"No puedo ver porque no quiero" Es lo que se decía a si mismo Sasuke. Estaba seguro de que era así, no veía porque no le daba la gana porque según los médicos no le pasaba nada, le habían mirado ya ni sabía cuantos oftalmólogos, con distintos aparatos, incluyendo uno que decía que calculaba automáticamente las dioptrías y según todos esos aparatos él tenía que ver. Le habían echo scanner y demás historias, no tenía ninguna lesión en el nervio óptico, ni en el cerebro, ni en ningún sitio... lo suyo era tontería y ya está.
Por lo visto lo que le pasaba tenía un nombre "ceguera psicológica".
Lo que pasaba es que simplemente no podía creerse que a él le sucediese esa tontería, "no ver porque no quiero ver", era algo absurdo, ridículo y no lo aceptaba. Es que era la cosa más tonta del mundo, si no fuera porque le pasaba a él pensaría que es una patraña.
Él, que siempre se comportaba como si no necesitase a nadie, orgulloso y soberbio, ahora necesitaba la ayuda constante de una persona, eso era muy humillante... bueno, al principio lo era, bastante humillante pero ahora Sasuke empezaba a agradecer la ayuda que desinteresadamente le ofrecían, no ya su madre, que parece que al ser su madre era algo que no podía evitar querer hacer o la gente que trabajaba en su casa, se les pagaba por atenderles así que casi era una obligación, si no Ayesa, Kushina, Naruto, Minako, Sakura cuando iba a visitarle... Al principio pensaba que todo el mundo sentía pena y compasión por él y su situación pero con el paso de los días empezó a darse cuenta que no era así, si le ayudaban era simplemente porque querían.
No había duda de que Sasuke había cambiado.
Pero seguía siendo orgulloso, en eso no había cambiado, lo que había variado es que ahora su orgullo no lo proyectaba hacia los demás, con esa altanería que le caracterizaba, ahora su orgullo era sobre si mismo y no iba a permitir que una "ceguera psicológica", algo que no era ni una enfermedad física, le limitase.
Esa mañana había estado con Akane, había sentido de nuevo la calidez de su mano entre las suyas, había caminado a su lado, la había escuchado hablar de como iban las cosas en el instituto, de que estaba trabajando, de como se movían sus mellizos y lo gorda que estaba poniéndose, incluso había sentido a uno de sus bebés; Akane había llevado su mano hacia la tripa y de repente él sintió un golpecito... fue algo increíble, aunque más increíble fue cuando se empeñó en que la acompañara al tocólogo y escuchó el latido de sus corazones, fue... asombroso y emocionante.
Quien se lo iba a decir... Sasuke Uchiha emocionándose por escuchar el latido del corazón de unos bebés y es que aquello le hizo pensar en lo mágica que era la vida y lo valioso que era estar vivo aunque no pudiese ver y esa ceguera psicológica no iba a impedir que él viviese y recuperase el tiempo perdido, el tiempo perdido con sus padres, el tiempo perdido con su hermano y con sus amigos y si había sido capaz de vivir todo ese tiempo con su "ceguera emocional" ahora sería capaz de vivir también, ya que por lo visto no tenía ningún otro tipo de problema y no veía porque simplemente su cerebro no quería ver pues ignoraría ese pequeño detalle e intentaría vivir su vida de una forma normal y corriente, lo mas normal y corriente que pudiese, a ver si así, ignorando el "pequeño detalle de no ver", no obsesionándose, se relajaba y se le pasaba esa tontería... al menos era lo que decía Kushina, que cuanto más se obsesionaba con querer ver, más nervioso se ponía, más intranquilo, más tenso y menos lo lograría, por lo visto era cuestión de relajarse, física y mentalmente.
Vistas así las cosas no le parecía mal empezar a dar clases con la profesora esa que se las iba a dar a Naruto, al menos no se quedaría atrás en los estudios y le mantendría ocupado, porque estar todo el día pensando en su problema y en Itachi estaba empezando a volverle loco. Además, siempre decían que él era un estudiante portentoso, así que no debería suponer demasiado inconveniente su falta de visión.
Y en el fondo tampoco le parecía mal ir a vivir a casa de Naruto, comprendía las razones que le había expuesto Kushina y estaba de acuerdo en que si siempre estaban protegiéndole eso no iba a ayudarle... vivir en la misma casa que Minako era algo más incómodo pero esperaba que realmente lo suyo terminase quedando en una mera anécdota.
