Aunque importante, el descubrimiento por parte de Gaara y sus hermanos del pasado de su madre no había sido lo único que sucedió aquel sábado. Hubo más sucesos que fueron importantes para otras personas, quizás menos decisivos o quizás, dependiendo del punto de vista, más.
"...
Había sucedido después de comer
Neji se disponía a pasar una tarde tranquila. No tenía ganas de salir, había decidido meditar un poco, así que se dirigía hacia la parte de la mansión Hyuuga donde estaba el gimnasio, allí podría meditar tranquilamente sin que nadie le molestase.
Al pasar por delante de una de las habitaciones vio a Hinata, parecía entretenida haciendo un centro de flores.
- ¿Hinata?
- Hola Neji.
- ¿No sales esta tarde?
- No, me voy a quedar en casa.
- ¿Esperando la llamada de Gaara?
- No, no...
- ¿Tan importante era eso de Gaara que tuvo que dejarte sola?
- No me ha dejado sola, estoy en casa porque quiero y sí, es bastante importante - suspiró.
Parecía un suspiro normal y corriente pero algo hizo que Neji se alarmara, quizás fue un pequeño gesto de preocupación o como entornaba levemente los ojos.
- ¿Que sucede, Hinata?
- ¿Eh? No... nada ¿Y tú no vas a salir?
- No, me apetece quedarme en casa, tengo mucho que meditar ¿Va todo bien con Gaara?
- Sí, todo va muy bien ¿por qué lo preguntas? ¿por mi padre?
- A tu padre le ha gustado bastante Gaara y lo mismo te está presionando para que todo vaya más deprisa, ya me entiendes.
- ¿Crees que mi padre aún piensa que no voy a poder ser la cabeza de familia de los Hyuuga y que tú o Gaara sois más apropiados?
- Yo se que tu no necesitas a Gaara para llevar los negocios.
- Pues no te preocupes que mi padre, aunque a veces se interesa mucho por Gaara, no me presiona de momento.
- ¿No tendrás problemas personales con él?
Hinata le miró y sonrió, desde que Neji comenzó a ir a la consulta de la madre de Naruto había cambiado mucho, antes siempre era arisco con ella, a veces hasta desagradable y ahora por el contrario era sumamente protector.
- No, no. Es que hoy tenía que hacer una visita importante.
Hinata se mordió el labio inferior, estaba deseando contarle a Neji el problema de Gaara pero ese era un tema muy personal y no le parecía muy conveniente hablar sobre esas cosas.
- Sí que estoy un poco preocupada - dijo apesadumbrada mientras colocaba un flor con cuidado - Pero no es porque tenga problemas con Gaara, ni con mi padre... e-estoy preocupada por Gaara porque...
- ¿Te trata bien?
- S-si, no es eso... es que... ya sabes que antes él tenía un problema de... un trastorno...
- De esquizofrenia.
- No, un trastorno esquizotípico, que es distinto, no es lo mismo.
- Ah sí, cierto perdona.
- Pero... s-sabes que su padre era esquizofrénico y que la esquizofrenia es hereditaria y...
Neji comprendió, era normal que Hinata tuviese miedo de que Gaara heredase la esquizofrenia de su padre, sobretodo habiendo tenido ese trastorno esquizotípico y sabiendo que nunca se cura del todo. Neji recordaba que durante las sesiones de los grupos de terapia a las que él iba junto con Hinata y los hermanos Subaku se habló de esos temas y recordaba que durante un tiempo también tuvo miedo de que de pronto la esquizofrenia apareciese en Temari.
Hinata tenía mucho miedo, más que miedo pánico, no podía decirle a Neji que Gaara había ido para averiguar si era hijo de Takashi Subaku o de Nagato Uzumaki y Hinata sabía que aquello era más que salir de dudas sobre quien era su padre. Gaara no lo decía pero ella veía la inquietud en sus ojos, no le preocupaba que la respuesta de Nagato fuera que era su padre, eso a Gaara no le preocupaba, ni a Hinata, Gaara seguiría siendo Gaara y sus hermanos seguirían siendo sus hermanos, lo que realmente le preocupaba era si no era hijo de Nagato, porque eso significaba que era hijo de un esquizofrénico y la esquizofrenia es hereditaria... quizás por esa razón él tenía ese trastorno, quizás no era solo debido a la presión, al agobio, a la pesadilla que vivía, a que continuamente le dijeran que era un monstruo y el culpable de la muerte de su madre... quizás había heredado la esquizofrenia ¿y si era así? ¿cómo reaccionaría Gaara?
