Mientras salía de su casa con su hermano Kisuke y caminaba detrás de él siguiéndole hasta donde había aparcado su coche, Jisei comenzó a recordar una conversación que el día anterior había tenido con la madre de Misaki.
"…
Aunque Jisei veía su aura y era capaz de empatizar con ella y sentir compasión, necesitaba aún aclarar varias cosas, hasta que no llegó Kakashi confirmando que era él quien la había llevado allí y observó su aura, Jisei no se quedó tranquila del todo.
Kakashi quería hablar con Iruka, algo importante quería decirle, algo que se notaba no quería hablar delante de la madre de Misaki, ambas, Jisei y Hitomi lo notaron pero ninguna dijo nada.
Se quedaron solas. Kakashi e Iruka salieron del apartamento, dijeron que iban a comprar algo de comida porque Iruka no tenía gran cosa en su nevera y aunque Hitomi se ofreció a hacer la comida con lo que allí había Kakashi insistió en ir a comprarla.
- A mí no me importaría hacer la comida - habló Hitomi por romper el silencio que empezaba a crearse - Así le agradecería a Iruka todas las molestias que le estoy causando ¡dios! espero que todo salga bien - se sentó en el sofá mientras se rascaba las palmas manos, se veía que estaba muy intranquila.
- ¿Quieres que te haga una tila o algo para tranquilizarte? – Jisei se acercó a abrir el armario donde sabía que Iruka tenía algunas infusiones como té y cosas así.
- No quiero dar más trabajo.
- No es ningún trabajo. Yo también me tomaré una, me he alterado bastante.
A los pocos minutos Jisei llegaba con una bandeja en la que había una tetera, dos tazas, un azucarero y un par de cucharillas.
- ¿Realmente pensaste que Iruka y yo estábamos liados o algo así?
- Si, algo así se me pasó por la cabeza.
- Que gracia.
- Hombre, me he encontrado a una mujer guapa en su apartamento, una mujer que no conozco y que sé que no es su hermana, además había dicho que no vendría a comer a mi casa, algo que lleva haciendo un montón, sin dar una explicación convincente.
- Que tontería.
- Para ti a lo mejor pero para mí no lo era y fui muy civilizada, otra en mi lugar le hubiese partido la cara sin dejarle explicarse.
- Yo lo hubiese hecho, sin ir más lejos. Oye, si puedo hacer algo por vosotros...
- Pues de momento con que olvides que me has visto aquí es suficiente - Hitomi la miró llena de intriga - Es que soy menor de edad y él es mi profesor.
- ¿Y eso que tiene que ver?
- Pues no está muy bien visto que un profesor se lie con una alumna.
- Ni con la madre de un alumno, por lo que se ve tienen muchas normas ¿Es que piensan que va a favorecerte?
- No, es porque soy menor de edad.
- Pero dijo que eras su prometida ¿Tus padres lo saben?
- Si, mis padres si, Iruka es muy formal para esas cosas pero en el instituto no deben saberlo, se metería en un gran problema.
- Entonces ¿Tú eres compañera de Misaki?
- Si, bueno no estamos en la misma clase pero compartimos muchas actividades y además es un buen amigo, por eso me preocupa que...
- Si, a mí también... Orochimaru... Aunque no lo creas yo quiero mucho a Misaki, es solo que no se nunca como decírselo y luego está el tema de Orochimaru.
- ¿Qué pasa con Orochimaru? Sé que no es muy amable con él.
- Y supongo que me considerarás una madre horrible.
- Yo no juzgo a nadie - contesto de forma un poco seca. Era cierto que no iba a ponerse a decirle nada pero siempre había pensado que la madre de Misaki era algo egoísta, todo el mundo se había dado cuenta de que Misaki vivía atemorizado de Orochimaru ¿Cómo podía permitir eso?