Dispuesto como estaba a intentar llevar una vida lo mas normal posible, a no compadecerse de si mismo y que los demás le compadecieran, fue Sasuke quien le pidió a Naruto que le acompañase, más bien que le ayudase a llegar, al gimnasio del instituto. Era jueves, día de ensayo y él tenía que ensayar su papel. No veía porqué no iba a poder hacerlo, solo necesitaba aprender donde tendría que ponerse, que no le colocasen cosas en medio de su camino con que pudiera tropezar y... no podía ser tan difícil.
...
- Mendokuseeeeeei - se quejaba Shikamaru en voz baja sentado en uno de los bancos del gimnasio mientras observaba los dos grupos que se había formado - Me van a volver loco.
- No te hacen caso - comentó Shino sentado a su lado, el único que no estaba en uno de los dos grupos.
- Ninguno.
- Tampoco es que estés intentando que te lo hagan.
- Ahhh, esto es un aburrimiento, menuda lata.
- Están todos muy alterados.
Uno de los grupos, compuesto en su mayoría por chicas, se arremolinaba alrededor de Akane. Ryuko, Sumire, Ten-Ten, Jisei, Ino, Temari parecían de lo más excitadas, riendo y hablando en un tono agudo que parecía taladran los oídos de Shikamaru.
- Mujeres problemáticas - musitaba - Parecen un gallinero.
En este grupo había que incluir además a Chouji y Kankuro que parecían disfrutar bastante del espectáculo.
El otro grupo. compuesto por Naruto, Kiba, Lee, los cuales eran tan escandalosos como las chicas, Gaara, Sai, Neji, Sakura y Hinata, parecían agobiar a preguntas a Sasuke.
- Me asombra que el Uchiha esté aguantando tanto - comentó Shino.
- Creo que desde el accidente está intentando cambiar. Los accidentes, cuando ves la muerte tan de cerca, te hacen replantearte la vida.
- Y otras cosas, como el ir a tener un hijo - sonrió levemente.
- Si, eso también.
- ¿Cómo lo llevas? ¿Te ha salido ya el instinto paternal?
- Pues mira no lo se, es que yo no lo siento como Akane que los lleva dentro de ella y los siento, yo solo veo a Akane engordar y unas ecografías y bueno supongo que en cuanto nazcan seré mas consciente y quizás se me pase este miedo que me entra de vez en cuando... o me cagaré por las piernas para abajo.
- ¿Sabes? Para mi Akane siempre ha sido como una hermana y cuando éramos mas pequeños me daba mucha rabia no poder ayudarla, yo quería ser un héroe y que ella me mirase con los ojos brillantes... ¿Te conté lo que yo odiaba a esa mujer, la madre de Maron?
- Si, si me contaste que siempre la insultaba y la decía que era una niña mentirosa.
- Y sucia, mentirosa, fea y sucia. Y lo peor de todo es que siempre hablaba con la madre de Akane y le contaba lo mala y mentirosa que era Akane. A mi me daba mucha pena, no soportaba ver como su madre, cuando se enfadaba, la cogía del pelo y... ahora la veo tan feliz que pienso que es casi un milagro.
- Hombre, si lo miras así también te digo que se quedó embarcada de milagro.
- Me da la impresión de que tienes algún tipo de complejo respecto a eso.
Shikamaru frunció le miró frunciendo el ceño.
- ¿A que te refieres?
- No, a nada. Bueno yo decía que Akane está... radiante.
- Dicen que las embarazadas irradian felicidad o algo así.
- Será eso. El otro día mi madre se encontró con la suya.
- Y seguro que me pusieron a caer de un burro.
- Pues algo así. No le caes muy bien a la madre de Akane.
- Buena novedad me cuentas, claro que a esa mujer tampoco le cae bien ni su hija.
- Por lo visto asegura que vas a ser un fraude y que cuando nazcan los niños te vas a desentender de todo y que Akane va a terminar abandonándote y volviendo con ella.
- Ah, pues muy bien ¿Eso es lo que piensa? Desde luego que mujer tan problemática.
- Cambiando de tema ¿Akane te ha dicho algo de lo del tipo ese?
- ¿El guaperas que sale con su hermanastra?
- Si.