Hinata no podía más con todos esos pensamientos y se abrazó a Neji llorando, necesitaba llorar y desahogarse, por ella, pero sobre todo por Gaara, sabía que para Gaara eso iba a ser horrible, pensar que quizás era esquizofrénico y pensar que podía tener hijos a su vez esquizofrénicos.
Como pudo, con voz entrecortada habló a Neji del miedo que tenía a que Gaara hubiese heredado la esquizofrenia, obviando, por supuesto, la idea de que podía ser hijo de otra persona y Neji entendió que Gaara había ido a hacerse algún tipo de prueba y que por eso Hinata estaba tan nerviosa.
Pero Hinata sabía que ahora tenía que aprovechar para llorar y sacar esos nervios porque si verdaderamente Gaara era hijo de su padre ella no podría llorar delante de él, no, no iba a mostrarse como una llorona asustada, ella era fuerte, iba a ser muy fuerte, tanto como para que Gaara pudiese apoyarse en ella y si resultaba que era esquizofrénico como su padre pues allí iba a estar ella, dispuesta a plantarle cara a la esquizofrenia.
Pero ahora Hinata temblaba, Neji la notaba temblar como un animalillo asustado, se acurrucaba en sus brazos y una gran ternura pareció invadirle de pronto. Le gustaba ser el protector y abrazarla, Hinata era cálida y...
- ¡Hinata! ¡Hinata! - voceaba Hanabi acercándose a donde estaban.
Neji la apartó bruscamente de él y Hinata le miró completamente perpleja.
- Lo siento Hinata-sama, yo...
- ¡Hinata, estás aquí! ¿Es que no me oías? - decía Hanabi entrando ruidosamente seguida por una no menos ruidosa Sumomo.
- ¿Que sucede Hanabi? - Hinata se secó rápidamente las lágrimas.
- ¿Pasa algo? - interrogó Hanabi.
- No, nada, que me entró algo en el ojo y me escocía. Neji me ha estado ayudando ¿Y a vosotras que os pasa?
- Que han venido Ten-Ten y Kiba peguntando por ti.
- ¿Ten-Ten y Kiba?
- Si, Kiba está guapísimo - rio nerviosa Sumomo.
- ¿Kiba?
- Ay Hinata pareces tonta - se quejó Hanabi - No repitas todo lo que decimos. Anda, venga, que te están esperando abajo.
Hanabi cogió a su hermana del brazo y se la llevó de allí tirando de ella y Neji se quedó solo y pensando en aquel extraño sentimiento que le había embargado mientras abrazaba a su prima.
..."
Neji había corrido las cortinas de su habitación y bajado las persianas y así, en penumbra, sentado en su cama, recordaba, reflexionaba y cada vez empezaba a sentirse peor.
Había sido un sueño, de eso estaba seguro, un sueño de esos tremendamente reales y que al despertarte tienes la sensación de que acaba de suceder pero ¿por qué había tenido ese sueño?
Parecía tan real, podía sentir a Hinata abrazada a él, aunque eso no era muy extraño puesto que acababa de hacerlo y recordaba como acariciaba su rostro pero eso seguro que era parte del sueño porque por más que lo pensaba estaba seguro de que no la había acariciado y luego... sin poder evitarlo acercaba sus labios a los de Hinata y...
Por suerte de despertó despavorido, con la respiración agitada como si se hubiese llevado el peor susto de su vida... ¿pero que estaba soñando?
Dicen que los sueños reflejan nuestros deseos ocultos... no... eso era una tontería, claro que no.
