- ¡Minako! - gritaba Kushina desde el comedor de su casa - ¡La cena ya está lista, dattebane!
- ¡Un minuto! - se oía a Minako.
- ¡Ni un minuto, ni dos! ¡A la mesa, ttebane!
- ¡Vooooooy!
Minako salió de su habitación sonriente y feliz. Kushina estaba de pie a punto de servir los platos mientras Minato y Naruto terminaban de colocar la mesa.
- Es que estaba hablando con Chiharu - explicó - Tenía que contárselo todo.
- Mañana la vas a ver - comentó Minato - Ahora es hora de cenar.
- Ay es que no podía esperar a mañana ¿Y tú, Naruto? ¿No te vas a meter conmigo?
- ¿Para qué, ttebayo? - contestó este sin mucho entusiasmo mientras se sentaba - Tres meses, papá, tres meses ¡No es justo, ttebayo!
- Ya lo sé Naruto, ya lo sé. Mañana pediré cita con Tsunade a ver si puedo hablar con ella o con el consejo.
- ¿Y qué crees que vas a conseguir, ttebane? - protestó Kushina - Si Danzo y los demás han dicho que tres meses pues ya está todo dicho.
- Pero tengo que intentan negociar esa sanción. Es algo exagerada y absurda. No se puede sancionar a un chico expulsándole tres meses solo por una pelea.
- Por una pelea no - negó Kushina - Por violento.
- Como si nuestro hijo estuviese todo el día pegándose con todo el mundo.
- Pues es bastante impulsivo, ttebane.
- Tiene a quien parecerse - murmuró Minato.
- ¿Qué estás insinuando, ttebane? - Kushina parecía furiosa.
- Pues no eras tú pendenciera ni nada cuando íbamos al instituto ¿Es que no te acuerdas, "Habanero sangriento"?
Por un momento a Naruto y Minako les dio mucho miedo su madre y pensaban que iba a dar un capón a su padre de esos que parecía le iba a clavar en el suelo cuando el teléfono comenzó a sonar.
- No te preocupes, Naruto - habló su padre mientras Kushina iba a contestar el teléfono con evidente mal humor - Creo que podemos negociar alguna cosa, quizás reducir el periodo de expulsión a cambio de que haga algún servicio para el instituto.
- Yo no quise pegar a Jiraiya-sensei, lo juro, ttebayo.
- Ya, ya lo sé y también que no eres un chico violento, ni un delincuente. Tú eres un gran chico, Naruto.
- Parece que pasa algo - comentó Minako haciendo gesto de prestar atención a la conversación que tenía su madre por teléfono.
Naruto y Minato miraron a Kushina, esta parecía haberse puesto de pronto asustada y se tocaba el pelo repetidamente.
- Si, si, no te preocupes que voy ahora mismo para allá, tu tranquila ¿vale?
Vieron como colgaba y sin mirarles corrió hacia su habitación mientras se quitaba el delantal.
- ¿Qué pasa, Kushina?
- Tengo que marcharme al hospital ¿Dónde está mi bolso? ¿Has cogido tú mi bolso, Minako? - gritó.
- ¿Por qué iba a coger tu bolso?
- ¿Cómo que te vas al hospital? - preguntó Minato - ¿Es que te han llamado? ¿Tienes que hacer alguna sustitución?
- Me llevo el coche. Ya recoges tu todo esto, no se a qué hora volveré, te llamaré...
Kushina parecía dispuesta a salir por la puerta de su casa cuando se detuvo mirando a Naruto.
- Naruto... vente conmigo.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa?
- Sé que vas a querer venir y no vas a dormir hasta que yo regrese, así que, vente.
- ¿Qué pasa, Kushina? - se preocupó verdaderamente Minato.
- Es... son los hermanos Uchiha... han tenido un accidente.
- ¿Sasuke? - gritó Naruto.