- No me juzgues sin conocerme - los ojos de Hitomi se llenaron de lágrimas - Yo soy madre soltera y... era muy joven cuando tuve a Misaki, era una niña que de pronto... yo no quería tenerlo, todo me parecía horrible, yo no podía con todo eso e hice muchas cosas de las que me arrepiento pero ¿sabes? hay cosas de las que no es fácil alejarse si no cuentas con la ayuda de nadie, te vas hundiendo en la mierda cada vez más y más y cuando te quieres dar cuenta estás hasta el cuello y tienes un hijo al que no has sabido educar, ni darle cariño y al que le exiges que sea bueno con tu nuevo novio porque... porque piensas que él te va a ayudar, porque le has creído todas las mentiras que te ha dicho, porque estás tan ciega que no ves que te está utilizando y crees que le debes algo, porque gracias a esa persona tienes una casa donde dormir, ropa y comida y sientes que tienes que pagárselo de alguna forma y...
Rompió a llorar. Jisei sentía mucha pena por esa mujer, podía imaginarse que su vida había sido un continuo error, que nadie la había sabido aconsejar y se había precipitado cuesta abajo... a veces juzgamos a las personas de forma muy dura, sin conocer los detalles y sin darnos cuenta de que quizás nosotros mismos, si no tenemos el apoyo adecuado, también nos tambaleamos y terminamos haciendo cosas inapropiadas ¿Debería ella juzgar a esa mujer?
..."
Reflexionaba aún sobre ese tema cuando subió al coche de su hermano. Pensaba que si Akane no hubiese tenido el apoyo de los Nara y estos no hubiesen sido como eran ¿qué habría sido de Akane?
- Que complicado es todo - suspiró mientras se abrochaba el cinturón.
- ¿Decías? - preguntó curioso Kisuke.
- No, nada, reflexionaba en voz alta.
- Jisei, he dicho que quería llevarte al instituto porque quiero hablar contigo - Jisei le miró intrigada - Es sobre Iruka.
- ¿Y de que tenemos que hablar? A lo mejor piensas que soy tonta y que tenía que haberme puesto como una histérica con él.
- No, no es eso, no sé cómo te has puesto pero conociéndote me imagino que no armaste una escena, tú no eres así. Quiero hablarte de él y de su decisión de no irse a Sapporo, sé que te tiene preocupada.
- Es que no quiero que se arrepienta de no haberlo hecho por mi culpa.
- No, por tu culpa no, mamá te ha metido esa idea en la cabeza. Nuestra madre, como todas las madres, solo quiere lo mejor para sus hijos y piensa que en el futuro vuestra relación se va a resentir si tiene que renunciar a lo que desea por ti y a lo mejor tiene razón pero... mira, si Iruka no quiere irse no es por ti.
Jisei guardó silencio consternada por aquella frase que no comprendía del todo muy bien pero veía a su hermano muy seguro al decirlo, así que esperó que continuase hablando.
- Si Iruka no se va a Sapporo es por él mismo. En realidad, si pensase en ti sí que se iría, tanto le has dicho que tiene que irse que está empezando a pensar que te agobia y lo quieres alejar de ti.
- ¿Eso piensa?
- Sí. Cree que lo que te pasa es que eres muy joven, demasiado joven y que te has asustado al verte de pronto prometida a él, que no es que estés saliendo con un chico de tu edad, es que estás prometida con alguien mayor y en fin, piensa que estás asustada.
- ¿Por qué iba a estar asustada?
- Porque eres muy joven como para sentirte tan atada ya a una relación.
- ¿Atada? No me siento atada.
- Pues él lo piensa. Está convencido de que te sientes mal, que todo va muy deprisa y que eso te asusta.
Jisei reflexionó durante unos minutos. Parecía lógico, pensar que estaba asustada no era ninguna tontería pero era algo que ella nunca se había planteado, no era de las que piensan en el futuro y esas cosas, además ¿no se supone que son los hombres los que se asustan ante el compromiso y los que creen que les privan de libertad?
- Tendré que hablar con Iruka.
- Creo que sí, que deberíais hablar.
- Así que piensa que me está agobiando y quiero alejarle de mí...
- No, piensa que te sientes agobiada ante vuestro "compromiso", eso de que papá y mamá hayan dado su aprobación y él vaya a comer a nuestra casa y todo eso.
- ¿Y no será que es él quien se agobia?
- No, para nada. Tú no conoces la historia de Iruka ¿verdad? Me refiero a que no sabes cómo perdió a sus padres ni lo que le pasó.
