sábado, 13 de septiembre de 2014

200. No es lo que parece

Akane, sentada en una de las sillas de madera del comedor, tenía las manos juntas encima de la mesa y la cabeza apoyada en ellas mientras las abuela de Shikamaru dividía su pelo en cuatro partes y ataba cada una de ellas con un coletero.
Levantó la cabeza y se vio reflejada en un gran espejo con marco dorado que presidía una de las paredes y no pudo evitar sonreír.
- Parezco Temari – dijo moviendo la cabeza y haciendo que las coletas se balanceasen.
- Así será más cómodo acaba con esos condenados y sus huevos. Vamos a ir por zonas y verás que pronto acabamos.
- ¿Crees que esto va a funcionar? – preguntaba mirando como la abuela mezclaba unos productos que había echado en un pequeño bol con una especie de espátula pequeña.
- Claro que sí, lo único es que va a ser un poco lento.
- Seguro que vosotras ya no tenéis piojos.
- Pero era un producto muy fuerte y mejor no nos arriesgamos, no vaya a ser que nos salgan unos niños con cara de alelados. Esto es lento pero creo que funcionara. Primero voy a frotarte el pelo con esta loción, es para ablandar las liendres y que salgan mejor.
- Menudo royo.
- No te quejes tanto, solo son piojos ¿Qué es lo que te pasa que estás tan mustia?
- Le he dicho a Shikamaru que no venga el fin de semana.
- ¿Y por qué le has dicho eso?
- Me lo ha dicho Yoshino, dice que necesita descansar y que le dijera que no viniese y se quedase en Konoha.
- ¿Yoshino te ha dicho eso?
- Si y como es su madre pues he supuesto que es lo mejor para Shikamaru, total, es su madre y solo quiere lo mejor para él.
- Pues no sé yo… Shikamaru es como su abuelo, lo mismo si se queda en Konoha se estresa más.
- ¿Tú crees?
- Seguro que está deseando venir a verte.
- Le he dicho que aproveche para divertirse un poco. Tendré que llamar a Chouji y pedirle que se ocupe de que salga.
- ¿Te sientes muy sola aquí?
- No, que va, no me siento nada sola.
- Entonces es que te aburres.
- No… bueno, es que no estoy acostumbrada a no hacer nada pero no me aburro. La abuela Shikami me cuenta muchas historias y mira ¿Has visto lo que estoy haciendo?
Akane alargó los brazos y atrajo hacia si una caja que había sobre la mesa, era algo más grande que una caja de zapatos y la destapó.
- Eso quería preguntarte, me tiene intrigada.
- Es una caja de recuerdos. Una caja de recuerdos de Shikamaru y míos. El otro día vi el álbum de fotos de la boda de Yoshino y Shikaku y me di cuenta de que nosotros no tenemos, nuestra boda fue más bien… bueno, no fue una boda, solo un trámite.
- Pero eso algún día cambiará, al menos eso espero, que dentro de unos años queráis hacer una bonita celebración.
- El caso es que también me di cuenta de que no tenemos nada que sean recuerdos nuestros, algo para enseñar y decidí hacerlo con lo que he encontrado. Aún tengo que forrar la caja, quisiera encontrar un papel azul y blanco, como si fuera el cielo y las nueves que le gusta tanto mirar a él y luego pondré estas dos fotos. Mira.
Akane le mostraba dos fotos, en una de ellas se veía a Shikamaru con un año y vestido con un disfraz de ciervo y en la otra una pequeña y sonriente Akane.
- ¿Esta eres tú de pequeña? Eras preciosa.
- Y mira, estoy haciendo un álbum. Esta es la primera foto que tenemos juntos.
Akane sacó una cartulina roja donde había pegado una foto de varios niños pequeños en lo que parecía una excursión escolar y había pegado pequeñas flores alrededor.
- Este es Shikamaru ¿lo ves? Y esta soy yo. Fue una vez que fuimos con el colegio al zoo.
- ¿Esta eres tú? ¿Estás segura? Pero estáis muy separados.
- Pero es la primera foto en la que estamos los dos, la encontré por casualidad y me hizo ilusión. Mira, aquí está Shikamaru con Kiba, Naruto y Chouji y en esta otra con Ino y Chouji, me las ha dado Yoshino y aquí – Akane iba sacando cartulinas con fotos pegadas y adornadas con diferentes dibujos – estoy yo con mis amigas Ryuko y Jisei en un festival de verano ¿A que estamos guapas con nuestros kimonos? Yo estaba muy feliz.