- ¿Qué le ha pasado a Sasuke? - se acercó Minako nerviosa y empalidecida.
- Está en el hospital, es todo lo que se. Él y su hermano, por lo visto han tenido un accidente de tráfico.
Minako rompió a llorar de forma histérica mientras Naruto permaneció quieto, como sin entender lo que había escuchado.
- ¿Te vienes conmigo o no, Naruto? - preguntó su madre.
- Vamos todos - respondió Minato.
- ¿Qué le ha pasado a Sasuke, ttebayo? - reaccionó por fin Naruto gritando.
- ¡No lo sé! Pero no voy a dejar a Mikoto sola en estos momentos. Yo me voy, vosotros haced lo que os de la gana, ttebane.
El camino hacia el hospital fue el más largo que recordaba Naruto y eso que había recorrido ese camino multitud de veces. Su madre trabajaba en ese hospital, a parte de su consulta privada, allí era donde ingresaban sus pacientes cuando, por ejemplo, la gravedad de su anorexia, lo requería y cosas por el estilo, además ella era una de las psicólogas de la planta de pediatría y ayudaba a las familias.
Pero a pesar de todas las veces que había ido acompañando a su padre para recoger a su madre o incluso a su madre, hay el camino se le hizo más largo que nunca, seguro que su madre se había perdido o le había dado por ir por un camino alternativo porque aquello no era normal.
Minako a su lado lloriqueaba nerviosa y se sorbía continuamente los mocos, tenía un pañuelo de papel en las manos pero ya estaba humedecido y medio roto, además ella lo retorcía continuamente.
- Naruto ¿Tienes aquí tu móvil? - le preguntó entre sollozos.
- Pues sí.
- Déjamelo anda.
- ¿A quién quieres llamar? - la interrogó Kushina.
- A Chiharu.
- No me parece bien, mejor no la llames.
- ¿Por qué? Es mi amiga y y estoy muy nerviosa.
- Si la llamas a ella seguro que se lo dice a su hermano - explicó Kushina.
- ¿Y qué pasa con eso?
- Seguro que al final termina creándose cierta inseguridad - añadió Minato - La noticia correrá de unos a otros.
- ¡Chiharu no es una chismosa!
- No, pero Sasuke es compañero de su hermano, él llamará a otro compañero y este a otro - continuó Kushina.
Naruto estaba a punto de protestar porque precisamente hacía unos minutos él estaba pensando en llamar a Sakura pero comprendía las razones de sus padres, era mejor no alarmar a todo el mundo, sobretodo sin saber aun lo que había pasado y como se encontraba Sasuke.
Por fin llegaron al hospital. En lugar de dirigirse directamente a urgencias, como suponía Naruto que harían, su madre fue directa al parking principal.
A esas horas la gran entrada del hospital estaba desierta. Ya no había ese trajín continúo de gente entrando y saliendo, ni los grupos que se formaban hablando y comentando de los pacientes que allí había, sus enfermedades o del tiempo que hacía que no se veían.
Los pasos de los cuatro retumbaron por la sala. Se dirigieron directamente al mostrador de información una señora de mediana edad parecía entretenida mirando unos papeles y que al oír los pasos levantó la vista.
- Buenas noches, doctora Uzumaki ¿Hoy tiene guardia?
- Buenas noches. No, que va pero si me ha surgido una urgencia. Necesito que me digas donde están un par de víctimas de un accidente. Son pacientes míos.
- Claro, doctora ¿Cuáles son sus nombres?
- Itachi y Sasuke Uchiha, son hermanos.
- Un momento.
Naruto y Minako miraron angustiados como esa mujer procedía a buscar la información en el ordenador. A ellos les parecía que era lentísima ¿De verdad era normal que tardase tanto?
- A ver, veamos - dijo mirando atentamente el ascensor - Si, han ingresado junto con otras tres personas. Siguen en urgencias, están en la zona "amarillos 5", no tienen cama asignada.