- No, ni una palabra.
- Supongo que no le dará ninguna importancia.
- En cierto modo tampoco es importante, quiero decir que tíos que digan ordinarieces los debe haber oído con frecuencia.
- Si, pero ese es peligroso y no me fio, me da muy mala espina, ya te conté lo que le hizo a Irumi.
- ¿Estás seguro que se lo hizo él?
- Fue lo que ella me dijo, llegó a mi casa llorando y bastante histérica y yo le vi las marcas en las muñecas y los brazos.
- Pero no fue a denunciar que la había maltratado.
- Recuerda que ella accedió a salir con él y a esas cosas, claro que pensó que no iba en serio pero...
- ¿Y si Irumi solo quería llamar tu atención? Me dijo Akane que ella y tu... que tuvisteis... ya sabes lo que quiero decir.
- ¿Te da miedo decirlo en voz alta, Nara?
- Tío, ahora voy a ser padre, tengo que controlar lo que digo y dar buen ejemplo a mis hijos. Akane también me dijo que se lio contigo por Ayesa, por demostrar que era mejor que ella, lo que me lleva a pensar ¿No será que ahora le da rabia que salgas con Hana?
- No creo, de eso hace ya años, no creo que esté interesada en mí, además su rival era Ayesa. A Irumi lo que le pasa es que es una cabeza loca.
- Pues de momento no te preocupes, he visto a Irumi alguna vez, a veces lleva a su hijo a casa a que Akane haga de niñera.
- Espero que Akane cobre por hacer de niñera.
- Si, ya sabes como es. El caso es que a él no le he visto.
- Mejor. Llámame desconfiado si quieres, pero no me fio de ese tipo.
Shikamaru se quedó pensando si Shino era exagerado o realmente había motivos para preocuparse... bueno, de momento porque Shino parecía tener un radar especial para darse cuenta de los problemas, al menos de los que rodeaban a sus amigos.
- ¿Qué te pasa? - preguntó Neji acercándose a ellos.
- Ahhh, estoy pensando en que no sé que vamos a hacer cuando Akane no pueda venir a los ensayos.
- ¿Por qué? - se extrañó Neji - Ella es la directora, debe venir.
- Si, ya lo se pero ahora está trabajando y no es para tomárnoslo a broma, es un trabajo serio, aunque sea mi padre su jefe, ella... se lo toma muy en serio.
- Dos niños suponen un gasto muy importante - añadió Shino - Lo entendemos, tu no trabajas y no vais a cargar a tus padres con todo el gasto.
- Aunque me cueste reconocerlo necesito a Akane aquí. No te ofendas Neji, tú lo tienes todo controlado y hacemos un buen equipo pero, así, entre tú y yo, creo que nos falta algo.
- ¿El toque femenino?
- Si, creo que es eso.
- ¿Entonces Akane no va a volver a los ensayos?
- Dentro de poco no va a poder con tanto, ella quiere seguir viniendo a los ensayos pero mirarla, cada día está más inflada y tampoco puede decir "hoy no voy al trabajo".
- Por supuesto, si uno se compromete a algo tiene que cumplir y el trabajo es más importante ¿Y si pedimos ayuda a alguna de las chicas?
- Ya lo había pensado. Creí que Sakura podía ser una buena opción, es muy trabajadora pero...
- ¿Pero?
- No se si a Ino le vaya a hacer gracia. Seguramente ella querrá ayudar y se molestará si no cuento con ella.
- Y no quieres contar con ella.
- Es demasiado mandona, querrá que lo hagamos todo a su manera, además últimamente no la veo muy concentrada en nada ¿Qué te parece tu prima?
- ¿Hinata?
- Si, ella no tiene un gran papel en la obra y es una pena porque es muy buena actriz y tiene buenas ideas ¿Por qué no tiene un papel más importante en la obra?
- No lo se, el reparto lo hicisteis Akane y tu.
- ¡Ah ya! Es que no quería, por aquel entonces estaba coladísima por Naruto y se ponía colorada con estar cerca de él y se bloqueaba.
- Cierto - comentó Shino - Hinata ha cambiado muchísimo.
- También podemos pedirle ayuda a Jisei - propuso Neji.
- Uff, mejor no, tiene también bastante jaleo con lo de ir al templo y todo eso.
- Pero quizás esto le sirviese para distraerse - habló Shino - Últimamente está bastante distraída y no es normal en ella.