- Pues... no. Nunca le he preguntado, me da apuro, siempre ha supuesto que alguna vez hablaría de ello y sé que murieron juntos, así que he supuesto que fue en un accidente o algo así.
- Claro, es lo primero que se piensa. Pues no, no fue así. Iruka era hijo único, eso lo sabías ¿no?
- Lo supuse, nunca habla de ningún hermano.
- Pues sí, era hijo único. Su padre tenía cáncer, es lo que dice que recuerda de su padre, esa enfermedad, hospitales, quimioterapia, radioterapia y montones de pruebas, no trabajaba, tenía una baja definitiva por enfermedad así que era su madre la que lo hacía, aun así, Iruka recuerda su infancia como algo feliz, sus padres se esforzaban porque la enfermedad del padre no le afectase demasiado. Pero cuando tenía 12 años su padre tuvo una recaída, el cáncer se había reproducido y le volvieron a operar, estaba ingresado en el hospital cuando de repente la madre de Iruka falleció, así, de pronto, le dio una embolia y ya está.
- ¿Su madre? ¿Pero así como así?
- Así como así, tampoco a mí me ha contado todos los detalles, el caso es que de repente Iruka se vio sin su madre pero lo peor no fue eso, lo peor fue que su padre, al conocer la noticia... no sé, dicen que fue de tristeza... a los tres días falleció también.
- ¿A los tres días?
- Tres días. Acababan de enterrar a la madre cuando falleció. Iruka se quedó solo en el mundo, imagínate, un niño de 12 años que no podía comprender por qué le pasaba eso, porqué se quedaba solo. Jisei, a partir de ese momento Iruka pasó de familia en familia, tíos, abuelos... y en ninguna encajó, en todas terminaba mal, tenía una edad muy mala, necesitaba a sus padres, necesitaba atención y se encontraba solo, nadie le daba lo que necesitaba, siempre se sentía un extraño, pasó una época muy dura... en resumidas cuentas, hasta que no vino a Konoha gracias a una beca y no conoció al antiguo director del instituto no encontró la familia que buscaba. Jisei, toda su familia está aquí, Kakashi, nosotros... para él somos su familia, con nosotros, con papá, mamá, tú y yo él se siente parte de una familia, por eso tenía miedo de fastidiarlo todo enamorándose de ti, porque somos su familia y no nos quiere perder y por eso no quiere irse, no quiere alejarse de sus amigos, no quiere estar de nuevo solo, te parecerá una tontería pero esa es la razón por la que quiere renunciar a su plaza en Sapporo. Creo que deberías hablar con él sobre eso y escucharle, déjale que te cuente lo que es importante para él.
...
A penas le quedaban un par de pasos a Kiba para llegar a la puerta de la casa de Shino, una casa unifamiliar de varios pisos, cuando la puerta se abrió y salió una chica morena de pelo lacio, corto, con un flequillo que le casi la mitad de la cara, de unos 14 años, con gafas de sol y los labios pintados de negro, llevaba un gorro, una bufanda y unos guantes también de color negro.
- Buenos días Kiba - saludó muy seria.
- Hola Kohana.
- No me llames así, ese es un nombre ridículo que no refleja para nada mi personalidad.
- ¿Y cómo te tengo que llamar?
- ¡Vamos Tonbo, date prisa que vamos a llegar tarde! - fue la contestación que obtuvo - Hasta luego Kiba.
Un niño de unos 9 años, muy parecido a Shino, abrigado con una enorme bufanda que casi le tapaba la cara, salió de la casa.
- Buenos días Kiba - también le saludó - ¿Vas a entrar?
- Hola Tonbo ¿Está Shino aún en casa?
- Si - contestó escuetamente - Te dejo la puerta abierta.
- Vale pues que tengáis un buen día.
Por toda respuesta el niño levantó una mano. Kiba se quedó pensando cuál de todos los Aburame era más extraño, se encogió de hombros y aprovechando que el niño había dejado la puerta abierta, entró.
- ¡Buenos días! - dijo en voz alta para que los habitantes que quedasen supiesen que había entrado.
- Hola Kiba - apareció Hotaru - Pasa ¡Shino! ¡Kiba está aquí! Ya sabes, como si estuvieses en tu casa.