- Muchas gracias. Ellos - Kushina señaló a Minato y sus hijos - Son mi familia y van a entrar conmigo.
- Pero en urgencias solo se permite un familiar por persona.
- Ya lo sé, pero se van a quedan en la sala de espera, te lo prometo y se van a ir enseguida.
- Está bien, toma, que se las pongan en un lugar visible.
La mujer les pasó una pegatinas rectangulares con la palabra "urgencias" impresa en letra grande y negra y luego un número en rojo. Naruto se pegó la pegatina en el pecho mientras caminaba detrás de su madre y sus pasos seguían retumbando por los pasillos.
Kushina sacó de su bolso una tarjeta identificativa con su nombre y su foto y se la prendió en su camisa. Después de recorrer algunos pasillos por fin llegaron a la zona de urgencias. Allí había más gente, no solo gente esperando por los pasillos si no enfermeros, auxiliares, celadores y doctores que caminaban de un lado para otro. Kushina siguió sin dudar guiándolos por esa especie de laberinto que era aquel sitio para Naruto mientras se preguntaba si sabría salir de allí si tuviera que hacerlo solo, porque volver por donde había venido seguro que no sabía.
Kushina les dijo que se detuviesen y esperasen. Naruto vio cómo se dirigía a una zona central donde había un gran mostrador. La vio hablar con varias personas allí y luego como la pasaban unos papeles que miró con detenimiento. Después de devolverlos se acercó de nuevo a ellos.
- Sus padres están en la sala de espera, aún les están haciendo radiografías y pruebas. Vamos por aquí.
- ¿Cómo está Sasuke, mamá? - preguntó Minako con un hilo de voz.
- Están haciéndole pruebas - respondió secamente.
- ¿Pero es muy grave? - se interesó ahora Naruto.
Kushina no le respondió. Justo habían llegado a una sala no muy grande, llena de sillas colocadas pegadas a las paredes y allí dentro, en silencio, estaban los padres de Sasuke. Mikoto estaba sentada en una de las sillas, tenía los ojos rojos e hinchados de llorar y al ver entrar a Kushina se levantó y corrió a abrazarse a ella.
- ¿Cómo ha podido pasar algo así? - lloró de forma desgarrada.
Naruto sintió un nudo en su garganta y unas ganas tremendas de llorar. Minato se acercó a un Fugaku serio y con la cara desencajada y, poniendo una de las manos en su hombro, le ofreció la otra que el hombre estrechó casi sin levantan la vista del suelo.
- Lo siento. Animo - habló en voz baja.
- Gracias.
- ¿Qué se sabe de ellos?
- Están haciéndoles un scanner, eso es lo que han dicho.
- No me dicen nada - lloraba Mikoto abrazada a Kushina - No me quieren decir nada, se me van a morir mis niños, se van a morir.
- Ya... ya... - Kushina acarició la espalda de la mujer - No digas esa tontería. He visto sus informes y no se van a morir.
- ¿Los has visto? - Mikoto se separó bruscamente de ella para mirarla a la cara - ¿Y cómo están?
- Eso aún no se sabe, hay que ver qué clase de daños han sufrido.
- No puedo creerme que pase esto - volvía a llorar Mikoto sentándose de nuevo - No puede ser verdad, es una maldita pesadilla.
Naruto no sabía qué hacer, ni que decir, la tristeza y angustia que emanaban esas personas era superior a lo que él podía asimilar y luego estaba la idea de que aún no podía creerse, al igual que Mikoto, de que estuviese ahí realmente.
Minako, por su parte, se había sentado y lloraba tapándose la cara con las manos.
- ¿Y... como ha sido? - se atrevió Minato a preguntar. Esa era una pregunta que todos tenían en mente pero nadie se atrevía a formular.
- Por lo visto un conductor ebrio se les ha echado encima... no lo sé... la verdad es que no he prestado mucha atención, no quería dejar a Mikoto sola, mañana me enteraré bien.
