viernes, 12 de septiembre de 2014

195. Shikamaru, el consejero (1ª parte)

- Oye Temari - preguntaba Sumire mientras subían las escaleras junto con el resto de los alumnos - Entonces ¿Hoy no va a venir Kankuro al instituto?
- No, imposible. Ya sabes que ha ido acompañando a Gaara que va a hacerse unas pruebas y no van a volver hasta tarde.
- ¿Tantas pruebas son?
- No, muchas no son pero son en el hospital de Tokyo y no son seguidas.
- ¿Hoy no vienen Kankuro ni Gaara al instituto? - se interesó Tobi.
- No - contestó Temari mirándole confusa - Hoy no vienen.
- ¿Entonces Tobi puede comer con Sumire-san?
- Pues claro, pero puedes comer conmigo cualquier día ¿Es que Kankuro te da miedo o qué?
- Pues sí, a Tobi le asustan los hermanos Subaku, le miran mal.
- ¡Anda ya! Kankuro no mira mal a nadie - negó Sumire.
- Uh que no - intervino Jisei - Y espera a que se entere de esta extraña amistad entre vosotros, se va a poner de lo más celoso.
- Pero si Kankuro no es celoso - contrarió Sumire.
- Kankuro está hasta las narices de tus moscones - añadió Ryuko - Te salen demasiados moscones a tu alrededor.
- Ala que mentira, yo no tengo moscones ¿A que no Tobi?
- Tobi no es un moscón, Tobi no quiere quitarle la novia a Kankuro, Tobi solo quiere tener amigas ¿Podemos ser amigos Sumire-san?
- ¡Pues claro! Hoy comemos juntos y así podemos hablar de alienígenas y fantasmas, cosas que los demás no entienden porque no tienen una mente abierta.
- Madre mía - se lamentó Shikamaru - Vaya dos.
Nadie se fiaba mucho de Tobi, era cierto, pero tampoco estaba haciendo nada malo y todos, sin hablar entre ellos, parecían haber llegado a la misma conclusión, no iban a ponerse en plan protector y negar que Sumire hablase con él porque así no conseguirían nada salvo molestar a la chica, así que le dejarían continuar con ese comportamiento pero le vigilarían.
- Oye Jisei - habló en voz baja Ryuko poniéndose al lado de su compañera ya caminando por el pasillo - ¿Tú te fías?
- Es que no veo nada raro en él, su aura es limpia, no detecto ninguna doble intención, no titubea, no parece esconder nada... no se... no parece querer nada de Sumire, ni de ninguno de nosotros.
- Mira que Sumire a veces se emociona enseguida y resulta un poco crédula, a ver si te están fallando ahora las auras, tú me dijiste que a Iruka no podías verle el aura, lo mismo es lo que te pasa con Tobi.
- No, no es eso, a Iruka no se la detecto pero a Tobi si y te digo que no es un aura que me haga sospechar.
- Uy que raro - Ryuko la miró de reojo - Pues no creo que Kankuro opine lo mismo que tú, seguro.
Cada cual llegó a su aula. Shikamaru se sentó en su sitio y sacó el libro de Literatura, la asignatura que ahora le tocaba, miró el reloj, iban con retraso, los profesores habían tardado hoy más de lo habitual en abrir las aulas, esta vez no había sido culpa de los alumnos.
- Buenos días, Shikamaru - le saludó Haku.
- Buenos días, Haku - Shikamaru se quedó mirándole perplejo.
- ¿Sucede algo?
- Tienes cara de no haber dormido bien.
- Pues como tú.
- Buenos días, chicos - dijo entrando en la case el profesor suplente de Literatura, un hombre de piel oscura y pelo blanco que, según las chicas de la clase, "se conservaba muy bien y tenía algo que le hacía interesante"
- Darui-sensei - se quejó Sora levantándose - ¿Cómo pretendéis que nos acostumbremos a ser puntuales si nuestros profesores no lo son?
- No lo sé Sora, dímelo tú. Lo siento pero los profesores hemos tenido hoy una reunión y además... - miró hacia la puerta - pasa Naruto, no te quedes en la puerta
Naruto entró sonriente en el aula y buscó con la mirada a Shikamaru, al encontrarle sonrió aún más abiertamente.
- ¿Qué haces por aquí, perdedor? - dijo en tono de burla Sora.