Dos Aburame más, pequeños pero idénticos a todos los Aburame, hicieron también su aparición Saludaron a Kiba, hablaron poco y se marcharon, después apareció otro, esta mayor que Shino que saludó y salió. Kiba se planteaba la idea de que los Aburame debían reproducirse como las estrellas de mar, que pierden un brazo y sale otra estrella igual, pues así debían ser los Aburame porque todos eran iguales y le daba la impresión de que cada vez que iba a su casa había uno más.
- ¡Hola! - escuchó cerca de él, bajó la mirada y allí estaba Sachiko mirándole por detrás de sus gafitas sonriéndole - Ezpeda un momentín, ahora vuelvo ¡Mamá! ¡Kiba eztá aquí! ¡Dame ezo para que ze lo de!
- ¿Eres tú, Kiba? - escuchó una voz femenina que provenía desde el primer piso de la casa.
- Sí, soy yo ¿Cómo está señora Aburame?
- Perdona que no salga, es que no me encuentro bien.
- ¿No estará otra vez embarazada?
- No, no lo está, solo tiene un catarro - contestó entrando Shino - ¿Tu que has pensado que es mi madre? ¿Una máquina de parir hijos?
- No sé, algo parecido o que pone huevos ¿Cuántos hermanos tienes?
- Eres un exagerado ¿Y qué es lo que te pasa, cachorro?
- ¡Ya eztá! ¡Ya eztá! - llegó corriendo la pequeña Sachiko - Toma, ez un collar de macadones que he hecho para Akamaru ¡Mira! ¿Te guzta?
- ¡Ala que genial! - Kiba se puso en cuclillas para quedar a la altura de la niña - Seguro que Akamaru va a estar guapísimo con él.
- ¿Vez como zi le guzta? - reprochó Sachiko cruzándose de brazos ante Shino.
- Como mi madre está acatarrada tengo que llevar a Sachiko a la guardería. Venga Sachiko, ponte el abrigo.
- Deja Shino - entró una mujer joven, de unos 20 años, morena, con el pelo recogido en un moño - Yo la llevo, papá me ha dejado el coche. Hola, Kiba.
- Hola, hola, Choko ¿Y tus gafas?
- Mi madre me ha comprado unas lentillas para mi cumpleaños ¿Qué tal me quedan?
- Estás muy guapa, fíjate, si resulta que los Aburame tenéis ojos y todo.
- Que tonto eres Kiba, siempre igual. Venga Sachiko, que hoy vamos en coche a la guardería. No vemos, Kiba, dale recuerdos a Hana.
- De tu parte.
Una vez que las hermanas de Shino salieron de la casa este se quedó mirando a Kiba.
- ¿Qué pasa? - preguntó Kiba.
- Ni te acerques a mi hermana.
- Ah y tu si puedes acercarte a la mía ¿no?
- Yo soy yo y tú eres tú. Venga, vamos.
- De verdad que Naruto tiene razón y eres siniestro.
- ¿Y por qué has venido? - preguntó Shino ya en la calle.
- Ah sí, sí, es que tengo un problema.
- Cuando no - suspiró Shino - A ver qué pulga te ha picado ahora.
- Yo no tengo pulgas, a mí no me llames pulgoso ¿eh?
- ¿Qué es lo que te pasa?
- Es por Ten-Ten. Es que el sábado salimos juntos ¿lo sabías?
- Si, estaba al tanto de eso.
- Fuimos al parque de atracciones, fue bestial y Ten-Ten me dijo algo de que había que romper unos huevos y hacer una tortilla y no sé qué más... no sé, no la entendí, tendría hambre.
- Si, sería que tenía hambre.
- Y luego me dijo que podíamos intentar salir juntos... como pareja, ya sabes, como macho y hembra, no como amigos solamente si no como...
- Que sí, que no te esfuerces tanto, te entiendo.
- Lo que pasa es que no quiero estropear las cosas otra vez con ella, a mí me gusta mucho, me gusta de verdad, me gusta... me gusta un huevo, por las mañanas me levanto y veo su cara, cuando me acuesto veo su cara, cuando veo a Mickey Mouse la veo a ella, tío, no lo puedo evitar.