- Claro, claro.
- ¿Y no iban más personas con ellos? - preguntó Kushina.
Por un momento Naruto se angustió aún más ¿Y si iba Ino con ellos? ¿O Sakura? ¿O las dos? Porque Itachi les había dejado a él y a Minako en la puerta de su casa y tras eso iban a llevar a Ino a la estación, que iba a llevarle algo a Sakura ¿Y si las llevaba de nuevo de vuelta?
- Sí. Iban con ellos dos chicos y una chica. Han llamado a sus familias, por lo visto no son de aquí, viven en la residencia de estudiantes que hay cerca del club de tenis.
No, no eran Ino y Sakura pero... ¿quiénes eran? De cualquier forma serían conocidos suyos y si vivían en la residencia ¿Sería uno de ellos Sasori? Seguro que sí y los otros...
- Buenas noches... - alguien golpeó la puerta con los nudillos y todos miraron hacia allí. Un hombre de unos 30 años, vestido con bata blanca y portando un informe entró - ¿Familia Uchiha?
- Si, somos nosotros.
- Encantado - le ofreció la mano al padre de Sasuke - Soy el doctor Morikubo, el doctor de su hijo Sasuke.
- Yo soy su madre - se acercó a él Mikoto - ¿cómo está?
- Sasuke tiene varios traumatismos pero sus heridas son todas leves, está fuera de peligro.
Todo el mundo dio un suspiro de alivio y Minako comenzó a reír tontamente mientras se limpiaba las lágrimas.
- ¿No tiene hemorragias internas ni nada de eso? - se interesó Fugaku.
- No se preocupen, le hemos hecho un scanner y no hay indicios de hemorragias o roturas. De todas formas mañana volveremos a hacerle otro scanner.
- Perdón doctor, yo soy la doctora Uzumaki, psicóloga.
- Encantado doctora ¿Se ocupa usted de los familiares?
- Si, son sus dos hijos los que iban en ese coche ¿Se sabe algo del otro?
- Lo lamento mucho pero a los otros pacientes no los llevo yo.
- Entonces ¿Mi hijo está fuera de peligro? - se aseguró Fugaku.
- Si, lo único que tiene son todos los golpes que se ha llevado y eso sí, una fractura de tibia, pero es limpia, no va a dar ningún problema. Ahora está descansando, le hemos puesto un sedante porque, evidentemente, está dolorido y vamos a trasladarlo a pre-ingresos, en cuanto haya una habitación libre pasará a planta.
- Pase por aquí, por favor - oyeron decir ahora desde la puerta. Una auxiliar indicaba a una anciana que entrase en la sala - Doctor Morikubo, perdone, ella es la abuela del otro paciente.
- ¿La señora Akasuna? Encantado - le ofreció también la mano.
La abuela Chiyo le miró perpleja, era muy extraño llegar a un hospital porque su nieto había tenido un accidente y encontrarse al doctor sonriendo y saludándola, aunque quizás eso era buena señal e indicaba que no era grave.
- ¿Es usted la abuela de Sasori? - exclamó Naruto - ¿Sasori estaba con Sasuke?
- ¡Naruto no interrumpas, ttebane! - bufó Kushina mirándole de forma asesina - Van a pensar que eres un maleducado.
- Yo soy la abuela de Sasori Akasuna ¿Cómo está? Y por favor, no tenga en cuenta la edad que tengo, soy fuerte, dígame la verdad.
- Tranquila señora - sonrió el doctor - No se preocupe, su nieto está fuera de peligro, solo ha resultado con heridas leves. Ahora mismo estamos haciéndole un scanner cerebral para confirmar que no tiene lesiones pero está consciente y orientado y también muy tranquilo. Él mismo fue quien nos dio su teléfono y el de sus compañeros, que por lo visto sus padres no viven aquí.
- ¿Quién iba con él?