No podía ser que le atrajera de ninguna forma, era su prima, eso era algo completamente impensable y absurdo, seguro que todo había sido por... no lo sabía, no encontraba una respuesta que le convenciera, tal vez había sido porque él apreciaba mucho a Hinata y quería ayudarla, sería eso o sus ganas de animarla o quizás se había enternecido oyéndola, era una chica tal dulce... quizás... quizás... quizás, todo eran quizás y nada, ninguno de sus razonamientos le parecía satisfactorio, pero el maldito sueño estaba allí, atormentándolo.
El ruido de unos nudillos golpeando la puerta le hizo sobresaltarse.
- ¿Neji? - escuchó a su tía a través de la puerta.
- Si tía, pasa, pasa - respondió a la vez que empezaba a levantarse.
- ¿Te encuentras mejor? - dijo Hikaru entrando.
Neji había terminado en su habitación porque según redirigía sus pasos al gimnasio encontró a su tía que se alarmó al verle, según ella, con mala cara y como acalorado y le había insistido en que mejor fuera a su habitación y descansase.
- Solo me duele un poco la cabeza - respondió mintiendo.
- Que oscuridad tienes aquí ¿Te duele mucho? ¿Te has tomado algo? - Hikaru se acercó a su sobrino y le miró con preocupación.
- Ya se me está pasando.
- ¿Te has puesto el termómetro? ¿Tenías fiebre?
- No, no tengo fiebre.
- Antes parecía que si - confirmaba tocándole la frente - Vaya, parece que ahora estás más fresquito.
- No me pasa nada, ya me encuentro mejor.
- Lo mismo estás incubando algo, hay mucha gripe por ahí.
- Solo necesitaba un poco de tranquilidad.
- Ya veo. Es que han venido Lee y esa chica tan simpática con la que sale. Dicen que vienen a llevarte a dar una vuelta.
- Este Lee... - murmuró.
- Es un encanto de chico, como Ten-Ten, me alegro de que Hinata y tú tengáis amigos que se preocupan tanto por vosotros.
- La verdad es que no tengo ganas de salir.
- Pues yo creo que deberías hacerlo, el aire te va a sentar bien, a lo mejor te despeja, creo que están demasiado encerrado.
- Si... quizás tengas razón.
Seguramente su tía tenía razón, lo que necesitaba era salir un poco y despejarse, pensar en otras cosas porque si seguía dándole vueltas era seguro que el dolor de cabeza que había fingido tener iba a convertirse en realidad.
Salieron a la calle y caminó en silencio a su lado, claro que como él eran tan callado y Lee tan parlanchín no resultaba para nada extraña aquella situación. Al menos tenía que agradecer que no hubieran traído a Ayame, no es que la chica le cayese mal, nada de eso, era una chica simpática y agradable pero hasta él empezaba a darse cuenta de que la pobre se sentía ya incómoda con esa situación, además él no era una persona muy alegre y ella parecía aburrirse.
- ¿Y dónde se supone que vamos? - preguntó cuándo Lee pareció calmarse un poco, de verdad que desde que salía con Shiho estaba más lleno de energía que nunca, dicen que "el amor te da alas" y te recarga las pilas, desde luego, porque ahora además de tener toda el fuego de la juventud, Lee tenía la energía del amor.
- Primero vamos a ir a la cafetería "Taka", allí hemos quedado con unos de la clase de Shiho.
Neji miró a Shiho interrogante ¿No sería Ayame otra vez?
- No - pareció leerle el pensamiento Shiho - No es Ayame, ella ha quedado con un chico.
- ¿Te pones celoso? - se acercó Lee a él y le interrogó con gesto grave.
- No y no te acerques tanto. Me parece bien que salga por ahí, además yo no soy su novio, ni nada por el estilo, ni siquiera estamos saliendo, además no sé ni porqué hablo de esto.
Neji miró grave a Lee, en cualquier caso esperaba que no se les ocurriera a ese par de dos hacer de nuevo de casamenteros con otra chica.
Durante el resto del camino Lee siguió con su entusiasmo y algo divertido estaría contando porque Shiho parecía divertirse pero Neji no se enteraba de nada, se había sumido en sus pensamientos y en sus recuerdos, fue algo que hizo sin darse cuenta, simplemente el recuerdo estaba allí.