- ¡Shikamaru! - gritó de pronto Naruto - ¿Es que hoy no vamos a empezar, dattebayo?
- Ahhh, mendokusei... estamos esperando al profesor de turno.
- ¿Y quien es? - gritó también Kiba - ¡Ya debería estar aquí!
- Por lo que tarda yo diría que es Kakashi - contestó con desgana Shikamaru.
- ¿Y si empezamos a contarles ya las novedades? - propuso Akane - Así vamos adelantando.
- ¿Qué novedades? - se interesó a voz en grito Lee - ¡No me digas que ya no tenemos que hacer la obra!
- No caerá esa breva - murmuró Shikamaru.
- No, no nos han quitado la sanción, más quisiéramos - replicó Akane - Se trata de que ayer Shikamaru y yo estuvimos hablando con Tsunade.
- ¿Es que lo estamos haciendo mal? - se alarmó de nuevo Lee.
- Es porque somos unos lentos ¿A que si? - afirmó Kiba.
- No, no es porque vayamos lentos, que por cierto, si vamos lentos, es por el crédito que debemos.
- Pues aún no hemos gastado casi nada - intervino Kankuro.
- Es cierto, aún no hemos gastado casi nada pero ahora vienen los gastos. Mirad - se acercó hasta su mochila y sacó una carpeta que abrió - Os voy a pasar una copia de los presupuestos que con ayuda de Neji hemos hecho. Por favor, Sumire, pásalos tú.
- Trae.
- Esto se suponen que son los gastos que tenemos más cercanos. Comprar la tela para el vestuario, material para el decorado y el alquiler que tenemos que pagar por ensayar en el teatro del instituto.
- ¿Tenemos que pagar por ensayar en el escenario del teatro? - se extrañó Temari.
- Tenemos que pagar una parte de gastos de luz y mantenimiento - explicó Neji.
- Dicen que si ensayamos nosotros tendremos que encender las luces y eso subirá la factura - añadió Akane.
- ¿Y que es eso del mantenimiento? - interrogó Kiba.
- La limpieza - respondió Shikamaru - Por lo visto somos unos guarros y por nuestra culpa el personal de limpieza tendrá que trabajar más.
- ¿Y si limpiamos nosotros? - propuso Sakura - No es una tontería lo que digo. Podemos hacer turnos y después de cada ensayo quedarnos y limpiar; no creo que vayamos a ser tan sucios como para que nos lleve mucho tiempo.
- Sakura tiene razón - habló ahora Jisei - Podemos ocuparnos nosotros de la limpieza. Somos 20, en grupos de 5 no tardaríamos nada el limpiar el salón de actos, sobretodo si, antes de irnos, todos recogemos y no dejamos las cosas tiradas por ahí.
- Sin duda eso sería un gasto menos - comentó Neji a Shikamaru.
- No somos 20, Sakura, no creo que Sasuke esté en condiciones de ponerse a limpiar y tampoco quiero que lo haga Akane.
- Ya estamos - se quejó la chica - Mira Shikamaru no empieces con tus manías.
- No seas problemática, ahora puedes pero dentro de un mes no vas a poder ni atarte los zapatos, cabezota.
- Yo estoy de acuerdo en que Sasuke y Akane no se ocupen de la limpieza - se apresuró a intervenir Ino - Ya se nos ocurrirá otra cosa que puedan hacer. Entonces somos 18, yo creo que 3 grupos de 6 personas son más que suficiente.
- Incluso al revés - sugirió Gaara - con 3 personas para limpiar creo que es suficiente.
- Eso lo veríamos luego - habló Neji - ¿Entonces aprobamos la propuesta de Sakura?
- ¡Pues claro que si, dattebayo!
- ¿Y es necesario todo este gasto en telas? - preguntó Temari sin dejar de mirar el papel que le habían dado.
- Alquilar los trajes sale más caro que si nos los hacemos nosotros - contestó Shikamaru.
- Pues lo llevamos mal porque yo no se coser - inquirió Ten-Ten - O sea, si esperáis que yo me haga el vestido me irá mejor si me lo hago con una bolsa de basura.
- ¿Que tal chicos? - interrumpió Iruka al entrar en el gimnasio - Siento llegar tarde.
- Llegas muy tarde, ttebayo - le reprochó Naruto.
