habló Chouji - Pero es normal que lo cometiera, todos cometemos errores, tampoco hace falta rasgarse las vestiduras, además que tampoco fue para tanto, poneros en el lugar de Kiba, no era novio de Ten-Ten, ni nada. Creo que todos exageramos mucho.
- ¿Tu crees? - Ryuko le miró un poco molesta - Claro, no habían "firmado" ningún contrato.
- No, no, no - intervino rápidamente Jisei al ver el cambio de aura de Ryuko - Vamos a dejar también este tema, lo que pasó, pasó y lo que importa es el ahora.
- ¡Eh, mirad! - dijo de pronto Sumire que también quería cambiar de tema - Es Utakata, de la clase de Shikamaru, mirad chicas que guapo que es.
- ¿Te gusta ese? - pareció quejarse Kankuro.
- Sssssssi - afirmó moviendo la cabeza repetidamente Sumire - Pero siempre está con esa chica, se llama Tsuchigumo, va a 1º, él la ayuda con varias asignaturas, es que ella no es de aquí, por lo visto hasta este año estudiaba sola, en su casa.
- ¿Es que lo sabes todo de él? - preguntó receloso Kankuro.
- No, me lo ha contado Shiho, que va a su clase.
- Desde que Shiho está en el periódico se ha vuelto igual de curiosa que Akane - afirmó Jisei - Debe ser cosa de periodistas.
- Pues a mi no me importaría ayudarla en sus estudios - decía Kankuro mirando a la pareja recibiendo inmeditamente otra colleja de Jisei - ¿Qué pasa? La chica está bien buena.
Jisei miró a Ryuko, desde el incidente con Kabuto estaba cambiada, no lo parecía pero ella lo notaba, a veces saltaba por cualquier cosa, seria que estaba mas sensible o mas suspicaz... tendría que hablar con ella porque le daba la impresión de que se sentía cada vez mas poca cosa, más insignificante.
- ¡Chicos, chicos! - llegó corriendo hasta ellos Ten-Ten - ¿A que no sabéis de que me he enterado?
- ¿Un cotilleo? - preguntó Chouji.
- ¡Y de los grandes! - contestó entusiasmada Ten-Ten.
- ¿Y Kiba? - se interesó Kankuro al no verle a su lado.
- Le he dejado jugando un partido de futbol con Naruto, Sora, Lee y Tayuya.
- Pues voy a verles, no me interesan los cotilleos y este tiene pinta de cotilleo de chicas. Luego vuelvo, espérame ¿Eh, Sumire?
- Espérame - dijo Chouji - Voy contigo, quiero comprar unas patatas, tengo hambre. Enseguida vuelvo - se dirigió a Ryuko.
- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? - se acercó a ella intrigada Sumire.
A esas alturas ya todos sabían que Sasuke Uchicha estaba teniendo citas matrimoniales. Unos lo veían bien y otros no tanto, había quien aseguraba que Sasuke hacía lo que debía y quienes opinaban que debería ser libre para elegir si casarse o no, cuando y con quien. Era lo que tenía vivir en una sociedad que iba modernizándose pero en la que las tradiciones aún tenían mucho peso.
- ¿A que no sabéis con quien va a tener Sasuke otra cita de esas? - dijo Ten-Ten poniendo gestos exagerados de intriga.
- No, dinos, dinos - la apremió Sumire.
- No os lo podéis imaginar - repitió con la misma intriga.
- ¡Pero dilo de una vez! - se quejó Jisei impaciente.
- Con... nada menos y nada mas que... ta-ta-ta-cha... Ino Yamanaka.
- ¿Ino? - gritó Sumire - ¿Nuestra Ino?
- La misma ¿Qué os parece?
- Increíble... - murmuró Ryuko.
- ¡Que fuerte! - exclamaba Sumire.
- ¡Madre, la que se va a liar! - resoplaba Jisei - ¿Quien te lo ha dicho?
- Ino, la propia Ino. Ha venido corriendo a decírnoslo.
- ¿A quien?
- Pues estábamos Kiba, Sakura, Sasori y yo. No os podéis imaginar lo emocionada que estaba...
- ¿Naruto no estaba con vosotros?