En esos momento extrañaba a Temari, no como novia o algo así, si no como amiga, es que Temari era su amiga, vale que luego todo se estropeó con eso de mezclar la amistad con... otras cosas y ahora se arrepentía porque ella le entendía, le escuchaba y era muy buena dando consejos. Ahora que lo pensaba, habían pasado ya unos meses y no echaba de menos salir con ella como pareja, lo que echaba de menos eran esos momentos en los que hablaban, escuchaban y se comprendían.
Resopló, esos pensamientos le llevaron a recordar una conversación que tuvo con Temari cuando creía estar celoso de Shikamaru y estaba celoso sí, pero celoso por perder su amistad, ahora se daba cuenta.
"...
- Pero tuvisteis una relación ¿no? - le había preguntado a Temari una vez que se había decidido a saber que había entre Shikamaru y ella y en qué lugar se encontraba él.
- ¿Sabes lo que el diría? Que todo fue muy problemático. ¿Tú nunca te has sentido atraído por una persona sin motivo justificado? Quiero decir, que no sabes por qué un día amaneces con curiosidad por esa persona, incluso algo de morbo, pero no te gusta, no estás enamorado, solo es como una curiosidad malsana, algo que no se te quita de la cabeza y que sabes que no se te va a quitar hasta que lo pruebes ¿nunca te ha pasado?
- No, no recuerdo esa sensación.
- Pues a mí sí y esas cosas hay que atajarlas de raíz o se convierten en una obsesión.
- ¿Y eso te pasó con Shikamaru?
- Sí. Pasábamos muchos tiempos juntos, estábamos juntos en el proyecto de ciencias que presentamos para el concurso aquel. Una noche soñé con él y me desperté como… atontada. Necesitaba saber que me pasaba y sobretodo necesitaba controlar aquello Pasé dos días horribles, no paraba de observarle, te puedo decir que empecé a sentir como celos, por decirlo de alguna forma, de cualquier chica o chico que se le acercaba y eso me enfadaba conmigo misma ¡Si era un crío, por dios!...
..."
No, pero eso a él no le pasaba, se podría parecer pero no era lo mismo, él no tenía celos ni nada de eso... qué tontería, lo suyo era otra cosa, alguna tontería sin duda, lo mismo sí que estaba incubando la gripe o constipándose y había tenido un poco de fiebre, si, sería eso, la fiebre le había provocado tan absurdo sueño.
...
En la cafetería "Taka", la cafetería de los padres de Karin, Suigetsu observaba a Stella, aunque quisiera no podía dejar de hacerlo ya que estaba justo en su trayectoria visual cuando miraba al frente.
- Yo que tú no miraba tanto a Stella - le advirtió Juugo sentado a su lado.
- ¡Tío déjame! ¡No la estoy mirando!
- Como se dé cuenta Karin las vamos a tener - volvió a hablar con toda tranquilidad Juugo.
- ¿Y a mí que Karin?
- Ya lo pasó bastante mal con Sasuke, deberías ser más amable con ella.
Suigetsu se quedó sin saber que contestar, quizás ese juego de esconder lo que sentía por Karin empezaba a no engañar a Juugo.
Las risas de los ocupantes de otra de las mesas llamaron su atención.
- ¡Ostras! - exclamó - ¡Si es el tío raro que dibuja!
Sentados alrededor de una mesa estaban Sai, Ayumi, Sumire y Hinata y parecían divertirse bastante.
- Es verdad - confirmó Fatora - No los había visto y yo creo que ellos a nosotros tampoco. Esa chica debe ser hermana de Sumire porque son igualitas - comentó Fatora.
- Sí que se parecen - confirmó Suigetsu - Que mona es esa chica y además es muy simpática.
- Bueno chicos - habló Karin llegando a su lado - Parece que aquí está todo controlado ¿Que os parece si salimos a dar una vuelta?
- ¿No ibas a enseñar a Tayuya los secretos de una buena camarera? - pareció burlarse Suigetsu.
- ¡Cállate un poco! - gruñó Karin.
- ¿Pero ahora que te he hecho, borde que eres una borde? ¿Veis como es insoportable?
- Vale - medió Juugo - Tengamos la fiesta en paz, ninguno de los dos queréis que me enfade ¿verdad?