- ¿Esto qué es? – señaló una flor de tela pegada en la cartulina.
- Es una flor que Ryuko me hizo, me la puse en el pelo… me trae muchos recuerdos. Y esta foto es del cumpleaños de Ryuko hace dos años, aquí ya estamos más juntos, fuimos al cine y esta es la entrada – señaló un trozo de papel pegado en la cartulina.
- ¿Y esta? – la abuela sacó otra cartulina con una foto de Shikamaru y Akane en bañador frente a una piscina y con otro trozo de papel pegado.
- Esta es la primera vez que fuimos a la piscina todos juntos y esta es la entrada y aquí estamos con Naruto, Hinata, Neji y Gaara el día del cumpleaños de Naruto. Ese día hizo mucho viento y mi pelo era un desastre, Shikamaru se quitó su coletero y me lo dio ¿ves? Es este – señaló el coletero pegado bajo la foto - Y esta foto es de las Navidades de hace dos años, estamos con Chouji y Ryuko y esto es un trozo de muérdago que había en la puerta de clase cuando Shikamaru me dio el primer beso.
- ¿Ese fue vuestro primer beso? ¿Bajo el muérdago? Entonces no es un beso de verdad.
- Pero para mí fue muy importante. Me costó mucho convencer a Ino para que tuviese la idea de poner el muérdago a ver si la besaba un chico, tenía que parecer que era idea suya porque no quería asustar a Shikamaru y que pensase que quería besarle, que si era lo que quería, pero al final fue él quien me besó.
- No te entiendo, hablas demasiado deprisa.
- Es igual. Mira, esta foto es de San Valentín. Hice bombones para todos mis amigos y aquí están Shikamaru y Chouji enseñando los suyos. Yo se los da a Shikamaru pero luego él me los dio a mí… es que me gusta mucho el chocolate. Y esta es uno de los envoltorios.
- Esto no es una foto – sacó otra cartulina con un papel dibujado en ella.
- Si, es un dibujo, lo he hecho yo, somos Shika y yo tumbados mirando las nubes el día que le dije que me gustaba… es que no tenemos foto… y este es un pétalo que cogí ese día. Esta foto es del club de ajedrez, me apunté para estar con él.
- Y robaste una pieza de shogi – rio la abuela al verla pegada – Tienes muchas cosas y muchos recuerdos ¿Es que lo guardas todo?
- Pues claro, son cosas importantes, representan parte de nuestra historia y son… son cosas que me recuerdan a Shikamaru.
- Akane…
- ¿Si?
- A mi Shikamaru me ha dicho que tú eras enemiga del amor y que estabas en contra y que le costó mucho "cortejarte".
- Sí, es cierto.
- Pero sin embargo tienes montones de recuerdos y son… tan románticos ¿Estás segura de que odiabas a Shikamaru?
- No – sonrió – Al principio no le odiaba, yo… a mí me gustaba mucho Shkamaru… él nunca se fijaba en mi pero a mí siempre me gustó, era tan listo… no era el más guapo pero… es que siempre pensé que era un genio que podría hacer cosas maravillosas, descubrimientos o algo grande.
- ¿Y nunca se lo has dicho?
- Bueno, le dije que me gustaba. Fui yo quien se lo dijo. Es que no podía decírselo antes porque se lo prometí a Ryuko.
- ¿Qué le prometiste?
- Que no coquetearía con él. Ryuko tenía miedo de que Chouji pensase que éramos sus amigos porque yo quería salir con Shikamaru… paranoias que tenía, así que me tiré casi un año haciendo el tonto detrás de él pero con disimulo, para que no se sintiese acosado, incluso fingí querer ayudarle a que se ligase a una chica que le gustase, mentira, solo quería ganarme su amistad.
- ¿Y esto? – sacó otra cartulina con otro dibujo.
- Es un dibujo de Shikamaru el día que se puso enfermo con anginas. Estuve cuidándole toda la noche.
- Conservas tantas cosas… eres la persona más romántica que he conocido nunca, es que lo guardas todo y todo tiene un recuerdo.