- No, Naruto estaba discutiendo con Sora sobre quien chutaba mas o no se que, ya sabéis como son Naruto y Sora, se pican continuamente, luego se unió a la discusión Lee y Tayuya y Kiba, que se tiene que meter en todo... ahí los he dejado ¿Que os parece la noticia?
- No sabía yo que la familia Yamanaka fuera importante - comentó Ryuko.
- El padre de Ino pertenece al departamento de Defensa o de Inteligencia o algo así - contestó Jisei.
- Pues no lo parece - habló Sumire.
- Tampoco tu familia parece importante y resulta que tu padre es diplomático - replicó Ten-Ten.
- Eso, tampoco nos lo esperábamos de tu familia - añadió Ryuko.
- Bueno... jeje, es que no somos importantes, solo que... ay no se porqué los Uchiha se fijaron en nosotros, supongo que por la política, eso dice mi madre.
- Pues por lo mismo que se han fijado en los Yamanaka... es solo morralla - dijo Jisei.
- ¿El qué? - preguntó mirándola con los ojos muy abiertos Sumire - ¿Que me has llamado?
- No es por ofender a tu familia, ni a la de Ino, es solo que, sinceramente, ni tu hermana, ni Ino, son las que les interesan al padre de Sasuke, creo que las ha puesto de adorno, para que Sasuke no se sintiese tan presionado o algo así.
- ¿El que? - se extrañó Sumire.
- ¿Qué quieres decir? - se interesó Ryuko.
- Que no creo que sea tan importantísimo comprometer a su hijo de 17 años con la hija de un diplomático o de lo que sea que es el padre de Ino. Madara Uchiha tiene un bufete importantísimo y seguro que contactos... no, quien le interesa de verdad al señor Uchiha no son los Yamanaka o los Saewanaguchi.
- ¿A no? - volvió a extrañarse Sumire.
- Claro que no. Recordar que Ayesa y su familia se han instalado en Konoha y sabemos que ella también ha tenido citas de esas con Sasuke... y con Itachi y hasta con Tobi... Con quien quieren emparentar los Uchiha es con los Senju, esta clarísimo.
- ¿Y que pinta mi hermana en todo eso? - gritó Sumire.
- Pues que yo diría que para no hacérselo tan duro a Sasuke su padre le ha dicho que podía elegir entre varias... quien le interesa es Ayesa.
- Vaya, pues dicho así tiene su lógica - añadió Ten-Ten.
- Pues claro que si, me apuesto lo que sea. Ayesa Senju es quien le interesa al padre de Sasuke.
- Yo casi diría - habló Ryuko - Que quizás entre los padres ya lo tienen todo decidido... podría ser.
- Seguro - confirmó Jisei - A Ayesa le dan a elegir entre tres Uchiha pero ya han decidido que va a haber unión Uchiha-Senju o Senju-Uchiha, como sea.
- Pues vaya - se quejó Sumire - Que mal por Ayesa ¿no?
- ¡Anda! - exclamó Ten-Ten - ¿Y no te da pena tu hermana?
- No, que va, mi hermana no está interesada en Sasuke... si hubiera sido Itachi pues si, pero Sasuke no, es muy joven para ella.
- Esa es otra - continuó hablando Jisei - ¿No es raro que los Uchiha quisieran casar a su hijo menor con la hermana de Sumire? Lo suyo es que hubiera sido Itachi ¿no?
- A lo mejor a Itachi no le interesan esas cosas - comentó Ten-Ten.
- Pero tiene citas con Ayesa, que ella nos lo ha dicho - replicó Jisei - ¿Cómo te comes eso?
No, Jisei no veía nada claro el asunto, no le cuadraba nada de nada ¿Por qué, si el padre de Sasuke quería casar emparentar con una familia con buen nombre solo obligaba a Sasuke a tener citas con varias chicas y a Itachi solo con Ayesa? ¿Por qué no había concertado también una cita entre Itachi y la hermana de Sumire? No debía interesarle tanto una unión entre los Saewanaguchi y los Uchiha, quizás solo quería mantener controlado a Sasuke... no entendía nada, nada de nada, pero tampoco estaba para pensar mucho porque también le preocupaba Naruto y como reaccionaría cuando supiese lo de Ino, últimamente el aura de Naruto, cuando estaba con Ino, se tornaba cálida, bueno Naruto siempre tuvo un aura muy cálida pero al lado de Ino era... no podía describirlo con palabras, además que la de Ino se calmaba estando al lado del rubio ¿Qué pasaría ahora?