- Ya, ya lo se. Es que me surgió algo importante.
- Tanto ir con Kakashi si te están pegando sus malas costumbres - pareció regañarle Sakura.
- Solo faltaba que te pusieses a leer ese condenado libro suyo - añadió Kankuro.
- Bueno, vale ya, ya he dicho que lo sentía - Iruka pasó al lado de Jisei y evitó mirarla porque si la miraba estaba seguro de que sus miradas iban a cruzarse y se notaría que sentía algo por ella, porque estaba casi seguro de que Jisei le observaba a él - ¿Qué estabais haciendo?
- Repasando los gastos que creemos vamos a tener - contestó Neji.
- ¿Y la razón de eso?
- Pues para saber los gastos que vamos a tener, ttebayo, a ver si te concentras, sensei.
- Quiero decir que por qué, si pensáis que os estáis saliendo del presupuesto o a lo mejor os habéis quedado ya sin dinero.
- No, no - respondió Akane - A penas si hemos gastado parte del presupuesto que nos dio Tsunade, lo que pasa es que tampoco hemos conseguido demasiado dinero y a este paso no vamos a poder devolverlo al finalizar el curso, es por eso que estamos buscando alternativas o algo.
- ¿Y que pasa si no lo devolvéis al finalizar el curso?
- Que seguiremos debiendo dinero a la directora y ella seguirá esclavizándonos - gruñó Kiba.
- El caso es que nuestros gastos aumentan más deprisa que nuestros ingresos - añadió Ten-Ten - Lo cual es deprimente.
- Estamos buscando alternativas que abaraten nuestros gastos - comentó Jisei.
- ¡Ya se! - exclamó de pronto Sumire - ¡Tengo una idea! A lo mejor es una tontería pero ¿Puedo decirla?
- Claro - habló Shikamaru - Cualquier idea es bienvenida por loca que sea.
- Pues es que se me ha ocurrido que podemos cambiar la historia, o sea, ya sé que vamos a hacer la obra en plan cuento, que es lo que habéis decidido y que Ryuko y Sakura están trabajando en la adaptación pero que digo yo que todo esto de ambientación tipo cuento es muy caro ¿no? Es bonito con todo eso de las hadas pero lo mismo es demasiado para unos aficionados como nosotros.
- ¿Quieres que volvamos a cambiar de versión? - interrogó Kiba.
- Si no te gustaba la versión cuento podías haberlo dicho cuando los directores nos la propusieron - se quejó Ino.
- No, no es eso, si sí me gusta pero digo que podíamos hacer otra versión que el vestuario y el decorado nos costase menos ¿no?
- Pues yo creo que Sumire tiene razón - la apoyó Sai, afirmación que hizo que Kankuro torciera la boca en un gesto de desagrado.
- ¿Y tu tendrías alguna idea de que nos costaría menos, Sumire? - se interesó en la idea Ten-Ten.
- Pues no pero... ¿Os acordáis de la semana cultural? Teníamos mas o menos el mismo problema, que queríamos hacer algo bonito, original y que no nos costara mucho y nos decidimos por al cafetería a lo hippy, pues algo así.
- Espera, espera - interrumpió Kankuro - No creáis que lo que dice es mala idea, se puede hacer una versión hippy de la historia.
- Ya vimos que el vestuario es fácil y económico - habló Gaara.
- ¿Pero las hadas? - inquirió Ino - ¿Cómo vamos a meter las hadas?
- Precisamente eso sería fácil - habló ahora Jisei - Las hadas pueden ser hippies, una comuna hippie. La verdad es que podemos conseguir una ambientación setentera con poco dinero, ya sabéis además en esa época hay mucha cosa así llena de colores y psicodélica.
- Si y se tomaba mucho LSD y porretes - añadió Shino - Es fácil que se les vaya a los protagonistas la olla y vean e imaginen cosas.
- Eso es cierto - se animó Sakura - Podemos hacer que todo eso de la cabeza de burro sea como una alucinación.
- ¿Y nos van a dejar los profesores meter temas de drogas y cosas así? - preguntó Sasuke.
- ¡Eso es verdad! Que el consejo de administración son una panda de gruñones, ttebayo.
- ¿Tú que piensas, sensei? - se dirigió Shikamaru a Iruka.