- Claro, son cosas de Shikamaru, son recuerdos maravillosos. Mira, este dibujo es de cuando nos quedamos encerrados en un ascensor, yo soy claustrofóbica y él lo sabía y yo estaba a punto de entrar en pánico y entonces él empezó una discusión, me enfadó mucho pero lo hizo porque mientras discutíamos yo me olvidé de que estaba encerrada en ese lugar tan pequeño… ¿No es… bonito?
- ¿Y por qué si guardas estas cosas te costó tanto aceptar a Shikamaru? ¿Por qué se lo has puesto todo tan difícil?
- Porque tenía miedo a que me abandonase. Casi todo el mundo me ha abandonado porque soy muy maniática y tengo mal genio y no soporto los rechazos, me aterra fallar y no ser lo que se espera de mí y que me dejen. Tenía miedo a ilusionarme y me costó mucho decirle que me gustaba y entonces pasó que… me sentí abandonada… por eso no quería volver a saber nada de él.
- Pero seguías guardando recuerdos. Esta foto es de cuando estuvisteis de acampada este año.
- Si pero no sé por qué lo hacía, supongo que por costumbre o quizás por recordar el dolor que sentí. Creo que soy muy masoquista, no quería olvidar lo mal que lo pasé para no volver a enamorarme.
- ¿Lo pasaste muy mal?
- Mucho. Ahora sé que él también lo pasó mal pero yo… no podía perdonarlo.
- ¿Qué pasó?
- Temari le pidió una cita y él accedió.
- ¿Temari?
- Si y lo peor es que quedaron el mismo día que había quedado conmigo y yo me enteré y me sentí como una tonta.
- Supongo que discutiríais de lo lindo.
- Que va, no discutimos nada. No hablamos. No quise hablar con él, ni escucharle. También es cierto que yo me refugié en Shino y él pensó que… bueno, que prefería a Shino… fue un terrible malentendido. Si hubiésemos hablado, si hubiésemos discutido seguramente nos habríamos evitado mucho dolor, pero no, yo soy así, rencorosa y… cabezota y no quise escucharle y tampoco explicarle nada. Puse una barrera entre nosotros y no le dejé acercarse.
- Pero él no paró hasta que hizo una grieta en esa barrera ¿A que lo he adivinado?
- Pues sí, eso pasó. Por eso digo que Shikamaru es increíble, otro me hubiera mandado a freír espárragos y no se habría complicado tanto.
- Pero él es una Nara. Akane, querida, Shikamaru es igualito que su abuelo. Yo también se lo puse difícil-
- ¿A si?
- Si, bastante difícil. Para mi él no era más que un niño mimado, además ere el hijo de los Nara, que eran los dueños de los terrenos, me parecía que todo lo tenía fácil.
- ¿Pero te gustaba?
- Vaya que sique me gustaba. No sabía por qué pero me gustaba, creo que era por como sonreía cuando me miraba pero yo no podía decir que me gustaba, ni acercarme a él porque ya te he dicho que sus padres eran importantes y si decía a mis amigas que me gustaban empezarían a llamarme cosas muy desagradables.
- Ah entiendo, cosas como que eras una "busca- fortunas"
- Eso es decirlo suavemente. Me podrían de buscona para arriba. Así que yo lo alejaba de mí y le decía que no me rondase más. Tienes que darte cuenta de que de eso hace ya casi 50 años, eran otros tiempos y la honra de mi familia dependía en parte de la mía. Él era hijo del dueño de las tierras y yo la hija de uno de los trabajadores… pero, pero él era como Shikamaru, muy insistente y cada vez que yo le rechazaba sonreía, se metía las manos en los bolsillos, ladeaba la cabeza y me decía "no importa, la próxima vez quizás lo consiga".
- Era insistente.
- Muy insistente.
La abuela hablaba mientras pasaba la lendrera con el pelo de Akane y retiraba las liendres y los piojos que quedaban pegadas en ella. Era un trabajo laborioso porque tenía bastantes liendres, aunque por suerte después de echarle el producto que le habían dado en el laboratorio estas salían con facilidad. De pronto se detuvo y se quedó mirando preocupada el pelo de la chica ¿no parecía distinto? Según se iba secando el color que presentaba era como diferente, no era su color naranja habitual… ¡Se le estaba decolorando!