- Al final no nos contaste nada de la cita de tu hermana con Sasuke - se quejaba Ryuko.
- Es verdad - protestaba Ten-Ten - Ya puedes ir largando algo, bonita.
- ¿Ah no? Pues fue muy divertida, bueno yo me divertí, creo que Ayumi no se divirtió tanto, fuimos a comer a un restaurante muy bonito y me sirvieron un bistec así de gordo - hizo un gesto con la mano señalando lo gordo que era el bistec - Y estaba deliciooooooso. Ayumi estaba muy guapa y Sasuke muy guapo también.
- ¿Tu también te pusiste un kimono? - se interesó Ryuko.
- No, yo no. Y quien estaba muy, muy, muy guapo era Itachi, teníais que haberle visto. Y luego Sasuke y Ayumi se fueron a pasear y estuvieron hablando, supongo, no se.
- ¿Y que pensó tu hermana de Sasuke? - preguntó Jisei.
- Ah, no le gustó. O sea si que le pareció guapo y todo eso pero es que es muy pequeño para ella, a ella le gustó mas Itachi, durante la comida le miraba así disimuladamente e Itachi la miraba a ella también, no creáis.
- Supongo que lo lógico era que hubiese sido una cita con Itachi - sugirió Jisei.
- ¿Y por qué tu hermana accedió a esa cita? - interrogó Ten-Ten.
- Ah porque fue un pacto que hizo con mi padre, que al menos una vez iría a ver como era una cita de esas. Ya sabes, cosas de padres y de tradiciones, creo que para que conozcamos las tradiciones. Por no oírle mí hermana accedió a ir a un casamentero de esos que le hizo una entrevista, la verdad es que ella pensaba que nunca la avisarían, que eso ya estaba desfasado.
- ¿Y tu también lo harás? - curioseó Ryuko.
- No hasta que al menos tenga 18 años y depende de cómo le vaya a mi hermana, lo mismo mi padre se queda ya tranquilo.
...
Temari y Samui estaban juntas en un pequeño puesto con diversas cosas. En realidad lo habían montado con Gaara, Kankuro, Karui y Omoi, pero ahora estaban ellas dos encargadas de todo.
Mirándolo todo con mucho interés estaba Shiho.
- Que marionetas mas monas - decía - ¿Todas las ha hecho Kankuro?
- Todas. La verdad es que le gusta mucho hacerlas - respondía Temari - Es todo un manitas.
- No sabía yo de esta afición.
- Es que Kankuro no es muy popular, se sabe poco de él.
- Será por eso.
- Oye Shiho ¿Y Lee?
- Se ha quedado jugando un partido de futbol con Naruto.
- Perdona que te pregunte, es que últimamente se te ve mucho con él.
- Es que es un chico estupendo, un encanto, el más dulce que he conocido, claro que tampoco es que yo conozca a demasiados.
- Te lo aseguro - afirmo Temari - Si que es un chico dulce, de esos que se desviven por su chica, a primera vista perece un bicho raro y un exagerado para todo pero es de los que si se te cae un zapato por un barranco se tira de cabeza a recuperarlo.
- ¿Y a ti como te va con el primo de Shikamaru? Eh oído decir que sales bastante con él.
- Seguro que te lo ha dicho Kankuro, menuda bocaza que tiene.
- También es un chico muy agradable, fue muy amable con nosotros cuando estuvimos en su pueblo.
- ¿Como te fue ayer? - se intereso Samui - ¿Paso algo o no?
- Que va, no paso nada de nada. A veces pienso que esta jugando conmigo y me hierve la sangre.
- A lo mejor simplemente es tímido - añadió Samui.
- ¿Tímido? Que va, no es nada tímido ¿Sabes la de citas que he tenido con él? - se dirigió a Shiho que la miro sorprendida - 10.
- Vaya, son unas cuantas - contesto sin saber muy bien que decir.
- 10 citas, me refiero a citas, no a salir con los demás o encontrarnos o dar una vueltecita. 10 citas de ser cita, de haber quedado con él, de arreglarme para salir con él, de pasar la tarde juntos e incluso cenar algunas veces, 10 ¿Y crees que ha pasado algo entre nosotros? Pues no. Estoy empezando a pensar que estoy perdiendo mi atractivo. A ver, que yo no soy de las que se enrollan con un chico en la primera cita pero es que son 10 y no ha intentado nada.