- Pues pienso que la idea me gusta, al menos es original, quiero decir que esta obra yo la he visto montones de veces, en teatro y en cine, evidentemente es una obra que es un clásico y hay que tratarla con respeto, pensar que la mayoría de los alumnos que vengan a ver la obra no la van a conocer y les va a dar igual pero los profesores y el consejo, como ha dicho Naruto, si la conoce y lo mismo no les parece bien que le faltéis el respeto a Sir William Shakespeare.
- Nosotros no queremos faltar el respeto a nadie - defendió Akane.
- Entonces lo que hay que hacer es explicar las cosas bien a Tsunade, ttebayo.
- ¿Pero y que pasa con las had...? - volvía a preguntar Ino cuando algo la detuvo - ¿Qué ha sido ese ruido?
- ¿Qué ruido? - preguntó a su vez Kankuro.
- Ejem... han sido mis tripas - contestó Akane algo apurada - Es que tengo mucha hambre.
El comentario causó alguna que otra broma.
- ¿Es que no has merendado? - se interesó Sakura.
- No si, si he merendado, pero tengo hambre.
- Mendokuseeeeeeeei - se lamentaba Shikamaru.
- Tengo mucha hambre - añadió Akane rotunda.
- Serán los bebés - comentó medio riendo Sumire.
- Pues lo que sea, pero tengo hambre.
- No puede ser que tengas tanta hambre - se quejaba Shikamaru.
- ¿Y que voy a hacer si tengo hambre?
- Vamos Shika - habló Ryuko - Piensa que tiene dos criaturas creciendo dentro de ella y necesitan alimento.
- Ya pero tiene que controlarse un poco.
- Yo tengo kiwis - habló Ino - ¿Te apetece?
- Ay si, si, por favor.
- ¿Cómo es que tienes kiwis? - la interrogó Sakura.
- Me los ha dado mi madre para merendar pero no me dio tiempo a comérmelos y me los traje en el bolso.
- Ya - dijo Sakura de una forma desconfiada.
- Es cierto.
- Pues cómetelos ahora.
- ¿Ahora? Mejor que se los coma Akane, su estómago parece poseído por un jabalí.
- Con uno tengo bastante - habló Akane - Tu te comes el otro ¿Vale?
- Es que los traigo en un tuper, fíjate si los pelé y los corte y todo.
- ¡Anda! ¡Cómo cuando éramos pequeños! - bromeó Lee.
- Los kiwis son muy sanos - añadió Naruto - Tienen mucha vitamina y fibra, van bien para ir al baño.
- ¡Naruto! - gritó Sakura - ¡No digas esas cosas!
- Yo solo quería ayudar, ttebayo.
Ino miró a Naruto la verdad es que de pronto el chico la miraba con un extraño gesto, como de pena, como si sintiese compasión de ella. Quizás es que estaba pensando que no se había comido los kiwis no porque no lo diera tiempo, si no simplemente por no comérselos y a lo mejor pensaba que los había metido en el bolso para tirarlos en cualquier papelera.
Ino se sentía de verdad avergonzada, sobretodo porque era cierto que había pensado en deshacerse de los kiwis y además sabía que Sakura estaría enfadada con ella y que había fallado a Naruto. Pero no lo había hecho a propósito, era simplemente que la comida le daba cada vez mas asco, solo con olerla le entraban ganas de vomitar.
Lo intentaba, ella lo intentada de verdad, como cuando fue a casa de Naruto y le ofrecieron pastelitos, ella quería comérselos y lo hizo pero esa sensación de asco era horrible y esas ganas de vomitar... lo pasó fatal, intentó disimular pero no sabía que había conseguido engañar a la madre de Naruto.
Esto era horrible ¿Y si de verdad se le estaba yendo de las manos? ¿Podía ser?
- La verdad es que no se si me gustan los kiwis - decía mientras ofrecía un pequeño tuper con la fruta ya pelada y cortada a Akane - Nunca he comido ninguno.
- ¿No? Pues están muy buenos - hablaba Sumire - Saben acidillos.
- A mi me gustan más los limones - añadió Akane - Pero están bien.
- ¿Limones? - se extrañó Chouji.
- Es capaz de comerse los limones - volvió a quejarse Shikamaru.
- Venga Ino, ven aquí a mi lado y los compartimos.
- No, cómetelo todo tu, mis sobrinitos necesitan alimento.