- Naruto viene a hacer un examen, así que procurar no molestarle. Ve a sentarte en una de esas mesas del fondo y vosotros ni se os ocurra mirarle.
- ¿No podemos ni mirar? - se quejó Omoi.
- Es para que no le soplemos nada - gruñó Karui.
Naruto se sentó y el profesor le dio un par de hojas que sacó de una carpeta.
- Toma, si tienes algún problema me avisas.
- ¿Y si no me da tiempo a terminarlo, ttebayo?
- Creo que si te dará tiempo.
- Pero es que me queda menos de una hora, vaya que sí.
- Pues no te agobies, te vendrás conmigo a la siguiente clase.
Terminó la clase y Naruto y el profesor se marcharon. Shikamaru cerró su libro y se llevó los dedos índice y pulgar de la mano derecha al puente de su nariz, presionando.
Tenía bastante sueño, quizás pudiera echarse una cabezadita como hacía antes. Puso los brazos encima de la mesa y apoyó la cabeza en ellos.
Apenas había cerrado los ojos cuando una voz y una mano moviéndole el hombro le sobresaltaron.
- ¿Shikamaru?
- Eh? ¿Qué pasa? - levantó la cabeza bruscamente para ver a Temari mirándole.
- ¿Otra vez durmiendo?
- Mendokusei, tengo sueño.
- Si durmieras por las noches no te pasaría
- Bah, ¿qué quieres?
- Hablar contigo. ¿Podemos Ten-Ten y yo comer contigo?
- Si... bueno... ahora que recuerdo le he dicho a Jisei y Konan que comeríamos Shino y yo con ellas, por lo visto quieren contarnos algo. Venid vosotras también.
- No, mejor no, no nuestro es algo privado y lo mismo lo suyo también, por lo que parece. Pues entonces hablamos después de clases. ¿Después de clases puedes acompañarnos o tu agenda está ocupada?
- Mendokusei, mirad que sois problemáticas las mujeres.
- ¡Shikamaru! ¡Haku! - interrumpió de golpe Omoi - ¿Verdad que es buena idea que pongamos muérdago en el aula?
- ¿Por qué no dejas de decir estupideces? - gritó Karui.
- El muérdago es una bonita tradición, una tradición amistosa y llena de amor y quienes somos nosotros para acabar con las tradiciones, a las chicas les gusta, es su oportunidad de besar al chico que les gusta, imagínate, quizás haya alguna soñando con que yo la bese y deseando en su interior que pongamos muérdago y pararse debajo y que yo la vea y...
- Deja de soñar despierto o mi pudo será lo que te encuentres.
Karui le cogió del cuello y se lo llevó de allí a la fuerza.
- ¿Tradición de dónde? - se preguntó Temari - Es curioso como adoptamos las tradiciones que nos convienen. Entonces quedamos en eso, Shika?
- Ahhhhhhhhhhhhhh - se quejó el chico dejando caer la cabeza sobre sus manos - Lo había olvidado completamente, mendokuseeeeeei.
- ¿El qué habías olvidado?
- Que este sábado tenemos que adornar el instituto, mierda, mierda, mierda... Le había dicho a Akane que el viernes, en cuanto llegara al pueblo, la iba a acompañar a la matrona.
- ¿A la matrona?
- Si, como esta en el pueblo va a hacer el curso ese allí y la matrona quiere que vaya para que aprenda como tengo que actuar cuando se ponga de parto... mendokusei, supongo que no puedo enviar a Shikato en mi lugar.
- Y que además te fastidia porque estás deseando ver a Akane. Que no engañas a nadie, criatura.
- Todo es muy problemático.
- Pero no hace falta que vengas el sábado, podremos apañárnoslas sin ti.
- Soy el director de la obra, ya es bastante con que no venga Akane, no voy a faltar yo también, además tampoco vendrá Ino, ni Sasuke y seguramente, lo mismo ni Sakura.
- Seguimos siendo suficientes para lo que hay que hacer.
- No veo muy apropiado por irme al pueblo.
- Tonto, tienes que cuidar a Akane, todos lo entenderán pero mira, mejor de eso hablamos mañana en el ensayo, a ver que dicen la mayoría.
El timbre indicó que comenzaba la nueva clase, tras recordar a Shikamaru que Ten-Ten y ella le acompañarían al terminar el instituto, Temari se marchó a su aula.