Shiho comenzaba a sentirse de lo mas incomodo, a lo mejor ella no era la persona mas indicada para que le contase esas cosas.
- Quizás el chico solo es educado - dijo algo apurada.
- Al despedirnos siempre, siempre, sonríe de una forma como malvada y parece que va a besarme... pero no, se limita a darme un piquito y ya. Y yo noto que le gusto, lo noto.
- A lo mejor simplemente esta jugando contigo - declaro Samui.
- No creas que no lo he pensado, que si, porque siempre actúa como muy seguro de si mismo y luego...
- Te deja con dos palmos de narices - añadió Samui - Esta claro que esta jugando contigo.
- O esta esperando a que seas tu la que tome la iniciativa - añadió Shiho.
Temari la miro intrigada.
- A ver si va a ser eso - murmuro Samui.
- Estaba pensando que a lo mejor era tímido, pero no lo creo - comento Shiho - No da esa impresión.
- No - dijo Temari enfadada - Claro que no es tímido, el muy pedorro esta jugando conmigo, por alguna razón se divierte en jugar a este condenado jueguecito. Tienes razón, esta esperando a que yo tome la iniciativa, pero no porque sea tímido, sino para... ¡Ah, esta me la va a pagar! Si se ha creído que Sabaku no Temari va a ceder ante él esta muy, pero que muy equivocado... ¡Será posible!
- Lo extraño es que siendo tú, Temari, que eres muy inteligente, no te hayas dado cuenta - comento Shiho.
- Eso ha sido porque ha estado pensando en otras cosas - añadió Samui.
- ¡Será posible! - continuaba refunfuñando mientras daba pataditas contra el suelo.
...
El partido improvisado de futbol había terminado aunque parecía que la competición continuaba, Sora y Naruto seguían con su pique personal, al que se había unido Konohamaru. Quien los viera pensaría que se llevaban mal pero no, al contrario, el problema es que siempre querían demostrar que eran capaces de superar al otro.
- ¡Vale ya de una p**a vez! - grito Tayuya metiéndose en medio de los dos - Ahora entiendo porque no estas en el equipo de futbol Sora, porque os mataríais.
- A mi no me interesan los equipos de perdedores - dijo sonriendo Sora.
Y de vuelta a empezar.
- Pues nada - dijo Omoi - Esto se soluciona rápidamente si vamos a avisar a Gai-sensei. Si, Gai-sensei es la mejor opción, seguramente en cuanto llegase se pondría a hablar de lo edificantes que son estas... ¿cómo se dice?... actividades tan edificantes que ayudan a los jóvenes a forjar su carácter y ha crear vínculos de amistad entre ellos.
Sora y Naruto le miraron aterrorizados.
- Bueno, no tengo porqué seguir discutiendo contigo, panoli - dijo Sola cruzando las manos por detrás de su cabeza y alejándose.
- Ni yo contigo - gruñó Naruto caminando hacia el lado contrario.
Mientras todo el grupo de disgregaba Sakon se acercó a Tayuya.
- Tu como siempre, metiéndote en todos los líos.
- ¿Y a ti que te importa?
- Nada, a mi me da igual. Oye Tayuya ¿Te vienes esta tarde al parque con Ukon y los demás?
- Sabes que no me gusta tu hermano.
- Pero hoy no te molestará.
- Ese imbécil no sabe estar sin abrir su horrible bocota, ni sin tener las manos quietas.
- Hace mucho que no vienes con nosotros.
- Tengo cosas que hacer.
- ¿Y no puedes dejarlo para otro momento?
- ¡No, c*****s, no puedo!
- ¡Está bien! - contestó el chico en tono molesto - ¡Haz lo que te de la gana! Pero si te apetece ya sabes donde estamos.
Tayuya le vio girarse y marcharse. Suspiró y se giró para continuar su camino topándose casi de frente con Kimimaro.
- ¿Y a ti que te pasa? - se encaró a él.
- Deberías decirle porqué no vas con ellos.
- ¿Y a ti que c*****s te importa?
- No, a mi nada, pero son tus amigos.
- ¡Déjame en paz!
Tayuya le dio un golpe con el hombro al pasar por su lado. Kimimaro se giró para ver como se alejaba con paso rápido y decidido.