¿Y qué hacía? Si se mostraba nerviosa pondría nerviosa a su vez a Akane, mejor no la alarmaría, quizás era la luz, o a lo mejor es que tenía que secarse del todo… no, no, el pelo de Akane estaba cambiando de color y no cambiaba a un color bonito, era como una naranja desteñido y ni siquiera de forma uniforme, tenía como rodales y trozos más amarillos, pero de un amarillo feo… bueno, quizás cuando se secase del todo no quedaba tan horrible, mejor seguiría quitando las liendres y luego le lavaría el pelo, con suerte se pondrá tan contenta de no tener piojos que lo mismo le da igual el color, quizás hasta a lo mejor quedaba de un color bonito, ahora que recordaba ella se quejaba del color de su pelo, quien sabe, podría hasta gustarle.
Shikamaru dejaba lentamente su taza de café encima de la mesa.
- ¿Estás muy enfadado, ttebayo? – preguntaba Naruto impaciente.
- No. Estoy bien. Solo me has dicho que mi hermana está coqueteando con un tipo asqueroso que es como 8 años mayor que ella, tampoco es tan grave.
- ¡Pues yo no estaría bien, ttebayo!
- ¡Pues claro que no estoy bien! ¡Mi hermana tiene 15 años! ¿En que está pensando? Espera… está pensando con su vagina.
- Pues te veo demasiado calmado ¿De veras estás bien?
- No Naruto, no estoy bien, es que no… no puedo con todo esto, me siento superado, todo es como… estoy desbordado.
- A lo mejor es que no has entendido bien quien es el tipo ese.
- Se quién es ese tipo. Es Hidan, ya me lo has dicho. Es el capullo que vino a mi casa y dijo que follarse a una embarazada debía ser una gozada. El mismo que según Shino hizo daño a la hermana de Akane, o sea, un hijo***a y yo ahora no se si tengo ganas de enfadarme con Chiharu o… no sé, es que no se, me siento bloqueado, no… no puedo.
- Que extraño, creía que tú nunca te bloqueabas.
- Es que he tenido un día agotador. Jisei y Konan están preocupadas por Sasori y luego Temari y Ten-Ten me piden ayuda con lo de Neji y mi cabeza empieza a trabajar y a pensar y no lo puedo evitar, empiezo a unir piezas y todo parece encajar pero ahora vienes tú y me dices esto y Akane dice que no vaya a verla al pueblo y… ahora mismo tengo tantos datos en mi cabeza que creo que me va a estallar y no sé, no sé cómo plantearme lo que me has dicho de Chiharu, es que de pronto me siento inútil, no me va a escuchar y… ¿Qué hago? ¿Voy a por ese bruto y me enfrento a él? Si hago eso tendré las de perder y Chiharu se enfadará conmigo, seguramente lo único que consiga sea lanzarla más a sus brazos… No. Tengo que pensar, tengo que pensar pero no puedo, te tengo a ti en mi cabeza, a Kiba, a Neji, a Akane, a Haku… creo que me voy a volver loco.
Naruto se quedó muy serio y le miró fijamente.
- ¿Shikamaru?... Dime una cosa… ¿Todos hemos ido a pedirte consejo a ti? ¿Todos estamos contándote nuestras preocupaciones?
- Lo que acabas de decirme ahora es más importante que una preocupación. Es mi hermana y yo no sé por qué no puedo pensar… tengo que concentrarme, tengo que concentrarme.
Naruto empezaba a preocuparse por Shikamaru, no recordaba haberle visto nunca tan agobiado y Shikamaru intentaba concentrarse en lo que era verdaderamente importante. Ninguno de los dos prestó atención a la puerta de la casa que se abría y alguien entraba.
- Quizás deberías dejar ese tema a tu padre – habló muy serio Shikaku desde la puerta de la cocina.
- ¿Ya estás aquí? – se sobresaltó Shikamaru - ¿No es muy pronto?
- Es que me han dicho que mi familia me necesita. No te preocupes Shikamaru, Chiharu es mi hija y soy yo quien debe ocuparse de ese tema.
- Pero tú no sabes…
- Se lo suficiente. Que está tonteando con un hombre mayor y que parece no tener buenas intenciones. No es la primera vez que pasa, Chiharu no es la primera adolescente que se siente atraída por el hombre mayor y misterioso. ¿Está en casa?
- Está con mi hermana – contestó Naruto - ¿Es que mi padre le ha dicho algo?
- Tu padre es mi amigo y se ha preocupado. Como padre que es entiende lo preocupante que puede ser para mi esta situación.