- A ver - levantó unos folios del informe - Según él mismo nos dijo, Konan Tanaka y Yahiko Tendou, además de los hermanos Uchiha, los hijos de estos señores.
Chiyo miró a Mikoto, si, seguro que ella era la madre.
- Conozco muy bien a esos chicos ¿Cómo están?
- Pues la chica también presenta un cuadro leve de heridas pero el otro chico está... algo más grave. Bueno, me marcho, luego pasarán a indicarles donde están para que les vean.
El médico salió de allí a toda prisa y sin esa sonrisa y Chiyo comprendió que la cosa no había sido más grave de lo que daba a entender.
- ¿Es la abuela de Sasori? - repitió Naruto.
- ¡Naruto! - le amenazó su madre - Lo siento señora, es que está muy nervioso.
- No, no se preocupe ¿Eres amigo de Sasori?
- Si, si, señora, vamos al mismo instituto.
- Pero siéntese - habló en un tono más relajado Kushina - Debe estar muy cansada.
- Si, si lo estoy. Sasori y los demás han estado este fin de semana en mi casa, acababa de despedirme de ellos, como aquel que dice cuando me han avisado. He venido en un taxi y me encuentro mareada.
- ¿Quiere que le traiga algo? ¿Un vaso de agua? - se ofreció Minato amablemente.
- Si, muchas gracias, un poco de agua me vendrá bien.
- ¿Ha venido usted sola? - preguntó Kushina.
- No. He venido con mi hermano, se ha quedado fuera.
- Voy a ver si le encuentro y le traigo aquí.
- No te molestes, querida.
- No, no es molestia. Ahora vengo y Minato, luego te llevas a Naruto y a Minako a casa.
- ¡No! - protestó Naruto - Yo no me voy hasta que vea a Sasuke y Sasori y los demás, ttebayo.
- ¡Ni yo! - confirmó Minako - ¡Tengo que ver a Sasuke-kun!
...
Akane parecía haberse despertado muy contenta. Canturreaba por la cocina y bailaba cuando Shikato entró en ella.
- Buenos días prima, te veo muy contenta.
- Hoy estoy llena de energía, me siento... enérgica. He hecho tortitas francesas para desayunar.
- ¿Tortitas francesas?
- Si ¿A que suena exótico? Parece que soy tan... glamurosa.
- ¿Y qué tiene de malo un desayuno normal?
- Ah bueno, si quieres un desayuno normal también te lo hago.
- No, déjalo, no te molestes, probaré esas tortitas.
- Genial ¿Con azúcar o canela? También puedes echarle miel si te apetece.
- Dame de todo a ver qué es lo que más me gusta.
- La canela es afrodisiaca ¿Lo sabías? Toma y café ¿Solo o con leche?
- ¿No te estás volviendo tu muy europea?
- Yo que sé, esta mañana me he despertado con ganas de hacer cosas nuevas.
- ¿Y tus náuseas mañaneras?
- Pues... - Akane parecía tratar de recordar algo - Bastante mejor, ahora que lo dices... esta mañana no ha habido náuseas. Creo que puedo decir "bienvenido segundo trimestre"
- Me alegra verte de tan buen humor.
- Voy a despertar a Shikamaru, creo que hoy se le han pegado las sábanas.
Shikato miró el plato con eso que Akane llamaba "tortita francesa", bueno, pues habría que probarlo, no sería él quien pusiese de mal humor a una embarazada.
- Buenos días - dijo Shikamaru entrando mientras bostezaba - ¿Todavía estás aquí?
- Hoy no tengo clase a primera hora. Pensé que estabas durmiendo.
- Más quisiera yo - respondió moviendo la cabeza para un lado y para otro - ¿Este es el desayuno?
- Tu mujercita nos ha preparado tortitas francesas.
- Que bueno - dijo con voz realmente cansada y sin ningún entusiasmo.
- ¿Has dormido mal? - sonrió Shikato.