- ¿Entonces nos vemos esta tarde? - preguntó Kimimaro con desgana.
- ¡Piérdete! - contestó sin girarse.
...
Sasuke se había quedado dentro del aula, no tenía ganas de hablar con nadie, tanto bullicio le estaba poniendo nervioso, además desde el cumpleaños de Ino y el incidente con Kabuto era muy normal ver a Sasori acompañando a Sakura y eso de algún modo le molestaba. Aun no sabía que clase de molestia era la que sentía, si serían celos o solo que su orgullo estaba siendo pisoteado. Estaba tan acostumbrado a tener siempre a Sakura y a Karin detrás de él que ahora las extrañaba. A lo mejor si eran celos, celos de no ser él el centro de atención, o rabia de que alguien le superase... a parte de eso también le molestaba que Sasori hubiese sido el "héroe" salvando a Ryuko... ahora empezaba a caer bien y todo... eso sin contar con que Kabuto había amenazado a Sakura y quizás por eso Sasori estaba tan pegado a ella... maldito Kabuto, como le hiciese algo a Sakura si que no se lo iba a perdonar nunca... tendría que bajar y vigilarle un poco, ese chico era demasiado retorcido para todo y nunca se sabía lo que podía hacer.
El ruido de la puerta al abrirse le sacó de sus pensamientos bruscamente.
- ¡Estas aquí, ttebayo! ¡Te he estado buscando! - dijo entrando feliz y sonriendo Naruto.
- ¿Y por qué me buscabas, dobe?
- Para retarte a unas canastas, dattebayo.
- ¿Acabas de perder contra Sora y ya quieres perder de nuevo?
- ¿Y quien te dice que voy a perder contra ti, ttebayo?
- No tengo ganas ahora de jugar al baloncesto.
- ¿Te pasa algo?
- Pienso en Kabuto.
- ¿Estás preocupado por Sakura, verdad que si? ¿A que es eso?
- Se que no tengo derecho pero... hemos sido amigos.
- Éramos buenos amigos y aún lo somos ¡vaya que si!
- ¿Tu crees que sigue considerándome su amigo?
- Pues claro. Nosotros tres siempre seremos muy amigos, dattebayo.
- ¿A pesar de como me he portado con vosotros?
- Ah, pero eso es porque Orochimaru te llevó al lado oscuro.
- No soy Darth Vader.
- Bah, no pienses en Kabuto, no se atreverá a hacer nada a Sakura. Venga, vamos con todo el mundo.
- Que pesado eres - dijo levantándose.
Salieron del aula y caminaron por el pasillo, de pronto Naruto le adelantó unos pasos para coger algo que había en el suelo.
- Mira que suerte, un bolígrafo.
- ¿Siempre tienes que coger todo lo que te encuentras?
- Mola encontrarse cosas, es como un regalo, dattebayo.
- Oye Naruto... No, nada.
- ¿Cómo que nada? Si has empezado tienes que terminar. Vamos, suéltalo.
- Verás es que me preguntaba si tu y yo aún somos amigos.
- Pues ya te he dicho antes que si.
- Creo que Sakura me va a odiar.
- ¿Por qué?
- Ya sabes que mi padre me obliga a tener unas citas matrimoniales.
- ¿Vas a tener una cita con Sakura? - gritó a pleno pulmón Naruto.
- No dobe, no grites tanto. No es con Sakura.
- ¿Y por qué te iba odiar? Ella... bueno ahora está con Sasori y parece que se llevan bien y...
- No es por eso, Naruto, es porque voy a tener una cita con una chica que... a lo mejor se enfada conmigo.
- ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver ella con eso?
- Es... Ino.
Naruto se detuvo en seco, sentía que las piernas habían dejado de responderle y no podía, no quería creer lo que había escuchado, seguro que había oído mal.
- ¿Que te pasa, Naruto? - Sasuke también se detuvo y le miró intrigado.
- ¿Ino?
- Si, con Ino y como ella y Sakura son tan amigas pues a lo mejor se molesta.
- ¿Ino?
- Si, con Ino - repitió - Inoichi Yamanaka está muy bien relacionado con varios cargos políticos importantes, de hecho conoce al Primer Ministro y...
Sasuke se quedó mirando a Naruto... ahora empezaba a comprenderlo todo... si es que Naruto era como un libro abierto, no sabía disimular para nada.