- Creo que mejor será que nos vayamos - opinó Fatora - Venga, levanta Suigetsu y no provoques más a Karin.
Suigetsu murmuraba entre dientes su descontento mientras los cuatro se dirigían a salir por la puerta, se detuvieron a pocos pasos de su destino porque esta se abrió y nuevos clientes entraron en la cafetería.
- ¡Hola! - saludó sorprendido Lee al casi toparse con Juugo.
- Vaya, sí que tenemos un día curioso - comentó Fatora - Parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para venir.
Después de compartir unas palabras con el grupo que se iba, a Lee le faltó tiempo para ir a saludar a Hinata y los demás.
Un vuelco en el estómago fue lo que Neji sintió al ver de pronto allí a Hinata ¿No se había ido con Ten-Ten y Kiba? ¿Qué hacía allí? ¿Y dónde estaban Ten-Ten y Kiba? No se atrevió a moverse, se quedó como clavado en el suelo, viendo como Lee y Shiho hablaban con Hinata, Sumire, Sai y esa chica que se parecía tanto a Sumire, le sonreían y le hacían gesto para que se acercara pero él no podía moverse, lo único que consiguió mover fue la cabeza y al hacerlo se encontró con una Stella distinta a la habitual mirándole y que se sonrió y saludó moviendo ligeramente la mano.
No lo pensó, en ese momento su cuerpo reaccionó solo y se acercó a la chica que al verle llegar puso un marca páginas alargado en el libro que estaba leyendo y lo cerró.
- Creí que hoy no ibas a salir - habló de forma seria.
- Carai, te acuerdas y todo de lo que te dije. Ya sabía yo que en el fondo no eres tan serio como pareces.
- Claro que recuerdo las cosas que me dicen. Dijiste que estas enferma.
- Y lo estoy ¿No ves que mocos tengo? Algo completamente anti-glamuroso.
- ¿Me puedo sentar contigo?
También lo había dicho sin pensar, la verdad es que se alegraba mucho de verla, no sabía que podía alegrarse tanto de verla.
- ¿No has venido con unos amigos?
- Si pero ellos... no creo que les importe, son pareja y a las parejas les gusta estar solos.
- No - sonrió Stella - Parece que no.
- ¡Hola Stella! - saludó de nuevo enérgicamente Lee - ¿Qué haces por aquí? No sabía que te gustaban estos sitios.
- ¿Y qué sitios crees que me gustan?
- No sé, alguno más de tu clase.
- ¿Qué clase? - rio.
- No te ofendas - intervino Shiho - Lee no quiere ofenderte, se refiere parece que tú frecuentas sitios más, o sea, no de una parte de la ciudad como esta.
- Tan "working-class" - intervino Lee - ¿Se dice así?
Stella rompió a reír, por supuesto que ella solita se había ganado esa fama de snob... que tonta había podido llegar a ser y todo lo que se había perdido por su tontería.
- No me ofendo. Es que Tayuya trabaja aquí, es su primer día y quería apoyarla.
- ¿Tayuya trabaja aquí? - preguntó Shiho.
- ¿Tayuya es tu amiga? - casi gritó Lee.
- Bienvenidos a la cafetería "Taka" - les sorprendió hablando detrás de ellos Tayuya.
- ¡Ah! - se alarmó Lee - ¡Que susto!
- Espero me disculpéis por no haberos atendido antes, es mi primer día, tened un poco de paciencia conmigo ¿Os vais a sentar aquí?
- ¡Tayuya que somos nosotros! - volvió a gritar Lee.
- Lee, Tayuya está trabajando - le recriminó Neji - No la incomodes. Sí, nos vamos a sentar aquí, si a Stella no le molesta.
- De acuerdo, enseguida os tomo nota.
Lee entornó los ojos viendo a Tayuya ir hacia la barra.
- ¿Esa es Tayuya? - volvió a preguntar.
- Claro que es Tayuya ¿No la has visto? - respondió severo Neji.
- No sabía que fuerais amigas - comentó Shiho.
- Pues lo somos y muy buenas.
- ¿Y desde cuándo? - se interesó Lee.
- Lee por favor - volvió a recriminarle Neji - no seas indiscreto.