- Mira que eres raro.
- Mira quien fue a hablar... El caso es que le he dicho que sí, que podemos intentarlo pero le he dicho que no salgamos hasta Nochebuena.
- ¿Nochebuena? - preguntó intrigado Shino - Para eso quedan 20 días.
- 18.
- ¿Y por qué esa cita a largo plazo?
- Porque quiero hacer las cosas bien. Shino, tengo que hacer algo que sea fantástico, algo que Ten-Ten no olvide, algo... tienes que ayudarme.
- ¿Yo? Si no entiendo lo que quieres hacer ¿Le has dicho que no vais a salir hasta Nochebuena?
- No, le he dicho que en Nochebuena será nuestra primera cita, cita verdadera.
- ¿Y las anteriores que van a ser? ¿Citas a prueba? ¿Citas falsas? ¿Experiencias piloto?
- Tómatelo en serio Shino, que yo quiero hacer algo especial para ella, algo para demostrarle lo que me importa, para que vea que ella es especial para mí, más especial que ninguna chica.
- Te refieres a mas especial que Ino.
- Es que creo que le dolió bastante que me enrollara con ella.
- ¿No me digas?
- Shino, tienes que ayudarme porque a mí no se me da bien esto de planear cosas y tú conoces a Ten-Ten y como eres listo quizás puedas ayudarme.
- Pregúntale a Lee, o quizás a Neji, creo que ellos la conocen mejor.
- Pero tú me entiendes mejor.
Shino dio un largo suspiro.
- Creo que para empezar el día 24 deberías ir a verla a la competición.
- ¿Qué competición?
- ¿No sabes que el día 24 es el campeonato de tiro con arco? Ten-Ten está clasificada ¿Recuerdas que Ten-Ten hace tiro con arco o no?
- Sé qué hace tiro con arco pero no sabía que competía.
- Quizás deberías empezar por conocer cosas de ella.
- Va a ser que tengo que voy a tener que ponerme al día.
...
Temari acababa de bajar de la moto que había aparcado cerca de la puerta de la casa de los Nara y se quitaba el casco cuando vio a Chouji acercarse sonriendo a ella.
- Hola Temari ¿Y esta moto? ¿No es la de Kankuro?
- Si, me la ha dejado.
- No sabía que sabías conducir motos, que pasote.
- Es porque mi moto terminó siniestro. Mis abuelos nos regalaron una a cada uno cuando cumplimos 16 años.
- Que suerte, a mi mis abuelos suelen darme dinero y te aseguro que mucho tendría que ahorrar para comprarme una moto.
- Bah no creas, supongo que con las motos querían compensar que nunca se acuerdan de nosotros, lo mismo les dio aquel año cargo de conciencia.
- ¿Y dices que la tuya terminó siniestro?
- No es buena idea darle a una adolescente rebelde y protestona que cree que el mundo está en su contra una moto - rio Temari - ¿Has venido a ver a Shikamaru?
- Si, es que tengo que hablar con él ¿Y tú has venido a ver a Shikato?
- No - sonrió - En realidad he venido para ver que todo va como tiene que ir.
- ¿A qué te refieres? - la miró perplejo Chouji.
- A que Akane hace lo que ha prometido y descansa. La madre de Shikamaru me ha dejado encargada - Chouji la miraba con cara de no comprender muy bien lo que decía - Ya sabes que la madre de Shikamaru se ha quedado en el pueblo cuidando a la bisabuela.
- No, no sabía nada ¿Es que está enferma la abuela Shikami?
- Se ha roto un hombro.
- ¿Y por qué Shikamaru no me ha dicho nada? Ayer le llamé para contarle lo de Ino y no me dijo nada de nada.
- ¿Lo de Ino?
- Si, es que ayer... - Chouji dudó si debería contar que Ino estaba en el hospital o quizás no era apropiado - Es que no se encuentra bien pero ¿Como Shika no me contó lo de la abuela? Con lo que sabe que quiero a la abuela Shikami ¿Entonces su madre se ha quedado en el pueblo?
- Si, va a pasar allí la semana y claro, con lo que le pasó a Akane pues está preocupada de que la den demasiado trabajo.