- ¿Pero el padre de Ino no tiene una floristería? - habló Naruto con voz entrecortada.
- Es de la madre de Ino, él trabaja en Defensa... Naruto ¿A ti te gusta Ino?
- ¿A mi? - sonrió de forma poco convincente - Ino es mi amiga y la tengo mucho cariño. Venga, vamos, abajo de una vez.
Naruto aceleró el paso dejándole atrás.
- Naruto, espera un momento, tenemos que hablar de esto.
- No hay nada de que hablar - dijo dándose la vuelta y sonriendo de nuevo - Ahora entiendo porqué Ino está tan contenta hoy, debe sentirse como una princesa... es solo que tienes razón... quizás Sakura se moleste un poco ¿Ya lo sabe? ¡Eh! ¡Ginta, espérame! - corrió al verle por las escaleras - ¿Que sabes de tu hermana y Shikamaru?
Naruto no supo si Sasuke iba a contestarle o no. No quería hablar de ese tema, de echo no quería hablar con Sasuke, no quería saber nada más. Seguramente Ino estaría feliz, iba a tener una cita con Sasuke, una cita para quizás ser novios, una cita con Sasuke Uchiha, el chico que le gustaba de pequeña, la causa de su eterna competencia con Sakura... ¿Estaría enamorada aún de él?
...
Shikamaru, sentado en una silla en la consulta del doctor observaba alternativamente a este que escribía algo en un folio impreso con rayas azules y al tocólogo, porque a Akane se le había asignado ya un tocólogo, su médico de familia era eso, un médico general y estas "eventualidades" tenía que tratarlas un especialista, más gasto, según Akane. El tocólogo era una hombre de unos 40 años, de sonrisa encantadora, al verlo Akane se puso bastante colorada y musitó "¿por qué tenía que ser un hombre?". Al principio eso hizo gracia a Shikamaru pero ahora empezaba a comprender porqué a ese especialista se le llamaba "tocólogo", allí estaba apretando los pechos de Akane que trataba de disimular un gesto de dolor, con las manos metidas dentro de unos guantes de látex parecía apretarla por todas partes y Akane le miraba a él con pena.
"Me va a matar" se decía Shikamaru mentalmente.
- Vístete ya - le dijo con total naturalidad - No parece que tenga ningún bulto o nódulo, todo correcto - añadió al doctor - Ahora vamos a pesarte y a medirte esa tripita.
- He engordado mucho - se lamentó Akane.
- Bueno, ahora lo veremos. Sube a la báscula.
Ante el asombro de Akane no había cogido ni un kilo de peso, eso si, era cierto que el embarazo comenzaba ya a hacerse patente.
- Mira Akane - le dijo el doctor - Sigues teniendo el azúcar muy alto. Te voy a cambiar la dieta, tienes que seguir esta a rajatabla ¿De acuerdo? - le pasó un folio a Shikamaru - Ahora vamos a hacer la ecografía, a ver si todo está bien.
Salieron de la consulta y vieron a Yoshino y Maron esperando pacientemente. Entraron en la sala de al lado donde una enfermera les esperaba. Akane se tumbó en la camilla y descubrió de nuevo su vientre, la enfermera puso un papel como de cocina enganchándolo en sus braguitas y echó esa especie de gelatina que usaban.
- Pasa al otro lado - dijo el tocólogo a Shikamaru - Y siéntate en ese taburete si quieres, acércalo sin miedo.
Este rodeó la camilla y se situó a la izquierda de Akane, acercó un taburete que había junto a la pared y cogió su mano mientras se sentaba. Akane le miró y él sonrió, todo iba a estar bien, seguro. El doctor se sentó a la derecha y colocó con el mejor ángulo, el monitor.
En cuanto puso el aparato ese que Shikamaru no sabia como se llamaba sobre la gelatina en el vientre de Akane aquello empezó a hacer unos ruidos extraños aunque ya empezaban a ser familiares para Shikamaru, seguramente uno de ellos era en corazón de Akane.
- Veamos lo que tenemos aquí...oh, si, si, si... ya veo a lo que te referías - le dijo sonriendo al otro doctor.
- ¿Qué pasa? - se asustó Akane.
- Tranquila, todo va como debe ir - le dijo el médico, el que ella ya conocía.