- Creo que no he dormido - bostezó de nuevo Shikamaru - ¿De qué te ríes?
- No, nada. Akane está llena de energía y tu hecho un asco... casi parece que te hubiera absorbido, no sé, el "chacra" o algo.
- Me ha absorbido el alma - contestó de forma automática Shikamaru.
Nada más decir aquello se dio cuenta de lo que significaba y miró a Shikato que mostraba una gran sonrisa en la cara.
- No pienses cosas raras... mendokusei.
- Vaya con Akane...
- Haz el favor de pasar de mí.
- ¿Y qué es esto primo? - le cogió la mano y tocó la base del dedo pulgar.
- ¿El qué?
- Esto... parecen dientes ¿No me digas que has tenido que morderte para no gritar?
- ¿Estás tonto? - retiró la mano - A ver si te has creído que yo soy como tú.
- Ya decía yo que oía mucho jaleo anoche - rió.
- No digas tonterías, no pudiste oír nada de nada. Tómate las tortitas esas y calla, pesado.
- Shikamaru, dice tu madre que vayas, que tiene algo que decirte - dijo Akane entrando - ¿Qué? ¿A que están buenas?
- Están bastante buenas - respondió Shikato - Pero yo no voy a tomar más, mejor las dejo para Shikamaru que parece necesitar recuperar fuerzas. Toma, y no te olvides de la canela, que es afrodisiaco.
- Mendokusei...
- Shika, que dice tu madre que vayas.
- Ya, ya te he oído, menudo rollo, ahora iré.
- ¿Pero qué te pasa hoy que estás más desanimado que nunca, eh, campeón?
- No me hagas decírtelo - masculló entre dientes - ¿Y tú de que te ríes?
- De nada... campeón.
- Ahhhhh, menudo rollo.
- Me voy, campeón. Un consejo te doy Akane, modérate un poco o no te va a durar dos asaltos, recuerda que los Nara nos tomamos las cosas con calma.
- ¿Qué quieres decir?
- Nada - intervino Shikamaru - No quiere decir nada, ignórale.
Shikamaru terminó de desayunar y fue hasta la casa de sus padres a ver qué era lo que su madre quería decirle ahora. Al llegar encontró a Chiharu hablando por el teléfono móvil en un estado bastante alterado pero no le dio mucha importancia, ese era el estado normal de su hermana, es más, podía asegurar que el teléfono debía haberse empezado a fundir con su oreja.
- ¡Mamá!
- Ah, Shikamaru ¿Cómo has tardado tanto en venir? Uy, que mala cara tienes ¿Has dormido bien?
Shikamaru chasqueó la lengua, todo aquello empezaba a ser de lo más problemático.
- Si, lo que he descansado lo he hecho a pierna suelta.
- Pues tienes una ojeras horrorosas ¿Preocupado por algo?
- Se puede decir así.
- Pues más vale que descanses, de poca ayuda vas a ser si te pones enfermo.
- Ya, ya lo sé. Bueno dice ¿Qué querías decirme?
- Ah sí. Es que ha sucedido una cosa y tienes que decírselo a Akane con mucho cuidado.
- ¿Qué ha sucedido?
- Por lo visto tu compañero, el Uchiha y su hermano han tenido un accidente.
- ¿Un accidente? ¿Cuándo?
- Ayer. Minako ha llamado a tu hermana.
- ¿Y le ha dicho cómo está?
- Según parece fuera de peligro, aunque su hermano está inconsciente y parece que peor pero... tienes que tener cuidado al decírselo a Akane, las impresiones pueden ser muy malas en su estado, le pueden provocar ansiedad y ya sabes que está delicada.
- Bueno pero si está fuera de peligro supongo que no le afectará tanto.
- Es que, por lo visto, iban con más personas, otros chicos del institutito y uno de ellos está muy grave.
- ¿Y ha dicho quiénes son?