- ¿Qué le pasó a Akane? - casi gritó Chouji - ¿Por qué no se nada?
- Akane se desmayó ¿Tampoco te lo ha dicho?
- ¿Cuando?
- Ayer, pero vamos, no te preocupes que no es nada grave, creo que fue una bajada de azúcar junto con una subido de tensión o algo así.
- ¡Si es que no me entero de nada!
El día anterior Chouji había llamado a Shikamaru para contarle lo que le había sucedido a Ino, estaba muy preocupado por ella y la idea de que se quedara ingresada en el hospital, en la planta de psiquiatría, era algo que le inquietaba ¿De verdad Ino estaba de acuerdo con esa decisión? Sus padres decían que sí, que los padres de Ino habían dicho que ella estaba de acuerdo pero conociendo a Ino a Chouji le parecía que su amiga debía estar pasándolo fatal. Cuando llamó a Shikamaru se puso a hablar de eso y de sus propios temores y ahora se daba cuenta de que no había dejado a Shikamaru hablar de nada, ni siquiera le había preguntado cómo estaba suponiendo que todo estaba bien, menudo desastre de amigo que había resultado ser.
Fue Chiharu la que les abrió la puerta.
- ¡Hola Temari-san! ¡Hola Chouji! Pasad que yo ya me voy.
- ¿Cómo que te vas? - la interrogó Temari.
- Sí, he quedado con Minako que me tiene que contar muchas cosas que han pasado este fin de semana. Luego nos vemos.
- ¡Eh, eh! - la detuvo Temari - ¿Y tu cuarto?
- Ya lo he recogido, puedes pasar a verlo, no, mejor no pases, pero he hecho la cama y todo, de verdad.
- ¿Y la comida?
- Mi padre me ha dado dinero para que compre algo en la cafetería. Shikamaru está en la cocina. Nos vemos en la cena ¡Hasta luego!
En realidad Shikamaru estaba en el comedor, con su delantal puesto y hablando por teléfono.
- Si... muchas gracias señora Yamanaka, solo quería preguntar por Ino... si, si... ya entiendo... claro... ¿pero cómo se encuentra?... claro... normal... intentaré ir a verla... ya... bueno... de todas formas dígale que he llamado... gracias, hasta luego.
Shikamaru colgó y miró a Chouji que a su ver le miraba ansioso.
- Creo que hoy no podemos ir a verla, por lo visto solo pueden ir dos personas y claro, irán sus padres - explicó con tono monótono.
- ¿Pero qué le pasa a Ino? - se interesó Temari.
- Cosas que le pasan por no alimentarse bien, mendokusei, que lata.
- ¿Y Akane? - preguntó de nuevo Temari dándose cuenta de que el tema de Ino era algo de lo que ambos amigos no querían hablar.
- Está durmiendo.
- No me lo creo - apuntó Chouji.
- ¿Has desayunado ya, Shika?
- Si y también he dejado preparado el suyo. Ella va a ir más tarde, ha quedado con Kurenai que, como aún no ha dado a luz, quiere ir a ver la jornada deportiva porque se aburre muchísimo en casa sola. Vamos a la cocina que estoy terminando la comida.
- Ya es raro que dejes a Akane ir sola con la embarazadísima Kurenai – se burló Temari.
- Tampoco soy tan histérico – se quejó Shikamaru.
- ¿Por qué no me contaste lo de tu abuela y lo de Akane, Shika? - pareció recriminarle Chouji.
- Ahhhhhh, mendokusei...
- Si no te importa, Shika, voy a ver si necesitáis alguna cosa - habló Temari entrando en la cocina.
- Vale, tu misma. Mi madre la ha dejado encargada de todo, se ve que no se fía de nosotros - explicó Shikamaru a su confuso amigo.
- Ya, pues ya estás contándome que le ha pasado a la abuela.
Mientras Shikamaru terminaba la comida de Akane y la suya y contaba a Chouji lo que había sucedido el día anterior, Temari hizo una lista de algunas cosas que sería conveniente que compraran, como por ejemplo leche y huevos.
"...