Ino sintió la mirada fija de Naruto en ella y se avergonzó un poco de lo que había dicho.
- Bueno, yo como un poco.
Al abrir el tuper le llegó el olor de la fruta a su nariz e inmediatamente una arcada subió por su estómago amenazándola con dar una arcada. Eso iba a ser horrible para ella pero como sabía que todo el mundo la miraba, sobretodo Naruto y Sakura, cogió un trozo de kiwi y lo llevó a la boca intentando disimular el asco que le daba.
- Humh, que bueno - exclamaba Akane casi con lujuria - Que hambre que tenía, ya no podía más.
- Te estas convirtiendo en una bestia "melocomotodo" - rio Kiba.
- Como te descuides te como a ti empezando por los pies.
- Bueno, vamos a seguir con lo que estábamos - habló Iruka - ¿Algún tema más?
- Si - intervino Neji - Una cosa importante que casi se nos olvida. Tsunade nos propone unas actividades para recaudar dinero.
- Querrás decir para que le sirvamos de esclavos - puntualizó Kiba.
- ¿Y ahora que se le ha ocurrido? - se interesó Ten-Ten.
- Se trata de algunos trabajillos - explicó Akane.
- ¿Qué trabajillos? - preguntó recelosa Temari.
- Pues como sabéis llega la Navidad y este año por lo visto hay que adornar el instituto, así que nos propone que lo hagamos nosotros.
- ¿Pero no tendremos que comprar los adornos, verdad? - inquirió Ten-Ten.
- No, no, pues si, solo nos faltaba eso.
Mientras sus compañeros hablaban y comentaban sobre la nueva propuesta de la directora, si les interesaba o no, se quejaban de las cosas que les mandaba hacer y lo poco que les "pagaba" o incluso algunos defendían que aunque fuera poco les venía bien y además que hacer todas esas cosas les venía bien porque demostraba que estaban dispuestos a colaborar y su buena disposición, Ino comenzó a rascarse la palma de las manos, la verdad es que le picaba bastante y de forma muy molesta, intentaba ignorar los picores, es lo que dicen que si ignoras que te pica deja de picarte pero que si te rascas te pica más. Inconscientemente se llevó una mano a los ojos, perecía que le había entrado algo que le molestaba y antes de que se diera cuenta estaba frotándoselos, además, seguro que le había entrado algo porque los sentía extraños, sobretodo el derecho.
- Neji tiene razón - hablaba Iruka - Si colaboráis con las propuestas de los profesores se tendrá en cuenta vuestra buena disposición, es un punto a vuestro favor... Oye Ino ¿Te encuentras bien?
- Ay es que me pican los ojos, creo que me ha entrado algo, voy a echarme agua.
- No te asustes pero lo que vamos a hacer es ir al hospital.
- ¿Al hospital? - se alarmó la chica.
- ¿No te notas nada raro?
Ino miró confusa a Sakura que en ese momento dio una pequeña exclamación.
- ¿Qué pasa? - se alarmó aún más Ino.
- ¿De veras no te notas nada, ttebayo? - habló asustado Naruto.
- Bueno me pican las manos y tengo el ojo con una molestia que... ¿Qué me pasa?
- ¡Ino están inflada como un globo, ttebayo! ¡Sensei nos tenemos que ir ya al hospital!
- ¿Cómo que estoy inflada? ¿Dónde? ¡Necesito un espejo!
- Ya, tranquilidad, vamos a tomarnos esto con tranquilidad - habló Iruka - Voy trayendo el coche.
- ¿Ino, no serás alérgica al kiwi?
- ¿Alérgica? ¡Necesito un espejo! ¿Qué es lo que me ha pasado?
- No pasa nada, no te asustes - se acercó a ella Hinata - Ahora te pondrán un corticoide y se te pasará la alergia.
- ¡Necesito verme en el espejo!
- Casi mejor que no te veas - comentó Shino.
- ¿Estoy muy hinchada?
- Venga, no te asustes - habló Ryuko - yo una vez me hinché por comer cacahuetes, no es nada grave.
- ¿Pero por qué me pasa esto a mi? - rompió a llorar.
- Mira ya está en la puerta Iruka con el coche, yo te acompaño - dijo Sakura.
- Si, no me dejes sola, por favor.
- Yo también voy - propuso muy decidido Naruto.