Y así pasó otra clase y en el nuevo descanso, Shikamaru intentó de nuevo volver a echarse esa cabezadita.
- Te veo agotado - comentó Haku.
- Estoy agotado - confirmó Shikamaru - Pero tú tampoco pareces muy animado.
- Es que tengo la cabeza hecha un lio
Algo le decía a Shikamaru que si le preguntaba se iba a iniciar una charla sobre el problema de Haku, parecía que este día iba a ser un día de escuchar bastante, desde luego a veces las estrellas se alinean de la forma más extraña pero aunque le daba una pereza enorme y desde luego era más apetecible echarse una cabezadita, Shikamaru era siempre un chico considerado que no daba la espalda a sus amigos, así que, sacrificaría su cabezadita, a fin de cuentas Haku parecía estar deseoso de hablar y aunque fuera problemático 'el sabia escuchar
-¿Problemas con los estudios?
Preguntarle directamente por los problemas emocionales de Haku le pareció algo poco educado.
- Más bien son cosas... son cosas mías.
- Ya, bueno, no quería ser indiscreto.
- Es que tengo un problema, es algo que no se me quita de la cabeza.
- Entiendo. A veces las cosas se quedan dando vueltas y no nos dejan concentrarnos en otras cosas.
- ¿Te has dado cuenta de que Hanakiri lleva más de una semana sin venir al instituto?
- ¿Misaki? Sí, me había dado cuenta, sí.
- Estoy preocupado. Nadie quiere decirme donde está.
Shikamaru miró con interés a Haku, desde luego que sabía que Misaki parecía haber desaparecido, no se sabía lo que le pasaba ni a que se debía su ausencia, Sai también había comentado varias veces su preocupación y también sabía que tenía algo que ver con el hecho de que su madre era pareja de Orochimaru y que por lo visto ni ella, ni Misaki estaban en su casa, quizás se habrían mudado.
Haku comenzó a resumir a Shikamaru todo lo que 'el sabía y que por otro lado Shikamaru de alguna forma suponía. Le habló de los malos tratos de Orochimaru y Shikamaru le escuchó atentamente, comparando la versión que Haku le estaba dando con los datos que ya tenía ya que de alguna forma u otra Sai e incluso el propio Misaki le había proporcionado.
El descanso entre clases no duraba tanto y Haku tuvo que interrumpir la conversación dejando a Shikamaru intrigado. Al finalizar la siguiente clase Haku continuó y fue cuando proporcionó un dato importante, Haku y Misaki habían visto a Kakashi en actitud bastante amorosa con la madre del segundo.
- Sé que Kakashi sabe algo, nosotros le vimos el sábado y justo el lunes desaparecen ella y Misaki pero no me quiere decir nada, es más, creo que me evita.
-¿Kakashi vio que tú le habías visto?
- No pero... yo solo quiero que me digan donde está Misaki o que al menos me digan que está bien.
- Si Orochimaru maltrataba a Misaki lo más probable es que también lo hiciese con su madre y entonces quizás Kakashi y los otros profesores estén encubriéndolos, me refiero a que todo indica que la madre de Misaki ha huido de Orochimaru y no quieren que este les localice. Creo recordar que la semana pasada, durante los deportes, Orochimaru estuvo en el instituto.
- Si, sí que lo estuvo.
- Probablemente para lo mismo que tú, buscar información sobre donde estaban. Si lo que creemos es cierto entonces no van a decirte nada por más que insistas. Están protegiéndolos.
- Pero yo necesito saber que... Shikamaru ponte en mi lugar, puedo entender que los estén protegiendo pero ponte en mi lugar, imagínate que Misaki es Akane, que sabes que la pareja de su madre la maltrata y de pronto desaparece, no sabes nada de ella y nadie quiere decirte nada, ¿qué harías?
- La buscaría por donde fuera - respondió con bastante seriedad.
Aunque fuera muy lógica la actitud de los profesores podía comprender perfectamente a Haku. Respiró hondo y cerró los ojos, necesitaba procesar todo lo que Haku le había contado porque había algo que le sonaba familiar y tenía que encontrarlo.
- ¿Te has dormido? - preguntó Haku después de unos segundos de silencio.
Shikamaru abrió los ojos.
- Ya lo tengo. Quizás lo que debes hacer es no preguntar a Kakashi de forma directa, si no hacerlo de forma indirecta.
- ¿Qué quieres decir?