El tocólogo comenzó a dar un montón de números y letras a la enfermera. Akane prestaba atención, uno de los librillos que le había dado el doctor la última vez que estuvo hablaba un poco de como interpretar algunos datos clínicos y pudo entender que hablaba del líquido amniótico y de las semanas de gestación, 11 semanas, si, eso era correcto, era lo que tenía que ser, pero había dicho un montón de números que se suponía que tenía que ser el tamaño del feto en general y del fémur, pero es que había dicho demasiadas cifras ¿qué mas le estaba midiendo? Akane ya se había perdido completamente.
- Bueno pues os tengo que decir una cosa importante - habló el tocólogo - El embarazo va bien, no tenéis que preocuparos, todo se ve correcto y tiene el tamaño que tiene que tener.
- ¿Entonces que pasa - se alarmó ahora Shikamaru.
- Vamos a ver si tenemos suerte, es muy pequeñito pero lo intentaremos.
Akane apretó fuerte la mano de Shikamaru, algo pasaba, seguro. El tocólogo apretó un botón y un ruido aún más extraño se oyó de imprevisto, era como un gorgojeo, un sonido repetitivo, rápido y repetitivo.
- Ese es el corazón de vuestro hijo - sonrió el doctor.
Akane y Shikamaru se miraron.
- ¿Ese es su corazón? - habló Shikamaru - Vaya, suena muy... extraño y muy rápido.
- Es un corazón muy pequeñito - aclaró el tocólogo.
- Parecen burbujas o no se - añadió Akane.
Justo cuando Shikamaru comenzaba a pensar que ese sonido a pesar de lo extraño que era podía ser el más bonito del mundo y parecía empezar a reaccionar y a sentir una emoción bastante problemática dentro de él, el tocólogo apretó de nuevo el botón, el ruido cesó, movió un poco el ecógrafo y pulsó de nuevo el botón... ahí estaba de nuevo el ruido.
- Y este es el corazón de vuestro "otro" hijo.
Shikamaru tardó dos segundos exactos en procesar ese dato, comprender lo que le acababan de decir y quedarse mudo de la impresión. Akane tardó un poco más y no se quedó muda precisamente.
- ¿Que-ha-dicho? - dijo con voz entre incrédula y aterrada sin soltar la mano de Shikamaru a quien le daba la impresión de estar empezando a sudar de forma alarmante por todos los poros de su cuerpo.
- Estás embarazada de gemelos dicigóticos - explicó el tocólogo.
- ¿Qué? - gritó Akane - ¿Eso que es?
- Que vienen dos Akane - habló Shikamaru con un hilo de voz - Que son dos.
- No... eso no puede ser.
- Si, si puede ser ¿Hay algún caso de mellizos en tu familia? - preguntó el doctor.
- No... o sea... no... esto es un broma ¿verdad que si? ¿Verdad Shikamaru que es una broma?
- Mendokuseeeeeei... Creo que necesito un vaso de agua.
- Claro, ahora te lo traen.
- No - sonrió Akane - Pero esto es una broma ¿A que si?
- No, Akane - dijo el doctor - No es una broma. Mira, incorpórate un poco - movió unos centímetros el monitor - Aquí hay uno ¿Lo ves? ¿Lo ves tu Shikamaru? Es esta especie de huevo, lo de dentro es el feto... tiene una forma un poco amorfa ¿Lo veis? Y este es el otro ¿Veis otro huevo? Dos huevos, dos futuros bebés.
- ¿Y no puede ser un error? - preguntó con miedo Shikamaru.
- No - contestó con benevolencia el tocólogo - No hay ningún error.
Shikamaru se levantó para mirar el maldito monitor en el que realmente no veía nada, solo formas indefinidas pero que si los doctores decían que ahí había dos bebés tendría que creer.
- No te tienes que asustar - dijo el doctor a la perpleja Akane que aún no reaccionaba ante lo que le decían - Es un embarazo normal, solo tienes que tener en cuenta unos pequeños detalles, si todo va bien incluso el parto será normal.
Todos seguían mirando el monitor, Akane parpadeaba y miraba a los doctores con cara de que no, que era una equivocación cuando un fuerte golpe les hizo mirar a todos en la misma dirección.
- ¿Shikamaru? - preguntó Akane al verlo sentado en el suelo.