- Pero es que...
- No, si no me molesta - habló Stella - La verdad es que es la primera vez que lo digo en público, hasta ahora lo hemos mantenido en secreto, pero creo que ya es hora de que lo reconozcamos, si no, cuando se descubra será peor, lo mismo la gente piensa que somos lesbianas.
Lee y Shiho la miraban sin dar crédito a lo que oían y veían. Tayuya regresó trayendo unos vasos de agua y les tomó nota del pedido.
- ¿Pero desde cuando sois amigas? -insistió Lee.
- Desde que Shizune nos emparejó en las clases de debate.
- ¡Los debates, claro! - de nuevo exclamó Lee - A mí me tocó con Shino, yo puse todo mi empeño y mi esfuerzo pero parece que a Shino no le gusta mucho debatir.
- Es que tú eres un exagerado para todo - habló Neji.
- ¿También vosotros habéis hecho debates? - preguntó Shiho - Yo recuerdo lo mal que lo pasé el año pasado para exponer ¿A ti con quien te tocó, Neji?
- Con Ten-Ten, pero Stella estaba contándonos algo, deberíamos dejarla hablar.
- Ah, sí, si, por supuesto - corroboró Lee - continúa ¿Te tocó con Tayuya?
- Si, nos tocó juntas, al principio me pareció lo más horrible del mundo pero luego...
Neji ya no escuchaba a Stella, había girado la cabeza para volver a mirar a Hinata y de nuevo se sumió en sus propios pensamientos.
Estuvo pensando, valorando, recordando... de repente se sintió bruscamente meneado por Lee.
- ¿Qué haces? - le dijo sobresaltado.
- ¡Es que parecía que te había dado algo!- lloriqueó Lee - ¡Me asustaste!
- ¿Qué te asusté?
- Es que no contestabas - habló Stella - parecías ensimismado.
- Casi como si tu mente se hubiese separado de tu cuerpo y largado de aquí - añadió Shiho.
- Vaya cosas que decís.
- Entonces ¿Qué vas a hacer estas vacaciones de invierno? - le atosigó Lee.
- ¿Las vacaciones de invierno? - se extrañó Neji, no entendía nada ¿Cuando habían empezado a hablar de las vacaciones? Si estaban hablando de los debates...
- Déjale - sonrió Stella - su mente aún anda en otro sitio, dejémosle tiempo para que se adapte.
Miró su reloj ¿Tanto tiempo había pasado ya? Realmente sí que se había quedado ensimismado, no se había enterado de nada pero por lo visto ahora hablaban de planes para las vacaciones lo que le recordaba que su familia materna quería que fuera a visitarles.
- Está bien - dijo de pronto - Iré a China.
- ¿Qué? - preguntaron casi al unísono los demás.
- ¿Neji-chan te encuentras bien? - le miró preocupado Lee - Dices cosas muy raras.
- Lo siento, es que... - miró de nuevo a Hinata - es que acabo de acordarme de que estas vacaciones tengo que ir a ver a mi familia a China, a los padres de mi madre, quieren conocerme.
- No sabía que tenías familia en China - comentó Shiho.
- Ni yo. Cuando mis padres fallecieron pues... bueno que ellos están allí y quieren conocerme, es algo bastante lógico.
- ¿Y vas a ir tu solo a China o con tu familia? - preguntó Stella.
- Yo solo... además me vendrá bien, necesito... pensar.
Lee se quedó muy serio mirando a Neji u este sentía los ojos redondos de Lee clavados en él mientras Stella y Shiho le hacían preguntas sobre el viaje y su familia en China, que sabía de ellos y cosas así cuando Lee golpeó enérgicamente la mesa.
- ¡Pues iremos a China! - dijo con determinación - ¡Te acompañaré! No voy a dejar que mi mejor amigo haga un viaje tan importante solo. Lo siento Shiho, yo quería pasar mis primeras Navidades contigo pero Neji me necesita.
Lee no sabía lo que le pasaba a su amigo pero si se daba cuenta de que le pasaba algo, algo importante y él no iba dejarle solo, fuera lo que fuera estaría con él, por si necesitaba tener a un amigo cerca.