- Que está claro que no te va a decir donde esta Misaki, ni él, ni Tsunade así que debes buscar un camino alternativo. Yo en tu lugar hablaría con algún otro profesor, algún profesor que sea amigo de Kakashi, por supuesto no le diría nada de lo que se de Kakashi, simplemente le comentaría lo preocupado que estoy.
- ¿Y eso de que va a servir?
- Pues de mucho. Si alguno de ellos sabe algo de alguna forma te hará saber que no tienes que preocuparte, si entonces le comentas que vas a hablar con Orochimaru seguro que intentaría impedírtelo y hablaría con Kakashi. Si están protegiendo a Misaki y a su madre les preocuparía que tú hables con Orochimaru. Yo hubiese hablado con Asuma, tengo confianza con él pero no es buena opción en estos momentos porque está demasiado ocupado con su reciente paternidad... lo mejor es que hables con Iruka.
- ¿Iruka?
Iruka era perfecto y Shikamaru lo sabía. No es que Shikamaru supiese que Iruka conocía los detalles de toda aquella historia pero presentía que así era. Iruka tenía una relación que pocos conocían con Jisei y a su vez esta parecía estar informada de "algo" más que el resto de sus compañeros. La ausencia de Misaki no era un tema que pasase desapercibido, más aun teniendo en cuenta que Sai y él eran amigos y el propio Sai también parecía preocupado por esa ausencia pero Jisei siempre terminaba todos los comentarios diciendo que Misaki estaba bien, solía dar algún tipo de explicación vaga y medio mística que no se comprendía muy bien pero que convencía a todo el mundo de que esa ausencia no era nada sospechosa y que ella no tenía ningún tipo de presentimiento malo y si ella no presentía nada malo pues es que no pasaba nada malo... y todo el mundo la creía, como no iban a creerla si cuando Sakura desapareció ella lo presintió, dijo que tenía una mala sensación y más acertada no pudo estar... después de aquello no había quien dudase de sus "premoniciones".
Shikamaru no era de los que creía en premoniciones pero si creía en analizar los detalles y analizando cómo se comportaba Jisei llegaba a la conclusión de que sabía algo que los demás ignoraban y ahora, tras hablar con Haku y teniendo en cuenta la relación de Jisei con Iruka, estaba más que convencido de que era algo relacionado con Kakashi.
- Si, Iruka... tú habla con Iruka.
Haku se quedó analizando lo que Shikamaru le había dicho. Hablar con Iruka le parecía un poco extraño ¿Realmente Iruka iba a ayudarle? Aunque puede que Shikamaru tuviese razón y si Kakashi y él eran amigos lo más probable es que supiese lo de Kakashi y la madre de Misaki pero ¿Y cómo hablaba con Iruka? ¿Con que pretexto si Iruka no era tutor suyo?
No volvieron a hablar más del tema, una nueva clase comenzó y al terminar ya era la hora de la comida. Shikamaru guardaba sus libros cuando vio a Jisei en la puerta de su aula.
- Mendokusei - se lamentó - Seguro que piensa que me he olvidado... mujeres. Voy a comer con Jisei, algo me quiere contar – le dijo a Haku – Si quieres luego seguimos charlando.
- No, no te preocupes, ya tengo claro lo que voy a hacer.
- Estupendo.
Antes de que Shikamaru saliese ya había entrado Jisei y acercado a él. Parecía tener prisa y llevaba unos folios en una de sus manos.
- Shikamaru, mira, vamos a comer en mi aula, va para allá, es que yo tengo algo que hacer, enseguida llego.
Casi no dio tiempo a Shikamaru a decir nada. Jisei se dio la vuelta y salió de allí. Miró su reloj mientras casi corría por los pasillos.
- ¡Iruka-sensei! – habló en voz alta llamando la atención del profesor que se disponía a bajar las escaleras.
- ¿Qué te sucede, Nagashiyama?
- Tengo que hablar contigo sobre el examen – contestó llegando hasta él.
- Si quieres una revisión de la nota tendrás que venir al despacho después de clases.
- No es eso, es que no me lo has corregido – Jisei casi le pegó con los folios - ¿De qué vas, sensei?
- ¿Qué no…? – hablaba mientras revisaba el examen – Vaya, pues es cierto, no lo he corregido, se me habrá pasado. Ven, acompáñame un momento a secretaría.