Temari y Shikato esperaban el regreso de Shikaku y los demás viendo la televisión. La habitación estaba en penumbra y Temari, sentada en el sofá al lado de Shikato había apoyado la cabeza en su pecho mientras él jugueteaba con una de sus coletas. Sabían ya lo del accidente de la bisabuela y también que Yoshino se quedaba en el pueblo, era tarde y Temari estaba cansada, sentía que si seguía así se iba a dormir pero no quería irse hasta que llegasen.
Cuando lo hicieron la primera en entrar fue Chiharu que solo les saludó con la mano, estaba hablando por el móvil y parecía tener mucha prisa por ir a su habitación.
- Menuda oscuridad hay aquí - dijo Shikaku encendiendo la luz - ¿Qué estabais haciendo?
- Quedándonos dormidos - respondió Shikato - Habéis tardado mucho.
- Es que hemos hecho varias paradas para que Akane estirase las piernas.
- Me miman demasiado - comentó la chica entrando.
- Solo hacemos lo que te han dicho en el hospital - se quejó Shikamaru - Ahora siéntate y descansa, nosotros nos ocupamos de todo.
Murmurando algo como gruñido Akane se sentó en el sofá.
- ¿Cómo te encuentras? - se interesó Temari.
- Bien, estoy bien.
- Estás a punto de explotar - sonrió Temari, conociendo a Akane eso de sentarse y ver a los demás haciendo cosas debía estar matándola.
- Ya te digo pero... no voy a hacer nada, no señor, que trabajen ellos, yo a tumbarme a la bartola ¡Shika, dame agua, anda cariñito! Ahora me voy a volver una tirana vaga y gorda, ya te digo que voy a engordar.
- Tráeselo tu Shikato - ordenó Shikaku - Shikamaru tu llama a tu madre y dile que ya hemos llegado que debe estar preocupada, yo voy a subir el equipaje a mi habitación.
- Shikato, el agua que esté un poco fresquita - gruñó Akane – Y con una rodajita de limón.
Shikato miró confuso a su tío que le hizo un gesto afirmativo con la cabeza.
- ¿No te pasas un poco? – inquirió Temari.
- No, que va, es lo que quieren, mimarme ¿no? Pues eso, van a hacer de mi un monstruo horrible, ya lo verás. Si ahora pidiese caracoles seguro que saldrían a buscarlos ¿Lo comprobamos?
Temari rompió a reír, que mal llevaba Akane eso del reposo.
- Deja, no hace falta, te creo.
- Si me dejaran ir a mí a por agua no pasaría esto, que no se quejen. Anda Shikato ya voy yo a por el agua, no te molestes en traerla.
- Si no es molestia - volvió a hablar Shikaku - Tu descansa ¡Shikato, ese agua!
- ¿Ves? Son unos exagerados.
- Si no fueses tan cabezota no seríamos nosotros tan exagerados - habló Shikamaru mientras esperaba al teléfono que su madre contestase - ¿Mamá? Ya hemos llegado... sí, todo bien... Akane está bien... descansando... si, ya hemos cenado por el camino... papá está ocupándose de todo... Chiharu en su cuarto hablando por el móvil... no, no se ha mareado... si, Shikato ya está aquí, estaba esperándonos con Temari... si, aquí está... vale... vale... vaaaaale... mendokusei... vaaaaale.
- Gracias Shikato - decía Akane - Siento haberte molestado, podía haber ido yo a por el agua, solo era para que Temari viera lo mimada que me tienen.
- Temari - la llamó Shikamaru - Mi madre quiere hablar contigo.
- ¿Conmigo?
- Si, contigo, que te pongas.
Intrigada, Temari cogió el teléfono.
- ¿Señora Nara?
- Hola Temari ¿Cómo estás?
- Bien, bien, gracias ¿Cómo está la abuela?
- Está bien, le han dado bastantes analgésicos y se ha quedado dormida. Oye, quería pedirte un favor, si no te importa.
- Claro, dígame.