- No, no le ha dicho nada. Shikamaru, supongo que hoy en clase solo se hablará del tema, procura que Akane no se altere demasiado.
- Mendokusei...
Ya lo estaba viendo, si Sasuke había tenido un accidente seguro que Akane iba a ponerse nerviosa y no pararía hasta ir a verle, porque Akane era así, o sea que sí, se pondría nerviosa e impaciente, su madre tenía razón, le iba a afectar.
Lo mejor sería no decirle nada y procurar que nadie le dijese nada hasta llegar al instituto. Entonces llevarla con cualquier excusa al despacho del departamento de orientación, seguro que Kurenai o Genma sabrían mejor como comunicárselo.
...
Sakura miraba de hito en hito la puerta de su clase. No sabía por qué de pronto se había puesto nerviosa, era algo muy extraño y no entendía la razón de ese nerviosismo.
Sasori se retrasaba, tampoco es que tuviera que preocuparse por algo tan tonto, se retrasaba y ya está. Lo que parecía haberla alarmado era el hecho de que Deidara si estaba y por lo general, de no venir con ella pues es porque lo hacía con Deidara, por algo vivían en la misma habitación de la residencia.
Deidara por su parte parecía demasiado serio y taciturno. Últimamente era bastante insocial y no le gustaba relacionarse con nadie pero hoy en particular parecía más serio que de costumbre.
También parecía que Anko, la profesora que les tocaba a esa hora y tutora también se retrasaba, además faltaba Akane además de Sasori. Sakura esperaba que la chica no tuviese ningún problema.
- Sumire - se dirigió a ella - ¿Le pasa algo a Akane?
- No que va. Hemos venido con ella, pero Shikamaru se la ha llevado a hablar con Kurenai.
Decidió salir y a cercarse a la clase de 2-1, como no tenía demasiada confianza con Deidara y le veía con esa mala cara no se atrevía a preguntarle a él, mejor le preguntaba a Konan, con ella sí que tenía confianza.
Salió y recorrió los pocos metros que la separaban del aula de 2-1. Se asomó, vio a Ino que la saludó alegremente con la mano y ella correspondió de la misma forma pero tampoco vio a Konan, ni a Pain, ni a Naruto... eso sí que era raro.
Regresaba a su aula cuando se encontró con Anko que entraba en ella.
- ¿Qué haces por ahí fuera, Sakura?
- Nada importante.
- Bien, pues pasa porque yo si tengo algo que deciros.
De nuevo ese mal presentimiento ¿Por qué tenía ese mal presentimiento? ¿Por lo que había dicho Anko? ¿Y por qué?
Antes de entrar en el aula se cruzó con Kakashi que, también con gesto serio, iba a la clase de 2-1.
Se sentía mareada y con algo de angustia. Lo primero que pensó era que eso se debía a los efectos secundarios de la pastilla que se tomó anoche. Ya la habían informado de que los tendría.
Aturdida se sentó en su sitio y volvió a mirar a la mesa de Sasori... ¿Se habría sentido mal de repente?
- Buenos días, chicos - saludó Anko y todos le devolvieron el saludo - Bueno tengo que daros malas y... no tan malas noticias.
- ¿Qué hemos hecho ahora? - gruñó Sakon.
- Calla un poco, bocas que eres un bocas - protestó Kiba.
- Vaya, el pulgoso tiene ganas de un correctivo.
- ¡A callar! - gritó Anko - ¡No quiero oír ni un comentario más! Al próximo que diga una tontería más le expulso. Lo que tengo que decir es importante. Se trata de vuestros compañeros.
- ¿De Sasori? - preguntó sin darse cuenta Sakura.
- Si, de Sasori y de Sasuke, Pain y Konan.
Sakura sentía como el corazón quería salírsele del pecho, si ya lo sabía ella, había algo que le decía que pasaba algo malo. Miró de reojo a Deidara, casi con miedo de hacerlo directamente, este seguía con el mismo gesto serio en la cara.