Jisei siguió en silencio a Iruka a través de pasillos y escaleras hasta llegar frente a una puerta donde encima de ella podía leerse "secretaría de estudios". Iruka abrió la puerta y comprobó que no había nadie dentro.
- Pasa, vamos a solucionar esto.
Era un despacho amplio con dos mesas de despacho, varias sillas y archivadores. Iruka dejó el examen encima de una de las mesas, cogió un bolígrafo rojo y parecía empezar a corregirlo.
- ¿Pero se puede saber a qué juegas, Iruka?
- Quería hablar contigo – respondió sin levantar la vista del exámen.
- Te vas a meter en un lio.
- Dime que es eso de que has pedido tu traslado al St. Madelein.
- Siento no habértelo dicho pero es que pensé que era mejor que no lo supieras, así te pillaría de sorpresa y no tendrías que disimular.
- ¡Pero se supone que somos… algo! ¿Cómo no me cuentas tus planes?
- Pues igual que tu no me cuentas los tuyos. Iruka, esta fin de semana he intentado hablar contigo pero entre unas cosas y otras no he podido… quería decirte que sé por qué no quieres trasladarte a Sapporo.
- Jisei ya hemos hablado de eso, pero no importa porque ya he escrito mi carta aceptando.
- ¿Qué? – casi gritó - ¿Estás loco?
- ¿No era lo que querías?
- No… bueno si, pero no, ahora ya no quiero.
- Llevas… semanas diciéndome que tengo que aceptar.
- Pero eso era antes de saber… de saber lo importante que es para ti estar en Konoha… con tu familia. Iruka ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dijiste que mi familia era tu familia y que no querías alejarte de nosotros, de tus amigos? ¿Por qué me dejaste creer que no te ibas por mi culpa?
- Es que tú eres parte de todo lo que no quiero dejar. Jisei, yo…
- ¿Por qué no me hablaste de tu soledad? Nunca me cuentas cosas de ti ¿Es que no tienes confianza conmigo?
- No, no es eso, es… no quería darte pena.
- Iruka…
- Yo no quiero que la gente sienta compasión hacia mí. Tú tienes un gran corazón y…
- ¿Te daba miedo que siguiese contigo por pena?
- Algo así.
- ¿Y por eso dejaste que me sintiese culpable de que no aceptases ese puesto?
- No… no… no es eso… Nunca te mentí al decirte lo importante que eres para mí y que no quiero perderte.
- Pero yo me sentía como que te impedía alcanzar tus sueños.
- Mi sueño es sentirme parte de una familia, como cuando estoy con la familia de Naruto, con Kakashi o con la tuya. Lo siento Jisei, no soy bueno hablando de mí, tendría que haber hablado contigo pero… me daba apuro.
- Nunca estaría contigo por compasión. Iruka – se acercó a él y puso sus manos en la cara del profesor – Mírame… no soy una hipócrita, nunca lo he sido y no podría seguir contigo solo por compasión.
- Bueno, ya me he decidido a marcharme. Siento que te estoy agobiando mucho, no quiero que te sientas presionada por mí.
- Que tonto eres – sonrió meneando la cabeza – No hace falta que te marches, ya me marcho yo – Iruka la miró asustado – Al St. Madeleine.
- Eso, que yo quería que me aclarases ese tema ¿De pronto te has vuelto católica?
- Iruka, no soporto estar cerca de ti y no sonreírte, estar a tu lado y no coger tu mano, no voy a soportar otro curso más disimulando, evitando miradas…
- Con miedo a que mi sonrisa me delate – continuó Iruka hablando – Pensando todo lo que digo no vaya a ser que se me escape algo… si, es un poco agobiante.
- No hace falta que tú te alejes, lo haré yo.
- Toma tu examen. Más te vale que te apliques, en el St. Madelein exigen mucho más.

- Un notable, no está nada mal.
- ¿Y tus amigos? ¿Te has dado cuenta de que vas a estar sola?
- Solo durante lo que duran las clases, después podremos salir, Iruka, podremos salir – miró de nuevo su reloj y pareció sorprenderse - Mira, luego hablamos, ahora tengo que ir que he quedado con Shikamaru y Shino, tengo que decirles algo importante. Luego hablamos.
Sin que Iruka pudiese reaccionar Jisei puso un pequeño beso en su mejilla y se marchó a toda prisa de allí.