- Pero Minako no quería meter a Chiharu en problemas, ttebayo. Lo mismo ahora se enfadará con ella por haberse ido de la lengua.
- No te preocupes, no voy a decirle a Chiharu nada que implique a tu hermana. Es más, de momento no le voy a decir que lo sé. Si me pongo en plan padre severo lo único que conseguiré será que se sienta una víctima… Me gustaría hablar con Minako ¿Crees que Minako querría ayudarme con este problema?
- ¿Qué pretendes hacer, papá?
- Hacer que Chiharu se confíe y que piense que Minako la va a ayudar.
- ¿Quieres utilizar a Minako como… espía?
- No meteré a Minako en ningún problema – explicó mirando a Naruto – Solo quiero que me tenga informado de los planes de Chiharu.
- ¿No vas a regañar a tu hija? – insistió Shikamaru.
- Tu hermana es muy pasional, si la regaño se volverá en mi contra, me verá como un padre injusto, histérico y dejara de razonar y ese hombre puede aprovecharse de eso.
- Minako… - comenzó a hablar Naruto – está muy preocupada por Chiharu, tiene miedo porque Ayesa, la prima de Akane, le ha dicho que es muy mala persona y que ha hecho algo… no lo sé muy bien pero creo que Ayesa sabe algo.
- ¿La prima de Akane?
- Si, si, Ayesa Senju.
- ¿Tenéis su teléfono? Me gustaría hablar con ella. En cuanto a Minako, también querría hablar con ella y que me contase lo que sabe. En estos casos la información es poder.
Temari sonreía mientras enviaba un mensaje a Shikato.
Era consciente de que personalmente ella tenía mucha suerte. Lo había pasado mal pero ahora se sentía tranquila y feliz, lo único es que también se sentía culpable. No podía evitar tener la sensación de ser una mala persona y de que había construido su felicidad sobre la infelicidad de Neji.
Nunca, nunca quiso hacerle daño.
Ahora se sentía más que culpable. Ya no solo por Neji, también por Hinata, porque su amiga estaba ahora en el centro de una situación absurda.
Quizás Temari no tenía tanta culpa como ella pensaba pero era esa sensación de felicidad la que hacía que la culpabilidad fuese más intensa. Quizás es que ella pensaba que no merecía ser feliz, quizás se sentía culpable por ser feliz.
Suspiró… seguramente ella estaba dramatizándolo todo… eso es lo que decía Shikato, que debía tener la regla o algo así para ponerse tan dramática y que no era para tanto, que seguro que Neji solo necesitaba un poco de tiempo… justo lo mismo que decía Shikamaru, será que los chicos solucionan las cosas así, o con tiempo o a puñetazos, que esa es otra de las propuestas de Shikato, pegarse con Neji, seguro que así después de cuatro puñetazos eran tan amigos y asunto resuelto.
Pero la cuestión no era que pelearan entre ellos. No tenía nada que ver con eso.
La puerta de la casa se abrió. Por fin volvían sus hermanos y Temari se apresuró a ir hacia la entrada a recibirlos.
- ¡Por fin! – exclamó - ¿Cómo ha ido todo?
- Voy a darme una ducha y te lo cuento – dijo Gaara entrando dentro de la casa.
- Te has dejado el teléfono en casa – habló Temari – y Naruto te ha llamado como unas 400 veces.
-Ya veo – contestó Gaara cogiendo su teléfono de encima de la mesa y mirando – Vaya, sí que tengo llamadas perdidas ¿Qué ha pasado?
- Pues no lo sé, algo te querrá contar.
- Bueno, luego le llamo.
Después de que Gaara desapareciese por una de las puertas, Temari miró intrigada a Kankuro.
- Está como muy relajado ¿Buenas noticias?
- No sé. Ni son buenas, ni malas.
- ¿Entonces?
- Los resultados no han sido concluyentes. No se puede decir que Gaara vaya a ser un esquizofrénico paranoico o no, pero tampoco se pueden decir de mí, y seguramente si te hicieran a ti las pruebas pues tampoco.
- ¿Y eso que quiere decir?
- Que hay las mismas posibilidades de que en el futuro Gaara sea esquizofrénico de que lo sea yo.
- ¿Pero y los brotes de esquizofrenia de Gaara en el pasado?