- Es que me he quedado aquí para ayudar y estoy preocupada por lo que vaya a pasar por Konoha, no me gusta dejarlo todo en manos de Shikaku, no porque no me fie de él es que tiene que trabajar y llega tarde y cansado. Tampoco me fio de Chiharu, seguro que aprovechará para no hacer nada y Shikamaru y Shikato tienen que estudiar, aunque esta semana sea la semana del deporte eso no es excusa para que Shikamaru no estudie y me temo que al final Akane terminará haciéndolo todo, así que me gustaría que tú te encargaras de que eso no pase.
- Quiere que me encargue de que Akane haga reposo, es eso ¿no?
- Eso mismo y de que los demás hagan turnos y se organicen para hacer las cosas de la casa, no quiero regresar y encontrarme una cochiquera ¿Puedo contar contigo?
- Pues claro, no se preocupe señora Nara, yo me encargaré de que no estresen a Akane y que todo esté como tiene que estar.
- Sobre todo que Akane haga reposo y que Chiharu recoja su cuarto y otra cosa, deja de llamarme señora Nara, te tengo dicho que me llamo Yoshino.
- Está ben, Yoshino.
- Te dejo a ti encargada entonces. Ya me siento más tranquila. Por favor ocúpate de la compra, me fio más de ti que de Chiharu y su golosonería, haz tu la lista de lo que tienen que comprar y asegúrate de que no hay demasiada comida basura.
- No te preocupes, comerán sano, ya me ocupo yo.
- Y que Akane no tienda la ropa, ni planche.
- No lo hará, de eso me ocuparé yo.
- A Shikamaru se le da bien planchar, que lo haga él y Shikato que se ocupe de ir a comprar.
- De acuerdo, yo también ayudaré.
- La comida y la cena las pueden hacer Shikamaru y Shikaku, que se turnen pero que no se vayan a comer fuera, no estamos para gastos inútiles y seguro que esa es la solución de Shikaku.
- Tranquila que yo me ocupo de todo.
- Gracias Temari, ahora sí que ya me quedo tranquila. Mañana te llamaré para ver qué tal va todo.
- Si, quédate tranquila, yo organizo unos turnos y entre todos haremos que Akane descanse.
- Vas a ser una Nara estupenda.
- Bueno eso ya es suponer demasiadas cosas.
- Perdona, era solo un decir. Oye por cierto ¿Vas a venir estas vacaciones a pasar algunos días con nosotros?
- Pues la verdad es que no lo había pensado.
- Sería estupendo que vinieses, como Akane se va a quedar en el pueblo seguramente hagamos una comida familiar, pero me gustaría que me confirmases que vas a venir para limpiar una de las casas.
- ¿Cómo?
- Tú háblalo con Shikato y ya me dirás algo.
- Vale, vale - respondió perpleja, realmente no entendía a lo que se refería aunque la idea de pasar unos días en el pueblo de Shikato resultaba muy interesante.
Después de despedirse de Yoshino, Temari colgó y miró a todos los Nara poniendo los brazos en jarra.
- Bien, ahora yo estoy al mando, lo ha dicho Yoshino ¿Algo en contra?
- Mendokusei... - se oyó quejarse a Shikamaru.
..."
- ¿Por qué no te arreglas ya Shikamaru? - habló Temari interrumpiendo a los dos amigos, se veía que a Ino le pasaba algo más grave de lo que insinuaban pero no querían decirlo delante de ella, bueno, sus razones tendrían - ¿Ya están listas las fiambreras?
- Si, esta es la de Akane, la dejo aquí, junto a su desayuno.
- Pues venga, ya me ocupo yo de recoger la cocina, vamos, espabila, al final llegarás tarde al instituto.
- Mendokusei... mira que también tú eres mandona, pareces mi madre.
- Vamos, estás perdiendo el tiempo discutiendo conmigo y sabes que tengo razón.
- Eso es cierto, Shika - afirmó Chouji - Al final ella va a tener razón.
- Vaaaale, voy a terminar de arreglarme... mujeres problemáticas.
- Date prisa.
- Tengo que despertar a Akane y...
- Ya la despierto yo que tú lo mismo te entretienes haciéndole mimos o discutiendo, depende del humor con que se levante. Venga, espabila.
- Al final llegarás tarde tú.
- No porque yo he venido en la moto de Kankuro.
- Resígnate Shikamaru, Temari manda.
- Mendokusei...