- Anoche tuvieron un accidente - los rumores se extendieron por el aula - A ver, silencio y podremos enterarnos bien de todo.
- ¿Que le ha pasado? - preguntó Sumire.
- ¿Es muy grave? - interrogaba a su vez Kankuro.
- A ver, dejadme hablar, por favor. Sasori, Sasuke y Konan por lo visto están fuera de peligro.
- ¿Y Pain? - se interesó ahora Fatora poniéndose en pie.
- Pain por lo visto está en coma.
De nuevo los rumores invadieron el aula. Anko iba a gritar que se callasen pero pensó que era mejor dejar que se expresasen.
- ¿Y cómo fue el accidente? - preguntó Neji después de levantar la mano.
- Iban en el coche del hermano de Sasuke.
- ¿En qué hospital están? - se interesó Karin.
- En el Hospital General de Konoha, pero os recomiendo que hoy no vayáis todos allí, están en observación y no os dejarán pasar.
- Sensei - Sakura se levantó temblando - De verdad ¿Cómo están?
Fue lo último que dijo antes de caer redonda al suelo.
...
Sakura abrió los ojos y no vio nada, solo algo blanco.
- ¿Cómo te sientes? - escuchó la voz de Genma a su lado - Toma, un poco de agua.
Miró hacia donde venía la voz y vio al profesor con uno de sus palillos entre los labios, como era habitual en él y ofreciéndole un vaso de plástico blanco.
- Gracias - dio incorporándose para coger el vaso - No sé lo que me ha pasado.
- ¿Sabes dónde estás? - vio a Shizune acercarse a ella e inclinarse para cogerle el pulso.
- Si, en la enfermería ¿Me he desmayado?
- No te preocupes, ha sido una reacción natural. Lo que siento es que nadie nos acordásemos de que Sasori es tu novio - explicó Shizune.
- Bueno en realidad no somos novios... aún.
- Como sea. Teníamos que habernos dado cuenta, parece ser que todo el mundo lo sabía, además todos sabíamos la amistad que te une con Sasuke Uchiha. Anko ha sido demasiado impulsiva pero no se lo tomes en cuenta, también le ha afectado bastante la noticia.
- Genma-sensei ¿Cómo están? Dime la verdad ¿No estarán...?
- A ver Sakura, han tenido un accidente de tráfico, un coche les ha arrollado y bien no están pero no están mal. Al menos Sasori y Sasuke. Hemos hablado con el padre de Sasuke, con la abuela de Sasori y con la madre de Naruto.
- ¿La abuela de Sasori lo sabe?
- Pues claro. Ayer la avisaron.
- Ay pobre abuela Chiyo, que mal tiene que estar pasándolo y con lo mayor que es... ¿Y Konan y Pain? ¿Y el hermano de Sasuke?
- Por lo visto Konan es la que menos golpe se llevó, solo tiene moratones y hoy mismo le van a dar el alta. El caso de Pain es más grave... muy grave. Y el hermano de Sasuke está en coma y le tienen que intervenir.
Sakura no pudo aguantar por un momento más los nervios y la tensión que la atenazaba y rompió a llorar.
- Shizune, Tsunade no se ha marchado todavía ¿verdad?
- No, está con el sustituto de Kurenai, explicándole todo.
- Ve a ver si la ves y dile que se lleve a Sakura con ella.
Sakura dejó de llorar momentáneamente y le miró.
- ¿No quieres ir al hospital? Tsunade va a ir a verlos.
- Claro que quiero, claro que quiero.
- ¿Crees que es conveniente, Genma? - preguntó Shizune.
- Aquí no va a hacer más que ponerse nerviosa ¿A quién le digo que recoja tus cosas?
- A Naruto... no, no ha venido.
- Pero va a venir, de hecho debe estar a punto de llegar. Su madre ha dicho que se retrasaría un poco pero que viene.