- Es que no es esquizofrenia, son solo reflejos. Vamos, está claro que de pequeño Gaara tenía un trastorno esquizotípico pero era debido a sus traumas y al estrés que vivía. Era antisocial porque no podía ser de otra forma, papá le tenía encerrado en casa, no le dejaba relacionarse ¿cómo no iba a ser antisocial? Además era lo único que conocía, su única imagen del mundo era nuestro padre y los niños tienen a imitar lo que ven, si ven violencia a su alrededor se vuelven violentos, si viven viendo a su padre gritando, ellos gritan, si tu su padre es un paranoico pues ellos se vuelen paranoicos.
- ¿Quieres decir que Gaara imitaba a papá?
- Por lo visto. Además la paranoia de papá fue algo espontáneo, se le fue la olla y ya está, que nosotros sepamos ningún otro pariente es esquizofrénico, es decir, que no es algo que nuestro padre heredase y por lo tanto no se puede hablar de una esquizofrenia heredada ¿Me entiendes?
- Más o menos de voy siguiendo. Entonces ¿Puede que el trastorno de Gaara no fuese heredado de papá?
- Eso es. Puede que su trastorno solo fuese un trastorno debido a la vida que llevaba, no a que lo heredase de papá, más bien a que copiaba su conducta. Además ahora Gaara no tiene ningún síntoma real, a no ser el miedo que a veces le entra a perder el control, pero eso es más bien obsesión suya. Gaara no tiene una actitud apática, ni tiene ideas desorganizadas, no habla con dificultad, se expresa bien, su mente no es un caos y es capaz de relacionarse con quien sea, tiene amigos, vida social, incluso es capaz de llevar meses de relación con una chica y no ha sido violento, ni nada de eso. No hay nada en Gaara que pueda hacer sospechar que sea esquizofrénico, solo su miedo a serlo y nosotros hemos ayudado un poco a eso.
- Pero ha sido por como actuaba en el pasado.
- Si, por eso hemos tenido miedo de que él fuera esquizofrénico y nosotros no, cuando si fuese una enfermedad congénita cualquiera de los tres podría ser esquizofrénico.
- Hemos sido demasiado alarmistas.
- Éramos unos críos asustados, es normal que tuviésemos miedo. Pero ahora lo que hay que hacer es conseguir que Gaara deje atrás esos miedo. Además viene muy motivado.
- Pues mejor. No sabes cómo me alegro.
- Venga hermanita, deja ya ese rol de madre y alegra la cara ¿Qué ha pasado hoy por aquí?
- Un poco de todo. Ha sido un día de sorpresas. Por cierto, Sumire ha hecho un nuevo amigo. Yo creo que no tienes nada que temer, as que procura no ponerte muy celoso.
- ¿Un nuevo amigo? ¿Me tengo que poner celoso? ¿Quién es ese amigo?
- Ah, es más bien como su alma gemela, pero dice Jisei que no tienes que preocuparte, que el hilo rojo del destino no los une.
- Me voy a ver a Hinata – entró Gaara en la habitación.
- ¿Ahora? – se extrañó Temari – Oye que guapo te has puesto.
- He comprado unos bollos de té y quiero llevárselos. Además quiero hablar con ella.
- ¿Y no puedes esperar a mañana y hoy descansar?
- No. Quiero que sepa cuanto antes lo agradecido que le estoy.
Temari le miró de lo más intrigada.
- Se ha dado cuenta de que ha sido un poco pesado – aclaró Kankuro.
- No es que fuera pesado pero es que… he estado muy preocupado con mis cosas, con lo de Nagato y con la esquizofrenia y todo se lo he cargado a ella, me he apoyado en ella, le he pedido que no me abandone, le he dicho que si estaba a mi lado lo soportaría todo y no le he dicho que yo también estoy para lo que me necesite.
- ¿De pronto te has dado cuenta de que has sido un egoísta?
- No he sido un egoísta. Lo que pasa es que he estado demasiado angustiado y no me he dado cuenta de que ella ha estado preocupada por mí y además creo que le pasa algo.
- ¿Por qué dices eso?
- Es una manía que le ha dado hoy – contestó Kankuro – Como hemos tenido mucho tiempo libre le ha dado por darle vuelta a las cosas.
- Sé que le pasa algo, está preocupada por algo. Al principio pensé que era por mí pero creo que no, que es por otra cosa y que no me dice nada por no… agobiarme. Así que voy a ir ahora mismo a decirle que… pues eso.