- Pero Naruto... - comenzó a hablar Sasuke, quería decirle que se suponía que él tenía que acompañarle a su casa - No, nada.
- ¿Y quien acompañará a Sasuke a casa? - preguntó Gaara que se había dado cuenta de la situación.
- Es verdad, ttebayo ¡Pero yo quiero acompañar a Ino!
- Déjalo Naruto, ya voy yo - le justificó Sakura.
- ¿Y por qué no vais los tres? - habló Shikamaru - Vais al hospital donde está el hermano de Sasuke, así que vais los tres y Sasuke puede de paso estar con Itachi.
- ¡Es cierto! ¡Pero que listo eres Shikamaru, vaya que si! - se alegró Naruto - Venga Sasuke, yo te guio hasta el coche ¿A que es una buena idea?
Después de que Iruka se marchase con Ino, Sakura, Sasuke y Naruto, decidieron que lo mejor era terminar la jornada. Habían hablado mucho y llegado a muchas conclusiones, ahora lo que tenían que hacer era poner en orden todas las ideas.
- ¿Vas para casa? - preguntó Gaara a Temari al salir del instituto.
- No, me voy con Shikamaru y Akane, he quedado con Shikato.
- ¿Te vas a quedar a cenar con ellos?
- No, no creo, la verdad me da bastante apuro, van a pensar que soy una aprovechada.
- O que tus hermanos no sabemos cocinar - añadió de pronto Kankuro - ¿Sabes lo que tienes que hacer? Dile a Shikato que venga a cenar un día a casa, así comprobará que no somos tan malos cocineros.
- No tengas morro - le regañó Temari - Tu lo único que haces es meter alimentos en el robot de cocina, el trabajo lo hace el aparato.
- Ya pero me salen unos platos bien ricos.
- ¡Kankuro! ¿Te vienes? - le llamó Sumire.
- Si, voy. Pues nos vemos en casa. Sed buenos.
- Anda y ten cuidado - sonrió Temari - Yo también me marcho. Hasta mañana, Hinata.
- Hasta mañana, Temari-san.
Gaara y Hinata emprendieron el trayecto hacia casa de la chica como siempre lo hacían, andando despacio y disfrutando, como se suele decir, del camino.
Caminaban en silencio pero a Hinata no le incomodaba, estaba acostumbrada a los silencios de Neji, además sabía que Gaara no era de esas personas que se pasan el tiempo hablando, se podía decir que para Hinata el de Gaara era un silencio cómodo. Lo único que le preocupaba era que sabía que el fin de semana iba a suceder algo muy importante para él, Nagato Uzumaki les había invitado a él y a sus hermanos a comer en su casa, por lo visto quería hablar con ellos y enseñarles algo.
Esa propuesta había alterado a Gaara aunque no lo pareciese. Hinata sabía que por dentro Gaara estaba inquieto y preocupado ¿Le iría a decir ese hombre si era su padre o tenía posibilidad de serlo? Por más que Gaara se empeñaba en decir que fuera cual fuera la respuesta en realidad le daba igual, Hinata sabía que no, que algo, aunque fuera mínimo, le afectaba, que deseaba saber una respuesta, que necesitaba esa respuesta y sobretodo necesitaba saber cosas de su madre, ahora que sabía que su madre le amaba él quería saberlo todo sobre ella.
Hinata cogió con suavidad la mano de Gaara. Al notar la fría mano de la chica Gaara se sorprendió y apretó con fuerza.
- Tienes la mano helada - comentó Gaara.
- Empieza a hacer frio, ya llega el invierno.
- Y pronto será tu cumpleaños.
- Si.
- El primer cumpleaños que pasaremos juntos.
- Si - contestó sintiendo como el calor comenzaba a acumularse en sus orejas.
- Intentaré hacer que sea el mejor de tu vida.
Hinata no se atrevió a decir nada, no sabía que decir.
- Ah... yo... - comenzó a decir.
- No digas nada, no hace falta que digas nada, solo camina a mi lado, es lo único que pido, que estés a mi lado, no delante de mi, ni detrás, solo a mi lado.
Cuanto cambia la vida... hacía un año Gaara se torturaba a sí mismo diciéndose que tenía que olvidarse de Hinata y ahora la tenía a su lado, cogida de la mano... Quizás el universo le compensaba de esa forma por la infancia tan infeliz que tuvo.