- Que bonito – murmuró Temari mientras pensaba que no le extrañaba que Gaara hubiese notado que a Hinata le pasaba algo, era más que evidente, lo que pasa es que si, era cierto, él había estado demasiado angustiado con sus problemas – Bueno pues te acompaño. No me mires así, no quiero ver la escenita romántica que pienses montar, es que voy a casa de Shikamaru y me pilla de camino.
Hinata terminaba de hacer sus deberes. Estaba bastante animada, Kankuro le había mandado un mensaje diciéndole que las pruebas que le habían hecho a Gaara no habían salido positivas, o sea, que de momento no había pruebas de que sufriera esquizofrenia.
Durante semanas Hinata había estado investigando sobre la esquizofrenia, sobre las causas y los síntomas, sobre tratamientos… se podía decir que Hinata lo sabía casi todo, dicen que la información es poder, así que ella tenía mucho poder.
Ahora estaba un poco más tranquila, quizás esas noticias significaban que Gaara no tenía por qué sufrir esa enfermedad, en realidad no tenía síntomas irrefutables… eran buenas noticias.
Estaba a punto de encender su ordenador para repasar las páginas que solía leer hasta la saciedad sobre ese trastorno cuando su teléfono sonó. Quizás era Gaara que ya había regresado a Konoha.
No. La llamada era de Naruto.
- ¿Naruto?
- Hola Hinata ¿Cómo estás?
- Bi-bien – contestó confusa - ¿Qué te sucede?
- Sé que no estás bien Hinata y no me lo has dicho, ttebayo.
- ¿A qué te refieres?
- A que tienes problemas y no has contado conmigo y somos amigos, Hinata, somos amigos, ttebayo.
- No sé a qué te refieres, Naruto.
- A lo que te pasa y quiero hablar contigo.
- Bu-bueno, mañana hablamos.
- No. Hablamos ahora, ttebayo. Sal.
- ¿A dónde?
- Estoy en la puerta de tu casa, esperándote.
Naruto colgó ¿Qué le pasaba ahora a todo el mundo que no confiaban en él? ¿Por qué nadie le había dicho antes que Hinata se sentía incómoda por como la trataba Neji? ¿Por qué nadie le había dicho que Neji actuaba de forma que incomodaba a Hinata? Claro, es que estaba sancionado y no iba al instituto, por eso se lo estaba perdiendo todo.
Había salido a dar una vuelta con Shikamaru. Estaba preocupado por él, le veía demasiado agobiado, así que insistió en preguntarle hasta que por fin Shikamaru decidió, entre otras cosas, contarle lo que pasaba con Neji, total, esperaba que Ten-Ten o Temari no tardaran en hacerlo.
Hinata abrió una pequeña puerta en la verja que rodeaba la mansión Hyuuga y se topó de frente con Naruto esperándola con cara de pocos amigos.
- ¿Qué te pasa, Naruto? – preguntó preocupada.
- Ya estoy aquí, Hinata. Estoy contigo. No sé por qué no me lo dijiste antes.
- ¿El que tenía que decirte?
Gaara y Temari se acercaban a la casa de Hinata. Gaara llevaba una caja rectangular que se calló de golpe al suelo cuando este se paró.
Temari miró asustada a su hermano.
A unos metros podían ver a Naruto abrazando a Hinata, que parecía refugiarse en él.
Gaara dio un paso adelante y Temari le detuvo.
- Espera. No es lo que parece.
- ¿Ah sí?
- No cometas en mismo error que Shikamaru ¿No recuerdas lo que le pasó a él?
- No. No recuerdo que le pasó a Shikamaru.
- Te lo aseguro Gaara, no es lo que parece. Si te acercas así, enfadado, cometerás un error del que te arrepentirás. Por favor confía en mí.
Temari esperaba no equivocarse y que eso significase que Ten-Ten había hablado con Naruto… tenía que ser eso porque Naruto no es de lo que intentarían quitar la novia a un amigo, imposible.
Gaara estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no acercarse… Hinata estaba con Naruto, Hinata estuvo enamorada de Naruto… Hinata y Naruto….
Vio como Hinata se separaba de Naruto. Parecía secarse las lágrimas. Gaara miró a su hermana expectante.
- Es que Hinata tiene un problema…